INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA DEL
ÉXODO DESDE EGIPTO
¿Cómo pudimos haber sido tan
ciegos que no vimos esto antes? ¡Era tan fácil! Dios sacó a los
hebreos de Egipto un viernes por la tarde, poco antes de la
puesta del sol. Marcharon por el desierto el viernes por la
noche y al día siguiente -- sábado -- a una orden suya. El día
trigésimo primero del Éxodo, llegaron al desierto de Sin un
viernes por la tarde, como a las 5 pm. Aquel viernes por la
mañana, habían abandonado su campamento a orillas del Mar Rojo y
marchado 20 kilómetros para llegar allí. Aquel viernes por la
tarde, Dios les presentó por primera vez los conceptos del
sábado y del maná. Aunque el maná cayó al día siguiente, ellos
no guardaron su primer sábado sino una semana más tarde,
mientras todavía estaban acampados en el desierto de Sin.
Si la ordenanza del sábado hubiese existido antes de la
implementación de la observancia del sábado el día 38 de su
viaje, habrían "quebrantado" el "sábado" numerosas veces durante
el camino y lo habrían hecho bajo las instrucciones directas de
Dios. Todo lo que se necesita para trazar un mapa del itinerario
del viaje del Éxodo es algún conocimiento del calendario hebreo
y de cómo llevaban cuenta del tiempo. Existen varios estudios
muy completos del viaje del Éxodo. Una buena fuente de esta
información es Bible.ca, en su artículo "The Exodus Route:
Travel times, distances, rates of travel, days of the week" [La
ruta del Éxodo: Tiempos de viaje, distancias, tramos recorridos,
días de la semana], que puede ser accedido en http://www.bible.ca/archeology/bible-archeology-exodus-route-travel-times-distances-days.htm
Es irónico que la evidencia más fácil de ver de que el sábado no
comenzó en la creación se halla en el relato mismo de los
incidentes que rodearon la entrega del mandamiento del sábado.
Si el sábado hubiera sido un principio moral eterno dado para
todo el mundo en el momento de la creación, Dios habría hecho provisión para que los israelitas
guardaran el sábado durante el viaje por el desierto.
Conocemos lo suficiente del carácter de Dios para saber que no
habría habido ninguna componenda como ésta con él con relación a
absolutos morales. ¡No es de sorprenderse que los judíos nunca
hayan creído que el sábado fue una ordenanza dada en la
creación!
INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA
LINGÜÍSTICO HEBREO
Aunque el hecho de que Israel no guardó el sábado sino hasta un
mes después de haber iniciado el viaje por el desierto es la
evidencia más VISIBLE de que el sábado no era una ordenanza de
la creación, se halla prueba de esto cuando los textos de
Génesis 2, Éxodo 16, y Éxodo 20 son leídos en el idioma hebreo
original por un lector nativo de hebreo o un erudito avanzado en
hebreo. El idioma hebreo está lleno de indicadores de
significado que se basan en intraducibles patrones de uso. Para
dejar claro el significado en cualquier otro idioma, los
traductores bíblicos tendrían que explicar cada convención
literaria y su efecto en el significado de las palabras en notas
marginales para transmitir el significado completo presente en
el hebreo original. Sin embargo, los judíos nunca tuvieron
ningún problema para entender lo que Moisés escribió porque lo
leían en su propio idioma. Los rabinos siempre han enseñado que
el sábado se estableció por primera vez cuando se dio el maná y
que el sábado fue dado sólo a los israelitas como señal para
distinguirlos de todos los otros pueblos de sobre la faz de la
tierra.
Lo que la Biblia dice sobre el origen del sábado en su lenguaje
original crea un serio problema para el adventismo. Durante
largo tiempo, la educación superior ha tenido gran prioridad
para los adventistas, y su sistema educativo es el mejor de
todos. ¿Es posible que en toda la historia del sistema educativo
ASD nunca haya habido ningún erudito en hebreo avanzado en
ninguna escuela superior, universidad, ni seminario adventista
que se haya molestado en estudiar Génesis 2 y Éxodo 16 y 20?
Dudo mucho que éste sea el caso. Si alguna vez ha habido
eruditos en hebreo avanzado en la planilla de la iglesia, cada
vez que han leído Génesis y Éxodo en hebreo les ha quedado claro
que la ordenanza del sábado no fue establecida en la creación.
¿Tuvo jamás un solo erudito SDA en hebreo el valor de levantarse
en la iglesia y decir: "¡Disculpen todos! ¡Mi Biblia en hebreo
dice claramente que el sábado no se inició en la creación y que
la primera vez que fue dado lo fue sólo a los hebreos junto con
el maná! ¿Por qué enseñamos este asunto de que el sábado fue
dado a Adán y Eva?" Desafortunadamente, los eruditos adventistas
han apreciado más sus posiciones que la verdad.
La mayoría de los que alguna vez hemos estudiado un idioma
extranjero sabemos cuán difícil es traducir de un idioma a otro.
Cuando yo tomé la asignatura de francés en la preparatoria,
descubrí que, a veces, se necesitaba un párrafo de palabras
inglesas para transmitir el significado de una sola palabra en
francés, y que, al revés, lo contrario también ocurría a menudo.
Con frecuencia, los misioneros descubren que a un idioma nativo
le hacen falta palabras que se necesitan para transmitir
conceptos evangélicos claves.
Moisés utilizó un juego completo de singulares convenciones
lingüísticas en hebreo en su redacción de Éxodo 16 para dejar
claro que el sábado fue introducido por primera vez cuando el
maná fue dado. De manera similar, en su redacción de Génesis 2,
Moisés usa un juego de singulares indicadores de significado en
hebreo para dejar claro que la ordenanza del sábado no fue dada
en la creación. Luego, en su redacción de Éxodo 20, usó un
complejo juego de convenciones lingüísticas para dejar claro que
el mandamiento del sábado era una nueva ordenanza que
simplemente había tomado como MODELO
la estructura de la semana de la creación. Los egipcios usaban
una semana de 10 días y, como esclavos de los egipcios, este
otro patrón semanal había sido establecido en las mentes de los
israelitas durante más de 400 años antes del Éxodo. Los siete
días de la semana de la creación proporcionaban una manera
memorable de presentarles el modelo semanal de 7 días. En ese
entonces, Dios sabía lo que todos sabemos hoy día, que una
semana de 7 días es una manera mejor de dividir un año solar, y
él deseaba que su pueblo escogido tuviera la mejor manera
posible de llevar cuenta del tiempo terrenal.
Más allá de estas dos poderosas evidencias de que el sábado no
era una ordenanza de la creación, Moisés hizo todo lo posible
para dejar claro que el sábado fue dado sólo a Israel como parte
del pacto mosaico. Explicó que la ordenanza del sábado fue dada
a Israel para ayudarle a recordar que fue Jehová quien sacó a
los israelitas de la esclavitud en Egipto. Comentó el sábado
como una institución calculada para separar a Israel de todos
los otros pueblos del mundo, y comentó el sábado sólo en
el contexto del pacto de Dios con Israel. ¡Luego explicó que el
pacto que incluía esta señal especial para mantenerlos separados
de todos los demás pueblos no había sido dado a sus antepasados!
Es evidente por sí mismo que Dios no podría haber dado a Israel
una señal para separarlos de todos los demás pueblos si esa
señal era compartida con todas las demás naciones. Dios nunca
rescató a los cristianos de la esclavitud en Egipto. No eran
partícipes del pacto entre Dios e Israel, ni tampoco lo era
ningún otro pueblo aparte de Israel. Para ayudarles a entender
mejor la naturaleza de los Diez Mandamientos que les había dado,
Dios los presentó como una serie de leyes estructuradas
exactamente de la misma manera en que lo eran los tratados
redactados por las naciones alrededor de ellos en esa época -
con una ordenanza ceremonial que el pueblo debía observar para
ayudarle a tener siempre presentes los requisitos materiales del
tratado.
Como hicimos notar antes, Dios dio a los hebreos instrucciones
para que "suspendieran" el sábado en favor de la ordenanza de la
circuncisión cuando el octavo día de la vida de un hijo varón
cayera el séptimo día de la semana. Además, Moisés enseñó
claramente que ni judíos ni gentiles podrían guardar la
ordenanza del sábado a menos que primero cumpliesen los
requisitos de la ordenanza de la circuncisión. Como
demostraremos hasta el punto de la exageración, el principio de
que la ordenanza del sábado está subordinada a la ordenanza de
la circuncisión presenta otra barrera infranqueable para el
sabadismo.
Obligar a la Biblia a decir algo contra lo cual ella enseña
claramente suscita graves preguntas sobre el carácter de Dios.
¿Llevaría Dios a su propio pueblo a pisotear el "sábado" si éste
fuera un principio moral y eterno? ¿No era Dios lo bastante
poderoso para hacer que las cosas funcionaran para que los
israelitas pudieran guardar el sábado durante las primeras
semanas de su viaje? ¿Cómo se puede confiar en un Dios que
muestra una ética situacional? ¿Cuando está en problemas, obliga
a sus propios hijos a desobedecer sus propias e inmutables
reglas, y más tarde amenaza con la muerte a cualquiera que
recoja un pedazo de leña en sábado? ¿Cómo puede explicarse un
Dios que, para cumplir sus propios fines, hace a un lado un
principio moral e imutable cuando quiere hacer algo como hacer
marchar a los hijos de Israel alrededor de la ciudad de Jericó
por 7 días completos para llevar a cabo sus propósitos? ¿Y qué
piensa usted de un Dios que da instrucciones a Israel para
librar batallas militares en sábado, como lo hizo más tarde? ¿Y
qué acerca de un Dios que "prohibe" que hospitales adventistas
lleven a cabo innecesarias operaciones en sábado pero que hace
una excepción a su propia ley "moral" al ordenarles a los
hebreos efectuar cirugías en sábado cuando el octavo día del
nacimiento de un hijo varón cae el séptimo día de la semana?
Los problemas con el sábado suscitados por el viaje del Éxodo se
han usado contra el modelo teológico sabática desde los tiempos
de la versión de la Biblia King James. Los escritos de los
rabinos judíos han estado ampliamente disponibles para los
eruditos ASD desde la aparición de la Enciclopedia Judía, cuyo tomo final se publicó
en 1906. Esta obra monumental dedicó considerable espacio a
explicar la interpretación judía del sábado e incluye extensas
citas de autores rabínicos durante la historia del pensamiento
judío. Por tanto, desde no más tarde que 1906, los teólogos
adventistas tuvieron acceso a una fuente autorizada de la
información de que los judíos entendían que la Biblia, cuando se
lee en el idioma original, deja claro que el sábado no era una
ordenanza de la creación y que la circuncisión era un
pre-requisito para la observancia del sábado.
INTRODUCCIÓN AL FIN DE LA
CREDIBILIDAD DE LA
TEOLOGÍA SABÁTICA: 1982-1983
Fue en realidad un erudito Adventista del Séptimo Día quien, sin
proponérselo, inició la cadena de acontecimientos que puso fin,
de una vez por todas, a la Cuestión del Sábado y el Domingo. En
1977, el Dr. Samuele Bacchiocchi, erudito ASD del sábado y
teólogo, publicó su iconoclasta defensa del sábado, From Sabbath to Sunday [Del
sábado al domingo]. En ese tiempo, un equipo de eruditos
bíblicos evangélicos trabajaban juntos en un proyecto de
investigación para hallar una respuesta a esta cuestión. Este
equipo estaba encabezado nada menos que por el distinguido
teólogo evangélico D.
A. Carson. El colosal
fracaso del Dr. Bacchiocchi en su intento por aportar una
defensa creíble para la teología sabática, así como la profunda
judaización del cristianismo, todo lo cual resultó de su intento
por evitar las implicaciones antisabáticas de Colosenses
2:14-17, hicieron que el equipo Carson aumentara su velocidad.
La búsqueda de una solución para la Cuestión Sábado-Domingo se
convirtió para ellos en una urgencia que yo comparo con el
Proyecto Manhattan de la Segunda Guerra Mundial, que desarrolló
la bomba atómica. Sólo cuatro años después de la aparición del
libro de Bacchiocchi, el equipo descubrió y demostró que la
lingüística hebrea de Génesis 2, Éxodo 16, y Éxodo 20
imposibilita absolutamente el origen creacionista de la
ordenanza sabática. Carson publicó su respuesta al libro de
Bacchiocchi, From Sabbath to
Sunday, publicado en 1977, con su libro From Sabbath to Lord´s Day [Del sábado al día del
Señor], que se publicó en 1982.
Este golpe final a la teología sabática llegó cuando los
dirigentes adventistas no tenían ninguna excusa para no saber
que la teoría de Ellen White sobre el abandono del sábado era
nada más que un muy imaginativo cuento de hadas. El no poder
Bacchiocchi defender el sábado en 1977 con su libro From Sabbath to Sunday
había impulsado al entonces erudito bíblico ASD Robert D.
Brinsmead a iniciar un intenso estudio de cuatro años, que lo
llevó a descubrir evidencia irresistible que demostraba que la
idea de Ellen White de que la Iglesia Católica Romana cambió el
sábado era imposible, tanto bíblica como históricamente.
Brinsmead publicó estos descubrimientos en su sobresaliente
ensayo de 1981, "El sabadismo reexaminado", y su secuela,
publicada en 1982, "Resumen de la cuestión del sábado". Ambas
obras.fueron extensamente investigadas y bien documentadas, y
circularon ampliamente entre los dirigentes adventistas.
En gran manera, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tenía una
fuerte obligación moral de implementar una reforma doctrinal
fundamental no más tarde que en 1982-1983. No sólo fue la
Cuestión del Sábado y el Domingo dilucidada para siempre por la
investigación Carson, sino que, en 1982, un investigador ASD, el
Dr. Walter Rea, demostró que Ellen White había copiado grandes
volúmenes de información de otros escritores, afirmando al mismo
tiempo que había recibido esa información de Dios. Fue en ese
año cuando Rea publicó su éxito literario en el New York Times,
The White Lie [La mentira White].
Por supuesto, no se implementó ninguna reforma doctrinal, y
hasta la fecha hay muchos millones de creyentes adventistas que
creen una serie entera de "hechos" históricos y doctrinas
bíblicas que muchos dirigentes de la iglesia saben que son
imposibles, tanto bíblica como históricamente.
Igualmente interesante es la asombrosa revelación de que los
delegados a la Conferencia Bíblica de 1919 de los Adventistas
del Séptimo Día entendían claramente que la teoría de Ellen
White de que la Iglesia Católica Romana cambió el sábado no
cuadraba con los hechos de la historia de la iglesia primitiva
ni con los requisitos de las profecías de Daniel. De hecho, los
delegados admitieron que los requisitos de la profecía que ellos
deseaban usar para probar que Dios predijo que la Iglesia
Católica Romana cambiaría el sábado hacía imposible que la
Iglesia Católica fuera culpable. Más adelante, llevaremos al
lector hasta el medio de esta reunión supersecreta por medio de
una transcripción de estenógrafo de la que se suponía nunca
vería la luz del día, y se enterará usted mismo de lo que estos
Adventistas sabían acerca de estos problemas que son fatales
para su modelo de creencias.
Conociendo la firmeza de los adventistas para creer lo que
quieren creer, no sorprende, pues, que ningún defensor del
sábado entre los Adventistas del Séptimo Día se haya atrevido a
reconocer siquiera la existencia de estos argumentos, mucho
menos intentar a refutarlos.
En décadas recientes, Jerry Gladson, un respetado profesor de
hebreo y Adventista del Séptimo Día, abandonó la iglesia y
comenzó a enseñar contra el sabadismo. Los autores de este
trabajo han comentado este problema con dos prominentes
defensores ASD y han solicitado ser referidos a un calificado
erudito ASD en hebreo que pudiera retar la investigación Carson.
Casi dos años después de que este diálogo se iniciara, nadie ha
salido a refutar los descubrimientos de Carson.
INTRODUCCIÓN A ELLEN WHITE Y SU
CONEXIÓN CON EL OCULTISMO
Teniendo presentes estos hechos, ¿cómo entenderemos la
extravagante afirmación de Ellen White, hecha hace siglo y
medio, de que Dios le había mostrado en visión que el sábado
había sido dado a Adán y a Eva en el jardín de Edén? ¡Podemos
tomarla con un grano de sal! ¡También nos había dicho que Gran
Bretaña lucharía al lado del Sur contra el Norte en la Guerra
Civil de los Estados Unidos, y que las principales iglesias
protestantes pronto estarían promoviendo el espiritismo y
teniendo sesiones espiritistas! Un profeta cuyas predicciones
fallan es un profeta falso. Moisés escribió de tal manera que
evitó que sus lectores hebreos llegaran a la conclusión de que
la ordenanza del sábado había sido establecida en la creación, y
la redacción de estos pasajes relacionados con el sábado fue
inspirada directamente por Dios. Por lo tanto, no es posible que
las visiones de Ellen White sobre el sábado hayan venido de
Dios. Pero, si ella no recibió de Dios estas ideas no bíblicas
acerca de la ordenanza del sábado, ¿de dónde las obtuvo?
Nuestras opciones son limitadas. O ella creó la información en
su propia mente y mintió acerca de ella, o la recibió del lado
oscuro -- de su "ángel" guía -- que se le apareció en la figura
de un joven durante más de 26 años. Una señal de que podríamos
estar en el camino correcto es un relato presencial del fenómeno
de inclinación de mesa en una de sus visiones en público. En los
días de ella, inclinación de mesa era sinónimo de espiritismo.
(Habrá más acerca de esta inclinación de mesa posteriormente).
Si Ellen White no hubiese tenido visiones en público acompañadas
por asombrosos fenómenos sobrenaturales, y si no hubiera tenido
un llamado ángel guía, podríamos desestimar su error como
resultado de pobres métodos para estudiar la Biblia o de una
corteza visual sobreestimulada a causa de una lesión en la
cabeza durante su niñez. Pero Ellen White afirmaba que su ángel
compañero le mostró que el mandamiento del sábado era el más
importante de todos, y que los cristianos hasta lo guardarían
dondequiera que el cielo esté situado. al mismo tiempo, su
"ángel" guía a veces le daba información que sólo un ser
sobrenatural podría haber sabido, como el conocimiento de los
pecados secretos de los miembros de la iglesia, mientras que, al
mismo tiempo, le entregaba información y predicciones que
resultaban absurdamente fuera de lugar. De hecho, su "ángel"
compañero mostraba todas las características de un espíritu guía
decidido a hacerla parecer como una tonta.
El estándar bíblico de un profeta es ser 100% exacto. No hay tal
estándar para espíritus guías. Estos espíritus tienen la
reputación de jugarles malas pasadas a sus médiums humanos.
¿Cuántas veces un médium ha ayudado a la policía a encontrar un
cadáver bajo circunstancias humanamente imposibles, sólo para
que su siguiente predicción resulte ser un ardid?
Hemos descubierto evidencia sustancial de que Ellen White
cumplía todos los estándares de un médium espiritista, mientras
que, al mismo tiempo, falló en seis de las siete pruebas de un
profeta bíblico. También hemos observado que lo que Ellen White
enseñaba sobre el proceso de salvación, que los teólogos comocen
como santificación progresiva,
se parece notablemente a lo que los espiritistas enseñan acerca
del progreso del alma reencarnada hacia niveles superiores.
Ambas se basan en el esfuerzo humano, sólo que los participantes
son diferentes. En la versión "cristiana" de la salvación por
medio de la santificación
progresiva, preconizada por Ellen White, los
participantes son Dios y los ángeles. Para los espiritistas, los
participantes son un dios, que administra el proceso de la
reencarnación, y los espíritus. Creemos que la evidencia indica
fuertemente que Ellen White era un médium espiritu que creía que
era cristiana. También es interesante notar que Ellen White
copió porciones de los escritos de Joseph Smith, el profeta
mormón, y afirmó que Dios era su fuente de esta información.
Para leer acerca de que ella copió parte de las visiones de
Joseph Smith, haga una búsqueda en Internet con el tema "Joseph
Smith + Ellen White + Plagiarism".
El templo mormón tiene muchos símbolos masónicos y ocultos en su
edificio. Para finales de la década de 1840, los Santos de los
Últimos Días (S.U.D) estaban profundamente involucrados en la
masonería. Joseph Smith y su hermano, Hyrum, se hicieron
miembros. En su momento de mayor fuerza, había 1,500 miembros
S.U.D. que practicaban la masonería en la ciudad de Nauvoo,
Illinois, donde Joseph Smith convirtió el mormonismo en una
poderosa secta. Esta pregunta debería arder en la mente de
adventistas inquisitivos: Si Ellen White sabía que tenía una
línea directa de comunicación con Dios, ¿por qué fisgoneaba en
los escritos de un profeta rival, buscando información que ella
pudiera adoptar, parafrasear, y presentar a su propio rebaño
como palabras que había recibido en visión desde el trono de
Dios?
Estos autores demostrarán que, a pesar del creciente servicio de
boquilla que ella prestó al concepto de justificación por la fe en
sus escritos posteriores, parece que ella creía que era la fe
invocada lo que salvaba a una persona, y no la gracia sin medida
enseñada por Pablo y ampliamente entendida por los evangélicos.
Como si no tuviera ninguna idea de lo que realmente estaba
enseñando, una vez escribió que todos los sistemas religiosos
que se basan en el esfuerzo humano son del diablo. Se condenó a
sí misma cn esas palabras.
Recordemos un capítulo importante de la historia ASD. Cuando el
tema de la justificación por
la fe fue presentado al adventismo por primera vez por
Jones y Waggoner en 1888, los líderes de la iglesia rechazaron
el mensaje, a pesar del "testimonio" de Ellen White de que estos
hombres decían la verdad. Rechazaron el mensaje de la justificación por la fe
porque lo que Waggoner y Jones enseñaban ¡parecía discrepar con
los anteriores escritos "inspirados" de ella! Es también notable
que hasta Waggoner y Jones se quedaron dolorosamente cortos
cuando se trató de enseñar el evangelio completo como lo
articulaba Pablo, aunque ellos iban decididamente en dirección
opuesta al legalismo del adventismo histórico y primitivo.
Varias meteduras de pata, como su predicción de que Gran Bretaña
combatiría al lado del Sur contra el Norte, combinadas con los
prominentes rasgos sobrenaturales de sus visiones en público,
parecen haber influido para que varios de sus prominentes
seguidores abandonaran la fe cristiana e ingresaran a las filas
de los espiritistas. En realidad, hay buenas razones para creer
que, durante las décadas en que ella estaba teniendo visiones en
público en las cuales había actividad paranormal, es posible que
cientos de sus seguidores hayan ingresado a las filas de los
espiritistas.
Durante estos años de visiones en público, ella continuó
revelando notables informaciones secretas, como los pecados
privados de algunos individuos, junto con predicciones que
resultaron imposiblemente erróneas. (Al mismo tiempo, llevaba a
cabo labores detectivescas para averiguar los pecados secretos
de miembros de la iglesia y luego presentaba esta información
como algo que Dios le había "mostrado"). Moses Hull, un notable
predicador adventista, fue el más prominente dirigente de la
iglesia en convertirse en espiritista. En el lado de los
espiritistas, se hizo tan tristemente famoso por su maldad, que
era evitado hasta por el movimiento en que había ingresado.
Ellen White predijo que Dios ajustaría cuentas con él muy pronto
moriría prematuramente. Burlándose de la profecía de ella, Hull
vivió hasta una edad avanzada y extrajo cada posible onza de
deleite pecaminoso en su vida terrenal.
En una extraña comparación, El Dr. William Sadler, un médico de
Battle Creek y antiguo y notable seguidor de Ellen White,
abandonó el adventismo después de la visión de ella sobre los
edificios de Chicago, e inició una "iglesia" espiritista, el
Movimiento de Urantia, para la cual tomó como modelo el
adventismo en dos maneras notables. Los urantianos tienen un
cuerpo de escritos que ellos afirman les fueron transmitidos por
espíritus a través de un médium durmiente, de manera muy similar
a como lo hacía el joven "ángel" de Ellen White, a la cual le
dio miles de páginas de información por medio de visiones. El
adventismo tiene su Fundación White, que controla la difusión de
sus escritos al público. De manera parecida, los urantianos
tienen su Fundación Urantia, que controla la difusión al público
de estos millares de páginas de escritos dictados por espíritus.
Además, los urantianos tienen una "Biblia" desarrollada a partir
de estos escritos. El Libro
de Urantia, que puede ser comparado con la nueva
"biblia" adventista, Clear
Word, que mezcla juntamente los escritos de Ellen White
dictados por espíritus con las palabras de la Biblia,
confundiendo a los lectores a veces con respecto a si Dios
inspiró algo o lo dijo Ellen White lo dijo.
De manera asombrosa, un obsceno obelisco penetra el cielo encima
de la tumba de James y Ellen White. Este obelisco, que ahora
apunta al cielo en un gesto lascivo de poder fálico por encima
de las tumbas de ellos, fue erigido durante la prematura muerte
de Ellen y James White. El obelisco es un símbolo clave de la
masonería y numerosos sistemas religiosos paganos que utilizaban
orgías sexuales para "adorar" a sus deidades. Fue usado primero
por Nimrod, que es simbolizado por la constelación de Orión. Hay
pocas posibilidades de que los White no supieran esto. Tanto
William Miller como el capitán Joseph Bates estuvieron
profundamente involucrados en la masonería, por lo menos durante
la primera parte de sus vidas, y estos hombres ejercieron una
profunda influencia sobre Ellen. Ella usaba terminología de la
Nueva Era en sus escritos, como "fuerza vital", casi antes de
que hubiera un movimiento organizado de la Nueva Era. Ella
citaba poetas que usaban términos como "madre tierra" sin una
sola palabra de condena, y su espíritu guía (¿ángel guía?) le
mostraba que Dios hablaría a través de una abertura especial en
la constelación de Orión y enviaría la santa ciudad desde el
cielo a través de esta abertura en la segunda venida.
Nuevamente, nos encontramos con la conexión con lo oculto, pues
Orión-Nimrod se convirtió en el enemigo de Dios y estableció el
uso de ritos de fertilidad en falsos sistemas de culto. Fue
Nimrod quien primero utilizó el obelisco como símbolo de su
rebelión. La conexión entre el obelisco y Orión es un nexo
firmemente establecido en la tradición del ocultismo. También nos enfrentamos
con la cruda realidad de que, puesto que, en ese tiempo, Ellen
White no tenía ningún cuerpo importante de fuentes de la Nueva
Era de la cual tomar prestado, algunos de sus conceptos de la
Nueva Era deben haber procedido del espíritu guía que se le
aparecía como un ángel del sexo masculino.
Ellen White no sólo tenía un espíritu guía o "ángel", sino que
ella escribe cómo su difunto esposo, James, se le apareció.
Después de la muerte de él, los dos salieron a dar un paseo en
carruaje, y él le dio consejos para el futuro. Mientras ella
presentaba este relato de su contacto con James como un vívido
sueño o una visión, ella aceptaba lo que él le decía, aceptando
como válida la profecía de su difunto esposo. Como resultado de
este consejo, ella alteró sus planes para el futuro.
INTRODUCCIÓN AL FRACASO DE
BATTLE CREEK
Más allá de sus extraños nexos con el ocultismo, la mayor
evidencia de que sus influencias sobrenaturales no venían de
Dios es que ella afirmaba que él era su fuente de información
para un sinnúmero de cosas que simplemente no resultaron
ciertas, siendo la visión de los edificios de Chicago quizás la
más disparatada y absurda de todas. Fue esta peregrina "visión"
lo que habría destruido al adventismo durante la crisis de
Battle Creek cerca del fin del siglo diecinueve, de no haber
sido por las hábiles técnicas de control de daños de la
Conferencia General y de la misma Ellen White. En esta visión,
se le "mostró" que el Dr. John Harvey Kellog, del Sanatorio de
Battle Creek, estaba construyendo edificios en Chicago con
fondos que había desviado de la institución, y ella lo reprendió
con un testimonio
que le envió en 1899. ¡Ella estaba equivocada de plano en cada
una de las acusaciones, y todo el mundo sabía que era una farsa!
En realidad, la verdad acerca de la tontería de su visión de los
edificios de Chicago se convertiría más tarde en la primera
"revelación" de los muchos problemas con sus afirmaciones
proféticas que aflorarían durante las décadas de 1970 y 1980,
haciendo estragos en el adventismo y dando lugar al fuerte
movimiento antisabático, que ahora preocupa a la Iglesia
Adventista. Esta oposición organizada está encabezada de manera
prominente por ex-Adventistas del Séptimo Día y antiguos
miembros de su denominación "hermana", la Iglesia Mundial de
Dios.
Nuestra investigación presenta un relato de todo el enredo de
Battle Creek, con énfasis en la secuela de su visión de Chicago
-- un relato que ha sido armado cuidadosamente con diversas
fuentes. El patrón que surge indica una blasfema comedia de
error y engaño, con un guión que podría fácilmente entramarse en
una novela Adventista del Séptimo Día, que podríamos llamar La Joven Profetisa y su Pueblo
Inquieto. En nuestro Fracaso de Battle Creek, todos los
edificios adventistas de la ciudad arden hasta sus cimientos en
el espacio de dos décadas, y se sospecha incendiarismo en todos
los casos. La verdad sobre este fracaso difiere mucho de lo que
las fuentes adventistas nos han hecho creer. Por favor, retenga
su juicio hasta que vea la extensa evidencia que hemos reunido
para usted en un capítulo posterior.
Ellen White profetizó que una espada de juicio pendía sobre
Battle Creek porque los adventistas se estaban apartando de los
consejos de ella. ¿Haría Dios arder estos edificios hasta sus
cimientos? ¿Los incendiaría el diablo? ¿O fue simplemente un
mentalmente desquiciado seguidor de Ellen White que quería
asegurarse de que sus predicciones se cumplirían? ¿Tuvieron los
espíritus malos algo que ver con estos numerosos incendios? Sin
embargo, una cosa es clara. Si fue un espíritu y no la propia y
vívida imaginación de Ellen White lo que produjo la visión de
los edificios de Chicago, ese espíritu guía eligió esta
oportunidad para hacerla quedar como una tonta,y al hacerlo,
arrastrar por el lodo el honor del nombre de Dios. Más de medio
siglo más tarde, estas cosas regresarían para atormentar la
institución del adventismo. He aquí lo que sucedió.
INTRODUCCIÓN AL
DESENMASCARAMIENTO
DEL ADVENTISMO: 1970 - 1990
En 1972, Alonzo L.
Baker, un respetado leader ASD e historiador de la iglesia,
publicó un artículo en un diario ASD independiente
y controvertido, que demuestra que Ellen White había acusado
erróneamente al Dr. Harvey Kellogg de ser panteísta y que éste
había continuado siendo cristiano y observador del sábado hasta
el día de su muerte. Esta discrepancia es grave para Ellen
porque ella afirmaba que Dios le había mostrado que el Dr.
Kellogg era panteísta y que su libro rival sobre curación
natural, The Living Temple,
contenía peligrosas ideas panteístas. Baker también decía que
había visto con sus propios ojos el "testimonio" de Ellen White
en el que ella acusaba al Dr. Kellogg de haber "construido"
edificios en Chicago, pero que, en realidad, nunca construyó. Un
"testimonio" es un mensaje de Ellen White que los adventistas
interpretan en el sentido de que ella daba crédito a Dios como
la fuente de la información que el testimonio contenía. Baker
había administrado una de las organizaciones filántrópicas del
Dr. Kellogg durante los últimos años de la vida del Dr. Kellogg.
Luego, en 1974,
mientras investigaba en la bóveda de la Conferencia General, el
investigador ASD Dr. F. Donald Yost tropezó con una
transcripción estenográfica de varias reuniones ultrasecretas en
la Conferencia Bíblica de 1919. Se llevó los documentos sin
autorización, y la transcripción fue publicada en Spectrum, una revista ASD
ultraliberal e independiente, en mayo de 1979. Este documento
incriminatorio revelaba que los participantes de alto nivel en
la Conferencia Bíblica sabían que había tres cosas fatales para
el modelo de creencias Adventistas del Séptimo Día: (1) Que
Ellen White era una falsa profetisa y plagiadora; (2) que la
doctrina del Juicio Investigador en 1844, que se suponía estaba
basada en la profecía de Daniel 8:44 sobre los 2,300 años, se
había cumplido literalmente en 2,300 días literales más de 100
años antes del nacimiento de Cristo; y (3) que la teoría de
Ellen White de que la Iglesia Católica Romana había cambiado el
sábado no concordaba con los hechos de la historia ni cuadraba
con los requisitos de la profecía de Daniel que ellos estaban
tratando de usar para "probar" que Dios había predicho que la
Iglesia Católica cambiaría el sábado.
Para colmo, los participantes fueron grabados mientras discutían
si debían revelar a la Iglesia el escándalo del fraude de Ellen
White u ocultar la verdad acerca de ella en esa ocasión, cómo
ocultarían esta explosiva información a los graduados de
teología en el seminario de la Iglesia. Además, se les "oyó"
discutir la necesidad de impedir que los creyentes fieles se
enterasen de la profecía de los 2,300 días y 1844. (Esta
profecía representa el fundamento mismo en que se basa el
Adventismo, y demostrar que la interpretación ASD de ella es
incorrecta destruye la base entera sobre la cual el adventismo
afirma su derecho a existir). Estos documentos están disponibles
para ser leídos por todos en Internet en los Archivos de la
Conferencia General.
Nuestra investigación demuestra que los delegados a la
Conferencia de 1919 tenían pocas opciones, excepto habérselas
con las fraudulentas afirmaciones de ella. El reconocimiento por
parte de estos participantes de alto nivel de que Ellen White
era un fraude era inevitable en vista del golpe casi fatal que
su reputación como profeta había sufrido en Battle Creek. La
maquinaria propagandística de la iglesia ha llevado a los
adventistas a creer que el problema de Battle Creek se basaba en
la lucha por el poder entre la Conferencia General y el
amenazante poder político del Dr. J. H. Kellogg. Sin embargo,
las medias verdades a veces son de lo más engañosas. La verdad
completa es que la causa de esa lucha por el poder era la
creciente evidencia, disponible para el Dr. Kellogg, sus médicos
colaboradores y la comunidad adventista en Battle Creek, es que
ella era un fraude. Durante mucho tiempo, varios prominentes
médicos ASD le habían estado pidiendo a ella que respondiera
preguntas que ellos tenían acerca de cosas que ella había dicho
o hecho y que parecían violar los estándares bíblicos de un profeta. Por
ejemplo, estos hombres habían cuestionado sus fallidas
profecias, su plagiarismo, y su hábito no bíblico de anunciar al
mundo los pecados y los defectos de varios líderes y miembros de
la iglesia sin ninguna reprensión en privado y sin hacer ningún
esfuerzo por propiciar el arrepentimiento calladamente.
El golpe final parece haber caído cuando ella aseguró que Dios
le había mostrado que el Dr. Kellogg estaba construyendo
edificios en Chicago para servir a los pobres "indignos", y que
lo estaba haciendo con fondos que había desviado del Sanatorio
de battle Creek. Nuestra investigación, presentada más adelante,
proporciona evidencia de que la acusación de Ellen White, hecha
con la afirmación de que Dios le había mostrado las cosas malas
que el Dr. Kellogg estaba haciendo, era tan disparatada que la
convirtieron en el hazmerreír de Battle Creek. Aunque el alcance
total de la comedia de sus errores garrafales no sería evidente
sino hasta algunos años más tarde, parece que se supo lo
suficiente del fiasco en ese tiempo para que la crisis alcanzara
su clímax y obligara a Ellen White y la Conferencia General a
abandonar Battle Creek más temprano que tarde. (La Conferencia
General abandonó Battle Creek en 1903. Ella se fue para
Elmshaven, California, poco después).
Hasta donde sabemos, todos los médicos de Battle Creek asociados
con el Dr. J. H. Kellogg y el Sanatorio abandonaron el
adventismo, con excepción del Dr. David Paulsen, que había
trabajado con el Dr. Kellogg para establecer el Sanatorio
Hinsdale en el área de Chicago. Una carta del Dr. Paulsen
dirigida a Ellen White -- una carta que ella nunca respondió --
revela que él rechazaba la afirmación de ella de que era
"inspirada" verbalmente por Dios. Puesto que ella afirmaba que
los ángeles la guiaban en la selección de las palabras a medida
que escribía, es como si él la llamara mentirosa. El Dr. Paulsen
permaneció dentro de los círculos adventistas manteniendo en
silencio su opinión sobre Ellen White.
Sin embargo, el Dr. Kellogg y sus asociados estaban bien
familiarizados con los elementos sobrenaturales de las visiones
en público de Ellen White. Si no la hubiesen visto personalmente
en visión, tenían el testimonio de muchos informes de testigos
acerca de las características sobrenaturales de esas visiones.
Quizás también notaron que la tumba de James White, su esposo,
tenía sobre ella un obelisco; o podrían haber notado el uso
frecuente que ella hacía de la terminología oculta y semejante a
la de la Nueva Era, como "madre tierra" y "fuerza vital".
Por otra parte, algunos de ellos atribuían los fenómenos
sobrenaturales que acompañaban a sus visiones en público a la
lesión cerebral que ella había sufrido cuando niña -- algo casi
tan poco favorecedor porque, si esto explicaba sus visiones,
ella todavía habría sido una mentirosa patológica que rehusaba
reconocer que sus meteduras de pata proféticas eran simplemente
el resultado de su propia y vívida imaginación.
Como mencionamos antes, fue uno de estos médicos del sanatorio
de Battle Creek, el Dr. William S. Sadler, quien estableció una
copia espiritista de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Sadler perdió la fe en ella como profeta bíblica, pero nunca
perdió la convicción de que las visiones de ella eran
sobrenaturales. Tendremos mucho más que decir más tarde sobre el
Dr. Sadler y su "copia" espiritista de la iglesia ASD. El Dr.
Sadler simplemente desestimó el requerimiento para una exactitud
del 100%.
Es irónico que "Dios" nunca decidiera mostrarle a Ellen White
que sus meteduras de pata proféticas serían directamente
responsables de la fundación de una nueva "forma" de adventismo,
que en el futuro conducirían a la gente a reverenciar los
escritos del mundo de los espíritus por encima de las palabras
de la Santa Biblia,
tal como, en la práctica, los adventistas rinden honor a las
palabras de Ellen G. White con la excusa de que ella es la única
intérprete confiable de las Escrituras. Ciertamente, Satanás rió
de último en relación con Ellen White porque estableció una
iglesia espiritista tomando como modelo la Iglesia Adventista de
ella, y logró exhibir la conexión adúltera entre ella y el
ocultismo al influir en ella para que levantara un obsceno
obelisco a la cabecera de la tumba de su esposo.
Los delegados a la Conferencia Bíblica de 1919 fueron obligados
a habérselas, no sólo con las embarazosas experiencias de Battle
Creek, sino también con nuevas revelaciones de sus meteduras de
pata proféticas. Por ejemplo, en 1909, al pastor W. A. Colcord
se le dio una colección de testimonios para que fuesen leídos en
una sesión especial de la Asociación para la Libertad Religiosa.
Al revisarlos por adelantado, el pastor Colcord descubrió que
uno de los "testimonios" ¡era copia, palabra por palabra, de un
artículo que él mismo había escrito algunos años antes! Estaba
asombrado de descubrir que a sus propias palabras se les había
dado crédito como inspiración directa y verbal de Dios. Para
1911, las quejas sobre sus plagios eran tan numerosas que la
iglesia se vio obligada a gastar $3,000 para revisar The Great Controversy [El
Conflicto de los Siglos] para dar los debidos créditos a sus
fuentes en el texto. Para 1919, la crisis Ellen White se había
agravado tanto que A. G. Daniells, presidente de la Conferencia
General, llegó a la conclusión de que había que tomar una
decisión con respecto a las fraudulentas afirmaciones de ella, y
convocó a un selecto grupo de dirigentes de la iglesia que
debían reunirse en secreto durante varios días de la semana de
la conferencia bíblica para tratar este problema.
Mirando en retrospectiva los desastres gemelos de la crisis de
Battle Creek y de la Conferencia Bíblica de 1919, es difícil
entender cómo pudieron los líderes ASD mantener oculta esta
desagradable información sobre Ellen White, así como los
problemas con las profecías de Daniel, hasta ya bien entrada la
década de 1970. Muchos de los protagonistas claves de la crisis
de Battle Creek y la Conferencia Bíblica de 1919 vivieron hasta
la década de 1950. Yo fui estudiante en una escuela de iglesia
Adventista del Séptimo Día en Colorado Springs, Colorado, desde
finales de la década de 1950 y hasta comienzos de la de 1960. El
Dr. J. H. Kellogg murió en 1943, sólo cinco años antes de que yo
naciera en una familia adventista, y el Dr. William S. Sadler
murió en 1969, sólo un año antes de que yo me graduara de
Pacific Union College, una escuela preparatoria adventista en el
norte de California. Toda esta controversia había sido mantenida
en un bajo perfil para cuando yo nací, sólo para ser resucitada
después de que yo había sido un fiel seguidor de Ellen White
durante muchas décadas adicionales. Sin embargo, ahora entiendo
por qué, a finales de década de 1960, mis profesores de inglés
en Pacific Union College pusieron los ojos en blanco cuando los
confronté con el hecho de que me estaban dejando como tarea leer
obras de ficción. (Ellen White había aconsejado que no debíamos
leer obras de ficción). ¿Estaban ellos enterados de la
investigación de Vowless quien, en 1933, detalló las excursiones
de ella en plagio flagrante? De hecho, para la década de 1980,
los líderes adventistas sabían que ella había copiado obras de
ficción religiosa y había incorporado el material copiado en sus
propios escritos mientras afirmaba que la información procedía
de Dios.
Mis aventuras en Pacific Union College, 1966-1970, más veranos
adicionales de trabajo de postgrado, me pusieron en estrecho
contacto con dos de los protagonistas claves de nuestro relato.
Escuché muchas conferencias del Dr. Fred Veltman y del Dr.
Robert Olson. Tuve una breve conversación con uno de los hijos
de Ellen White, y una reunión privada con el Dr. Robert Olson,
cuya importancia no comprendí plenamente sino hasta que comencé
la investigación para este libro. Les contaré más acerca de esto
más adelante. Lo que es más importante, sin embargo, es mi
visita a Elmshaven en el verano de 1966. Allí conocí a un
anciano que me contó que había vivido en una casa en la cima de
una colina desde la cual se miraba la mansión en los días en que
Ellen White había vivido allí. El anciano me dijo que, de tiempo
en tiempo, había visto manifestaciones de una luz sobrenatural
que salía por la ventana de la recámara de ella cuando tenía
visitantes celestiales durante la noche. En ese momento, eso
ayudó a solidificar mi convicción de que ella era una verdadera
profetisa, pero en ese entonces yo no sabía nada de su
desastroso registro profético. Ahora que conozco muchas de sus
fallidas predicciones, el sincero testimonio de este hombre
proyecta una "luz" diferente sobre lo que dijo. Creo que los
rayos brillantes que salían por su ventana eran sobrenaturales.
Sin embargo, puesto que los ángeles de Dios no le darían a ella
falsas predicciones, no tengo más remedio que llegar a la
conclusión de que esta luz procedía del lado oscuro. No hay
ninguna otra explicación razonable. ¿Y por qué los visitantes
con frecuencia llegaban de noche?
La explosión de las asombrosas revelaciones de la verdadera y
desfavorable historia del adventismo durante las décadas de 1970
y 1980 hizo muy difícil evitar que el hedor de la sentina de
esta desagradable información acerca de Ellen White, la doctrina
del sábado, y la doctrina del juicio investigador alcanzara las
fosas nasales de la familia de la iglesia. Los líderes
Adventistas del Séptimo Día respondieron a esta problemática
situación de dos maneras -- los acostumbrados métodos de control
de daños, y más tarde, exigiendo que los pastores y los
educadores firmaran una declaración diciendo que creían en la
inspiración directa y divina de los escritos de Ellen White.
Varios centenares de ellos no pudieron firmar la declaración,
así que fueron despedidos.
Por fortuna, y a decir verdad, muchos de estos humillados
obreros ASD abandonaron la iglesia con un tesoro de
conocimientos acerca de las secretas malas obras y la embarazosa
historia de la iglesia, y una vez que ya no dependían de la
denominación para ganarse la vida, no había razón para que
mantuvieran la boca cerrada. Para el adventismo, el momento en
que ocurrieron estas desafortunadas revelaciones no podía haber
sido peor. Con la llegada de Internet, el adventismo perdió la
capacidad de mantener bien cerrada la tapa encima del sepulcro
blanqueado de los oscuros secretos de la iglesia.
INTRODUCCIÓN: DE CÓMO EL DR.
BACCHIOCCHI
INAUGURÓ EL MOVIMIENTO ANTISABADISTA
¿Cómo llegó el Dr. Bacchiocchi al punto en que pudo escribir un
libro como Del Sábado al Domingo [From Sabbath to Sunday]? Es probable que, como
el más importante erudito ASD, hubiese tenido conocimiento
previo del descubrimiento de las minutas de la Conferencia Bíblica del 1919, lo
que puede haber influido en él para que se atreviera a desafiar
a Ellen White acerca de dos puntos doctrinales que ella enseñaba
y atribuía a la inspiración directa y divina. Ella había dicho
que el sábado de Colosenses 2:14-17 era meramente una referencia
a uno de los días de fiesta ceremoniales. Él dice que era una
referencia al sábado semanal del Decálogo y que no es posible
que se refiriese a ninguna otra cosa. Ella dijo que Dios clavó
en la cruz todos los días de fiesta ceremoniales. Él dice que
Colosenses 2:14-17 enseña que los cristianos todavía deben
observar la serie completa de ordenanzas ceremoniales judías
enumeradas por Pablo en este pasaje porque éste valida todas
estas ordenanzas en la dispensación cristiana.
Bacchiocchi se convirtió en el primer teólogo ASD que desafió a
Ellen White acerca de puntos "inspirados" sin ser despedido. Es
interesante que a alguien dentro de los círculos adventistas le
tomara tanto tiempo hacer esto, desde que J. N. Andrews, el
primer historiador del sábado del movimiento ASD admitió hace
más de 100 años que la observancia del domingo era esencialmente
universal para el año 200 A.D., mientras Ellen White atribuía el
cambio a la Iglesia Católica Romana, que no llegó a
existir sino siglos más tarde. Es difícil imaginar qué otra cosa
habría dado a Bacchiocchi el sentido común para desafiar a Ellen
White acerca de puntos "inspirados", a menos que fuera su
confianza en que su posición de prestigio como graduado de la
Universidad del Vaticano le protegería de un despido. Quizás
también había leído lo que Alonzo L. Baker, el historiador de la
iglesia ASD, había escrito acerca de las falsas acusaciones de
la Sra. White contra el Dr. J. H. Kellogg en un artículo
publicado en 1972.
El hecho de haber copiado porciones de los escritos de otros
autores mientras afirmaba que Dios era el origen de la
información ha sido conocido por los líderes ASD desde que D. M.
Canright los confrontó con los hechos a fnales de la década de
1880. Los participantes de la Conferencia Bíblica de 1919
entendieron el problema tan bien que la iglesia estuvo a punto
de repudiarla. Un líder adventista de Nueva Zelanda, de nombre
R. Vowless, publicó una revelación de Ellen White en su libro de
1933, The White Elephant of
Adventism? [¿El Elefante Blanco del Adventismo?] . En
1938, Edward S. Ballenger identificó muchas de las fuentes, de
las cuales ella había copiado, en la publicación anti-adventista
The Gathering Call, en el
número de Enero-Febrero de 1938, pp. 16-23. (Cortesía de Robert
K. Sanders, TruthOrFables.Com). Luego, en 1950, E. S. Ballenger
publicó su obra Facts about
Seventh-Day Adventists, que, una vez más, confrontó a
los líderes adventistas con una revisión del caso contra ella.
Ninguna de estas revelaciones pareció tener mucho efecto en la
iglesia.
Todo esto cambió súbitamente cuando el Dr. Walter T. Rea, un
pastor adventista del sur de California, hacía una investigación
especial en la biblioteca personal de Ellen White a finales de
la década de 1970 y principios de la de 1980. Ocurrió que
comparó los escritos de ella con el contenido de muchos de los
libros de otros autores que halló en la biblioteca de ella. Rea
descubrió que ella había tomado grandes porciones de las obras
de estos autores y había presentado el contenido como que le
había sido revelado en visión. Cuando Rea confrontó a los
oficiales de la iglesia con lo que había encontrado, le jugaron
una mala pasada, y el resultado fue la publicación, en 1982, de
su libro The White Lie
[La Mentira White]. Para gran consternación de la iglesia, el
libro de Rea se convirtió en éxito literario de The New York Times. Hizo
impacto con un punto clave, y fue que el verdadero problema con
Ellen White era su deshonestidad -- el hecho de que mentía -- no
si había cometido el delito de plagio.
Para 1990, el Informe Veltman,
una publicación oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día, admitió que Ellen White había copiado de otros escritores
religiosos, incluyendo escritores de ciencia ficción, y no había
informado a sus lectores la verdad acerca de sus fuentes. Puesto
que ella llevó a cabo este inexplicable engaño durante todos los
años de su ministerio, es extremadamente difícil, desde un punto
de vista no prejuiciado, no considerarla una mentirosa
problemática y patológica.
El Dr. Veltman mencionó por nombre los libros de los cuales ella
copió y puso en tela de juicio su honestidad. En ediciones
anteriores de The Great
Controversy, ella había afirmado básicamente que Dios
era el origen de la mayor parte de su información. A medida que
más y más individuos bien informados notaban que ella había
copiado grandes porciones de las obras de otros escritores, ella
se vio obligada a reclamar menos y menos influencia de la
revelación divina y más y más de fuentes humanas. En
nuestro calendario histórico, se puede ver cómo evolucionaban
sus afirmaciones acerca del nivel de inspiración que ella
reclamaba para el contenido de sus escritos. He aquí la
respuesta del Dr, Veltman a una pregunta clave que le tocó
contestar en este estudio:
3. ¿Cómo armoniza usted el uso
que Ellen White hacía de sus fuentes con las afirmaciones
de ella en sentido contrario? ¿Cree usted que la
declaración introductoria en The Great
Controversy
constituye un reconocimiento adecuado de dependencia
literaria?
De salida, tengo que admitir
que, a mi juicio, éste es el problema más grave al que hay
que enfrentarse en relación con la dependencia literaria
de Ellen White. Llega hasta el corazón de su honestidad, su integridad y, por
consiguiente, su confiabilidad.
Por ahora, no tengo -- y que yo
sepa, nadie más tiene -- una respuesta satisfactoria para
esta importante pregunta. La declaración en The Great
Controversy llega
más bien tarde en su carrera como escritora y es demasiado
limitada en su referencia a historiadores y reformadores.
Declaraciones similares no aparecen como prefacios a todos
sus escritos en los cuales hay fuentes involucradas, y no
hay ninguna indicación de que esta declaración en
particular se aplique a sus escritos en general.
Véase: http://www.truthorfables.com/Desire_of_Ages_Veltman.htm
Para principios de la década de 1980, los líderes
adventistas se encontraron a sí mismos -- como el rey del
cuento de Hans Christian Anderson, "The King´s New Clothes"
[La ropa nueva del rey] -- marchando por la calle Teología
sin una pizca de evidencia con la cual cubrir sus doctrinas
claves. La transcripción de las Minutas de la Conferencia
Bíblica de 1919 revelaron estas tres cosas asombrosas:
1. Los
delegados sabían que Ellen White era un fraude.
Discutieron si debían continuar disimulando sus falsas
afirmaciones o decir a la iglesia la verdad acerca de
ella. Discutieron cómo impedir que los hechos acerca de
ella llegaran a oídos de los estudiantes de la
preparatoria -- especialmente los estudiantes del
seminario -- o si decidían continuar con el ocultamiento.
2. La
explicación de Ellen White de cómo el sábado fue cambiado
por el domingo era imposible de sustentar con los hechos
de la historia. Para excusar el hecho de que ella había
estirado la verdad para ajustarla a su propia versión de
ella, hay que usar prolepsis en reversa para hacer lugar
para su interpretación, pero la prolepsis sólo funciona
cuando algo representa un evento futuro o una persona
futura.
3. Era
casi imposible hacer encajar con los hechos la profecía en
que se basa la doctrina de 1844 de la iglesia, y el
cumplimiento de esa profecía en particular tuvo lugar más
de 150 años antes del nacimiento de Cristo en un evento
que representaba el principio de día por día, no en el de
día por año. Nuevamente,
hay un debate sobre cómo impedir que esta información
perjudicial llegue al conocimiento de sus graduandos de
teología en el Seminario.
Pero ni siquiera el desenmascaramiento de su perfidia en las
décadas de 1970 y 1980 hizo que los líderes ASD consideraran
una reforma doctrinal fundamental. No hubo para el fiel
rebaño ninguna disculpa, ni ningún reconocimiento de
culpabilidad. Decidieron actuar como si nada hubiese
ocurrido. Contaban con la condición primitiva de las
comunicaciones mundiales en ese tiempo para evitar que la
noticia de estos embarazosos descubrimientos penetrara las
filas de los fieles, y su jugada tuvo éxito -- por un
tiempo. Sin embargo, su suerte cambiaría, a medida que el
"advenimiento" de Internet daba a los que poseían un poco
favorecedor conocimiento del adventismo la posibilidad de
comunicar a las masas la verdad de los muchos problemas del
adventismo.
Fue en medio de este trastorno sin precedentes que comenzó a
sumergir al adventismo en la década de 1970 que el Dr.
Bacchiocchi decidió publicar un libro que, no sólo desafiaba
la inspiración divina de Ellen White, sino que judaizaba al
cristianismo hasta el punto de que era igualmente
inaceptable tanto para evangélicos como para adventistas
pensantes.Los adventistas perceptivos terminaron abandonando
el adventismo por medio del estudio o continuaron trabajando
dentro del rebaño desarrollando varias teorías que ellos
esperaban rescatarían a Ellen White y desjudaizarían el
cristianismo para que regresara a donde ellos lo tenían
antes de que Bacchiocchi apareciera. Tendremos más que decir
acerca de esto más adelante.
La judaización del cristianismo por Bacchiocchi le fue
impuesta a éste cuando cayó en la cuenta de que D. M.
Canright tenía razón al enseñar que el sábado de Colosenses
2:14-17 era ciertamente una referencia al sábado semanal del
Decálogo (From Sabbath to
Sunday, p. 360, 1977). Esta interpretación no le
dejó más elección que teorizar que Pablo no estaba
condenando las ordenanzas mismas, sino el abuso de estas
ordenanzas, un abuso creado por onerosas leyes y reglamentos
adicionales creados por los judaizantes para regular las
ordenanzas más rigurosamente. Debido a que Pablo condenó el
abuso de
estas ordenanzas por los judaizantes -- las leyes judías
sobre la dieta, los días de fiesta sabáticos anuales, los
días de fiesta sabáticos mensuales, y el sábado semanal del
Decálogo -- indirectamente validó la continuación de ellos
en la dispensación cristiana. En años posteriores,
Bacchiocchi modificó ligeramente esta posición, haciendo
lugar para la posibilidad de que fuese una referencia a
eventos ceremoniales que duraban una semana entera (Sabbath Under Crossfire,
1998). Sin embargo, en 1995, con la publicación de The Sabbath in the New
Testament, pareció abrirse a la posibilidad de que
fuese una referencia a un sábado ceremonial -- quizás un
sábado anual -- en esencia, un regreso a la posición ASD
tradicional en este texto. Todo esto hacía poca diferencia
para Bacchiocchi porque su posición de que las "sombras"
eran las series de abusivas leyes artificiales convertían
esta cuestión aparentemente en resuelta. Sin embargo, como
estos autores observarán más adelante, el Antiguo Testamento
utilizó estas cuatro ordenanzas para apuntar hacia Cristo, o
proyectar una "sombra" de Cristo de una forma u otra, y
habría sido muy extraño que Pablo hubiese estado pensando en
reglas artificiales como "sombras" dentro del contexto de
hablar de algo que tuvo lugar cuando Jesús murió en la cruz.
Es un mecanismo de escape que trae consigo un precio muy
alto, como explicaremos más completamente a medida que el
estudio se desarolle. Cristo no murió en la cruz para que su
muerte tuviera algún efecto en reglas hechas por el hombre.
El Dr. Bacchiocchi recibió su doctorado en teología de la
Pontificia Universidad Gregoriana del Vaticano -- una
explicación muy probable de por qué él parecía indiferente
al hecho de que, durante el tiempo que los Adventistas creen
que Roma (Occidente) estaba en el proceso gradual de cambiar
el sábado por el domingo, la doctrina y la práctica
cristiana se originaban en Oriente (la Iglesia Ortodoxa
Griega) y se extendían a las iglesias de Occidente,
incluyendo a Roma. En realidad, la Iglesia Oriental
destituía obispos de Roma que se desviaban mucho del
pensamiento ortodoxo. Aparentemente, los profesores de
Bacchiocchi en el Vaticano no le explicaron estas cosas.
Puesto que la Iglesia de Occidente adquirió importancia en
siglos posteriores y ha conservado esa supremacía hasta la
fecha, es fácil que los historiadores pierdan de vista las
dificultades envueltas en la idea de que este cambio
abarcador en la práctica de la iglesia universal, como
cambiar el día de culto para toda la fe cristiana, pudiera
haberse originado en Occidente. Puesto que la Iglesia
Ortodoxa Griega mantuvo buenos archivos históricos desde sus
primeros tiempos, y puesto que estos archivos muestran que
la Iglesia Oriental nunca guardó el sábado judío, el hecho
de la temprana supremacía de la Iglesia Oriental es el golpe
de muerte para la teoría de Ellen White de que la Iglesia
Católica Romana cambió el sábado.
La extrema judaización de la doctrina del sábado llamó la
atención del resto del mundo cristiano, especialmente desde
que el Dr. Bacchiocchi vendió en masa su libro From Sabbath to Sunday a los líderes y al
clero de las denominaciones que guardaban el domingo.
Gracias al trabajo continuado de los eruditos bíblicos
durante los primeros sesenta años del siglo veinte, y al
desarrollo acompañante de una nueva interpretación de la
tremenda diversidad de la iglesia primitiva durante los
siglos en que la doctrina y la práctica cristianas se
estaban desarrollando, el Dr. Bacchiocchi se abrió a un
nivel de crítica que no habría experimentado si hubiese
escrito sólo 20 años antes. El desafío militante de
Bacchiocchi a la observancia del domingo acicateó un
proyecto de investigación evangelístico que ya existía,
encabezado por el teólogo evangélico D. A. Carson, para
zanjar la cuestión del sábado y el domingo de una vez por
todas. Por lo tanto, From
Sabbath to the Lord´s Day [Del sábado al día del
Señor], el libro del equipo de Carson, publicado en 1982,
fue una respuesta directa de la comunidad evangélica al
libro del Dr. Bacchiocchi, From Sabbath to Sunday [Del sábado al
domingo], publicado en 1977.
Tanto el equipo de Carson como Robert Brinsmead, teólogo ASD
anteriormente independiente, citaron la investigación de dos
eruditos bíblicos anteriores que arrojaba mucha luz sobre la
naturaleza ceremonial del mandamiento del sábado, haciendo
referencia a las siguientes obras: "Law and Covenant in Israel and the Ancient
Near East" [La ley y el pacto en Israel y
el antiguo Cercano Oriente], George E. Mendenhall, 1954; y "The Two Tables of the Covenant"
[Las dos tablas del pacto], Meridith Kline, Westminster Theological
Journal 22 (1960), páginas 133-146. Descubrieron
que la estructura de los 10 Mandamientos utilizó como modelo
los tratados de países vecinos. Estos acuerdos incorporaban
una ordenanza requerida (o ceremonia) que se colocaba cerca
del centro de las leyes mismas. Llevar a cabo el rito
requerido estaba calculado para recordarle al pueblo cuáles
eran sus deberes y obligaciones hacia sus conquistadores.
Desafortunadamente, el Dr. Bacchiocchi ignoró esta
investigación cuando escribió From Sabbath to Sunday.
SE PREPARA EL
ESCENARIO PARA LA CORRUPCIÓN ADVENTISTA
Desde las devastadoras revelaciones de las décadas de 1970 y
1980, y en particular, la publicación del libro de Carson en
1982, muchos pastores, profesores de universidad, oficiales
de la Conferencia, y graduados de teología ASD han sabido
muchas de estas cosas, pero han tenido temor de defender sus
convicciones. Saben que perderán sus empleos o no podrán
hallar empleo dentro de la Iglesia. Este desafortunado conflicto
interno entre la verdad y los dólares preparó el escenario
para la hipocresía que ha alimentado la corrupción desde
los niveles más altos hasta los más bajos del liderazgo de
la Iglesia desde la década de 1970. En una sección
posterior de este libro, que trata de la corrupción de la
Iglesia ASD, verá usted a sus líderes actuar como si no
creyeran que hay un cielo que ganar o un infierno que
evitar, ¡mucho menos que hay un juicio investigador teniendo
lugar en este momento!
Más adelante, demostraremos la probabilidad de una relación
entre las desfavorables revelaciones de las décadasde 1970 y
1980, la hipocresía que se desarrolló como resultado, y la
corrupción que esta hipocresía fomentó.
Cada sábado, muchos ASD predican sermones sobre cosas que
ellos saben es imposible que sean ciertas. De lunes a
viernes de cada semana, los profesores ASD de historia y
religión enseñan cosas que ellos saben no son más que
cuentos de hadas. Entienden que serían despedidos si
reconocen lo que saben. Por ejemplo, ningún erudito ASD de
hebreo se atrevería a enseñar a sus estudiantes lo que
Génesis 2, Éxodo 16 y Éxodo 20 dicen realmente sobre de
dónde vino el sábado y cuál era la aplicación a la que
estaba destinado.
UN ESTUDIO PRELIMINAR
DEL CONCEPTO DEL TÉRMINO "LEY"
El sabadismo se desarrolla cuando se usa un enfoque de
textos de prueba.Tales métodos de estudio pasan por alto los
principales temas, conceptos y principios de la Biblia. Su sólo efecto más
importante es una desafortunada ignorancia de lo que los
escritores bíblicos querían decir cuando usaron el término
"ley". Este término quería decir por lo menos
cuatro cosas diferentes para los escritores del Nuevo
Testamento. El no entender estos diferentes significados al
examinar el contexto y la lingüística conduce a confusión.
Por esta razón, estos autores han investigado la cuestión de
lo que Pablo podría haber entendido por este término cuando
escribía sus varios libros del Nuevo Testamento. Además,
demostraremos que unos pocos teólogos ASD han traicionado el
hecho de que son conscientes de estos varios significados al
mencionarlos en sus propios libros y artículos.
No hay que asombrarse de que a los cristianos les sea tan
difícil ubicar los 10 Mandamientos en su contexto teológico
apropiado. Una lectura cuidadosa de la Escritura y los
escritos rabínicos revela que ni los escritores
bíblicos ni los rabinos judíos se refirieron jamás a la Torá
con el significado de Diez Mandamientos con exclusión del
resto de la ley. En un sermón publicado por John Piper, con
derechos de autor de Desiring
God, Piper enumera los primeros tres, y nosotros
añadimos el cuarto de otras fuentes, incluyendo a escritores
ASD más recientes:
- Todo el Antiguo
Testamento. - Un ejemplo = Romanos 3:19, donde
Pablo cita tanto a los Salmos como a los profetas.
- Parte del Antiguo
Testamento - Un ejemplo = Mateo 5:17, donde
Jesús dice que él no ha venido a abolir a ley ni los
profetas. Aquí, la "ley" significa los libros que Moisés
escribió, o los primeros cinco libros de la Biblia - La
Torá.
- El legalismo
- Piper explica que, puesto que no existe ninguna
palabra griega para legalismo, Pablo usó la frase "obras
de la ley", o simplemente la palabra "ley", cuando
hablaba del error de guardar la ley para obtener la
salvación. Un ejemplo de este uso es Romanos 6:14, donde
dice: "No estáis bajo la ley sino bajo la gracia".
- La ley de Noé
- Como explican estos autores explican en las páginas
que siguen, los judíos creían que los no judíos estaban
sujetos a las leyes básicas que Dios dio a Noé y en
general codificadas por Moisés. Había siete de ellas.
Los judíos creían que, si los no judíos guardaban estas
leyes, se salvarían eternamente, pero no tendrían una
posición en el paraíso tan alta como los judíos que
obedecían la Torá. La sábado no es parte de la ley de
Noé.
No hemos podido encontrar
un solo caso en que ningún escritor del Nuevo Testamento
usara el término "ley" para referirse sólo a los Diez
Mandamientos. (Véase el Apéndice VI para un estudio por
Robert K. Sanders). Como explicaremoas claramente en las
páginas que siguen, los judíos consideraban igualmente
importantes las 613 disposiciones de la ley de Moisés, y no
hacían ninguna distinción entre las 10 leyes grabadas en
piedra y el resto de ellas registradas por Moisés en
pergamino. Demostraremos los siguientes puntos sobres la
serie de leyes:
- Sin las restantes
603 leyes de Moisés, los 10 Mandamientos representan una
guía moral muy incompleta.
- El juego completo de
las 613 leyes de Moisés representa una guía moral mucho
más completa que los 10 Mandamientos solos.
- La lista de Pablo de
23 pecados que impedirán que una persona vaya al cielo
representa una guía moral vastamente superior a
cualquiera de las dos anteriores porque describe pecados
del corazón así como los pecados de omisión y comisión.
(Nótese que esta lista, mencionada en el contexto de "No
usarás tu libertad de la ley como excusa para pecar", no
incluye la violación del mandamiento del sábado).
Una vez que el cristiano
capta el concepto bíblico de la LEY, no hay ninguna
dificultad para entender lo que Pablo quiso decir cuando
enseñó que los cristianos no deben usar su libertad de la
LEY como excusa para pecar. Más tarde en este documento, Robert K. Sanders
explica las diferencias entre el pacto antiguo y el nuevo
pacto, y explica lo que los 10 Mandamientos NO son. Kerry B. Wynne explica
las diferencias entre la Torá y la LEY de Noé, y cómo esta
diferencia dio forma a la manera de pensar y de escribir de
Pablo acerca de la LEY. William
H. Hohmann completa el estudio al demostrar que,
bajo los términos del nuevo pacto, en un sentido muy real,
el creyente cristiano no está bajo la LEY sino que es
alejado del pecado por medio de la guía y el control del
Espíritu Santo. Los sabadistas que argumentan que los
creyentes no sabadistas que enseñan que los cristianos no
están bajo la ley están influyendo en ellos para que
continúen pecando están jugando sucio.
En los pasillos del seminario ASD de la Universidad de
Andrews, siempre ha habido discusiones en voz baja sobre si
Pablo era o no un falso apóstol. Como los teólogos
adventistas y sus infortunados estudiantes no entienden cómo
enseñaba Pablo el concepto de la LEY, llegan a la conclusión
de que Pablo enseñaba "gracia barata". Esta equivocación ha
creado algunos grupos disidentes que rechazan a Pablo y
enseñan que era un falso profeta. Además, algunos
ex-adventistas que todavía se aferran al sabadismo, atan
juntos a Pablo y a Ellen White y rechazan a ambos como
falsos maestros. En una ocasión, envié una copia de una
edición anterior de Lying
for God a un ex-adventista que todavía se aferraba
al sabadismo pero que rechazaba tanto a Pablo como a Ellen
White. Este ex-adventista en particular no tenía ningún
problema en entender que la afirmación de Pablo en
Colosenses 2:14-17 es un mandato de que la iglesia primitiva
no requería la observancia del sábado, y llegó a la
conclusión de que este hecho es evidencia de que Pablo era
un falso maestro.
QUÉ SE PUEDE ESPERAR DEL
LIBRO LYING FOR GOD [MENTIR EN NOMBRE DE DIOS]
Los tres autores de ssta obra agradecerían que usted leyera
nuestro libro hasta el final. Puede que la cuestión del
sábado y el domingo sea la más difícil de todas las
controversias cristianas. Para el escritor que es lo
bastante valiente (y posiblemente lo bastante tonto) como
para tratar de escribir acerca de este espinoso tema, no hay
ningún buen lugar para comenzar y ningún buen enfoque.
Cualquier punto de partida pone al escrior inmediatamente en
desventaja porque él o ella no puede responder a la vez a
todas las objeciones al sabadismo.
Usted está a punto de embarcarse en una aventura teológica
que es más extraña que la ficción. Así como la serie épica The Lord of the Rings
[El Señor de los Anillos], de J. R. R. Tolkien, explora la
naturaleza autodestructiva del mal, Lying for God examina
el casi insondable misterio de cómo una larga cadena de
hombres y mujeres que parecían honorables en casi todos los
otros sentidos pudieron estultificar sus conciencias y poner
el "bien" de la institución del adventismo por encima de la
verdad misma -- engañándose a sí mismos y engañando a
los demás para que creyeran que el fin (preservar la
Iglesia) justificaba los medios (el engaño). Quizás, si leer
nuestro libro no le conduce a usted a renunciar al
sabadismo, por lo menos le lleve a preguntarse por qué la
"verdad" tiene que ser apuntalada por una vasta telaraña de
mentiras estrechamente entretejidas.
Los hechos que presentamos son fácilmente verificables, y la
interpretación de estos hechos está controlada por
principios de lógica, sentido común, métodos apropiados de
erudición bíblica, y la ciencia de la lingüística.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ya no puede negar
estos problemas. Lo que se ha hecho en la oscuridad ahora ha
salido a la luz. Entre nosotros tres, se han necesitado más
de 12,500 horas de investigación y escritura para presentar
esta séptima edición de Lying
for God. Hemos leído vastas porciones de las
fuentes que citamos para asegurarnos de que no hemos sacado
fuera de contexto a los autores. Le estamos pidiendo a usted
que lea extensas porciones de nuestas fuentes para que
también pueda ver el contexto en que se han hecho las
declaraciones y pueda ver la injusticia de las
interpretaciones que les han asignado los escritores
Adventistas del Séptimo Día.
Lying for God no sólo
desarma pieza por pieza el modelo de creencia en el
sabadismo, sino que, al mismo tiempo, demuestra que un punto
de vista no sabadista conecta entre sí todos los
hechos, principios, y conceptos de la Biblia, poniendo fin
al caos de inconsistencias que atormenta el modelo de
creencias adventistas y al sabadismo en general.
Antes de concluir apresuradamente que estos autores están
perdidos y se han ido por la tangente, considere la enorme
tarea con la que usted se encontraría si decidiera
embarcarse en una misión para refutar la validez de los poco
favorables descubrimientos que hemos hecho. Pocas personas
están dispuestas a dedicar las horas que hemos empleado en
este proyecto para poner a prueba las creencias que aseguran
ser la verdad. Nuestro libro ha comprimido estas muchas
horas de investigación en alrededor de 400 páginas.
Por lo que a mí concierne, abandoné el adventismo después de
haber seguido a Ellen White por casi 60 años. ¿Por qué?
¡Porque nadie en la iglesia pudo proporcionarme ni una sola
respuesta satisfactoria para mis inquisitivas preguntas!
Tampoco necesité ningún libro sobre las fallidas profecías
de Ellen White para llegar a la conclusión de que era una
falsa profetisa. He vivido más de medio siglo, y este tiempo
ha sido más que suficiente para ver que numerosas
predicciones suyas fallaron. Su catastrófica incapacidad
para predecir el futuro se observa tanto en pronósticos a
corto plazo, como la visión de los edificios de Chicago,
como en sus profecías a largo plazo, por ejemplo que las
principales denominaciones protestantes pronto incorporarían
el espiritismo en su culto y sus doctrinas. Ahora, siglo y
medio más tarde, las principales denominaciones protestantes
continúan creyendo, como siempre lo han hecho, que los
muertos están completamente conscientes y van directamente
al cielo; pero ¡continúan creyendo, como siempre lo han
hecho, que es pecado -- el de hechicería -- tratar de
comunicarse con ellos! Además, ahora sabemos que Ellen White
tampoco vio ni predijo que sus propias meteduras de pata
proféticas imitarían una "iglesia" espiritista que a su vez
había tomado como modelo la Iglesia Adventista del Séptimo
Día que ella ayudó a fundar en 1863.
En la misma vena de predicciones acerca del futuro papel del
espiritismo en las denominaciones no Adventistas del Séptimo
Día, el tiro de gracia a mi fe en Ellen White ocurrió
cuando, en una copia de People Magazine, me enteré
de que las hermanas Fox, que iniciaron el movimiento
espiritista a mediados de la década de 1800, habían
confesado que los "tamborileos" eran "resultado de trucos
humanos". Las palabras exactas de Ellen White eran que el
trabajo de las hermanas Fox no era resultado de trucos humanos.
Ahora sabemos que, aunque que hay fuerte evidencia de que
algunos de los fenómenos asociados con la obra de las
hermanas Fox contenían un elemento sobrenatural, gran parte
de ellos eran resultado de engaño. Como informaron las
hermanas Fox, ellas con frecuencia ataban un cordel a un
dedo del pie, cordel que estaba conectado con una piedra en
la pared al otro lado de la mesa.
El sabadismo no es simplemente un inocente error doctrinal.
Es una herejía que paraliza
el evangelio. Es una enseñanza que ha causado
incontables problemas a las familias de observadores del
sábado, cuyos miembros que trabajan y traen el pan al hogar
rehusan trabajar en sábado perdieron sus empleos a
consecuencia de esas convicciones fuera de lugar. Es una
doctrina responsable de estorbar incontables matrimonios
entre cristianos, o hacer que muchos no se casen, cuando
habrían podido hallar apropiadas parejas cristianas de otras
denominaciones. Es una creencia que ha fomentado una
perspectiva distorsionada de Dios, y cuyos requisitos van
más allá del ámbito delas leyes naturales que reflejan
verdaderamente los principios de causa y efecto. Trate de
guardar el sábado en el Polo Norte, donde en una época del
año el sol no se pone por meses y en otra épocal del año no
sale por meses.
Si uno considera el asunto siquiera por un momento, podrá
pensar en decenas de otras clases de problemas que los
guardadores del sábado se ven obligados a soportar a causa
de sus propias convicciones fuera de lugar. Es posible que
Dios perdone errores doctrinales sinceros, pero los que
crean en estos errores todavía sufrirán ahora mismo, aquí en
la tierra, las consecuencias de esas creencias fuera de
lugar.
El último lugar en la tierra a donde uno iría en busca de la
VERDAD acerca del sábado es la misma Iglesia Adventista del
Séptimo Día. Puesto que sus líderes y empleados dependen de
la Iglesia para su sostén, están muy interesados en
preservar el modelo de creencias que les ayude a continuar
recibiendo sus salarios denominacionales. Acudir a la
Iglesia en busca de información sobre el sábado sería como
acudir a los fabricantes de equipo para bronceado artificial
o a los dueños de salones de bronceado para obtener la
verdad sobre los riesgos para la salud en relación con el
bronceado artificial. Ellos tienen un interés demasiado
grande en el sistema de creencias.
Para los lectores que deseen leer las Minutas de la
Conferencia Bíblica de 1919 [en inglés -- N. T.], la transcripción entera está
disponible en la página web de los Archivos de la
Conferencia General aquí:
http://www.adventistarchives.org/documents.asp?CatID=19&SortBy=1&ShowDateOrder=True
Kerry Wynne / Julio 17, 2012