LA PARUSÍA
o
La Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo
James Stuart Russell
(1816-1895)

Tomado de The Preterist Archive


LA PARUSÍA EN LAS EPÍSTOLAS APOSTÓLICAS

2-14. EN LA EPÍSTOLA A LOS COLOSENSES



En ninguna de las epístolas de Pablo encontramos una alusión menos directa a la parusía, y sin embargo, puede decirse que ninguna está más llena de la idea de ese acontecimiento. El pensamiento de él subyace casi todas las expresiones del apóstol; está implícita en "la esperanza que os está guardada en los cielos"; "la herencia de los santos en luz"; "el reino de su amado Hijo"; "la reconciliación de todas las cosas con Dios"; "presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él".

Pero hay por lo menos una alusión muy clara a la parusía en la cual el apóstol habla de la esperada consumación.

LA MANIFESTACIÓN DE CRISTO SE APROXIMA

Col. 3:4. "Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados en él en gloria".
Aquí encontramos una clara alusión al mismo acontecimiento y al mismo período que en Rom. 8:19, es decir, "la manifestación de los hijos de Dios". En ambos pasajes, es evidente que esta manifestación se concibe como cercana. En realidad, en Rom. 8:18 se afirma expresamente que es así; la gloria está "a punto de ser revelada", mientras que aquí en Colosenses los discípulos son representados como "muertos", y esperando la vida y la gloria que recibirían a la revelación de Jesucristo, o sea, en la parusía. Es inconcebible que el apóstol pueda hablar en términos tales de un suceso lejano; su cercanía es, evidentemente, uno de los elementos de su exhortación de que debían "poner el corazón en las cosas de arriba, no en las de la tierra". ¿Hemos de suponer que todavía están en un estado de muerte, que su vida todavía está escondida? Pero su vida y su gloria están representadas como contingentes con la "manifestación de Jesucristo".

LA IRA VENIDERA

Col. 3:6. "Cosas [la idolatría, entre otras] por las cuales la ira de Dios viene".
La conclusión precedente (con respecto a la cercanía de la gloria venidera) está confirmada por la referencia del apóstol a la cercanía de la ira venidera. La cláusula "sobre los hijos de desobediencia" no se encuentra en algunos de los manuscritos más antiguos, y es omitida por Alford. Probablemente ha sido añadida de Efe. 5:6. Tomando el pasaje como está, hay algo muy sugestivo y enfático en su afirmación: "Viene la ira de Dios". Hay un contraste inconfundible entre "la gloria venidera del pueblo de Dios" y "la ira venidera" sobre sus enemigos. No menos clara es la alusión a la "ira venidera" profetizada por Juan el Bautista, y a la cual con tanta frecuencia se refieren nuestro Señor y sus apóstoles. Tanto la gloria como la ira están "a punto de ser reveladas"; coinciden con la parusía de Cristo, y las iglesias apostólicas estaban en constante expectación de la pronta manifestación de ambas.


Sección de Libros 2

Contenido | Prefacio | Introducción | 1-1 | 1-2 | 1- 3 | 1- 4 | 1- 5 | 1-6 |1-7 | Apéndice1 |

2-8 | 2-9 | 2-10 | 2-11 | 2-12 | 2-13 | 2-14 | 2-15 | 2-16 | 2-17 | 2-18|2-19|2-20|2-21|2-22|2-23|
Apéndice 2|3-24|
3-25|3-26|3-27|3-28|3-29|3-30|3-31|Conclusión|Apéndice 3|

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