MENTIR EN NOMBRE DE DIOS
Kerry Wynne


APÉNDICE I


EL SÁBADO NO ES UNA LEY PARA LOS CRISTIANOS

Investigado y redactado por Robert K. Sanders


Muchos Adventistas del Séptimo Día me han escrito para preguntarme, en tono de desafío, por qué, después de 47 años, renuncié a la observancia del séptimo día sábado, que comienza a la puesta de sol el viernes y termina a la puesta del sol el domingo. Responder a estas objeciones es la razón de este artículo: "El sábado no es una ley para los cristianos".

Cuando yo era observador del sábado, los que no lo eran me preguntaban: "¿Por qué todavía guarda usted el sábado mientras que ha renunciado a las otras enseñanzas del antiguo pacto de la Iglesia Adventista del Séptimo Día?" Me preguntaban: "Los argumentos que usted usa para demostrar que diezmar y abstenerse de comer carnes inmundas ya no es obligatorio para los cristianos, ¿no serían los mismos que los que usaría para demostrar que el sábado ya no es obligatorio para los cristianos?" Después de un cuidadoso estudio, he tenido que llegar a la conclusión de que tenían razón.

LOS PACTOS

Los Adventistas del Séptimo Día dividen arbitrariamente el pacto antiguo en dos partes, moral y ceremonial. Aseguran que los Diez Mandmaientos son morales y el resto de la ley/el pacto es ceremonial. No han presentado ninguna evidencia bíblica para sustentar una división en dos partes del pacto antiguo. En la totalidad de la ley, hay mandamientos tanto morales como ceremoniales, y en los Diez Mandamientos hay un mandamiento ceremonial.

1. Los escritores bíblicos nunca declararon que el pacto antiguo tenía dos partes. Los judíos entienden que no hay sino una ley/un pacto, y que todo es igualmente santo y obligatorio. Cuando Israel prometió guardar el pacto, era un solo pacto, no un pacto de dos partes.

Éx. 24:3 (NVI) - Moisés fue y refirió al pueblo todas las palabras y disposiciones del Señor, y ellos respondieron a una voz: "Haremos todo lo que el Señor ha dicho". 
A.  Hay 613 mandamientos en el pacto antiguo que los israelitas debían guardar perfectamente.
B.  Los Diez tienen un mandamiento ceremonial, el sábado, que no es un mandamiento moral.
La observancia del sábado fue dada a Israel como un rito semanal "para que reposaran" del trabajo. Nunca fue ordenado como un día comunal de culto. A Israel se le ordenó que recordara su liberación de Egipto y que Dios había creado el mundo. El sábado no es un mandamiento moral, pues ninguna persona ha sido jamás acusada de pecar por quebrantar el sábado, excepto el Israel del Pacto Antiguo.

2.  El pacto antiguo es un acuerdo obligatorio que Dios hizo con Israel en Sinaí.

(NVI) - Moisés tomó la sangre, roció al pueblo con ella y dijo: "Esta es la sangre del pacto que, con base en estas palabras, el Señor ha hecho con ustedes".
Los ASD enseñan que él sábado es obligatorio para todas las naciones y todos los pueblos en todo tiempo cuando, en realidad, fue dado sólo a una nación, Israel. La circuncisión era la señal de entrada en el pacto. Los gentiles sólo podían guardar el sábado legalmente y ser aceptados por Dios si ingresaban a la comunidad israelita por medio de la circuncisión y cumplían todos los requisitos del pacto.

3.  El sábado era la señal del pacto antiguo entre Dios e Israel. Dios nunca hizo del sábado una señal para los cristianos en el Nuevo Testamento. ¿Halla usted a los cristianos mencionados en el texto? ¿Puede usted legalmente imponer a los cristianos lo que Dios no les ha impuesto?

Éx. 31:16 (NRSV) - Por lo tanto, los israelitas guardarán el sábado, observando el sábado por vuestras generaciones como pacto perpetuo. Es una señal perpetua entre mí y el pueblo de Israel de que en seis días el Señor hizo los cielos y la tierra, y que en el séptimo día reposó."
4.  Tanto la circuncisión como el sábado son un pacto perpetuo para Israel. La circuncisión.se hizo primero con Abraham como "pacto perpetuo".
Gén. 17:9-10, 13-14 (NVI) - Dios también dijo a Abraham: "Cumple con mi pacto, tú y toda tu descendencia. Éste es el pacto que establezco contigo y con tu descendencia, y que todos deberán cumplir. Todos los varones entre ustedes deberán ser circuncidados". "Todos sin excepción, tanto el nacido en casa como el que haya sido comprado por dinero, deberán ser circuncidados. De esta manera, mi pacto quedará como una marca indeleble en la carne de ustedes, como un pacto perpetuo. Pero el varón incircunciso, al que no se le haya cortado la carne de su prepucio, será eliminado de su pueblo por quebrantar mi pacto".
5.  Luego Dios dio la circuncisión a Israel junto con el sábado en la ley de Moisés.
Juan 7:21-24 (NVI) - Hice un milagro, y todos ustedes han quedado asombrados. Por eso Moisés les dio la circuncisión, que en realidad no proviene de Moisés, sino de los patriarcas, y aun en sábado la practican. Ahora bien, si para cumplir la ley de Moisés circuncidan a un varón incluso en sábado, ¿por qué se enfurecen conmigo si en sábado lo sano por completo? No juzguen por las apariencias; juzguen con justicia.
6.  El antiguo pacto terminó en el Calvario con la muerte de Jesús.

Cuando muere uno de los participantes en un pacto, dicho pacto muere. En este caso, fue Jesús quien murió, y él hizo aquel pacto con Israel. Así, pues, el pacto antiguo terminó, del mismo modo que el pacto del matrimonio termina cuando muere una de las dos partes. La persona sobreviviente está libre para casarse otra vez, así como Jesús ahora toma a la iglesia como su nueva esposa. Si un cónyuge muere, la persona que sobrevive ya no está casada con un cadáver. Rom. 7 muestra esta comparación del matrimonio y morir a la ley por medio de Cristo. Los ASD están casados con el cadáver del pacto antiguo. Leen la observancia del sábado en el antiguo pacto (contrato) que Dios hizo con Israel y lo aplican a ellos mismos. No aceptan el hecho de que nunca fueron parte de ese pacto. La única manera en que guarden legalmente el sábado es por medio de la circuncisión, y entonces estarían obligados a guardar TODOS los requisitos del pacto antiguo con sus 613 mandamientos, lo cual ellos no hacen. Rehusan matar a los quebrantadores del sábado y permanecen en sus casas en sábado como lo exige la ley. Así, pues, son violadores de la ley, y están sujetos a la condenación de esa ley.

¿QUÉ TERMINÓ  EN LA CRUZ?

Jesús abolió la ley de Israel con los Diez Mandamientos y leyes.

Efe. 2:15 (NVI) - ... pues abolió la ley con sus mandamientos y requisitos.

Nótese que lo que fue abolido fue "la ley" en singular, no en plural. Había sólo "una ley", con muchas órdenes y reglamentos, y fue abolida por Jesús.

Dios canceló el código escrito y los reglamentos, clavando todo en la cruz. Los ASD dicen que el "código escrito" no era los Diez Mandamientos, sino la ley que Moisés escribió.

Pero Dios y Moisés escribieron los Diez Mandamientos. Los Diez Mandamientos, escritos en tablas de piedra por el dedo de Dios, fueron puestos dentro del arca del pacto, y también fueron escritos por Moisés en pergamino y puestos fuera del arca, en el libro del pacto. De lo contrario, no estaríamos leyéndolos en nuestras Biblias. Col. 2 y Éx. 24 explican esto.

Col. 2:13-14 (NVI) - Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz.  

Éx. 24:3 -4 - Moisés fue y refirió al pueblo todas las palabras y disposiciones del Señor, y ellos respondieron a una voz: "Haremos todo lo que el Señor ha dicho". Moisés puso entonces por escrito lo que el Señor había dicho. A la mañana siguiente, madrugó y levantó un altar al pie del monte, y en representación de las doce tribus de Israel, consagró doce piedras.
Versículo 7 - Después tomó el libro del pacto y lo leyó ante el pueblo, y ellos respondieron: "Haremos todo lo que el Señor ha dicho, y le obedeceremos".
Jesús fue bajado de la cruz, pero la ley con el sábado permanece clavada en la cruz para la eternidad. Los ASD hacen lo posible para arrancar los clavos de la cruz y hacer al sábado obligatorio para los cristianos.

No hay manera de evitar el hecho de que el pacto antiguo incluía los Diez Mandamientos.

Heb. 9:1 - Heb. 9:4 (NVI) - Ahora bien, el primer pacto tenía sus normas para el culto, y un santuario terrenal. En efecto, se habilitó un tabernáculo de tal modo que, en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados. Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía el altar de oro para el incienso y el arca del pacto, toda recubierta de oro. Dentro del arca había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que había retoñado, y las tablas del pacto.

El pacto antiguo con los Diez Mandamientos está caduco.

Heb. 8:7 - Heb. 8:13 (NVI) - Efectivamente, si ese primer pacto hubiera sido perfecto, no habría lugar para un segundo pacto. Pero Dios, reprochándoles sus defectos, dijo: "Vienen días - dijo el Señor - en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos no permanecieron fieles a mi pacto, y yo los abandoné - dice el Señor -. Éste es el pacto que, después de aquel tiempo, haré con la casa de Israel - dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: "¡Conoce al Señor!", porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán. Yo les perdonaré sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados". Al llamar "nuevo" a ese pacto, ha declarado caduco al anterior; y lo que se vuelve caduco y envejece, ya está por desaparecer.

Los Diez Mandamientos eran un ministerio de muerte y condenación.

2 Cor. 3:6 -9 (NVI) - Él nos ha capacitado para ser ministros de un nuevo pacto, no el de la letra, sino el del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu vida. El ministerio que causaba muerte, que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar el rostro de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en él, la cual ya se estaba extinguiendo. Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu? Si es glorioso el ministerio que trae condenación, ¡cuánto más glorioso será el ministerio que trae la justicia!

Sólo alguien que fue partícipe de aquella ley/aquel sábado podía morir a aquella ley/aquel sábado. Nadie que esté vivo hoy era partícipe del pacto antiguo. Insistir en la observancia del sábado y otros puntos de la ley del pacto antiguo es insistir en estar atado a un cónyuge muerto.

Los judíos cristianos son "libres de la ley" y ahora sirven al Espíritu, no en la manera del "código escrito".

Si usted no ha muerto a la la ley y al sábado, está aferrado a un cadáver. ¡Buena suerte con eso!

Rom. 7:4-6 (NVI) - Asimismo, hermanos míos, ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo, daremos fruto para Dios. Porque cuando nuestra naturaleza pecaminosa aun nos dominaba, las malas pasiones que la ley nos despertaba actuaban en los miembros de nuestro cuerpo, y dábamos fruto para muerte. Pero ahora, al morir a los que nos tenía subyugados, hemos quedado libres de la ley, a fin de servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito.

La ley era testigo contra Israel, no contra los cristianos.

Dios dio la ley a Israel para mostrarles sus pecados, y la ley fue testigo de ello. Era una nación terca, rebelde, idólatra, desleal.

Deut. 31:26-27 (NVI) - "Tomen este libro de la ley, y pónganlo junto al arca del pacto del Señor su Dios. Allí permanecerá como testigo contra ustedes los israelitas, pues sé cuán tercos y rebeldes son. Si fueron rebeldes contra el Señor mientras viví con ustedes, ¡cuánto más lo serán después de mi muerte! 

La ley era un ayo (paidagogos) para llevar a Cristo a los israelitas, no a los cristianos, que nunca estuvieron bajo la ley. ¿Cómo pueden los ASD, que dicen que son justificados por fe, querer estar bajo el profesor (la ley) de Israel?

Gál. 3:23-25 (KJV) - Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro profesor, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero, venida la fe, ya no estamos bajo el profesor.

Un paidagogos era alguien que acompañaba a un niño, y era generalmente un esclavo de los padres del niño, y hasta administraba castigo si era necesario. Una vez que el niño crecía y maduraba, el paidagogos era despedido de su trabajo de supervisar el niño. Los que insisten en vivir según esa ley demuestran su inmadurez; que todavía necesitan que se les diga todo lo que deben hacer y lo que no.

Cristo es el fin de la ley para Israel.

La ley no hacía justo a nadie, y nadie podía guardarla perfectamente. 

Rom. 10:4 (NVI) - De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.

Rom. 3:20 (NVI) - Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado.

La ley del pecado y de la muerte es los Diez Mandamientos.

2 Cor. 3:6-7 (NVI) - "Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no de la letra sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual gloria ya se estaba extinguiendo.

La ley fue hecha para el rebelde Israel, no para los cristianos con el espíritu de Dios.

¿Necesitan los cristianos que la ley les diga que no adoren ídolos, que no maten y que no roben?

1 Tim. 1:9 (NVI) - Tengamos en cuenta que la ley no se ha instituido para los justos sino para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos. La ley es para los que maltratan a sus propios padres, para los asesinos, para los adúlteros y los homosexuales, para los traficantes de esclavos, los embusteros y los que juran  en falso. En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado.

¿Cómo pueden los cristianos ser justos delante de Dios sin la ley?

Los cristianos recibirán su justicia del evangelio y vivirán por fe.

Rom. 1:17 (NVI) - De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: "El justo vivirá por la fe".  

Rom. 3:21-23 (NVI) - Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.

Pablo no estaba bajo la ley.
1 Cor. 9:20 (NVI) - Entre los judíos, me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley, me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de ganar a éstos.

Rom. 6:14 (NVI) - Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley sino bajo la gracia. 

Gál. 5:14
(NVI) - En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: "Ama a tu prójimo como a ti mismo".

Gál. 5:18 (NVI) - Pero, si los guía el Espíritu, no están bajo la ley.

Los apóstoles se oponían a los judaizantes que trataban de imponer la ley a los gentiles. 

El punto en disputa era la observancia de la ley de Moisés. Nótese que el sábado no estaba incluido en esta discusión. En la mente judía, un gentil debía primero circuncidarse antes de que pudiera guardar el sábado. Ésta habría sido una excelente ocasión para decirles a los gentiles que guardaran los Diez, como los ASD.

Hechos 15:5 (NVI) - Entonces intervinieron algunos creyentes que pertenecían a la secta de los fariseos y afirmaron: "Es necesario circuncidar a los gentiles y exigirles que guarden la ley de Moisés".

Hechos 15:10-11 (NVI) - Entonces, ¿por qué tratan ahora de provocar a Dios poniendo sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? ¡No puede ser! Más bien, como ellos, creemos que somos salvos por la gracia de nuestro Señor Jesús.

Hechos 15:19-21 (NVI) - Por lo tanto, yo considero que debemos dejar de ponerles trabas a los gentiles que se convierten a Dios. Más bien, debemos escribirles que se abstengan de lo contaminado por los ídolos, de la inmoralidad sexual, de la carne de animales estrangulados y de sangre. En efecto, desde tiempos antiguos, Moisés siempre ha tenido en cada ciudad quien lo predique y lo lea en las sinagogas todos los sábados.

El pacto de Sinaí es esclavitud representada por la Jerusalén terrenal. Judíos y gentiles son libres en la Nueva Jerusalén que está en el cielo, la cual es de fe.

¿Qué se dio en Sinaí? Los Diez Mandamientos y el sábado.

Gál. 4:21-31 (NVI) - Díganme, ustedes que quieren estar bajo la ley: ¿Por qué no le prestan atención a lo que la ley misma dice? ¿acaso no está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre? El de la esclava nació por decisión humana, pero el de la libre nació en cumplimiento de una promesa. Ese relato puede interpretarse en sentido figurado: estas mujeres representan dos pactos. Uno, que es Agar, procede del monte Sinaí y tiene hijos que nacen para ser esclavos. Agar representa el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la actual ciudad de Jerusalén, porque, junto con sus hijos, vive en esclavitud. Pero la Jerusalén celestial es libre, y ésa es nuestra madre. Porque está escrito: "Tú, mujer estéril que nunca has dado a luz, ¡grita de alegría! Tú, que nunca tuviste dolores de parto, ¡prorrumpe en gritos de júbilo! Porque más hijos que la casada tendrá la desamparada". Ustedes, hermanos, al igual que Isaac, son hijos por la promesa. Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora. Pero, ¿qué dice la Escritura? "¡Echa de aquí a la esclava y a su hijo! El hijo de la esclava jamás tendrá parte en la herencia con el hijo de la libre". Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

El nuevo pacto es Dios que escribe sus leyes en el corazón del cristiano.

Hebreos 8:10 (NVI) - Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con la casa de Israel - dice el Señor -: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

¿Cuáles son las leyes que Dios ha escrito en nuestros corazones?

Los ASD quieren hacernos creer que Dios está escribiendo en nuestros corazones la misma y antigua ley del pacto de pecado y muerte. Los apóstoles nos dicen cuáles son.

La ley de la fe. Saber que somos justificados delante de Dios sin guardar el antiguo pacto.

Rom. 3:27-28 - ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.

La ley del Espíritu nos ha librado de la ley  del pecado y de la muerte.

Rom. 8:1-4 (NVI) - Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu.
Vivan por el Espíritu. Si ustedes son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley.
Gál. 5:16-21 (NVI) - Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la ley. Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gál. 6:2 (NVI) - Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. 
La ley de libertad.
Santiago 2:8-9 (NVI) - Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de la Escritura. "Ama a tu prójimo como a ti mismo", pero si muestran algún favoritismo,pecan y son culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores. Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto, ya es culpable de haberla quebrantado toda. Pues el que dijo: "No cometas adulterio", también dijo: "No mates". Si no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la ley.
Santiago menciona dos leyes distintas - es decir: (1) la ley real y la ley de libertad (que son idénticas) y (2) "toda la ley" (que incluye la Torá completa, todas las leyes de Moisés. Santiago nos dice que la ley real es: "Amar al prójimo como a sí mismo". Esta ley, que se halla en Levítico 19:18, es una de las muchas leyes que el Señor dio a Moisés para que instruyera a Israel con respecto a cómo vivir vidas morales y desarrollar buenas relaciones interpersonales con los demás. Santiago también dice que, como en la ley del pacto antiguo, si se quebrantaba siquiera un punto de toda la ley, se era culpable de violar la totalidad del antiguo pacto. De la misma manera, su dejamos de mostrar amor siquiera por una persona al mostrar parcialidad, se es culpable de quebrantar la ley de libertad. Por lo tanto, si se quebranta un punto de los Diez o en la "totalidad de la ley" que consistía de 613 mandamientos, se era un violador.

Jesús dio un nuevo mandamiento: Amarse los unos a los otros.

¿Un cristiano que ama a su prójimo matará, robará, cometerá adulterio, y adorará ídolos? No hay ninguna necesidad de esa ley caduca o los Diez Mandamientos. El amor no hace daño al prójimo. Por consiguiente, el amor cumple la ley. Guardar la ley no significa cumplirla. Otra manera de mirar esto es que, si un cristiano ama aun a sus enemigos, no cometería estos actos, viendo que estas cosas son el resultado de un corazón no convertido, no motivado por el amor. ¿Confía usted en que el espíritu le guíe? Si no es así, usted no tiene fe, tal como Israel.
Juan 13:34-35 (NVI) - Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo, todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
El mundo sabrá que ustedes son discípulos de Jesús si ustedes se aman los unos a los otros.

Pablo le dice.a Tito lo que debe enseñar. Nótese que no se dice nada sobre la observancia del sábado.

Tito 2:11-15 (NVI) - En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio, mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien. Esto es lo que debes enseñar. Exhorta y reprende con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.

¿SIGUEN LOS SABADISTAS EL EJEMPLO DE JESÚS?

Los sabadistas disfrutan de señalar a Jesús como su ejemplo en la observancia del sábado. ¿Es éste un argumento válido?  Si hemos de seguir el ejemplo de Jesús sobre cómo vivió bajo el viejo pacto, debemos considerar esto:

¿Siguen los sabadistas el ejemplo de Jesús? ¡No!

1.  Jesús usaba una toga con borlas y un cordón azul.

2.  Jesús pagaba impuestos al templo y sostenía el culto del templo.

3.  Jesús asistía a una sinagoga judía los sábados y leía la Torá en hebreo.

4.  Jesús hablaba contra los líderes judíos.

5.  Jesús limitó sus estudios sólo a la Torá.

6.  Jesús guardaba todos los 12 sábados, incluyendo comer el cordero de Pascua.

7.  Jesús no bautizó a nadie.

8.  Jesús no tenía casa, ni se casó, no estuvo empleado, no tenía ingresos, se alojó en las casas de otras personas. y cabalgó sobre un asno.

Pablo usó el sábado para evangelizar. 

Cada vez que se menciona a los apóstoles en relación con el sábado, es en relación con el evangelismo, no con la observancia del sábado. A menudo, Pablo iba al templo y a las sinagogas para predicar a Cristo tanto a judíos como a gentiles. Nunca se dice que Pablo o los apóstoles predicaron la observancia del sábado ni a judíos ni a gentiles. Tome nota de Hechos 17:2. Pablo no iba a las sinagogas a guardar el sábado ni para tener culto. El culto se hacía en el templo, no en las sinagogas. Las sinagogas se usaban para enseñar la Torá. Pablo enseñaba de la Torá cómo Cristo cumplió las profecías que se hallaban en la Torá. Ni nuna sola vez en el libro de Hechos aparece el sábado como centro de debate. Los gentiles llegaban a la iglesia por millares, pero no se les enseñaba el mandamiento sobre la observancia del sábado ni los castigos por violar el sábado.

Hechos 17:2-4 (NVI) - Como era su costumbre, Pablo entró en la sinagoga y, por tres sábados seguidos, discutió con ellos. Basándose en las Escrituras, les explicaba y demostraba que era necesario que el Mesías padeciera y resucitara. Les decía: "Este Jesús que les anuncio es el Mesías". Algunos de los judíos se convencieron y se unieron a Pablo y a Silas, como también lo hicieron un buen número de mujeres prominentes y muchos griegos que adoraban a Dios.

¿Prueba Pablo, citando los Diez Mandamientos, que el sábado es obligatorio para los cristianos?

Pablo siempre guardaba silencio cuando se trataba de la observancia del sábado. Sí cita los Diez Mandamientos, pero no como un deber de la iglesia. Dice Pablo que el deber de los cristianos es amar al prójimo como a sí mismo, y esto es lo que cumple los requisitos de la ley/Torá. El auditorio judío al cual Pablo se dirigía creía que, si guardaban los Diez Mandamientos, estaban cumpliendo toda la Torá/ley, pero no lo estaban si no amaban a sus prójimos.

Rom. 13:8-10 (NVI) - No tengas deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, el que ama al prójimo ha cumplido la ley. Porque los mandamientos que dicen: "No cometas adulterio", "no mates", "no robes", no codicies", y todos los demás mandamientos, se resumen en este precepto: "Ama a tu prójimo como a ti mismo"". El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley. 

RESPONDIENDO ARGUMENTOS SOBRE EL SÁBADO EN EL PACTO

He aquí una lista de de algunos argumentos usados a menudo en apoyo de la observancia del sábado.

Argumento: En la creación, Dios reposó el sábado; santificó el día, y lo santificó. Por lo tanto, toda la humanidad debe santificar el día.

Gén. 2:2-3 (NVI) - Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora. 

El término "sábado" no se menciona en el relato de la creación. Dios reposó de la creación en ESE día; no continuó creando para crear un día de reposo repetido. Dios reposó/cesó de su creación en ese séptimo día en particular; la creación fue completada el sexto día, y santificó ESE séptimo día en particular, no un séptimo día recurrente.

Dios "reposó" de aquella obra porque había terminado con esa obra. Un abogado en un tribunal "reposa" su caso cuando ha terminado y ya no tiene nada más que presentarle al tribunal. Génesis también muestra que aquel día muestra que no tiene fin. Dios todavía está reposando de aquella obra y, de acuerdo con el autor de Hebreos 4, los creyentes tienen la oportunidad de entrar en el reposo de Dios que comenzó entonces. El creyente entra en el reposo de Dios "hoy", viendo que ese día no tiene fin. Este es el reposo al cual apuntaba el sábado, y del cual era una sombra.

Al usar el argumento de que "no es posible que este reposo sea sólo para Dios", se entra en una racionalización que incluye a Adán y a Eva, y al resto de la humanidad en un día de reposo físico, semanal. Si este reposo no fuera sólo para Dios, entonces a la humanidad se le habría dado el potencial de entrar en este mismo reposo, ¿correcto? ¿Y no es eso a lo que apunta el autor de Hebreos? Podemos entrar en el reposo de Dios, así que, ¿por qué querríamos entrar en esa sombra de reposo que apuntaba a Cristo, y que ciertamente es este reposo? Véase Col. 2:15-16. La lógica sabadista es desviada debido a su propia preocupación con el sábado semanal y físico, que no era sino una sombra.

No es lógico concluir que, por consiguiente, entramos en un reposo distinto de aquél en el cual entró Dios: el sábado semanal. Dios ordenó que Israel reposara en ese recíproco séptimo día, y no ordenó ni dijo que Él reposó los sábados semanales. El testimonio de Cristo confirma esto cuando declara que el Padre trabaja los sábados, lo mismo que Cristo.

Los sabadistas necesitan desesperadamente establecer aquí el recurrente séptimo día sábado para demostrar que su observancia se aplica a los cristianos que no eran parte del pacto antiguo, y probar que, de alguna manera, el sábado, es especial y "eterno".

El término "sábado" no se usa en el relato de Génesis, y no hay ninguna evidencia interna de que Dios santificó cada séptimo día. Fue AQUÉL séptimo día el que Dios santificó y en el cual reposó, no cada séptimo día de allí en adelante, como dice Juan 5:16-17. Dios impidió que el maná que le dio a Israel en el desierto se echara a perder en sábado. Dios preserva la vida, y mantiene en su lugar las palabras sobre el séptimo día.

El Padre y Jesús trabajan los sábados.

Juan 5:16-17 (NVI) - Precisamente por esto los judíos perseguían a Jesús, pues hacía tales cosas en sábado. Pero Jesús les respondía: "Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo".

Argumento: Adán y Eva guardaron el sábado.

No hay ninguna evidencia interna de que a Adán y Eva se les ordenara guardar el sábado semanal, o de que lo guardara nadie antes de que Israel llegara a Sinaí, cuando la ley de Moisés fue entregada y codificada. Son más ilusiones. La línea de razonamiento de los sabadistas aquí ha sido de "una vez santo, siempre santo", y esto incluye a los cristianos. Así que, ¿por qué no es todavía santo el terreno en Sinaí? Las dos cosas no pueden ser ciertas. Los que dicen que Adán y Eva guardaron el sábado lo hacen especulando.

La Biblia sí nos dice que el pacto sinaítico, que incluye el sábado, no se hizo con los antepasados, como Adán, Noé, Isaac, Jacob y Abraham.

Deut. 5:2-3 (NVI) - El señor nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en el monte Horeb. No fue con nuestros padres con quienes el Señor hizo ese pacto, sino con nosotros, con todos los que hoy estamos vivos aquí.

Argumento: Abraham guardó todos los mandamientos de Dios. Por lo tanto, guardó el sábado.

Gén. 26:5 (NVI) - porque Abraham me obedeció y cumplió mis preceptos y mis mandamientos, mis normas y mis enseñanzas".

Ésta es otra falsa afirmación que es especulación. El sábado no estaba incluido en el pacto de Dios con Abraham. Evidentemente, la circuncisión era más importante para Dios que el sábado, pues Dios hizo de la circuncisión una señal del pacto con Abraham, no el sábado.

Gén. 17:10-11 (NVI) - Y éste es el pacto que establezco contigo y con tu descendencia, y que todos deberán cumplir: Todos los varones entre ustedes deberán ser circuncidados. Circuncidarán la carne de su prepucio, y ésa será la señal del pacto entre nosotros.

Argumento: El sábado es un pacto perpetuo. Por lo tanto, nunca terminará.

Éx. 31:16-17 (NVI) - Los israelitas deberán observar el sábado. En todas las generaciones futuras, será para ellos un pacto perpetuo, una señal eterna entre ellos y yo. En efecto, en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, y el séptimo día descansó.

Así, que, si el sábado permanece ahora porque es un pacto eterno, permanente, también lo es la circuncisión.

Gén. 17:13-14 (NVI) - Todos sin excepción, tanto el nacido en casa como el que haya sido comprado por dinero, deberán ser circuncidados. De esta manera, mi pacto quedará como una marca indeleble en la carne de ustedes, como un pacto perpetuo. Pero el varón incircunciso, al que no se le haya cortado nla carne del prepucio, será eliminado de su pueblo por quebrantar mi pacto.

¡El nuevo pacto no sería como el antiguo!

Jer. 31:31-33 (NVI) - "Vienen días - afirma el Señor - en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá. No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron, a pesar de que yo era su esposo - afirma el Señor. Este es el pacto que, después de aquel tiempo, haré con el pueblo de Israel - afirma el Señor: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Dios le dijo a Israel que vendría el tiempo en que él pondría fin a los sábados de ellos.

Oseas 2:11 (NVI) - Pondré fin a todo su jolgorio: sus peregrinaciones, sus lunas nuevas, sus días de reposo, y sus fiestas solemnes.

Los ASD quieren santificar sólo el séptimo día sábado y un "pacto eterno" para cumplir su agenda, y descartar los otros diez sábados de reposo que se hallan en Deuteronomio 23. El sábado era una sombra de la obra consumada de Cristo. Por qué quieren los sabadistas vivir en las sombras y negar la obra consumada de Cristo es un misterio para mí. Pablo nos dice que estos sábados semanales, mensuales y anuales son temporales - sombras que encuentran su realidad en Jesús.

Col. 2:16-17 (NVI) - Así que nadie los juzgue a ustedes por lo que comen o beben, o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de reposo. Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo.

Argumento: Isaías prueba que el sábado es eterno, pues será guardado en la tierra nueva.

Isa. 66:22-24 (NVI) - "Porque así como perdurarán en mi presencia el cielo nuevo y la tierra nueva que yo haré, así también perdurarán el nombre y los descendientes de ustedes - afirma el Señor -. Sucederá que de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, toda la humanidad vendrá postrarse ante mí - dice el Señor -. Entonces saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí. Porque no morirá el gusano que los devora, si se apagará el fuego que los consume: ¡repulsivos serán a toda la humanidad!".

Si los mensajes de Isaías se aplican a la Iglesia cristiana, entonces nos enfrentamos a muchos problemas. Léase esto cuidadosamente:

Isa. 65:17 habla de cuando Dios creará un nuevo cielo y una nueva tierra (v. 20) y que las personas que no vivan para llegar a los 100 años serán malditas. (¿La gente morirá en la tierra nueva?) vs. 22. La gente vivirá tanto como un árbol. (Muchos árboles no viven ni 20 años) vs. 23, las mujeres tendrán hijos. (Jesús nos dice que en el cielo no habrá matrimonios). Como se puede ver, esto no tiene nada que ver con la creencia cristiana del nuevo cielo y la nueva tierra. Si Israel hubiese sido fiel/obediente a Dios, estas bendiciones habrían venido a ellos. La profecía de Isaías se aplica sólo a Israel, no a los cristianos del nuevo pacto. ¿Necesitarán realmente los santos un sábado semanal para reposar de su trabajo, para recordar que fueron librados en Egipto y que fue Dios el que creó el mundo? Creo que no.

Cada sábado en la nueva tierra uno puede salir y contemplar los cuerpos muertos y los gusanos que no mueren.

Isa. 66:22-24 (NVI) - "Porque así como perdurarán en mi presencia el cielo nuevo y la tierra nueva que yo haré, así también perdurarán el nombre y los descendientes de ustedes - afirma el Señor -. Sucederá que de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, toda la humanidad vendrá postrarse ante mí - dice el Señor -. Entonces saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí. Porque no morirá el gusano que los devora, si se apagará el fuego que los consume: ¡repulsivos serán a toda la humanidad!"

No hay muerte ni gusanos muertos en la nueva tierra. Como se puede ver, la profecía de Isaías no tiene nada que ver con la descripción del nuevo pacto de la nueva tierra y la nueva tierra.

Argumento: ¡El sábado será guardado en la nueva Jerusalén!

Apoc. 21:23-25 (NVI) - La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus espléndidas riquezas. Sus puertas estarán siempre abiertas todo el día, pues allí no habrá noche.

¿Cómo de veras puede el sábado ser guardado en la nueva Jerusalén sin noche que defina ni el comienzo ni el fin del día? ¿Va Dios a hacer sonar un timbre? Es ridículo pensar que los santos van a necesitar un día "de reposo" una vez por semana para tener comunión con Dios o para descansar del trabajo. Dios no descansa el séptimo día; ¿por qué descansarían los santos?

Argumento: Jesús no abolió la ley de los Diez Mandamientos; por tanto, el sábado es obligatorio.

(Este argumento ha sido usado por Robert Sanders con permiso de William H. Hohmann).anular la lery oanula

Matt. 5:17-19 (NVI) - "No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos, sino a darles cumplimiento. Les aseguro que, mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido. Todo el infrinja uno sólo de estos mandamientos, por pequeño que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos; pero el que los practique y los enseñe será considerado grande en el reino de los cielos.

Esta declaración de Jesucristo es interpretada por los que favorecen la observancia del sábado como evidencia de que los Diez Mandamientos, incluyendo el del sábado, son obligatorios para los cristianos. A primera vista, esto parece verdad, hasta que uno somete lo anterior a una correcta erudición bíblica y un análisis crítico.

Si fuera una cuestión de puntos de la ley, entonces la frase "la ley o los profetas" no tendría sentido, pues no hay ninguna ley codificada en los profetas que debía "cumplirse". Se concluye erróneamente que es la ley la que es "cumplida", no las profecías que se hallan en la ley y los profetas.

El primer problema que surge tiene que ver con la interpretación de "cumplir" en el versículo 17. El argumento sabadista es que este "cumplir" debe entenderse como "llenar a capacidad" la ley. Jesús vino a darle la plena fuerza, por decirlo así. Este punto de vista fuerza la conclusión que los sabadistas pasan por alto en esta interpretación. La ley era defectuosa o incompleta; la misma ley que ellos afirman que es la "ley de Dios" y una ley perfecta y eterna.

Y si está siendo "magnificada" a este respecto, ¿cómo puede esto ser llevado a cabo sin alterarla más allá de las jotas y las tildes? ¿Qué acerca de aquellas porciones de la "ley de Dios" que son de naturaleza sacrificial

Y finalmente, ¿cómo se puede llenar o completar la ley en la porción de la escritura aludida en "los profetas", donde no hay ninguna codificación de la ley? Nuevamente, la afirmación inicial dice: No piensen que he venido a destruir la ley o los profetas. No he venido a destruir, sino a cumplir. ¿Cómo puede uno "destruir" los profetas,y cómo puede uno "cumplir" los profetas?

Así que, aquí tenemos una situación en que no se puede cumplir esa sección de la Biblia llamada los profetas con respecto a la ley, pues no hay ninguna ley codificada en los profetas que tenga el potencial para ser cumplida o destruida. Pero este potencial existe en la ley y los profetas con respecto a las profecías, pues hay profecías en la ley y los porfetas.

La siguiente pregunta que hay que hacer es: ¿Vino Jesús para cumplir las profecías que se hallan en la ley y los profetas? Sí. En  este punto, debemos dirigirnos al contexto del versículo 18:

Hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasarán de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

Como la ley y los profetas se han discutido en el versículo anterior, no podemos suponer en seguida que sólo la ley, o los primeros cinco libros (el Pentateuco) están siendo discutidos, pues a menudo el término "la ley" se usa para indicar la totalidad del Antiguo Testamento.

Los que sostienen la posición de "cumplir la ley a plenitud" se apresuran a señalar que no todas las cosas fueron cumplidas proféticamente por Jesús; los cielos y la tierra todavía están aquí, por tanto, el contexto trata de cumplir la ley. Si lo lógico no es A, entonces es B, sin examinar ninguna otra posibilidad. Esto se llama comúnmente "pensar en blanco y negro", y es una pobre erudición bíblica. Ya hemos visto cómo esto no se sostiene con respecto al versículo 17, y cuando tratamos de aplicar esta interpretación al versículo 18, surgen problemas aun mayores.

Si aquí se trata de completar la ley, entonces tenemos una situación en que, una vez que la ley es llenada, completada, o llevada a la plenitud de su fuerza, fallece cuando pasan el cielo y la tierra. ¿Tiene sentido construir la ley con el propósito de deshacerse de ella, especialmente a la luz de una creencia que insiste en que esta ley es eterna?

¿Nos encontramos con estos errores ilógicos cuando concluimos que es una cuestión de cosas profetizadas que ocurren culminando en un nuevo cielo y una nueva tierra? No, en absoluto. Cuando todas las cosas predichas en la ley han llegado a realizarse, entonces todas las cosas han sido hechas y hay un fin para esas cosas, seguido por los nuevos cielos y la nueva tierra.

¿Qué, pues, acerca del aparente conflicto, donde se dice que Jesús no "cumplió" todas las profecías que culminan con el pasar de los cielos y la tierra? Es el resultado de tratar de conectar dos cosas que en realidad están separadas en el contexto de los dos versículos.

Versículo 17: No penséis que he venido a destruir la ley ni los profetas. No he venido a destruir, sino a cumplir.

Esto hay que considerarlo en el contexto de ese momento. ¿Vino Jesús en esa ocasión; en ese momento, a cumplir todas las cosas, a lo cual está aludido en el versículo 18, o vino en esa ocasión a cumplir lo que fue profetizado concerniente a su venida allí y entonces?

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aun con vosotros; que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. - Lucas 24:44.

Luego tomó a los doce, y les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre. - Lucas 18:31 - ¿Está Jesús aquí refiriéndose a cuando pronunció las palabras que aparecen aquí en Mateo 5:17? Ciertamente parece que sí.

Lo que los sabadistas pasan por alto tan convenientemente es que el versículo 18 cumplimenta el versículo 17 desde esta perspectiva de tiempo. Primero, Jesús vino a cumplir las cosas escritas de él en la ley, los profetas y los salmos. El versículo 18 inicia una nueva idea, que sigue la misma línea de razonamiento concerniente al cumplimiento de la escritura. Porque de cierto os digo, que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasarán de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

De la misma manera, absolutamente todo lo escrito en la ley, culminando en el pasar de este cielo y esta tierra, también se cumplirá. Nada quedará sin hacerse. Ninguna profecía quedará sin cumplirse. Todo se hará "al pie de la letra".

En esa ocasión, Jesús vino a cumplir "todas las cosas"  concernientes a él para aquel tiempo y aquel lugar. De la misma manera, todas las cosas profetizadas para que ocurran en esta época se cumplirán. Después de que todas estas cosas se hayan cumplido, este cielo y esta tierra pasarán y la nueva era se iniciará, comenzando con los nuevos cielos y la nueva tierra, como también se profetizó. Jesús habla desde la perspectiva de aquel entonces y aquel allí hasta la perspectiva del futuro desde entonces y desde allí.

Si fuéramos a entrar en aquel tiempo y escuchar lo que se decía entonces, y tomar en cuenta lo que la gente pensaba entonces acerca de Jesús y la confusión que lo rodeaba y lo que él enseñaba, podríamos haber llegado a la conclusión de que él había venido a hacer algo contrario a las profecías de la escritura, pues él no hacía aquellas cosas que ellos pensaban y creían que el Mesías haría en relación con Israel y el reino restaurado a él. Sería como si Jesús nos estuviera diciendo:

Este Sermón del Monte no era acerca de la ley; era acerca de Jesús el Mesías predicando el evangelio y su reino venidero, presentado a menudo en parábolas que actuaban como un velo para su entendimiento. Los que intenten leer en la narración sus creencias preferidas seguramente no entenderán el evangelio que se predica aun en la actualidad.

Ahora llegamos al versículo 19: De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

Nótese que el contexto dice "estos mandamientos", no "los" mandamientos. ¿El contexto que conduce al versículo 19 indica que Jesús hablaba de mandamientos? No. ¿Comienza Jesús referenciando los mandamientos que siguen a este versículo? Sí, a menos que uno desee redefinir lo que es un mandamiento, como si Jesús no procediera a dar órdenes a los seguidores de él a los cuales se dirigía.

Al sabadista le gusta llegar a la conclusión de que Jesús hablaba de los mandamientos del pacto antiguo. El sabadista hace esto encajándolos a la fuerza en los versículos anteriores, e ignora que Jesús procede a dar mandamientos a sus seguidores en el contexto de la declaración que sigue. Luego, Jesús cita los mandamientos sobre la ley en la ley, ¡y procede a alterar puntos de la ley mucho más allá de jotas y tildes! ¿Cómo es posible esto, si él decía sólo hacía unos instantes que nada de la ley habría de ser  alterado hasta que hubieran pasado los plumazos de la las letras de la ley? Pero esta clase de disonancia cognitiva es común cuando uno se aferra a erróneas interpretaciones y erróneas presentaciones de la escritura.

El modelo ahora es "la ley dice esto, pero yo les digo esto", en que, en algunos casos, la ley es completamente nulificada en el proceso. Por ejemplo, hacer juramentos. Pero Jesús ordena que sus seguidores no juren en absoluto; para comenzar, no debían jurar. También se dice en la ley que uno debía odiar a sus enemigos y amar a su prójimo. Jesús declara que debemos amar aun a nuestros enemigos.

Lo más revelador de todo es la enseñanza de Jesús sobre el divorcio. La ley (esta misma ley llamada "eterna" y perfecta, y que no sería alterada ni en los mínimos trazos de una letra) permitía a un hombre que se divorciara de su esposa casi por cualquier razón. ¿Cuál era la posición de Jesús sobre el divorcio, como se encuentra en la ley?

Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo, varón y hembra los hizo; por esto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. -- Mateo 19:3-9.

La ley permitía un divorcio fácil. Era una concesión de la ley porque la gente era carnal, desprovista del Espíritu de Dios. Así que la ley permitía algo que era erróneo desde el principio. ¡En eso queda la afirmación de que la ley existía desde la creación y era guardada por los patriarcas de la antigüedad!

(Fin del argumento por William H. Hohmann citado por Sanders).

¿Ha alterado Jesús la ley más allá de las jotas y las tildes? Sólo un ciego diría que no.

Argumento: El día del Señor es el séptimo día sábado, porque Jesús es Señor del sábado.

Este es uno de los muchos ejemplos en que los sabadistas tuercen el significado de las palabras de la Biblia. El término "día del Señor" se usa una vez en la Biblia, y no dice que es el sábado. Es otra suposición.

Apoc. 1:10 (NVI) - Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y detrás de mí oí una gran voz como de trompeta.

El sábado siempre es llamado en griego sabbaton, o en hebreo shabbath. Strong´s: G4521; el sabbath (es decir, shabbath), o día de reposo de ocupaciones seculares (también la observancia o institución misma).

En los primeros siglos, los padres de la Iglesia llamaban al día domingo, "el día del Señor", porque Cristo resucitó de la tumba en domingo. Eligieron este día como celebración por su liberación del pecado y por la salvación por Cristo. Esta tradición no convierte al domingo en día santo ni en sábado dominical.

Argumento: Tener culto en domingo es honrar al dios sol y al sábado papal.

Jesús se levantó de la tumba temprano el primer día de la semana, domingo. Jesús se encontró con sus discípulos el primer día de la semana después de la resurrección. ¿Estaba Jesús honrando al dios sol o al sábado papal? Los paganos del Imperio Romano nunca dedicaban un día de semana al dios sol. Es despreciable que los sabadistas insinúen que los que van a la iglesia el domingo están rindiendo culto u honrando a un dios pagano o al papa de Roma. Cuando los ASD van a una reunión de oración en miércoles por la noche, por ejemplo, ¿están rindiendo culto al dios pagano Woden, dios principal de la mitología noruega? Como se puede ver, este es un argumento ridículo contra los cristianos que adoran al Creador.

Nota del editor: Recuérdese que el calendario romano usaba una semana de 8 días y que el día nombrado en honor del sol caía en alguna parte a mediados de esa semana. Por tanto, el día romano nombrado en honor del sol sólo a veces caía en el día de la semana de siete días del calendario judío llamado en honor del sol, que es, por supuesto, el primer día de esa semana. Recuérdese también que los cristianos se reunían los domingos cientos de años antes de que hubiera un papa o una Iglesia Católica Romana, y que los cristianos gentiles probablemente nunca guardaron el sábado en números significativos. Además, téngase presente que el mitraísmo, el culto al dios sol en el Imperio Romano, no se desarrolló lo suficiente dento de la sociedad romana sino hasta 200-300 A. C. para haber sido una fuente probable de influencia en las prácticas del culto cristiano.

Argumento: Los Diez Mandamientos son el evangelio eterno desde el principio del mundo.

Si eso es así, ¿honró Adán a su madre?

Argumento: Hebreos 4 prueba que los cristianos han de guardar el sábado.

Heb. 4:9 -11 (NVI) - Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

Israel tenía el ritual del sábado séptimo día, pero no tenían el reposo sabático en Dios que es la fe. El "reposo de Dios" es reposo para sus almas, no de cortar leña, trabajar en una fábrica, etc. Ahora Dios quiere que los cristianos tengan el reposo en él en el cual Israel no pudo entrar. Si somos guiados por el Espíritu, entraremos en ese reposo. Cristo es el reposo sabático de fe y confianza de los cristianos del cual disfrutamos diariamente.

Argumento: En el Nuevo Testamento, mandamientos significa los Diez Mandamientos.

Los ASD usan este texto para demostrar que los "mandamientos de Dios" son los Diez Mandamientos. No hay nada en estos textos que nos digan esto.

Apoc. 14:12 (NVI) - ¡En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús! 

1 Juan 2:3-4 (NVI) - ¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: "Lo conozco", pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. 

Ciertamente, los cristianos guardan los mandamientos de Dios que Dios dirigió a los cristianos. Pero, si vamos a suponer que esto significa los mandamientos del viejo pacto, entonces, ¿por qué no los mandamientos que Dios dio a otros individuos en la Biblia? Dios ordenó a un profeta que horneara su pan sobre excremento de vaca. Este es un mandamiento de Dios. ¿Guardaremos este mandamiento también?

Hornear pan sobre excremento de vaca:

Eze. 4:14-15 (NVI) - Entonces exclamé: ¡No, Señor mi Dios! ¡Yo jamás me he contaminado con nada! Desde mi niñez y hasta el día de hoy, jamás he comido carne de ningún animal que se haya encontrado muerto, o que haya sido despedazado por las fieras. ¡Por mi boca no ha entrado ningún tipo de carne impura! "Está bien - me respondió. - Te doy permiso para que hornees tu pan con excremento de vaca en vez de excremento humano".

Jesús ordenó a sus discípulos que predicaran a la gente. ¿Hace usted esto?

Mar. 6:8-10 (NVI) - Les ordenó que no llevaran nada para el camino, ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinturón, sino sólo un bastón. "Lleven sandalias - dijo -, pero no dos mudas de ropa". Y añadió: "Cuando entren en una casa, quédense allí hasta que salgan del pueblo.

Jesús ordenó a Pedro que pagara los impuestos de los discípulos sacando una moneda de la boca de un pez. ¿Hace usted esto?

Mat. 17:27 (NVI) - Pero, para no escandalizar a esta gente, vete al lago y echa el anzuelo. Saca el primer pez que pique; ábrele la boca, y encontrarás una moneda. Tómala y dásela a ellos por mi impuesto y por el tuyo.

Argumento: Los Diez Mandamientos señalan los pecados.

Los Diez Mandamientos señalan los pecados de aquéllos a los cuales se les dieron los Diez. Dios nunca haría responsable de un pacto a los que no se lo hubiese dado o con los cuales no lo hubiese celebrado.

Argumento: Al joven rico se le dijo que, para tener vida eterna, debía guardar los mandamientos.

Mat. 19:16-19 (NVI) - Sucedió que un hombre se acercó a Jesús y le preguntó. Maestro, ¿qué de bueno tengo que hacer para obtener la vida eterna? Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? - respondió Jesús. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos. ¿Cuáles?, preguntó el hombre. Contestó Jesús: "No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre", y "ama a tu prójimo como a ti mismo".

Lo que los sabadistas por lo general descuidan es el resto del contexto, que demuestra que la afirmación es falsa.

Mat. 19:20-26 (NVI) - Todos esos los he cumplido - dijo el joven. ¿Qué más me falta? - Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro e el cielo. Luego ven, y sígueme. - Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque tenía muchas riquezas. Les aseguro - comentó Jesús a sus discípulos - que es difícil para un rico entrar en el reino de los cielos. De hecho, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios. - Al oír esto, los discípulos quedaron desconcertados, y decían: - En ese caso, ¿quién podrá salvarse? - Para los hombres, es imposible - aclaró Jesús, mirándolos fijamente -, mas para Dios todo es posible.

Argumento: ¿No están todos los cristianos (hasta los ASD) de acuerdo con Dios en que, con la ayuda del Espíritu de Dios, CUMPLIREMOS su ley porque le AMAMOS y QUEREMOS guardar su ley de amor?

Esta es una suposición. La Biblia nunca nos dice que el Espíritu de Dios ayuda a nadie a guardar la ley del pacto antiguo.


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