RESUMEN - El Capítulo
Cinco explica, no sólo de dónde
vino la observancia del domingo, sino de dónde no vino. Puesto que
los cristianos eran judíos, entendían la subordinación de la
observancia del sábado a la ordenanza de la circuncisión. Al
leer Génesis y Éxodo en su propio y nativo idioma hebreo, entendían que la
ordenanza del sábado no fue instituida sino hasta que se dio el maná en
el tiempo del Éxodo. Por lo tanto, cuando el Concilio de Jerusalén dispuso oficialmente que la circuncisión no debía exigirse a los
cristianos gentiles,
los cristianos judíos entendieron inmediatamente que la
observancia del sábado había terminado para siempre. Por eso,
no hay ninguna
controversia acerca de la observancia del sábado sino hasta el
tiempo de la Reforma. Puesto que, en los siglos posteriores, la iglesia occidental vino a eclipsar el poder y la
influencia de la anteriormente dominante Iglesia Oriental (como lo fue
durante el tiempo en que la observancia del domingo
"reemplazó" la observancia del sábado), y puesto que el poder, la gloria y la
influencia de la Iglesia Oriental en estos primeros siglos se
olvida fácilmente, teorizamos que el Dr. Samuele Bacchiocchi, el erudito sabático ASD, recibió una imagen inflada del poder de Roma
durante estos siglos
formativos porque hizo sus estudios en la Pontificia
Universidad Gregoriana en el Vaticano. Puesto que Roma era de menor importancia
durante los primeros
pocos siglos de desarrollo de la doctrina y la práctica cristianas, y puesto
que la Iglesia Oriental
(Ortodoxa Griega) era la influencia dominante de la fe durante
esta época, la
doctrina y la práctica cristianas se trasladaron del oriente al occidente. Puesto que los
meticulosamente llevados archivos de la Iglesia de Oriente
demuestran que esta iglesia nunca guardó el sábado judío, y
puesto que la Iglesia de Oriente estableció, alimentó, y
controló la iglesia de Roma durante los primeros pocos siglos, Roma claramente
adoptó la observancia del domingo de la Iglesia Ortodoxa
Griega. Buscar teorías de cómo la observancia del domingo podría haberse desarrollado en Occidente es un ejercicio en futilidad, y todas estas
teorías han sido refutadas no sólo por eruditos bíblicos sino por nuestro propio estudio
independiente.
La observancia del domingo "reemplazó" la observancia del sábado
en la iglesia primitiva, pero cómo ocurrió eso no concuerda con
la ficción popular enseñada por la Iglesia Adventista. Siendo
que Ellen White afirmaba que el papa "cambió el día" del sábado
al domingo, se da a entender implícitamente que la iglesia
primitiva trataba y observaba el domingo como si fuese sábado.
Sin embargo, los cristianos judíos sí continuaron en la ley, y
como tales, habrían estado guardando el sábado reposando del
trabajo ese día, permaneciendo la mayoría de ellos en sus
viviendas, de acuerdo con el mandamiento del sábado. Los
domingos, habrían estado libres para reunirse en comunión con
sus contrapartes judías para la comunión en la mesa, junto con
el culto y las oraciones en grupo, ejemplo de lo cual vemos en
Hechos 20:7.
¿Y qué, pues, si los cristianos gentiles observaban los domingos
según los lineamientos del sábado? ¡Los cristianos judíos no
habrían podido reunirse con los cristianos gentiles por las
mismas razones! ¡Lo que la muerte de Jesús había logrado para
juntar los dos grupos dispares habría quedado deshecho y
revertido por la iglesia primitiva si hubiesen observado los
domingos según el modelo del sábado!
Por tanto, acordaos de que en
otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne,
erais llamados incircuncisos por la llamada circuncisión
hecha con mano en la carne. En aquel tiempo, estábais sin
Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los
pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo
estábais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de
Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo
en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos
un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en
ella las enemistades. Y vino y anunció las nuenas nuevas de
paz a vosotros que estábais lejos, y a los que estaban
cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos
entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre
el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo
el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un
templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. -
Efesios 2:11-22.
En la iglesia primitiva, los domingos no tenían ningún carácter
sagrado asociado con él. Los primeros escritos muestran que los
cristianos, o se reunían temprano por la mañana el domingo para
el culto en comunión y para orar antes de salir a trabajar ese
día, o se reunían después del trabajo ese día con el mismo
propósito, y para compartir una comida juntos.
Pero el domingo es el día en que todos
tenemos nuestra asamblea en común, porque es el primer día
en que Dios, habiendo efectuado un cambio en la oscuridad
y la materia, hizo el mundo, y ese mismo día Jesucristo
nuestro Salvador rsucitó de entre los muertos. (Justino
Mártir (65-155 A.D.). Tomado de The First Apology of Justin [La Primera
Apología de Justino], Capítulo LXVII. - Weekly Worship of the
Christians).
La iglesia primitiva asociaba los domingos con la resurrección
de Cristo. Su resurrección introdujo un nuevo comienzo que no
iba a ser trivializado.
Los primeros cristianos eran judíos y, como hebreos, entendían,
leyendo los libros de Moisés en su propio idioma, que la
ordenanza del sábado no había sido dada en la creación.
Entendían la relación de subordinación del sábado a la ordenanza
de la circuncisión. Fueron los judíos los que, en el Concilio de
Jerusalén, vetaron la propuesta de los miembros fariseos de
exigir que los nuevos creyentes gentiles que entraban en la
iglesia fuesen circuncidados. Si estos cristianos judíos no
habían reconocido que la jurisdicción de la ley había terminado
en la cruz antes del Concilio de Jerusalén, habrían tenido que
reconocerlo más tarde.
Para Adventistas inquisitivos, lo que está en juego aquí es si
hay alguna esperanza de rescatar el concepto de Ellen White de
que la observancia del domingo comenzó en la Iglesia de
Occidente (Roma). Si no se desarrolló en la Iglesia de
Occidente, la afirmación de ella de que Dios le había mostrado
en visión que el papa cambió el sábado por el domingo es
claramente un fraude. En este capítulo, nos enfocamos en los
hechos que prueban (proporcionan evidencia más allá de cualquier
duda razonable) que la tradición de la observancia del domingo
comenzó casi inmediatamente en Oriente y fue llevada a Occidente
por sus misioneros. Como las otras iglesias en Occidente, fue
fuertemente influida y controlada por ella hasta un grado
significativo, incluyendo la Iglesia de Roma.
DE DÓNDE VINO LA OBSERVANCIA
DEL DOMINGO:
LA IGLESIA ORTODOXA DE
ORIENTE
Puesto que la Iglesia de Occidente (Roma) se volvió muy poderosa
después del 600 A.D., es fácil olvidar que, durante los primeros
cientos de años de la fe cristiana, la Iglesia de Oriente (léase
la Iglesia Ortodoxa de Oriente) fue el centro del desarrollo de
la doctrina y la práctica cristianas. La Iglesia Ortrodoxa de
Oriente mantuvo excelentes registros desde su mismo comienzo, y
esos registros muestran que esta iglesia nunca guardó el sábado
judío. El centro del poder político cambió al oriente (léase
Asia versus Europa) cuando Constantino trasladó el asiento del
imperio de Roma a Constantinopla en 324 A.D. El hecho de que el
Imperio Romano sobrevivió en Oriente por alrededor de 1,000 años
más de lo que lo hizo en Occidente indica que la Iglesia
Ortodoxa de Oriente conservó la preeminencia en cuestiones de fe
cristiana por cientos de años adicionales. El emperador no
trasladó al obispo de Roma a Constantinopla junto con él.
Sírvase estudiar el Apéndice IV para hallar mayor información
sobre este tema.
Por consiguiente, especular sobre cómo podría haberse
desarrollado en Occidente (Roma) la observancia del domingo es
un ejercicio en futilidad. Todas las teorías desarrolladas por
los eruditos ASD para ubicar el desarrollo de la observancia del
domingo en Occidente han sido refutadas con éxito, y estas
referencias incluyen (1) la teoría de la persecución judía, del
Dr. Samuele Bacchiocchi, (2) la obra "Influencia de la teoría
del culto al sol", del Dr. Samuele Bacchiocchi, (3) la teoría
del día doble, desarrollada por la Conferencia General de los
Adventistas del Séptimo Día, y (4) la teoría de la salida de la
Pascua, de Kenneth W. Strand.
Durante el tiempo en que los Adventistas afirman que estas
varias influencias configuraban la observancia del domingo en
Occidente (Roma), toda la doctrina y la práctica cristianas
fluían de Oriente hacia Occidente. A medida que los importantes
concilios de la fe cristiana comenzaban a tener lugar, eran
celebrados en Oriente, y el obispo de Roma viajaba a Asia para
participar como uno de varios otros del mundo cristiano de su
tiempo.A la
conclusión de estos concilios, estos obispos regresaban para implementar las
decisiones de estos concilios en sus propios obispados. Como si
dijéramos, el obispo de Roma recibía sus "órdenes de marcha" de
Oriente, como lo hacían todos los otros obispos de alrededor del
mundo cristiano.
Si no supiéramos ya que la observancia del domingo y la
violación del sábado eran universales para el 140 A.D. -- y si
no supiéramos ya que la Iglesia de Oriente nunca guardó el
sábado -- y si no supiéramos ya que la doctrina y la práctica
cristiana siempre se originó en Oriente y de allí fluyó hacia
Occidente -- llegaríamos a la conclusión de que la Iglesia de
Occidente (Roma) no desarrolló la práctica de la observancia del
domingo y la violación del sábado por su propia cuenta, sino que
las tales le fueron impuestas alrededor del 363-365 A.D. por el
Concilio de Laodicea.
Aunque no está clasificado como uno de los "grandes concilios",
el Concilio de Laodicea, que tuvo lugar cerca de 363-365 A.D.,
también tuvo lugar en Oriente. Laodicea está situada en lo que
hoy es la moderna Turquía, y no debe ser confundida con la
Laodicea situada en Siria. (Véase el artículo de Wikipedia, "Council of
Laodicea"). Este concilio fue convocado para tratar muchas
cuestiones, incluyendo cuáles libros debían estar en la Biblia,
así como la cuestión del sábado-domingo. Sírvase leer el Canon
#29 cuidadosamente:
Canon 29: Los cristianos no
deben judaizar reposando en sábado, sino que deben
trabajar ese día, y en su lugar deben honrar el día del
Señor; y, si pueden,
entonces reposar como cristianos. Pero si se descubre que
algunos son judaizantes, sean anatema por parte de Cristo.
(Véase
http://www.newadvent.org/fathers/3806.htm. New Advent es
un sitio web católico romano).
Nótese que el Concilio, por medio de su instrucción en el
sentido de hacer que los cristianos reposen el domingo SI
PUEDEN, tenía el propósito de establecer la práctica (léase
tradición) cristiana, no la doctrina cristiana con respecto a reposar
el domingo. Si el Concilio hubiese tenido el propósito de
transferir la santidad del sábado judío al domingo, el reposo no
habría sido tratado como una opción. El Concilio deseaba
proporcionar un día en que los cristianos pudieran adorar a Dios
y pasar el tiempo con sus familias.
Esta provisión del Canon #29 arroja aun más dudas sobre la
teoría ASD de Pickle de que uno puede todavía decir que el papa
cambió el sábado, porque este "cambio" no estaba completo sino
hasta que el reposo requerido por el sábado judío hubiese sido
transferido al domingo. Este reposo era opcional, y el propósito
no era hacer de la provisión del reposo una doctrina cristiana.
Como todos los otros obispos del mundo cristiano, el obispo de
Roma continuó recibiendo - no impartiendo - la doctrina y la
práctica cristianas durante todos los siglos en que se
desarrollaron la observancia del domingo y el rechazo del
sábado. Nótese que, como se discute en los comentarios de R. J.
Baukham en la sección siguiente, el obispo de Roma fracasó
completamente en influir en los otros obispos de su tiempo para
que adoptaran su fecha preferida para la Pascua y hacer cumplir
el ayuno
sabático. No es muy realista pensar que él habría tenido
oportunidad para "mejorar" la observancia del domingo en la
totalidad de la iglesia cristiana, aunque hubiese tratado de
hacerlo. Un examen de los grandes concilios de Oriente demuestra
claramente que el centro del pensamiento cristiano y la
influencia cristiana estuvieron en la Iglesia Ortodoxa Cristiana
Oriental durante todo el tiempo en que a los Adventistas les
gusta hablar del papel de Roma en el establecimiento de la
observancia del domingo, y hasta siglos más allá de ese punto.
(Véase el artículo de Wikipedia
"First Seven Ecumenical Councils"):
Los primeros siete concilios ecuménicos, como se
entienden comúnmente, son:
1. Primer Concilio de Nicea
(325)
2. Primer Concilio de
Constantinopla (381)
3 Concilio de Éfeso
(431)
4 Concilio de
Calcedonia (451)
5 Segundo Concilio de
Constantinopla (553)
6 Tercer Concilio de
Constantinopla (680)
7 Segundo Concilio de
Nicea (787)
El primer concilio de Occidente, el Laterano, tuvo lugar en 1123
en la Basílica de Roma, después del gran cisma entre la Iglesia
de Oriente y la Iglesia de Occidente, que existió por algún
tiempo.
Nicea, asiento del Primer Gran Concilio, tuvo lugar
aproximadamente 40 años antes del Concilio de Laodicea en lo que
ahora es la actual Turquía, en el 321 A.D. Aunque a los
católicos romanos les gusta afirmar que fue el obispo de Roma el
responsable de establecer en este Concilio la doctrina de la
plena divinidad de Cristo, los protestantes citan la siguiente
declaración del Concilio, que muestra que el obispo de Roma se
mencionó sólo como colega de los obispos de otras jurisdicciones
importantes:
"Que prevalezcan las antiguas
costumbres en Egipto, Libia, Pentápolis. Que el obispo de
Alejandría tenga jurisdicción sobre todas éstas, pues es
habitual también para el obispo de Roma. De la misma
manera, en Antioquia y las otras provincias, que las
iglesias conserven sus privilegios (Canon 6)".
El artículo de Wikipedia, "Primer Concilio de Nicea", hace esta
interesante observación:
"Según el teólogo protestante
Philip Schaff: 'Los padres nicenos aprobaron este canon,
no para introducir nada nuevo, sino meramente para
confirmar una relación existente sobre la base de una
tradición de la iglesia; y eso, con referencia especial a
Alejandría, a causa de los problemas que existían allí.
Roma fue mencionada sólo como ilustración; y a Antioquia y
a todas las otras heparquías o provincias, se les
aseguraron sus derechos reconocidos. Los obispados de
Alejandría, Roma, y Antioquia fueron esencialmente
colocados en igualdad de categoría'. Schaff,
Philip. History of the
Christian Church, vol. 3, pp. 275-276).
DE DÓNDE NO VINO LA
TRADICIÓN DE LA OBSERVANCIA DEL DOMINGO
LA IGLESIA DE ROMA NO PODRÍA
HABER DADO ORIGEN A ELLA
El Dr. Bacchiocchi teoriza que la iglesia de Roma, que dio lugar
a la Iglesia Católica Romana varios siglos más tarde, podría
haber desempeñado un papel significativo en empujar a los
cristianos lejos del sábado judío para que adoptasen la
observancia del domingo. El Dr. Bacchiocchi teorizaba que fue la
supuestamente preeminente autoridad del obispo de la Iglesia de
Roma (el predecesor del papa de la Iglesia Católica Romana)
quien influyó en la totalidad de la iglesia para que adoptase la
"nueva" práctica de la observancia del domingo. (From Sabbath to Sunday, pp. 207-212). R. J.
Baukham, que dictaba conferencias en el Departamento de Teología
de la Universidad de Manchester, dijo esto acerca de la teoría
del Dr. Bacchiocchi en su ensayo "Sabbath and Sunday in the
Post-Apostolic Church":
Este es probablemente el más
débil de los argumentos de Bacchiocchi, pero es esencial
para su tesis. Sólo esta afirmación de la primacía de Roma
puede comenzar a explicar cómo una costumbre, que se
originó a principios del siglo segundo, pudo haberse
convertido en tan universal en la iglesia cristiana como el culto en domingo.
Contra el argumento de
Bacchiocchi, puede decirse que la evidencia que presenta a
favor de la autoridad de la Iglesia de Roma en el siglo
segundo no es convicente. La Iglesia de Roma tenía gran
prestigio, pero la clase de autoridad jurisdiccional que
su tesis presupone es anacrónica para el siglo segundo.
Ninguna iglesia de ese período tenía la suficiente
autoridad para cambiar el día semanal de culto en la
cristiandad. Además, los otros dos ejemplos que da
Bacchiocchi de cambios litúrgicos en el siglo segundo, el
domingo de pascua y el ayuno en sábado no apoyan su caso,
como él piensa, sino que más bien acentúan su debilidad.
Ya sea que Bacchiocchi tenga razón o no en localizar el
origen del domingo de pascua en la Roma del siglo segundo,
es bastante claro que la sede de Roma no tenía autoridad
para imponerlo al resto de la iglesia. No fue sino hasta
el final del
siglo segundo que Víctor, el obispo de Roma, intentó
convertir las iglesias de Cuartodecimán a la observancia
del domingo de Pascua, y su intento encontró una tozuda
resistencia en Asia. De manera similar, la Iglesia de Roma
fracasó notablemente al promocionar la práctica de ayunar
en sábado. Como lo admite el mismo Bacchiocchi, todavía en
el siglo quinto el ayuno estaba limitado a la Iglesia de
Roma y algunas otras iglesias de occidente. Tanto en el
caso del domingo de pascua como en el del ayuno sabático,
los registros históricos sobrevivientes indican un
considerable debate y una considerable controversia en las
iglesias.
Por lo tanto, parece
extremadamente improbable que ya, a principios del siglo segundo, la autoridad de la sede de Roma
fuese tal que pudiese imponer el culto dominical en todas
las iglesias, reemplazando una práctica universal de la
observancia del sábado transmitida por los apóstoles, sin
dejar ningún rastro de controversia ni resistencia en los
archivos históricos. La comparación del propio Bacchiocchi
con el domingo de pascua y el ayuno sabático muestra la
dificultad de sus explicaciones acerca de los orígenes del
culto dominical. Como todos los intentos por fechar los
orígenes del culto dominical en el siglo segundo, éste no
toma en cuenta la universalidad de la costumbre. A
diferencia del domingo de pascua y el ayuno sabático, el
culto dominical nunca fue disputado, hasta donde muestra
la evidencia. No hay ningún
registro de ningún grupo cristiano (excepto la parte
extrema de los ebionitas) que no observara el domingo, ni
en el siglo segundo ni en los siglos posteriores de la era
patrística. (From Sabbath to Lord´s Day, Carson, p.
271, 272).
En su artículo "Sabbath and
Sunday: Adventist Theories", posteado en el sitio web
de Grace Community International, Michael Morrison da una lista
de razones adicionales que proporcionan evidencia de que la
Iglesia Romana no tenía el poder de legislar sobre ninguna
práctica particular para las otras iglesias del Imperio Romano:
Como evidencia de que Roma no tenía tal poder, podemos
observar:
Ignacio no saluda a un obispo
de Roma.
Ireneo discrepó con el obispo
de Roma con respecto a la política hacia los cuartodecimanos.
Policarpo y Polícrates actuaban
como iguales del obispo
de Roma.
Fue sólo con dificultades y una
controversia registrada que Roma presionó a favor de un
cambio en la fecha de la pascua para un área en Asia
Menor.
Aun en siglos posteriores, Roma
no pudo obligar a otras ciudades a guardar el séptimo día
como día de ayuno.
En el siglo cuarto, cuando
muchos cristianos de Oriente comenzaron a observar el
sábado así como el domingo, Roma no pudo o no estuvo
dispuesta a detener la práctica.
(Kenneth A. Strand, "From Sabbath to Sunday in the Early Christian
Church: A Review of Some Recent Literature. Part II:
Samuele Bacchiocchi´s Reconstruction", Andrews University
Seminary Studies (AUSS)17 (1979), pp. 96-99. Strand también
observa que "las influencias cristianas todavía se movían
mayormente de oriente hacia occidente, no a la inversa" (Sabbath, p. 332, n. 22).
Ahora sabemos exactamente de dónde vino la observancia del
domingo. Oficialmente, se inició en el Concilio de Jerusalén
(Véase Hechos 15), si no antes, e inmediatamente se convirtió en
la tradición de la Iglesia de Oriente, la cual, desde el
comienzo, fue el centro de las creencias, la práctica, y la
influencia cristianas durante todos los siglos que a los
Adventistas les gusta creer que hubo una transición gradual de
la observancia del sábado a la observancia del domingo. La
práctica de la observancia del domingo se extendió del oriente
al occidente - no de occidente a oriente. Las doctrinas de Roma
le fueron impuestas por los importantes concilios de iglesia,
todos los cuales tuvieron lugar en Oriente. No hay ninguna
evidencia de que Roma dio origen o impuso ni una sola doctrina o
práctica al mundo cristiano sino hasta muchos siglos después de
que la práctica de la observancia del domingo y el abandono del
sábado se habían convertido en la práctica universal,
incuestionada, de la fe cristiana.
NO POR HABER TRANSIGIDO
CON LAS INFLUENCIAS
DEL CULTO PAGANO AL SOL
El Dr. Bacchiocchi trató de rescatar, por lo menos, parte de la
teoría de la conspiración/apostasía de Ellen White - de que el
culto pagano al sol influyó en los cristianos para que adoptaran
la observancia del domingo. El sol ha tenido siempre sus
adoradores en todo el mundo, especialmente en tiempos antiguos.
Para que la teoría del Dr. Bacchiocchi tenga credibilidad, debe
probar dos cosas más allá de toda duda razonable. Primera, debe demostrar que
el culto al sol era lo bastante popular en el Imperio Romano
entre el año 100 y el 140 A.D. para haber influido
potencialmente en el cristianismo en la selección de un día de
culto sobre la base de una necesidad percibida de comunión. Segunda, debe proporcionar
evidencia adecuada para demostrar un alto grado de probabilidad
de que este culto SÍ influyó realmente en el cristianismo de
esta manera. Mientras más increíble parezca ser cualquier
teoría, más se exige que la evidencia y los argumentos que la
sostienen sean fuertes.
En su libro Sabbath under Crossfire
(1998), el Dr.
Bacchiocchi usa casi
todo un capítulo para comentar la posibilidad
de que este culto al sol fuera popular entre el año 70 y el 140
A.D., pero no hay ningún consenso entre sus fuentes. Por lo
tanto, el Requisito
#1 no se ha
cumplido.
En el resto de este mismo capítulo, el Dr. Bacchiocchi intenta
probar que los romanos usaban un calendario de 7 días que
correspondía al calendario judío de 7 días. Es dolorosamente
evidente que está echando mano de pajillas para demostrar que un
calendario de 7 días tuvo siquiera un uso limitado en alguna
parte del Imperio Romano durante este período. La mayoría de las
fuentes históricas que pudimos ubicar indica que los romanos
usaban un calendario de 8 días durante los tiempos del Nuevo
Testamento y que el día nombrado en honor al sol era el segundo
día de esa semana de 8 días. Estas fuentes son bastante
consistentes cuando afirman que, hasta donde puede ser
reconstruido, los romanos no adoptaron completamente
un calendario de 7 días sino hasta alrededor del año 300 A.D.
Por otra parte, hay unas pocas fuentes en que hallamos evidencia
de que el Imperio Romano podría haber adoptado parcialmente una
semana de 7 días 100 años o más antes del nacimiento de Cristo,
pero que la vasta mayoría de los romanos continuó usando la
acostumbrada semana de 8 días. Robert Cox, contemporáneo de
Andrews y White que es citado por Andrews en otras áreas,
examinó esta histórica cuestión. Se creería que este libro
habría estado disponible para J. N. Andrews y Ellen White en esa
época. He aquí lo que Cox dice en su capítulo titulado "Origen y
prevalencia de de la semana":
La opinión, todavía expresada
frecuentemente, de que la semana es y siempre ha sido una
institución universal, ahora parece insostenible. Aunque
empleada antiguamente por los hindúes, los asirios y los
egipcios, la semana era desconocida
para los griegos y los etruscos, y fue adoptada por los
romanos sólo en el siglo segundo, cuando la tomaron
prestada de Egipto.
En su libro From
Sabbath to Sunday, el Dr. Bacchiocchi dice que
algunos historiadores creen que un calendario de 7 días era de
uso extendido en el Imperio Romano en la última parte del siglo
segundo (150-199 A.D). La transición de la "observancia del
sábado" a la observancia del domingo era universal para el año
140 A.D. Considerando
que el día nombrado en honor del sol sólo a veces era el mismo
período de 24 horas que el primer día del calendario judío
(domingo),¿cómo podrían los cristianos, antes del 140 A.D.,
haberse sentido tentados a adoptar la observancia del domingo
para que el día de cultio fuera el mismo que el de los paganos
a los cuales estaban tratando de convertir? Además de
todas estas cuestiones desafiantes, tenemos que preguntar por
qué todo este tema es digno de discusión, puesto que tenemos
pruebas documentadas de que, por lo menos, las iglesias gentiles
observaban el domingo ya en el año 50 hasta el 70 A.D., y lo
hacían de manera general para el año 100 A.D.
Por lo tanto, el
Requisito #2 no se cumple. No hay ninguna prueba, ninguna
evidencia creíble. Casi ninguna dosis de imaginación puede
"conectar los puntos" para cumplir el segundo requisito exigido
por los principios de lógica.
Increíblemente, el Dr. Bacchiocchi concede lo siguiente con
respecto a su teoría de la influencia del culto al sol en el
abandono del sábado:
La asociación entre el domingo
cristiano y la veneración pagana del día del sol no es
explícito antes del tiempo de Eusebio (ca. A.D. 260-340).
From Sabbath to Sunday, p. 264.
Como hemos comentado, el Dr. Bacchiocchi concede que la adopción
de la obseervancia del domingo ya era universal para el año 140
A.D., pero no es sino hasta 260-340 A.D. que hay trazas
definidas en los registros históricos que muestran que los
cultos al sol consideraban el domingo un día sagrado para el
culto al sol. Sin embargo, antes de ese tiempo es extremadamente
difícil demostrar cualesquiera posibles conexiones entre los
cultos para adorar el sol y el fenómeno de la rápida adopción de
la observación del domingo cristiano. Como se observó antes, los
romanos usaban una semana de 8 días, en que el día llamado en
honor del sol era el segundo día de esa semana de 8 días. En estas antiguas culturas, la semana de 7 días no era en modo
alguno universal. Sólo tendría sentido que no pudiera haber
ningún rastro, en los registros históricos, de que los cultos
que adoraban el sol hubiesen tenido actividades ceremoniales
especiales en el "día del sol", que nosotros conocemos como el
primer día de la semana de siete días, antes de que las culturas
en que estos cultos existieron hubiesen adoptado un ciclo
semanal de siete días.
Finalmente, si la teoría de la apostasía del Dr. Bacchiocchi
fuera correcta, estaríamos obligados a creer que los primeros
cristianos estaban dispuestos a violar el sábado, que ellos
supuestamente habrían considerado como un principio moral
eterno, mientras que, al mismo tiempo, estaban dispuestos a
renunciar a sus vidas antes que cometer pecados morales más
tangibles, como doblar sus rodillas ante un ídolo o renunciar a
Cristo públicamente.
En su ensayo, "Sabbath and Sunday in the Post-Apostolic Church",
R. J. Baukham responde al Dr. Bacchiocchi como sigue:
Bacchiocchi arguye que la razón
de que la Iglesia de Roma adoptara el domingo como el día de culto cristiano, en vez del sábado,
fue que, en la semana planetaria, el día pagano del sol ya
había ganado importancia especial en los cultos paganos
adoradores del sol y que, al adoptar este día, los
cristianos pudieron aprovechar el simbolismo de Dios o
Cristo como el sol o la luz, que ya estaba presente en su
propia tradición religiosa.
Aquí Bacchiocchi subestima la
resistencia a las costumbres paganas en la cristiandad del
siglo segundo. El deseo de diferenciarse del paganismo
tenía raíces cristianas más profundas que el deseo de
diferenciarse del judaísmo en el siglo segundo. Es verdad
que, desde Justino en adelante, los Padres aprovecharon el
simbolismo del título pagano "día del sol", pero haber
aprovechado realmente el día pagano como día cristiano de
culto porque era prominente en los cultos adoradores del sol
habría sido ciertamente un paso muy osado. Aunque la
Iglesia de Roma hubiese dado este paso, se vuelve aun más
inexplicable que el resto de la iglesia siguiera el
ejemplo sin argumento. (D. A. Carson, ed., From Sabbath to Lord´s Day,
p. 272).
El mitraísmo es el culto al sol que a los defensores del sábado
les gusta acusar de ser lo que más influyó en causar el abandono
de la observancia del sábado en favor de la adopción del así
llamado domingo "pagano" como día de culto para los cristianos.
Bacchiocchi conocía esta posible conexión, pero declinó decir
que tenía prueba de que era así. Puesto que el mitraísmo sólo
había estado presente en el Imperio Romano durante algunos
siglos antes de Cristo, no alcanzó su máxima popularidad sino
hasta un par de siglos después de que la observancia del domingo
se había convertido en universal. He aquí lo que la Enciclopedia Wikipedia
tiene que decir acerca de la relación del mitraísmo con el
cristianismo. Usted puede leerlo en su contexto completo en este
link:
http://www.faculty.umb.edu/gary_zabel/Courses/Phil%20281b/Philosophy%20of%20Magic/Pythagoras,%20Empedocles,%20Plato/Mithraism.htm
El mitraísmo llegó plenamente
maduro a Roma con el regreso de las legiones del oriente
en el siglo primero A.C. Como dios de acción de ejércitos
y campeón de héroes, el mitraísmo era atractivo para los soldados
romanos profesionales, que llevaron su culto a Iberia,
Bretaña, las fronteras alemanas y Dacia.
El culto a Mitra comenzó a
atraer la atención en Roma para finales del siglo primero
AD, quizás en conexión con la conquista de la entonces
Armenia zoroastrense. La más antigua evidencia material a
favor del culto romano de Mitra data de ese período, en un
registro de soldados romanos que procedían de la
guarnición militar en Carnunto, en la provincia romana de
Alta Panonia (cerca del río Danubio, en la moderna
Austria, cerca de la frontera húngara). Estos soldados
lucharon contra los partos y participaron en la supresión
de las revueltas en Jerusalén desde el año 60 AD hasta más
o menos el año 70 A.D. Cuando regresaron a casa, hicieron
dedicatorias mítricas, probablemente en el año 71 o 72.
Estacio menciona el típico
relieve mítrico en su Tebaide (Libro i. 710, 720),
alrededor del AD 80; La
Vida de Pompeyo, de Plutarco, también deja claro que el
culto a Mitra era bien conocido en ese tiempo.
Para el año 200 A.D., el
mitraísmo se había difundido ampliamente en todo el
ejército, y también entre los comerciantes y los esclavos.
Las fronteras alemanas han producido la mayor parte de la
evidencia arqueológica de su prosperidad: pequeños objetos
de culto conectados con Mitra aparecen en excavaciones
arqueológicas desde Romania hasta el muro de Adriano.
En Roma, los emperadores del
siglo tercero estimulaban el mitraísmo a causa del apoyo
que ofrecía a la naturaleza divina de los monarcas. Así,
pues, Mitras se convirtió en el dador de autoridad y
victoria para la casa imperial. Desde la época de Cómodo,
que participó en sus misterios, sus seguidores se hallarían en todas las
clases.
Se pueden hallar
concentraciones de templos de Mitra en las afueras del
Imperio Romano: a lo largo del muro de Adriano en el norte
de Inglaterra, se han identificado tres mitras en
Housesteads, Carrawburgh y Rudchester. Los descubrimientos
están en el Museo de Antigüedades de la Universidad de
Newcastle, donde ha sido recreado un templo mitraico.
Recientes excavaciones en Londres han revelado los restos
de un templo mitraico cerca del centro de un poblado romanon, que una vez estuvo amurallado,
sobre la ribera del arroyo Walbrook. También se han
hallado mitras a lo largo de la frontera fluvial de los
ríos Danubio y Rin, en la provincia de Dacia (donde en
2003 se halló un templo en Alba-Lulia) y tan lejos como
Numidia en el norte de África.
Como sería de esperarse, se han
hallado ruinas mitraicas en la ciudad puerto de Ostia, y
en Roma, la capital, donde hasta setecientos mitras pueden
haber existido (una docena han sido identificados). Su
importancia en Roma puede juzgarse por la abundancia de
restos monumentales: más de 75 piezas de escultura, 100
inscripciones mitraicas, y ruinas de templos y santuarios
en todas partes de la ciudad y sus suburbios. Un museo de
Mitra de finales del siglo segundo, bien preservado, con
su altar y sus bancas de piedra de una pieza, construidos
originalmente debajo de una casa romana (como era práctica
común), sobrevive en la cripta por encima de la cual se ha
construido la Basílica de San Clemente, en Roma.
El culto al sol sí existía
dentro del panteón romano nativo, como una parte menor, y
siempre con la luna como pareja. Sin embargo, en oriente,
había muchas deidades solares, incluyendo el dios griego
Helios, que fue mayormente desplazado por Apolo. Para el siglo tercero,
los cultos populares de Apolo y Mitra habían comenzado a
fusionarse con el culto sincrético conocido como Sol
Invictus, y en 274 C.E., el emperador Aureliano (cuya
madre había sido sacerdotisa del sol) oficializó la
adoración al Sol Invictus. Más tarde, Aureliano
construyó un nuevo y espléndido templo en Roma, y creó un
nuevo cuerpo de sacerdotes para sostenerlo (pontifex solis
invicti), atribuyendo sus victorias en oriente a Sol
Invictus. Pero nada de esto afectó el culto existente de
Mitra, que permaneció como un culto no oficial. algunos
senadores tenían puestos en
ambos cultos.
Sin embargo, este período
también fue el comienzo de la declinación del
mitraísmo, al perderse Dacia para el imperio, y
porque las invasiones de los pueblos del norte resultaron
en la destrucción de los templos a lo largo de un gran
trecho de la frontera, la primera plaza fuerte del culto.
La difusión del cristianismo por medio del imperio,
aumentada por la tolerancia de Constantino desde alrededor
del 310 C.E.,también tuvo su parte - particularmente al
admitir el cristianismo a las mujeres, lo que no hacía el
mitraísmo, lo cual obviamente limitó su potencial para su
rápido crecimiento.
El reinado de Juliano, que
intentó restaurar la fe y suprimir el cristianismo, y la
usurpación de Eugenio, renovaron las esperanzas de sus
devotos, pero el decreto emitido por Teodosio en 394,
prohibiendo completamente el culto no cristiano, puede ser
considerado el fin de la existencia pública formal del
mitraísmo. El mitraísmo llegó completamente maduro a Roma
con el retorno de las legiones desde el oriente en el
siglo primero A. C.
No podemos dar a los sabadistas ni una sola pulgada de terreno
cuando se trata de de la influencia del mitraísmo sobre el así
llamado "cambio del sábado".
NO COMO RESULTADO DE LA
"TEORÍA DE LA PERSECUCIÓN JUDÍA"
DEL DR. BACCHIOCCHI
Como hemos visto, mediante
esta concesión, el
Dr. Bacchiocchi entró por su cuenta en un histórico callejón sin
salida. Reconoce la fecha del 140 A.D. para la adopción
universal de la observancia del domingo y sabiamente rehusa
sugerir que la Iglesia Católica Romana cambió el día. Admite que
no puede probar que hay un vínculo entre el culto al sol y el
abandono del sábado antes del 140 A.D. Su última esperanza es
probar que la persecución del Imperio Romano contra los judíos
rebeldes entre el 100 A.D. y el 140 A.D. hizo que los cristianos
de Roma se distanciaran de la observancia del sábado para
escapar a la posible amenaza de una persecución asociada. El Dr.
Bacchiocchi presupone que los cristianos creían que todavía se
les requería que guardaran el sábado en ese tiempo -- algo
difícil de probar pues la observancia del domingo ya se había
extendido para el año 100 A.D. Además, teoriza que la Iglesia de
Roma usó su influencia sobre los cristianos en todo el vasto
Imperio Romano para distanciarse de la observancia del sábado
para escapar a la posibilidad de tal persecución sobre la base
de esta práctica religiosa clave que supuestamente era
común tanto para judíos como para cristianos. Hay toda clase de
problemas con la desesperada teoría del Dr. Bacchiocchi, pero
este enfoque es realmente su única esperanza de explicar cómo
llegaron los cristianos a abandonar el sábado sin admitir que lo
hacían por adecuadas razones bíblicas y teológicas.
Más o menos para el 100 A.D., había un gran número de judíos
cristianos en Roma. La población judía de la Iglesia de Roma
podría haber estado guardando el sábado como parte de su cultura
judía, no como requisito para la salvación. Si es verdad que
guardaban el sábado meramente como parte de su cultura judaica,
es razonable suponer que estarían dispuestos a abandonar su
observancia del sábado para evitar la amenaza de la persecución
romana. Por otra parte, si ellos estaban guardando el sábado
desde la perspectiva de un requisito para la salvación, como
presupone el Dr. Bacchiocchi, es muy difícil imaginar que
estuviesen dispuestos a arriesgar su salvación eterna para
evitar la persecución. Los cristianos de esta era parecían estar
dispuestos a dar sus vidas por el evangelio en general. Puesto
que, como sucede con
los judíos en general,
los cristianos judíos de Roma entendían que la circunción y la
observancia del sábado no pueden separarse, comprenderían que la
observancia del sábado no se requería de ellos ni de sus
hermanos gentiles, sino que la observancia como parte de su
herencia cultural también estaba bien. Pablo no condenaba a los
cristianos de Roma por guardar el sábado, sino que instaba a los
judíos y los gentiles de la Iglesia a ser tolerantes los unos
con los otros en cuestiones que no eran esenciales para la
salvación. Examinemos la probabilidad de que la amenaza de la
persecución judía pueda haber sido un factor lo bastante fuerte
para inducir a los cristianos a detener su supuesta observancia
del sábado.
Hubo dos principales revueltas judías contra el Imperio Romano
entre el 100 y el 140 A.D. Sin embargo, los historiadores están
divididos en su evaluación del alcance de la persecución de los
cristianos por parte del Imperio durante esta época. El artículo
de Wikipedia, "Persecution of Early Christians
during the Roman Empire" [Persecución de los primeros
cristianos durante el Imperio Romano], resume las cosas de esta
manera:
PERSECUCIÓN BAJO DOMICIANO
Según muchos historiadores, los
judíos y los cristianos fueron perseguidos
encarnizadamente hacia el fin del reinado de Domiciano.
[17] Muchos eruditos creen que el libro de Apocalipsis fue
escrito durante el reinado de Domiciano. Sin embargo,
otros historiadores han sostenido que hubo poca o ninguna
persecución de los cristianos durante el tiempo de
Domiciano. No hay ningún consenso histórico sobre la
cuestión.
PERSECUCIÓN BAJO TRAJANO
Entre el 109 y el 111 A.D.,
Plinio el Joven fue enviado por el emperador Trajano (r.
98-117) a la provincia de Bitinia como gobernador. Durante
el ejercicio de su posición, Plinio se encontró con los
cristianos, y le escribió al emperador acerca de ellos,
"porque no tengo dudas de que, cualquiera que haya sido lo
que admiten, en todo caso la obstinación y la inflexible
perversidad merecen ser castigadas". Sin embargo, no
estaba seguro de lo que se debía hacer con los que decían
que ya no eran cristianos, y le pidió consejo a Trajano.
El emperador respondió que los cristianos no deberían ser
buscados; las informaciones anónimas debían ser rechazadas
como "indignas de nuestros tiempos", y que, si se
retractan y "adoran a nuestros dioses", debían ser puestos
en libertad. Sin embargo, los que persisten deben ser castigados.
Domiciano reinó desde el año 81 hasta el 96 A.D. (Wikipedia, "List of Roman Emperors").
Ahora, para comparación, examinemos las persecuciones del
Imperio Romano contra los judíos (Artículo de Wikipedia, "First Jewish-Roman War":
La primera Guerra Judeo-Romana
(66-73),llamada a veces La Gran Revuelta (en hebreo,
ha-Mered Ha-Gadol), fue la primera de tres grandes
rebeliones de los judíos de la provincia de Judea contra
el Imperio Romano (la segunda fue la Guerra de Kitos desde el 115 hasta el 117; la tercera fue la
revuelta de Bar Kokhba, (132-135).
No parece haber mucha correlación entre la persecución de los
judíos por el Imperio Romano y la persecución de los cristianos
por el Imperio Romano. La teoría del Dr. Bacchiocchi de que los
cristianos abandonaron la observancia del sábado entre el año
100 y el 140 A.D. por temor al vínculo sabático que los
cristianos supuestamente compartían con los judíos es
extremadamente difícil de defender. Aunque estos hechos
ciertamente no impiden en absoluto la posibilidad de que la
teoría del Dr. Bacchiocchi sea correcta, ésta se derrumbaría si
pudiera ofrecerse una mejor explicación.
No hay ninguna evidencia de que los cristianos de la iglesia
primitiva fueran perseguidos porque no estaban dispuestos a
trabajar en sábado. Si la iglesia primitiva hubiese conservado
una posición sabática, los romanos habrían dejado constancia de
ello. Apoya esta idea el hecho de que los judíos tenían tan mala
reputación con los romanos por su observancia del sábado que,
por lo general, estaban exentos del servicio militar y no eran
valorados para esclavos, pero esto no era cierto en relación con
los cristianos. Véase de Henry Chadwick, The
Early Church [La Iglesia Primitiva]
(Baltimore: Penguin Books, 1967), pp. 9-13. Véase también de
William Barclay, The Ten Commandments for Today
[Los Diez Mandamientos para Hoy] (New York: Harper & Row,
Publishers, 1973), pp. 31-2; Werner Forster, Palestinian
Judaism in New Testament Times [El judaísmo
palestino en tiempos del Nuevo Testamento] (Edinburgh: Oliver
& Boyd, 1964), p. 72; Eduard Lohse, art. "Sabbath", Theological
Dictionary of the New Testament [Diccionario
Teológico del Nuevo Testamento] 7:9. [El crédito de este
concepto va para Robert Brinsmead, y son sus referencias las que
he citado].
En su obra "A Digest of the Sabbath Question", Brinsmead aporta
esta observación de un muy respetado erudito del Nuevo
Testamento:
"Aunque la circuncisión habría
sido practicable para los conversos gentiles, la
observancia del sábado simplemente no lo era. A menos que
vivieran en un ghetto judío, donde había una vida ordenada
ajustada al cese de trabajo en sábado, no podrían ganarse
la vida ni subsistir mientras observaban el sábado. Si
eran esclavos, los amos gentiles no les librarían del
trabajo; y si eran independientes y se ganaban la vida por
su cuenta, todavía habrían tenido que desempeñar su oficio
en sábado. Sin duda, era porque la circuncisión era una
posibilidad práctica para los cristianos gentiles, como no
lo era el sábado, que era el centro de la controversia"
(Moule, Birth of the New
Testament, 1961, p. 49).
NO SUCEDIÓ SEGÚN LA "TEORÍA QUE SALIÓ
DE LA PASCUA" DE KENNETH A.
STRAND
Dentro de la comunidad Adventista, el Dr. Bacchiocchi tenía sus
críticos, particularmente en relación con su posición original
de que el sábado de Colosenses 2:14-17 se refería al sábado del
Decálogo y era imposible que se refiriera a nada más (From Sabbath to Sunday, p.
360). Más tarde en la vida, el Dr. Bacchiocchi trató de
distanciarse de aquella posición original, y pareció darse
cuenta de que había creado muchas dificultades para el sabadismo
al asumir esta posición. Más recientemente, el teólogo ASD, el
Dr. Ronald du Preez, desarrolló su Teoría de los Sacrificios
Animales para proporcionar un fundamento para regresar a la
posición ASD original de que este sábado es meramente una
referencia a uno de los sábados "ceremoniales". Además, otros
eruditos ASD han atacado esta débil Teoría de la Persecución
Judía, que es el principal componente de su explicación de por
qué los cristianos abandonaron la observancia del sábado judío
en favor de la observancia del domingo, al crear sus propias
teorías alternativas. Fuera de los círculos ASD, el equipo de
eruditos de Carson exploró tanto las debilidades de la Teoría de
la Persecución Judía, de Bacchiocchi, como sus ideas sobre
Colosenses 2:14-17, en el libro From Sabbath to Lord´s Day, publicado en 1982.
Kenneth A. Strand,
erudito bíblico ASD, teoriza que la observancia del domingo
nació de la Controversia Quartodeciman, que trataba de cuál
semana de Pascua debía celebrarse, y luego cuál domingo de
pascua debía celebrarse, y cómo los días-fechas que estaban siendo considerados se relacionaban con el calendario
judío. Michael Morrison explica en su artículo "Sabbath and
Sunday - Adventist Theories" en el sitio web Grace Communion
International:
Strand sugiere que la
observancia del domingo semanal nació de la observancia
anual de la Pascua. Presenta una posible reconstrucctión
del origen de la controversia de la Quartodeciman, con
algunos cristianos observando el domingo y otros un día
del mes, ambos con raíces en el calendario judío o los
calendarios judíos. Luego observa que algunos de los
primeros cristianos "no sólo observaban ambos, tanto la
Pascua como el Pentecostés los domingos, sino que también
consideraban que la temporada entera de siete semanas
entre las dos fiestas tenían significado especial. Indica
que los cristianos comenzaron a reunirse cada domingo en
esa temporada, y luego, después de un tiempo, el domingo
de cada semana: "En todo el mundo cristiano, la
observancia del domingo simplemente surgió junto con la
observancia del sábado". The Sabbath in Scripture and
History. Editado por Kenneth A. Strand. Washington,
D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1982, p. 327,
y p. 323, respectivamente.
Morrison resume las debilidades de la teoría de Strand, que son
muchas:
Sin embargo, esta teoría,
además de ser enteramente especulativa, no explica la
universalidad de la observancia del domingo. O debemos
suponer que esta costumbre comenzó antes de la misión a
los gentiles o que era tan obvia que los gentiles de todas
partes llegaron a la misma conclusión (¡y si era tan
obvia, entonces habría comenzado antes de la misión a los
gentiles!). Además, esta teoría no funciona para los
cristianos cuartodecimanos, y toda la evidencia es que
hasta los cuartodecimanos observaban el domingo. [16]
Strand piensa que su teoría explica por qué el domingo es
una "fiesta de resurrección", pero, en realidad, no se
necesita ninguna explicación para eso; legítimamente,
sería una conexión obvia para cualquiera que se reuniera
en domingo.
[16] "La controversia
cuartodecimana no tenía nada que ver con la observación
del sábado; parece que los cuartodecimanos observaban el
domingo semanal como lo hacía la mayoría de los otros
cristianos.de su tiempo". C. Mervyn Maxwell
y P. Gerard Damsteegt, eds., Source Book for the History. of Sabbath and Sunday
[Berrien Springs, Mich.: Seventh-Day Adventist Theological
Seminary, 1992], p. 96.
Como hemos sostenido más
atrás, la controversia sobre la Pascua fue zanjada por la
Iglesia de Oriente - no por la Iglesia de Occidente.
NO OCURRIÓ DE ACUERDO CON LA
TEORÍA DEL DÍA DOBLE
EXPLICADA POR LA CONFERENCIA GENERAL
DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA EN 1988
Nuevamente, Michael Morrison
bosqueja la "teoría del día doble", tal como fue desarrollada por los teólogos ASD para la publicación
oficial de un nuevo libro diseñado para proporcionar un así
llamado apoyo bíblico para las 27 creencias
fundamentales de la Iglesia (Seventh-day
Adventists Believe ... :A Biblical Exposition of 27 Fundamental Doctrines
(Washington, D. C.: Review and Herald, 1988., p. 259, con
anotaciones de pie de página dando crédito a Justin,
Bacchiocchi, y Socrates 5.22.
Para mediados del siglo
[segundo], algunos cristianos observaban voluntariamente
el domingo como día de culto, no como día de descanso. La
Iglesia de Roma, mayormente compuesta de creyentes
gentiles (Rom. 11:13), encabezaba la tendencia hacia el
culto dominical. En Roma, la capital del imperio,
surgieron fuertes sentimientos anti-judíos ...
Reaccionando a estos sentimientos, los cristianos de esa
ciudad intentaron distinguirse de los judíos. Suspendieron
algunas prácticas que tenían en común con los judíos, e
iniciaron una tendencia en dirección opuesta a la
veneración del sábado, moviéndose hacia la exclusiva
observancia del domingo.
Desde el siglo segundo hasta el
quinto, mientras aumentaba la influencia del domingo, los
cristianos continuaron observando el séptimo día sábado
casi en todas partes de todo el Imperio Romano. El
historiador del siglo quinto, Sócrates, escribió: "Casi
todas las iglesias de todo el mundo celebran los sagrados
misterios el sábado de cada semana, pero los cristianos de
Alejandría y de Roma han dejado de hacer esto a causa de alguna tradición antigua".
Si usted ha estado siguiendo nuestra discusión sobre la historia
de la iglesia primitiva, ya ha visto algunos graves problemas
con esta teoría alterna. Morrison los bosqueja para nosotros:
Esta teoría tiene numerosos
defectos e inexactitudes, algunos de los cuales ya hemos
comentado. Primero, fue a principios del siglo segundo
cuando algunos cristianos observaban el domingo, y esto
fue en Antioquia y Asia Menor, así como en Roma y
Alejandría. Roma no inició esta tendencia, ni hay
evidencia de que los sentimientos anti´judíos los
motivaran para que abandonaran las costumbres que tenían
en común con los judíos.
Además, los cristianos del
siglo segundo no observaban dos días, sino sólo uno. Los
escritores del siglo segundo son uniformemente negativos
con respecto a un aobservancia literal del sábado. No hay
ninguna evidencia de que alguien (aparte de los ebionitas)
guardara el sábado en el siglo segundo.
Ustedes recordarán que los primeros cristianos observaban el
séptimo día de la semana como una fiesta, pero hacían todo lo
posible para distanciar su naturaleza de los requisitos
relacionados con los judíos. La manera en que la fiesta del
sábado se guardaba variaba de una iglesia a otra y de un área a
otra, y algunos de los componentes incluían culto en público, la
observancia de la ordenanza de la comunión, y a veces, hasta
ayuno, junto con festividades saludables. Parece que, si el
descanso se incluía, el "reposo" no era consideraod parte de los
requsitos judíos o la ley judía, sino como elección individual o
humana acerca de un convencionalismo que sería bueno para la
iglesia.
LO QUE LOS LÍDERES ADVENTISTAS
SIEMPRE HAN SABIDO SOBRE
LA CUESTIÓN DEL SÁBADO-DOMINGO,
TAL COMO SE RELACIONABA
CON LA HISTORIA DE LA IGLESIA PRIMITIVA
Como hemos mencionado antes, una revisión de las historias del
sábado, en un trabajo preparado por J. N. Andrews, demuestra que
él estaba familiarizado casi con todos los detalles de la
historia de la iglesia primitiva. Examinemos algunas de las
cosas de las cuales él escribió.
Andrews sabía que la
iglesia primitiva entendía que la circuncisión era un
requisito previo para la observancia del sábado, y que
el sábado no
era una ordenanza de la creación.
En "Diálogo con Trifón", de Justino Mártir, éste comenta la
circuncisión y el sábado con su amigo judío, abordando el tema
de tal manera que respetaba la herencia judía de su amigo.
Nótese que Justino Mártir no cita a Pablo como autoridad en el
sentido de que el sábado no era un requisito para los
cristianos. Trifón, siendo judío, no habría reconocido la
autoridad de Pablo. Es significativo que Justino haya podido
probar que el sábado era para los judíos, y sólo para ellos, y
sólo a partir de la lógica del Antiguo Testamento. Justino
Mártir nació en 100 A.D., y murió en 165 A.D.. He aquí lo que
Justino Mártir escribió en el capítulo diecinueve:
CAPÍTULO XIX
LA CIRCUNCISIÓN, DESCONOCIDA
ANTES DE ABRAHAM. LA LEY FUE DADA
POR MOISÉS A CAUSA DE LA DUREZA DEL CORAZÓN DE ELLOS.
"Para expresar esto es para lo
cual no encontramos palabras, y con razón, porque,
mientras uno soporta tales cosas, no observa todas las
otras costumbres que ahora estamos comentando. Sin
embargo, esta circuncisión no es necesaria para todos los
hombres, sino para vosotros solamente para que, como ya he
dicho, podáis soportar estas cosas que ahora soportáis justamente.
Tampoco recibimos ese inútil
bautismo de cisternas, pues no tiene nada que ver con este
bautismo de vida. Por cuanto Dios ha anunciado que
vosotros lo habéis abandonado a él, la fuente viva, y
cavaron para vosotros mismos cisternas rotas que no
retienen agua.
Ni siquiera vosotros, que
habéis sido circuncidados según la carne, necesitáis
nuestra circuncisión; pero nosotros, teniendo ésta última,
no necesitamos la primera.
Porque, si fuera necesaria,
como vosotros suponéis, Dios no habría hecho a Abraham
incircunciso; no habría aceptado los presentes de Abel
cuando, siendo incircunciso, ofreció sacrificio, y no se
habría complacido con la incircuncisión de Enoc, que no
fue hallado, porque Dios le trasladó. Lot, siendo
incircunciso, fue salvado de Sodoma, pues los ángeles
mismos y el Señor le enviaron fuera. Noé fue el principio
de nuestra raza; sin embargo, incircunciso, entró al arca
junto con sus hijos. Melquisedec, el sacerdote del
Altísimo, era incircunciso; al cual también Abraham, el
primero que recibió la circuncisión según la carne,
entregó diezmos, y le bendijo: según cuya orden Dios
declaró, por boca de David, que Él establecería el
sacerdocio para siempre. Por lo tanto, sólo para vosotros
era necesaria esta circuncisión, para que el pueblo ya no
sea pueblo y la nación no sea nación; como así también lo
declara Oseas, uno de los doce profetas.
Además, todos aquellos hombres
justos que ya han sido mencionados, aunque no guardaron
ningún sábado, complacieron a Dios; y después de ellos,
Abraham con todos sus descendientes hasta Moisés, bajo
cuya vuestra nación aparecía injusta e ingrata hacia Dios,
fabricando un becerro en el desierto; por eso Dios,
ajustándose a esa nación, también les instó a ofrecer
sacrificios, como si fueran a su nombre, para que vosotros
no sirviérais a ídolos. El cual precepto, sin embargo,
vosotros no habéis observado; y no sólo eso, sino que
sacrificásteis vuestros hijos a demonios".
Ved cómo Dios destruirá a
las naciones al son de instrumentos de música, así como
también son QUEMADOS.
Y a vosotros se os ordenó
guardar los sábados, para que podáis conservar el recuerdo
de Dios. Porque su palabrahace este anuncio, diciendo,
'para que sepáis que yo soy Dios que os redimió'. (Eze.
20:12).
D. M Canright confrontó a los líderes Adventistas de su tiempo
con pruebas de las primeras observaciones registradas de Justino
Mártir acerca de por qué los cristianos no guardaban el sábado.
Es fascinante ver cómo los líderes ASD de ese tiempo manejaron
este problema. Aunque un poco largo, bien vale la pena que usted
lo estudie. He aquí una cita ampliada de la edición de 1895 de Replies
to Elder Canright´s Attacks on Seventh-day Adventists
[Respuestas a los ataques del pastor Canright contra los
Adventistas del Séptimo Día], editado por Uriah Smith. Mientras
estudia este pasaje, tenga presente que el pasaje entero ha sido
tomado del libro Replies to Elder Canright´s
Attacks on Seventh-day Adventists, edición de
1895 - un libro ASD en el cual Uriah Smith trata de demostrar
que Canright ha tomado partes de los libros de J. N. Andrews, The
Complete Testimony of the Fathers y, más
tarde, un libro anterior de Andrews, History of the Sabbath,
fuera de contexto:
[Smith]: El pastor C. cita "The Complete Testimony of the Fathers" muy injustamente, como lo
demostrarán algunos extractos. Al presentar un argumento
histórico para demostrar que el domingo fue llamado día del
Señor y era observado como día sagrado por la iglesia
cristiana inmediatamente después de los días de los
apóstoles, dice:
[Canright]: "El día del
Señor, pues, es el día que pertenece al Señor Jesús, puesto
que 'él es Señor {de todos} (Hechos 10:36), y 'Cabeza de
todas las cosas' (Efe. 1:22) en el evangelio. Hallaremos
este hecho confirmado en abundancia en los Padres. Ahora
cito 'The Complete Testimony of the Fathers', de Pr.
Andrews:
[Andrews]: "La
'Apología' de Justino fue escrita en Roma por el año 140'.
'Fue la primera persona, después de los escritores sagrados,
que menciona el primer día, y esto a la distancia de sólo
cuarenta y cuatro años de la fecha de la visión de Juan en
Patmos". No parece que Justino, y los de Roma que le
acompañaban en la doctrina, prestaran la más mínima atención
al sábado de la antigüedad. Habla de que fue abolido, y lo
trata con desprecio. (pp. 33, 36).
[Canright]: "Esta es la
confesión que hasta el historiador de los Adventistas del
Séptimo Día se ve obligado a hacer. El sábado judío fue
desestimado enteramente por los cristianos dentro de
cuarenta y cuatro años de la muerte del último apóstol. Y
esto queda demostrado por el testimonio del mismo primer
cristiano que menciona el primer día después de los
apóstoles. ¿Pone en duda el Pr. Andrews la legitimidad o
confiabilidad de esta afirmación? No, en absoluto".
[Smith]: Hemos
presentado estos tres párrafos en su totalidad, para que el
lector pueda ver completamente cómo el Pr. C. puede tratar
los escritos de otros para ajustarlos a sus propósitos.
Hemos expresado sorpresa por sus esfuerzos para pervertir y
desvirtuar el testimonio. "Desvirtuar" se define como
"elegir o seleccionar ciertas partes para que sirvan un
propósito" - Webster. Recuérdese que esta cita de "The Testimony of the
Fathers" se hace para demostrar que el sábado fue
descartado, y que el domingo fue reconocido como día del
Señor por los cristianos de los primeros tiempos; y
ahora veamos lo que el Pr. Andrews dice en realidad:
[Andrews]: "La
'Apología' de Justino fue escrita en Roma por el año 140
A.D. Su 'Diálogo con Trifón el judío' se escribió algunos
años más tarde. Al buscar sus obras, veremos cuánto más
progreso había hecho la apostasía en Roma que en los países
donde vivieron aquellos cuyos escritos hemos estado
examinando".
[Smith]: Así, pues, la
primera referencia que el Pr. Andrews hace a Justino es para
demostrar que Roma estaba mucho más adelantada que otros
cuerpos en el curso de la apostasía, y que Justino mismo era
líder en esa obra. Como prueba de esto, presenta el
testimonio de que trataba el sábado de Dios con desprecio,
negaba su origen en la creación, les decía a los judíos con
sarcasmo que les había sido dado a causa de su impiedad, y
negaba la perpetuidad de los Diez Mandamientos. Páginas 33,
34. En cuanto a la siguiente frase en la cita del Pr. C.,
presentémosla entera de manos del Pr. Andrews:
[Andrews]: "Y es digno
de notar que, aunque los escritores del primer día afirman
que el 'día del Señor' era el título familiar del primer día
de la semana en tiempos del Apocalipsis, Justino, que es la
primera persona después de los escritores sagrados que
menciona el primer día de la semana, y esto a la distancia
de sólo 44 años desde la fecha de la visión de Juan en
Patmos, no lo llama por ese título, sino por el nombre que
llevaba de una fiesta pagana. Si se dijera que el término
fue omitido porque se dirigía a un emperador pagano [justo
lo que Canright dice ahora], todavía permanece el hecho de
que él menciona el día un buen número de veces en su
'Diálogo con Trifón', pero nunca lo llama 'día del Señor',
ni lo llama por ningún otro nombre que implique sacralidad".
[Smith]: La cita de
Justino dada en las pp. 34, 35 ("Testimony
of the Fathers"), acerca de reunirse en "el día llamado
domingo", etc., el Pr. C.
la presenta completa para mostrar que Justino sí
consideraba el domingo como día del Señor, aunque no le da
ese nombre, ni ningún título sagrado. Pero, en la pág. 37, el
Pr. A. da una cita de la obra de Justino, "Diálogo con
Trifón", que muestra que él consideraba iguales todos los
días. Llama al evangelio "la nueva ley", y dice: "La nueva
ley requiere que se guarde el sábado perpetuo, y vosotros,
porque estáis ociosos durante un día, suponéis que sois
piadosos, no discerniendo por qué se os ha mandado esto; y
si coméis pan sin levadura, decís que se ha cumplido la
voluntad de Dios. El Señor nuestro Dios no se complace en
tales observancias; si hay entre vosotros algún perjuro o
ladrón, que deje de serlo; si hay algún adúltero, que se
arrepienta; entonces habrá guardado los dulces y verdaderos
sábados de Dios". A lo cual el Pr. Andrews observa: "Este lenguaje da a
entender claramente que Justino consideraba como iguales
todos los días, y no observaba ningún día como de
abstinencia del trabajo". Pero, con estas falsedades, se
intenta involucrar a Justino como testigo a favor de la
observancia del domingo. Lo más asombroso de este relato es que
el Pr. C. cita la epístola de Bernabé en favor de su
posición. Ahora, él sabe muy bien que todo crítico declara
que la llamada epístola es la obra de un judío de pocas
capacidades y absoluta inclinación a las falsificaciones. Sin embargo, el
Pr. Andrews, en su observación sobre esta obra, dice:
[Canright]: "¡Ellos [los
primeros padres] vivieron lo bastante temprano como para
comunicarse con los apóstoles mismos, mientras que [el Pr.
Andrews] vivió mil ochocientos años más tarde! ¿Cuál de los
dos estaría mejor informado?"
[Smith]: Sí, pero hay un
hombre que asegura ser un Padre y no lo fue; un hombre que
era un fraude, un impostor, un falsificador. La pregunta es:
¿Qué enseñan las Escrituras? Y tenemos las Escrituras tan
completas como las tiene él. Ahora preguntamos: ¿Quién
podría darnos la mejor exposición de las Escrituras? ¿Un
antiguo falsificador del siglo segundo que escribió cosas
demasiado estúpidas para ser repetidas, demasiado
vergonzosas para ser citadas? ¿O un erudito cristiano del
siglo diecinueve? Un lector no necesitaría mucho tiempo para
contestar. El Pr. Canright puede quedarse con el
falsificador, si lo prefiere. En su cuarto artículo en el
Advocate, dice: "Veamos lo que dicen los Adventistas del
Séptimo día sobre el pecado de la observancia del domingo:
'Todos los que guardan el primer día en lugar del sábado son
guardadores dominicales del papa, y violadores del sábado de
Dios'. - History of the Sabbath, p. 502".
Después de estudiar la extensa cita que antecede, tomada de la
revisión de 1895 del libro Replies to Canright,
es difícil ver la relevancia de esta cita y su discusión. Parece
que los líderes ASD estaban tratando de demostrar que Canright
no pudo probar su argumento porque Justino Mártir no atribuyó
ninguna sacralidad al domingo mismo, y de ese modo,
supuestamente no equiparó al domingo con el día del Señor. Los
autores de Replies to Canright
parecen pensar que la ofuscación confundirá a los lectores de su
libro lo bastante como para hacer que ellos pasen por alto una
variedad de observaciones que están pidiendo a gritos que se
hagan. Ya sea que la Epístola de Bernabé
fuese una falsificación o no, no tenía nada que ver con la
validez del punto de Canright, que era que los escritores de la
iglesia primitiva documentaron el HECHO de que los primeros
cristianos abandonaron el sábado en una fecha asombrosamente
temprana, mucho antes de la existencia de la Iglesia Católica
Romana. Andrews no parecía poder captar el concepto de que los
primeros cristianos escogieron el domingo como día de culto sin
atribuirle ninguna "sacralidad". Vemos las siguientes cosas de
importancia en esta cita de Replies to Canright
y las otras cosas que hemos aprendido hasta ahora:
-
Los líderes ASD de la
época de Canright sabían que el abandono del sábado ya era
común para el año 100 A.D. y universal alrededor del año
140 A.D., cientos de años antes de cualquier papa o de
cualquier Iglesia Católica Romana.
-
Sabían que Ellen White
había dicho que el papa y la Iglesia Católica Romana
habían "cambiado el día".
-
Sabían que Ellen White
no estaba en lo cierto cuando dijo que la Iglesia Católica
Romana cambió el día, porque este cambio ocurrió demasiado
temprano para que la afirmación de ella fuese cierta.
-
Vemos que los líderes
ASD del tiempo de Canright fueron introducidos a los
conceptos de que, por lo menos, algunos de los primeros
cristianos sabían que el sábado no comenzó en la creación
y que no puede haber observancia del sábado sin
circuncisión.
-
Sabemos que, ya para
finales de la década de 1850, los líderes ASD conocían
casi todo sobre lo cual Canright los había confrontado.
- Observamos que estos
primeros líderes ASD no podían responder a los argumentos de
Canright, y que cualquier persona razonable debería haber
podido ver que no había ninguna refutación al punto de
Canright de que el abandono del sábado tuvo lugar demasiado
temprano para que fuera cierta la explicación de Ellen White
sobre el culto al sol católico romano.
Casi 100 años más tarde, el
Dr. Bacchiocchi se encontró todavía confrontado con el
problema de que el "abandono" del sábado por los cristianos fue
casi inmediato. Teoriza que Justino Mártir está alejando el
requisito del sábado mediante la racionalización, buscando una
excusa para justificar el hecho de que Justino Mártir y otros
cristianos no estaban guardando el sábado como se suponía que
deberían hacerlo. Esto es razonar en círculos porque presupone
que a los cristianos se les exigía guardar el sábado. El Dr.
Bacchiocchi, así como los que contribuyeron a la versión de la
edición de 1895 de Replies to Canright,
nunca vieron el punto en absoluto. Ya fuera que Justino Mártir
estuviera racionalizando o no, documentó el hecho de que los
cristianos no estaban guardando el sábado en esta época.
Quienquiera que haya sido el autor de la Epístola
de Bernabé, ésta fue escrita muy temprano,
cientos de años antes de que la Iglesia Católica Romana llegara
a existir, y documentó el hecho de que los cristianos tenían
culto en domingo en la época en que el documento se escribió.
ANDREWS SABÍA QUE LOS PRIMEROS ESCRITORES
CRISTIANOS
DOCUMENTARON LA OBSERVANCIA DEL DOMINGO
DESDE EL COMIENZO MISMO DE LA FE
Un buen número de escritores cristianos primitivos documentó el
hecho de que los cristianos decidieron tener culto en domingo,
comenzando en el año 70 A.D. y continuando hasta que la Iglesia
Católica Romana apareció, cientos de años después de que el
"abandono del sábado" se había convertido en universal (140
A.D.). Usar extractos para apoyar cualquiera de los dos puntos
de vista está lleno de riesgos y desafíos. Hay que tener sumo
cuidado. Cox (The Literature
of the Sabbath Question, 1865) aporta abundancia de
investigaciones eruditas con mucha evidencia de que los escritos
de los primeros padres fueron fuertemente editados y hasta
"manipulados". Hay problemas de traducción en documentos que se
creían legítimos, y se cree que algunos de esos documentos son
fraudulentos. Nuestra investigación indica que el mayor error
que cometen los sabadistas al usar estos extractos es que no
entienden que muchos de estos escritores comentan el término
"sábado" en el contexto de la fiesta de sábado (como ayunar o
no) y no en el sentido judío de un día que es intrínsicamente
santo y requiere que se repose en él por ley divina.
Al mismo tiempo, tomados como un todo, estos extractos
demuestran que, durante sus primeros 500 años o más, la iglesia
cristiana tuvo culto en domingo y celebró la fiesta del sábado
en ocasiones selectas del año litúrgico. Si reposaban en estas
fiestas sabáticas, era a causa de la naturaleza festiva de la
tradición,y si tenían culto en estos días es porque eran fiestas
establecidas como tradición para mantener vivo el recuerdo de la
semana de la creación. La cena del Señor se celebraba a menudo
en esta fiesta. Desde la perspectiva judía, los cristianos
primitivos, pues, "quebrantaban" el sábado todos los sábados del
año que no habían sido apartados como fiesta sabática, y lo
"quebrantaban" los días de la fiesta sabática porque las
actividades festivas no eran lo que la ley de Moisés habría
permitiido en el sábado semanal de la ley.
Aunque estos escritores tenían la ventaja de la perspectiva de
vivir muy cerca en el tiempo a los días de los apóstoles, no
tenían acceso al cuerpo mayor de la investigación erudita y el
pensamiento erudito que ha llegado hasta nosotros durante los
últimos 1,000 a 2,000 años. Si bien un estudio de las opiniones
de los primeros padres es interesante y puede ser útil hasta
cierto punto, es importante tener presente que una correcta
comprensión de la Biblia misma presenta barreras
infranqueables al sabadismo. Sólo un ejemplo es el principio de
que observar la ordenanza de la circuncisión era un requisito
previo para guardar el sábado (lo cual será comentado en
profundidad más adelante).
No supongamos ni por un momento que los líderes, historiadores y
teólogos ASD no son agudamente conscientes de que los escritores
cristianos de los siglos segundo y tercero no desdeñaban casi
unánimemente el concepto judío de la observancia del sábado.
Micahel Morrison de Grace Community International comenta que el
teólogo SDA Mervyn Maxwell, en su libro Early Sabbath-Sunday
History, admite que los escritores de los siglos segundo y
tercero tenían básicamente las mismas actitudes negativas hacia
el sábado (véase la parte 3, nota 27) y resume este concepto
como sigue:
Estos
escritores enseñaban que el nuevo pacto había puesto
fin a la antigua ley -- y que ahora el nuevo Israel
espiritual, con su nuevo pacto y su nueva ley espiritual, ya
no necesitaba la circuncisión literal, los sacrificios
literales, ni el sábado literal. Bernabé observó que Dios
"ha circuncidado nuestros corazones". Justino se refería
triunfalmente a la nueva circuncisión espiritual en Cristo.
Ireneo enseñaba que la circuncisión, los sacrificios, y el
sábado fueron dados en la antigüedad como señales de mejores
cosas por venir; por ejemplo, el nuevo sacrificio es ahora
un corazón contrito. También Tertuliano tenía un nuevo
sacrificio espiritual y una nueva circuncisión espiritual.
Cada uno de estos escritores también enseñaba que un nuevo
concepto del sábado había reemplazado al antiguo sábado
literal.
Esto de
reemplazar la antigua ley con una nueva; el sábado literal
con el sábado espiritual, era un concepto cristocéntrico
para estos cuatro escritores. El pueblo de Dios había
heredado el pacto sólo porque Cristo, por medio de sus
sufrimientos lo heredó primero para nosotros, decía Bernabé.
Para Justino, la ley nueva, final y eterna que nos ha sido
dada era "a saber, Cristo" mismo. Fue sólo porque Cristo dio
la ley por lo que ahora también podía ser "el fin de ella",
decía Ireneo. Y fue Cristo quien invalidó "lo antiguo" y
confirmó "lo nuevo", según Tertuliano. Cristo ciertamente
hizo esto, decían tanto Ireneo como Tertuliano, no tanto al
anular la ley sino al cumplirla tan maravillosamente que la
extendió mucho más allá de la mera letra. Para resumir: El
temprano rechazo del sábado literal parece ser una
hermenéutica común de las escrituras del Antiguo y el Nuevo
Testamento. - C. Mervyn Maxwell en Maxwell and
Damsteegt, Early
Sabbath-Sunday History", pp. 154-156).
Por favor, balancée estas cosas en su evaluación al estudiar
estos extractos:
1. El Didache [A.D. 70]
Pero todos los días del Señor ... reúnanse y partan el pan, y
den gracias después de haber confesado sus transgresiones, para
que su sacrificio sea puro. Pero que nadie que tenga diferencias
con su prójimo se reúna con ustedes, hasta que ellos se
reconcilien, para que el sacrificio no sea profanado" (Didache
14 [A.D. 70]). Véase la crítica del primer análisis de esta
parte del Didache en
el Apéndice II.
2. La carta de Bernabé
[A.D. 74]
"Guardamos el octavo día [domingo] con gozo, pues es también el
día en que Jesús resucitó de entre los muertos" (Carta de
Bernabé 15:6-8 [A.D. 74]). Casi con certeza, este documento es fraudulento
con respecto a sus afirmaciones de la autoría, pero todavía
documenta la práctica de los primeros cristianos, y esa
práctica era reunirse en domingo para tener culto.
3. Ignacio de Antioquia
[A.D. 119 ]
Los que fueron criados en el antiguo orden de cosas [es decir,
los judíos] han llegado a la posesión de una nueva esperanza, ya
no observando el sábado, sino viviendo en la observancia del día
del Señor, en el cual también nuestra vida ha surgido nuevamente
por él y por su muerte" (Carta a los magnesios 8 [A.D. 110]. Este documento puede haber
sido adulterado, y su autenticidad es cuestionable. Si fue
adulterado, puede que refleje la opinión de los primeros
"editores" cristianos. Lo usamos para apoyar nuestro punto de
vista con estas reservas. En su libro From Sabbath to Sunday, el Dr. Bacchiocchi
reconoce que la iglesia primitiva buscaba diferenciarse del
judaísmo ya en ese tiempo, pero trata de demostrar que Ignacio
quería decir que los profetas judíos del AT no iban por allí
"sabatizando", y que, a causa de esto, los cristianos no deberían hacerlo tampoco.
4. Justino Mártir [A.D.
155]
"Nosotros también observaríamos la circuncsión de la carne, y
los sábados, y en fin, todas las fiestas, si no supiéramos por
cuál razón éstas os fueron impuestas a vosotros -- a saber, a
causa de vuestras transgresiones y la dureza de vuestro corazón.
... ¿Cómo es, Trifón, que nosotros no queremos observar estos
ritos que no nos perjudican -- hablo de la circuncisión de la
carne, los sábados, y las fiestas? ... Dios te ordenó guardar el
sábado, y te impuso otros preceptos como señal, como ya he
dicho, a causa de tu injusticia y la de tus padres" (Diálogo con Trifón, 18, 21
[A.D. 155]).
5. Tertuliano [A.D. 203]
"El que argumente que el sábado todavía debe observarse como
bálsamo de la salvación, y la circuncisión el octavo día ... que
nos enseñe que, en el pasado, los hombres justos guardaban el
sábado o practicaban la circuncisión, y eran así hechos 'amigos
de Dios'. Porque, si la circuncisión purifica a un hombre,
puesto que Dios hizo incircunciso a Adán, ¿por qué no lo
circuncidó, aun después de haber éste pecado, si la circuncisión
purifica? Por lo tanto, puesto que Dios creó a Adán incircunciso
y no observador del sábado, en consecuencia también su
descendiente, Abel, que le ofrecía sacrificios, era incircunciso
y no observaba el sábado, fue alabado por él [Dios] [Gén. 4:1-7,
Heb. 9:4]. ... También Noé, incircunciso -- sí, y que no
observaba el sábado -- Dios le libró del diluvio. Porque también
Enoc, hombre justo, incircunciso y no observador del sábado, fue
trasladado de este mundo, y no probó la muerte para que, siendo
candidato para la vida eterna, pudiera mostrarnos que nosotros
también podemos agradar a Dios sin la carga de la ley de Moisés"
(An Answer to the Jews
2 [A. D. 203]. Véase
el Apéndice III para mayor información sobre este escritor
cristiano primitivo clave. Los defensores sabadistas citan
otro pasaje de Tertuliano que parece pro-sabadista, pero esa
cita se refiere a la observancia del sábado por parte de la
iglesia primitiva como fiesta. Los defensores
sabadistas tratan de demostrar que este escritor cambió de
idea sobre el sábado una o más veces, pero la confusión que
experimentan es resultado de no entender que la iglesia
primitiva observaba el séptimo día de la semana como una
FIESTA hecha deliberadamente para que fuera diferente en su
composición del sábado judío pero todavía con significado
religioso.
6. La Didascalia [A.D. 225]
"Los apóstoles señalaron además: Que el primer día de la semana
haya servicio, y lectura de Sagradas Escrituras, y oblación,
porque el primer día de la semana nuestro Señor se levantó del
lugar de los muertos, y el primer día de la semana se levantó
sobre el mundo, y el primer día de la semana ascendió al cielo,
y el primer día de la semana aparecerá por fin con los ángeles
del cielo" (Didascalia 2 [A.D. 225].
7. Victorino [A.D. 300]
"El sexto día [viernes] se llama parasceve, es decir,
preparación del reino. ... En este día también, a causa de la
pasión del Señor Jesucristo, debemos hacer o una estación para
Dios o un ayuno. El séptimo día, reposó de todas sus obras, y lo
bendijo y lo santificó. El día anterior, estamos acostumbrados a
ayunar rigurosamente, para que, en el día del Señor, podamos
salir a comer nuestro pan con acción de gracias. Y que el
parasceve se convierta en ayuno riguroso, no sea que parezcamos
como que observamos cualquier sábado con los judíos ... el cual
sábado él [Cristo] abolió en su sangre" (The Creation of the
World [A.D. 300]).
8. Eusebio de Cesarea
[A.D. 312]
"Ellos [los primeros santos del Antiguo Testamento] no se
preocupaban de la circuncisión del cuerpo, y nosotros [los
cristianos] tampoco. Ellos no se preocupaban por la observancia
de los sábados, y nosotros tampoco. Ellos no evitaban ciertas
clases de alimento, y tampoco hacían las otras distinciones que
Moisés entregó primero a la posteridad para que fuesen
observadas como símbolos; los cristianos de la actualidad
tampoco hacen tales cosas" (Church
History 1:4:8 [A.D. 312]).
9. Eusebio de Cesarea A. D.
319]
"El día de su luz [la de Cristo] ... fue el día de su
resurrección de los muertos, que ellos dicen que, siendo el
único día verdaderamente santo y día del Señor, es mejor que
cualquier número de los días como los entendemos ordinariamente,
y mejor que los días apartados por la ley mosaica para fiestas,
lunas nuevas, y sábados, que el apóstol [Pablo] enseña que son
sombra de días, no días en realidad" (Proof of the Gospel 4:16:186 [A.D. 319]).
10. Atanasio [A.D. 345]
"El sábado fue el fin de la primera creación, el día del Señor
fue el principio de la segunda, en la cual él renovó y restauró
lo antiguo, de la misma manera que prescribió anteriormente que
debían observar el sábado como recordatorio del fin de las
primeras cosas. Así que honramos el día del Señor como
recordatorio de la nueva creación". (On Sabbath and Circumcision 3 [A.D. 345]).
11. Cirilo de Jerusalén [A.D. 350]
"No caigáis ni en la secta de los samaritanos ni en el judaísmo,
pues Jesucristo os ha rescatado. Permaneced lejos de toda
observancia del sábado y de llamar inmundas o comunes a
cualesquiera carnes" (Catechetical Lectures 4:37 [A.D. 350]).
12. Concilio de Laodicea [A.D.
360]
"Los cristianos no deberían judaizar y no deberían permanecer
ociosos en sábado, sino que deberían trabajar ese día; sin
embargo, deberían particularmente reverenciar el día del Señor
y, si es posible, no trabajar en él porque son cristianos"
(canon 29 [.A.D. 360]).
13. Juan Crisóstomo [A.D.
387]
"Cuando dijo: 'No matarás' ... no añadió, 'porque el asesinato
es una cosa malvada'. La razón era que la conciencia había
enseñado esto de antemano, y él habla así, como a los que saben
y entienden de qué se les está hablando. Por lo cual, cuando él
nos habla de otro mandamiento, no conocido por nosotros por
medio del dictado de la conciencia, no sólo prohibe, sino que
añade la razón. Por ejemplo, cuando dio mandamiento con respecto
al sábado -- 'en el séptimo día, no se trabajará' --, también
explicó la razón para este cese. ¿Cuál era ésta? 'Porque en el
séptimo día Dios reposó de todas sus obras que había comenzado a
hacer' [Éx. 20:10]. Y nuevamente: 'Porque esclavos fuisteis en
tierra de Egipto' [Deut. 21:18]. ¿Por qué razón pues - pregunto
yo - añadió una razón con respecto al sábado, pero no lo hizo
con respecto al asesinato? Porque este mandamiento no era uno de
los principales. No era uno de los que estaban definidos con
precisión por nuestra conciencia, sino que era una clase
mandamiento parcial y temporal, y por esta razón fue abolido
después. Pero los que son necesarios y sostienen nuestra vida
son los siguientes: 'No matarás ... No cometerás adulterio ...
No robarás'. Por esta razón, no añade ninguna razón en este
caso, ni da ninguna instrucción sobre la cuestión, sino que se
contenta con la sola prohibición" (Homilies on the Statues 12:9 [A.D. 387]).
14. Juan Crisóstomo [A.D. 395]
"¿Os habéis revestido de Cristo, habéis venido a ser miembros
del Señor y hechos partícipes de la ciudad celestial, y todavía
sois humillados en la ley [de Moisés]? ¿Cómo es posible que
obtengáis el reino? Escuchad las palabras de Pablo, que la
observancia de la ley derriba el evangelio, y aprended., si lo
deseáis, cómo ocurre esto, y temblad, y evitad el abismo. ¿Por
qué guardáis el sábado y ayunáis con los judíos?" (Homilies on Galatians 2:17
[A.D. 395]).
15. Las Constituciones
Apostólicas [A.D. 400]
"Y en el día de la resurrección de nuestro Señor, que es el día
del Señor, reuníos más diligentemente, elevando alabanzas a
Dios, que hizo el universo por medio de Jesús, y lo envió a
nosotros, y condescendió a permitir que sufriese, y le levantó
de estre los muertos. De lo contrario, ¿qué excusa presentará a
Dios el que no se congregue ese día? ... en el cual se leen los
profetas, se predica el evangelio, se hace la oblación del
sacrificio, el don del alimento santo" (Apostolic Constitutions 2:7:60 [A.D. 400]). El
desafío de interpretar el punto de vista sabático de este
documento críticamente importante se comenta en otra parte de
este libro. Otro pasaje de la obra parece apoyar el sabadismo,
pero su mención del sábado está casi seguramente en el contexto
del sábado como fiesta.
16. Juan Crisóstomo [A.D. 402]
"El rito de la circuncisión era venerable en el relato de los
judíos, por cuanto la misma ley daba lugar a ello, y el sábado
era menos estimado que la circuncisión. Para que se pudiera
llevar a cabo la circuncisión, el sábado era quebrantado; pero,
para que el sábado pudiera ser guardado, la circuncisión nunca
fue quebrantada; y les ruego notar la dispensación de Dios. Esto
se halló ser más solemne que el sábado, al no ser omitido en
ciertas ocasiones. Si esto es quitado del camino, mucho más lo
es el sábado". (Homilies on Philippians 10 [A.D. 402]).
17. Agustín [A.D. 402]
"Bien, ahora me gustaría que se me dijera qué hay en estos Diez
Mandamientos, excepto la observancia del sábado, que no debería
ser guardado por un cristiano ... ¿Cuáles de estos mandamientos
diría alguien que el cristiano no debería guardar? Es posible
argumentar que no es la ley de Dios lo que estaba escrito en
esas dos tablas que el apóstol Pablo describe como 'la letra que
mata' [2 Cor. 3:6], sino la ley de la circuncisión y los otros
ritos sagrados que ahora están abolidos" (The Spirit and the Letter 24
[A.D. 412]).
ORÍGENES [A.D. 185-254]
"¿Pero cuál es la fiesta del sábado, excepto aquélla de la cual
habla el apóstol, diciendo: 'Queda, pues, un sabadismo', es
decir, la observancia del sábado, para el pueblo de Dios? Dejando la observancia judía del
sábado, veamos
cómo debería ser guardado el sábado por un cristiano. El día de
sábado, hay que abstenerse de todas las labores cotidianas. Por
consiguiente, si cesamos de todas las obras seculares, y no
ejecutamos nada para la iglesia, asistiendo a las lecturas y la
instrucción sagradas, pensando en cosas celestiales, solícitos
para el futuro, poniendo ante nuestros ojos el juicio, no
mirando las cosas presentes y visibles, sino las cosas que son
futuras e invisibles, esta es la observancia del sábado
cristiano". Orígenes en Numeras
Homilia 23, citado po J. N. Andrews, History of the Sabbath,
Capítulo 18, de la traducción de Origen´s Opera, Tome, p. 358, Paris, 1733:
"Por lo
tanto, ya no guardemosel sábado según la
manera judía, regocijándonos en los días de ocio; porque 'el que
no trabaja que no coma'. Porque, dicen los [santos]
oráculos, 'comerás tu pan con el sudor de tu frente'. Pero
que cada uno de ustedes guarde el sábado de manera
espiritual, regocijándose en la meditación de la ley, no en
el relajamiento del cuerpo, admirando las obras de Dios,no
comiendo las cosas preparadas el día anterior, ni usando
bebidas tibias, y andando dentro del espacio prescrito, no
hallando deleite en el baile y los aplausos que no tienen
ningún sentido. Y después de observar el sábado, que cada
amigo de Cristo guarde el día del Señor como una fiesta, el
día de la resurrección, el rey y jefe de todos los días [de
la semana]. Esperando esto, el profeta declaró: 'Hasta el
fin, por el octavo día', en el que nuestra vida surgió
nuevamente, y se obtuvo en Cristo la victoria sobre la
muerte". Epístola
a los magnesios (forma más larga), cap. 9, citado por
J. N . Andrews, History of the Sabbath, Capítuklo 18.
Nota: J. N. Andrews parecía pensar que estos extractos de
Orígenes apoyan la idea de que los primeros cristianos todavía
guardaban el sábado. Después de un análisis cuidadoso, los
comentarios de Orígenes demuestran que los cristianos observaban
FIESTAS tanto el sábado como el domingo. Orígenes no apela
a ninguna fuente bíblica, y especialmente no apela a los Diez
Mandamientos, para apoyar sus ideas. En realidad, en ambas
afirmaciones, Orígenes tiene cuidado de distanciar sus
observaciones sobre el sábado de nada relacionado con el
judaísmo. Apoyaba fuertemente el domingo como día de culto. Obsérvese que él está
diciendo a los cristianos que no coman alimentos preparados el
día anterior a la fiesta del sábado. A los judíos se les
prohibía preparar alimentos el día de sábado, y el viernes era
considerado "día de preparación" para preparar los alimentos
que serían consumidos el sábado. Orígenes parece considerar la
fiesta del sábado meramente como una tradición cristiana
diseñada por la iglesia para preservar el recuerdo de la
semana de la creación en las mentes de los creyentes.
Nótese la teología de estas afirmaciones. Algunos escritores dan
mejores razones que otros para el abandono del sábado por los
cristianos, pero el punto es que los cristianos han documentado
el hecho de que el sábado no estaba siendo guardado en el
sentido judío de la palabra casi desde el principio de la fe
cristiana.
LOS ADVENTISTAS DE LA
ACTUALIDAD SABEN QUE LOS HECHOS
DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA PRIMITIVA DEMUELEN
LA CREDIBILIDAD DEL MODELO DE
CREENCIA SABADISTA.
Durante los 30 años que transcurrieron entre la publicación del
primer libro del Dr. Bacchiocchi en 1977, From Sabbath to Sunday, y
la publicación del libro "conmemorativo" del Dr. Skip MacCarty,
In Granite or Ingrained?,
los Adventistas del Séptimo Día llevaron a cabo muchas
investigaciones sobre el problema que la iglesia primitiva
representa para el sabadismo. Colectivamente, la investigación y
los escritos de un puñado de estos escritores pro-sabadistas
demuestran que los Adventistas del Séptimo Día son más
dolorosamente conscientes que nunca de que el relato de Ellen
White de cómo los cristianos llegaron a observar el domingo no
es nada más que un cuento de hadas. Michael Morrison de Grace
Communion International (anteriormente lasabadista Iglesia
Mundial de Dios), comenta lo que el erudito ASD Mervyn Maxwell
concede acerca de lo que los escritores cristianos del siglo
segundo y el comienzo del tercero tenían que decir sobre
el sábado. Morrison parafrasea el resumen de Maxwell de las
primeras áreas básicas de consenso entre los padres de la
iglesia primitiva con respecto al sábado, como sigue: Las
palabras de Morrison aparecen con sangría y en negrita, y las
palabras de Maxwell aparecen en azul:
La escatología del sábado -- El sábado prefigura
una época de ausencia de pecado y paz más allá de esta época.
(2) Tipología moral -- Vivir una vida piadosa todos los días
cumple el propósito del mandamiento del sábado. (3) El sábado
es uno de los Diez Mandamientos que no obligan a los
cristianos. (4) El sábado no es parte de la ley natural. (5)
Los patriarcas antes de Moisés no observaban el sábado.
Maxwell llega a la conclusión de que los escritores de los
siglos segundo y tercero tenían básicamente las mismas actitudes
negativas hacia el sábado. Luego escribe:
Estos
escritores enseñaban que el nuevo pacto había puesto fin a
la antigua ley -- y que ahora, el nuevo Israel espiritual,
con su nuevo pacto y su nueva ley espiritual, ya no
necesitaba la circuncisión literal, los sacrificios
literales, ni el sábado literal. Bernabé observaba que Dios
"ha circuncidado nuestros corazones". Justino se refería,
triunfante, a la nueva circuncisión espiritual en Cristo.
Ireneo enseñaba que la circuncisión, los sacrificios y los
sábados fueron dados en la antigüedad como señales de
mejores cosas por venir; por ejemplo, el nuevo sacrificio es
ahora un corazón contrito. También Tertuliano tenía un nuevo
sacrificio espiritual y una nueva circuncisión espiritual.
Cada uno de estos escritores también enseñaba que un nuevo
concepto espiritual del sábado había reemplazado el antiguo
concepto literal.
El reemplazo
de la antigua ley por la nueva, del sábado literal por el
espiritual, era un concepto muy cristocéntrico para estos
cuatro escritores. Bernabé decía que el pueblo de Dios ha
heredado el pacto sólo porque Cristo, por medio de su
sufrimiento, lo heredó primero para nosotros. Para Justino,
la ley nueva, eterna y final que se nos ha dado a nosotros
era "a saber Cristo" mismo. Fue sólo porque Cristo dio la
ley por lo que pudo también ser "el final de ella", dijo
Ireneo. Y es Cristo quien invalidó "lo antiguo" y confirmó
"lo nuevo", de acuerdo con Tertulano. Ciertamente Cristo
hizo esto, dijeron tanto Ireneo como Tertuliano, no tanto al
anular la ley como al cumplirla maravillosamente, que la
extendió mucho más allá de la mera letra. Para resumir: El
temprano rechzo del sábado literal parece tener como origen
una hermenéutica común tanto en las Escrituras del
Antiguo.Testamento como en las del Nuevo.
Morrison observa que estos varios escritores de la iglesia
primitiva procedían de varias partes del imperio y compartían
una "hermenéutica" común que sólo sería posible si la práctica
de la observancia del domingo hubiese estado presente desde el
principio. Dice así:
"Esa misma
hermenéutica se usó en la misión a los gentiles desde Hechos
15, una misión que no requería que los gentiles guardaran
las leyes de Moisés, incluyendo el sábado. Es improbable que
las iglesias en todo el imperio desarrollaran, sin
controversia, la misma práctica, a menos que esa práctica
hubiese estado presente desde el principio. Es también
improbable que la gente de todo el imperio desarrollara, sin
controversia, la misma práctica, a menos que esa práctica
hubiese estado presente desde el principio. Es también
improbable que la gente de todo el imperio diera las mismas
razones para esa práctica, a menos que esa razones hubiesen
estado presentes también desde el principio".
La serie de Michael
Morrison sobre la historia del sábado en la iglesia primitiva
puede ser accedida en el sitio web Grace Communion
International, gci.org. Morrison cita a Maxwell como sigue:
Maxwell, C. Mervyn, y P.
Gerard Damteegt, eds., Source Book for the
History of Sabbath and Sunday, Berrien Springs, Mich.:
Seventh-day Adventist Theological Seminary, 1992.
El Dr. Skip MacCarty rehusó comentar los aspectos históricos de
la cuestión sábado-domingo en 2007, diciendo que el tema estaba
más allá del ámbito de este libro. Aunque este es otro
imperdonable ejemplo de juego sucio en el debate sobre el
sábado-domingo, no sorprende que él no quiera tocar los aspectos
históricos. La sola mención del tema es casi igual de fatal para
su posición, aunque sea considerada sola. ¡El hecho de que los
Adventistas del Séptimo Dia saben de la inmediata adopción del
domingo por parte de los primeros cristianos, combinado con su
insistencia en guardar el sábado ellos mismos, indica que ellos
creen que saben más del debate sábado-domingo que los primeros
cristianos! Usted recordará que, a diferencia de lo que se les
enseña a los Adventistas del Séptimo Día desde la cuna en
adelante, los cristianos observadores del sábado no eran los
héroes de la iglesia primitiva. En su lugar, fueron ellos los
que fueron seducidos para que siguieran "otro evangelio". Un
excelente ejemplo es la historia de los ebionitas, que guardaban
el sábado pero vilificaban al apóstol Pablo, mientras reconocían
a Santiago como su líder espiritual. En su ensayo anti-sabático
"Sabbatarianism Re-examined"
(el ex-) teólogo ASD Robert D.
Brinsmead explica lo que les ocurrió a los cristianos
judíos observadores del sábado:
Emerge un
cuadro del cristianismo judío que, habiendo perdido su
influencia sobre la iglesia predominantemente gentil, quedó
más y más aislada. Perdió contacto vital con el cristianismo
gentil, de modo que el cristianismo gentil quedó mayormente
separado de sus raíces jerosolimitanas. Esto ha sido una
tragedia para ambas ramas de la iglesia.
Para la época
de Ireneo (a finales del siglo segundo), el cristianismo
judío era considerado como una verdadera herejía. Algunos
cristianos judíos eran llamados ebionitas ("los pobres"),
mientras que otros eran llamados nazarenos. Guardaban el
sábado y perseveraban en el sistema de vida judío. Eran generalmente
vegetarianos. Algunos hasta rehusaban comer e....[texto no
claro]. Su héroe era Santiago; su archienemigo era Pablo.
La herejía
más grave de los ebionitas era no confesar la plena
divinidad de Cristo. Además, aunque creían que Jesús era sin
pecado, , enseñaban que que él poseía una naturaleza humana
pecaminosa como el resto de la humanidad. Sin embargo, es un
hecho notable que los herejes ebionitas conectaban su linaje
con los cristianos judíos originales y aseguran ser los
verdaders sucesores de aquéllos.
Hemos establecido de dónde vino la observancia del domingo y de
dónde no vino. A la luz de estos hechos, es difícil comprender
por qué habría alguna otra razón para aferrarse a un modelo de
creencia sabadista diferente del temor al desastre financiero
que tendría lugar si los líderes Adventistas del Séptimo Día
fueran a iniciar las mismas reformas doctrinales que su iglesia
hermana, La Iglesia Mundial de Dios, hizo en 1995. Quizás hay
otras motivaciones; temores y fobias, inducidos por la
organización con respecto al destino de los que se atrevan a
apartarse del adventismo y sus enseñanzas.
Aunque un estudio de los hechos de la historia de la iglesia
primitiva es interesante, y aunque esto demuestra hasta la
exageración que Ellen White mintió sobre la fuente de su
información sobre cómo la observancia del domingo reemplazó la
observancia del sábado, estos hechos por sí solos no
proporcionan prueba más allá de la duda razonable de que el
concepto de que los cristianos deben guardar el sábado judío es
erróneo. Ya hemos examinado preliminarmente los dos principales
conceptos -- la lingüística hebrea de Génesis 2, Éxodo 16, y
Éxodo 20, y el concepto de que la circuncisión es un requisito
previo para la observancia del sábado. Ahora entraremos en una
discusión ampliada de estos y otros conceptos bíblicos.