SEÑALES DEL FIN

Un terremoto en 1755, un día oscuro en 1780, una lluvia de meteoros en 1833:
¿Fueron realmente cumplimientos de una profecía bíblica?

Por Dirk Anderson
Traducido

La Biblia describe varias señales diferentes de lo que ha de ocurrir a la venida de Cristo:

El sol se oscurecerá,  y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. (Marcos 13:24-26).

Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte  toda isla se removió de sulugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos de rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero. (Apoc. 6:12-16).

Ellen White: Estas señales se cumplieron en 1755, 1780, 1833

Ellen White afirmó que estas señales ya se han cumplido:

"Estas señales fueron observadas antes del comienzo del siglo diecinueve. En cumplimiento de esta profecía, ocurrió en 1755 el más terrible terremoto que jamás se haya registrado". (Great Controversy [Gran Conflicto], p. 304).

"El 19 de mayo de 1780 permanece en la historia como "el día oscuro". Desde la época de Moisés, no se ha registrado jamás ningún período de oscuridad de igual intensidad, alcance, y duración". (Great Controversy, p. 308).

"En 1833 ... apareció la última de las señales prometidas por el Salvador como indicaciones de su segunda venida. ... Esta profecía recibió un cumplimiento notable e impresionante en la gran lluvia de meteoritos del 13 de noviembre de 1833. Esta fue el más extenso y maravilloso espectáculo de estrellas fugaces que jamás se haya registrado ...". (Great Controversy, p. 308).

¿Fueron estos tres acontecimientos realmente el cumplimiento de la profecía? ¿O fueron acontecimientos que ocurrieron naturalmente y no tenían ningún significado especial? Examinemos la evidencia a continuación.

El terremoto de Lisboa de 1755

La Sra. White afirmó que este terremoto fue "el más terrible terremoto que se haya registrado jamás".

En términos de poder destructor, el terremoto de Lisboa no fue ni el más fuerte ni el más destructor de la historia. He aquí una lista de los terremotos más destructivos en la historia:

Rango
Fecha
Localización
Muertes
Magnitud
1
Enero 23, 1556
China, Shansi
830,000
?
2
Diciembre 26, 2004
Sumatra, Indon.
300,000
9.3
3
Julio 27, 1976
China, Tangshan
255,000
8.0
4
Agosto 9, 1138
Siria, Aleppo
230,000
?
5
Mayo 22, 1927
China, Xining
200,000
8.3
6
Diciembre 22, 856
Iran, Damghan
200,000
?
7
Diciembre 16, 1920
China, Gansu
200,000
8.6
8
Feb. 28, 1780
Iran, Tabriz
200,000
?
9
Marzo 23, 893
Iran, Ardabil
150,000
?
10
Sept. 1, 1923
Japón, Kwanto
143,000
8.3
11
Octubre 6, 1948
Turkme. Ashgabat
110,000
7.3
12
Diciembre 28, 1908
Italia, Messina
100,000
7.5
13
Septiembre, 1290
China, Chihli
100,000
?
14
Octubre 8, 2005
Pakistán, Kashmir
80,400
7.6
15
Noviembre, 1667
Caucas. Shemakh
80,000
?
16
Noviembre 18, 1727
Irán, Tabriz
77,000
?
17
Noviembre 1, 1755
Portugal, Lisboa
70,000
8.7
18
Diciembre 25, 1932
China,Gansu
70,000
7.6

  Es obvio que el terremoto de Lisboa no fue "el terremoto más terrible que jamás se haya registrado". El terremoto más terrible ocurrió en China en 1556, que mató casi 12 veces más personas que el terremoto de Lisboa. Si fuéramos a elegir cualquier terremoto de la lista que antecede como señal del fin, el candidato más probable podría ser el terremoto y el tsunami de Sumatra, Indonesia, que mató aproximadamente a 300,000 personas. El terremoto de Sumatra, ¡no sólo mató a más de cuatro veces el número de personas que el terremoto de Lisboa, sino que ocurrió 249 años más cerca del retorno de Cristo!

El terremoto de Lisboa, no sólo no fue tan destructivo como otros terremotos, sino que menos poderoso. Se ha estimado que el terremoto de Lisboa fue de magnitud 8.7. A continuación, una lista de terremotos de magnitud igual o mayor en el siglo veinte:

Rango
Localización
Fecha
Magnitud
1
Chile
22/5/1960
9.5 Mw
2
Alaska
28/3/1964
9.2 Mw
3
Sumatra
26/12/2004
9.1 Mw
4
Rusia
4/11/1952
9.0 Mw
5
Ecuador
31/1/1906
8.8 Mw
6
Alaska
4/2/1965
8.7 Mw

El terremoto de Chile en 1960 fue siete veces más poderoso que el de Lisboa. Esta es otra evidencia más de que el terremoto de Lisboa mo fue ni el más poderoso y el más destructivo de la historia.

¿Cómo podría un terremoto que ocurrió hace más de un cuarto de milenio ser una señal de la pronta venida de Cristo? No sólo está demasiado lejos en el pasado para ser una señal del fin, sino que fue menos poderoso y menos devastador que muchos otros terremotos.

El día oscuro de 1780

La Sra. White hace la siguiente afirmación sobre el día oscuro de Mayo 19, 1780. "No se ha registrado jamás ningún período de oscuridad de igual densidad, extensión, y duración".

A diferencia de los terremotos, los días oscuros no se miden en intensidad, extensión, ni duración a través de la historia. Es difícil determinar la exactitud de la afirmación de la Sra. White de que no ha habido ningún día más oscuro desde la oscuridad sobrenatural que Dios envió sobre los egipcios en el tiempo de Moisés. Sin embargo, nosotros sí sabemos lo que causó el día oscuro de 1780. Fue causado por el humo de enormes incendios forestales que ardían en los estados de la Nueva Inglaterra, en combinación con un frente de tormenta oscuro que pasaba por el área. La oscuridad quedó limitada principalmente al área noreste de los Estados Unidos. Dentro de los círculos adventistas, algunos se han preguntado si este acontecimiento local fue realmente cumplimiento de la profecía de Apocalipsis 6.

Ha habido un buen número de "días oscuros" en el curso de la historia, causados por humo en el aire. Hasta en tiempos recientes, humo en el aire ha causado oscuridad local durante el día, y ha hecho que la luna se vea de color rojizo. Algunos ejemplos recientes:
  • Nube de cenizas del volcán del monte Pinatubo en las Filipinas (1991)
  • Humo de enormes incendios forestales en Indonesia (1985-86, 1997-98)
  • Humo de enormes incendios en México (1997-98)
La lluvia de meteoros de 1833

La Sra. White describe la lluvia de meteoros del 13 de noviembre de 1833 como "el
espectáculo más extenso y maravilloso de estrellas fugaces que jamás se haya registrado".

La lluvia de meteoros de 1833 fue un suceso impresionante. En 1878, el historiador R. M. Devens escribió:

"Durante las tres horas en que continuó, se creyó que el día del juicio sólo esperaba la salida del sol y, mucho después de que la lluvia de meteoros había cesado, los mórbidos y los supersticiosos todavía estaban impresionados con la idea de que, a lo mucho, faltaba sólo una semana el día final. Se hacían reuniones improvisadas en muchos lugares, y tuvieron lugar muchas otras escenas de devoción religiosa, terror, o abandono de los asuntos mundanos, bajo la influencia del temor ocasionado por un espectáculo tan repentino y tan terrible".


No se puede negar que la lluvia de meteoros de 1833 fue intensa, y que afectó a algunas personas. La pregunta es si la afirmación de que la lluvia de meteoros de 1833 fue la más extensa jamás registrada es válida.

En 1863, un profesor de Yale llamado Hubert Anson Newton identificó la lluvia de meteoros de 1833 como parte de un patrón recurrente de lluvias de meteoros que visitaron la tierra cada 33 o 34 años. Newton descubrió que las lluvias de leónidas comenzaron ya en el año 585 D. C. Logró seguir la pista a relatos de leónidas durante más o menos mil años. Se descubrió que espectáculos particularmente impresionantes tuvieron lugar en los años 1533, 1366, 1202, 1037, 967, 934, y 902.

Treinta y cuatro antes de 1833, el 12 de noviembre de 1799, el científico y explorador prusiano Alexander von Humboldt, describió la lluvia de leónidas desde su campamento en Cumaná, Venezuela:

"no hay ninguna parte del firmamento del doble del tamaño del diámetro de la luna que no esté llena de meteoros en cada momento".


Esa misma noche, un observador en Florida observó que los meteoros "en cada momento eran tan numerosos como las estrellas", mientras que, en Iserstadt, Alemania, se vieron "haces de luz y destellos brillantes", si bien el día ya había amanecido.

Humboldt inquirió entre los nativos sudamericanos y descubrió que una "lluvia de estrellas" similar había sido vista también en 1766.

En 1966, las leónidas regresaron con un espectáculo que rivalizaba con los de 1799 y 1833. En la noche del 17 de noviembre de 1966, unos observadores de Arizona informaron frecuencias de apariciones de ¡hasta de 2400 por minuto, o 144,000 por hora! Estas frecuencias reportadas superan las tasas más altas observadas en 1833 (100,000/hora).

Si las lluvias de meteoros leónidas son efectivamente el cumplimiento de la profecía bíblica, entonces uno tendría que llegar a la conclusión de que fue la lluvia de 1966 -- no la de 1833 -- la que cumplió la profecía. No sólo fue la lluvia de 1966 de igual o mayor intensidad, sino que ocurrió 133 años más cerca de la venida de Cristo.

Preguntas no contestadas

Si los sucesos de 1755, 1780, y 1833 fueron realmente cumplimentos de la profecía, surgen varias preguntas:

1. ¿Por qué las señales no produjeron el efecto descrito en la Biblia?

Apocalipsis 6:15-16 describe las personas que presencian las señales como llenas de pánico. Estas personas, incluyendo a reyes y gobernantes de naciones, son descritos como huyendo a las montañas, escondiéndose en las cuevas, y pidiendo a las montañas que caigan sobre ellos. No hay ninguna evidencia de que las señales de 1755, 1780, y 1833 produjeran este efecto.

2. ¿Por qué fueron las señales localizadas, cuando la Biblia parece indicar una escala global?

Mientras las señales descritas en la Biblia parecen ser sucesos globales, las tres señales a las que apunta Ellen White ocurrieron en una escala aparentemente más pequeña y localizada. El terremoto de Lisboa se limitó a la Península Ibérica y el norte de África. El día oscuro fue visto principalmente en la región noreste de Estados Unidos. La lluvia de meteoros leónidas fue quizás el suceso más extendido, pero hasta éste fue visto sólo en el Hemisferio Occidental.

3. ¿Por qué los que presenciaron las señales no vieron el regreso de Cristo?

Marcos 13:24-26 parece indicar que los que ven las señales del regreso de Cristo también verán su regreso:

Entonces verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Maros 13:26.

Ninguno de los que presenciaron alguna de las señales mencionadas por Ellen White están vivos hoy día. El terremoto de 1755 ocurrió hace más de 250 años. ¿Cómo podría ser una señal del inminente regreso de Cristo? Además, Apocalipsis 12-14 parece indicar que las señales se seguirían unas a las otras en sucesión bastante rápida. Parece que las mismas personas que presenciaran el terremoto, también presenciarían la oscuridad y la caída de las estrellas. Dada la expectativa de vida de la época, parece improbable que cualquiera que tuviera suficiente edad para recordar el terremoto de Lisboa en Portugal en 1755 estuviera vivo 78 años más tarde, en 1833, para presenciar la lluvia de leónidas en Norteamérica. Además, todos los que presenciaron estas "señales" murieron hace mucho tiempo. ¿De qué sirven las "señales del fin" si esas señales no son presenciadas por las personas que están vivas en la última generación?

Estas preguntas que no han sido contestadas nos llevan a la conclusión de que es imposible que los sucesos de 1755, 1780, y 1833 sean las señales del fin descritas en Apocalipsis 6:12-14.
FUENTES

Truth or Fables, "Signs in Heaven" by Robert K. Sanders.

United States Geological Survey National Earthquake Information Center
(http://wwwneic.cr.usgs.gov/neis/eqlists/eqsmosde.html

Sky and Telescope Magazine "The Leonids, King of the Meteor Showers", by Joe Rao, 1998.

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