DISCREPANCIAS Y HECHOS REVELADORES
QUE LA IGLESIA  NUNCA NOS CONTÓ

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Winston Wu
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He aquí algunos otros problemas misceláneos que las iglesias nunca parecen notar y de los cuales los cristianos nunca parecen haber oido hablar, pero que son extremadamente perjudiciales para las doctrinas evangélicas fundamentalistas y su teología.

La desunión entre creyentes llenos del Espíritu Santo.

Dicen los cristianos que, para entender la Biblia, el cristiano tiene que dejar que el Espíritu Santo les guíe y la interprete para ellos. Sin embargo, muchos de estos sinceros cristianos creyentes en la Biblia que hacen justamente eso, pidiéndole al Espíritu Santo dentro de ellos que les ayude a interpretar la Biblia, ¡discrepan sobre incontables doctrinas e interpretaciones de la Biblia! ¿Cómo puede ser eso? ¿Por qué podría el Espíritu Santo, la tercera parte de Dios, que supuestamente ayuda a los creyentes a entender e interpretar la Biblia, estar causando todas estas diferentes interpretaciones entre creyentes sinceros? ¿Le gusta al Espíritu Santo la desunión? ¿Le gusta jugar juegos mentales con la gente? Permítanme darles 12 ejemplos de la clase de problemas acerca de los cuales discrepan los cristianos llenos del espíritu en términos de su interpretación de la Biblia. Hay muchos puntos doctrinales en disputa. Éstos son sólo una pequeña muestra.
  1. Algunos cristianos creen que el día de reposo debería guardarse el sábado, como se hacía en el Antiguo Testamento, mientras otros creen que debe guardarse en domingo, como se menciona en versículos como 1 Corintios 16:2, para conmemorar la resurrección de Jesús el domingo. Y otros más dicen que no importa, con tal de que sea un día a la semana.

  2. Algunos cristianos creen que el bautismo por agua es un requisito para la salvación, mientras otros dicen que es sólo una señal o un reflejo exterior de ella, y no parte de la salvación misma en sí. Estas últimas personas ven tal concepto como blasfemo y análogo a una salvación por obras, no por gracia y fe.

  3. Algunos cristianos creen que hablar en lenguas es una señal de la salvación yocurre después de que uno es salvo, como sucedió con los creyentes en el libro de Hechos. Sin embargo, otros creen que, en la actualidad, hablar en lenguas es obra del diablo y viola Apocalipsis 22:18.

  4. Algunos cristianos creen que las profecías en el libro de Apocalipsis deben tomarse literalmente (por ejemplo, el anticristo y la bestia son figuras políticas y el número 666 será una marca literal en las frentes de las personas).

  5. Algunos cristianos creen que el rapto de los creyentes ocurrirá justo antes de los siete años de tribulación en Apocalipsis. Otros creen que tiene lugar después de la tribulación. Otros más creen que ocurre durante la tribulación.

  6. Algunos cristianos, basándose en Apocalipsis 20, creen que, después de que ocurra el Armagedón, habrá un reino milenial de mil años con Cristo en la tierra antes de que pasen el cielo y el infierno. Otros dicen que el reino milenial de mil años es una representación simbólica de la comunidad de los cristianos en la tierra desde la era del Nuevo Testamento hasta ahora.

  7. Algunos cristianos creen que Babilonia, la gran ramera de Apocalipsis, representa el mundo material secular. Otros dicen que representa a la Iglesia Católica Romana. Los cristianos del siglo primero creían que representaba al Imperio Romano.

  8. Algunos cristianos creen que uno no puede perder la salvación; una vez salvo, siempre salvo. Otros dicen que uno puede perder la salvación si apostata y comienza a regresar a su antiguo estilo de vida.

  9. Los católicos creen que la transubstanciación, que ocurre durante el rito de la comunión, representa el genuino cuerpo de Cristo, y que la participación en ese sacramento se requiere para la salvación, mientras que los protestantes creen que tal sacramento es blasfemia y que la comunión es sólo una representación simbólica de Cristo.

  10.  Los católicos creen que es bueno orar a la Virgen María y que ella responde a las oraciones y ayuda a la gente. Sin embargo, los protestantes creen que es blasfemia y adoración a dioses falsos.

  11. Algunos cristianos creen que la versión King James (KJV) de la Biblia es la más exacta que tenemos, mientras que otros prefieren la Nueva Versión Internacional (NVI), la New American Standard Bible (NASB), etc. ¿Por qué no puede el Espíritu Santo guiar a la gente a la traducción más exacta?

  12. Algunos cristianos creen que la salvación es un asunto de libre albedrío y que Dios deja que el individuo decida si quiere ser creyente o no. Otros creen en la doctrina calvinista de la elección y la prdestinación, según la cual sólo los que fueron escogidos de antemano irán a Dios en busca de salvación. pues sin que Dios atraiga a la gente, nadie buscaría a Dios. Hay amplia evidencia bíblica en apoyo de ambos lados.

Hay muchas más disputas doctrinales entre los cristianos, pero usted tiene la idea. ¿Ve usted ahora a lo que han llegado los cristianos guiados por el Espíritu Santo en sus interpretaciones de la Biblia? ¿Me pregunto por qué querría el Espíritu Santo causar tal desunión entre los creyentes?
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Evolución de la doctrina de la salvación en los cuatro evangelios.

Los cuatro evangelios - Mateo, Marcos, Lucas y Juan - son considerados por los cristianos como relatos históricamente exactos de la vida de Jesús. Pero lo que yo estoy a punto de mostrarle a usted le sorprenderá, porque hay una grave diferencia entre ellos de la cual la Iglesia o no está enterada o no nos quiere hablar, ¡pues de lo contrario, su teología se vendría al suelo! Lo que voy a mostrarle es que los tres primeros evangelios - Mateo, Marcos, Marcos y Lucas - presentan un Jesús diferente y una teología de la salvación diferente de los que presenta el evangelio de Juan. Lógicamente, esto indica que el concepto de la salvación que tenemos actualmente, y que es central para el cristianismo, evolucionó en la humanidad después de que Jesús supuestamente dejó la tierra. Por consiguiente, es un concepto humano, no un concepto divino, lo cual es muy mala noticia para las iglesias fundamentalistas a las que les gusta predicar acerca del pecado, la salvación y la redención.

Los tres primeros evangelios - Mateo, Marcos y Lucas - se llaman los evangelios sinópticos, y los eruditos bíblicos, tanto cristianos como seculares, los consideran más antiguos que el de Juan. (No se conoce la fecha de los evangelios, y los cálculos varían entre los eruditos. Los cálculos de los eruditos cristianos son más anteriores que los de los eruditos seculares, lo cual no es de sorprenderse. Empero, los eruditos seculares tienden a ubicar las fechas de los evangelios después del año 70 AD. Marcos es considerado el más antiguo, seguido por Mateo y Lucas, luego por Juan. Ahora bien, actualmente, la doctrina teológica central del cristianismo enseña una salvación por fe por medio de la gracia, al creer que Jesús murió en la cruz por nuestros pecados y se levantó de la tumba. Esta doctrina es central y fundamental para el evangelio cristiano. Sin embargo, esta forma de salvación NO se enseña en Mateo, Marcos y Lucas, ¡que son los evangelios más antiguos! ¡La base para el evangelio cristiano de la salvación por fe y expiación procede del libro de Juan, que es el más nuevo de los evangelios! Fascinante, ¿no les parece? 


En el evangelio de Mateo NO HAY NI UNA SOLA PALABRA sobre tener que creer en Jesús para ir al cielo. ¡De hecho, no hay ni una palabra sobre tener que "creer" en nada en absoluto para ir al cielo! No hay ninguna mención de la expiación o de la salvación por fe. Jesús dice que todo lo que usted tiene que hacer para que Dios perdone sus pecados es esto:

"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial" (Mateo 6:14).

Más tarde en ese evangelio, cuando alguien le preguntó a Jesús directamente qué debía hacer para ser salvo y tener la vida eterna, Mateo registra claramente una salvación por obras:

Mateo 19:16-21: "Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, y sígueme".

¡En este relato, Jesús nunca dice que hay que creer que él murió en la cruz por nuestros pecados para que Dios nos perdone! En el mismo evangelio de Mateo, Jesús también predicó las famosas bienaventuranzas, que subrayan que los de buen corazón, buena actitud y buen carácter heredarán el reino de Dios, ¡que es otra manera de decir que irán al cielo!

Mateo 5:3 - Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Mateo 5:4 - Bienaventurados los lloran, porque ellos recibirán consolación.
Mateo 5:5 - Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Mateo 5:6 - Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Mateo 5:7 - Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Mateo 5:8 - Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Mateo 5:9 - Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

¡Eso es! Jesús No dijo que usted tenía que creer que él murió por sus pecados para que pudiera ser perdonado. Los versículos que dicen eso están en el libro de Juan, que apareció como 50 años después del de Mateo.

Ahora échele un vistazo al libro de Marcos. Tampoco dice que usted tiene que creer en Jesús para ser salvo, excepto por un versículo en el último capítulo de Marcos: "El que creyere y fuere bautizado será salvo, pero el que no creyere será condenado" (Marcos 16:16). Sin embargo,la mayoría de los eruditos cree que ese versículo es una interpolación, o falsificación, pues muchos de los primeros manuscritos del evangelio de Marcos no contienen ese versículo, y además no encaja en Marcos, pues el resto de él no enseña la salvación por fe. Por consiguiente, Marcos probablemente nunca escribió nada sobre tener que creer que Jesús murió por uno, en la salvación por fe, o el concepto de la expiación. ¡De manera similar, el evangelio de Lucas es como el de Mateo y el de Marcos, en que tampoco menciona la creencia en la expiación o la salvación por fe! ¡Por lo tanto, es probable que el Jesús original, si es que existió, probablemente tampoco predicó nunca tal doctrina!

Ahora viene el evangelio de Juan, y tenemos versículos que requieren que uno "crea" en Jesús para ser salvo, como: 

Juan 3:16 - "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna".

Juan 3:18 - "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios".

Juan 3:36 - "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehusa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él".

Juan 8:24 - "Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque, si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis".

Juan 11:25 - "Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá".

Por supuesto, algunos cristianos responderán diciendo que uno tiene que poner juntos todos los evangelios para tener la historia complesa. Sin embargo, el punto clave aquí es que, si Jesús realmente dijo que uno tiene que creer en él para ser salvo, ¡entonces Mateo, Marcos y Lucas por lo menos habrían mencionado algo acerca de eso en alguna parte! Si era central a las enseñanzas de Jesús que uno necesita ser salvo por fe, entonces ¿por qué esto no se menciona en absoluto en los tres evangelios? La razón lógica es que ellos nunca oyeron hablar de esa idea ni la apoyaron, porque ésta no evolucionó sino hasta más tarde, cuando los cristianos primitivos decidieron añadir esa doctrina, como en el evangelio de Juan. Así que, lógicamente, podemos concluir que, si Mateo, Marcos y Lucas estuvieron con Jesús cuando estuvo en la tierra (suponiendo que sean siquiera testigos, lo cual ni siquiera se afirma), entonces  Cristo probablemente nunca dijo nada sobre fe, creencias, o expiación tampoco!

Puesto que el concepto de la expiación y la salvación por fe no se enseña sino hasta el evangelio de Juan, es lógico concluir lo siguiente: Como 50 años después de los tres primeros evangelios, la Iglesia decidió que un evangelio basado en simples buenas obras y bondad no era suficiente. Necesitaba más poder sobre la gente. Y necesitaba una manera de hacer que la gente se sintiera totalmente impotente en sus propias obras, para que tuviera que ser completamente dependiente de la iglesia y sus sacramentos de la salvación. Necesitaba hacer que sus seguidores creyeran que la Iglesia era el único camino y la única religión. Así que añadieron al cristianismo la doctrina de la salvación por expiación, para justificar los sacramentos de la Iglesia requeridos para la salvación de las almas, lo que a su vez le dio a la Iglesia poder sobre la gente. Fue por eso que el evangelio más reciente, el de Juan, entró en juego. El evangelio de Juan es el resultado de la teología en desarrollo de la Iglesia en ese tiempo. Ese libro es donde están y de donde vienen los versículos sobre la salvación por fe, el "nuevo nacimiento", la expiación, y el tener que creer que Jesús murió por nuestros pecados. En muchas de sus páginas, hallaremos a Jesús diciendo algo acerca de tener que creer en él. Cuando los cristianos citan versículos evangélicos sobre ser salvo, sempre se refieren a Juan. (No es de sorprenderse que muchos cristianos digan que el libro de Juan es su libro favorito). Sólo échele un vistazo a un folleto o tratado cristiano. Verá que los versículos que mencionan sobre la fe y el creer en Jesús son del libro de Juan, como Juan 3:16 y Juan 14:6. Cuando citan a Jesús, por lo general se refieren a este libro. Pero este libro no apareció sino por lo menos 50 años después de los tres primeros evangelios. Por consiguiente, lógicamente, cualquier cosa que Jesús haya dicho realmente habría sido registrado más exactamente en los tres primeros evangelios, que hacen énfasis en las buenas obras y el amor al prójimo.

Por estas razones, es evidente que la teología de la salvación evolucionó en la Iglesia mientras los libros y las cartas del Nuevo Testamento se estaban escribiendo. Otro hecho que indica esto también es que, de acuerdo con Marcos, Cristo era un hombre. Pero, de acuerdo con Mateo y Lucas, era un semidiós, mientras que Juan insiste en que era Dios mismo. Eso también muestra la gradual evolución del concepto de Jesús desde el de un hombre hasta el de deidad. Esto ha sido común con fundadores religiosos durante toda la historia porque, sin importar lo que ellos mismos afirmen, sus seguidores con el tiempo los deifican y los convierten en Dios para rendirles culto.

Por supuesto, los cristianos también citan versículos para apoyar su teología de la salvación por expiación en las epístolas de Pablo. Sin embargo, Pablo nunca ni siquiera conoció a Jesús (¡por lo menos no físicamente!). Pablo tampoco escribió nada nunca sobre lo que Jesús hizo. Y, puesto que no estuvo con el Cristo histórico, obviamente no sabe nada ni es apto para decirnos lo que el Cristo histórico enseñó cuando estuvo en la tierra. En realidad, hay muchas discrepancias entre la idea que Pablo tiene de la salvación y Jesús. Para ver ejemplos y detalles de esto, véase Pablo vs. Jesús por David D. Danizier.

Conclusión

Allí lo tienen. TRES evangelios de buenas obras que son suficientes para satisfacer a Dios, versus UN evangelio de fe y expiación. ¡Tres contra uno! Nuevamente, la doctrina central del evangelio cristiano pierde por los números (como perdió la doctrina de la infalibilidad en el Argumento # 1). Caso cerrado.

En realidad, éstas son buenas nuevas para la gente, porque significa que Jesús probablemente nunca predicó que usted y yo tenemos que creer que él murió para que usted sea salvo, lo que significa que, después de todo, millares de millones de personas que ahora y durante toda la historia no se convirtieron al evangelio cristiano, no pasarán la eternidad en el infierno, como advierten los evangélicos. Por consiguiente, para aquéllos preocupados por sí mismos o sus seres queridos que no son salvos, esto quita de sus hombros una enorme carga. Ahora pueden regocijarse, celebrar, y gritar "¡Aleluya!" (Véase también Evoution of heaven and hell in the Bible from Zoroastrism - Good News for the fearful).

Para más sobre este tema, véase What Must We Do To Be Saved, de Robert Ingersoll, en Infidels.org. El diálogo simulado con un ministro, The Talmagian Catechism en Infidels.org también comenta este tema (véase más abajo). Vea también Salvation, por Dennis McKinsey, que lista contradicciones con relación a obtener la salvación.

He aquí un extracto revelador del diálogo simulado The Talmagian Catechism que comenta estas discrepancias.

PREGUNTA: ¿Cómo es que Mateo no dice nada sobre la "salvación por fe", sino simplemente que Dios tendrá miericordia de los que tengan misericordia y que perdonará a los que perdonan, pero ni una sola palabra sobre la necesidad de creer en nada?

RESPUESTA: Pero usted recordará que Marcos dice, en el último capítulo de su evangelio, que "el que no creyere será condenado".

PREGUNTA: ¿Admite usted que Mateo no dice nada sobre el tema?

RESPUESTA: Sí, supongo que tengo que hacerlo.

PREGUNTA: ¿No se reconoce generalmente que ese pasaje de Marcos es una interpolación?

RESPUESTA: Algunos eruditos bíblicos dicen que lo es.

PREGUNTA: ¿Se encuentra en la versión siríaca de la Biblia esa porción del último capítulo de Marcos?

RESPUESTA: No está.

PREGUNTA: Si fuera necesario creer en Jesucristo para ser salvo, ¿cómo es que Mateo no lo dice?

RESPUESTA: "En la actualidad, en el mundo hay más copias impresas de la Biblia y en más idiomas que de ningún otro libro".

PREGUNTA: ¿Considera usted necesario ser "regnerado" -- "nacer de nuevo" -- para ser salvo?

RESPUESTA: Ciertamente.

PREGUNTA: ¿Dijo algo Mateo sobre el tema de la regeneración?

RESPUESTA: No.

PREGUNTA: ¿Lo dijo Marcos? 

RESPUESTA: No.

PREGUNTA: ¿Y Lucas?

RESPUESTA: No.

PREGUNTA: ¿Es san Juan el único que habla de la necesidad de "nacer de nuevo"?

RESPUESTA: Sí.

PREGUNTA: ¿Cree usted que Mateo, Marcos y Lucas sabían algo de la necesidad de la "regeneración"?

RESPUESTA: Por supuesto que sí.

PREGUNTA: ¿Por qué no hablaron de ese tema?

RESPUESTA: No hay civilización sin la Biblia. Desde el momento en que uno se deshace de las sagradas escrituras, está completamente en el mar -- sin ancla y sin brújula.

PREGUNTA: Usted recordará que, de acuerdo con Marcos, Cristo les dijo a sus discípulos: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura". ¿Se refería al evangelio de Marcos?

RESPUESTA: Por supuesto que sí.

PREGUNTA: Bueno, en el evangelio de Marcos, no hay ni una sola palabra sobre "regeneración", y ni una palabra acerca de la necesidad de creer en algo -- excepto en un pasaje interpolado. ¿No parecería en vista de esto que la "regeneración" y "creer en el Señor Jesucristo" no son parte del evangelio?

RESPUESTA: Nada puede exceder en horror los últimos momentos del infiel; nada puede ser más terrible que la muerte del que duda. Cuando las glorias de este mundo se desvanecen; cuando la ambición se convierte en un nombre vacío;  cuando la riqueza se convierte en polvo en la pálida mano de la muerte, ¿de qué sirve entonces la filosofía? ¿A quién le importa el orgullo del intelecto? En ese espantoso momento, el hombre necesita algo en qué confiar, sea verdad o no.

PREGUNTA: ¿No habría sido más convincente que Cristo, después de su resurrección, se les apareciera a sus enemigos igual que a sus amigos? ¿No habría fortalecido grandemente la evidencia en el caso si hubiera visitado a Pilatos; se hubiera presentado ante Caifás, el sumo sacerdote; si hubiese entrado al templo nuevamente, y si hubiera caminado por las calles de Jerusalén?

RESPUESTA: Si la evidencia hubiese sido completa y abrumadora, no habría habido ninguna creencia digna de alabanza; hasta los publicanos y pecadores habrían creído si la evidencia hubiera sido suficiente. La cantidad de evidencia requerida es la prueba del verdadero espíritu cristiano.

PREGUNTA: ¿No habría sido mejor también que la ascensión hubiese tenido lugar en presencia de millares de incrédulos; no parece una lástima haber desperdiciado una demostración como ésa con aquéllos que ya estaban convencidos?

RESPUESTA: Estas preguntas son el fruto natural de la mente carnal, y sólo pueden explicarse por medio de una doctrina de total depravación. Nada ha causado a la iglesia más problemas que precisamente preguntas como ésas. Una curiosidad impía, una disposición a hurgar en los misterios divinos, un deseo de saber, de investigar, de explicar - en resumen, de comprender - son todas evidencias de una mente réproba.

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A los cristianos les gusta afirmar que Jesús cumplió las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento (AT). Pero, como se mencionó arriba, en Fulfilled Prophecies, los escritores del Nuevo Testamento (NT) a menudo torcían versículos del AT, que no tenían nada que ver con profecías mesiánicas, para tratar de hacerlos encajar en la historia de Jesús. (En mi opinión, esto era muy irrespetuoso para con los escritores del Antiguo Testamento). Era como si los defensores del evangelio en el NT buscasen desesperadamente cualquier cosa en el AT para tratar de encajar en él su concepto de Jesús como el mesías. En efecto, fue una especie de "secuela forzada". Cualquiera que sólo mire la supuestas profecías del AT puede ver esto. Es bastante obvio.

Sin embargo, no sólo era que Jesús no encajaba en las profecías mesiánicas de las escrituras del AT, sino que -- lo que la mayoría de los cristianos no sabe y nunca se les dice -- Jesús tampoco cumplió las verdaderas profecías mesiánicas del AT y la Torá! Usted ve, el AT había profetizado un mesías (o "mioshiach", como les gusta llamarlo a los judíos modernos) que restablecería el reino nacional de Israel como nación, convirtiéndolo en el poderoso centro del mundo. Este líder viviría y tendría éxito en el mundo, no moriría en la cruz por nuestros pecados. ¡Eso nunca fue parte idel plan! Por otra parte, el concepto de un mesías como salvador y redentor del mundo es un concepto cristiano Esto queda explicado por una sección de la página web del judaísmo:

http://www.jewfaq.org/moshiach.htm

"La palabra "moshiach" no significa "salvador". La idea de un ser inocente, divino o semi-divino, que se sacrifica para salvarnos de las consecuencias de nuestros propios pecados, es un concepto puramente cristiano, que no tiene ninguna base en el pensamiento judío. Desafortunadamente, este concepto cristiano está tan profundamente establecido en la palabra "mesías" que esta palabra ya no se puede usar para referirse al concepto judío. La palabra "moshiach" se usará en toda esta página.

En la misma página web, se explican las profecías de lo que el "moshiach" hará:

"El moshiach será un gran líder político, descendiente del rey David (Jeremías 23:5). A menudo, se hace referencia al moshiach llamándolo "moshiach ben David" (moshiach, hijo de David). Estará bien versado en la ley judía y será observador de sus mandamientos (Isaías 11:2-5). Será un líder carismático, que inspirará a otros a seguir su ejemplo. Será un gran líder militar, que ganará batallas para Israel. Será un gran juez, que hará decisiones justas (Jeremías 33:15. Pero, sobre todo, será un ser humano, no un dios, semidiós, u otro ser sobrenatural. ....

El moshiach traerá la redención política y espiritual del pueblo judío, llevándonos de vuelta a Israel y restaurando Jerusalén (Isaías 11:11-12; Jeremías 23:8; 30:3; Osea 3:4-5). Establecerá un gobierno en Israel que será el centro de todos los gobiernos del mundo, tanto para los judíos como para los gentiles (Isaías 2:2-4; 11:10; 42:1). Reconstruirá el templo y restablecerá su culto (Jeremías 33:18). Restaurará el sistema de tribunal religioso en Israel y establecerá la ley judía como la ley de la tierra (Jeremías 33:15").

Y, de acuerdo con esa página web sobre la tradición judía, he aquí lo que este "moshiach" traerá a este mundo cuando llegue:

"Olam Ha-Ba: La Era Mesiánica

En la literatura judía, a menudo se hace referencia al mundo después de que venga el mesías como Olam Ha-Ba, la Era Venidera. Este término puede causar alguna confusión porque también se usa para referirse a la vida espiritual en el más allá. En español, usamos comúnmente el término "era mesiánica" para referirnos específicamente a la era del mesías.

Olam Ha-Bah se caracterizará por la pacífica coexistencia de todos los pueblos (Isaías 2:4). El odio, la intolerancia y la guerra dejarán de existir. Algunas autoridades sugieren que las leyes de la naturaleza cambiarán, de modo que las bestias de presa ya no buscarán presas y la agricultura producirá una abundancia sobrenatural (Isaías 11:6-11:9). Otros, sin embargo, dicen que todas estas afirmaciones son meramente alegorías de paz y prosperidad.

Todo el pueblo judío regresará del exilio entre las naciones a su hogar en Israel (Isaías 11:11-12; Jeremías 23:8; 30:3; Oseas 3:4-5). Se restablecerá la ley del jubileo.

En el Olam-Ha-Ba, el mundo entero reconocerá al Dios judío como el único Dios verdadero, y a la religión hebrea como la única verdadera (Isaías 2:3; 11:10; Miqueas 4:2-3; Zacarías 14:9). No habrá asesinatos, robos, competencias ni celos. No habrá pecado (Sofonías 3:13). Sacrificios continuarán siendo llevados al templo, pero se limitarán a ofrendas de agradecimiento porque no habrá más necesidad de sacrificios por expiación".

Obviamente, el Jesús del cristianismo no cumplió estos requisitos, contrariamente a lo que enseña la iglesia. En su lugar, lo que los cristianos hacen es tomar las profecías que Jesús no cumplió y tratarán de afirmar que él las cumplirá en la futura Segunda Venida. Buen intento, pero no es suficiente. El sitio web del judaísmo comenta sobre Jesús:

"Y qué acerca de Jesús?

Los judíos no creen que Jesús era el moshiach. Suponiendo que haya existido, y suponiendo que las escrituras cristianas lo hayan descrito con exactitud (ambos temas son debatibles), simplemente él no cumplió la misión del moshiach como se describe en los pasajes bíblicos citados arriba. Jesús no hizo ninguna de las cosas que las escrituras dicen que el mesías haría.

Por el contrario, otro judío nacido como un siglo más tarde estuvo mucho más cerca que Jesús de cumplir el ideal mesiánico. Su nombre era Simeón ben Koshba, conocido como Bar Koshba (hijo de una estrella) y era un señor de la guerra carismático, brillante, pero brutal. El rabino Akiba, uno de los mayores eruditos de la historia judía, creía que Bar Koshba era el moshiach. Bar Kochba libró una guerra contra el Imperio Romao, tomando por sorpresa a la décima legión y recuperando Jerusalén. Reanudó los sacrificios en el sitio del templo e hizo planes para reconstruir el templo. Estableció un gobierno provisional y comenzó a emitir monedas en su nombre. Esto es lo que el pueblo judío buscaba en un moshiach. Es claro que Jesús no encaja en este molde. Finalmente, sin embargo, el Imperio Romano aplastó la revuelta y mató a Bar Kochba. Después de su muerte, todos reconocieron que no era el moshiach".

Para respuestas más detalladas, vea el sitio Jews for Judaism, que explica lo que el verdadero moshiach judío significaba y por qué la historia de Jesús no se ajusta a los criterios. Su artículo The Jewish Concept of Messiah explica por qué las profecías mesiánicas cristianas ni siquiera son apoyadas por la Biblia. También tienen un manual, The Jewish Response to Missionaries, que usted puede bajar en diferentes idiomas. En él, se dan los criterios para el mesías judío:

"LOS CRITERIOS QUE DEBÍAN SER CUMPLIDOS POR EL MESÍAS JUDÍO"

En una exacta traducción de las escrituras judías, la palabra "Moshiach" nunca se traduce como "Mesías", sino como "ungido". Sin embargo, el judaísmo siempre ha mantenido una creencia fundamental en una figura mesiánica. Puesto que el concepto de un Mesías les fue dada a lo judíos por Dios, la tradición judía es la más apta para describir y reconocer al esperado Mesías. Esta tradición tiene su fundamento en numerosas referencias bíblicas, muchas de las cuales se citan abajo. El judaísmo entiende que el Mesías es un ser humano (sin ninguna connotación de deidad o divinidad), que traerá ciertos cambios al mundo y cumplirá ciertos criterios específicos antes de ser reconocido como el Mesías.

Estos criterios específicos son como sigue:

1) Debe ser judío (Deuteronomio 17:15; Números 24:17).

2) Debe ser miembro de la tribu de Judá (Génesis 49:10) y descendiente varón directo tanto del rey David (1 Crónicas 17:11, Salmos 89:29-38, Jeremías 33:17; 2 Samuel 7:12-16) como del rey Salomón (1 Crónicas 22:10, 2 Crónicas 7:18).

3) Debe recoger al pueblo judío del exilio y devolverlo a Israel (Isaías 27:12-13, Isaías 11:12).

4) Debe reconstruir el templo judío en Jerusalén (Miqueas 4:1).

5) Debe traer la paz mundial (Isaías 2:4, Isaías 11:6, Miqueas 4:3). 

6) Debe influir en el mundo entero para que reconozca y sirva al único Dios (Isaías 11:9, Isaías 40:5, Sofonías 3:9).

Todos estos criterios para el Mesías están expresados mejor en el libro de Ezequiel 37:24-28.

"Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos. y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob. ... Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre".

Si un individuo deja de cumplir aunque sea una de estas condiciones, no puede ser el Mesías".

En la siguiente sección del manual, hay un relato que ilustra cómo los escritores del Nuevo Testamento "crearon" las profecías que Jesús cumplió.

"Mientras viajaba por un bosque, una persona notó un círculo marcado en un árbol con una flecha perfectamente clavada en el centro. A algunas yardas de distancia, notó varios otros blancos, cada uno con una flecha en el centro. Más tarde, se encontró con el talentoso arquero y le preguntó: "¿Cómo es que usted se convirtió en experto tan talentoso que sus flechas siempre quedan en el centro del blanco?" "No es difícil - respondió el arquero - "Primero disparo la flecha, y después dibujo el círculo".

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La evolución del cielo y el infierno en la Biblia procede del zoroastrismo - Buenas nuevas para los temerosos.

Lo que estoy a punto de mostrarles es muy buenas nuevas para las siguientes personas: Ex-cristianos que temen el castigo de Dios por haberse desconvertido, cristianos actuales que temen el castigo eterno para sus amigos y seres queridos no salvos, y cualquiera que tenga temor del infierno en general, ya sea para sí mismo o para otros.

Como ustedes saben, los cristianos y evangélicos fundamentalistas creen en la doctrina de que los salvos van al cielo, mientras que los incrédulos perdidos van al infierno por la eternidad después de que mueren, a sufrir una eternidad de torturas sin fin, un destino más allá de la imaginación de cualquiera. Uno puede imaginarse el terror que esto invocaría en los que toman esto literalmente, pero muchos cristianos hacen exactamente eso. La mera idea de esa situación infundiría temor a cualquiera. Sin embargo, lo que estoy a punto de mostrarles será un enorme alivio para los que temen esto, y buenas nuevas para ellos también. Demostrará que este horrible concepto de castigo eterno es una creación del hombre, no una revelación de Dios.

Los fundamentalistas creen que la doctrina de la condenación eterna es una ley de Dios y una declaración para la humanidad, y ha sido la misma del pasado, es la misma del presente, y será la misma en el futuro. Pero la simple evidencia histórica y hasta bíblica muestra que no es así. He aquí algo  asombroso:

¡La idea del cielo y el infierno fue tomada de otra religión, y sólo se enseña en el 30% de la Biblia!

En realidad, el concepto tanto del cielo como del infierno ni siquiera existía en los primeros dos tercios de la Biblia. Comenzó a ser parte de la Biblia en el último tercio de ella. Aunque no está claro si el concepto de la vida en el más allá con Dios era parte de las escrituras hebreas, el concepto de un infierno para los pecadores definitivamente no era parte de la tradición judía. Evolucionó hasta entrar en la Biblia, comenzando en el tiempo de Daniel. En ese tiempo, los judíos vivían cautivos de los persas, que tenían una religión llamada zoroastrismo. Esta doctrina es conocida por los historiadores religiosos como la primera religión en tener un concepto de cielo e infierno. ¿Ve usted ahora la conexión obvia? Originalmente, la Biblia no tuvo este concepto sino HASTA que los judíos se encontraron con los seguidores del zoroastrismo, que SÍ tenían ese concepto. ¡Esto significa que el concepto fue ADOPTADO DE OTRA RELIGIÓN!

Además, el zoroastrismo introdujo otros conceptos en la Biblia, como el tema de un Dios versus Satanás, una resurrección física de los muertos, y un día de juicio final para el mundo. La Enciclopedia Multimedia Grolier llega a esta conclusión e incluye el artículo "Judaísmo":

"Algunos elementos de la religión persa fueron incorporados al judaísmo: una doctrina más elaborada sobre los ángeles; la figura de Satanás; y un sistema de creencias concernientes al fin del tiempo, incluyendo un esquema predeterminado de la historia mundial, un juicio final (véase Juicio, Final) y la resurrección de los muertos. Estas ideas fueron presentadas en muchos documentos visionarios llamados apocalipsis; ninguno de ellos fue incluido en la Biblia hebrea, excepto el libro de Daniel (véase literatura apocalíptica; escatología)".

De manera similar, la Encyclopedia Americana dice:

"Primero, la figura de Satanás, originalmente siervo de Dios, designado por él como fiscal, llegó a parecerse más y más a Ahriman, el enemigo de Dios. Segundo, la figura del Mesías, originalmente un futuro rey de Israel, que salvaría a su pueblo de la opresión, evolucionó, por ejemplo en Deutero-Isaías, en un Salvador universal muy similar al iraní Saoshyant. Otros puntos de comparación entre Irán e Israel incluyen la doctrina de los milenios; el juicio final; el libro celestial en que están inscritas las acciones humanas; la resurrección, la transformación final de la tierra; el paraíso en la tierra o en el cielo; y el infierno". Por J. Duchesne-Guillemin, Universidad de Lieja, Bélgica.

En el artículo The First Coming: How the Kingdom of God Became Christianity, Thomas Sheehan escribe sobre la influencia zoroastrista sobre la Biblia: 

"Este cambio de reparto de Yahvé como destructor apocalíptico fue fuertemente influido por la religión zoroástrica que los israelitas habían encontrado durante el exilio en Babilonia. Zoroastro (ca. 630-550 A.E.C.) había eseñado que el mundo era el escenario de una dramática lucha cósmica entre las fuerzas del bien y del mal, librada por los dioses Ormazd y Ahriman. Pero este conflicto no continuaría para siempre porque, de acuerdo con el zoroastrismo, la historia no era interminable sino finita y, en realidad, dualista, dividida entre la presente era de oscuridad y la era venidera de luz. El tiempo estaba transcurriendo entre cuatro (o siete, según algunos relatos) períodos progresivamente peores hacia un cataclismo escatológico, cuando Dios finalmente aniquilaría el mal y los justos recibirían su recompensa del otro mundo en una era de eterna beatitud. El profundo pesimismo del zoroastrismo acerca de la historia actual era, pues, respondido por su optimismo escatológico acerca de la futura eternidad.

Al desvanecerse la fortuna política de Israel y afianzarse las ideas zoroástricas como éstas, el judaísmo cambió el centro de sus esperanzas religiosas de la arena de lo nacional e histórico a la de lo escatológico y cósmico, de la salvación política en algún tiempo futuro a la supervivencia preternatural en la otra vida. Este cambio radical puede verse en la adopción, por parte del judaísmo, de conceptos como la caída de Adán de la gracia paradisíaca al principio del tiempo, a las actividades de Satanás y otros demonios en la era actual, y el juicio final y la resurrección al final de la historia -- todo lo cual el cristianismo habría de tomarlo y convertirlo en dogmas. Pero la señal más clara de esta absorción de ideas persas puede hallarse en las visiones escatológicas de la historia que afloraron en la literatura apocalíptica durante los dos siglos antes de que Jesús comenzara a predicar.

Una obra apocalíptica así fue el libro de Daniel, compuesto alrededor del año 165 A.E.C., durante la revuelta macabea contra la opresiva dinastía de los seléucidas. El tiránico rey Antíoco IV, que gobernó Palestina (175-03 A.E.C.) desde Siria, se había propuesto imponer la religión y la cultura helenísticas a sus súbditos judíos. Depuso el sumo sacerdote legítimo, prohibió los sacrificios y la circuncisión rituales, saqueó los tesoros del templo y, lo más desagradable de todo, estableció la "abominación desoladora" (Daniel 1:31, un altar a Zeus olímpico, dentro del recinto del templo. El libro de Daniel fue escrito por un autor anónimo en el siglo segundo A.E.C.; pero, de una manera típica en  las obras apocalípticas, el libro pretendía haber sido redactado como cuatro siglos antes por un profeta llamado Daniel, y pretendía predecir los catastróficos sucesos que, en realidad, estaban ocurriendo durante la vida del autor. La obra interpretaba estos acontecimientos como "ayes escatológicos", un tiempo de sufrimiento y tribulaciones "cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces" (12:1). De acuerdo con el oculto plan de Dios, estos ayes marcaron la etapa final antes de la destrucción del antiguo mundo impío, y el triunfo final de la justicia divina".

El refutador cristiano Robert Price escribe sobre esto también, en una sección de retroalimentación del sitio web Infidels.org:

http://www.infidels.org/infidels/feedback/1977/may.html

"Aquí y allá en el Nuevo Testamento, Satanás parece ser el enemigo de Dios, pero ésta es una mezcla posterior que muy bien puede haber procedido del zoroastrismo persa, al cual la jerarquía del templo en el exilio habría podido estar expuesta en el siglo sexto AC. El zoroastrismo tenía un antidiós malvado llamado Ahriman o Angra Mainyu, la contraparte coigual de Ahura Mazda. Ahriman había creado serpientes, escorpiones, etc., mientras que Ahura Mazda había creado todo lo demás. El judaísmo parece haber tomado prestado del zoroastrismo este concepto, más la angelología y la demonología, así como su concepto de un Salvador nacido de una virgen que, al fin de los tiempos resucita a los muertos para el juicio final. En realidad, la secta judía más cercana a las creencias zoroástricas, los fariseos, como ha teorizado T.W. Manson, puede haber recibido su nombre originalmente como un llamado de burla. La palabra fariseo puede ser una variante de "parsee", sinónimo de de zoroástrico".

En The Skeptical Review, Farrell Till, en una entrada sobre Daniel and the Resurrection, explica cómo el concepto de resurrección fue incorporado a las creencias judías:

"No fue sino hasta el fin del período del Antiguo Testamento, después de que los judíos en exilio habían sido expuestos a la idea de una resurrección general, que la esperanza de la vida después de la muerte se expresó claramente en la Biblia. Por supuesto, los partidarios de la infalibilidad bíblica objetan la mera sugerencia de que una importante doctrina como ésta haya sido tomada prestada de otras culturas en lugar de haber sido revelada a los judíos por su dios, pero hasta una obra de referencia bíblica tan conservadora como el Eerdman´s Bible Dictionary reconoce que la idea de una resurrección a la vida eterna era un concepto que los cautivos judíos habían traído consigo cuando regresaron a Judea del exilio. La referencia más clara a una resurrección estaría en Daniel 12:1-3.

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

El zoroastrismo enseñaba el concepto de una resurrección general, y esta religión floreció en Persia en la época del exilio judío. Después de que los judíos fueron repatriados, este concepto, que había sido desconocido antes del exilio, se convirtió en una creencia ampliamente difundida en el judaísmo postrexílico. El hecho de que Daniel es el único libro del canon judío que hace una clara referencia a una resurrección general, aunque no concluyente, es ciertamente una indicación más de que este libro fue compilado algún tiempo después del cautiverio".

 Para más lecturas sobre este tema, Google "Zoroastrian Influence on Christianity".

En todo caso, el Antiguo Testamento no está obsesionado con el concepto de cielo e infierno, pero el Nuevo Testamento sí. Aunque el Antiguo Testamento contiene versículos como "voy a estar con mi Señor para siempre", no hace referencias específicas ni a una vida futura en el cielo (sólo para aclarar: aquí estamos hablando del concepto de la vida futura en el cielo, no del uso de "cielo" para describir el firmamento) ni al infierno sino hasta los libros de Daniel e Isaías, y aun entonces sólo lo hace brevemente, en ninguna parte lo hace ni en la cantidad ni con la frecuencia con que lo hace en el Nuevo Testamento.

Basándonos en la la evidente evolución del cielo y el infierno en la Biblia, podemos conjeturar lo siguiente: Durante la era del Nuevo Testamento, la iglesia descubrió que el concepto de la vida futura era una manera extremadamente poderosa de controlar las mentes de la gente para someterla. Después de todo, si usted puede convencer a alguien de que usted tiene el poder de enviar a esa persona al cielo o al infierno, usted puede hacer que esa persona lo siga y le obedezca sin preguntar.

Nuevamente, éstas son MUY buenas noticias para los ex-fundamentalistas que temen el castigo de Dios y para los cristianos que temen que sus amigos y seres queridos no salvos se dirijan a la condenación eterna, así como para los cristianos llenos de culpa por no haber convertido a sus amigos o seres queridos no salvos antes de que murieran. Esencialmente, esto significa que los no salvos no serán castigados eternamente, después de todo. En vez de eso, esta idea es sólo una vieja y anticuada táctica de espanto para control mental desde antes de la Edad Media, y no pertenece al moderno pensamiento liberado. Ahora bien, los que están llenos de temor pueden usar los argumentos de esta sección y del resto de este libro para sentirse más confiados y seguros de que todo está bien. Pueden regocijarse y cantar "aleluya", pues una enorme carga ha sido quitada de sus hombros. (Si usted conoce a alguien a quien le puede servir este conocimiento, por favor hágaselo llegar también).

Sin embargo, ahora que la doctrina de que los no salvos van al infierno ha sido disipada, todavía debo señalar que esto no significa que usted puede hacer lo que quiere y salirse con la suya. El concepto universal del karma todavía se aplica a nuestras vidas, lo que significa que "lo que da la vuelta regresa" y "cosechamos lo que sembramos", así que elija sus acciones y sus pensamientos sabiamente.

(Y sí, quise decir "pensamientos" también, porque, contrariamente a lo que piensa la mayoría de la gente, los pensamientos no son inofensivos. No pasan sólo por la cabeza y después se van. No. Ellos lentamente programan nuestra mente subconsciente y nuestra personalidad, y eventualmente se reflejan en nuestras vibraciones, resultando en dramas de control que se convierten en lazos que se repiten en nuestra conducta. El film What the bleep do we know? ilustra esto con descubrimientos en la física cuántica y el poder de los pensamientos).

Pero esto tampoco significa que no haya vida futura, pues hay alguna evidencia de que la hay.

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