MENTIR EN NOMBRE DE DIOS
Kerry Wynne

SECCIÓN I
IMPOSIBILIDADES DEL SÁBADO


CAPÍTULO CUATRO

EL SÁBADO EN LA IGLESIA PRIMITIVA

Más que primitivo


RESUMEN - El Capítulo Cuatro documenta el hecho de que, aun antes de que la Iglesia se organizara en 1863, los pioneros del Movimiento Adventista sabían que la observancia del domingo había "reemplazado" la observancia del sábado no más tarde que el año 200 A.D. No se necesitaba la investigación de D. M. Canright en la década de 1880 para educar a los líderes ASD sobre estos hechos históricos, que deberían haberles dicho que la afirmación de Ellen White de que Dios le había mostrado que la Iglesia Católica había cambiado el sábado era fraudulenta. Para cuando el Dr. Samuele Bacchiocchi entró en escena a finales de la década de 1970 con su investigación demostrando que la observancia del domingo ya era universal para el año 140 A.D., los líderes Adventistas habían logrado adoctrinar a los fieles para que creyeran que el proceso de transición de la observancia del sábado a la observancia del domingo había sido lo bastante gradual como para dar tiempo a la enseñanza de Ellen White de que la Iglesia Católica Romana y la influencia del culto al sol podrían haber contribuido, y habían contribuido, a esta transición. En este capítulo, documentamos cómo los Adventistas tuercen las referencias a la práctica de la iglesia primitiva  de observar la fiesta de sábado como evidencia de que continuaron guardando el sábado en números significativos hacia los siglos segundo y tercero. Para concluir el Capítulo Cuatro, examinamos las deficiencias del apólogo ASD Bob Pickle, y su explicación, altamente creativa, de que la afirmación de Ellen White de que la Iglesia Católica cambió el día es en realidad correcta porque el requisito del reposo en sábado no se convirtió en parte de la observancia del domingo sino hasta el tiempo del edicto de Constantino (321 .A. D.).

Si la Iglesia Católica Romana no fue responsable de cambiar el día de culto para los cristianos del sábado judío al domingo "pagano" - y el erudito ASD, Dr. Samuele Bacchiocchi, concede que no lo fue - la profetisa Adventista del Séptimo Día, Ellen White, se convierte en una falsa profetisa. Ella afirmaba que, en una visión, Dios le había dicho que la Iglesia Católica lo hizo. Si los primeros cristianos habían abandonado mayormente la observancia del sábado para el año 100 A.D. y la práctica de la observancia del domingo era casi universal para el año 200 A.D. - como lo admitió en 1859 J. N. Andrews, el primer erudito e historiador sabadista del Movimiento Adventista - es imposible evitar la conclusión de que los primeros cristianos deben haber creído que, al hacerlo, estaban obedeciendo la voluntad de Dios.

Los cristianos "abandonaron" la observancia del sábado tan rápidamente que no hubo tiempo para que la influencia del culto pagano al sol ni la Iglesia Católica desempeñaran ningún papel en lo que ocurrió. El apóstol Pablo murió entre el año 64 A.D. y el año 67 A.D., y probablemente escribió su última epístola poco antes de eso - quizás para el año 63 A.D. Dentro de sólo 40 cortos años después de su muerte, la mayoría de los cristianos estaba teniendo culto en domingo. Hasta el Dr. Bacchiocchi concede que la observancia del domingo estaba extendida para el año 100 A.D. y era universal para el año 140 A.D. Nótese que Andrews acepta que, para el el año 100 A.D., la práctica de la observancia del domingo ya estaba extendida, cuatro años antes de que el Movimiento Adventista se organizara oficialmente como la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 1863.

La fecha del año 100 A.D. del Dr. Bacchiocchi parece especialmente razonable en vista de los extensos escritos de dos de los primeros escritores cristianos, Justino Mártir, que escribió en 155 A.D. y era fuertemente antisabadista, y Tertuliano, que nació en 160 A.D. Tertuliano comenta largamente la interpretación de la iglesia primitiva en el sentido de que el sábado fue dado primeramente a Israel en Éxodo 16; que el sábado era una ordenanza temporal para regular a Israel entre el éxodo y la cruz, y que la ordenanza de la circuncisión se requería para la observancia del sábado. Tertuliano también documenta el hecho de que, aunque los cristianos tenían culto en domingo, celebraban el acontecimiento de la creación con fiestas en algunos de los sábados judíos en diversas ocasiones del año, incluyendo la semana de Pascua, y discutían en qué ocasiones del año debían los cristianos ayunar en estas ocasiones. Sus escritos suenan muy parecidos a los de los antisabadistas que escribieron acerca del tema después del fiasco sabático de Bacchiocchi. Se pueden estudiar sus escritos antisabadistas en el Apéndice III. Este considerable tomo adicional de información es necesario porque los sabadistas citan fuera de contexto una o más de sus afirmaciones para promocionar la errónea idea de que Tertuliano era sabadista.

Al mismo tiempo, tenemos todo el derecho de poner en tela de duda la integridad erudita del Dr. Bacchiocchi por no mencionar el considerable cuerpo de evidencia que indica fuertemente que el abandono de la observancia del sábado en favor de la observancia del domingo tuvo lugar casi inmediatamente. Para cuando el Dr. Bacchiocchi escribió From Sabbath to Sunday, los historiadores habían fechado el Didache, que documenta el hecho de que los cristianos tenían culto el primer día de la semana, en una fecha tan temprana como 50 A.D. y no más tarde de 125 A.D. Más precisamente, el Didache es una colección de los primeros escritos cristianos, y algunos investigadores cristianos creen que la sección del documento que menciona la práctica del culto cristiano el primer día de la semana fue escrita alrededor del 70 A.D. Los eruditos estadounidenses parecen convencidos de que esta sección se escribió probablemente entre el año 50 y el 70 A.D., mientras que los eruditos europeos tienden a pensar entre los años 70 A.D. a 125 AD.D. En el Apéndice II, hallará usted una crítica nuestra del estudio de 1912 del historiador ASD, J. N. Andrews, sobre el Didache. Si usted examina nuestro calendario histórico en un capítulo subsiguiente, verá que D. M. Canright bombardeaba a los líderes Adventistas con el hecho de que la observancia del domingo ocurrió casi inmediatamente. Los Adventistas debieron haber izado la bandera White de rendición en esa ocasión pues Canright, una vez más, había demostrado que la observancia del domingo ocurrió demasiado temprano para haber sido causada por la Iglesia Católica Romana o la influencia del culto pagano del sol.

Como Robert D. Brinsmead lo ilustró tan claramente en su trabajo "Sabbatarianism Re-examined" (1981), había surgido un cuadro mucho más claro de la iglesia primitiva a partir de las continuadas investigaciones científicas de la década de 1960, y esta comprensión más clara significaba desastre para los sabadistas. Los historiadores de la iglesia hallaron fuerte evidencia de que las iglesias gentiles probablemente nunca guardaron el sábado y que las iglesias judías que sí se aferraron a la observancia del sábado cayeron rápidamente en herejías fatales.

La ley dominical de Constantino en el año 321 A.D. no cambió el día de culto de los cristianos. Simplemente, hizo posible que los esclavos cristianos (y otros) asistieran a la iglesia sin estorbo el mismo día en que habían estado teniendo culto durante más de 200 años - el domingo. En realidad, esta misma mayor comprensión de la iglesia primitiva demuestra que, aunque los cristianos judíos observadores del sábado cayeron en graves herejías y se perdieron para el cristianismo dentro de los primeros 200 años, las iglesias gentiles observadoras del domingo proporcionaron a la fe cristiana creyentes que mantuvieron las doctrinas cristianas ortodoxas y llevaron el evangelio al mundo. En marcado contraste con lo que los Adventistas del Séptimo Día enseñan a sus seguidores, los observadores del sábado no fueron los héroes de la iglesia primitiva. Los cristianos judíos observadores del sábado derivaron hacia las fatales herejías del ebionismo y el gnosticismo.

EL SÁBADO ENTRE EL AÑO 200 Y EL 500 A.D.

Hay numerosas referencias al sábado por parte de los historiadores cristianos entre el año 200 y el 500 A.D., además de las de Tertuliano. Excepto por los escritos de las sectas herejes, incluyendo las que rechazaban el apostolado de Pablo, ninguno de los primeros padres de la Iglesia escribió apoyando el concepto de que los cristianos debían guardar el sábado judío, hasta donde sabemos.

Las iglesias ortodoxas orientales nunca guardaron el sábado. Durante los primeros 3 - 5 siglos después de la muerte de Pablo, la Iglesia de Oriente eclipsó enormememte a la Iglesia de Occidente. En su libro extensamente documentado, The Lord´s Day Neither From Catholics Nor Pagans,
D. M. Canright ofrece esta apropiada referencia, que le proporcionó Raphael Hawaweeny, obispo de Brooklyn, Iglesia Católica Ortodoxa Siria, alrededor de 1914:

El Catecismo Mayor de la Iglesia Católica Ortodoxa Siria dice:
"¿Guarda el sábado la Iglesia de Oriente?"
"Estrictamente hablando, no lo observa".
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"¿Cómo obedece la Iglesia Cristiana el cuarto mandamiento?"
"Todavía guarda el séptimo cada seis días, sólo que no es el último día de los siete, que es el sábado, sino el primer día de cada semana, que es el día de la resurrección, o día del Señor".
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"¿Desde cuándo guardamos el día de la resurrección?"
"Desde el momento mismo de la resurrección de Cristo".

Una comprensión de la supremacía eclipsante de las Iglesias Ortodoxas Orientales durante los primeros pocos siglos después de la muerte de Pablo es esencial para entender la inmensidad del problema que estos hechos presentan para los sabadistas. No hay que maravillarse de que la literatura sabadista nunca mencione este tema. Un estudio de la extensa y erudita investigación de Canright sobre este tema bien vale la pena el esfuerzo de cualquiera que desee realmente entender la cuestión del sábado/domingo.

Los primeros historiadores de Oriente y Occidente también escribieron sobre la práctica cristiana de celebrar la fiesta del sábado. En estos dos pasajes, los historiadores comentaron sobre cuáles grupos de cristianos lo celebraban con ayuno o comiendo la cena del Señor. Sócrates Escolástico vivió aproximadamente entre 379 y 450 A.D., y Sozomen entre 363 y 420 A.D.:

Sin embargo, puesto que nadie puede producir una orden escrita como autoridad, es evidente que los apóstoles dejaron a cada uno a su propia y libre voluntad en el asunto, con el fin de que cada uno pudiera hacer lo que es bueno, no por obligación ni por necesidad. Tal es la diferencia en las iglesias sobre el tema de los ayunos. Tampoco hay menos variantes con respecto a las reuniones religiosas pues, aunque casi todas las iglesias de todo el mundo celebran los sagrados misterios el sábado de cada semana, los cristianos de Alejandría y de Roma  han dejado de hacerlo a causa de alguna antigua tradición. Los egipcios en las cercanías de Alejandría, y los habitantes de Tebas, tienen sus reuniones religiosas en sábado, pero no participan de los misterios de la manera usual entre los cristianos en general porque, después de haber comido y habiéndose satisfecho con alimentos de toda clase, al hacer sus ofrendas, participan de los misterios. Nuevamente en Alejandría, el miércoles en la semana de la pasión y el Viernes Santo, se leen las Escrituras, y los doctores las explican. Se llevan a cabo todos los ejercicios usuales en sus reuniones, excepto la celebración de los misterios. En Alejandría, esta práctica es de gran antigüedad, pues parece que Orígenes la enseñaba de modo general en aquellos días. Siendo un maestro muy erudito en los libros sagrados, y percibiendo que la importancia de la ley de Moisés (Rom. 8:3) fue debilitada por explicaciones literales, le dio una interpretación espiritual, declarando que nunca hubo sino una sola Pascua verdadera, que el Salvador celebró cuando colgaba en la cruz, porque entonces derrotó los poderes adversos, y la erigió como un trofeo contra el diablo. - Sócrates Escolástico, cerca del 379 - 450 A.D., Ecclesiastical History, Book 5, citado de www.newadvent.org

Que Sócrates Escolástico no está comentando a observancia del sábado queda claramente demostrado por sus palabras introductorias al Libro 5, Capítulo 22. Suena muy parecido a un escrito antisabadista después del fiasco sabático de Bacchiocchi, citando principios de Pablo y enlazando la observancia del sábado con la ordenanza de la circuncisión:

Como hemos tocado el tema, no me parece irrazonable decir algunas palabras relativas a la Pascua. Me parece que ni los antiguos ni los modernos que han pretendido seguir a los judíos han tenido ningúm fundamento racional para contender acerca de ello tan obstinadamente. No han tomado en cuenta el hecho de que, cuando el judaísmo fue cambiado por el cristianismo, cesó la obligación de observar la ley mosaica y los tipos ceremoniales. Y la prueba de esto es simple Ninguna ley de Cristo permite que los cristianos imiten a los judíos. Por el contrario, el apóstol lo prohibe expresamente, no sólo rechazando la circuncisión, sino también desaprobando las disputas acerca de los días de fiesta. En su epístola a los Gálatas 4:21, escribe: "Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley?" Y continuando en su tren de argumentos, demuestra que los judíos estaban en esclavitud como siervos, pero que los que han venido a Cristo son "llamados a la libertad de hijos" (Gálatas 5:13). Además, les exhorta a que, en ninguna manera se preocupen por 'los días, los meses, y los años' (Gálatas 4:10). Nuevamente, en su epístola a los Colosenses (2:16-17), declara claramente que tales observancias son meras sombras, por eso dice: 'Nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva, o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir'. Estas mismas verdades son confirmadas por él en la epístola a los Hebreos (7:12) con estas palabras: 'Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley'. Por tanto, ni los apóstoles, ni los evangelios, han impuesto en ninguna parte el 'yugo de esclavitud' (Gálatas 5:1) a los que han abrazado la verdad, sino que han dejado la pascua y toda otra fiesta para ser honrada por la gratitud de los recipientes de la gracia. Por tanto, por cuanto los hombres aman las fiestas, porque les proporcionan un cese del trabajo, cada individuo en todo lugar, según su propio gusto, por la costumbre prevaleciente, ha celebrado la memoria de la pasión salvadora. El Salvador y sus apóstoles no nos han instado, aunque no por ninguna ley, a observar esta fiesta, ni los evangelios ni los apóstoles nos han amenazado con ninguna penalidad, ningún castigo, ni ninguna maldición por el descuido de ella, como la ley de Moisés hace a los judíos. (Libro 5, Capítulo 22, dentro del primer par de párrafos). Citado de www.newadvent.org

Desde no más tarde que 1992, los teólogos y líderes de iglesia Adventista del Séptimo Día han sabido que este pasaje en particular de Sócrates no puede ser usado para sustentar la idea de que los cristianos estaban guardando el sábado en los siglos tercero y cuarto, como es evidenciado por esta evaluación de los teólogos ASD Mervyn Maxwell y P. Gerard Damsteegt:

La verdad es que Sócrates no dijo que las iglesias de Roma y Alejandría habían dejado de observar la cena del Señor (los "sagrados misterios") en sábado, dando a entender que en alguna ocasión la habían observado. En su lugar, dijo que las iglesias no observan la cena en sábado, dejando que el lector concluya, si lo desea, que la iglesia de estos lugares nunca la observaron. (Parte 3, Nota 27, (C. Mervyn Maxwell y P. Gerard Damsteegt, editores, Source Book for the History of Sabbath and Sunday; Berrien Springs, Mic.: Seventh-day Adventist Theological Seminary, 1992, citado en el artículo de Internet: "Sabbath and Sunday: Adventist Theories", por Michael Morrison, subido al sitio web Grace Community International).

Morrison mismo dice: "En realidad, Sócrates dijo: 'Casi todas las iglesias en todo el mundo celebran los sagrados misterios el sábado de ncada semana, pero los cristianos de Alejandría y de Roma, a causa de alguna tradición antigua, no hacen esto". Comentaba las prácticas del siglo cuarto, sin ninguna implicación acerca de lo que se había hecho en los siglos anteriores. Su comentario no puede usarse como evidencia sobre el siglo segundo, especialmente si contradice todas las otras evidencias que tenemos de documentos del siglo segundo.

Otro historiador primitivo, Sozomen, menciona el término sabbath sólo en un pasaje de toda su historia de la iglesia. Vivió entre cerca de 375 y 447 A.D. El sabbath se menciona sólo en el concepto, una vez más, de cuáles grupos ayunaban en la "fiesta" sabática o celebraban la cena del Señor ese día. Como usted habrá notado, dice que se ha apartado de su tema principal para tratar el concepto del ayuno:

En algunas iglesias, la gente ayuna durante tres semanas alternas en el espacio de seis o siete semanas, mientras que, en otras, ayunan continuamente durante las tres semanas que preceden inmediatamente a la fiesta. Algunos, como los Montanistas, sólo ayunan dos semanas. Las reuniones no se tienen en todas las iglesias al mismo tiempo ni de la misma manera. La gente de Constantinopla, y casi en todas partes, se reúnen en sábado, así como el primer día de la semana, una costumbre que casi nunca se observaba ni en Roma ni en Alejandría. En Egipto, hay varias ciudades y varios pueblos donde, contrariamente a la usanza establecida en otros lugares, la gente se reúne los sábados por la noche y, aunque han cenado previamente, participan de los misterios. No se recitan las mismas oraciones ni los mismos salmos, ni no se leen los mismos textos en las mismas ocasiones en todas las iglesias. Así, pues, el libro titulado El Apocalipsis de Pedro, que los antiguos consideraron completamente espurio, todavía se lee en algunas iglesias de Palestia el día de preparación, cuando la gente observa un ayuno en memoria de la pasión del Salvador. Así, la obra titulada El Apocalipsis del Apóstol Pablo, aunque no era reconocido por los antiguos, todavía es apreciada por la mayoría de los monjes. Algunas personas afirman que el libro fue hallado durante este reinado, por inspiración divina, en una caja de mármol, enterrada en el suelo en la casa de Pablo en Tarso de Cilicia. Se me ha informado que este informe es falso según Cilix, un  presbítero de la iglesia de Tarso y hombre de edad muy avanzada, como lo indican sus cabellos grises. Este hombre dice que tal cosa es desconocida entre ellos, y se pregunta si los herejes no inventaron el relato. Lo que he dicho sobre este tema debería ser suficiente ahora. Muchas otras costumbres se observan todavía en ciudades y pueblos; y los que han sido criados en su observancia considerarían un error abolirlas. por respeto a los grandes hombres que establecieron y perpetuaron estas costumbres. Motivos similares deben ser atribuidos a los que observan diferentes prácticas en la celebración de la fiesta que nos ha conducido a esta larga digresión. - The Ecclesiastical History of Sozomen, bk. 7, ch. 19. (Citado de: www.newadvent.org

Además, las Constituciones Apostólicas, que pueden ser fechadas desde 375 hasta 380 A.D. (Artículo de Wikipedia, "Apostolic Constitutions"), menciona el sábado. Conducente a mucha confusión es el hecho de que el Capítulo 7 es una "nueva versión" de un documento aun más antiguo, el Didache. Una sección del Didache habla de que los primeros cristianos se reunían el día del Señor (domingo) para tener culto, y los historiadores de la iglesia primitiva han fechado esta sección del Didache entre el 50 A.D. y 125 A.D. Puesto que la iglesia cristina observaba el sábado como una fiesta, no guardando el sábado, y a menudo debatían si debían o no ayunar durante la fiesta del sábado, es fácil suponer, incorrectamente, que estas referencias proporcionan apoyo para el sabadismo. Un pasaje como éste, tomado fuera de contexto, no hace justicia al problema porque ignora su relevancia al ayuno y ese ayuno con respecto a la fiesta
del sábado:

EN CUÁLES DIAS DE LA SEMANA DEBEMOS AYUNAR,
EN CUÁLES NO, Y POR QUÉ RAZONES


Pero no sean tus ayunos como los de los hipócritas; (15) porque ellos ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Pero tú, ayuna todos los cinco días, o el cuarto día de la semana, y el día de preparación, porque el cuarto día salió la condenación contra el Señor, prometiendo Judas traicionarlo por dinero; y debes ayunar el día de preparación, porque, en ese día, el Señor sufrió muerte de cruz bajo Poncio Pilato. Pero guarda el sábado, y la fiesta del día del Señor; porque el primero es el memorial de la creación, y el último, el de la resurrección. Pero hay un solo sábado, que debes observar en el año entero, que es el de la sepultura de nuestro Señor, en el cual los hombres deben ayunar, pero no tener una fiesta. Por cuanto y, puesto que el Señor estuvo bajo tierra, la tristeza por él es más contundente que el gozo por la creación; porque el Creador es más honorable por naturaleza y dignidad que sus propias criaturas.

El autor de la anterior afirmación dice específicamente que hay un solo sábado en el año que debe observarse con ayuno. Un estudio adicional de las Constituciones revela que los primeros cristianos honraban la Semana de la Pascua con ayuno en los días establecidos de esa semana, pero no ayunaban en los otros días de esa semana del año en particular.

Recomendamos que nuestros lectores hagan una búsqueda de Constituciones Apostólicas y revisen el documento entero para hallar todas las referencias a la palabra "sabbath". He aquí lo que van a hallar:

Las referencias al sábado se refieren a la fiesta del sábado.

Casi todas las referencias al sábado aluden a si el ayuno debe o debe hacerse en el día de la fiesta del sábado.

El argumento a favor de usar Constituciones Apostólicas para enseñar que los cristianos guardaban el sábado en el sentido judío de la palabra durante los siglos tercero y cuarto representa un razonamiento altamente creativo, o la falta de él.

¿PUEDE LA TEORÍA DE BOB PICKLE SOBRE EL "REPOSO"
DOMINICAL SALVAR A ELLEN WHITE?


Bob Pickle es un muy elocuente defensor del Adventismo, su doctrina del sábado, y su profetisa de la Iglesia, Ellen G. White. Pickle argumenta que Ellen White tenía razón al enseñar que el papa cambió el día de reposo del sábado al domingo, a pesar de la adopción, desde muy temprano, del culto en domingo, porque los cristianos en realidad no reposaron en domingo sino hasta después de que Constantino ordenó el cese de labores ese día a principios del siglo tercero. Pickle razona que, en realidad, la santidad del sábado no fue transferida al domingo sino hasta que el reposo sabático fue cambiado del sabbath judío al domingo "pagano". Este es un enfoque interesante para resolver el problema de Ellen White porque la idea de reposar del trabajo el domingo ocurrió como resultado de la nueva ley dominical de Constantino. Es sumamente interesante observar que el Dr. Samuele Bacchiocchi no se hace estas ilusiones acerca de si la teoría de Ellen White de cómo comenzó la observancia del sábado podría o no podría reconciliarse de esta manera. Bacchiocchi dijo públicamente que discrepaba con la posición de Ellen sobre este asunto:

En un  mensaje por correo electrónico dirigido a "Free Catholic Mailing List" catholic@american.edu el 8 de feb. de 1997, [Bacchiocchi] dice:

"Discrepo con Ellen White, por ejemplo, sobre el origen del domingo. Ella enseña que, en los primeros siglos, todos los cristianos observaban el sábado y que fue mayormente por los esfuerzos de Constantino que la observancia del sábado fue adoptada por muchos cristianos en el siglo cuarto. Mis investigaciones demuestran lo contrario. Si usted lee mi ensayo HOW DID SUNDAY KEEPING BEGIN? [¿CÓMO SE INICIÓ LA OBSERVANCIA DEL DOMINGO?], que resume mi disertación, notará que yo ubico el origen de la observancia del domingo en la época del emperador Adriano, en al 135 A.D.". (Insertado en Bible.ca y disponible por medio de buscador en el sitio web del Dr. Bacchiocchi, Biblical Perspectives).

He aquí un análisis de este interesante intento de rescatar las históricas meteduras de pata de Ellen White:

Primero, no hay ninguna santidad que transferir. El sábado expiró literalmente a la muerte de Cristo. Pablo explicó que, bajo el nuevo pacto, ningún día tiene importancia sagrada por sí mismo. Los primeros cristianos no reposaron el domingo porque no pensaban en él como un "sábado".

Segundo, puesto que las iglesias gentiles probablemente nunca guardaron el sábado y ciertamente no lo hicieron después del Concilio de Jerusalén, y puesto que todos los cristianos, incluyendo los cristianos judíos, no guardaban el sábado de una manera universal después del 140 A.D., no trabajaban en sábado ni tenían una fiesta en algunos de de esos sábados. Para el siglo tercero, no quedaba ningún "reposo" para que Constantino lo "transfiriera" del sábado al domingo. Los cristianos, y especialmente los cristianos gentiles, comenzaron a "profanar" el sábado inmediatamente, haciendo ese día cualquier cosa que deseaban hacer, olvidando toda asociación judía con ese día casi desde el comienzo de la fe.

Tercero, fue el cuerno pequeño de Daniel 7 el que habría de cambiar "los tiempos y las leyes". Aunque este cuerno pequeño de alguna manera simbolizara el papado (la profecía fue cumplida literalmente por el emperador romano Nerón, que sí cambió los tiempos y las leyes, que hicieron este tipo de cristianismo casi indistinguible en comparación con los primeros años de la fe), el cuerno pequeño no llegó a existir sino hasta después del 500 A.D., y la observancia del domingo fue universal no más tarde que en 140 A.D.. No hay manera de racionalizar que el cuerno pequeño existió antes del 500 A.D., de acuerdo con el concepto de "prolepsis" (una rueda dentro de otra rueda) que los Adventistas usan para obligar a Antíoco Epífanes a simbolizar algo que ocurriría en el algún momento en el futuro [el papado], porque el concepto de prolepsis, por su propia definición, no funciona en retrospectiva. Una nueva entidad no se usa para representar una anterior. Los Adventistas no pueden comer con ambas manos. Como verá usted en una reveladora transcripción de las Minutas de la  Conferencia Bíblica de 1919, los líderes Adventistas de 1919 entendían este problema y lucharon en sus esfuerzos por apuntalar la afirmación de su profetisa que decía que el papado (los cuernos pequeños de Daniel 7, 8, 11) habían cambiado el sábado.

Cuarto, Pickle pasa por alto el problema de que Roma no tenía más influencia que cualquier otro obispado en el mundo cristiano de aquella época en la historia de la iglesia primitiva, y la Iglesia Ortodoxa Griega era el centro mismo de la influencia, doctrina y práctica  cristianas, en gran medida opacando a Roma, hasta controlándola y deponiendo los obispos de Roma que se apartaban de las enseñanzas ortodoxas. Más tarde comentaremos el eclipse del poder de la Iglesia de oriente, y hay un estudio completo disponible en el Apéndice IV.

¿Cómo, pues, puede alguien decir que el sábado no fue "cambiado" sino hasta la época de Constantino, cuando casi desde el mismo principio de la fe cristiana, los cristianos gentiles violaban el sábado judío al no dejar de trabajar y celebrarlo como una fiesta? Según las leyes sabáticas del pacto antiguo, los cristianos que observaban el sábado siguiendo sus prpias ideas creaban actividades que exigirían que ellos fuesen lapidados. Probablemente, estos cristianos recogían leña para sus celebraciones y para preparar comidas. ¡Un escritor cristiano primitivo enseñaba a sus lectores que no debían comer alimentos que habían sido preparados el día anterior, que sería viernes! (Esta cita será incluida en un comentario posterior). La "santidad" del sábado fue pisoteada desde el mismo comienzo, por lo menos por los cristianos gentiles y, de acuerdo con el Dr. Bacchiocchi, la observancia del domingo era universal para el año 140 A.D., lo cual significa que hasta los cristianos de ascendencia judía que elegían permanecer en el evangelio - antes que convertirse en parte de la herejía ebionita observadora del sábado y que odiaba a Pablo - nunca volvieron a guardar el sábado en el sentido judío de la palabra.


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