MENTIR EN NOMBRE DE DIOS
Kerry Wynne

SECCIÓN I
IMPOSIBILIDADES DEL SÁBADO


CAPÍTULO DOS

BACCHIOCCHI ABRE LA CAJA DE PANDORA


"Ella [la Iglesia Oriental] es la madre y Roma la hija (página 66)". Todos los primeros fundadores de la teología eran orientalistas. Hasta el tiempo de Agustín (355-430), ningún teólogo había surgido en Occidente; hasta el tiempo de Gregorio el Grande (596-604), nadie había ocupado la silla papal. La doctrina de Atanasio [la Trinidad] fue recibida por Roma, no se originó con ella" (págs. 71, 72). Esto indica cuán dependiente fue Roma de Oriente por siglos y cuán atrás de Oriente estaba Roma en erudición e influencia". -- D. M. Canright (The Lord´s Day from Neither Catholics nor Pagans; An Answer to Seventh-day Adventism on This Subject) [El día del Señor ni de los católicos ni de los paganos: Una respuesta para el Adventismo del Séptimo Día sobre este tema], citando a Dean Stanley [1815-1881], profesor de Historia Eclesiástica, Oxford, en su History of the Eastern Church [Historia de la Iglesia Oriental].

RESUMEN -- Los errores garrafales proféticos de Ellen White en relación con el fiasco de Battle Creek y los que siguieron hasta su muerte en 1915 hicieron imposible que los líderes de la Iglesia ignoraran por más tiempo sus fraudulentas afirmaciones. En la Conferencia Bíblica de 1919 de la Iglesia, tuvo lugar una reunión confidencial para debatir el problema. Aunque las fraudulentas afirmaciones fueron ampliamente reconocidas por estos participantes, el comité no pudo decidir qué se debía hacer; así que, por defecto, el ocultamiento continuó.El descubrimiento, en 1974, de las transcripciones taquigráficas de esta serie de reuniones secretas probablemente llamó la atención del Dr. Bacchiocchi. Nada más parecería explicar por qué pretendió contradecir a Ellen White en dos enseñanzas claves, que ella había atribuído a la inspiración divina directa, como Bacchiocchi lo hizo en su libro From Sabbath to Sunday en 1977. De no haber sido por el fantástico enfoque que el Dr. Bacchiocchi hizo de la defensa sabadista en este libro, el Dr. D. A. Carson y su equipo de eruditos evangélicos podrían no haber tenido el ímpetus para acelerar su investigación sobre la cuestión del sabado y el domingo - una investigación que finalmente condujo al descubrimiento de que los textos hebreos de Génesis 2, Éxodo 16, y Éxodo 20 demuestran que la ordenanza del sábado no existía antes de que se diera el maná en la época del Éxodo. La prueba de que el sábado no era una ordenanza de la creación; el desafío de Bacchiocchi a las afirmaciones proféticas de Ellen White; su involuntaria validación de muchas cosas que D. M. Canright había dicho, y su judaización del cristianismo se combinaron para iniciar el nuevo movimiento antisabadista. Este movimiento, encabezado principalmente por ex-Adventistas, derribó por tierra el sabadismo de la Iglesia Mundial de Dios en 1995 - un acontecimiento muy importante, pues la observancia del sábado por ambas denominaciones comenzó exactamente en el mismo lugar y al mismo tiempo que el Gran Chasco de 1844.

EL FIASCO DE LOS EDIFICIOS DE CHICAGO: EL CIRCO DE SUCESOS
QUE CONDUJERON AL DESASTRE DE LA CONFERENCIA BÍBLICA DE 1919

Nuestro estudio nos lleva ahora a un relato más detallado de muchas de las cosas que tocamos en el resumen del capítulo 1. Por lo que concierne a nuestra discusión de la visión de los edificios de Chicago, permaneceremos en este tema en particular sólo lo suficiente en esta ocasión para ver cómo encaja en el cuadro general de la historia Adventista. En un capítulo posterior, presentaremos un estudio exhaustivo, que aportará extensa documentación de múltiples fuentes.

El escenario estaba preparado para la confidencial Conferencia Bíblica de 1919 por la confusión que Ellen White precipitó en Battle Creek, las anteriores oficinas principales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día cuando, en un "testimonio" en 1899, ella acusó al Dr. John H. Kellogg, director del Sanatorio de Battle Creek, de construir edificios en el área de Chicago para que sirvieran a los muy pobres con fondos que supuestamente habían sido desviados del Sanatorio de Battle Creek. La acusación llegó en forma de un "testimonio", que los adventistas interpretaron, entonces como ahora, como un mensaje procedente de Dios por medio de su vocera, la profetisa Ellen G. White. La acusación era fantástica, inapropiada, y frustrante, no sólo para el personal de médicos adventistas asociados con el Dr. Kellogg en el Sanatorio, sino también para otros adventistas involucrados en la "obra" de Battle Creek, y para Ellen White misma, que dijo que no entendió la visión cuando le fue dada. Ellen White era escurridiza al estilo de Clinton, y se las había arreglado para zafarse de más de una situación embarazosa. Sin embargo, con todo y lo lista que era, no estaba a la altura del nivel de cuociente de inteligencia de genios de este grupo de médicos de clase mundial. Como hicimos notar en el Capítulo 1, ellos no tuvieron ningún problema para calcular que todo este asunto era una impostura. Ella encontró su Waterloo en Battle Creek en la forma de este grupo de médicos muy avispados y profesionales cuyos ingresos no dependían de la Iglesia.

Este desusado incidente no podía ser caracterizado como la paja que quebró el espinazo del camello. Se parecía más al elefante que se recostó al costado de una cabaña desvencijada e hizo que todo se derrumbara. Su error garrafal hizo de ella el hazmerreír de Battle Creek. Durante más de una década antes de la crisis, los médicos de Battle Creek habían estado identificando muchas áreas en que Ellen White no había estado a la altura de las pruebas de un profeta bíblico, y habían estado bombardeándola con solicitudes para que ella misma explicara - solicitudes que quedaron sin respuesta. Fue la carta de 1899 de White a Kellogg sobre la visión acerca de los edificios de Chicago lo que hizo que los médicos de Battle Creek apresuraran su campaña para recibir respuestas de ella. Al principio, Ellen dijo que había recibido una visión de Dios diciéndole que debía responder a las preguntas de los médicos, e invitó a todos los que tenían esas preguntas a presentárselas por escrito. Después de que las preguntas comenzaron a llegar, se le "mostró" que no se suponía que ella debía responder a preguntas relacionadas con sus afirmaciones proféticas. Para 1907, el Dr. Charles E. Stewart, frustrado porque ella rehusaba responder las preguntas de ellos, las puso juntas en un folleto y ¡lo publicó para que lo viera toda la comunidad de Battle Creek!

Éstas eran algunas de sus inquietudes. (1) La influencia de otros al escribir sus libros, cuando ella afirmaba que Dios le ayudaba a elegir las palabras mismas que ella escribía, (2) la visión de los edificios de Chicago, (3) el plagio relacionado con su copia a gran escala del libro de los autores británicos Conybeare y Howson sobre la vida de Pablo - Sketches From the Life of Paul  [Bosquejos de la vida de Pablo], (4) su copia de los escritos del Dr. Cole  sobre la salud mientras presentaba la información como habiéndosela enviado Dios en visión, (5) el haber continuado consumiendo carne de res y carnes inmundas, como ostras, por décadas después de haber comenzado a predicar sobre la importancia de una dieta vegetariana, y (6) sus disparatadas afirmaciones sobre medicina. Por sí mismo, el hecho de que ella se había abierto a esta clase de preguntas es una condenación de sus afirmaciones proféticas. Mintió acerca de dónde había obtenido la información para su libro sobre la vida de Pablo. Estaba claro para los médicos de Battle Creek que el problema principal no era el plagio mismo - que ya era bastante malo - sino el hecho de mentir.

La ocasión de su visión sobre los edificios de Chicago no podría haber sido peor. No sólo estaban los adventistas de Battle Creek hallando varias razones para poner en duda sus afirmaciones proféticas, sino que la "visión" llegó en un momento de alboroto político que ya estaba amenazando con destruir el adventismo. La Conferencia General ya había estado trabajando para quebrantar el poder del Dr. Kellogg, que ya había logrado arrebatarle a la Iglesia el control del nuevo Sanatorio de Battle Creek y minimizar el control de la Iglesia sobre El American Medical Missionary en Chicago. Percibiendo que su credibilidad como profetisa se hundía rápidamente -- aun antes de la visión de los edificios de Chicago -- ella había comenzado a agitarse para que el Battle Creek College fuese trasladado a un área rural y que la Conferencia General fuese mudada a algún otro lugar. Decía que Dios le había mostrado que una "espada de juicio" pendía sobre la "obra" de Battle Creek, y una serie de trágicos incendios ya había destruido varias instituciones Adventistas claves, incluyendo el antiguo edificio del Sanatorio de Battle Creek. Para 1922, cuando el fuego destruyó la Iglesia del Tabernáculo de Battle Creek, no quedaba en pie  ningún edificio adventista de importancia que estuviese asociado a la obra adventista cuando Ellen White y la Conferencia General estuvieron allí. No se necesitaba ninguna revelación especial de Dios para entender que ella y el adventismo estaban condenados a desaparecer si su principal centro permanecía en Battle Creek. Todos los incendios eran de origen sospechoso, y el incendiarismo parecía la explicación más plausible en la mayoría de los casos. La escritura ya estaba en la pared.

Ellen White insistía en que estos incendios representaban un juicio de Dios sobre el adventismo en Battle Creek por haberse apartado de los consejos de ella,hasta que Pacific Press, una casa publicadora adventista de California, ardió hasta los cimientos algunos años más tarde. En este incendio, ella perdió miles de dólares en prensas para sus libros y precioso trabajo de arte que había comprado a artistas de New York para ilustrar sus libros. Es interesante que no llamó juicio de Dios al incendio de Pacific Press.

¿QUÉ OCURRIÓ CON LOS MÉDICOS DE BATTLE CREEK?

Hasta donde sabemos, todos los médicos adventistas y asociados comerciales del Dr. Kellogg, quizás con la excepción del Dr. Paulsen, que lideró el Sanatoriio Hinsdale para el Dr. Kellogg en Chicago, abandonaron el adventismo porque finalmente captaron el hecho de que Ellen White era un fraude. El Dr. Paulsen parece haber decidido que las afirmaciones proféticas de Ellen White no eran genuinas, pero permaneció en el redil adventista guardándose para sí mismo sus puntos de vista sobre Ellen White. En una carta clave dirigida a Ellen White, el Dr. Paulsen expresó sus dudas sobre los dones proféticos de ella, y le dijo que él ya no creía su afirmación de que era verbalmente inspirada por Dios. Puesto que ella afirmaba ser verbalmente inspirada, y puesto que ella nunca le respondió sobre este punto, tenemos que entender que, de hecho, él la acusó de mentir sobre sus dones. Wilfred Custer Kellogg, un pariente de J. H. Kellogg y exitoso hombre de negocios de Battle Creek, se unió al Dr. William S. Sadler en un viaje hacia la canalización de espíritus, fundando una nueva religión según el modelo del adventismo, supuestamente basada en miles de páginas de información escritas por espíritus "canalizados" que estaban en camino de un universo a otro. El Dr. Charles E. Stewart, autor del "Libro Azul", aparece en una lista de Monica Vowless, una ex-adventista de Nueva Zelanda, como un prominente médico ex-ASD que había abandonado el adventismo o había sido expulsado por la Iglesia (Véase "My Defense", por Monica Vowless, que falleció en 1935. El libro está disponible en http://www.ex-sda.com.)

La información disponible de la organización Urantia indica que el Dr. Sadler nunca abandonó su creencia de que las visiones de Ellen White eran de origen sobrenatural. El Dr. Sadler sostenía que ella era un espíritu médium. Anteriormente en el ministerio de Ellen White, Moses Hull, otro líder adventista, que estaba familiarizado con el componente sobrenatural de las visiones, también había ingresado a las filas de los espiritistas. Aquí hay una fuerte indicación de que estos hombres entendían que los espíritus guías pueden parecer buenos, pueden ser muy malos, y que algunos de ellos parecen divertirse haciéndoles trucos a sus médiums humanos. Aparentemente, el Dr. Sadler, entendiendo que los espíritus médiums no tenían que cumplir con un rating 100% de exactitud, simplemente hizo un "ajuste" a su modo de pensar acerca de los dones proféticos de Ellen White.

LO QUE OCURRIÓ CON EL DR. J. H. KELLOGG

Ellen White afirmaba que Dios le había mostrado que el Dr. Kellogg era panteísta. Basaba esta afirmación en algunas cosas que él había dicho en su libro sobre la vida saludable, The Living Temple [El Templo Viviente], en el sentido de que el poder de Dios reside en las cosas vivas. Nuestra investigación muestra que la información de él acerca de que el poder de Dios reside en las cosas vivas no es particularmente diferente de lo que Ellen White decía en sus propios libros sobre la naturaleza y el sanamiento. Por la definición misma del término, Kellogg no fue nunca panteista, y la acusación de Ellen White era ridícula. Un panteísta no cree en un Dios personal, sino en que la naturaleza es dios y dios es la naturaleza. Kellogg enseñaba que fue un Dios personal -- en realidad Jesucristo -- quien llenó las cosas vivientes con la energía de la vida. Más adelante, tendremos más que decir acerca de las citas de Ellen White de autores de la Nueva Era, incluyendo el concepto de Madre Tierra, y un lenguaje que es característico de la francmasonería. Para total descrédito de las afirmaciones proféticas de Ellen White, el Dr. Kellogg continuó siendo cristiano y observador del sábado hasta el día de su muerte.

Alonzo L. Baker, dirigente eclesiástico ASD, estuvo estrechamente asociado con John Harvey Kellogg desde septiembre de 1939 hasta junio de 1942, sirviendo en la doble posición de secretario de campo para Race Betterment Foundation [Fundación para el mejoramiento de la raza], su organización para la eugenesia y la genética, y editor asociado de su publicación mensual Good Health [Buena salud]. La carrera denominacional ASD de Baker incluyó la posición compartida de editor de la publicación ASD Health [Salud], una publicación mensual de Pacific Press, con Percy T. Magan, el una vez presidente de College of Medical Evangelists (ahora la Facultad de Medicina de la Universidad de Loma Linda), que era graduado del American Medical Missionary College del Dr. Kellogg. En un artículo publicado en la edición de  otoño de 1972 de Spectrum, un diario independiente ultraliberal que examina problemas relacionados con el adventismo y que es apenas tolerado por la Iglesia, Baker dijo:

Kellogg guardó el sábado hasta el último día de su vida. Sus dos instituciones, una en Michigan y la otra en Florida, siempre observan el séptimo día sábado. Cuando yo era empleado suyo, casi todos los domingos me preguntaba: "Baker, ¿fuiste a la iglesia ayer? ¿De qué habló el predicador? ¿Saliste bendecido por el culto?"

Un domingo por la mañana en Battle Creek, después de su acostumbrada pregunta sobre si yo había asistido a la iglesia el sábado, le pregunté: "¿Y exactamente qué hizo usted todo el día de ayer, doctor, si le puedo preguntar?"

Y él contestó: "En la mañana, leí en mi Biblia el relato de Juan sobre la vida de Cristo. Juan, como tú sabes, Baker, estaba más cerca de Cristo que cualquier otro de los doce". En la tarde, hice que Freddie [su masajista y chofer] me llevara al cementerio, porque yo quería orar al lado de la tumba de la Sra. White allí. Después de leer del libro de Juan en la mañana, bajé el libro El Deseado de Todas las Gentes y leí un capítulo allí que amplía lo que yo había leído en Juan. ¿Sabes, ¿no, Baker?, que el libro de la Sra. White sobre la vida de Jesús es el más grandioso que jamás se escribió?"

Más adelante, en nuestro capítulo dedicado exclusivamente a la visión de los edificios de Chicago, citamos la declaración de Alonzo L. Baker diciendo que el Dr. Kellogg le mostró el testimonio mismo (la carta) que Ellen White le había enviado diciéndole que Dios le había mostrado que él, Kellogg, estaba erigiendo edificios en Chicago con los fondos que había malversado del Sanatorio de Battle Creek.

Así, pues, entre la visión de los edificios en Chicago a la vuelta del siglo y la Conferencia Bíblica de 1919, los líderes adventistas se vieron obligados a contemplar los efectos de la secuela de la crisis de Battle Creek que los errores garrafales de ella habían creado. Vieron cómo casi todos los médicos ASD del Sanatorio de Battle Creek abandonaban el adventismo como resultado de una constante corriente de indicadores de que las afirmaciones proféticas de Ellen White eran fraudulentas -- siendo la visión de los edificios de Chicago el elefante que aplastó la cabaña. Vieron cómo un número considerable de importantes adventistas de la escena de Battle Creek se volvían al espiritismo porque habían llegado a la conclusión de que las visiones de Ellen White eran sobrenaturales, pero no procedentes del único y verdadero Dios, y fueron confrontados por la creciente evidencia de que ella había estado plagiando los escritos de otros autores en sus libros, mientras hacía creer a sus lectores que la información venía directamente de Dios. Para 1911, justo cuatro años antes de su muerte en 1915, la Iglesia tuvo que gastar $3,000 para revisar su libro The Great Controversy [El Gran Conflicto] porque individuos que habían leído mucho estaban hallando más y más ejemplos de fuentes de donde ella había copiado material de otros autores sin darles el debido crédito. Como mencionaremos más tarde, Alonzo Baker dice que Ellen White obtenía mucha de su información médica del Dr. Kellogg y la transmitía a sus lectores como información "inspirada".

La explicación adventista de la visión de los edificios de Chicago es que Dios no le dijo a Ellen White lo que quería decir cuando le mostró un edificio completamente terminado y que la interpretación de la "visión" era la suya propia. Los defensores arguyen que la visión sirvió su propósito al impedir realmente la construcción del edificio. Una simple cronología de los acontecimientos revela fácilmente los elementos cómicos de esta racionalización. ¿Impidió la construcción de cuál edificio? ¿Un edificio para servir a los pobres indignos de Chicago, como ella había dicho en su testimonio, o el nuevo edificio del American Medical College por el cual ella y su hijo habían votado? He aquí los elementos del fiasco:
Cuando alguien asegura que algo sobrenatural ha ocurrido, lo primero que hay que buscar es evidencia de que no hay ninguna explicación natural posible para el fenómeno. Las muchas cartas que se cruzaron entre White y Kellogg en los años antes de 1899, por sí solas, explicarían su temor de que él podría estar construyendo un edificio en Chicago, y la lectura del viejo artículo de periódico estadounidense.explicaba todo sin ninguna necesidad de intervención divina. Ella no necesitaba ningún sueño divino que le dijera que Kellogg podría estar trayéndose algo entre manos en Chicago, algo que a ella no le gustaba. Además, la idea de que Dios se preocupaba más por la construcción de un costoso sanatorio en Australia que por los hombres y las mujeres que morían de hambre y enfermedades en Chicago no cuadraba con lo que sabemos acerca del carácter de Dios, como está ejemplificado en la vida de Jesús.

El problema en que el Dr. Bacchiocchi se metió medio siglo más tarde está incuestionablemente relacionado con su conocimiento del libro El Sábado en Crisis, de D. M. Canright, publicado en 1888-1889. Al mismo tiempo, hay abundante evidencia de que su conocimiento de la crisis de Battle Creek y la visión de los edificios de Chicago puede haber sido también un factor importante. Y puesto que las minutas de la Conferencia Bíblica de 1919 fueron descubiertas en 1974, y él no publicó su libro iconoclasta sobre el sábado sino en 1977, hay una fuerte evidencia circunstancial de que esta nueva información tentó a Bacchiocchi a hacer algo que ningún otro teólogo adventista había hecho jamás, esto es, desafiar a Ellen White sobre puntos para los cuales ella reclamaba inspiración divina directa, sin que Bacchiocchi fuera despedido de su puesto en la Iglesia.

LA TRISTE HISTORIA DE FRANK M. WILCOX Y LAS MINUTAS
DE LA CONFERENCIA BÍBLICA DE 1919


¡Quedé asombrado cuando me di cuenta de la importancia de lo que acababa de encontrar  en mi biblioteca de libros ASD! ¿Podría F. M: Wilcox verdaderamente ser el autor de esta descarada defensa del don profético de Ellen White? ¿No se equivocaba Frank en su aserto de que la afirmación de ella de que era una profetisa inspirada era fraudulenta, como quedaba registrado en la transcripción taquigráfica de las Minutas de la Conferencia Bíblica de 1919, que se había "filtrado"? ¡Pronto, mi asombro se convirtió en ira! ¿Cómo podría ser posible una cosa así? ¿Qué podría justificar tan enorme perfidia de parte del hombre cuya apariencia de piedad le ganó el honor de servir como editor de The Review and Herald, la publicación oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, desde 1911 hasta 1944?

El libro que tenía en mis manos era The Testimony of Jesus, publicado en 1934 -- justo 15 años después  de haber dicho Wilcox que no creía que los libros de ella fueran más inspirados que los de cualquier otro autor. De no haber sido por el descubrimiento en 1974, el robo, y posterior publicación no autorizada (en la revista Spectrum, 1979) de esta "bomba", la transcripción taquigráfica de la reunión confidencial de 1919 -- convocada para decidir lo que debía hacerse acerca de las fraudulentas afirmaciones proféticas de Ellen White --, podríamos considerar retrospectivamente a Frank Wilcox como un líder adventista de la mayor integridad. A. G. Daniells, presidente de la Conferencia General, que presidía la reunión, entendió el peligro que para el adventismo representaba esta transcripción, así que ordenó que fuese sellada por un mínimo de 50 años. La puso en una bolsa de papel simple y sumergió esta bolsa en lo más profundo de la enorme bóveda de las oficinas principales de la Conferencia General en Washington, D. C., donde el Dr. F. Donald Yost la encontró en 1974.

Este asombroso documento muestra a los participantes en la reunión atormentados por el problema de Ellen White. ¿Debían repudiarla y enfrentarse a los estragos que esto causaría, o debían continuar tratando de ocultar los garrafales errores proféticos de ella? Si decidían continuar con el actual ocultamiento, ¿cómo impedirían que los estudiantes de seminario de ka Iglesia se enterasen de la verdad acerca de ella? Discuten los errores garrafales de ella, sus errores bíblicos e históricos, y sus rampantes plagios en términos cautelosos. Cada participante parece consciente de que decir demasiado podría terminar con la carrera de él o la de ella. Sin embargo, a pesar de este miedo, los duros hechos quedan al descubierto y son tratados con franqueza, pero con dolorosa cautela. Que siquiera uno de los participantes estuviera dispuesto a arriesgar su carrera al hablar de este tema explosivo es, por sí mismo, evidencia de que era imposible ignorar el problema de Ellen White.

Ciertamente, la transcripción revela que Wilcox fue uno de los participantes que denunciaron las afirmaciones proféticas de Ellen White. Wilcox declara su opinión de que los escritos de ella no son más inspirados que los de cualquier otra persona.

Me gustaría preguntar, hermano Daniells, si se podría aceptar, como una especie de regla, que la hermana White podría equivocarse en los detalles, pero que en el plan de acción general y las instrucciones ella fuera una autoridad ... A mí me parece que yo tendría que aceptar lo que ella dice acerca de algunos de esos planes de acción o tendría que hacer a un lado toda la cuestión. O el Señor ha hablado por medio de ella o no lo ha hecho; y si es cuestión de decidir en mi propio juicio si el Señor lo ha hecho o no, entonces yo considero los libros de ella de la misma manera en que consideraría cualquier otro libro publicado. Creo que una cosa es que un hombre estultifique su conciencia, y otra que estultifique su juicio. Una cosa es que yo haga a un lado mi conciencia, y otra que yo cambie mi juicio acerca de alguna opinión que yo tenga.

¿Podría Wilcox haber cambiado de opinión durante los 15 años que siguieron?

Ahora regresamos a considerar cómo los problemas con Ellen White, tal como fueron revelados por el descubrimiento, en 1974, de la transcripción de las Minutas de la Conferencia Bíblica de 1919, podrían haber influido en el Dr. Bacchiocchi para que desafiara las afirmaciones proféticas con la publicación del libro From Sabbath to Sunday, en 1977.

LO QUE LOS LÍDERES ADVENTISTAS SABÍAN PARA 1919
ACERCA DE LA PROFECÍA MÁS IMPORTANTE
DEL ADVENTISMO: LOS 2,300 DÍAS Y 1844 


Desde los primeros tiempos del cristianismo, algunos eruditos bíblicos han entendido que el cuerno pequeño de Daniel 7 se refería al emperador romano Nerón. que persiguió a los cristianos exactamente durante 1,260 días. Los eruditos bíblicos también han aplicado esta profecía a las actividades perseguidoras del papado, pero sin ninguna necesidad de conectar esta conducta perseguidora con el llamado "cambio" del sábado, como hicieron los adventistas. De manera parecida, los eruditos bíblicos han sabido
durante mucho tiempo que las 2,300 tardes y mañanas del cuerno pequeño de Daniel 8 son el número exacto de días en que Antíoco Epífanes contaminó el templo judío antes de 161 A. C. Estas profecías han sido tan notables en su cumplimiento real histórico de "día por año", que especialistas de alta crítica de la Biblia han afirmado que estas profecías han debido ser escritas después de que los acontecimientos ocurrieron. Pocos años después del descubrimiento de los rollos del Mar Muerto en 1947, la temprana autoría de Daniel quedó firmemente establecida, refutando a los escépticos. Es probable que la fe en la Biblia de por lo menos un buen número de honestos incrédulos haya quedado establecida por este espectacular cumplimiento de la profecía.

El concepto entero del adventismo descansa en el "fundamento" de la profecía de los 2,300 días de Daniel 8:14. Si se puede demostrar que este "fundamento" no existe, entonces no hay ningún Juicio Investigador que comenzó en el cielo en 1844 y el sábado no es un "sello". Estos dos puntos claves de la doctrina ASD serían falsos aunque el sabadismo fuera correcto en términos generales. ¡Tampoco habría llamado Dios a los adventistas después de 1844 a llevar al mundo las doctrinas del sábado y el Juicio Investigador para rescatarlo de la amenaza de recibir la marca de la bestia en la frente! Sin la validez del período profético ASD de 1844, el concepto ASD de 1844 no sería más que un enorme chiste teológico aplicado al mundo cristiano nada menos que por Ellen White en persona, cuyos trucos teológicos rescataron, sin la menor vergüenza, el desastre millerista de 1844 de las fauces de la derrota.

De una manera u otra, la doctrina del Juicio Investigador afecta casi todos los aspectos de las enseñanzas de la Iglesia. A causa de ella, la doctrina del sueño del alma es absolutamente necesaria. La doctrina del sueño del alma está estrechamente ligada a la doctrina de que, después del juicio, los malos pronto dejarán de existir (la doctrina de la aniquilación) - un desafortunado concepto que desvirtúa el principio de que el gobierno de Dios está realmente basado en la libertad de elección. Pero estos problemas representan un tema para otro libro, y otros autores ya han escrito persuasivamente contra ellos.

La transcripción de las Minutas de la Conferencia Bíblica de 1919  indica que Wilcox y otros delegados aplicaron erróneamente los 1,260 días del cuerno pequeño de Daniel 7 a Antíoco, y estaban luchando para hallar terreno firme sobre el cual basar la fecha de 1844 en los 2,300 sacrificios de tarde y mañana del cuerno pequeño de Daniel 8 y 11. No es de sorprenderse que hubiese considerable confusión entre los eruditos ASD con respecto a los 2,300 días del cuerno pequeño de Daniel 8, pues estaban tratando, incorrectamente, de aplicar el principio de día por año, donde no había ninguna justificación bíblica para hacerlo, para llegar a la fecha de 1844, que se necesitaba desesperadamente. Comentaremos esta profecía en detalle más adelante. Por ahora, el punto clave es que los delegados a la Conferencia Bíblica de 1919 creían que el cuerno pequeño de Daniel 7 estaba relacionado con un acontecimiento histórico mucho más anterior, pues había ocurrido más de 2,000 años antes de 1844; que ellos conocieran esto era peligroso para el fundamento del adventismo, y querían impedir que esta información dañina llegara a la Iglesia. "Observemos" a los delegados en este revelador pasaje de las Minutas:

PROF. LACEY: En la carrera de Antíoco Epífanes, hay una especie de rueda pequeña dento de una rueda. Hay incidentes en su vida que se parecen mucho a lo que se predice del cuerno pequeño - extremadamente parecidos; y no sé por qué no podríamos considerar esto de la misma manera en que Ezequiel lo expresa -- una rueda dentro de una rueda. Sólo como ilustración: Las cosas que se dicen acerca del cuerno pequeño de Daniel 7 pueden aplicarse un poco a Antíoco Epífanes. Él es el undécimo en línea, tres fueron arrancados de su lugar [se mencionaron los nombres], habló grandes cosas contra el Altísimo; se le entregaron cosas en su mano por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo en un sentido literal, que fueron tres años y medio. Y de una manera muy limitada, Antíoco Epífanes podría haber sido el cuerno pequeño. Así, que, suponiendo que usted y yo hubiésemos estado viviendo en ese tiempo, habríamos pensado que la profecía se había cumplido para nosotros, y habríamos sido sostenidos en aquella hora de persecución. Pienso que esto podría aplicarse un poco a Antíoco Epífanes. Pero, en el versículo 30, pasamos a Roma, el gran anticristo, del cual Antíoco era el representante personal aquí. (Se menciona a Josefo, Libro 12, Capítulo 5, Párrafo 3, pero una pregunta interrumpió).

PASTOR DANIELLS: ¿Usted no querría decir a una clase de estudiantes lo que acaba de decir, verdad? 

De la transcripción de julio 8, 1919 tal como fue registrado en los archivos de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día.

La Conferencia Bíblica de 1919 y el Concepto de que el Papa cambió el sábado

From Sabbath to Sunday, el libro del Dr. Bacchiocchi, desafió de plano el punto de vista de Ellen White de que el papa había cambiado el sábado. Bacchiocchi demostró que el "cambio" del sábado era esencialmente universal.no más tarde que el 140 A. D. ¿Qué influencias podrían haber envalentonado a un miembro de la facultad del Seminario Adventista del Séptimo Día para desafiar directamente una enseñanza clave de la profetisa de la Iglesia, algo que ella había atribuido a la inspiración divina?

Especulamos que, quizás, como privilegiado teólogo Adventista del Séptimo Día, el Dr. Bacchiocchi podría haber tenido acceso, hace tiempo, a las Minutas de la Conferencia Bíblica de 1919 o haber oído hablar de su contenido. Si éste fuera el caso, habría visto que los delegados eran bien conscientes de las extremas dificultades presentadas por la enseñanza de Ellen G. White de que el papado cambió el sábado. La siguiente porción de la transcripción de las Minutas de la Conferencia Bíblica correspondiente al 3 de julio de 1919 es una de las claves más importantes para entender cuánto sabían los adventistas acerca de este espinoso problema y desde cuándo lo sabían. Adventistas del Séptimo Día de más edad reconocerán inmediatamente que la Iglesia no hizo ningún intento por corregir estas errantes enseñanzas en los libros de texto bíblicos a ningún nivel educativo. También es importante entender los problemas con la "teoría del reposo" del apologista ASD del sábado Bob Pickle, que trata de rescatar el error garrafal de Ellen White con una teoría altamente creativa. Pickle racionaliza que, en realidad, el sábado no fue "cambiado" sino hasta que el concepto de reposo fue asociado al domingo, aunque se necesitaron varios siglos más de observancia del domingo y quebrantamiento del sábado para llegar a ese punto. De acuerdo con Pickle, no importa que los cristianos "guardaran" el domingo y violaran el sábado desde el siglo primero en adelante. En vez de eso, el sábado no fue realmente "cambiado" sino hasta que una serie de edictos logró requerir un cese civil de trabajo en domingo. Tampoco parece importar que este "reposo" legislado fuera opcional bajo muchas.circunstancias y fuera puramente civil en concepto -- no ligado al concepto de santidad del día, como en el caso del sábado judío. Usted verá que los delegados a la Conferencia Bíblica de 1919 no intentaron excusar la errónea afirmación sobre esta base. Más adelante analizaremos la "Teoría del Reposo" de Bob Pickle.

Nótese cómo los participantes concluyeron fnalmente que la única manera en que la afirmación de ella puede ser reconciliada con los hechos de la historia era considerar su declaración como un vago tipo de simbolismo llamado prolepsis (la representación o suposición de un hecho o desenvolvimiento futuro como si estuviera ocurriendo o hubiese tenido lugar -- Diccionario en línea Merriam-Webster). Este desesperado intento de apuntalar a su profetisa lleva el arte de la racionalización al nivel último. El concepto de prolepsis ni siquiera es aplicable en esta situación, pues este término se refiere a algo que precede a un evento futuro que es simbólico de ese suceso futuro. Aquí es necesaria la lógica a la inversa, cuando los participantes teorizan que el "cuerno pequeño" representaba simbólicamente una entidad que existió en el pasado. En el extracto, usted verá a los delegados luchar para apuntalar la "verdad" de la declaración de su "profetisa" con racionalizaciones que son acomodaticias hasta el punto del absurdo.

DE LAS MINUTAS DE LA CONFERENCIA BÍBLICA DE 1919 -.JULIO 3, 1919

Comienza en la página 48 y termina en la página 57 del borrador.

Los archivos marcaron la página 148 como la página inicial. [Nótese que el sistema de numeración de las páginas en los archivos es diferente del sistema de numeración de las páginas en el manuscrito].

C. P. BOLLMAN:  Se me preguntó acerca de estas cosas que nosotros atribuimos al papado antes de aquella fecha [533 A..D., como se discutió en el párrafo anterior]. Quisiera contestar eso de esta manera. En el papel, he usado la expresión de que, en ese tiempo, el papado, saliendo de su minoría de edad, procedió a hacer ciertas cosas. Antes de esa fecha, el papado era un muchacho, y en ese tiempo, se convirtió en hombre. Y es verdad que muchas cosas que un muchacho hace lo siguen durante toda su vida, pero después hace cierto número de cosas, y llega un momento en que realmente entra en la vida. Los ejercicios de graduación se llaman ejercicios de iniciación también, porque éste es el momento en que el estudiante sale a participar en las actividades de la vida.

W. W. PRESCOTT: Creo que esto no toca el punto, porque la profecía dice que es el cuerno el que cambia la ley. Ahora bien, si uno no levanta el cuerno en 533, no puede decir que el cuerno cambió el sábado antes de esa fecha. Era otro reino.

H. A. WASHBURN:  ¿Hubo un poder monárquico en la iglesia hasta que Justiniano declaró que el papa era la cabeza? Este undécimo cuerno es un reino tan ciertamente como el décimo. Es un reino, un poder monárquico, y comenzó en 533.

W. W. PRESCOTT: Si ése es el poder que cambió la ley, no podemos decir que la ley fue cambiada a mitad del siglo cuarto.

H. A. WASHBURN: El hermano Lacey nos contó de una mujer que decía que ella había azotado al emperador William. Era la misma persona, pero no tenía título. La apostasía cambió la ley de Dios, y fue responsable de todas las acciones contra el sábado. Llegó un un tiempo en que fue organizada bajo la autoridad de un solo hombre.

W. W. PRESCOTT: Esto es lo que me gustaría decir. Atengámosnos al texto. La potencia del cuerno era un reino. Ese reino no surgió sino hasta el 533. La profecía dice que sería el cuerno el que cambiaría el sábado, la ley, y yo no creo que podemos hacerlo retroceder antes de que aparezca el cuerno y decir que el cuerno lo hizo, porque el cuerno no estaba allí. Me gustaría que eso se cumpliera específicamente. ¿Qué haremos con esa proposición de que el poder del cuerno surgió en 533 y cambió la ley? ¿Cómo podemos decir que el poder del cuerno lo hizo a la mitad del siglo cuarto?

L. L. CAVINESS: Nos encontramos con ese mismo dilema en el Espíritu de Profecía, cuando dice que el papa cambió el sábado. Por favor, díganme el nombre del papa que hizo el cambio.

A. G. DANIELLS: Ese uso de la palabra papa estaba dirigido al papado. No era un término específico. Era el poder que lo hizo, pero antes de llegar a esa etapa especial marcada por Justiniano.

E. R. PALMER: A mí me parece que, si fuésemos a conectar todos los cumplimientos de las profecías con el período de 1,260 días de continuidad de que se habla en la profecía, estaríamos envueltos en un serio problema en ambos extremos, al principio de 533 y desde 1793 y 1798. Me parece que, en vista de que este malvado principio comenzó allá por los días de Pablo, este principio abarcaba todas estas cosas que fueron poderes ejercidos más tarde como por un cuerno, pero que todas ellas comenzaron en aquel tiempo. Creo que nos descarriamos muchas veces en nuestra explicación tratando de fijar el cambio arbitrariamente en una fecha en relación con el papado en cierto momento, pero que, en realidad, ese poder comenzó su obra de cambiar el sábado en el siglo primero. Creo que esto es correcto. Creo que llegó un momento también en que ese período se cerró, pero que gran parte de la obra más poderosa de esa potencia ha sido ejercida y se está ejerciendo después de la terminación del período. Me parece que fijar eso demasiado definidamente dentro del período de 1,260 años nos pone en serios aprietos en ambos extremos, y creo que tenemos que hacer muchos ajustes en las frases y las palabras en nuestra literatura en relación con el sábado y el papado para hacer la cosa consistente con lo que en realidad ocurrió antes de los 1,260 años y después.

A. G. DANIELLS: Ahora bien, el poder del cuerno representa el papado desde su condición de embrión hasta su destrucción, ¿o no? Ahora bien, ¿es necesario ubicar el surgimiento del establecimiento de ese cuerno en 533 en el tiempo que decimos que se convirtió en un poder monárquico? A mí me parece que esa es la cuestión. ¿Es ésa nuestra posición? ¿Es ésa una posición correcta? ¿Es ésa una posición necesaria? ¿No había un poder del cuerno mucho tiempo antes?

E. R. PALMER: Esa es una cuestión muy grave. Si la cosa no se estaba desarrollando, si no estuvo creciendo durante mucho más que 1260 años, entonces hubo ciertos desarrollos que eliminaron los 1260 años de una manera definida.

A. G. DANIELLS: Como un poder vivo, actuante, la bestia, por medio de varias medidas en diversas épocas, hizo varias cosas. Ahora bien, una de las cosas que el cuerno pequeño hizo fue atacar a Jesús por medio de su ley y el sábado. Ciertamente lo hizo antes de que llegara ese decreto de Justiniano. ¿No hay peligro en reconocerlo como un poder representado por un cuerno antes de que se anunciara el decreto? Si eso no es necesario, ¿entonces qué hay de malo en reconocer el cumplimiento de la profecía cuando fue dividida en diez partes?

W. W.. PRESCOTT: Aquí hay otra dificultad, y es que fijamos el Concilio de Laodicea en la fecha más tardía, antes de la ruptura del imperio, así que tenemos esa acción. Si atribuimos mucha importancia al Concilio de Laodicea, fue antes de que comenzara la división del imperio.

M. C. WILCOX: ¿Consideraremos el inicio de ese poder representado por un cuerno, la suposición del poder mismo, o el reconocimiento de esa toma de posesión por parte del estado?

W. W. PRESCOTT: Lo tomamos desde el comienzo mismo, cuando Constantino llegó a Roma, cuando Atila apareció frente a Roma. ¿Era el papa el poder principal en ese tiempo? ¿No hizo retroceder a Atila? ¡Sí! Entonces, ¿no podemos retroceder aun hasta ese tiempo? ¿Cuál fue un gran paso en la toma de posesión de ese poder? ¿Cuando Constantino llegó a Roma y apareció el papa? Eso fue an la primera parte del siglo cuarto. Ahora bien, como el hermano Palmer indicó, los 1,260 años marcan una fase especial de ese poder romano, y allí como que entra en esa profecía bajo ese tema, pero no veo cómo podemos dejarlo fuera de eso porque hay cosas que aparecen en ese entonces que son muy vitales.

H. C. LACEY: Yo también me enfrenté a eso cara a cara durante un tiempo, y trato de adherirme a nuestro punto de vista tradicional. Nuestro libro dice 538. Hemos cambiado eso a 533, y continúa 126 años. Creo que hay mucha verdad en eso. Parece que el sábado fue cambiado antes de eso. La iglesia se volvió a la observancia del domingo antes de 533 o 538.

A. G. DANIELLS: Usted dijo nuestra posición de que el papado surgió en 538. ¿Quiso usted decir que fue en ese momento cuando recibió el poder supremo?

H. C. LACEY: ¿Podríamos decir que el papado hizo algo antes de ese tiempo especial cuando quizás el papado surgió de la manera a la que nosotros nos referimos? He usado este pequeño incidente al que se hizo referencia, acerca de la mujer que azotaba al emperador. Una anciana andaba ufanándose de que había azotado al emperador, porque ella lo puso sobre sus propias rodillas y le dio una azotaina. (C. P. BOLLMAN: Ha debido continuar haciéndolo [Risas]). No fue al emperador al que azotó. Era la misma persona que se convertiría en emperador de ella antes de mucho. Encuentro que la Biblia trata de esta misma manera el nacimiento de Jesucristo. No llegó a ser el Cristo sino hasta el año 27 A. D., pero se dice que nació en el año 5 A. D. Esa es una fecha exactamente análoga. El papado puede surgir en 538, pero la iglesia apóstata se desarrolló antes, y poco después cambió el sábado.

¿No podemos tener una figura de prolepsis? Algunos consideran el símbolo en lugar de la cosa a la que se hace referencia, como cuando la hermana White dice que el papa cambió el sábado. Ella consideraba el papa como representante de ese sistema. No se proponía identificar a un papa en particular, sino sólo en términos generales. Decimos que esta es la la casa del rey, del concilio. "El rey" simplemente representa al gobierno, y el papa representa el papado. La iglesia apóstata cambió el sábado. Poco a poco, el cambio se desarrolló, y luego el papa puso la mano en la institución del domingo y la elevó de categoría.

Y así, como está en la actualidad, el gran patrocinador de la observancia del sábado es el papado.

W. W. PRESCOTT: ¿No es verdad, un hecho de la historia, que el papado ejerció mayor poder político en los siglos cuarto y quinto que bajo Justiniano?

LACEY: Ciertamente.

C. M. SORENSON: Todos reconocemos que una correcta explicación incluye todos los hechos del caso. Por supuesto, esa es la única explicación que reconoce todos los hechos del caso, y es la explicación ideal que procuramos.

Hemos estado hablando de hacer que la Biblia diga ciertas cosas, y por supuesto, eso es erróneo. Pero hay otra mala práctica, y es hacer que la historia diga ciertas cosas. Ese es uno de los malvados legados que nos dejó el liderazgo de A. T. Jones. Sus libros están llenos de esa práctica, y los hemos destinado al montón de basura. Contienen algunos hechos, pero éstos están prejuiciados por ideas preconcebidas.

Ahora bien, aquí hay otro punto: No hay ninguna conexión entre arrancar tres cuernos y entregar los santos en sus manos durante tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. Sería mejor que mantuviéramos esas dos líneas absolutamente separadas.

Por lo que concierne a la posición del papado, no ocurrió ningún cambio tremendo en 533. Hay esa cuestión de la supremacía. ¿Comprendemos el uso de eso? Hubo un tiempo en que el papado era el poder supremo en Europa - desde el 1100 hasta el 1300. El papado no fue supremo en ningún sentido ordinario del término durante 1,260 años, pero sí ejerció dominio sobre el pueblo de Dios.

M. C. WILCOX: Yo he estado tratando de hallar un término adecuado. ¿Qué sugiere usted?

C. M. SORENSON: La palabra "dominio".

M C. WILCOX: Esa es la palabra que yo he estado usando -- dominio papal.

C. M. SORENSON: Durante esos doscientos años, el papado ejerció realmente supremacía política sobre todo el resto de Europa y la civilización. El rey  John, en la cúspide de ese período, entregó su reinado al papa.

W. W. PRESCOTT: Hermano Sorenson, ¿se puede decir que el dominio papal comenzó en 533? 

C.M. SORENSON: En ese tiempo, hubo un decreto legal de Justiniano. Pero el dominio real sobre el pueblo de Dios disminuyó al principio y al final por amor a los escogidos. Parece haber disminuido un poco al principio, pero más especialmente al final de ese período.

W. W. PRESCOTT: Lo sé, hermano presidente. Fue una gran sorpresa para mí después de que hube leído nuestros libros, cuando leí la historia y descubrí que la supremacía papal sólo tuvo lugar desde 1100 hasta 1300, gradualmente alcanzó ese clímax, y luego se desvaneció gradualmente. Creo que hemos usado ese término "supremacía" muy descuidadamente. Hemos oído y hemos leído que, en 538, el papa alcanzó la supremacía, pero fue en ese mismo año cuando fue absolutamente humillado.

C. M. SORENSON: Ése fue uno de los peores años que tuvo en su vida.

W. W. PRESCOTT: Y sin embargo, leemos en nuestros libros y oímos en nuestros sermones que, en 538, el papa alcanzó la supremacía. Si hay alguna manera de corregir estas afirmaciones, ojalá se hiciera.

W. L. BIRD: La Edad Media debería debería ser considerada de la misma manera.

C. P. BOLLMAN: Sólo me gustaría leer la profecía. "Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos". [Daniel 7:7 -- N. del T.]. 

Ese es un cuadro de 478.

"Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas". [Daniel 7:8 -- N. del T.]. 

¿Cuándo surgió este cuerno pequeño? ¿Entonces, o doscientos o trescientos años antes? Dice: "Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí, salía entre ellos". Y el término "otro" le dice a mi mente que los diez cuernos estaban allí cuando el cuerno pequeño surgió. Surgió "entre ellos". Deben haber estado allí, de lo contrario, el cuerno pequeño no podría haber surgido entre ellos, y deben haber estado allí, de lo contrario no podría haber habido "otro". Me parece que tendremos que resolverlo según los lineamientos indicados por el profesor Lacey. Creo que atribuimos a este poder algunas cosas que, en realidad, se hicieron antes.

A. G. DANIELLS: Esto es muy interesante y de mucho provecho, y lo que se ha dicho aquí muestra que se requiere un estudio cuidadoso, y comparar puntos de vista y enseñanzas.

Consideremos cómo la revelación de estos espinosos problemas influyó, o puede haber influido, para que el Dr. Samuele Bacchiocchi comenzara a caminar por el sendero iconoclasta que le condujo, sin proponérselo, a convertirse en un poderoso "testigo hostil" contra la doctrina del sábado y las afirmaciones proféticas de Ellen White.

BACCHIOCCHI INTENTA REFUTAR A D. M. CANRIGHT

El principio del fin de la credibilidad de la creencia sabadista modelo comenzó en el año 1977 con la publicación del controvertido libro del Dr. Samuele Bacchiocchi From Sabbath to Sunday [Del sábado al domingo]. Este libro, investigado por este teólogo Adventista del Séptimo Día y erudito sabático, intentó refutar los argumentos antisabadistas del archiapóstata líder ASD D. M. Canright. Canright, el más importante líder de alto nivel que jamás renunciara al adventismo, abandonó la Iglesia en 1887 y comenzó a confrontar a sus anteriores asociados tanto con las imposibilidades bíblicas e históricas del sábado como las fraudulentas afirmaciones de Ellen White. Su opinión de ella era especialmente digna de consideración porque había trabajado hombro con hombro con Ellen y su esposo, James, por años antes de su asombrosa apostasía.

Su investigación de la cuestión del sábado y el domingo fue la más extensa desde la obra de Peter Heylyn, que había investigado el tema para el rey James en Inglaterra. En general, nuestro estudio de la interacción entre líderes adventistas y D. M. Canright indica que los primeros pasaron poco tiempo intentando responder a los hallazgos de la investigación de él, pero mucho tiempo tratando de desacreditar su carácter. Desafortunadamente, de alguna manera, en círculos adventistas se inició el rumor de que Canright se había retractado de su apostasía en su lecho de muerte. Uno de esos relatos decía que estaba sollozando porque había perdido su vida eterna. De manera interesante, Canright había anticipado que la Iglesia probablemente iniciaría rumores como éstos después de su muerte, así que en cada libro que publicaba incluía una sección titulada "Mi posición actual" para hacer más difícil que tales rumores alcanzaran credibilidad. Yo atribuyo esta idea a un artículo escrito por un ex-adventista, "Wiredog", en https://outofadventism.wordpress.com/2011/04/08/canright-be-wrong-give-it-a-rest/

También, el 8 de marzo de 1916, Canright firmó una declaración jurada dando fe del hecho de que no se había retractado del adventismo. (Murió el 18 de mayo de 1919). Se puede ver una fotocopia de esta declaración jurada en este link de Internet, y se puede ver el texto de ella yendo a nuestro calendario histórico para 1916. http://outofadventism.files.wordpress.com/2011/04/affadavit2.jpg

Además, véase nuestro calendario histórico para 1916 para ver el texto de la declaración jurada.

Cortesía de la colección de Robert K. Sanders de documentos relacionados con los Adventistas, podemos presentar evidencia de que él no se retractó entre 1916 y su muerte en 1919. En 1939, Howard C. Fulton, pastor de la Iglesia Bautista de la Avenida Belden, respondió a una pregunta de un cierto hermano Keithly con respecto a si Canright alguna vez se había retractado. Fulton responde, como se verá en una fotocopia de esta carta (Véase el calendario histórico para 1939) que él tiene una declaración de la sobrina de Canright, puesta por escrito por la hija de Canright, la Sra. Geniveve C. Day [algunas fuentes dan su apellido como "Dey"], que no hay nada de cierto en estos rumores. La sobrina era Adventista del Séptimo Día, y lo había cuidado mientras estuvo en el hospital donde murió. La probable conexión aquí era que Canright había pastoreado una iglesia Bautista en e área de Grand Rapids algún tiempo después de abandonar la Iglesia Adventista.

En 1888, los líderes Adventistas publicaron el primer libro de la Iglesia contra Canright, Replies to Elder Canright [Respuestas al pastor Canright], anticipándose a que él pronto publicaría un libro completo anti-Adventista. Canright publicó ese libro, Seventh-day Adventism Renounced [Mi renuncia al Adventismo del Séptimo Día], un año más tarde, en 1889. Gracias a que la Iglesia se adelantó, Canright pudo referir sus refutaciones de las impugnaciones de ellos a los números de página de Replies to Elder Canright. Debido a que a los líderes Adventistas les gustaba poner todo por escrito, tenemos un registro exacto de cuánto sabían los líderes de la Iglesia y desde cuándo lo sabían, en relación con los graves problemas con la doctrina del sábado. Después, la Iglesia publicó una versión completa de su libro contra Canright, Replies to Elder Canright´s Attacks on Seventh-day Adventists [Respuestas a los ataques del pastor Canright contra los Adventistas del Séptimo Día] (Review and Herald), en 1895. Por consiguiente, tenemos abundancia de evidencia del intercambio de argumentos a favor y en contra del sábado entre Canright y los líderes de la Iglesia de su tiempo, incluyendo su reprensión a esos líderes por saber que, durante cuarenta años, no habían podido explicar las implicaciones, fatales para el sábado, de Colosenses 2:14-17. Canright sabía mucho de la lucha de la Iglesia por defender su doctrina del sábado, pues había predicado a favor del sábado por décadas como líder ASD de alto perfil.

Aparentemente, el propósito de Bacchiocchi al escribir From Sabbath to Sunday era probar que, aunque Canright tenía razón con respecto a un detalle -- que el sábado mencionado en este pasaje es una referencia al sábado semanal -- estaba errado acerca de su propia conclusión de que este hecho significaba que el sábado es una ordenanza judía caduca cuyo cumplimiento no se requiere de los cristianos. Para imponer esta interpretación pro-sabadista a Colosenses 2:14-17, el Dr. Bacchiocchi no tenía más opción que judaizar el cristianismo hasta el punto de que ni los adventistas perceptivos ni los evangelistas podrían aceptarlo. Vale la pena observar que Bacchiocchi no tuvo ningún problema en ese momento en reconocer que la lingüística de este pasaje prohibe cualquier otra possible interpretación que no sea la de que el sábado de este pasaje es el sábado semanal del Decálogo. También tuvo la visión de reconocer que, a menos que hubiese una respuesta para este problema, este pasaje niega claramente cualquier apoyo bíblico para enseñar que los cristianos deben guardar el sábado judío.

Debido a que Bacchiocchi nunca hizo concesiones acerca de su teoría de que las "sombras" que Pablo hizo a un lado eran las leyes humanas de los judaizantes, no las ordenanzas mismas, sus cambiantes puntos de vista acerca de la referencia al sábado en Colosenses 2:14-17 no disminuyó el nivel extremo de la judaización del cristianismo, que era característico de su enfoque. Sus puntos de vista revisados tampoco negaban su desafío tácito a las afirmaciones proféticos de Ellen White de ninguna manera significativa.

El Dr. Bacchiocchi también buscaba demostrar que, aunque D. M. Canright estaba en lo cierto al enseñar que  la observancia universal del domingo llegó demasiado temprano para que fuese atribuida a la influencia de la Iglesia Católica Romana, el "abandono", por parte de la iglesia primitiva, de la observancia del sábado todavía era resultado de la apostasía. Esta segunda concesión a lo correcto de los hechos de Canright -- pero no a sus conclusiones sobre esos hechos -- contradice de plano la afirmación de Ellen White de que Dios le había mostrado en visión que la Iglesia Católica era responsable de haber cambiado el día de reposo del sábado al domingo.

En nuestra introducción, explicamos que Oriente fue el centro de poder en el mundo cristiano durante los primeros 500 años o más de la fe. Discutimos cómo la doctrina y la práctica cristianas se desarrollaron en Oriente. Presentamos el hecho de que la Iglesia Ortodoxa de Oriente fundó muchas de las iglesias de Occidente y tuvo un alto grado de control sobre esas iglesias, incluyendo la iglesia de Roma. Mencionamos que, en ocasiones, la iglesia de Oriente había depuesto obispos de Roma que se habían alejado demasiado de las ideas ortodoxas. Señalamos que los estudios doctorales del Dr. Bacchiocchi fueron hechos en Roma a principios de la década de 1970, e indicamos que, posiblemente, sus profesores del Vaticano no hicieron énfasis en la supremacía de la Iglesia Oriental lo suficiente como para ayudarle a captar cuán improbable era que Roma hubiese podido desarrollar el concepto de la observancia del domingo, mucho menos imponerlo a los otros obispados del entonces mundo cristiano.

Si bien el primer papa de la Iglesia Católica Romana, Gregorio el Grande,
se instaló en 596 A. D. y reinó en 596-604 A. D., los grandes concilios de la Iglesia todavía tenían lugar en Oriente, incluyendo uno en 787 A. D. (Segundo Concilio de Nicea), y el último en 869 A. D. (Cuarto Concilio de Constantinopla). Por tanto, con toda probabilidad, el papa de la Iglesia de Occidente (Roma) no habría tenido el poder para desarrollar y dictar doctrinas cristianas sino hasta después del 869 A. D., y ciertamente no antes de 787 A.D.

Bastante antes de la apostasía de Canright, y mucho antes del tiempo de Bacchiocchi, J. N. Andrews, el verdadero primer erudito sabático del Movimiento Adventista, citó fuentes históricas que decían que la observancia del domingo ya se había difundido para fines del siglo segundo (o 200 A.D.). En su edición revisada de 1873 de History of the Sabbath and the First Day of the Week [Historia del sábado y del primer día de la semana], cita a un respetado historiador de época muy temprana, Joachim Meander (1650-1680), que dijo esto:

Ahora leamos lo que Neander, el más distinguido de los historiadores de la iglesia, dice de esta autoridad apostólica en la observancia del domingo:

"Como todas las otras festividades, la del domingo fue siempre una ordenanza humana, y estaba lejos de las intenciones de los apóstoles establecer un mandamiento divino a este respecto. Lejos de ellos, y de la iglesia apostólica primitiva, transferir las leyes del sábado al domingo. Quizás a finales del siglo segundo, había comenzado a tener lugar una falsa aplicación de esta clase; porque, por esa época, los hombres parecen haber considerado pecado trabajar en domingo. (Énfasis de los autores).

Lo absurdo de la teoría de Ellen White sobre la Iglesia Católica Romana es evidente por sí solo. No es posible que Andrews haya dejado de ver que la teoría de White era contraria a todos los hechos que había a su disposición en ese tiempo. Canright no había descubierto nada nuevo, y Bacchiocchi no se había tropezado con nada que Andrews y Canright no supiesen. La investigación de Bacchiocchi apenas proporcionó aclaraciones adicionales al proceso del "abandono" del sábado y fijó una fecha más exacta para cuándo el proceso había madurado más plenamente, 140 A. D. Ciertamente, el proceso había alcanzado su pleno desarrollo, puesto que, para el año 200 A.D., trabajar en domingo era considerado pecado.

Es importante que nuestros lectores comprendan que Andrews, Canright, Bacchiocchi y nosotros tres, los que escribimos este libro, admitimos que la observancia del domingo era "universal" para fines del siglo segundo, y que siempre ha habido pequeños grupos de creyentes en la observancia del sábado. Cuando los actuales autores se ponen del lado del Dr. Bacchiocchi acerca de la fecha del 140,queremos decir que, para esa época, la vasta mayoría de los cristianos de todo el mundo no observaban el sábado judío, que el principal reconocimiento del concepto del sábado era celebrarlo como día festivo en ciertos puntos del calendario litúrgico, y que tenían culto en domingo. Además, sabemos que las iglesias ortodoxas griegas nunca guardaron el sábado porque sus bien llevados archivos prueban esto, y creemos que toda la evidencia apunta al hecho de que la iglesia de Roma recibió sus doctrinas y prácticas del Oriente mucho antes de que hubiese tal cosa como el papado o la Iglesia Católica Romana.

Aunque el Dr. Bacchiocchi, o era ignorante de la abrumadora supremacía de la Iglesia de Oriente durante estos primeros siglos, o decidió ignorar este hecho, admitió tácitamente que Ellen White había mentido sobre sus visiones sobre el sábado, se vio obligado a desarrollar una serie de teorías alternas para mantener su agenda personal para demostrar, de alguna manera, que la Iglesia de Occidente era, sin embargo, responsable del llamado "cambio de día". La teoría del reemplazo que él desarrolló para explicar el fenómeno del "abandono" del sábado en Occidente -- la Teoría Judía de la Persecución -- no fue aceptada por los eruditos bíblicos porque contrastaba gravemente con los hechos de la historia secular y eclesiástica. Tampoco ayudó que Bacchiocchi se viera obligado a admitir que no podía demostrar ningún enlace entre el culto al sol y la adopción de la observancia del domingo por parte de los cristianos. Comentaremos esta concesión clave suya en un capítulo subsiguiente.

LA RESPUESTA EVANGÉLICA A BACCHIOCCHI   

Tanto adventistas perceptivos como evangélicos cuidadosos pronto vieron que el intento de Bacchiocchi de dar vuelta al "cañón" de Colosenses 2:14-17 y apuntarlo a los rostros de sus oponentes antisabadistas era una estratagema barata. El hecho de que tuviera acceso a los incomparables recursos del Vaticano mismo pero no pudiera usar esos recursos para desarrollar un análisis creíble de por qué los cristianos abandonaron el sábado judío en favor de la observancia del sábado indicaba que tampoco era posible que nadie más lo hiciera.

Tres factores se combinaron para galvanizar a la comunidad evangélica para que intensificase el ya existente programa de investigación sobre la Cuestión del Sábado y el Domingo y lo convirtiera en un proyecto tipo Manhattan, decidido a poner fin al debate de una vez por todas.

  1. La autoridad de las credenciales eruditas del Dr. Bacchiocchi como graduado de la Pontificia Universidad Gregoriana del Vaticano.
  2. La judaización del cristianismo, que resultó de su enfoque original de 1977 sobre Colosenses 2:14-17.
  3. La agresividad de su esfuerzo para convertir al clero evangélico vendiendo a gran escala su libro a líderes evangélicos y al clero evangélico.
El erudito evangélico D. A. Carson y un equipo de respetados eruditos bíblicos ya habían estado trabajando en un proyecto de investigación sobre la Cuestión del Sábado y el Domingo cuando el Dr. Bacchiocchi publicó From Sabbath to Sunday  en 1977. Este evento funcionó poniendo su programa en alta velocidad, y se hizo una notable serie de descubrimientos entre 1977 y 1982. El descubrimiento más importante fue el de que, en el hebreo original, Moisés, escribiendo en Génesis 2, Éxodo 16 y Éxodo 20, usó un extenso número de indicadores literarios para explicar que la ordenanza del sábado no comenzó en la creación, que fue introducido por primera vez cuando se dio el maná en la época del Éxodo, y que era una nueva ordenanza que sólo seguía el modelo de la semana de la creación. En 1982, Carson y su equipo publicaron sus descubrimientos en su libro From Sabbath to Lord´s Day [Del sábado al día del Señor]. Cada capítulo tenía la autoría de un experto en su campo, y cada capítulo estaba dirigido a una debilidad específica en los métodos de investigación y las conclusiones del Dr. Bacchiocchi. Después de 1982, la única excusa para las enseñanzas sabáticas es una falta de conocimiento de la investigación del equipo Carson.

EL DESCUBRIMIENTO LINGÜÍSTICO HEBREO

La razón de que las enseñanzas antisabadistas de Génesis 2, Éxodo 16 y Éxodo 20 no fueran ampliamente reconocidas antes de que fuera publicada la investigación Carson fue la frecuente utilización, por parte de Moisés, de convencionalismos singulares de uso del hebreo. Estos mecanismos lingüísticos no pueden traducirse satisfactoriamente en ningún otro idioma. Por ejemplo, sólo un hebreo leyendo en hebreo (o un erudito con una comprensión casi nativa del idioma) entendería lo que Moisés "dijo" cuando añadió la frase sufija: "Y fue la tarde y la mañana el día séptimo", como lo había hecho, respectivamente, después de su descripción de lo que tuvo lugar en los otros días de la semana de la creación. Como explicaremos más tarde, este fue un convencionalismo establecido que limita la aplicación de los sucesos de ese día a ese mismo día. Los que estudian idiomas extranjeros pronto se encuentran con el hecho de que hay palabras, frases, y conceptos que simplemente no pueden traducirse completamente de un idioma a otro. Este es sólo uno de muchos singulares convencionalismos de uso del idioma hebreo que Moisés utilizó para alcanzar un nivel de claridad que era imposible que fuese malentendido.

Hasta que apareció el enfoque iconoclástico del Dr. Bacchiocchi defendiendo el sábado, los eruditos evangélicos y ortodoxos no habían tenido ningún motivo particular para examinar en profundidad lo que Moisés había dicho acerca del sábado en hebreo original, ni tampoco pasar ningún tiempo considerable tratando con un problema que parecía haber sido resuelto durante la crisis sabática de la época del rey James. Los teólogos sabadistas evitaban este tema deliberadamente. La naturaleza humana sugiere que, de haber sido un erudito sabadista el que descubrió lo que Moisés quiso "decir" realmente, se habría sentido inclinado a sacarlo de su mente y hacer como que lo que había visto no estaba allí. Con seguridad, no le habría contado lo que había descubierto a la iglesia sabadista que le pagaba su salario.

Nuestra comprensión relativamente nueva de la lingüística hebrea explica por qué los judíos siempre han creído que el sábado fue dado por primera vez en la época del Éxodo, y por qué creen que el sábado fue dado a Israel solamente. El pueblo hebreo entiende su propio idioma. Más tarde, examinaremos los problemas que hay con la afirmación del Dr. Bacchiocchi de que los judíos llegaron a enseñar que el sábado fue dado para ellos solamente, por una conveniencia política que se desarrolló varios cientos de años antes del nacimiento de Cristo.

Puesto que se ha sabido con certeza desde 1982 que el sábado no se originó en la creación, es sorprendente para cualquiera, desde la publicación del libro de Carson From Sabbath to Lord´s Day, que alguien haya pretendido escribir un libro defendiendo la doctrina del sábado afirmando que es una ordenanza de la creación. En sus libros subsiguientes sobre el sábado, el Dr. Bacchiocchi y sus sucesores continuaron usando el argumento del sábado en la creación como base para el modelo de la doctrina del sábado. En realidad, mientras más se descubren y articulan otras clases de argumentos antisabadistas, más golpean la mesa estos teólogos ASD y afirman que, puesto que el sábado es una ordenanza de la creación, no hay ningún argumento válido posible contra el sabadismo.

OTROS DESCUBRIMIENTOS DEL EQUIPO CARSON

El equipo Carson redescubrió el principio de que la observación de la ordenanza de la circuncisión es un requisito previo para la observancia del sábado, bien que esa persona sea un judío o un prosélito de la fe judía. Este hecho ha sido conocido por los cristianos desde el mismo comienzo. Los fundadores del cristianismo eran judíos ellos mismos, y los judíos han entendido el principio de la sujeción de la ordenanza del sábado desde el tiempo de Moisés hasta la actualidad. Entonces, lo que el equipo Carson logró fue demostrar (proporcionar evidencia más allá de toda duda sensitiva) que el concepto de que los cristianos tienen que guardar al sábado judío desafía lo que la Biblia enseña claramente cuando se la estudia con el propósito de comprender sus temas principales, principios y dispensaciones.

El equipo Carson también descubrió la importancia de la controversia en la iglesia de Oriente. Como apoyo para el principio de que la doctrina y la práctica cristianas fueron establecidas por la iglesia de Oriente, observaron que el obispo de Roma ni siquiera pudo persuadir a los otros obispados de adoptar el día del año que él deseaba designar como pascua. La controversia de la pascua fue dilucidada en el Primer Concilio de Nicea, celebrado en Oriente en 325 A.D., y no eligió el día impulsado por el obispo de Roma. El emperador de Roma escribió cartas a los otros obispos en todo el imperio instándolos a cooperar adoptando unánimemente el día seleccionado por el Concilio. Proporcionaremos la referencia de Carson más tarde en el contexto de una discusión más completa de este tema. Véase también el artículo en línea de la Enciclopedia Católica "Controversia Sobre la Pascua". Si el obispo de la Iglesia de Roma no pudo conseguir que las otras iglesias del mundo cristiano adoptaran para la Pascua el día que él había elegido, ¿cómo podía cualquiera pensar que él podía persuadirlos de que adoptaran un día de culto diferente del que ellos supuestamente habían estado guardando por cientos de años?

LA RESPUESTA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA A BACCHIOCCHI

La respuesta de los pensadores adventistas perceptivos

Dentro de cuatro años de la publicación de From Sabbath to Sunday, el mundo tenía una respuesta para las enseñanzas radicales del Dr. Bacchiocchi en el perceptivo y brillante teólogo Adventista del Séptimo Día [ahora ex-adventista] Robert D. Brinsmead, que publicó su autorizado ensayo "Sabbatarianism Re-examined" [El sabadismo reexaminado] en 1981. Esta obra integraba recientes investigaciones eruditas sobre la cuestión del sábado con antiguos conocimientos antisabadistas. Sus principales contribuciones al debate sobre el sábado y el domingo incluían la importancia del cuadro, recientemente aparecido, de la tremenda diversidad de la iglesia primitiva, la relación de la circuncisión con la observancia del sábado en el pensamiento judío, y la diferenciación judía entre la Torá y la ley de Noé. Brinsmead es un australiano acaudalado que parecía haber tenido el lujo de tiempo abundante para investigar la cuestión del sábado durante los cuatro años que siguieron a la publicación del libro del Dr. Bacchiocchi en 1977. En 1982, Brinsmead publicó un suplemento a "El sabadismo reexaminado", titulado "A Digest of the Sabbath Question" [Un resumen de la cuestión del sábado], que proporcionaba apoyo erudito adicional para sus principales puntos con alguna información adicional. La calidad de su segundo trabajo antisabadista indicaba que había invertido incontables horas de estudio adicional -- un lujo que podía darse como resultado de ser acaudalado, independiente, y por lo tanto, no estar motivado por el temor a perder su empleo en la iglesia.

Como mencionamos antes, los Adventistas del Séptimo Día perceptivos pronto se dieron cuenta de que el Dr. Bacchiocchi insultaba las afirmaciones proféticas de la profetisa de la Iglesia, Ellen G. White. Este ataque sin precedentes contra el don profético de ella por parte de un profesor de seminario hizo que algunos pensadores adventistas
perceptivos vieran problemas con el sabadismo que probablemente jamás habrían notado si el Dr. Bacchiocchi no hubiese demostrado que el sabadismo conducía inevitablemente a sus "absurdas" conclusiones. El resultado fue que los estudios de estos hombres hicieron que abandonaran el sabadismo. He aquí lo que vieron:

Primero. La doctrina del Dr. Bacchiocchi de que los cristianos -- para creer que el sábado no estaba clasificado por Pablo como una "sombra" anticuada -- también debían creer que los cristianos estaban obligados a guardar las leyes dietéticas judías, los sábados anuales, y los sábados mensuales (las celebraciones/observaciones de la luna nueva), contradiciendo directamente una doctrina enseñada por Ellen G. White, la cual afirmaba que Dios le había mostrado que todas las "leyes ceremoniales" habían sido clavadas en la cruz.

Segundo. El Dr. Bacchiocchi distinguía claramente entre la Iglesia de Roma, que existió por cientos de años antes de que existiera la Iglesia Católica Romana, por un lado, y la Iglesia Católica Romana misma, que creció de la Iglesia de Roma para convertirse en el papado, por el otro, siendo el primer papa coronado alrededor del año 600 A.D. Bacchiocchi enseñaba que fue la Iglesia de Roma la que inició la descontinuación de la observancia del sábado, y que la Iglesia Católica Romana simplemente fortaleció la observancia del domingo apilando sobre el domingo honores más y más grandes. Como comentaremos más adelante, Bacchiocchi enseñaba la Teoría de la Persecución Judía de que la Iglesia de Roma se distanció de la observancia del sábado porque el Imperio Romano perseguía a los judíos en esa época y la Iglesia de Roma no quería que los romanos siguieran el enlace de la observancia del sábado hasta los cristianos. Así, pues, Bacchiocchi contradecía directamente las afirmaciones de Ellen White acerca de cómo la observancia del sábado fue abandonada a favor del domingo.

Fueron las investigaciones de Robert D. Brinsmead, combinadas con las del equipo de D. A. Carson, las que motivaron a los adventistas perceptivos a abandonar el adventismo después de estudiarlo y a iniciar el nuevo movimiento antisabadista que en la actualidad amenaza a las iglesias observadoras del sábado, especialmente la Iglesia Adventista del Séptimo Día.                                          

LO QUE LA IGLESIA HIZO ACERCA DE LA TEOLOGÍA DE BACCHIOCCHI

Los líderes Adventistas del Séptimo Día hicieron como que el problema de Bacchiocchi no existía. Bacchiocchi se convirtió en el primer teólogo Adventista en perder su empleo como resultado de enfrentarse a Ellen White sobre cosas que ella había atribuido a visiones de Dios. Los Adventistas conservadores estaban horrorizados. El adventismo no se atrevía a reconocer la existencia de algunos de los más nuevos argumentos antisabadistas, mucho menos tratar de refutarlos, porque hasta la mención de la mera posibilidad de que tales cosas pudieran ser ciertas, podría sembrar semillas de duda que podrían hacer que un perceptivo seguidor de Ellen White comenzara a cuestionar cosas que, como Adventista, "era mejor no tocar". En vez de eso, la Iglesia continuó pagando al Dr. Bacchiocchi su salario de seminarista, y él continuó escribiendo libros para defender su obra de la creciente tormenta de críticas que el libro From Sabbath to Sunday llovían contra él tanto de parte de Adventistas que habían abandonado el Adventismo después de estudiarlo, como de parte de la comunidad evangélica. En 1998, publicó el libro Sabbath Under Fire [El sábado bajo fuego enemigo], calculado para responder a las acusaciones dirigidas contra él por sus oponentes antisabadistas durante las dos décadas anteriores. También modificó su posición acerca de qué exactamente fue clavado en la cruz en Colosenses 2:14-17. (Más adelante, comentaremos en detalle esta nueva posición). Luego, pasó a publicar una serie de tres libros que enseñaba a los cristianos cómo guardar los días sagrados judíos que él creía todavía tenían una relevancia que se extiende a la dispensación cristiana -- reforzando así su inevitable enseñanza consecuente de que los cristianos deben guardar todas las ordenanzas judías mencionadas, junto con el sábado semanal, en este pasaje.

Treinta años después de que el Dr. Bacchiocchi publicó su desastrosa defensa de la doctrina del sábado, la Iglesia encargó al Dr. Skip MacCarty (que en ese tiempo servía en el equipo pastoral de la Iglesia Pionera Memorial de la Universidad de Andrews, donde está situado el Seminario del Séptimo Día) que escribiera otra completa apología de la doctrina del sábado de la Iglesia. Uno creería que los líderes adventistas querrían enterrar para siempre el recuerdo del fiasco sabático de Bacchiocchi, pero éste no fue el caso. Desafortunadamente, el comité director de MacCarty parece haberle guiado en la preparación de un libro que sólo volvería a mezclar las fallidas ideas del Dr. Bacchiocchi y las presentaría en un paquete más atractivo. Más adelante, revisaremos en detalle la teología del libro de MacCarty, publicado en 2007, In Granite or Ingrained? [¿En granito o inculcado?].

La Iglesia pagó los salarios de otros teólogos Adventistas para que crearan todavía más teorías para ayudar a que  la cuestión del sábado

tuviera más sentido que el Dr. Bacchiocchi. Más adelante, examinaremos el libro Out of  Easter Theory [Teoría de la Pascua], tal como fue articulado por Kenneth A. Strand, y Animal Sacrifices Theory [Teoría de los sacrificios animales], desarrollado por el Dr. Ronald du Preez, titulado Judging the Sabbath: Discovering What Can´t Be Found in Colossians 2:16 [Juzgando el sábado: Descubriendo lo que no puede hallarse en Colosenses 2:16] , que intenta hallar una explicación para las implicaciones antisabadistas de Colosenses 2:14-17 de una manera que contradiga al Dr. Bacchiocchi y, si tuviese éxito, proporcionar un regreso al argumento ASD tradicional de que el sábado de Colosenses 2:14-17 es en realidad sólo una referencia a un "sábado ceremonial" lo que, a su vez, significaría que Pablo no consideraba el sábado semanal del Decálogo como una "sombra" anticuada. Además, examinaremos "Dual Day Theory" [La Teoría del día doble] desarrollada por la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día como alternativa a la fallida Jewish Persecution Theory del Dr. Bacchiocchi.

En resumen, antes del Dr. Bacchiocci, nunca había habido ninguna pronunciada confusión interna en el Adventismo, pero no ha tenido fin el caos en la teología Adventista desde la publicación de su primer libro en 1977.

LO QUE LA IGLESIA HIZO CON EL PROBLEMA ELLEN WHITE-CANRIGHT-BACCHIOCCHI

Era un día de actividad normal para los Adventistas del Séptimo día. ¡Ignóralo y espera que se vaya!  ¡Tápalo! ¿Acelera la campaña de desinformación! El Dr. Bacchiocchi demostró que era imposible que fuera correcta la afirmación de Ellen White de que Dios le había mostrado que la Iglesia Católica Romana había cambiado el sábado. Si se supone que el cristianismo es racional, las reglas de la lógica exigen que ella sea clasificada como una falsa profetisa. Sin embargo, este modus operandi no era nada nuevo para los líderes Adventistas. Sólo tres años después de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día se organizó oficialmente en 1863, los líderes de la Conferencia de Iowa, Snook y Brinkerhoff, documentaron sus encubrimientos mentirosos y fallidas profecías en su libro The Visions of E. G. White Not of God  [Las visiones de E. G. White no son de Dios], publicado en 1863. Ellos ni siquiera conocían su hábito de plagiar las obras de otros escritores mientras afirmaba, al mismo tiempo, que la información llegaba a ella en visiones de Dios. Sin embargo, los líderes de la iglesia no quedaron impresionados. La misma Ellen White fue una de las principales fundadoras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Para cuando D. M. Canright apostató en 1877 y comenzó a escribir libros que confrontaban a los líderes Adventistas con todavía más pruebas de que ella era un fraude, la Iglesia se había vuelto tan fuerte financieramente que no tenía ningún interés en repudiarla. Sin embargo, para 1919, se estaba volviendo muy difícil continuar la práctica de ofrecer excusas por sus continuos fracasos en pasar las pruebas bíblicas de un profeta. En 1899, White escribióuna carta al Dr. John Harvey Kellogg reprendiéndolo por haber construido un edificio en Chicago con fondos desviados del Sanatorio de Battle Creek en Michigan. Kellogg estaba avergonzado en extremo, pero se vio obligado a rechazar como falso el "testimonio" de ella -- lo cual creó una oleada de censura contra él por parte de sus colegas Adventistas, puesto que había rechazado un mensaje de la Mensajera Especial del Señor. Varios años más tarde, Ellen admitió que, cuando tuvo la visión -- y cuando escribió su testimonio de reprensión al Dr. Kellogg -- ella había creído que aquel edificio o aquellos edificios había o habían sido.construidos en Chicago; pero se defendió basándose en que Dios simplemente le había mostrado lo que Kellogg planeaba hacer. Ella afirmó que la visión era efectiva porque impidió la construcción de aquellos edificios en Chicago -- una explicación improbable -- pues la autorización del estado de Michigan para el Sanatorio de Battle Creek requería que todos los fondos se utilizaran dentro del estado.

Nunca se disculpó con el Dr. Kellogg y ella, su hijo Willie White, y otros oficiales de la Iglesia pasaron tiempo considerable imaginando maneras de excusar el error. Esta metida de pata profética fue sólo una de muchas que mantuvieron a la Iglesia ocupada tratando de explicarlas. Lo que hemos visto en nuestras investigaciones indica que fue una sarta de errores garrafales proféticos entre el fiasco de Battle Creek y su muerte en 1915 lo que finalmente obligó al presidente de la Conferencia General a convocar una reunión supersecreta de delegados de alto nivel a la Conferencia Bíblica de 1919 para decidir si la Iglesia debía, en ese momento, renunciar a su afirmación de que ella tenía un don profético, o si la Iglesia debía continuar ocultando el problema. Más atrás, hemos comentado el ocultamiento de la transcripción estenográfica de los procedimientos, su descubrimiento explosivo en 1974, y su devastadora publicación al público en la revista Spectrum en 1979.

También en el año 1974, Donald R. McAdams, profesor de historia de la Universidad de Andrews, encontró extensa evidencia de que Ellen White obtuvo sus conceptos, la mayor parte de su material, y su teología para su libro, The Great Controversy, de un libro escrito mucho antes por H. L. Hastings, un anterior escritor Adventista del Primer Día. El tíulo del libro era The Great Controversy Between God and Man -- Its Origin, Progress, and End [La gran controversia entre Dios y el hombre -- su origen, progreso y fin]. McAdams observa que hasta los títulos de los capítulos del libro de Ellen White tienen nombres similares y su orden es casi idéntico. (Citado en "Ellen White´s Habit" ["El hábito de Ellen White"], de Douglas Hackleman, que hace referencia a McAdams en Ellen G. White and the Protestant Historians [Ellen White y los historiadores protestantes], 1974. Los problemas con The Great Controversy no eran nuevos. En 1911, la Iglesia se vio forzada a gastar $3,000 para revisar este libro debido a la ira causada por el hecho de que ella había plagiado extensamente. En 1911, $3,000 era mucho dinero. Las revisiones fueron exigidas por los líderes de la Iglesia porque ella había copiado de muchas fuentes sin dar crédito a los autores originales mientras afirmaba que su obra había sido inspirada directamente por Dios. El problema de 1911 comenzó cuando el Dr. Charles E. Stewart, médico en el Sanatorio de Battle Creek, tropezó con evidencia de que ella estaba plagiando, y se tomó el tiempo para hacer algunas investigaciones para establecer cuán extensamente había copiado. En un folleto, A Response to an Urgent Testimony [Una respuesta a un testimonio urgente], que publicó en 1907, colocó los plagios de ella junto a las fuentes originales a las que ella no había dado crédito.

En 1976, el Dr. Ronald Numbers, en aquel entonces profesor de la escuela de medicina de la Universidad de Loma Linda, publicó su libro Prophetess of Health [Profetisa de la salud], en el cual delineaba evidencia concluyente de que Ellen White tomó sus ideas sobre la reforma pro salud de otros autores que la habían precedido hasta por 20 años -- en particular un tal Dr. Jackson. Como de costumbre, el problema de sus copias era de menor importancia en comparación con sus mentiras acerca de dónde procedía esa información. Sus acciones causaban embarazo a Dios porque resultó que gran parte de las enseñanzas de ella sobre la salud eran completamente erróneas. Por ejemplo, los beneficios de tomar café y té han sido completamente establecidos por la ciencia sólo dentro de los últimos 10 años. Ellen White decía que Dios le había mostrado que era pecado ingerir estas bebidas.

En 1982, el pastor de la ASD, Walter Rea, publicó su devastador libro The White Lie [La mentira White]. que se convirtió en un éxito de librería del New York Times. Al Dr. Rea se le concedió acceso especial a la biblioteca personal de Ellen White para un proyecto que estaba llevando a cabo, y mientras miraba en los libros de ella, descubrió que había copiado libremente, casi palabra por palabra, de estos otros autores, mientras afirmaba que Dios le había mostrado estas cosas en visión. En su libro, el Dr. Rea demuestra el copiado de ella hasta el punto de la saciedad. Luego, en 1990, un exhastivo estudio de ocho años dirigido por el teólogo ASD Dr. Fred Veltman, llegó a la conclusión de que más del 80 por ciento del material del libro The Desire of Ages [El deseado de todas las gentes]  fue "tomado prestado" de otros escritores. A pesar de todo esto, la Iglesia todavía no mostró ningún interés en repudiar a su falsa profetisa.

A medida que van pasando las décadas desde que el Dr. Bacchiocchi demostró que Ellen White mintió acerca del origen de su información para su afirmación de que la Iglesia Católica Romana cambió el sábado, un teólogo ASD tras otro ha tratado de desarrollar una teoría satisfactoria para reemplazar la imposible afirmación de ella. Ni uno de ellos ha tenido éxito. Si Ellen White hubiese estado a la altura de un verdadero profeta, no habría sido necesaria ninguna teoría del reemplazo.

La respuesta de la Iglesia a la prueba del Dr. Bacchiocchi de que Ellen White mintió acerca de sus visiones sobre el sábado debería enseñarnos, por lo menos, que asistir a la iglesia sabadista en busca de información sobre el sábado es como ir a los fabricantes de equipo de teñido artificial para obtener la verdad  sobre los riesgos para la salud asociados con el teñido artificial. O como acudir a los fabricantes de cigarrillos en las décadas de 1980 y 1990 para conseguir la verdad sobre los riesgos de fumar.

Hablando de compañías de cigarrillos, fue el descubrimiento de varios memos internos como "pistolas humeantes" lo que convenció a los tribunales de que la alta administración de estas compañías de cigarrillos sabía que sus productos eran peligrosos. Esta impresionante revelación del engaño de parte de la alta administración, como lo revelan estos documentos incriminatorios, contribuyó a propiciar una demanda de acción de clase contra el Gran Tabaco. Estas compañías no revelaron completamente la verdad sobre los peligros de sus productos. (En noviembre de 1998, en una demanda de acción de clase en masa, estas compañías de tabaco fueron obligadas a devolver megamillones de dólares a individuos y agencias del gobierno en una acción histórica, el Tobacco Master Settlemente Agreement [Acuerdo maestro de compensación por el tabaco]. (Véase un artículo en Wikipedia con este título). De manera similar, los líderes Adventistas no han revelado los términos del sistema de creencias que ellos vendieron a sus miembros a cambio de sus diezmos y ofrendas. La mayoría de los adventistas comunes no darían ni un céntimo de su dinero duramente ganado si supieran que el sistema de creencias por el cual están pagando con sus diezmos y ofrendas en realidad no tiene ninguna base. La diferencia aquí es que la constitución de los Estados Unidos protege a las organizaciones religiosas hasta el punto de que no pueden ser demandadas por obtener dinero de sus seguidores enseñándoles doctrinas que esas organizaciones saben que son falsas.

La historia del desarrollo de la doctrina del diezmo en la Iglesia Adventista del Séptimo Día es al mismo tiempo interesante y reveladora. Al principio, James White rechazó el concepto del 10% de los ingresos. En 1861, dijo: "Nosotros no insistimos en que el sistema del diezmo israelita abarca todo el deber de los creyentes en el mensaje [del tercer ángel]... Ese sistema era necesario en el plan de Dios del sacerdocio levítico; pero, en el mensaje final, este sistema presenta un llamado mucho más grande para algo de esa clase". (R&H, Abril 9, 1864, p. 164). (Nota del editor: Este "mensaje final" era una referencia a un artículo sobre dar que apareció en una publicación anterior y oscura del Movimiento Adventista). En su lugar, la Iglesia adoptó un método diferente para recoger dinero de su grey, llamado "Benevolencia Sistemática". Este método para recoger fondos no funcionó muy bien, y con el tiempo, la Iglesia adoptó el mismo sistema de diezmo israelita que James White había rechazado antes. Nada menos que D. M. Canright presionó para que se lo adoptara después de ver que el programa de Benevolencia Sistemática no estaba funcionando.

La parte más interesante de la historia de la doctrina del diezmo es que Ellen White afirmaba que Dios primero le mostró que Benevolencia Sistemátrica era el plan que Dios quería para su Iglesia, y más tarde afirmó que, aparentemente, Dios había cambiado de idea y quiso que ellos adoptaran una variante del sistema israelita que exigía el 10% del ingreso de cada miembro. Como demostraremos en un capítulo posterior, esta bastardización del sistema de diezmo israelita no podría haber sido aplicado en Israel ni siquiera durante el período teocrático de su historia.

Nuestra investigación ha revelado una colección de "memos pistolas humeantes" ASD, ambos escritos tanto en público como en secreto - que prueban que los fundadores de la Iglesia sabían que había problemas imposibles con la doctrina sabática de la Iglesia más de 10 años antes de que la denominación se organizara formalmente en 1863. Hemos comentado los hallazgos, en 1866, de Snook y Brinkerhoff, siendo la más amplia y más profundamente perjudicial las presentadas por D. M. Canright a principios de 1887, las Minutas de la Conferencia Bíblica de 1919, el libro de Walter Rea, The White Lie, publicado en 1982, y el Informe Veltman, publicado en la revista Ministry en 1990. Sin embargo, la manera de "ocupaciones como de costumbre" en que el Adventismo ha usado el engaño y la propaganda para ocultar la verdad sobre la base real del Adventismo es todavía más profunda.

Cerca de 1853, J. N. Andrews intentó refutar la idea, expresada en un trabajo antisabadista escrito por O.R. L. Crosier, de que el sábado no fue instituido en la creación. Esto prueba que Andrews, desde el mismo comienzo de sus esfuerzos investigativos sobre el sábado, estaba familiarizado con la lógica y los hechos detrás del concepto de que el sábado no fue dado al pueblo de Dios sino hasta el Éxodo. En el mismo trabajo, "Review of Objections to the Seventh-day Sabbath" [Revisión de las objeciones al séptimo día sábado"], Andrews admite que la observancia del domingo comenzó en tiempos apostólicos:

1. Nunca hemos dicho que la observancia del domingo como día festivo comenzó con Constantino, ni que se originó en la ley que él puso en vigor a nombre de este día. Por el contrario, creemos que, como lo expresa Pablo, la apostasía papal comenzó aun en los días de los apóstoles. 2 Tes. 2. Por eso, no nos sorprende que, algún tiempo después de los días de los apóstoles, los hombres comenzasen a tener ciertas consideraciones hacia el domingo, como también al Viernes Santo y al Jueves Santo (p. 8, Para. 8, "Review of Objections to the Seventh-day Sabbath").

Este documento no está fechado, pero parece haber sido escrito no más tarde que en 1863. Usted puede acceder a este documento en esta dirección de Internet para la Early Advent Pioneer Resource Library #1: http://temcat.com/L-1-adv-pioneer-lib/Advent-Pioneer.htm

Mientras Ellen White y J. N. Andrews adornaban su imposible teoría de la Iglesia Católica Romana, un contemporáneo de ellos, el erudito bíblico escocés Robert Cox, había estado investigando exhaustivamente la Cuestión del Sábado. Sabemos que Andrews estaba familiarizado con la obra de Cox porque lo cita, pero sólo en provecho de su propia agenda sabática -- algo hecho posible porque representaba un catálogo de de todo lo de importancia que se había escrito acerca de la Cuestión del Sábado, ya fuese que la fuente fuese a favor del sabadismo o contra él. En 1865, sólo dos años después de la organización oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 1863 y sólo un año antes del desenmascaramiento de Ellen White como una falsa profetisa en 1866 por el libro de Snook y Brinkerhoff, The Visions of  E. G. White Not of God, Cox publicó su abarcante obra en dos tomos, The Literature of the Sabbath Question [La literatura de la Cuestión del Sábado].

Como catálogo de ideas, la obra de Cox era tan objetiva como podía serlo un libro sobre este tema controversial. Sin embargo, por natural que fuese su presentación, los solos hechos enumerados en su obra probaban con certeza una cosa, y es que el sabadismo siempre ha recibido oposición por parte de la Iglesia Cristiana con bases bíblicas bien articuladas, y muchas veces ha recibido oposición con fundamentos tanto bíblicos como históricos. Cox demostró que este principio es verdadero, ya sea que miremos los escritos de los primeros padres, los reformadores, o los teólogos y los eruditos desde la Reforma hasta la actualidad. De acuerdo con Canright, Andrews cita a Cox en las versiones posteriores de su Historia del Sábado (la de Andrews), pero parece indiferente a los muchos conceptos fatales para el sábado catalogados en sus páginas. En la conclusión de su sección sobre los escritos de los Primeros Padres en el Tomo Uno, Cox hace estas generalizaciones:

¿Consideraron el sábado como abolido por Cristo?

Es reconocido universalmente que, a menudo, hablan de él como abolido junto con las otras instituciones judías y que is alguna vez reconocen en absoluto un sábado primitivo, en ninguna parte aluden a él como una institución sobreviviente en los tiempos cristianos. En el hecho de este silencio, Holden no ve ninguna razón adecuada para llegar a la conclusión de que ellos, sin embargo, no creíoan en la existencia continuada de un sábado instituido en la creación; mientras que Domville sostiene que todo el tenor de la enseñanza de ellos sobre el sábado es incompatible con la idea de que lo creían así. (Véase de Heylin, Parte I, Cap. ii, iii, iv; Holden, 42, 330; Domville, ii. 130-148; Cook, ii, 291-8; James, 142). Era opinión prevaleciente entre ellos, como lo fue más tarde entre los reformadores, que el reposo del Creador el séptimo día, y de la misma manera el sábado de los judíos, eran típicos del reposo cristiano, en el mundo actual, de las malas obras, y en el siguiente, de los trabajos y preocupaciones sublunares. Con frecuencia, ellos contrastan este "sábado espiritual" en la tierra con el "sábado carnal" o reposo corporal de los judíos (Neale, 88; Domville, I. 295-9; pero véase a Holden, 323.330, y James, 123-6, que ningún escritor antes de la promulgación del Edicto de Constantino recomienda que sea observado por los cristianos en domingo.

¿Consideraron los Padres al día del Señor como un sábado trasladado
al comienzo de la semana, o como sustituto del sábado?


Todos los que afirman tener algún conocimiento de las obras delos Padres dicen que estos antiguos escritores, por lo general, si no invariablemente, hablan del día del Señor como de una institución independiente, a la cual ni el cuarto mandamiento ni un sábado primitivo hace referencia ni una sola vez como el fundamento (Heylin, Parte II, Cap. Ii.; Taylor, Life of Jesus, Part II, Sect. Xii Disc, x. ss 24, and Duct. Dubit., B. II. ch.ii. Rule VI. SS, 49-53--Works, Heber´s ed., iii.29; xii.415-421; Baxter, Pract. Works, xiii. 385; Cook, ii.291-303; Holden, 334; Bannerman, 130; Neale, 90, 237; Domville, I. 291-9; Bunsen, Hyppolytus and his Age, iii. 76. Ciertamente, ambas instituciones fueron observadas por largo tiempo, cada una en su día apropiado, por los cristianos de Oriente; pero algunos han disputado si hasta los conversos del judaísmo observaron el sábado sabático ya en el primer siglo, a pesar de Hechos 25:8 y 28:17, Romanos 14:5, Gálatas 4:10, Filipenses 3:6, y Colosenses 2, 16, 17. (Bingham, Antiq. Of the Christ. Church, B. XIII Ch. IX. Ss 3: Kneader, Hist. of the christ. church, I, 410; III. 421-2; Holden, 335; James, 157, 164, 169, 170,179-1818, 193-4, 255; Coleman, 533; Cox, 279-281, 527-9). Cómo se guardaron las dos instituciones respectivamente, lo cuenta Bingham, B. xvi, Ch. Viii., y B. xx.ch.ii y iii.

¿Atribuyeron los Padres la observancia del domingo a
los mandatos o
al ejemplo de Jesús o los apóstoles?


Con respecto a los Padres que escribieron antes del reinado de Constantino y cuyas solas opiniones son de importancia, Domville, después de detalladas investigaciones, responde a esta pregunta negativamente; tampoco puede descubrir si alguno de ellos ha apelado a las Escrituras cristianas como prueba de un sábado cristiano (vol. i. p. 302, y Supp.; véase también Cox, 531, nota). Igualmente imposible le fue a Mr. Baden Powell averiguar si "estos escritores, en cualquier caso, pretendieron invocar cualquier mandato divino, o siquiera alguna práctica apostólica, en apoyo de su observancia". (Kitto´s Cyclop. of Bibl. Lit. ii. 270, 1st. ed.). Sin embargo, dos de ellos, Bernabé y Justino Mártir, aducen otras razones, de las cuales las presentadas por un escritor difieren de las presentadas por el otro; como lo muestra Domville, invocar como una de sus razones lo que es demasiado absurdo o improbable para ser creído. La razón creíble invocada por Justino es la de que, en domingo, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos. (Danville, i. 307-9).  

Además de la obra de Cox, sabemos por nuestro estudio de la obra de  J. N. Andrews que también estaba familiarizado con el libro History of the Sabbath [Historia del Sábado], de Peter Heylin, publicado en 1613. El acceso a la edición de 1636 de este libro siempre ha estado ampliamente disponible para los investigadores. No pudimos hallar ninguna copia de la edición de 1613, así que no sabemos qué estaba en la edición de 1613 versus lo que había en la edición de 1636. Este libro monumentalmente importante impidió que la Iglesia de Inglaterra se convirtiera en una nación de observadores del sábado, al demostrar las imposibilidades bíblicas e históricas del concepto de que los cristianos deben guardar el sábado judío. Más adelante, le hablaremos más de la investigación de Heylyn y Cox. No hay que extrañarse de que ni a J. N. Andrews ni a Ellen White les interesara mucho hablar de su contenido.

A pesar de su conocimiento de las obras de Heylyn y Cox, en 1873, J. N. Andrews publicó  una versión revisada y expandida de su clásico de 1859, History of the Sabbath and the First Day of the Week [Historia del sábado y el primer día de la semana], más un nuevo libro, Testimony of the Fathers of the First Three Centuries Concerning the Sabbath and the First Day [Testimonio de los Padres acerca de los primeros tressiglos concerniente al sáabdo y al primer día]. Con la subsiguiente publicación de estos libros, tenemos prueba de que Andrews se había sumergido aun más profundamente en una plétora de información que habría convencido a cualquier erudito prudente de que no era posible que el papado hubiese sido responsable de cambiar la observancia del sábado para el domingo, ya fuera que el sabadismo estuviera en lo cierto o no. Los escritos de Andrews son inconsistentes en que, por un lado, admite que el "abandono" del sábado fue virtualmente inmediato -- evidencia, dijo, de que la "apostasía" comenzó muy temprano -- pero, entonces, por otra parte, todavía alienta la idea de que la Iglesia Católica Romana, que no vino a la existencia sino alrededor del 600 A.D., "cambió el día", aparentemente poniendo más fe en las manifestaciones sobrenaturales de las primeras visiones de Ellen White que en los hechos que le golpeaban en pleno rostro desde las páginas de los libros de historia que estaba leyendo.

En justicia para Andrews, hay que decir que un gran número de testigos de varias confesiones testifican de la actividad sobrenatural que con frecuencia acompañaba las visiones de Ellen White. Estos testimonios no pueden ser desestimados meramente como relatos concebidos para justificar una leyenda, y algunos relatos de testigos proceden de fuera del control de círculos Adventistas. Después de estudiar varias declaraciones de estos testigos, somos de la opinión de que no es razonable concluir que sus visiones no tenían origen sobrenatural. Hasta inclinación de mesas fue observada por testigos de una de sus visiones.

LA RESPUESTA DE LA IGLESIA MUNDIAL DE DIOS

La Iglesia Mundial de Dios y la Iglesia Adventista del Séptimo Día se desarrollaron a partir del mismo grupo de creyentes post-milleristas observadores del sábado. Este grupo se dividió poco después del Gran Chasco de 1844 en relación con la Doctrina de la Puerta Cerrada adoptada y enseñada por Ellen G. White. La Iglesia de Dios del Séptimo Día se dividió en dos facciones en 1933, y después de un tiempo, Herbert W. Armstrong se separó de una de estas facciones, y sus seguidores se transformaron en lo que se llamó oficialmente la Iglesia Mundial de Dios en 1968. De una manera muy real, pues, estas denominaciones habían compartido la misma herencia sabática desde el comienzo. (Véase Wikipedia, "Grace Communion International"). Nota: Este es el nuevo nombre adoptado por la Iglesia Mundial de Dios varios años después de que repudió el sábado y se dice que se convirtió en una denominación plenamente orientada al evangelio.

En 1995, la Iglesia Mundial de Dios renunció al sabadismo, abrió sus puertas los domingos para "negocios", y se convirtió en una denominación más ortodoxa. No podría ofrecerse una reprimenda mayor a la perfidia de los líderes Adventistas. El convertirse de una secta religiosa en una denominación cristiana evangélica, ortodoxa y orientada a la gracia, nunca había ocurrido antes. 1  La historia de las circunstancias que condujeron a este acontecimiento sin precedentes representa un severo reproche al hecho de que los líderes Adventistas habían rehusado la ahora inequívoca evidencia contra la doctrina del sábado, evidencia que se había acumulado para 1995. He aquí lo que sucedió.

Dale Ratzlaff, pastor e instructor bíblico Adventista del Séptimo Día, abandonó el Adventismo en 1981 porque no pudo hallar fundamento bíblico para la doctrina del Juicio Investigador de Ellen White. A su debido tiempo, también abandonó el sábado después de leer la investigación de Robert D. Brinsmead, Carson, y otros. En 1990, Ratzlaff publicó su propia refutación de la doctrina del sábado, Sabbath in Crisis [El sábado en crisis], cuyo nombre fue cambiado después a Sabbath in Christ [Sábado en Cristo] y es ampliamente reconocido como el libro más extenso y autorizado sobre los problemas del sabadismo. Mientras tanto, los líderes de la Iglesia Mundial de Dios buscaban respuestas debido a que la mayoría de las profecías de Armstrong giraban alrededor de 1972 y 1975 y no se habían cumplido. Hasta en su último libro antes de morir, Armstrong afirmaba que los acontecimientos del fin del mundo que conducirían al regreso de Cristo se producirían antes del fin del siglo veinte (The Mystery of the Ages; p. 298).

De alguna manera, uno de los líderes de la Iglesia se encontró con los escritos de Brinsmead y Ratzlaff. La Iglesia Mundial de Dios [WWCG] ordenó grandes cantidades del libro de Ratzlaff. Estos descubrimientos fueron presentados al pastor general, Joseph W. Tkach, Sr., por su hijo, Joseph W. Tkach, Jr. y algunos asociados de confianza. Después de estudiar la evidencia, Joseph W. Tkach, Sr. inició el cambio doctrinal que acabó con la doctrina del sábado, y en 1995, esta anterior denominación sectaria se convirtió en una iglesia orientada a la gracia, observadora del domingo. Joseph Tkach, Sr. murió en 1995  su hijo, Joseph Tkach, Jr., implementó plenamente los cambios doctrinales que condujeron a la aceptación, en tiempos relativamente recientes, en la Asociación Nacional de Evangélicos (WWCG Video, "Called to be Free" 2004 [Llamados a ser libres].

No hay ninguna duda de que este asombroso desarrollo aterrorizó los corazones de los líderes Adventistas del Séptimo día en todas partes, pero no hubo ningún esfuerzo de su parte para seguir los pasos de su iglesia hermana. Aparentemente, observaron el desastre financiero que siguió al resultado de los profundos cambios doctrinales en la Iglesia Mundial de Dios, y decidieron que el riesgo financiero de una reforma doctrinal de grandes proporciones era demasiado grande.

El dinero ha sido un enorme problema para ambas denominaciones. He aquí varias similitudes notables que demandan una comparación:

  1. Ambas iglesias tenían una figura profética que requería que sus seguidores diezmaran y dieran generosamente a la organización basándose en que "la iglesia" es la única y verdadera iglesia.
  2. Ambas denominaciones enseñaban una versión del sistema judío de diezmos que es tan torcido que no podría haber sido aplicado a Israel en los tiempos de la teocracia. (Capítulo 17 comentará este tema en detalle).
  3. Ambas organizaciones desarrollaron una corrupción financiera y moral que estaba muy fuera de proporción al tamaño de la membresía.
  4. Tanto la Iglesia Adventista del Séptimo Día como la Iglesia Mundial de Dios desarrollaron esta corrupción financiera y moral sin precedentes casi al mismo tiempo.
  5. Ambas denominaciones parecen haber desarrollado esta corrupción a gran escala porque sus líderes se volvieron más y más conscientes de que estaban siguiendo falsos profetas y de que éstos estaban enseñando a sus seguidores a creer lo que ellos mismos no creían.
He aquí un resumen de estos desarrollos paralelos:

LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA -- El escándalo Davenport en la Iglesia del Séptimo Día alcanzó su clímax en 1980-1981 después de múltiples revelaciones de los problemas con Ellen White en la década de 1970. El médico ASD Dr. Donald Davenport había conseguido estafar más de 25 millones de dólares de los fondos de la Iglesia ASD - mayormente dinero de diezmos - de varias  entidades ASD, así como de inversionistas privados ASD. (Usted se enterará de más de este escándalo en un capítulo subsiguiente sobre la corrupción Adventista. Se está mencionando aquí porque, en este punto, es relevante a la historia de estas denominaciones hermanas). Una rápida mirada a nuestra línea de tiempo histórica (véase el Capítulo 10) para la década de 1970 enumera una serie de asombrosos incidentes, incluyendo el descubrimiento y la subsiguiente publicación de las Minutas de la Conferencia Bíblica de 1919 en 1974-175, que demostraron que los líderes ASD sabían que ella era un fraude desde antes de 1919.

IGLESIA MUNDIAL DE DIOS -- Un enorme escándalo financiero salió a la luz en 1979 después de una serie de revelaciones de que el fundador de la secta y profeta, Herbert W. Armstrong, había profetizado cosas que no ocurrieron, la salida a la superficie de problemas morales de Herbert W. Armstrong y su hijo, Garner Ted Armstrong, y sus lujosos estilos de vida. Para una comparación con los detalles del registro Adventista de corrupción, he aquí una versión condensada de lo que sucedió con la Iglesia Mundial de Dios:

Garner  Ted Armstrong culpó a Stanley Rader (consejero legal de HWA) por su expulsión, dos veces, de la iglesia de su padre. Garner Ted y otros ex-miembros descontentos de la Iglesia Mundial de Diosimpulsaron al estado de California a investigar los cargos de malversación contra Rader y otros, que tenían que ver con la AICF [Ambassador International Cultural Foundation] (Fundación Cultural Internacional de Embajadores). Para 1979, el Procurador General de California George Deukmejian había presentado cargos civiles contra la iglesia, y ésta fue puesta bajo investigación financiera por un año.

El grupo de disidentes también obtuvo la atención de Mike Wallace, que investigó la iglesia en un informe para el programa de televisión 60 Minutos. Usando evidencia documental obtenida, Wallace sacó a luz lujosos gastos secretos, tratos internos relacionados con conflictos de intereses, lujosas casas y lujosos estilos de vida en las posiciones supoeriores, y fuerte involucramiento de Stanley Rader en manipulaciones financieras.

Wallace invitó a Rader para que se presentara en 60 Minutos el 15 de abril de 1979. Wallace le mostró a Rader una grabación secreta en cinta en la cual Herbert Armstrong había dicho que Rader había intentado apoderarse de la iglesia después de la muerte de Armstrong, razonando que el dinero recogido de diezmos podría ser un "imán" bastante bueno para algunos evangelistas. Rader dio por terminada la entrevista abruptamente.

Con la aprobación de Herbert Armstrong, Rader gastó millones para mantener lejos cualquier auditoría financiera o examen financiero de los ingresos y gastos financieros litigando el problema, varias veces y sin éxito, todo el camino hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos. Habiendo perdido en los tribunales, Rader cabildeó la legislatura de California para obligar al Procurador General de California a desestimar los cargos contra la iglesia y contra él mismo. Bajo el cabildeo de Rader, la legislatura del estado de California aprobó una ley conocida como la Ley Petris, puesta en vigor por el gobernador Jerry Brown, la cual cambió la ley aplicable de California de modo que el Procurador General no tuviera autoridad sobre las iglesias en circunstancias como ésas.

DE UN RÁPIDO VISTAZO GENERAL A NUESTRO ESTUDIO FORMAL

Ahora nos trasladaremos hasta un estudio expanadido del ocultamiento por parte de la Iglesia, de los tres pilares del Adventismo: (1) El sábado, (2) El don profético de Ellen G. White, y (3) La doctrina del Juicio Investigador.

Ellen White rara vez fue la autora de doctrinas, si es que alguna vez lo fue. Tenía el hábito de tomar una doctrina presentada por alguna otra persona y luego informar que Dios le había mostrado en visión que esa doctrina era la verdad. Fue Ellen White quien, de esta manera, escogió las doctrinas que ella quiso para su nueva Iglesia y "les puso" el sello de la aprobación de Dios. Su mayor triunfo fue la adopción y promoción de la doctrina del Juicio Investigador. Esta notable hazaña de gimnasia teológica rescató al movimiento Adventista de las fauces de la derrota y lo convirtió en la mayor iglesita hacedora de dinero que jamás haya existido.

El Gran Chasco de 1843-1844 se basó en el concepto pobremente concebido de William Miller de lo que él creía eran períodos proféticos, todos los cuales venían a "demostrar" que Jesús regresaría en ese tiempo. Más adelante, estudiaremos los retorcidos cálculos que le condujeron a este garrafal error profético. Ellen White afirmó que Dios le había mostrado que Él no quería que nada cambiara en los cuadros de Miller, y dijo que Dios había cubierto con su mano los errores para crear una serie de circunstancias que pondrían su pueblo a prueba. Su conclusión de que Jesús regresaría en 1843 ( y luego en 1844) se basaba en una sola palabra, traducida erróneamente por el grupo que produjo la Biblia King James, como "purificado". Miller concluyó que el santuario que habría de ser "purificado" era la tierra, lo cual significaría que Cristo vendría y destruiría el mundo con el resplandor de su venida. Cuando Cristo no regresó en 1844, un creyente Adventista de nombre  Hiram Edson tuvo una súbita epifanía mientras caminaba por un maizal. "Vio" que el santuario purificado en 1844 era el santuario en el cielo. Luego, los creyentes Adventistas estudiaron los servicio del santuario terrenal y decidieron que, en 1844, Jesús había pasado del Lugar Santo al Lugar Santísimo del santuario celestial. Trazando un paralelo con las operaciones en el santuario terrenal, los creyentes Adventistas concluyeron que un proceso de juicio había comenzado en el cielo en 1844. Un predicador del movimiento Adventista, de nombre O. R. L. Crosier, fue la persona que, de hecho, puso a circular la doctrina del Juicio Investigador en su forma completa. A Ellen "se le mostró" en visión que el concepto de Crosier era correcto. Es muy interesante notar que, no mucho tiempo después, Crosier renunció a su propia enseñanza, denunciándola como sólo una idea disparatada que le había pasado por la cabeza.

De acuerdo con Ellen White, este juicio comenzó en 1844 con los muertos, y en algún punto conocido sólo por Dios, comenzará el juicio de los vivos después de que haya sido juzgada la última persona muerta. Cuando el juicio llegue al nombre de una persona viva, esa persona no lo sabrá, pero el destino eterno de él o ella habrá quedado sellado en ese mismo momento. Por razones logísticas, el concepto del Juicio Investigador requiere que los muertos estén realmente inconscientes, lo cual requiere la doctrina Adventista del sueño del alma.

Durante la historia de la Iglesia, más de un líder Adventista ha cuestionado esta doctrina y, como resultado, ha perdido su empleo en la Iglesia. La doctrina no tiene sentido a la luz del evangelio, y a medida que el evangelio de la salvación por gracia comenzó a tener alguna penetración en el Adventismo, más y más Adventistas perceptivos comenzaron a ver que no había manera de reconciliar el evangelio con la doctrina. Nadie ha podido jamás indicar una buena razón de por qué el santuario celestial necesitaría ser purificado. Habiendo muerto Jesús en la cruz como el sacrificio definitivo, ¿por qué continuaría en el cielo el servicio del templo cuando este servicio cesó para los cristianos en la tierra?

En el año 2002, el Dr. Raymond Cottrell, el más respetado teólogo Adventista de todos los tiempos, publicó una completa revelación del ocultamiento, por parte de la Iglesia, de sus problemas con la doctrina del santuario después de que Cottrell se retiró de su empleo en la Iglesia. Este ensayo, "The Sanctuary Doctrine: -- Asset or Liability" (2002), es la versión escrita de un discurso que él presentó ante el Foro Adventista en San Diego, y desmanteló por completo la doctrina más importante del Adventismo -- la doctrina del Juicio Investigador -- también conocida como la Doctrina del Santuario. El Dr. Cottrell demostró hasta la saciedad que no existe fundamento bíblico para esta doctrina -- un desarrollo altamento significativo pues, por casi dos décadas, había presidido el comité secreto de alto nivel que el presidente de la conferencia general había creado para tratar de hallar evidencia bíblica a favor de la doctrina.

Irónicamente, este comité de máximo secreto sobre la Doctrina del Santuario, comité que fue enteramente sin éxito, se había dispersado sólo algunos años antes de que la Iglesia desfraternizara al Dr. Desmond Ford en el rancho de Glacier View en 1980 por comentar sus reservas acerca del Juicio Investigador en un foro en el Pacific Union College. Neal C. Wilson, a la sazón presidente de la Conferencia General, sabía, por supuesto, que el comité secreto sobre el santuario no había podido hallar ningún fundamento bíblico para esta doctrina antes de que él, Wilson, volara fuera de Colorado para presidir la reunión de Glacier View. El Dr. Cottrell había presidido el comité. En breve, tendremos más que decir acerca del comportamiento de Wilson en relación con esta situación.

El Dr. Raymond F. Cottrell es ampliamente reconocido, tanto dentro como fuera del Adventismo, como el más importante teólogo ASD. Que rechazara la doctrina del Santuario, haciéndola pedazos costura por costura, es mala noticia para los Adventistas. Significa que el Gran Chasco de 1844 fue un enorme chiste teológico, no el acontecimiento inaugural que Dios ordenó para traer a la existencia la Iglesia Adventista del Séptimo Día con el expreso propósito de amonestar al mundo sobre el principio del llamado Juicio Investigador en 1844 y las consecuencias de quebrantar el sábado. Peor todavía, la falta total de apoyo biblico para esta doctrina hace aparecer como blasfema la afirmación de Ellen White de que Dios usó el engaño para poner a prueba la fe de los milleristas. Como mencionamos antes, ella argumentaba que Dios había cubierto con su mano ciertas partes de los gráficos de William Miller para que su pueblo no viera sus propios errores:

"Vi que el gráfico de 1843 estaba dirigido por la mano del Señor, y que no debía ser alterado; que las cifras eran como él las quería; que su mano había ocultado un error en algunas de las cifras, para que nadie pudiera verlo, sino hasta que Él quitara su mano". (Early Writings [Primeros Escritos], p. 74).

Luego, ella dice que Dios le hizo otro chiste a su pueblo, "desengañándolo":

"La mano del Señor fue quitada de las cifras, y el error fue explicado. Vieron que las mismas cifras proféticas llegaban hasta 1844, y que la misma evidencia que ellos habían presentado para mostrar que los períodos proféticos terminaban en 1843, demostraba que esos períodos terminarían en 1844". (Early Writings [Primeros Escritos], p. 236).

El brillante cambio de  las meteduras de pata de los cálculos proféticos de William Miller hacia Dios y el cambio de la purificación del santuario terrenal al santuario celestial tuvieron mucho éxito, pero el precio que ella pagó por esta hazaña fue cometer el tácito crimen de "cuello blanco" de blasfemia -- acusar a Dios de usar engaño en sus tratos con su propio pueblo.

En sessiones subsiguientes, seguiremos el rastro a la historia del ocultamiento, por parte de la Iglesia, de los problemas con el Juicio Investigador, junto con los problemas del sábado y Ellen White. Muchos millares de horas de investigación en más de ses años nos han llevado a las siguientes conclusiones, para las cuales ofreceremos abundante apoyo en las páginas de nuestro estudio formal. Tenga el lector la bondad de retener su juicio hasta que haya leído el libro entero. La versión Adventista del sabadismo es mucho más compleja que la de otras iglesias guardadoras del sábado. Roma no se hizo en un día. Tampoco puede ser refutado fácilmente el concepto Adventista de que Roma cambió el sábado, puesto que este concepto se ha convertido en parte del ADN del Adventismo. He aquí lo que vemos:
  1. Mientras más evidente se volvía para los líderes del Movimiento que la doctrina del sábado es bíblica e históricamente imposible, más alto se volvía el volumen de la propaganda de la Iglesia -- en particular, la fantástica historia de cuento de hadas de cómo la Iglesia Católica Romana supuestamente "cambió el día de reposo" del sábado al domingo como resultado de una conspiración diabólica.
  2. A medida que la base real del Adventismo era destruida por una serie de explosivas revelaciones sobre el ocultamiento, por parte de la iglesia, de Ellen White y las debilidades de la doctrina del sábado en las décadas de 1870 y 1980, los líderes Adventistas se volvieron más corruptos que cualquier otra pequeña denominación cristiana en la historia del cristianismo moderno, y han permanecido así desde entonces. Hay dos escándalos a gran escala relativamente recientes al nivel de la Conferencia General que los líderes subsiguientes han rehusado investigar y perseguir. Bastará un ejemplo.  No hay ninguna señal de que Ted Wilson, el nuevo presidente de la Conferencia General (en el tiempo transcurrido hasta junio de 2010) planee poner orden en el embrollo creado por el problema de David Dennis, que salió a la luz antes de la administración del presidente de la Conferencia General que lo precedió. (Nótese que David Dennis es la parte inocente aquí, y que fue él quien hizo sonar el silbato que llamó la atención hacia un cúmulo de actividades ilegales en la Conferencia General, incluyendo la compra de posiciones de liderazgo en la Conferencia General y el escándalo financiero de ADRA). También es interesante observar que Ted Wilson es hijo de Neal C. Wilson, anteriormente presidente de la Conferencia General, que, sin ningún rubor, mintió a la Iglesia entera acerca de los procedimientos en el "juicio" del Dr. Desmond Ford sobre el Juicio Investigador en el Rancho de Glacier View en 1980. Neal C. Wilson voló de vuelta a las oficinas principales de la Conferencia General en Washington después del juicio y anunció que el comité había rechazado unánimemente las ideas del Dr. Ford cuando, de hecho, el comité había estado de acuerdo unánimemente con el Dr. Ford en seis de sus ocho posiciones principales, y habí estado de acuerdo con él parcialmente en los otros dos puntos. El año siguiente, Wilson recibió una reprimenda pública por escrito por haber mentido, reprimenda que fue firmada por alrededor de 40 eruditos ASD que presenciaron lo que realmente había sucedido en el juicio. Este documento se conoce como la Afirmación de Atlanta.
  3. La sola razón más importante de por qué los sabadistas Adventistas del Séptimo Día no están dispuestos a abandonar su creencia en el sábado es su posición no bíblica sobre la naturaleza de los 10 Mandamientos. Las Escrituras explican que la serie de 10 Mandamientos representaba un pacto entre Dios e Israel. La Biblia no enseña que los mandamientos representan un completo código moral en y por sí mismos, y Dios mismo demostró este hecho al dar a Moisés leyes adicionales, no escritas en piedra, que tienen igual valor moral, como las leyes contra el pecado de fornicación no adúltero (relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, ninguno de los cuales está casado), y relaciones homosexuales. Los pecados de adulterio y fornicación están fuertemente diferenciados en la ley y la cultura judías. En los 10 Mandamientos, tampoco están incluidos los pecados del corazón. Por contraste, Pablo enumera buen número de pecados del corazón en una lista de 23 pecados que dejarían a una persona fuera del cielo. El Nuevo Pacto, pues, proporciona un cuadro mucho más completo de lo que sería en realidad una vida vivida de acuerdo con la influencia del espíritu de Dios.
  4. La razón del desarrollo de esta posición no bíblica de los 10 Mandamientos parece ser que los líderes sabadistas -- y en el caso del Adventismo, específicamente los pioneros del Movimiento Adventista -- no usaron buenos métodos de estudio bíblico. El sabadismo es una teoría agradable porque le asigna al creyente un papel más amplio en el trabajo por su salvación. El adventismo no fue fuertemente confrontado con el evangelio de la gracia sino hasta 1888, cuando Waggoner y Jones presentaron el concepto de la salvación por fe solamente en la sesión de la Conferencia General en Minneapolis. El mensaje del verdadero evangelio fue rechazado por la Iglesia en aquella ocasión, y es ampliamente reconocido que los Adventistas del Séptimo Día mantuvieron un enfoque legalista del cristianismo casi durante los siguientes 100 años, mayormente como rechazo a su mensaje. A nosotros nos parece que, cuando alguien es confrontado con un pasaje de la Escritura que no desea creer , lo altera para hacer que el texto se ajuste a sus creencias. William Hohmann has pasado una significativa cantidad de tiempo analizando los errores  de lógica que han creado el modelo de creencia sabadista, incluyendo la inferencia, la suposición, conclusiones traídos de los cabellos, textos de prueba, la alteración y la redefinición de de palabras y términos, y la violación de las reglas de pensamiento crítico. Véase, de Bill Hohmann, la presentación de métodos de lógica y estudio bíblico en el capítulo 20.
Creemos que la evidencia que hemos presentado con respecto a la teología sabadista específica de los Adventistas del Séptimo Día, así como la teología Adventista en general, demuestra la existencia de fallas muy graves, no sólo con respecto a la teología y la metodología del sabadismo, sino que también explica los resultantes abusos de poder y posición que ha producido la teología defectuosa. También es interesante notar que la doctrina oficial de la salvación, de los Adventistas del Séptimo Día, o santificación progresiva, sospechosamente se parece mucho al punto de vista de la Iglesia Católica Romana de cómo una persona es salva, o una combinación de fe y obras.


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