MENTIR EN NOMBRE DE DIOS
Kerry Wynne


CAPÍTULO VEINT
E
¿TIENE QUE TENER SENTIDO LA RELIGIÓN?

Por William H. Hohmann

El Capítulo 20 examina el concepto de que la religión tiene que tener sentido para que sea creíble. William Hohmann demuestra que, en cierto sentido, la religión es una ciencia. Está sujeta a las reglas de la lógica y el sentido común, tal como las ciencias físicas y psicológicas. Se requieren métodos de estudio inductivos para entender la verdad bíblica, y usar la Biblia para sustentar una idea preconcebida conduce a conclusiones insostenibles que son embarazosas para la fe y hacen daño al testimonio cristiano del creyente. Los incrédulos parecen poder "husmear" rápidamente cualquier cosa acerca de la religión que sea arbitraria. La idea de que un día sea intrínsecamente sagrado en y por sí mismo es difícil de tragar, y promover esta falsa idea, específicamente contraindicada por Pablo, es sólo otro obstáculo contra el evangelio para muchos potenciales conversos a la fe. Hohmann nos muestra cómo estudiar la Biblia de manera que nos ayude a entender los principios, temas principales, y conceptos de la Escritura, especialmente en la forma en que se aplican a los engaños del sabadismo.

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. - Juan 17:17

Discerniendo verdades y engaños

Cuando yo estaba siendo reclutado para la "iglesia" sabadista (uso el término aproximadamente), no entendía verdaderamente cómo discernir entre la verdad y el engaño. Llegué a la conclusión simple de que, si algo se hallaba en la Escritura y era un mandamiento de Dios, no hacía falta averiguar más.  Era un punto vista simplista de la Escritura, compartido por muchos. Además, yo tenía la impresión de que era demasiado listo para ser engatusado con un falso sistema de creencias. Sólo mucho tiempo después llegué a ver que este marco mental me haría tropezar más tarde. Si uno cree que es demasiado listo para ser engañado, está preparado para serlo. Es estúpido creer que uno está por encima de la posibilidad de ser engañado. Satanás engañó a la tercera parte de los ángeles que conocían a Dios.

El grupo que me reclutó a mí fue un paso más adelante para asegurarse de que las probabilidades de que alguna vez yo les abandonase a ellos y a las "verdades" que me habían revelado.fueran escasas. Estas creencias fueron acompañadas por toda clase de espantosas advertencias. El diablo haría todo lo posible para disuadirme de las verdades que me predicaban. Era Dios quien en realidad me revelaba estas verdades, y yo debía protegerlas con la vida, viendo que era mi vida lo que en realidad estaba en juego.

Se me advirtió que algunos miembros dentro del grupo podrían sucumbir a las astucias del diablo, y que, a su vez, estos miembros tratarían de apartarme de las "verdades de Dios". Los que abandonaban "la Iglesia" eran ex-miembros engañados y disgustados que tenían una hacha que afilar, y ahora albergaban en sus corazones odio hacia Dios y sus caminos. Que cualquiera pudiera haberse ido a causa de legítimos problemas doctrinales era considerado una imposibilidad por estos anteriores asociados. Sin embargo, mi posición es la de que si la "verdad" es realmente una falsa creencia, una persona tiene la obligación moral de abandonar esa creencia y la organización que la adelanta. Las personas, como yo, que son adoctrinadas en la creencia de que se perderán eternamente si abandonan un falso sistema religioso tiene pocas oportunidades de alguna vez aprender las verdades de la Escritura de cualquier persona o fuente usando las herramientas correctas para el estudio de la Biblia. Sin embargo, los milagros ocurren, y yo fui uno de esos milagros.

Pido a mis lectores que consideren esta importante pregunta y la respondan en su propia mente. Si el diablo, ese engañador, estuviera detrás de sus creencias, ¿no haría todo lo posible para impedir que examinaran cualquiera y todas las otras fuentes de información? Sé que ustedes "demostraron" todo hace mucho tiempo, y no vieron ninguna necesidad de examinarlo nuevamente. La Escritura llama a esa conducta oir pesadamente y tener ojos pero no ver. Ustedes están meramente cumpliendo con el condicionamiento que experimentaron para impedir que verdaderamente examinaran sus creencias a la luz de la Escritura de la manera en que era el propósito que la Escritura fuera usada.

Puede que se estén diciendo a sí mismos que han estado estudiando la Escritura por años, hasta décadas. Pero, si no están trabajando desde la perspectiva correcta, sus creencias pueden terminar siendo nada más que un mazo de naipes.

Están siempre aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. - 2 Timoteo 3:7

Es mucho más fácil permanecer confiado en las creencias de uno y descartar a los demás y a su testimonio de que las cosas no son lo que parecen ser. Es más fácil descartar el testimonio de los que abandonaron la compañía de usted con epítetos relativos a su carácter. Es más fácil proclamar lealtad a la organización que uno cree que le ha proporcionado la verdad que admitir que uno podría estar en error y haber sido desleal a la palabra de Dios.

Hay reglas que una persona debe usar para discernir la verdad del error. La primera regla y la más importante es tan sencilla que es fácil pasarla por alto, y de esa manera, pasarla por alto.

La Escritura es "la palabra de Dios inspirada por Dios". Como tal, ninguna persona ni iglesia tiene derecho a alterar la Escritura ni su aplicación. La Escritura describe esto diciendo que nadie ha de añadirle ni quitarle. Permanece como está escrita, sin alteraciones.

Suena sencillo, simple. Pero, una vez que uno comienza realmente a evaluar sus creencias a la luz de esto, puede quedar sorprendido y consternado.

¿Cuán importante, entonces, es no alterar nunca la Escritura ni su aplicación?

Hay ejemplos bíblicos con respecto a cuán en serio toma Dios lo que Él mismo dice. Saúl, el rey de Israel, fue rechazado por Dios por haber interpretado por su cuenta cómo cumplir lo que Dios le había ordenado. La racionalización de Saúl sobre su desobediencia resultó inaceptable. ¿Por qué, pues, creeríamos que Dios es menos firme en relación con el resto de su palabra inspirada?

Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? Y Jehová te envió en misión y dijo: Vé, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. ¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, y las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal. Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey. Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, y vuelve conmigo para que adore a Jehová. Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. - 1 Samuel 15:17-26.

Si no acatamos la palabra de Dios escrita, ¿no estamos rechazando la palabra de Dios? ¿No estamos siendo tercos al no creer lo que Dios ha inspirado para que sea escrito? ¿No estamos siendo rebeldes?

Jesús reprendió a los líderes religiosos de su tiempo, que alteraban la Escritura y su aplicación, mostrándoles que no tenían ningún derecho a guardar los mandamientos de Dios de acuerdo con sus tradiciones. Sí, Dios habla en serio con respecto a su palabra. No tenemos derecho a modificarla.
"Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres". - Mateo 15:-2-9.
A los sabadistas se les enseña ( y ellos creen) que están guardando los mandamientos de Dios de acuerdo con la Escritura, en contraste con la corriente principal del cristianismo, que ellos creen que no guardan los mandamientos de Dios en absoluto. El hecho es que los sabadistas intentan guardar unos mandamientos de Dios que Dios no les mandó ni les exigió, y que estos mandamientos que tratan de guardar, los guardan de acuerdo con los dictados de hombres, no de Dios. Esto será revelado más tarde.

En el mismísimo final del libro de Apocalipsis, Dios hace una advertencia a los que piensen añadir a las palabras de ese libro o quitar de esas palabras. Sí, Dios habla muy seriamente acerca de su palabra escrita.
"Yo testifico a todo aquél que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro". - Apocalipsis 22:18-19.
Algunos sabadistas dicen que la marca de la bestia, comentada en el libro de Apocalipsis, está relacionada con el culto dominical; que los que tienen culto en domingo reciben la marca de la bestia. ¿Es este un ejemplo de añadir al libro de Apocalipsis?

No tendríamos excusa si fuéramos hallados alterando la Escritura o su aplicación. ¿Por qué, pues, recurre la gente a alterar la Escritura y/o su aplicación? Hay varias razones.
  1. La gente no cree lo que dice Dios. Esto se convierte en un ejemplo de infidelidad.
  2. La persona que altera la Escritura y su aplicación es un lobo que busca poder y control sobre los demás para "alimentar su propia barriga" a expensas de otros.

  3. La gente participa en las alteraciones de la Escritura y sus aplicaciones como otros se lo enseñaron, los cuales fueron engañados a su vez.

El proceso funciona de esta manera:

Una persona es confrontada con un pasaje de la Escritura que está en conflicto con lo que la persona cree, según se ha expresado. Concluye que el error ocurre en la Escritura, y que el pasaje es quizás una mala traducción. Esto puede ser así, y por medio de correctas reglas de traducción y hermenéutica se puede llegar a establecer el significado apropiado. Sin embargo, a menudo, se ignoran los métodos apropiados para evaluar la Escritura y se prefieren métodos que tienden a resultar en errores y falsedades.

Otro enfoque relacionado con un pasaje cuestionable es llegar a la conclusión de que, de alguna manera, la semántica del pasaje está oscurecida, o que el pasaje no transmite toda la información relevante a la dificultad, y la persona ve la necesidad de "llenar el vacío" comparándolo con otros pasajes para hacer parecer que cumple con lo que una persona cree.

En este punto, una persona, para reconciliar el conflicto, recurre a los métodos de "interpretación" que conducen a engaños y falsedades. Yo llamo a éstos métodos de engaño, y son muchos.

Éstos incluyen, pero no se limitan a, los siguientes:
Racionalizaciones, inferencias, suposiciones, falsas conclusiones a las que se ha llegado, eiségesis (uso de textos de prueba, sacar a la Escritura fuera de contexto), redefinición de palabras y términos, y el uso de falacias lógicas.
Las herramientas o los métodos para la correcta comprensión y la erudición incluyen lo siguiente:
El uso apropiado de la lógica, el uso apropiado de la capacidad propia para el pensamiento crítico, la correcta hermenéutica, incluyendo la correcta exégesis (comprensión de un pasaje de la Escritura en contexto), y la correcta definición de palabras y términos.
Hay varias reglas útiles que se usan cuando se trata de pensamiento crítico.

Las creencias pueden ser expresadas como afirmaciones, contra las cuales uno examina la evidencia bíblica que sustenta o o refuta la afirmación.

¿Es la afirmación de tal naturaleza que desafía la capacidad de refutar la afirmación?

Esta es una variante de lo que se conoce comúnmente como prueba de falsificabilidad. La afirmación no puede redactarse de tal manera que no podemos ni probarla ni verificarla, y no hay manera de refutarla. Un ejemplo común es el de una que asegura tener revelaciones de Dios. Un engañador sería incapaz de presentar evidencia para sustentar plenamente su afirmación, y nosotros no podríamos aportar ninguna evidencia para refutar su afirmación. Tales afirmaciones son inútiles cuando se trata de separar verdades de mentiras y, como tales, es mejor rechazarlas. Tenemos que preguntarnos si Dios patrocinaría este tipo de cosas, en que no tenemos manera de verificar la afirmación de que se tiene la guía de Dios. La palabra escrita de Dios nos amonesta que debemos probar todas las cosas. No podemos probar si una persona tiene revelaciones directas de Dios o no. Podemos estar razonablemente seguros de que un falso profeta afirmaría tal cosa, y que un falso profeta a su debido tiempo haría falsas predicciones. Otro ejemplo es la afirmación común de que, si uno diezma, será bendecido. Lo opuesto también se cita a menudo. Si usted no diezma, será maldecido.  ¿Puede el ministro o la iglesia demostrar su afirmación? ¡Trate de pedirles que garanticen su afirmación! Pronto verá que ellos, personalmente, no creen que usted será realmente bendecido de ese modo.

¿Hay en la Escritura evidencia abarcante que sustente la afirmación?

Con frecuencia, los que están tratando de sustentar una creencia errónea recurrirán a inundar el problema con suposiciones y racionalizaciones, así como otras afirmaciones, en un intento por apuntalar una creencia que de otro modo sucumbiría a correctos métodos de examen. En otras palabras, intentan hacer que la marejada de suposiciones parezca un abarcante apoyo bíblico.

¿Es la afirmación correcta en todas las circunstancias afectadas por ella?

Un ejemplo sería la afirmación de que estar bajo la ley no significa que uno está libre para violar la ley. Más bien, significa no estar bajo la pena de la ley, siendo esa pena la sentencia de muerte. Esta creencia intenta afirmar que la gente todavía está obligada a guardar la ley aunque ya no esté bajo la condenación de la ley. Significa que la ley se queda sin dientes.

La afirmación carece de lógica. No importa lo que pase, una ley sin dientes es inútil. Pero la ley no carece tanto de dientes cuando uno examina otras creencias sostenidas por los que afirman esta creencia; cómo se usa la ley en relación con la salvación.

Además, la afirmación no funciona en todas las circunstancias afectadas por ella. Si estar "bajo" la ley significa que uno está bajo la condenación de la ley, entonces, ¿qué podemos decir de Jesús, que nació bajo la ley? ¿Estaba él, por lo tanto, bajo la condenación de esa ley? ¡Algunos han argumentado que realmente lo estaba! Pero éste no fue el caso.

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. - Gálatas 4:4-5.

"Establecemos la ley" - Romanos 3:31.

"La ley es santa, justa y buena" - Romanos 7:12.

"El pecado es transgresión de la ley" - 1 Juan 3:4.

"No penséis que he venido a destruir la ley o los profetas". - Mateo 5:17.

Todo esto para superar la regla más básica para comprender la Escritura: Que no tenemos ningún derecho a alterar la Escritura y su aplicación, viendo que ES la palabra de Dios.

Lo que podría ayudarnos a este respecto es usar un ejemplo de otro gurpo de creencias en que usted y su propio sistema de creencias no están asociados, excepto en la metodología.

Algunos grupos sostienen la creencia de que las transfusiones de sangre son pecado y violan la Escritura. Como evidencia para sustentar esta creencia, se citan los siguientes textos bíblicos:

Estatuto perpetuo será por vuestras generaciones, dondequiera que habitéis, que ninguna grosura ni ninguna sangre comeréis. - Levítico 3:17.

Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias. - Levítico 7:26-27.

Si cualquier.varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre mi pueblo. - Levítico 17:10.

Una transfusión de sangre se considera como consumo de sangre. No ven ninguna diferencia entre recibir sangre por la boca o por medio de una inyección intravenosa. Argumentan que las personas no toman leche ni agua por medio de inyecciones intravenosas. Sin embargo, es un argumento que causa gracia, fácilmente visto así por los que no participan en esa creencia particular. Sólo trate de convencer a alguien que sostiene esta creencia que está errado y que su argumento "no guarda agua".

¿Cuáles son las consecuencias de esta creencia que va más allá del alcance de la Escritura? Personas, que de otro modo habrían podido recibir un tratamiento que les habría salvado la vida, terminan muriendo. Aparentemente, Dios prefiere sacrificios humanos.

Dios y los israelitas eran los participantes del antiguo pacto. No importa cómo haga usted picadillo la ley del antiguo pacto (redefiniendo palabras y conceptos), hasta afirmando que los Diez Mandamientos son un pacto separado, todavía se puede demostrar que los participantes en ese pacto de la ley eran Dios y los israelitas, y nadie más. Había una disposición en el pacto antiguo para que los que no habían nacido en Israel entraran en esa relación de pacto por medio de la circuncisión. ¿Se requería que los gentiles fueran circuncidados? No. ¿Tenían que guardar la ley? De acuerdo con Hechos 15, no. La misma ley que la gente afirma que los cristianos deben guardar excluye a los cristianos si rehusan ser circuncidados.

Yo podría repasar fácilmente todos los textos de prueba empleados por los sabadistas y mostrar las fallas, pero no es necesario. Sea como sea, esto se ha hecho en otros artículos disponibles en www,truthorfables.com . De todos modos, se convierte en un ejercicio en futilidad, pues, sin importar cuán bien exponga usted los textos de prueba por lo que son, y que ellos no sustentan realmente la errónea creencia, ellos producirán otro y otro texto de prueba o racionalización para sustentar sus defectuosas creencias. Sólo tratan de validar sus creencias, aun a expensas de la Escritura, la palabra de Dios.

O usted cree lo que Dios ha inspirado para que fuese escrito como fue escrito, o no lo cree. Si usted no lo cree, entonces usted demuestra su infidelidad. Demostrará su rebelión. Todos los textos de prueba en el mundo no podrán salvarle.

¿Ordenó Dios a los no israelitas que guardaran los Diez Mandamientos? No.

"Sí, pero ...".

Cuando se trató del sábado y los israelitas, Dios fue específico y detallado en sus instrucciones con respecto a la observancia del sábado por los israelitas.

Cuando el nuevo pacto se estaba estableciendo, Cristo no dijo ni pío con respecto a la observancia del sábado por parte de los cristianos gentiles (no israelitas). ¿Qué piensan entonces los sabadistas? ¿Fue sólo una omisión por parte de Él? Las racionalizaciones vuelan en bandadas.

Dios no va a violar sus pactos, y necesitamos comprender la naturaleza de sus pactos.

¿Cuál era la naturaleza del pacto antiguo?

Era un contrato legal entre Dios y los israelitas.

También se consideraba como un contrato matrimonial entre Dios y los israelitas.

Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así prevaricásteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová. Voz fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado (Jeremías 3:20-21).

También era considerado como un testamento, promulgado por medio de la sangre derramada de animales sustitutos.

Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machoa cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. - Hebreos 9:19-20.

¿Puede alguien que no sea parte de un pacto estar sujeto a las condiciones de dicho pacto? No. Pero los sabadistas insisten en hacer obligatorias para los cristianos algunas de las condiciones de la ley del pacto antiguo.

¿Nos trataría Dios ilegalmente, imponiéndonos las condiciones de un pacto del cual no somos parte? Sin embargo, esto es exactamente lo que los sabadistas intentan hacer con los Diez Mandamientos.

Si Dios quisiera que los cristianos guardaran el sábado, habría puesto ese mandamiento en el nuevo pacto. Dios no habría dejado qe nosotros discerniéramos esta cuestión por medio de suposiciones y racionalizaciones.

¿Cuál es la naturaleza del nuevo pacto?

Es un pacto entre Dios y aquéllos a quienes ha dado su Santo Espíritu, como fue predicho en la Escritura. Como el antiguo pacto, habría de ser un pacto entre Dios e Israel también, pero así como el pacto antiguo tenía una disposición que permitía a los que no eran de Israel entrar a aquel pacto por medio de la circuncisión, a los gentiles "se les concedía arrepentimiento para vida" al serles dado el Espíritu Santo de Dios también como resultado de su creencia en el evangelio. Su "circuncisión" era llevada a cabo por Dios, y era una circuncisión espiritual del corazón.

Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios. - Romanos 2:28-29.

La ley del nuevo pacto, las condiciones, giran alrededor de la fe y del amor. Es acerca de ser guiados por el Espíritu Santo, y no como un código escrito de la ley. (Romanos 3:27; 11 Cor. 3; Romanos. 7:6). 

El nuevo pacto fue profetizado para que no fuera como el pacto antiguo.

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque yo fui un marido para ellos, dice Jehová. - Jeremías 31:31-32. 

Mientras que el antiguo pacto era esencialmente un acuerdo contractual, en que Dios hizo promesas de naturaleza física que se cumplirían cn base en el rendimiento/cumplimiento de los israelitas, y castigos si no cumplían las condiciones de aquel pacto, el nuevo pacto es tratado más como un contrato matrimonial, y tiene superiores promesas que son de naturaleza espiritual. Dicho sea de paso, éste es el tema del libro de Hebreos, la superioridad del nuevo pacto por encima del antiguo.

Dios (Cristo) confía en su esposa y la ama. La esposa confía en el esposo y lo ama. Cristo no necesitaba poner condiciones prenupciales en este acuerdo matrimonial con el propósito de dejar al descubierto una esposa traidora, engañadora, adúltera y sin fe.

La iglesia es la esposa de Cristo. Los que estaban bajo el pacto antiguo fueron infieles y eran vistos por Dios como una esposa traidora, de la cual Dios se divorció.

Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. - Jeremías 3:8.

Ésas eran las gentes del pacto antiguo, la letra de la ley. La muerte de Jesús en la cruz puso fin al rompimiento con Israel y el pacto antiguo. Pablo explica esto en Romanos 7. Ahora Cristo estaba libre del pacto antiguo con la antigua esposa traidora. y libre para casarse con una nueva novia, la iglesia, una esposa fiel.

La relación del evangelio

El evangelio es un mensaje de salvación por medio de la fe en Cristo.

Los que no creen en el evangelio tal como está, recurren al proceso antes mencionado para hacer que el evangelio les parezca aceptable. Aplican al evangelio la misma metodología que le aplican a cualquier otra cosa en la Escritura que no creen tal como está. Los legalistas sabadistas añaden la ley y la observancia del sábado al evangelio.

Por supuesto, niegan esto porque no creen que están realmente alterando el evangelio. Afirman que creen en la salvación por la fe en Cristo. Sólo hace falta preguntarles que le sucedería a la salvación si dejaran de guardar el sábado. Antes que reconocer esto por derecho, recurren nuevamente a métodos de engaño para oscurecer lo obvio. Se citan racionalizaciones con respecto al pecado, usando textos de prueba, como 1 Juan 3:4, para afirmaciones de ser odiosos hacia Dios y "su ley".

"Tuercen" el evangelio para hacerlo aceptable para sí mismos. Nuevamente, para ellos, el evangelio tal como está, ha dejado fuera algunos detalles que se hallan en alguna otra parte de la Escritura. Si "el pecado es transgresión de la ley", y ningún pecador alcanzará la salvación, entonces es una cosa sencilla llegar a la conclusión de que uno no puede pecar al quebrantar la ley del pacto antiguo para ser salvo.

Esta conclusión, por inocente que parezca, falsifica el evangelio y logra llevar a los cristianos de vuelta bajo la ley del pacto antiguo y todo lo demás que la acompaña, incluyendo estar nuevamente bajo el pecado y la condenación. Pablo advierte a los cristianos contra esto en lugares como Gálatas 5:1.

Declaraciones sencillas y simples hechas bajo la inspiración del Espíritu Santo son hechas a un lado:

"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. - Romanos 6:14.

Pero, si estáis bajo la ley, el pecado domina. ¿Ha escuchado alguna vez cuidadosamente el argumento de que no estamos bajo la ley pero todavía estamos obligados a guardarla y que, si la transgredimos, caemos nuevamente bajo laley, y pecamos y podríamos perder la salvación?  ¡Hablando de redefinir palabras y términos! ¡Hablando de disonancia cognitiva!

"Pero, si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley".- Gálatas 5:18.

"Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero, venida la fe, ya no estamos bajo ayo". - Gálatas 3:23-25.

La fe ha sido revelada. La ley es historia. El cristiano, en posesión del Espíritu Santo, está completo en Cristo, y no hay ninguna necesidad de estar bajo la ley que era para los infieles y espiritualmente inmaduros; pues son los inmaduros, los niños, los que necesitan un ayo. El Espíritu Santo de Dios es suficiente.

¿Y qué, pues, de todos los textos de prueba y las racionalizaciones que se han usado para probar que los cristianos deben guardar la ley y el sábado?

Todos ellos y todas ellas pueden ser explicados y explicadas. Todo eso ha sido explicado. Pero, explicárselo a alguien que cree que tiene que guardar la ley y el sábado es una pérdida de tiempo, pues, como se dijo antes, anclan las Escrituras de que los incautos y los engañados tanto dependen.

Son los que están comenzando a ver la verdad del evangelio y las mentiras del legalismo y el sabadismo los que se benefician de las explicaciones que demuestran las falacias de los textos de prueba usados para sustentar el legalismo y el sabadismo. Este artículo y los otros presentados están aquí para ellos.

A los de la persuasión legalista y sabadista que hayan leído hasta este punto, que confían tanto en los textos de "prueba" que ellos creen que sustentan sus creencias, nuevamente les digo que no hay ningún texto bíblico en que Dios/Cristo ordene que los cristianos guarden la ley y el sábado. Nadie tiene derecho a alterar la Escritura ni su aplicación. Pero eso es lo que ustedes tienen que hacer para creer lo que creen.

La salvación es para los fieles, los que creen que el evangelio, tal como está, es la palabra de Dios. La salvación es para los que creen en Dios por lo que Dios ha dicho, y no en lo que la gente cree que Dios quiso decir. La salvación es para el humilde que no se atreve a alterar la Escritura.

La salvación no es para los que se sienten libres para racionalizar la Escritura, haciendo que la Escritura se ajuste a sus creencias preconcebidas, ajustando a Dios a su propia imagen en un acto de rebelión e infidelidad.

A los que creen que tienen que guardar la ley, ¿cómo les está yendo? ¿Guardan la ley perfectamente, como es lo requerido?  Los proponentes de la ley hacen otra afirmación, la de que el Espíritu Santo capacita a una persona para que guarde la ley. Así que, nuevamente, ¿cómo le está yendo a usted? Ahora que tiene el Espíritu Santo, guarda la ley perfectamente, como se requiere, ¿verdad? Usted está sin pecado, ¿cierto?

¿Se le ha ocurrido a usted que su enfoque en relación con otros que no creen lo que usted cree es tratar de convencerlos de guardar el sábado en vez de predicarles el evangelio? Los sabadistas se refieren constantemente a predicar la verdad sobre el sábado, y rara vez, la verdad sobre el evangelio, si es que lo hacen?

¿Ha notado usted que, cuando es confrontado por personas que no creen lo que usted cree, su reacción es atacar a los que se oponen a su punto de vista, acusándolos de odiar a Dios y a "su ley", todo el tiempo percibiendo la oposición a sus creencias como persecución contra usted?

En 2 Corintios 3, el apóstol Pablo dice que los que permanecen en las enseñanzas y los escritos de Moisés tienen un velo delante de los ojos. ¿Qué enseñó y escribió Moisés? La ley. ¿Quiénes, pues, tienen un velo delante de sus ojos? Los que sostienen la ley. Por medio del uso de métodos engañosos, los sabadistas legalistas crean toda una nueva "realidad". Es un mundo de fantasía, creado sobre racionalizaciones, textos de prueba, y negaciones de hechos de la Escritura, donde se les da mayor peso a las tácticas engañosas que a las sencillas y simples declaraciones de la palabra de Dios. La palabra de Dios es desenrollada, se la evita por medio de alteraciones de la Escritura y sus aplicaciones.

Los pactos han sido cubiertos. Los cristianos no son partícipes de la ley del pacto antiguo, que terminó.

El evangelio ha sido cubierto: salvación por fe solamente, sin el "beneficio" de la ley.


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