La Obra Vida de Pablo, Plagiada

Compilado por Dirk Anderson

Traducido


Quizás el ejemplo más flagrante del hábito de plagio de la Sra. White es su libro Sketches From the Life of Paul [Bosquejos de la Vida de Pablo], publicado en 1883. Gran parte del material del libro fue tomado directamente del libro de W. J. Conybeare y J. S. Howson Life and Epistles of Saint Paul [Vida y Epístolas de San Pablo], escrito unos treinta años antes.

En el prefacio a la versión de 1883 del libro de la Sra. Whitese se hace esta descarada afirmación:

"La escritora de este libro, habiendo recibido ayuda especial del Espíritu de Dios, puede arrojar luz sobre las enseñanzas de Pablo y su aplicación a nuestro propio tiempo como ningún otro autor está preparado para hacerlo".

Observe:
  1. La Sra. White recibió "ayuda especial" al escribir este libro.
  2. Ningún otro autor estaba "preparado" para escribir un libro como éste.
La primera afirmación es parcialmente cierta. La Sra. White sí recibió "ayuda especial"; sin embargo, la "ayuda" que recibió era más de autores humanos que del "Espíritu de Dios". La segunda afirmación es falsa porque ese libro ya se había escrito 30 años antes -- un libro que estaba en posesión de la Sra. White y era parte de su biblioteca personal.

Después de dos impresiones, Life of Paul fue retirado de las prensas. A. G. Daniells, presidente de la Conferencia General, en la Conferencia sobre el Espíritu de Profecía de 1919, comentó el problema que el libro representaba para los líderes de la iglesia.

"Ahora ustedes saben algo de ese librito, Life of Paul. Conocen el problema en que nos metimos por eso. Nunca pudimos reclamar inspiración para la totalidad de las ideas y la composición del libro, pues fue dejado a un lado porque estaba mal armado. No se le dieron créditos a las autoridades correspondientes, y algo de eso se coló en The Great Controversy -- la falta de créditos, y en la revisión de ese libro esas cosas fueron examinadas cuidadosamente y corregidas. ...

"Sí, y ahora consideren este libro Life of Paul. -- Supongo que todos ustedes están enterados y sabían qué afirmaciones se hicieron contra ella, acusaciones de plagio, hasta por los autores del libro, Conybeare and Howson, y pudieron causarle problemas a la denominación porque una gran parte de su libro había sido incoporado en The Life of Paul sin dar ningún crédito ni poner comillas. Algunas personas de estricta lógica podrían desmandarse basándose en esto, pero yo no soy así. Lo encontré y lo leí junto con el hermano Palmer cuando él lo encontró, y conseguimos a Conybeare y Howson, y conseguimos History of the Reformation, de Wylie, y los leímos palabra por palabra, página tras página, y no había ninguna cita, ningún crédito, y realmente yo no supe la diferencia sino hasta que comencé a compararlos. Yo suponía que era la obra de la propia hermana White. ...

"Allí vi la manifestación de lo humano en estos escritos".

Aparentemente, muchos miembros de iglesia también "vieron la manifestación de lo humano" en los escritos de Ellen White después de este incidente, porque Daniells continúa lamentándose:

"Ojalá se hubiesen tomado otras acciones en la compilación de los libros. Si se hubiese tenido el debido cuidado, se habría evitado que mucha gente fuese desviada del camino".

Parece que Daniells está diciendo que, si la iglesia hubiese sido más hábil al ocultar los plagios de ella, como se hizo en libros posteriores, entonces quizás no muchas personas habrían descubierto que Ellen White no era todo lo que la iglesia afirmaba que era. La iglesia "arregló" el problema retirando el libro de circulación antes de que se tomara cualquier acción legal. Dice Daniells:

"El libro fue dejado a un lado, y nunca me enteré de quién metió la mano para arreglar eso. Posiblemente alguien lo sabe".

A causa de esto, está claro que los líderes de la iglesia ASD, no sólo estaban enterados de las prácticas plagiarias de la Sra. White, sino que ya habían comenzado a fabricar excusas para ello y estaban involucrados en "arreglar" el problema ya a finales del siglo diecinueve.

Para los que deseen examinar ejemplos de los plagios, el siguiente estudio comparativo fue publicado por Dennis Fortin de la Universidad de Andrews en su artículo: "Ellen G White como escritora: Análisis intensivo de la cuestión de los préstamos literarios".

Ellen G. White
Sketches from the Life of Paul
Conybeare and Howson
The Life and Epistles of St. Paul
Los judíos, ahora dispersos ampliamente en todas las naciones civilizadas, esperaban en general el pronto advenimiento del Mesías. En sus visitas a Jerusalén para las fiestas anuales, muchos habían acudido a las orillas del Jordán para escuchar la predicación de Juan Bautista. De él habían escuchado la proclamación de Cristo como el Prometido, y de regreso  a sus hogares habían llevado las nuevas a todas partes del mundo. (129)
Muchos judíos de otros países recibieron del Bautista su conocimiento del Mesías, y llevaron con ellos este conocimiento a su regreso de Palestina. ... Pero, en una posición intermedia entre este grupo engañado y los que viajaban como maestros del evangelio completo y perfecto, había sin duda muchos entre la población judía flotante del imperio cuyo conocimiento de Cristo alcanzaba sólo a lo que se había predicado en las orillas del Jordán. (385-386)
A su llegada a Éfeso, Pablo encontró doce hermanos que, como Apolos, habían sido discípulos de Juan Bautista, y que como él, habían obtenido un conocimiento imperfecto de la vida y la misión de Cristo. (129)
Apolos, junto con otros doce que poco después son mencionasdos en Éfeso, conocía el cristianismo sólo hasta donde lo había anunciado Juan Bautista. (385)
La ciudad era afamada por el culto a la diosa Diana y la práctica de la magia. (134)
La ciudad era renombrada en el mundo entero por el culto a Diana y la práctica de la magia. (392)
Aquí estaba el gran templo de Diana, que era considerado por los antiguos como una de las maravillas del mundo. Su vasta extensión e incomparable magnificencia lo convertían en el orgullo, no sólo de la ciudad, sino de la nación. Reyes y príncipes lo habían enriquecido con sus donaciones. Los efesios competían entre sí aumentando su esplendor, y lo habían convertido en la tesorería de una gran porción de la riqueza de Asia occidental. (134)
Éste era el templo de Artemisa o Diana, que refulgía con brillante belleza en la entrada del puerto, y era considerado por los antiguos como una de las maravillas del mundo. ... El orgullo nacional por el santuario era tan grande que, cuando Alejandro ofreció el botín de su campaña oiental si se le permitía grabar su nombre en el edificio, el honor fue declinado. Los efesios nunca cesaron de embellecer el santuario de su diosa, y continuamente le añadían nuevas decoraciones y edificios subsidiarios con estatuas y cuadros pintados por los más famosos artistas. (420-430)
El ídolo puesto en el santuario de este suntuoso edificio era una imagen grosera y tosca, que la tradición decía que había caído del cielo. (134)
Si el templo de Diana en Éfeso era magnífico, la imagen instalada en el santuario del suntuoso recinto era primitiva y tosca. (431)
En la diosa estaban inscritos caracteres y símbolos místicos, que se creía poseían grandes poderes. Se decía que, cuando se pronunciaban, hacían maravillas. Y que, cuando se esscribían, eran un poderoso amuleto que protegían a quien lo poseía de ladrones, enfermedades, y hasta de la muerte. Los efesios escribían numerosos y costosos libros para explicar el significado y el uso de estos símbolos. (134-135)
Eustaquio dice que los misteriosos símbolos llamados 'letras efesias' estaban grabados en la corona, el cinturón, y los pies de la diosa. ... Cuando se pronunciaban, eran considerados como hechizos, y se debían usar especialmente por los que estaban poseídos por espíritus malignos. Cuando se escribían, se llevaban como amuletos. ... El estudio de estos símbolos era una ciencia compleja, y sus profesantes complilaban libros, tanto numerosos como costosos. (392)
Al entrar Pablo en contacto directo con los idólatras habitantes de Éfeso, el poder de Dios se manifestó de manera notable por medio de él. Los apóstoles no siempre podían obrar milagros a voluntad. El Señor concedía a sus siervos este poder especial según lo requería el progreso de su causa o el honor de su nombre. Como Moisés y Aarón en la corte de Faraón, ahora el apóstol tenía que sostener la verdad contra las maravillas mentirosas de los magos; por eso, los milagros que hizo eran de una naturaleza diferente de los que había hecho hasta ahora. Así como el borde del vestido de Cristo había comunicado poder sanador a la mujer que buscaba alivio mediante el toque de la fe, así también en esta ocasión las ropas fueron el medio de sanamiento para todos los que creyeron; "las enfermedades se apartaban de ellos, y los espíritus malos salían de ellos". Pero estos milagros no estimulaban la superstición ciega. Cuando Jesús sintió el toque de la mujer que sufría, exclamó: "De ha salido virtud". [Cursiva de ella]. Así, pues, la Escritura declara que el Señor hizo milagros por mano de Pablo, y que el nombre del Señor Jesús fue magnificado, no el nombre de Pablo. (135)
Esta afirmación arroja alguna luz sobre el carácter peculiar de los milagros hechos por Pablo en Éfeso. No debemos suponer que los apóstoles podían siempre hacer milagros a voluntad. Una afluencia de poder sobrenatural se les daba en el momento y de acuerdo con las circunstancias que lo requerían. Y el carácter de los milagros no era siempre el mismo. Se ajustaba a las formas peculiares de pecado, superstición, e ignorancia a las que era necesario que se opusieran. Aquí, en Éfeso, Pablo estaba en presencia de magos, como Moisés y Aarón delante de Faraón; y se dice claramente que sus milagros no eran 'maravillas ordinarias', de lo cual podemos inferir que eran diferentes de los que hacía generalmente ... Un milagro que tiene una referencia más estrecha a nuestro tema presente es aquél en el cual el borde del vestido de Cristo fue el instrumento para el sanamiento de una pobre sufriente y la convicción de los que observaban. Así, pues, en esta ocasión las ropas fueron el medio para comunicar un poder sanador a los que estaban a la distancia, ya fuese que estuviesen poseídos por malos espíritus o afligidos por enfermedades ordinarias. Pero esto no estimulaba la superstición ciega. Cuando la mujer sufriente fue sanada al tocar el borde del vestido, el Salvador se dio vuelta y dijo. 'Virtud ha salido de ' [cursiva de ellos]. Y aquí en Éfeso, se nos recuerda que fue Dios quien 'hizo milagros por la mano de Pablo' (v. 11), y que 'el nombre', no el de Pablo, sino 'el del Señor Jesús, fue magnificado' (v. 17). (393)
La hechicería había sido prohibida en la ley mosaica so pena de muerte, pero, de tanto en tanto, había sido practicada en secreto por judíos apóstatas. En la época de la visita de Pablo a Éfeso, había en  la ciudad ciertos exorcistas judíos que, viendo las maravillas hechas por él, aseguraban poseer igual poder. Creyendo que el nombre de Jesús actuaba como un encantamiento, decidieron echar fuera espíritus malos por los mismos medios que los apóstoles habían empleado. (136)
La gran severidad con que la hechicería se prohibía en el Antiguo Testamento da fe de la temprana tendencia de los israelitas hacia estas prácticas. ... Este pasaje en la carta más reciente de Pablo [2 Tim. 3:13] probablemente se refería a esa misma ciudad en que le vemos ahora oponiéndose a los hechiceros judíos. Estos hombres, creyendo que el nombre de Jesús actuaba como un encantamiento, y reconociendo al apóstol como un judío como ellos, intentaron usar su método de echar fuera espíritus malos. (393-394)
Siete hermanos, hijos de un tal Esceva, un sacerdote judío, hicieron un intento. Hallando a un hombre poseído por un demonio, se dirigieron a él: "Te conjuramos por Jesús, a quien Pablo predica". Pero el espíritu malo respondió con desprecio: "A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?", y el poseído saltó sobre ellos con violencia frenética, y les golpeó y les maltrató de tal modo que huyeron de la casa, desnudos y heridos. (136)
Hay registrado un caso específico que produjo desatrosas consecuencias para los que hicieron el intento, y condujo a amplios resultados entre la población en general. En el número de los que intentaron echar fuera espíritus malos en el 'nombre de Jesús' había siete hermanos, hijos de Esceva, que es llamado un sumo sacerdote. ... Pero los demonios, que estaban sujetos a Jesús, y por su voluntad estaban sujetos a los que predicaban su evangelio, trataron con desprecio a los que usaron el Nombre sin haberse convertido a su verdad. 'A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?' fue la respuesta del espíritu malo. Y en seguida el hombre poseído saltó sobre ellos con frenética violencia, de modo que ellos fueron completamente desconcertados, y 'huyeron de la casa dsnudos y heridos'". (394)
El desconcierto y la humillación de los que  habían profanado el nombre de Jesús pronto se supo por todo Éfeso por judíos y gentiles. Había habido pruebas inconfundibles de lo sagrado de ese nombre, y el peligro que corrían los que los invocaran sin tener ninguna fe en la divina misión de Cristo. El terror se apoderó de las mentes de muchos, y la obra del evangelio fue considerada por todos con asombro y reverencia. Hechos que antes habían estado ocultos ahora eran traídos a la luz. Al aceptar el cristianismo, algunos de los hermanos no habían renunciado por completo a las supersticiones paganas. La práctica de la magia continuaba entre ellos hasta cierto punto. Convencidos de su error por los sucesos que habían ocurrido recientemente, vinieron e hicieron una completa confesión a Pablo, y reconocieron públicamente que sus artes secretas eran engañosas y satánicas. (136-137)
El terrible resultado del uso profano de ese Nombre santo que era proclamado por los apóstoles a todos los hombres pronto se hizo notorio, tanto entre los griegos como entre los judíos. La consternación y la alarma se apoderaron de las mentes de muchos, y en proporción a esta alarma el nombre del Señor Jesús comenzó a ser reverenciado y honrado. Aun entre los que habían aceptado a las enseñanzas de Pablo, algunos parecen haber conservado sus lazos con la práctica de las artes mágicas. Sus conciencias fueron conmovidas por lo que había ocurrido recientemente, y vinieron e hicieron una completa confesión al apóstol, y públicamente reconocieron  y abandonaron sus obras de las tinieblas. (394)
Muchos hechiceros también abjuraron de la práctica de la magia, y recibieron a Cristo como su Salvador. Recogieron los costosos libros que contenían las "letras efesias", y los secretos de su arte, y los quemaron en presencia de todo el pueblo. Cuando los libros se hubieron consumido, procedieron a calcular el valor del sacrificio. Se estimó en cincuenta mil piezas de plata, aproximadamente igual a diez mil dólares. (137)
El temor y la convicción parecen haberse extendido más allá de los que profesaban el cristianismo. Un gran número de los hechiceros renunció abiertamente a la práctica que había sido tan señaladamente condenada por un poder superior, y reunieron los libros que contenían las fórmulas místicas y los quemaron delante de todo el pueblo. Cuando los libros fueron consumidos, procedieron a calcular el precio al cual se tasarían estos manuales de encantamiento. ... Por esta razón, no debe sorprendernos que el costo entero sacrificadoy entregado de esta manera equivalía a dos mil libras de dinero inglés. (394-395)    
El mes de mayo se dedicaba especialmente al culto de la diosa de Éfeso. El honor universal en que era tenida esta diosa, la magnificencia de su templo y su culto, atraían una inmensa concurrencia de gente de todas partes de la provincia de Asia. Durante todo el mes, tenían lugar las festividades con la mayor pompa y el mayor esplendor. ... Los oficiales escogidos para dirigir esta grandiosa celebración eran hombres de la mayor distinción en las principales ciudades de Asia. Eran también personas de vasta riqueza porque, a cambio del honor de su posición, se esperaba que sufragaran todos los gastos de la ocasión. La ciudad entera era escenario de un brillante expectáculo y una desenfrenada diversión. Imponentes procesiones avanzaban hacia el gran templo. El aire resonaba con los sonidos del gozo. La gente se entregaba a la diversión, la borrachera, y al más abyecto libertinaje. (141)
Todo el mes de mayo estaba consagrado a la gloria de la diosa. ... El festival de Artemisa no era simplemente una ceremonia de Éfeso, sino que era estimulado por la simpatía y el entusiasmo de todo el vecindario que lo rodeaba ... así que este festival era llamado 'la reunión común de Asia' ... [Disfrutaban] de las varias diversiones que hacían de los días y las noches de mayo una larga escena de diversión. ... Aproximadamente en el tiempo del equinoccio de invierno, cada una de las principales ciudades dentro del distrito llamado Asia escogía uno de sus más opulentos ciudadanos, y del número entero eran finalmente seleccionados los que habrían de ocupar la posición de asiarcas. ... No recibiendo ningún emolumento de su posición, sino que más se les requería que aportaran grandes sumas de dinero para la diversión del pueblo y para su propio crédito, eran necesariamente personas de riqueza. (435)  
Por muchos años, había sido la costumbre entre las naciones paganas  usar pequeñas imágenes o pequeños santuarios para representar sus objetos de culto favoritos. Se fabricaban estatuas portátiles según la imagen de Diana, y éstas circulaban ampliamente en los países a  lo  largo de las costas del Mediterráneo. También se buscaban ansiosamente modelos del templo que servía de santuario al ídolo. Ambos eran considerados como objetos de culto, y eran transportados a la cabeza de las procesiones, y en viajes y expediciones militares. Un extenso y pingüe comercio había crecido en Éfeso con la fabricación y venta de estos santuarios y estas imágenes. (142)
Una de las costumbres idólatras del mundo antiguo era el uso de imágenes portátiles o santuarios, que eran pequeños modelos de los más celebrados objetos de devoción. Eran transportados en procesiones, durante los viajes y expediciones militares, y algunas veces instalados como dioses en las casas privadas. ... Por las expresiones usadas por Lucas, es evidente que un extenso y lucrativo comercio se desarrolló en Éfeso con la fabricación y venta de estos santuarios. Pocos de los que iban a Éfeso se iban voluntariamente sin un un recuerdo de la diosa y un modelo de su templo; y por la amplia circulación de estas obras de arte en las costas del Mediterráneo y lejos hacia el interior podría decirse, con poca exageración, que el culto a esta diosa era reconocido por 'el mundo entero'. (431-432)
Los que estaban interesados en esta rama de la industria se encontraron con que sus ganancias disminuían. Todos se unieron en atribuir el desagradable cambio al trabajo de Pablo. Demetrio, un fabricante de santuarios de plata, convocó a los obreros de su oficio, y con una violenta apelación trató de despertar su indignación contra Pablo. (142) 
Sin duda, los que se ocupaban de fabricar los santuarios portátiles de Diana esperaban hacer un activo negocio en esa ocasión, y cuando descubrieron que la venta de estos objetos de superstición había disminuído seriamente, y que la predicación de Pablo era la causa de que su mercadería se hubiese depreciado. ... Un tal Demetrio, un maestro fabricante del oficio, convocó a los obreros y les dirigió una arenga inflamatoria. (436)
Dijo que su negocio estaba en peligro, y señaló a la gran pérdida que sufrirían si se le permitiera al apóstol que apartara a la gente de su antiguo culto. Luego apeló a la superstición que los gobernaba. ... (142)
Demetrio apeló al interés de sus oyentes, y luego a su fanatismo. Les dijo que sus ganancias estaban en peligro de perderse y, además, que 'el templo de la gran diosa Diana' ... estaba en peligro de ser despreciado ... (437).
Este discurso actuó como el fuego en la paja. Las pasiones excitadas de la gente se despertaron, y estallaron enel grito: "¡Grande es Diana de los efesios!". (143)
Tal arenga no podía perderse cuando era lanzada como fuego sobre materiales inflamables. El sentimiento de furia de la muchedumbre se artesanos reunidos estalló en seguida en un grito en honor a la divina patrona de su ciudad y su oficio: "¡Grande es Diana de los efesios!". (437)
Un informe del discurso de Demetrio circuló rápidamente. El alboroto fue terrible. La ciudad entera parecía estar en conmoción. Pronto se reunió una gran muchedumbre, y acudió rápidamente al taller de Aquila, en el barrio judío, con el propósito de apoderarse de Pablo. En su ira insana, estaban dispuestos a hacerle pedazos. Pero no le hallaron. Sus hermanos, habiendo recibido aviso del peligro, le habían sacado rápidamente del lugar. Ángeles de Dios fueron enviados para proteger al fiel apóstol. El momento para que muriese como mártir todavía no había llegado. No logrando hallar el objeto de su ira, la plebe se apoderó de dos de los compañeros de Pablo, Gayo y Aristarco, y con ellos se apresuraron hacia el teatro. (143)
La excitación entre esta importante e influyente clase de obreros no tardó en extenderse por toda la ciudad. La infección se apoderó de la muchedumbre de ciudadanos y forasteros, y todos se apresuraron hacia el teatro, el lugar de reunión más obvio. En su camino, parecen haber sido frustrados en su intento por apoderarse de la persona de Pablo, aunque apresuraron con ellos al teatro a dos de sus compañeros de viaje, Cayo y Aristarco, que vivían en Macedonia.(437)
Varios de los más influyentes y honorables de entre los magistrados le enviaron una vehemente solicitud para que no se aventurase en una situación tan peligrosa. (8144)
Algunos de los asiarcas ... le enviaron un mensaje urgente para evitar que se aventurase en un escenario de desorden y peligro. (437-438)
El tumulto en el teatro aumentaba continuamente. "Unos clamaban una cosa, otros otra; y la mayoría no sabía por qué se habían reunido". Por el hecho de que Pablo y algunos de sus compañeros eran de origen hebreo, los judíos pensaban que eran objeto de odio y su propia seguridad podría estar en peligro. (144)
Era ciertamente una escena de confusión, y quizás nunca antes se había expresado más simple y gráficamente el carácter de un populacho que cuando se dice que 'la mayoría no sabía por qué se habían reunido'. (v. 32). Por fin, se hizo un intento de expresarles algunas palabras con sentido a los reunidos. Este intento provino de los judíos, que parecen haber temido quedar envueltos en el odio dirigido a los cristianos. (438)
Él [el escribano de la ciudad] les pidió que consideraran que Pablo y sus compañeros no habían profanado el templo de Diana, ni inusltado los sentimientos de nadie afrentando a la diosa. Luego, hábilmente cambió de tema, y reprochó la acción de Demetrio ... Terminó advirtiéndoles que tal tumulto, provocado sin causa aparente, podría someter a la ciudad a la censura de los romanos, haciendo así que fuera restringida su actual libertad, y sugiriendo que no debía haber ninguna repetición de la escena. Habiendo tranquilizado completamente con este discurso a los elementos que causaron el alboroto, el escribano despidió la reunión. (145-146)  
Luego él [el escribano] les pidió que recordaran que Pablo y sus compañeros no habían sido culpables de aproximarse el templo o de profanarlo, ni de insultar los sentimientos de los efesios con expresiones calumniosas contra la diosa. Y luego se vuelve del tema general al caso de Demetrio. ... Y reservando para el final el argumento más eficaz, les recordó que este tumulto exponía a la ciudad al desagrado de los romanos porque, por grandes que fueran las libertades permitidas a una antigua y leal ciudad,  era bien sabido por la población entera que una reunión tumultuosa que ponía en peligro la paz pública jamás sería tolerada. Así, pues, habiendo llevado sus argumentos al clímax, tranquilizó a toda la multitud y pronunció las palabras técnicas que declaraban la asamblea despedida. (438-439)  
Su corazón se llenó de gratitud a Dios porque su vida había sido preservada, y el cristianismo no había caído en descrédito a causa del tumulto en Éfeso. (146)
Con gratitud a aquel Maestro celestial que había velado por la vida y las obras de Pablo ... (439)
Dios había levantado un gran magistrado para que vindicara a su apóstol, y mantener a raya a la multitud tumultuosa. (146)
De esta manera, Dios usó la elocuencia de un magistrado griego para proteger a su siervo, como antes había usado el derecho a la ciudadanía romana y la calmada justicia de un gobernador romano. (439)

Arriba

1  2  3  4  5  7  8  9  10  11  12  13
14  15  16  17  18  19  20  21  22  23  24  25  26


Sección de Libros3

Index1