En un libro titulado Loma Linda Messages, aparece una carta
escrita el 4 de febrero de 1905, en la que Ellen White
escribe:
La ley de Dios y el Espíritu de Profecía van de la
mano para guiar y aconsejar a la iglesia, y cada vez que la
iglesia ha reconocido esto al obedecer su ley, el espíritu
de profecía ha sido enviado para guiarla en el camino de la
verdad. Apoc. 12:17: "Y el dragón se llenó de ira contra la
mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la
descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de
Dios y tienen el testimonio de Jesucristo". Esta profecía
señala claramente que la iglesia remanente reconocerá a Dios
en su ley y tendrá el don de profecía. La obediencia a la
ley de Dios y al espíritu de profecía siempre ha
distinguido al verdadero pueblo de Dios, y la prueba se aplica por
lo general a las manifestaciones actuales. (1)
En el mismo libro, Ellen White se refiere a sus escritos como
el "espíritu de profecía" más de 30 veces. Por ejemplo:
El hermano B. ... Estudie los mensajes que Dios ha
enviado a su pueblo para los últimos sesenta años por medio
del Espíritu de Profecía. (2)
El
álgebra adventista
Los adventistas usan una fórmula interesante para igualar a
Ellen White con el Espíritu de Profecía. Primero, los
adventistas dicen que Apoc. 12:17 identifica singularmente al
remanente Adventista del Séptimo Día que es fiel a Dios. Una
de las marcas que identifican al remanente es que tiene "el
testimonio de Jesús". Los adventistas dicen que Apocalipsis
19:10 revela el significado del testimonio de Jesús: "porque
el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía". Esto
proporciona la primera mitad de la ecuación Testimonio de
Jesús = Espíritu de Profecía.
¿Testimonio de
Jesús = Espíritu de Profecía?
De acuerdo con la doctrina adventista, la verdadera iglesia
remanente debe tener
un profeta. Este argumento fue presentado ya en 1855. Después
de su formación en 1863, la Iglesia ASD reconoció que Ellen
White tenía el don profético. Durante muchos años, la iglesia
ASD se vanaglorió de que el don de profecía debía estar activo en la
iglesia -- en otras palabras, debía haber un profeta
viviente en la
iglesia remanente. Algunos libros de Ellen White -- los
precursores de la serie Conflicto
de los Siglos -- se titulaban Espíritu de Profecía y,
como se observó más arriba, la Sra. White y otros dirigentes
de la iglesia con frecuencia se referían a sus testimonios
(escritos o verbales) como al Espíritu de Profecía.
Testimonio de
Jesús = Espíritu de Profecía = Ellen G. White
Obsérvese cuidadosamente, en la cita en la parte superior de
esta página, que Ellen White dijo: "la prueba se aplica por lo general a las
manifestaciones actuales". Después de la muerte de la
Sra. White en 1915, la iglesia adventista quedó en un dilema
porque ya no tenía un profeta viviente. Así que los
adventistas redefinieron sus anteriores enseñanzas, y
comenzaron a enseñar que Ellen White "continúa viviendo" en
los escritos de sus libros.
¿Quién
era el Espíritu de Profecía?
En 1 Corintios 12:7-11, la Biblia dice que el Espíritu Santo
es la fuente de los dones espirituales. Uno de estos dones es
el de profecía (1 Cor. 12:10). Por consiguiente, la frase
"Espíritu de Profecía" sería una referencia al Espíritu Santo
-- el que da los dones -- no
el recipiente humano del don. (4) La Sra. White afirmaba ser
(o tener) el "espíritu de profecía" pero, para hacer semejante
afirmación, uno debe, por supuesto, pasar las pruebas de un
profeta. Hay evidencia significativa de que la Sra. White
falló en seis de las siete pruebas bíblicas de un profeta.
Aunque la Sra. White no fallara las pruebas, la Iglesia ASD no
ha tenido un profeta viviente en más de 93 años. Eso pone a la
Iglesia ASD exactamente en la misma posición de todas las
otras iglesias cristianas que guardan los mandamientos y
que no tienen un profeta viviente. Otras iglesias cristianas
siguen los escritos de profetas muertos, como Isaías,
Jeremías, y el apóstol Juan. ¿En qué es la Iglesia ASD
diferente de cualquier otra iglesia cristiana en este
respecto? ¿Es porque ella sigue los escritos de 25 profetas
muertos en vez de 24? (5) ¿El hecho de que los ASD tienen un
profeta más que la mayoría de las otras iglesias prueba que
ellos son los únicos que tienen el Espíritu de Profecía?
Hasta Ellen White describía sus escritos como una "luz menor"
que apuntaba a los escritos de los 24 escritores bíblicos que
tenían el espíritu de profecía. (6). La verdad es que ella
reconocía que sus escritos ni siquiera eran necesarios:
Si
ustedes hubiesen hecho de la palabra de Dios el objeto de
su estudio, con el deseo de alcanzar el estándar
bíblico y la perfección cristiana, no habrían
necesitado los Testimonios
(7).
Así, pues, entonces, ¿cuán importante es ese profeta número
25? La Sra. White da a entender que ella ni siquiera es
necesaria con tal de que se obedezcan los escritos de los
otros 24 profetas. Siendo éste el caso, ¿cómo puede la Iglesia
ASD afirmar que es la única iglesia que tiene el Espíritu de
Profecía, cuando los adventistas sólo tienen un profeta muerto
más que la mayoría de las otras iglesias, y que ese profeta
dijo que sus escritos meramente apuntan a los escritos de los
otros 24 y ella no era necesaria si los creyentes estudiaban
los otros 24?
Definición
bíblica del "Testimonio de Jesús"
En Apocalipsis 12:17, la palabra "testimonio" (griego marturia) procede de una
raíz que, en sus varias formas griegas, significa
"testificar", "testimonio", "testigo", y "mártir".
La frase "de Jesús" puede entenderse de dos maneras:
- El testimonio vino
de Jesús. Esto
hace énfasis en Jesús como la fuente del testimonio.
- El testimonio es acerca de Jesús.
Esto hace énfasis en Jesús como sujeto del testimonio.
Nótese cómo entendía el
apóstol Juan el significado de la palabra "testimonio" (marturia):
Este es el discípulo que da testimonio de estas
cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio
(marturia) es
verdadero. Juan 21:24.
Lo que Juan nos está diciendo en este versículo es que su
testimonio es un testimonio acerca
de Jesús. Por consiguiente, el evangelio de Juan es
"testimonio de Jesús".
Ahora bien, note cómo Juan usa marturia para describir el testimonio del
creyente concerniente a Jesús:
... porque éste es el testimonio [marturia] con
que Dios ha testificado acerca de su Hijo. El que cree en
el Hijo de Dios, tiene el testimonio [marturia] en
sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso,
porque no ha creído en el testimonio [marturia] que
Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio [marturia]: que
Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
1 Juan 5:9-11.
¡En estos importantes versículos, encontramos que los que
creen en Jesús tienen el marturia,
el testigo o testimonio de Jesús, en ellos!
¿Cómo se usa el "testimonio de Jesús" en Apocalipsis?
[Juan] que ha dado testimonio de la palabra de
Dios, y del testimonio [marturia]
de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
Apoc. 1:2.
En este versículo, Juan dice que él ha dado testimonio de tres
cosas:
1. La Palabra de Dios
2. El testimonio de Jesucristo
3. Las cosas que vio (en visión)
Juan continúa diciendo en el versículo 9:
Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en
la tribulación, en el reino y en la paciencia de
Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de
la palabra de Dios y en testimonio [marturia] de
Jesucristo.
Nótense las dos razones que Juan da para haber sido
encarcelado en la isla de Patmos:
1. La Palabra de Dios
2. El testimonio de Jesús
Claramente, fue el testimonio de Juan acerca de Jesús lo que
resultó en su encarcelamiento.
Nótese algo más: Juan tenía el "testimonio de Jesús" cuando
estaba en Patmos. Eso ocurrió entre el año 65 d. C. y el año
100 d. C. Así que el hecho de que el "testimonio de Jesús" es
el "Espíritu de Profecía" ya existía en el ministerio de Juan,
más de 1,700 años antes del nacimiento de Ellen Harmon.
Examine Apocalipsis 6:9:
Cuando
abrió
el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que
habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el
testimonio [marturia]que
tenían.
Nótese que los mártires fueron muertos por dos razones:
1. La palabra de Dios
2. Su testimonio [marturia], presumiblemente acerca de
Jesús.
La Iglesia ASD enseña que entre estos mártires estaban los que
murieron en el reinado de 1,260 años del papado, que ellos
aseguran comenzó en 538 d. C. y terminó en 1798 d. C.
Nuevamente, estos mártires tenían el "testimonio" mucho antes
de que naciera Ellen Harmon.
Por el contexto de Apocalipsis capítulo 12, el testimonio de
Jesús se refiere claramente a la palabra de testimonio de los
que "no amaron sus vidas hasta la muerte":
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio [marturia] de
ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. ...
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se
fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de
ellos, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen
el testimonio [marturia] de
Jesucristo. Apocalipsis 12:11, 17.
Apocalipsis 19:10:
... Yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que
retienen el testimonio [marturia] de
Jesús. Adora a Dios ; porque el testimonio de Jesús es el
espíritu de la profecía.
Aquí hallamos que los "hermanos" de Juan también tenían el marturia, o testimonio de
Jesús. El marturia
se describe aquí como el don de profecía, que se da para
testificar acerca de Jesucristo. He aquí algunas lecturas
alternas de la última parte de Apocalipsis 19:10.
El espíritu de profecía se
prueba a sí mismo al testificar de Jesús. (New
American Bible).
El testimonio de Jesús es el
espíritu que subyace la profecía. (Weymouth New
Testament)
Los que dan testimonio de
Jesús son inspirados como todos los profetas. (New
English Bible)
El propósito de toda profecía
y de todo lo que yo les he mostrado es hablar acerca de
Jesús. (Living Bible)
La última referencia a marturia
se encuentra en Apocalipsis 20:4:
...
Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio
[marturia] de Jesús y por la palabra de Dios, los que no
habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no
recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y
vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Este versículo es paralelo a Apoc. 6:9. Nuevamente, se dan las
dos razones para el martirio:
1. La palabra de Dios
2. El testimonio [marturia] de Jesús.
Conclusión
Durante todo el Nuevo Testamento, encontramos un patrón del
"testimonio de Jesús" que se refiere al testimonio personal
del creyente acerca
de Jesucristo. Antes que ser los pronunciamientos proféticos
recibidos de Jesús,
el testimonio de Jesús es el testimonio personal del creyente
acerca de Jesús. El
"testimonio de Jesús" se encuentra en los escritos del Nuevo
Testamento, cuyos escritores conocían personalmente a
Jesucristo y dieron testimonio de Él. Además, Juan nos dice
que el testimonio de Jesús se encuentra en el corazón de todos
los que aceptan y creen en Jesús como el Hijo de Dios.
El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio
[marturia] en
sí mismo (1 Juan 5:10).
Por lo tanto, el "testimonio de Jesús" no puede usarse para
identificar singularmente a la Iglesia ASD como la iglesia
remanente de la profecía bíblica. Apocalipsis enseña
claramente que Juan tenía el "testimonio de Jesús" (Apoc.
1:9), los mártires lo tenían (Apoc. 6:9), y los hermanos de
Juan lo tenían (Apoc. 19:10). Ninguno de ellos conoció jamás a
Ellen White, así que no podían referirse a ella directamente.
El don de profecía está disponible para cualquier iglesia que
esté guiada por el Espíritu Santo. Sin embargo, la era de los
profetas mayores ha terminado.
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en
otro tiempo a los padres por los profetas, en estos
postreros días nos ha hablado por el Hijo". (Heb.
1:1, 12).
NOTAS
1. Ellen White, Loma
Linda Messages, p. 33.
2. Ibid., p. 191.
3. El 2 de octubre de
1904, en un discurso público, la Sra. White aseguró que
ella no era profeta. "La última vez que estuve en Battle
Creek, dije delante de una gran congregación que no
aseguraba ser profeta. Dos veces me referí a este
asunto, queriendo decir en cada ocasión: 'No aseguro ser
profeta'. Si hablé de manera diferente, entiendan todos
que lo que tenía en mente decir es que no reclamo el
título de profeta ni de profetisa". (The Review and Herald,
Julio 26, 1906). Sin embargo, más tarde explicó que lo
que en realidad quiso decir es que su obra era mucho más
alta y elevada que la de un mero profeta. "Se me han
dado instrucciones de que yo soy la mensajera del Señor
... mi obra incluye mucho más de lo que significa la
palabra 'profeta'". (Selected Messages, book 1, p. 32).
4. El Espíritu de Dios es
mencionado por muchos nombres en la Biblia. En todos los
casos, sería blasfemia atribuir estos nombres a
cualquier ser humano: Espíritu de sabiduría - Isa. 11:2;
Espíritu de entendimiento - Isa. 11:2; Espíritu de
consejo - Isa. 11:2; Espíritu de poder - Isa. 11:2;
Espíritu de conocimiento - Isa. 11:2; Espíritu de temor
del Señor - Isa. 11:2; Espíritu de juicio - Isa. 28:6;
Espíritu del Señor - Miq. 2:7; Espíritu de gracia - Zac.
12:10; Espíritu de súplica - Zac. 12:10; Espíritu de
Dios - Mat. 3:16; Espíritu de vuestro Padre - Mat.
10:20; Espíritu de verdad - Juan 14:17; Espíritu de
Jesús - Hech. 16:7; Espíritu de santidad - Rom. 1:4;
Espíritu de vida - Rom. 8:2; Espíritu de Cristo - Rom.
8:9; Espíritu de adopción - Rom. 8:15; Espíritu del Dios
vivo - 2 Cor. 3:3; Espíritu de su Hijo - Gál. 4:6;
Espíritu de poder - 2 Tim. 1:7; Espíritu de amor - 2
Tim. 1:7; Espíritu de gracia - Heb. 10:29; Espíritu de
gloria - 1 Ped. 4:14; Espíritu de profecía - Apoc.
19:10. Aquí puede verse un patrón. La Biblia usa la
frase "Espíritu de ..." para describir los atributos de
Dios y de su Espíritu. Por esta razón, el Espíritu de
Profecía se refiere al Espíritu de Dios, no a ningún ser
humano ni a los escritos de ningún ser humano.
5. Las profecía de por lo menos 24 individuos que tenían
el "don de profecía" aparecen en la Biblia: Enoc, Jacob,
José, Moisés, David, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel,
Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc,
Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías, Juan, Pablo, y
Jesús.
6. Ellen White, The
Review and Herald, Jan. 20, 1903.
7. Ellen White, Testimonies
for the Church, Vol. 2 (1868-1871), p. 605.
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