El día de expiación:

¿1844 o ascensión?

Un estudio por D. Anderson

Traducido


La Sra. White y el día de expiación

Cuando Cristo no regresó en 1844, como se había predicho, los adventistas concibieron una enseñanza para tratar de explicar que algo había ocurrido realmente en 1844. De acuerdo con esta enseñanza, el día de expiación celestial comenzó en 1844 y Jesús pasó de una habitación del santuario a otra, cerrando la puerta detrás de sí:

Esta puerta no se abrió sino hasta que la mediación de Jesús terminó en el Lugar Santo del santuario en 1844. Entonces Jesús se levantó, cerró la puerta del Lugar santo, abrió la puerta del Lugar Santísimo, y pasó dentro del segundo velo, donde ahora está al lado del arca, y donde la fe de Israel llega ahora. Vi que Jesús había cerrado la puerta del Lugar Santo, y que nadie puede abrirla; y que había abierto la puerta del Lugar Santísimo, y que nadie puede cerrarla (Apoc. 3:7,9). Early Writings, p. 42.

"Así que, cuando Cristo entró al Lugar Santísimo para llevar a cabo la obra final de expiación, dejó de ministrar en el primer compartimiento". (Great Controversy, p. 428.

¿A dónde fue Cristo cuando ascendió al cielo?

Al comparar la evidencia bíblica encontrada en la descripción del día de expiación en el Antiguo Testamento (Lev. 16) con la descripción del día de expiación en el Nuevo Testamento (Heb. 9), averiguaremos exactamente cuándo ocurrió el día de expiación.

Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios. (Heb. 9:24).

¿Dónde es la "presencia de Dios"?

Y dijo Jehová a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. (Lev. 16:2).

NOTA: El lugar de la presencia del Señor en el tabernáculo del Antiguo Testamento era sobre el propiciatorio en el Lugar Santísimo. Para que Cristo entrara en la "presencia de Dios", debe haber entrado al Lugar Santísimo para aparecer delante del propiciatorio de Dios.

¿Abrió Jesús el camino hacia el Lugar Santísimo a su ascensión?

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne... (Heb. 10:19, 20).

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Heb. 4:16).

NOTA: Jesús abrió el camino para que nosotros entremos al Lugar Santísimo y podamos llevar nuestras peticiones directamente al "trono de la gracia". El "trono de la gracia" es el propiciatorio en el Lugar Santísimo, donde mora la "presencia de Dios".

PREGUNTA: ¿Cómo habrían podido seres humanos pecadores tener acceso al Lugar Santísimo durante 1800 años antes de 1844, si Cristo mismo no estaba ministrando en el Lugar Santísimo?

Paralelos entre el día de expiación del Antiguo Testamento y
el ministerio celestial de Cristo


Levítico 16
Hebreos
Con esto entrará Aarón [el sumo sacerdote] en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto. (16:3).
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote ... y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. (9:11, 12). 
Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego ... y lo llevará detrás del velo: Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio ... (16:12, 13).
... que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. (6:19, 20). 
Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio. Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados ... (16:15, 16).
Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? ... Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así ... (9:13, 14, 23).
Ypondrá Aarón  sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío po el desierto. (16:21, 22).
... Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros... y llevará las iniquidades de ellos. (Isaías 53:6, 11).
Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar  los pecados de muchos ... Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio. (Heb. 9:28; 13:12, 13).
Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. (16:30).
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Pero Cristo, habiendo ofrecido una vz para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. (10:10, 12, 14).

¿Hay un "velo" literal en el cielo?

Todos los artículos en el tabernáculo del Antiguo Testamento apuntaban al ministerio de Cristo en el santuario celestial. El "velo" mismo era un símbolo de Jesús:

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne. (Heb. 10:19, 20).

¡Jesucristo es el velo! Nótese lo que sucedió cuando Cristo murió:

Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. (Marcos 15:38).

La rasgadura del velo indicaba que Cristo había abierto el camino al Lugar Santísimo. Cristo mismo es el velo que fue "rasgado". Así como el sacerdocio levítico ministraba en el tabernáculo terrenal, el "real sacerdocio" (1 Pedro 2:) de los creyentes tiene acceso al tabernáculo celestial. Sin embargo, a diferencia del sacerdocio levítico, el "real sacerdocio" tiene acceso directo al "trono de la gracia" a través del "camino nuevo y vivo" que Cristo abrió para nosotros a través del velo, que es su cuerpo. Por consiguiente, tenemos acceso al Lugar Santísimo por medio de Cristo.

¿Y el "segundo velo"?

Algunos adventistas tratan de soslayar la clara verdad bíblica de Hebreos 6:19, 20 afirmando que, cuando Jesús entró "dentro del velo", entró dentro del "primer velo" que separaba el atrio exterior del tabernáculo. Dicen que hay un "segundo velo" (Heb. 9:3) en el cielo, que separa los dos compartimientos celestiales, lo mismo que había un velo que separaba los dos compartimientos terrenales. Su teoría de un "segundo velo" en el santuario celestial ni siquiera soporta la prueba de su propia profeta, que dijo:

"A causa de que el velo del templo se rasgó, dice Dios, ya no puedo revelar mi presencia en el lugar santísimo. Un camino nuevo y vivo, delante del cual no hay ningún velo, se ofrece a todos". (Youth Instructor [Instructor de Jóvenes], Junio 21, 1900).

¡Hasta Ellen White, en una declaración desusada que parece contradecir lo que escribió en Great Controversy, reconoce que no hay ningún "segundo velo" en el cielo! ¡Jesucristo es el "velo" en el cielo!

Conclusión

No hay ni una sola palabra en el Nuevo Testamento que indique que Cristo pasaría del Lugar Santo al Lugar Santísimo en cierto momento de la historia. Por el contrario, toda la evidencia bíblica apunta a que Cristo cumplió el día de expiación a su ascensión:

1. Cristo vino como Sumo Sacerdote a su templo (Heb. 9:11).
2. Entró por su propia sangre (Heb. 9:12).
3. Purificó las copias celestiales con su sangre (Heb. 9:23).
4. Apareció ante la presencia de Dios (Heb. 9:24).
5. Su sangre purificó a su pueblo de su pecado (Heb. 9:14).

¡La expiación ha sido completada (véase Heb. 10:11-14). A su ascensión, Cristo cumplió cada uno de los aspectos del día de expiación, como se describe en Levítico 16!

Arriba 



1  2  3  4  5  7  8  9  10  11  12  13
14  15  16  17  18  19  20  21  22  23  24  25  26


Sección de Libros3

Index1