La Biblia enseña que los seres angélicos no están
compuestos de carne y sangre, como nosotros:
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes. (Efe. 6:12).
La Biblia se refiere consistemente a los seres maléficos
como "espíritus":
... echó fuera a los demonios
con su palabra ... (Mat. 8:16).
... les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen
fuera ... (Mat. 10:1).
... y los espíritus malos
salían. (Hech. 19:12).
... en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus
engañadores ... (1 Tim. 4:1).
... pues son espíritus
de demonios, que hacen señales ... (Apoc. 16:4).
Satanás, el líder de los ángeles caídos, es descrito en la
Biblia como un "ángel":
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se
disfraza como ángel
de luz. (2 Cor. 11:14).
En sus escritos, Pablo con frecuencia contrastaba las
limitaciones del cuerpo físico con la libertad de estar "en
el espíritu":
Porque ciertamente, como ausentes del cuerpo,
pero presentes en
espíritu (2 Cor. 5:6).
Más quisiéramos estar
ausentes del cuerpo,
y presentes al Señor
... (2 Cor. 5:8).
Porque aunque estoy ausente en cuerpo,
pero presente en
espíritu ... (Col. 2:5).
En Hebreos, hallamos que los seres angélicos son describen
como "espíritus":
Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a
sus ángeles espíritus
... ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para
servicio a favor de los que son herederos de la salvación?
(Heb. 1:7, 14).
Todos estos versículos muestran que los autores bíblicos
creían que los seres angélicos son "espíritus", y que los
seres espirituales, por naturaleza, no tienen un cuerpo
compuesto de "carne y sangre". Ahora, contraste esta clara
enseñanza con la "visión" de Ellen White acerca de Satanás:
"Luego se me mostró a
Satanás como lo que era, un ángel feliz y exaltado.
Después se me lo mostró como era en la actualidad. Todavía
tiene una forma
real. Sus rasgos
son todavía nobles, porque es un ángel caído. Pero la expresión de su semblante está llena de
ansiedad, preocupación, infelicidad, malicia, odio, astucia,
engaño, y toda maldad. Noté particularmente esa frente que
una vez fue tan noble. Su ceño comenzaba desde sus ojos y avanzaba hacia
atrás. Vi que se había rebajado por tanto tiempo que todas
las buenas cualidades se habían degenerado, y todo rasgo
malvado se había desarrollado. Sus ojos eran astutos, y
mostraban gran penetración. Su esqueleto era de gran tamaño, pero la carne de sus manos y su rostro
colgaba fláccida. Mientras yo le contemplaba, su barbilla descansaba en mano izquierda. Parecía
estar sumido en profundos pensamientos. Había una sonrisa en
su semblante, lo cual me hizo temblar, pues estaba tan llena
de maldad y astucia satánica". (Spiritual Gifts, Vol. 1, p. 27).
Ellen White afirma que Satanás es un "ángel" caído. Luego
pasa a describir cierto número de atributos de "sangre y
carne", como su "ceño", "frente", "ojos", "esqueleto",
"carne", "manos", "rostro", y "barbilla". Esta "visión"
contradice directamente la Biblia, que dice que los
"ángeles" caídos son "espíritus", no "carne y sangre".
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