"Se han tomado varios
versículos para referirse a la crucifixión: Salmos 22:16,
Zacarías 12:10, y Zacarías 13:6 son ejemplos típicos. Salmos
22:16 dice: "Porque perros me han rodeado; me ha cercado
cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies". Este
es un salmo de David que no da ninguna indicación de ser
profético, y que describe que el orador está siendo cazado y
muerto, no crucificado. Gerald Sigal (1981), p. 98), argumenta
que la palabra hebrea traducida aquí como "horadaron" es
"ariy", que significa "león", y de esta manera, una traducción
más exacta sería "como un león [están royendo] mis manos y mis
pies". Gleason Archer (1982, p. 37), sin embargo, arguye que
"horadaron" es correcto, basándose en la traducción de la
Septuaginta y otras consideraciones. Zacarías 12:10 dice "y
mirarán a mí a quien traspasaron, y llorarán como se llora por
hijo ...". El evangelio de Juan (19:37) toma esto como
profecía que se cumplió en la crucifixión de Jesús, pero no
hay ninguna indicación de que habla de crucifixión. Además, el
"él" por el que se llora no es el "yo" que está siendo
horadado. La interpretación judía de este versículo es que
Dios está hablando de que el pueblo de Israel está siendo
"horadado" o atacado (Sigal 1981, pp. 80-82)".
Concerniente a una famosa y aclamada profecía del nacimiento de
Jesús, Lippard también señala:
Sin
embargo, ¡en ninguna parte del Antiguo Testamento se
predice ni se dice eso! También, en Juan 7:38, Jesús
dijo:
"El que cree en mí,
como dice la Escritura, de su interior correrán
ríos de agua viva".
Si Jesús tenía razón al decir que la escritura había
profetizado esto, ¿dónde está, pues? En el Antiguo
Testamento nunca se ha encontrado ninguna afirmación
como ésta, pero "la escritura" a la que se refiere
Jesús ciertamente habría estado en el Antiguo
Testamento. ¿Cómo podría haber cumplimiento de una
profecía que nunca ni siquiera se hizo?
En otro ejemplo, Jesús reclamó un cumplimiento de
una profecía inexistente de Lucas 24:46.
"Así
está escrito y así fue necesario que que el Cristo
padeciese, y resucitase de entre los muertos al
tercer día".
Pablo también afirmó que la resurrección de Cristo al tercer
día había sido predicha por las escrituras. Dijo en 1
Corintios 15:3-4:
"Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados,
conforme a las escrituras, y que fue sepultado y
resucitó al tercer día, conforme a las
escrituras".
Sin embargo, ¡los apologistas cristianos no pueden
presentar un solo pasaje del Antiguo Testamento que
contenga esta supuesta predicción sobre un tercer
día! Lo mismo sucede con Juan 20:9.
"Porque
aún no habían entendido la escritura, que era
necesario que él resucitase de los muertos".
¿Cómo podían haber conocido la escritura, puesto que la
escritura que profetizaba eso ni siquiera existe? Ninguna
tal escritura se ha hallado nunca. Jesús también dijo en
Marcos 1:2:
"Como está escrito en Isaías el profeta:
He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual
preparará tu camino
delante de ti".
¡Pero ninguna frase como esa aparece en el libro de Isaías!
Hay un claro error allí, sin lugar a dudas. En Hechos 20:35,
dice:
"En todo os he enseñado que, trabajando
así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las
palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es
dar que recibir".
¡Pero ningunas palabras de Jesús como éstas se hallan en la
Biblia! Más tarde, Santiago
dijo en Sant. 4:5:
"O
pensáis que la Escritura dice en vano: El espíritu
que él ha hecho morar en nosotros nos anhela
celosamente?"
¡Nuevamente, estas palabras tampoco se hallan en la
escritura!
En otro indiscutible ejemplo, dice Mateo que la
compra del campo del alfarero por Judas con las
treinta piezas de plata lanzadas de vuelta sobre los
sacerdotes y los ancianos cumplió una profecía hecha
por Jeremías:
"Así
se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías,
cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de
plata, precio del apreciado, según precio puesto
por los hijos de Israel; y las dieron para el
campo del alfarero, como me ordenó el Señor"
(Mateo 27:9-10).
¡El único problema aquí es que Jeremías NUNCA escribió nada
ni remotamente similar a esto! Así que, ¿cómo podría ser esto cumplimiento de
"lo dicho por el profeta Jeremías"? Hay un pasaje en
Zacarías que puede referirse a esto. Sin embargo, si
la Bblia es la infalible palabra de Dios, ¿cómo
podría cometer errores como éste? !
Cuando José llevó su familia a Nazaret después de
haber ido a Egipto, dice Mateo que lo hizo
"para
que se cumpliera lo dicho por los profetas, que
habría de ser llamado nazareno" (Mateo 2:23).
¡Nuevamente, los eruditos bíblicos nunca han podido
hallar ninguna afirmación de ningún profeta para
referirse a esto! En realidad, ni la palabra Nazaret
ni Nazareno aparecen jamás mencionadas en el Antiguo
Testamento. Si esto es así, ¿cómo pudo el período de
la residencia de Jesús en Nazaret ser mencionado
jamás por los profetas?
¿Cómo puede una Biblia libre de errores contener
errores como éstos? ¿Es de asombrarse por qué los
cristianos nunca se refieren a estos versículos como
cumplimiento de profecías? Estos errores críticos
claramente convierten en inepto el argumento de las
profecías cumplidas.
Profecías fallidas,
expiradas e incumplidas
5) Quinto, y quizás lo más perjudicial, hay muchas
profecías en la Biblia que nunca resultaron
verdaderas, nunca se cumplieron, o expiraron más
allá de su plazo predicho.
Por ejemplo, he aquí 16 profecías obviamente
fallidas relativas a la Segunda Venida de Cristo y
el fin del mundo, ¡que se suponía se cumplirían en
el siglo primero del tiempo de los apóstoles!
Abajo, Jesús predice claramente que su segunda
venida ocurriría durante las vidas de los cristianos
que vivirían en el siglo primero.
"De
cierto os digo que hay algunos de los que están
aquí que no gustarán la muerte, hasta que hayan
visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino".
(Mateo 16:28).
"Pero
os digo en verdad que hay algunos de los que están
aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el
reino de Dios" (Lucas 9:27).
En los dos versículos de arriba, Jesús predijo
claramente que los apóstoles de pie junto con él
verían su segunda venida estando vivos. Es claro y
sencillo, nada alegórico ni simbólico.
Los versículos que siguen también indican que Pablo
esperaba que él y los cristianos de su tiempo verían
la segunda venida de Cristo.
"Pero
esto digo, hermanos, que el tiempo es corto;
resta, pues, que los que tienen esposa sean como
si no la tuviesen" (1 Corintios 7:29).
"Por
lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que
nosotros los que vivimos, que habremos quedado
hasta la venida del Señor, no precederemos a los
que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego, nosotros, los
que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor". (1 Tesalonicenses 4:15-17).
"Dios
... en estos postreros días nos ha hablado por el
Hijo ..." (Hebreos 1:1, 2).
¿¡Hace 2000 años eran los "últimos días"!? Más
versículos similares abajo.
"Porque
aun un poquito, y el que ha de venir vendrá y no
tardará" (Hebreos 10:37).
"Mas
el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues,
sobrios, y velad" (1 Pedro 4:7).
"Cristo ... manifestado en estos postreros tiempos
por amor a vosotros....." (1 Pedro 1:19, 20).
"Por
tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida
del Señor. ... afirmad vuestros corazones; porque
la venida del Señor se acerca ... he aquí, el juez
está delante de la puerta" (Santiago 5:7-9).
"La
revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para
manifestar a sus siervos las cosas que han de
suceder pronto ..." (Apocalipsis 1:1).
"He
aquí, yo vengo pronto" (Apocalipsis 3:11).
"Y me
dijo: No selles las palabras de la profecía de
este libro, porque el tiempo está cerca. ... El
que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente
vengo en breve. Amén. sí, ven, Señor Jesús"
(Apocalipsis 22:10, 20).
"Cuando
os persigan en esta ciudad, huid a la otra, porque
de cierto os digo que no acabaréis de recorrer
todas las ciudades de Israel antes que venga el
hijo del Hombre" (Mateo 10:23).
¡Jesús dijo que su segunda venida ocurriría MIENTRAS sus
apóstoles estuvieran predicando en las ciudades de Israel!
En los siguientes tres pasajes, Jesús dice que la
generación que viviera en ese tiempo experimentaría
su segunda venida.
"Así
también vosotros, cuando veáis que suceden estas
cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De
cierto os digo que no pasará esta generación hasta
que todo esto acontezca" (Marcos 13:29, 30).
"Así
también vosotros, cuando veáis que suceden estas
cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De
cierto os digo que no pasará esta generación sin
que todo esto acontezca" (Lucas 21:31-32).
"Así también vosotros, cuando veáis todas
estas cosas, conoced que está cerca, a las
puertas. De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca" (Mateo
24:33, 34).
¡Obviamente, aquella generación a la cual hablaba Jesús hace
mucho tiempo que pasó! ¿Qué impresionante colección de
profecías fallidas! ¿Es esto convincente para usted acerca
de la divina e infalible inspiración de la Biblia?
Además, en el Antiguo Testamento, la Biblia hace muchas
profecías que nunca se cumplieron. He aquí algunos ejemplos.
En los libros de Deuteronomio y Éxodo, Dios prometió a
Moisés y a los israelitas que los llevaría a una tierra
prometida. (Deuteronomio 7:17-24, 4:33-39, 7:1-2, 31:1-18,
Éxodo 23:20-33). Sin embargo, en lugar de llevarlos
directamente a esta "tierra prometida", fueron arrastrados
por el ardiente desierto durante 40 años, hambrientos y
miserables, y ¡no se esperaba que se quejaran! (Hmmmm, he
oído decir que la paciencia es una virtud, pero ¿es eso
justo?) Para leer los detalles de esto, véase Yahweh´s Failed Land Promise,
de Farrell Till.
Además, varias profecías de Ezequiel, Isaías y otros libros
han fallado. Farrell Till enumera algunas en The Phophecy
Farce:
http://www.infidels.org/library/magazines/tsr/1998/3/983front.html
"Otro - y aun más efectivo -
contraargumento para usar contra los que afirman que el
cumplimiento de las profecías prueba la inspiración de la
Biblia requiere suficiente conocimiento de la Biblia para
demostrar que muchas profecías del Antiguo Testamento
obviamente fallaron. Cualquiera que esté dispuesto a
dedicar tiempo a enterarse de algunos de esos fracasos no
tendrá ningún problema para refutar las afirmaciones sobre
cumplimiento de las profecías de cualesquiera biblicistas
que él o ella puedan encontrar. Los discursos proféticos
de Isaías (13-23) y de Ezequiel (24-32) contra las
naciones que rodeaban a Israel proporcionan un tesoro de
profecías incumplidas. Por ejemplo, Ezequiel profetizó que
Nabucodonosor destruiría a Egipto y lo dejaría
completamente desolado durante 40 años, durante los cuales
ningún pie de hombre ni de bestia pasaría por él (capítulo
29), pero la historia no registra ninguna desolación de
Egipto durante el reinado de Nabucodonosor.
Ezequiel también profetizó que
Nabucodonosor destruiría a Tiro, la cual nunca más sería
reconstruida (26:7-14), pero el sitio de Tiro por
Nabucodonosor no pudo tomar la ciudad, y Tiro todavía
existe actualmente. Algo curioso acerca de esta profecía
contra Tiro es que Isaías también predijo que Tiro sería
destruida, pero, mientras que Ezequiel predijo que Tiro
sería destruida permanentemente y "nunca más existiría",
Isaías profetizó que permanecería desolada solo durante un
período de 70 años. Una comparación entre estas dos
profecías es una manera fácil de demostrar la tontería de
decir que el cumplimiento de las profecías demuestra la
inspiración de la Biblia.
Como observé en mis intercambios con
Matthew Hogan sobre la perorata de Ezequiel contra Tiro
(Septiembre/Octubre de 1997; Noviembre/Diciembre de 1997),
Ezequiel predijo claramente que Tiro sería destruida, se
convertiría en una roca desnuda y en tendedero de redes, y
nunca más sería
reconstruida (26:7-14, 21; 27:28; 28:19). Como Ezequiel,
Isaías, en sus profecías de destrucción contra las
naciones alrededor de Israel, también predijo la
destrucción de Tiro. En 23:1, dice: "Profecía contra Tiro.
Aullad, naves de Tarsis, porque destruida es Tiro hasta no
quedar casa, ni a donde entrar; desde la tierra de Quitim
les es revelado". La profecía continúa en estilo típico
durante todo el capítulo, prediciendo deterioro y
devastación, pero comenzando en el versículo 13, Isaías
indica que la destrucción de Tiro sería solo temporal, no
permanente:
"Mira la tierra de los caldeos. Este
pueblo no existía; Asiria lo fundó para los moradores
del desierto. Levantaron sus fortalezas, edificaron sus
palacios; él la convirtió en ruinas. Aullad, naves de
Tarsis, porque destruida es vuestra fortaleza.
Acontecerá en aquel día que Tiro será puesta en olvido
por setenta años,
como días de un rey. Después de los setenta años,
cantará Tiro canción como de ramera. Toma arpa, y rodea
la ciudad, oh ramera olvidada; haz buena melodía,
reitera la canción, para que seas recordada. Y
acontecerá que, al fin de los setenta años, visitará Jehová a Tiro; y
volverá a comerciar, y otra vez fornicará con todos los
reinos del mundo sobre la faz de la tierra. Pero sus
negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se
guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán
para los que estuvieren delante de Jehová, para que
coman hasta saciarse, y vistan espléndidamente".
Así, pues,
Ezequiel predijo una destrucción permanente de Tiro, que
duraría para siempre, pero Isaías predijo solo una
destrucción temporal, que duraría solo 70 años o la vida
estimada de un rey. El hecho es que ninguna de las dos
profecías se cumplió jamás. Nabucodonosor no destruyó a
Tiro para siempre, y nunca fue desolada por un período de
70 años. Aun cuando Alejandro tuvo éxito en su campaña
contra Tiro en 332 AC, la ciudad pronto fue reconstruida
(Wallace B. Fleming, The
History of Tyre,
Columbia University Press, p. 64) y ha existido desde
entonces. Matthew Hogan fue lo bastante objetivo en su
consideración de la evidencia para admitir más tarde que
la profecía de Ezequiel contra Tiro había fallado ("From
the Mailbag", TSR,
Marzo/Abril 1997, p. 12), pero, sin importar si esta
profecía falló o tuvo éxito, era imposible que la profecía
tanto de Isaías como de Ezequiel contra Tiro tuvieran
éxito. Por lo menos una de ellas tenía que fallar, y así,
los proponentes del argumento del cumplimiento de las
profecías bíblicas tienen un problema que deben explicar.
Si la Biblia fuera inspirada realmente por una deidad
omnisapiente, omnipotente, ¿por qué habría dado
instrucciones a un profeta para que predijera que Tiro
sería destruida para siempre y que nunca sería
reconstruida? Una respuesta probable es que ninguno de los
dos profetas fue inspirado divinamente; ambos simplemente
fanfarronearon en la exagerada retórica típica de los
profetas bíblicos y, trabajando independientemente, se
contradijeron entre sí".
¡Así que, como se puede ver, no solo fallaron tanto Isaías
como Ezequiel concerniente a la ciudad de Tiro, sino que se
contradijeron mutuamente también! De hecho, Tiro todavía
existe en la actualidad, aunque alguna parte de ella está
sumergida en agua. A pesar de la directa declaración de
Dios, Nabucodonosor no pudo destruir a Tiro, aunque lo
intentó por años. No fue sino 240 años más tarde, cuando
Alejandro el Grande la destruyó temporalmente y fue
reconstruida, contrariamente a la profecía bíblica de que
Nabucodonosor la destruiría para siempre sin que fuese
reconstruida.
Paul Tobin también demostró que el ejemplo de Tiro también
es una irrefutable, inescapable y fallida profecía bíblica.
http://www.rejectionofpascalswager.net/prophecies.html
Las fallidas profecías de
Ezequiel sobre Tiro y Egipto
Ezequiel hizo una profecía que, en el momento en que él
escribía, parecía de lo más probable que se cumpliera. El
profeta escribía en 587 AC, cuando Nabucodonosor estaba
sitiando a Tiro. Con un ejército poderoso como el de
Nabucodonosor, no era de sorprenderse que Ezequiel
profetizara la caída de Tiro ante el rey de Babilonia.
Ezequiel 26:7-14.
"Porque así ha dicho el Señor: He aquí
que del norte traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor rey de
Babilonia, rey de reyes, con caballos y carros y jinetes,
y tropas y mucho pueblo. Matará a espada a tus hijas que
están en el campo, y pondrá contra ti torres de sitio, y
levantará contra ti baluarte, y escudo afirmará contra ti.
Y pondrá contra ti arietes, contra tus muros, y tus torres
destruirá con hachas. Por la multitud de sus caballos te
cubrirá el polvo de ellos; con el estruendo de su
caballería y de las ruedas y de los carros, temblarán tus
muros, cuando entre por tus puertas como por portillos de
ciudad destruida. Con los cascos de sus caballos hollará
todas tus calles; a tu pueblo matará a filo de espada, y
tus fuertes columnas caerán a tierra. Y robarán tus
riquezas y saquearán tus mercaderías; arruinarán tus
muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus
piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas. Y
haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más
el son de tus cítaras. Y te pondré como una peña lisa;
tendedero de redes serás, y nunca más serás edificada;
porque yo Jehová he hablado, dice Jehová el Señor".
El pasaje entero claramente profetizaba el saqueo y la
completa destrucción de Tiro por Nabucodonosor. Sin embargo,
la vívida descripción del saqueo y la caída de Tiro nunca
ocurrieron. Después de un sitio de trece años, hasta 573 AC,
Nabucodonosor levantó el sitio de Tiro y tuvo que llegar a
un acuerdo.[3] Así, pues, Nabucodonosor no destruyó a Tiro.
Tiro fue destruida por Alejandro el Grande, 240 años más
tarde. Y además, a pesar del profeta, la ciudad de Tiro fue
reconstruida más tarde. [4]
Es asombroso que, a pesar de estas desconfirmadoras
evidencias, algunos apologistas traten de rescatar esa
profecía. Un ejemplo es Josh McDowell en su obra Evidence that Demand a Verdict
[Evidencia que Exige un Veredicto] [5]. Allí, afirma que la
profecía se cumplió efectivamente. Examinaremos dos de sus
argumentos específicos con respecto a esta profecía.
Primero, esto es lo que McDowell escribe sobre la
"destrucción de Tiro".
Cuando Nabucodonosor rompió las puertas,
encontró la ciudad casi vacía. La mayoría de la gente se
había trasladado por barco a una isla situada como a media
milla de la costa y fortificaron la ciudad allí. La ciudad
en tierra firme fue destruida en 573, pero la ciudad de
Tiro en la isla continuó siendo una poderosa ciudad por
varios cientos de años.
La implicación de este párrafo es clara: Que Nabucodonosor
destruyó la mayor parte de Tiro. Sin embargo, ¡McDowell se
equivocó! La parte principal de Tiro siempre estuvo en la
isla. La parte de la ciudad en tierra firme no es más que un
suburbio. En otras palabras, Nabucodonosor no pudo hacer más
que apoderarse de una parte relativamente menor de la
ciudad. Además, es obvio, por el pasaje en Ezequiel, que
éste había profetizado la destrucción completa de Tiro por
Nabucodonosor. McDowell trató de argumentar que la completa
destrucción por Alejandro el Grande era lo que se había
profetizado aquí. Esta es una lectura forzosa del pasaje -
en ninguna parte se menciona a nadie que no sea a
Nabucodonosor. ¡Sin embargo, el argumento más poderoso
contra la apología de McDowell es que Ezequiel mismo admitió
que esta profecía había sido fue un error!
Ezequiel 29:17-20
"Aconteció en el año veintisiete, en el
mes primero, el día primero del mes,que vino a mí palabra
de Jehová diciendo: Hijo de hombre, Nabucodonosor rey de
Babilonia hizo a su ejército prestar un arduo servicio
contra Tiro. Toda cabeza ha quedado calva; y toda espalda
desollada; y ni para él ni para su ejército hubo paga de
Tiro, por el servicio que prestó contra ella. Por tanto,
así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo doy a
Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto; y él
tomará sus riquezas, y recogerá sus despojos, y arrebatará
botín, y habrá paga para su ejército. Por su trabajo con
que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto;
porque trabajaron para mí, dice Jehová el Señor".
McDowell trató de torcer la historia para mostrar que Tiro
nunca fue reconstruida. Su argumento es que la moderna
ciudad de Tiro no es la antigua ciudad de Tiro porque la
anterior no estaba en la ubicación exacta de la posterior.
Baste decir que nadie concuerda con un método tan torcido de
hacer que la profecía se cumpla. Además, la profecía dice
que Tiro jamás sería reconstruida después de la destrucción
a manos de Nabucodonosor - lo cual nunca sucedió - puesto
que él nunca la destruyó. Aun después de la destrucción por
Alejandro el Grande, la ciudad todavía fue reconstruida. De
hecho, la ciudad de Tiro fue llamada por ese nombre en el
Nuevo Testamento (Marcos 7:24, Hechos 12:20). Tiro existe
hasta este día y tiene una población como de 12,000.
El haber fallado en una profecía no detuvo la mano de
Ezequiel para que hiciera más profecías.
Ezequiel 29:8-12
"Por tanto, así ha dicho Jehová el
señor: He aquí que yo traigo contra ti espada, y cortaré
de ti hombres y bestias. Y la tierra de Egipto será
asolada y desierta, y sabrán que yo soy Jehová; por cuanto
dijo: El Nilo es mío, y yo lo hice. Por tanto, he aquí yo
estoy contra ti y contra tus ríos; y pondré la tierra de
Egipto en desolación, en la soledad del desierto, desde
Migdol hasta Sevene, hasta el límite de Etiopía. No pasará
por ella pie de hombre, ni pie de animal pasará pasará por
ella, ni será habitada, por cuarenta años. Y pondré a la
tierra de Egipto en soledad entre las tierras asoladas, y
sus ciudades entre las ciudades destruidas estarán
desoladas por cuarenta años; y esparciré a Egipto entre
las naciones, y lo dispersará por las tierras".