Ahora bien,
aquellos de ustedes que nunca antes fueron devotos
cristianos podrían preguntarse por qué creen ellos lo
que creen, viven como viven, piensan como piensan, y
tienen puntos de vista tan extremos y son tan
fanáticos en promover sus creencias a otras personas
todo el tiempo para tratar de convertirlos. Todo eso
puede parecerle a usted muy tonto e ilógico. Bien,
puesto que yo solía ser uno de ellos y comprender cómo
piensan ellos, puedo explicarle a usted la
mentalidad de ellos y darle una idea de la estructura
psicológica interior de ellos. Aunque la sección
anterior sobre el punto de vista de ellos acerca de la
historia debería haberles dado una buena idea,
permítanme subdividírsela en detalle. Sin embargo,
permítanme decirles que, ¡cuando uno acepta la fe
cristiana y el evangelio en su estilo de vida, su visión de la realidad
queda
completamente DEFORMADA! Literalmente.
Sólo ve el mundo en términos de Dios y Satanás, luz y
oscuridad, pecado y justicia, los salvos y los
perdidos, etc. Todavía no puedo creer cuán deformado
era mi punto de vista cuando era cristiano
ifundamentalista.
Dos poderosas fuerzas
controlan la mente
Básicamente, dos
cosas poderosas controlan la mente y las emociones del
cristiano evangélico - el temor al castigo eterno en el
infierno y la recompensa del paraíso eterno en el cielo.
Esas son esencialmente las dos cosas más poderosas que
pueden controlar la mente de una persona. Punto. Son las
dos herramientas más definitivas para lavar el cerebro
que jamás se diseñaron. No hay dudas acerca de eso.
Ahora téngase en mente que, para ellos, el cielo y el
infierno no son un concepto abstracto ni ninguna teoría.
No. Son verdades absolutas, LITERALES, REALES! No menos cierto que
el hecho de caer por un precipicio es perjudicial, o el
hecho de que el cuerpo necesita alimento y agua para
vivir. Por consiguiente, lo toman MUY en serio. Para
ellos, no es ningún chiste en absoluto, especialmente
cuando el destino eterno del alma está en juego. Por
eso, son tan inflexibles que quieren verlo salvo a uno
también, porque, en sus mentes, es como verlo manejar un
auto hacia el borde de un precipicio y, puesto que ellos
se preocupan por uno, quieren advertirle de la realidad
de la situación. A eso se reduce todo. No se trata de
irrespeto hacia los derechos, la libertad o la elección
de uno. En realidad, se trata de su 1) legítima
preocupación por el juicio eterno del alma de uno, y su
2) sentido de justicia hacia Dios, después de haber
recibido la vida eterna y haber sido salvos, es hacer la
voluntad de Dios de predicarle a uno el mensaje de
salvación, lo cual es lo menos que ellos podrían hacer
por haber recibido la inmortalidad.
Ahora, pensemos en
la implicación de esto. Recordemos que, para ellos, todo
esto es una verdad literal y real. He aquí lo que eso
significa para alguien que legítimamente cree en estas
cosas. Significa que, en sus mentes, estas son
concuencias ETERNAS. Lo que eso significa técnicamente
es que un cielo eterno significa una bendición y un
paraíso eterno, interminable, sin fin, donde trillones o
cuatrillones de años no tienen ninguna medida en
absoluto. Después de todo, eso es lo que significa
infinito. Por otra parte, un infierno eterno también
significa un estado de sufrimiento y dolor para siempre
y siempre. Esto significa que, aunque uno sufriera y
estuviese atormentado y en extremo dolor en el infierno
por un trillón o un cuatrillón de años, ello todavía no
se detendría porque, en la eternidad, el tiempo no
existe. Seguiría y seguiría. No terminaría NUNCA, JAMÁS.
Piense en eso por un momento, no como si fuera una
teoría abstracta que "está allí", sino como un hecho
literal que PODRÍA realmente ocurrirle a uno. ¡Si uno ve
esto en serio como una posibilidad realista, uno puede
entender por qué es un concepto verdaderamente MUY, MUY,
MUY espantoso! Mucho más infinitamente terrible de lo
que uno pueda imaginarse. Caramba, ni siquiera Adolf
Hitler merecería una situación como ésta, y
especialmente no la gente promedio, ¿y todo porque los
seres humanos originales comieron de un fruto del árbol
equivocado al principio de la creación? ¡Vamos!
Ahora, quizás
podamos entender y simpatizar con la inclinación de los
evangélicos a tratar de convertirlo y "salvarlo" a uno.
Después de todo, si uno creyera que sus seres queridos,
amigos, o conocidos se dirigían al tormento eterno, uno
también estaría muy preocupado por sus almas, ¿no?
Recuerdo cuán agónico me sentí por mis padres no salvos
que no eran creyentes. Pasé muchas noches sin dormir y
revolviéndome en la cama pensando en su futura situación
(en mi mente, por supuesto) de que fueran eternamente
atormentados en el infierno sin que su situación
terminara y sin que hubiera una solución, y lamentando
que no prestaran atención a mis amonestaciones. Yo los
amaba y no quería que nada les sucediera, pero no podía
hacer nada para remediarlo porque no querían aceptar a
Jesús como Salvador. Por supuesto, yo no creía que fuera
justo, pero eso era lo que decía la palabra de Dios.
Todo aquello era desgarrador.
Es de esperar que
esto le ayude a usted a entender por qué los evangélicos
toman tan en serio sus creencias, para que no sea tan
duro con ellos. He aquí algunos versículos que ilustran
esto:
Mateo 13:41-42.
"Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán
de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a
los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de
fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes".
Mateo 25:46. "E irán éstos al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna".
Mateo 25:41. "Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y
sus ángeles".
2 Tesalonicenses 1:8, 9. "En llama de
fuego, para dar retribución a los que no conocieron a
Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo".
Apocalipsis 14:11. "Y el humo de su
tormento sube por los siglos de los siglos. Y no
tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a
la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca
de su nombre".
Apocalipsis
20:15. "Y el que no se halló inscrito en el libro de
la vida fue lanzado al lago de fuego".
¿Ve usted ve cuán
aterrador se puede poner esto si lo tomamos
literalmente? Para ver un ejemplo de cuán serio es, un
cristiano puede considerar esto:
El infierno es real.
http://jesusisthelight.net/HELLISREAL.htm
El siguiente es un
ejemplo de un popular tratado cristiano sobre el
evangelio que intenta usar el temor al infierno y el
castigo eterno para convertir a los no creyentes. El
tratado está en forma de libro de cómicas fácil de leer:
http://www.chick.com/reading/tracts/0001_01_asp
Afortunadamente,
sin embargo, hay algunos cristianos que progresan más
allá de la interpretación tradicional del infierno como
un lugar de tormento eterno. Por ejemplo,
Un desafío a la doctrina del tormento
eterno
http://www.harvestherald.com/challenge.htm
Hell is Leaving the Bible "Forever"
http://www.what-the-hell-is-hell.com/HellStudy/HellChart.html
Además del temor a
esta literal condenación eterna, hay también el temor a
perder la vida eterna en el cielo. Antes, la doctrina
cristiana común era que, una vez que uno es salvo, es
salvo para siempre y nada que haga le hará perder la
salvación. Pero ahora muchas iglesias han cambiado esa
doctrina o están reconsiderando cambiarla, probablemente
a causa del gran número de desconvertidos de la fe que
dan lugar a una mala reputación, pues hacen lo que
desean y dicen que ya tienen la vida eterna sin nada que
perder. Sin importar la doctrina de la iglesia, es
natural que un cristiano que ha nacido de nuevo tenga un
natural temor de que el desafiar su fe pueda resultar en
la pérdida de la vida eterna, o por lo menos el
descubrimiento de que nunca fue real para comenzar.
Ahora piense también en lo que eso significa. Perder la
inmortalidad sería como perder un millón de dólares
(aunque, por supuesto, en términos técnicos, la
inmortalidad valdría mucho más que un millón de dólares,
pero ya usted tiene la idea). Así que, naturalmente, uno
se agarraría a ella fuertemente. Y se moriría de miedo
ante la idea de arriesgarse a perder la inmortalidad o
quedar sujeto a la condenación eterna. De aquí que es
IMPENSABLE para ellos cuestionar o desafiar esta
teología o religión. Y aunque tengan dudas en lo más
profundo de su ser, no se atreverían a manifestarlas,
sino que tratarían de suprimirlas. (Y después de todo,
¿quiénes son ellos para desafiar lo que dice el Dios
Todopoderoso, el creador del universo de todos modos?
Finalmente, como
se mencionó arriba, por recibir el don gratuito de la
vida eterna de parte de Dios, por aceptar a Jesús como
Señor y Salvador, se sienten naturalmente obligados a
hacer la voluntad de Dios y a testificarle a uno para
tratar de convertirlo y salvar su alma. Después de todo,
por habérsele dado la inmortalidad, es poco pedirles eso
a cambio, ¿no es verdad? Y además, si se sienten
agradecidos a Dios por haberles garantizado un lugar en
el cielo, harán esto con gran gozo.
La razón se convierte en
sierva de la
fe
Como resultado de
las dos poderosas fuerzas mencionadas arriba, que
controlan la mente del cristiano evangélico, su sentida
de la razón ya no gobierna, sino que, en su lugar, sirve
a estas creencias religiosas. En otras palabras, la
razón sirve a la fe, en lugar de al revés. He aquí un
ejemplo, directamente de la boca de un fundamentlista:
"Yo creo que la
Biblia es completa, entera y verbalmente la palabra de
Dios. Rehuso colocarme por encima y criticarla; más
bien, insisto en colocarme por debajo y permitirle que
me critique a mí. [3]".
(John Montgomery,
entonces profesor de la Escuela de Teología de
Melodyland, Anaheim, California)
3
Montgomery, Damned Through the Church: p 26.
Para usar una
ilustración jerárquica, las creencias cristianas que
ellos ven como verdades absolutas están en la cadena
superior de mando, y la razón, junto con todo lo demás,
cae por debajo de ellas. En este esquema, la razón no
analiza su fe, sino que es su sierva. Es por eso por lo
que pueden tener estas creencias extremas contrarias a
la razón sin darse cuenta. Y es por eso por lo que es
inútil usar la razón para apelarles. Y eso es también
por qué, si leen un libro como éste, no serviría de
nada, porque simplemente racionalizarían todo lo dicho
en él de cualquier manera que puedan, lo cual de todas
maneras es propio de la naturaleza humana. Después de
todo, todos tendemos a racionalizar lo que no queremos
creer y encontramos excusas para justificar la creencia
en lo que queremos creer. En ese sentido, la naturaleza
humana puede ser inherentemente selectiva.
Por ejemplo, sin
importar cuánto sentido tenga que uno les diga que sus
creencias extremas simplemente son insostenibles, o que
uno les presente alguno de los argumentos de este libro,
simplemente citarán versículos como éstos:
1
Corintios 3:19: "La sabiduría de este mundo es
insensatez para con Dios".
1
Corintios 1:18: "Pero la palabra de la cruz es locura a
los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a
nosotros, es poder de Dios".
De esta manera invalidan todo lo que contradiga su fe, no
importa cuán razonable sea, simplemente citando un
versículo.
La gratificación del
ego y el cumplimiento de la autoestima
Otro factor en
funcionamiento aquí, que tiende a no gustarles a los
cristianos por razones obvias, es que todo este concepto
de ellos de que son especiales para Dios, el pueblo
escogido de Dios, los hijos de Dios, los salvados, la
luz del mundo, etc., es muy gratificante para sus egos,
su sentido de autoestima y su valor propio. Después de
todo, en una sociedad materialista y competitiva como la
nuestra, nuestro ego y nuestra autoestima pueden ser
bastante frágiles, y cualquier cosa que pueda
solidificar esto es muy bienvenida.
Para las personas inseguras, que vagan por la vida, que
carecen de autoestima o valor propio, identidad, no
sienten ningún propósito ni significado en la vida, viven
en temor u opresión, etc., etc., esta fe cristiana puede
ser atractiva, pues ofrece darles lo que necesitan para
sentirse íntegros y con un propósito. Les da la
muleta para ir por la vida. Los valida, los hace sentirse
especiales, y les da un definible sentido de propósito. Y
ese es otro poderoso factor que mantiene en su lugar su
sistema de creencias.
Los niños son especialmente vulnerables a esto, porque se
les ha enseñado desde el nacimiento a escuchar a los
adultos porque éstos conocen la verdad. Por lo tanto,
cuando sus padres o los ministros de la capilla les dicen
que si reciben a Jesús en sus corazones, recibirán el don
gratuito de la vida eterna con sólo pedirlo, ¿quién puede
decir que no a eso? Esto abre la puerta para que las
poderosas influencias descritas antes asuman el control de
su mente y su voluntad.
Los beneficios de los
sistemas extremos de creencias
Ahora bien, esto no es todo malo. Hay pros y contras en
los sistemas extremos de creencias como éste. Como se
mencionó arriba, la fe cristiana sí le da a la gente un
sentido de propósito, identidad, y significado. Es verdad
que muchas personas han sido ayudadas por el cristianismo
y sido más felices también. Así que hay beneficios en esta
fe, aunque las doctrinas en que está basada sean erradas.
Lo que hace es quitar de la vida y el mundo el caos y la
incertidumbre de la gente, dándoles un sólido sentido de
propósito, un futuro definido en el cielo, y un resultado
garantizado al final.
Algunas personas tienen necesidad de eso. Eso es
comprensible. En general, yo creo que las creencias
extremas apelan en su mayoría a la gente insegura porque
ayuda a balancear una extrema necesidad, y compensa por
aquello de lo cual carecen. Les da un sentido de
propósito, empuje, motivación y hasta cumplimiento, que
puede ser una sábana de seguridad emocional. Sin embargo,
el otro lado de esto es, por supuesto, es que las
creencias extremas también cierran y estrechan la mente,
haciendo que ella emita juicio sobre otras personas
también. Además, usa el temor para impedir que uno se
entere de los valores y los beneficios de otros sistemas
de creencias y puntos de vista. Por ejemplo, los ministros
cristianos usan el miedo para advertir que seguir que
religiones y modos de pensar distintos de los cristianos
podría llevarlo a uno a una trampa de Satanás, y de esa
manera, no se hace ningún progreso en el aprendizaje. Y el
crecimiento espiritual/intelectual queda limitado. Así
pues, como se puede ver, hay pros y contras en los
sistemas extremos de creencias que presentan el mundo en
blanco y negro.
Cualquiera sabe que los peores ejemplos de esto son los
nazis y otros fascistas a lo largo de la historia. Y no
extrañamente, hay muchos paralelos entre el
fundamentalismo cristiano y el fascismo.
El mundo como
campo de batalla por las almas
El cristiano evangélico y el cristiano fundamentalista ven
el mundo de manera muy diferente que la persona secular.
He aquí cómo ven el mundo. Lo ven básicamente como un
gigantesco tablero de ajedrez entre Dios y Satanás. Es un
campo de batalla de las almas donde está teniendo lugar
una guerra espiritual. Dios está tratando de salvar tantas
almas como sea posible por el mensaje de Jesucristo, y los
cristianos son sus soldados para hacerlo. Y Satanás está
tratando llevarse con él al infierno tantas almas como le
sea posible, engañando tanto a creyentes como a incrédulos
por medio de la duda, la codicia, los valores materiales,
creencias anticristianas, otras religiones, etc. Ambos
lados están tratandode hacer esto tan pronto como sea
posible antes de que llegue el día del juicio, cuando el
mundo sea destruído y los salvos sean enviados al cielo
mientras los perdidos sean enviados al infierno. El
cristiano considera su deber del lado de Dios ayudar a
salvar tantas almas perdidas como sea posible. Y, en pocas
palabras, en eso consiste el mundo para muchos
fundamentalistas cristianos. Este simple modelo del mundo
pone todo en elegantes cajitas simplistas, y les da un
exacto y definido propósito en la vida. Simplifica todo y
quita la complejidad del mundo porque, a fin de cuentas,
esta guerra espiritual es todo lo que importa, ¡y la
salvación de las almas es todo lo que queda para la
eternidad!
Por qué la
desconversión es lenta y difícil, psicológica y
emocionalmente.
A estas alturas, usted debería tener una fuerte idea de
por qué es tan difícil para un cristiano fundamentalista
desconvertirse de sus creencias aunque quisiera. Pero,
permítame tratar de explicarle qué es desconvertirse, lo
que algunos llaman un "fundamentalista en recuperación",
usando ejemplos de mi propia desconversión.
Primero, permítame ponerlo de esta manera. Un
fundamentalista en recuperación está esencialmente
recuperándose de un "virus troyano", que comenzó como un
mensaje evangélico presentado en una luz amigable, pero
que lo atrapa a usted en temor después. Básicamente, yo
resumiría el proceso así:
Se le ofrece a un no creyente el don de la vida eterna por
aceptar a Cristo, lo cual es difícil de rechazar. (Los
niños son especialmente susceptibles, pues han sido
condicionados para creer que lo que sea que los adultos
digan es correcto). Generalmente, el mensaje del evangelio
es precedido por el coro de la iglesia y cantos, lo cual
ayuda a hipnotizar al auditorio para hacerlo más
susceptible. Luego, el mensaje del evangelio es presentado
de una manera apasionada y elocuente, con técnicas que
inducen a la culpa y al temor, seguidos por un mensaje de
esperanza (por ejemplo: "Usted es un pecador perdido.
Cristo murió por usted. Todo lo que tiene que hacer es
aceptarlo, y será salvo. Es así de sencillo").
Después de ceder al ruego de aceptar a Cristo, uno
subconscientemente, sin saberlo, renuncia a la razón y al
intelecto, para "ser salvo y tener vida eterna". Así,
pues, aunque uno se da cuenta de que no hay evidencia que
apoye sus creencias religiosas, no le importa, y cree de
todas maneras porque no quiere perder esa vida eterna que
se le ha prometido. Nadie quiere dejar ir el don de la
"inmortalidad", y por eso ésta es una forma tan
sofisticada de control mental. Se le da a uno algo a
cambio de nada, sin darse cuenta del antiguo dicho que
dice: "Si algo suena demasiado bueno para ser verdad,
probablemente lo es". Y
una vez que uno está adentro, la oferta de vida eterna
lo obliga a permanecer allí sin importar nada, mientras
que el temor al infierno impide que se aparte del
camino.
Esta forma de control mental ha sido usada efectivamente
por la Iglesia Católica durante siglos para mantener a las
masas bajo control. Así que, cuando una persona se
recupera de esto y el "virus troyano" desaparece, esa
persona experimenta una sensación de alivio por haber
recuperado su libertad intelectual y la libertad de
pensar. Pero, al mismo tiempo, los temores a la ira y la
condenación de Dios todavía lo gobiernan desde el fondo de
su mente. Eso es esencialmente lo que sucede con la mente
de los fundamentalistas en recobro.
Ahora bien, por lo que a mí concierne, la recuperación no
sólo fue eso mismo, sino la recuperación de la carga y la
confusión de creer que los miembros de mi familia, que no
eran creyentes, se irían al infierno simplemente porque no
eran cristianos. Mis padres eran las personas más honestas
y decentes del mundo, y yo sentía la carga del pensamiento
de que irían al infierno, así que había presión sobre mí
para tratar de convertirlos, y eso casi me volvió loco.
Gracias a Dios, después de que me recuperé del
fundamentalismo, sentí un enorme alivio después de que ya
no tuve más esa carga sobre mis hombres. Sabía que,
después de todo, esos temores no eran verdaderos, y que
Dios nunca dijo esas cosas, sino la gente. Pero, puesto
que yo no quería perder mi creencia en la inmortalidad del
alma, me volví a la Nueva Era, la reencarnación, y la
espiritualidad alternativa para conservar mi creencia en
la vida eterna, pero en otra forma.
Esta es la dinámica psicológica envuelta en el proceso de
desconversión. Primero, los ministros, predicadores, y
pastores han inculcado en los cristianos un temor y una
paranoia de Satanás. Se les dice que Satanás está
constantemente buscando maneras de hacerlos caer de su fe,
usando su propia familia, sus amigos, las tentaciones,
otras religiones, hasta su propia mente, etc. Por
consiguiente, se les dice que nunca confíen en nada,
excepto en Dios, Jesús, la Biblia. Todo lo demás puede ser
usado como arma por Satanás, hasta su propia mente. Por lo
tanto, si uno duda de su fe, se le advierte: "¡Cuidado! Eso es exactamente
lo que Satanás quiere que usted haga. No caiga en su
trampa. No confíe ni en su propia mente, que Satanás
puede usar
contra usted. Confíe sólo en Dios y la Biblia!"
Cuando este temor y esta paranoia se les han inculcado a
uno, se le vuelve difícil alejarse de su fe, aunque quiera
hacerlo.
Segundo. A los cristianos también se les inculca un
sentimiento de obligación y amor haci Dios. Esto se hace
usando la CULPA de una manera poderosa que es a la vez
amorosa y condescendiente. Se les dice que Dios los amó
tanto que se hizo carne y murió por ellos en la cruz. Este
fue el acto último de amor por ellos, entregando su propia
vida, para que sus pecados pudieran ser perdonados. ¡Por
lo tanto, se insinúa que sólo una persona horrible, un
monstruo, por decirlo así, volvería su espalda a Dios
después de todo lo que hizo por ellos! ¡En efecto, ellos
hasta comparan traicionar la fe cristiana y volver la
espalda al Dios de la Biblia con el acto de traicionar a
sus propios padres y apuñalarlos por la espalda! ¿Qué
horrible comparación! Y eso es lo que lo hace mucho más
difícil, porque está de tal manera inculcado en la
conciencia que tratar de abandonar la fe infunde en uno un
sentimiento de culpa. Para ver un ejemplo de esto, lea
online este tratado en formato de cómica fácil de leer de
Chick Publications:
http://www.chick.com/reading/tracts/0295/0295_01.asp
¡Los cristianos tratan de representar a los que se
desconverten de la fe como similares a un tal Jedi Knight
en la película Star Wars, que se convierte al Lado Oscuro
de la Fuerza! ¡Como Yoda y Ben Kenobi, tratan de igualar
el volverse de la fe cristiana a transitar por el camino
hacia la oscuridad y el mal! ¡El descaro!
Aquí hay un interesante contraste en perspectivas. Desde
el punto de vista cristiano, un desconverso o ex-cristiano
es llamado un "apóstata". Cuando alguien que ellos conocen
se desconvierte o se aparta, dicen que ha "apostatado", lo
cual implica una caída desde alguna parte que está más
arriba. Sin embargo, muchos ex-cristianos describen su
desconversión como que se han "iluminado" o han
"evolucionado" más, dando a entender que han avanzado a un
nivel superior, no a uno inferior. Este es un interesante
contraste de perspectivas.
Otra razón es que, cuando uno se convierte en un
devoto cristiano, se le enseña a negarse a sí mismo y a
vivir para Cristo. Cuando eso se convierte en su manera de
vivir, o cuando uno vive y respira eso, eventualmente
podría perder el sentido de su propia identidad, de modo
que, si ha abandonado el rebaño, no le queda ningún lugar
a donde regresar. En el libro Fundamentalismo: Riesgos y
Angustias, se describe un relato de esto (página 8):
"El
comentario de un ex-fundamentalista, que apareció en un
show de televisión de Donahue, aporta quizás una visión
tan conmovedora como la que podría expresar cualquier
ex-fundamentalista. Billy Jackson le contó a un
auditorio nacional su impresión de cómo se había
practicado el fundamentalismo en su iglesia. "Teníamos
que ser como Jesucristo y morir a nosotros mismos. En
otras palabras, uno mata su propia personalidad y trata
de reemplazarla con la de Jesucristo. Cuando me fui, me
había matado a mí mismo hasta el punto de que no quedaba
nada, y eso es lo que me mantiene allí, porque no me
puedo relacionar con nadie más".
Además, por supuesto, en el cristiano que se aparta
siempre hay el temor de que su fe haya sido la verdadera,
y que ahora esté errado y le pueda caer un rayo o ser
castigado de alguna manera por haberse desconvertido. Ese
pensamiento puede colarse en su mente fácilmente de tanto
en tanto.
Las razones mencionadas arriba explican por qué es tan
lento y difícil el proceso de deconversión para el
cristiano que desea apartarse de sus creencias extremas o
siente que ellas ya no son verdaderas o necesarias. El
cristiano no decide súbitamente deconvertirse y anunciarlo
a sus correligionarios. No funciona de esta manera en
absoluto. Para mí, el proceso de deconversión tomó como
dos años antes de que me deshiciera finalmente del bagaje
psicológico y el lavado del cerebro que me habían
inculcado. Después de que uno decide que la doctrina y la
teología cristiana no son verdaderas o no son correctas
para uno, por lo general tiene temor y no se lo cuenta a
nadie al principio, por las razones mencionadas arriba. En
cuanto a mí, durante casi un año temí contárselo a nadie
porque había demasiado temor y demasiada culpa
incorporadas a mis anteriores creencias. Fue sólo
después de mucha investigación que la confianza acerca de
mi decisión aumentó gradualmente hasta el punto de que
pude compartirlo confiadamente con otros sin temor ni
culpa, ni la sensación de que estaba ingresando al "lado
oscuro".
Sin embargo, a pesar de todo esto, hay muchos que se han
deconvertido con éxito.
El conocimiento es poder y protección del temor
Pero la buena nueva de todo esto es que hay protección del
extremo temor impuesto sobre la gente por los evangelistas
y fundamentalistas, y esa protección es el conocimiento. Por
ejemplo, si no fuera por el conocimiento que tengo y que
comparto con otros en este libro, yo también todavía
estaría viviendo con el temor al castigo eterno que estos
predicadores declaran. Afortunadamente, el conocimiento
que yo adquirí por medio de mis investigaciones, y que he
compartido en este libro, me dio lentamente la confianza
para vencer este temor, que es de la peor clase (¿qué
temor podría ser peor que el del castigo eterno?). Al
obtener conocimiento, usted también puede vencerlo. Y esas
son buenas nuevas para los fundamentalistas en
recuperación que desean alejarse, pero tienen demasiado
miedo para hacerlo o declararlo.
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