CONVERSACIONES CON DIOS
LIBRO 2
CAPÍTULO 17
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Escucho tu desafío. Lo escucho. Por favor, dime
más acerca de la vida en este planeta a una escala mayor.
Dime cómo las naciones pueden llevarse bien con las
naciones de modo que ya no haya "más guerras".
Siempre habrá desacuerdos entre las naciones, porque el
desacuerdo es meramente una señal - y saludable - de
individualidad. Sin embargo, la resolución violenta de
desacuerdos es señal de una extraordinaria inmadurez.
No hay ninguna razón en el mundo por qué una resolución
violenta no pueda ser evitada, dada la disposición de las
naciones a evitarla.
Se pensaría que la enorme cuota de muertes y vidas
destruidas sería suficiente para producir esta
disposición, pero, entre las culturas primitivas como la
tuya, no es así.
Mientras ustedes crean que pueden ganar un argumento, lo
tendrán. Mientras crean que pueden ganar una guerra, la
librarán.
¿Cuál es la respuesta a
todo esto?
No tengo una respuesta, solo -
¡Lo sé, lo sé! Una
observación.
Sí. Observo ahora lo que he observado antes. Una respuesta
a corto plazo podría ser establecer lo que algunos han
llamado un gobierno de un solo mundo, con un tribunal de
un solo mundo para zanjar disputas (un tribunal cuyos
veredictos no puedan ser ignorados, como sucede con los
del Tribunal Mundial actual) y una fuerza pacificadora
para garantizar que ninguna nación - por poderosa o
influyente que sea - pueda jamás agredir a otra.
Pero entiende que todavía puede haber violencia en la
tierra. Puede que la fuerza pacificadora tenga que usar la
violencia para conseguir que alguien deje de hacerla. Como
hice notar en el Libro 1, el no detener a un déspota
fortalece a un déspota. Algunas veces, la única manera de
evitar una guerra es teniendo una guerra. ¡Algunas veces,
tienes que hacer lo que no quieres para asegurarte de que
no tengas que continuar haciéndolo! Esta aparente
contradicción es parte de la divina dicotomía, que dice
que, a veces, la única manera de ser algo finalmente - en
este caso, "pacífico" - puede ser, al principio, no serlo!
En otras palabras, a menudo, la única manera de conocerte
a ti mismo como El Que Es es experimentarte a ti mismo
como El Que No Es.
Es una verdad observable que el poder en tu mundo ya no
reposa desproporcionalmente en ninguna nación individual,
sino que tiene que descansar en las manos del grupo total
de naciones que existen en este planeta. Solo de esta
manera puede el mundo estar finalmente en paz, descansando
en el seguro conocimiento de que ningún déspota - sin
importar cuán grande ni cuán poderosa sea su nación
individual - pueda infringir o infrinja nuevamente sobre
los territorios de otra nación, ni amenace sus libertades.
Las naciones más pequeñas ya no necesitan depender de la
buena voluntad de las naciones más grandes, teniendo
aquellas a menudo que hacer tratos con sus propios
recursos y ofrecer sus tierras de primera calidad para
bases militares extranjeras para ganarse esos mismos
recursos. Bajo este nuevo sistema, la seguridad de las
naciones más pequeñas estará garantizada, no por aquellos
cuya espalda ellas rascan, sino por los que los respaldan
a ellos.
Todas las 160 naciones se levantarían si una sola fuera
invadida. Todas las 160 naciones dirían ¡No! si una de
ellas fuera violada o amenazada en alguna manera.
De manera similar, las naciones ya no serían amenazadas
económicamente, chantajeadas por sus socios comerciantes
de mayor tamaño para que tomaran ciertos cursos de acción,
ni requeridas para que obedecieran ciertas "directrices"
para que pudieran recibir ayuda extranjera, ni ordenadas
que obedecieran ciertas maneras para calificar para poder
recibir una sencilla asistencia humanitaria.
Pero algunos entre ustedes argumentarían que un sistema
como ése, de gobernabilidad global, erosionaría la
independencia y la grandeza de las naciones individuales.
La verdad es que la aumentaría - y eso es precisamente lo
que temen las naciones mayores, cuya independencia es
garantizada por el poder, no por la ley y la justicia.
Entonces solo la nación más grande se saldría con la suya
siempre y automáticamente, sino que las consideraciones de
todas las naciones tendrían que ser oídas por igual. Y ya
las naciones más grandes no podrían controlar y acumular
la mayoría de los recursos mundiales, sino que se les
requeriría que los compartieran más equitativamente, que
los hicieran más accesibles y con mayor prontitud, y
proveer los beneficios de ellos más uniformemente para
todo el pueblo del mundo.
Un gobierno mundial emparejaría el campo de juego - y esta
idea, aunque llega hasta la médula del debate con respecto
a la dignidad humana básica, es anatema para los que
"tienen", los que quieren que los que "no tienen" busquen
su propia fortuna - ignorando, por supuesto, el hecho de
que los que "tienen" controlan todo lo que otros
buscarían.
Pero parece que aquí
estamos hablando de redistribución de la riqueza.
¿Cómo podemos conservar el incentivo de los que
quieren más y están dispuestos a trabajar por ello, si
saben que tienen que compartirlo con aquellos a los
que no les importa trabajar así de duro?
Primero, no es meramente una cuestión de los que quieren
"trabajar duro" y los que no. Esa es una manera simplista
de presentar el argumento (construido por lo general de
esa manera por "los que tienen"). Más a menudo, es una
cuestión de oportunidad más que de disposición. Así que el
primer trabajo y lo primero en la restructuración del
orden social es asegurarse de que cada persona y cada
nación tenga oportunidades iguales.
Eso no puede suceder nunca si los que actualmente poseen y
controlan la gran masa de la riqueza mundial y de los
recursos mundiales se aferran con fuerza a ese control.
Sí. Mencioné a México, y sin querer meterme en "golpear a
las naciones", creo que este país ofrece un excelente
ejemplo de eso. Un puñado de ricas y poderosas familias
controla la riqueza y los recursos de toda esa nación y,
durante 40 años, han tenido "elecciones" en esta así
llamada democracia occidental, elecciones que son una
farsa porque las mismas familias han controlado el mismo
partido político por décadas, asegurando virtualmente que
no hay ninguna oposición seria. ¿Resultado? "Los ricos se
vuelven más ricos y los pobres, más pobres".
Si los salarios saltaran de $1.75 por hora a uno
gigantesco de $3.15 por hora, los ricos señalarían cuánto
han hecho por los pobres al proveer empleos y
oportunidades para el progreso de la economía. Pero los
únicos que hacen avances cuánticos son los ricos - los
industriales y los propietarios de negocios que venden sus
mercaderías en el mercado nacional y mundial con ganancias
exorbitantes, dado el bajo costo de la mano de obra.
Los ricos de los Estados Unidos saben que esto es verdad -
y ésta es la razón de que muchos de los ricos y poderosos
de los Estados Unidos están reconstruyendo sus plantas y
fábricas en México y otros países extranjeros, donde los
salarios de la mano de obra esclava son considerados una
gran oportunidad para los campesinos. Mientras tanto,
estos obreros laboran en condiciones insalubres y
completamente inseguras, pero el gobierno local -
controlado por los mismos pocos que cosechan las ganancias
de estas arriesgadas empresas - impone pocas leyes. Los
estándares de salud y seguridad, así como de protección
ambiental, son casi inexistentes en los lugares de
trabajo.
Las personas no están siendo protegidas, como tampoco lo
es la tierra, en la cual se les está pidiendo que vivan en
sus chozas de papel al lado de arroyos, en los cuales
lavan su ropa y a veces defecan - porque la plomería de
puertas adentro tampoco es ninguna de sus dignidades.
Lo que es creado por una crasa indiferencia como ésta
hacia las masas es una población que no puede darse el
lujo de tener los mismos productos que está fabricando.
Pero a los ricos dueños de las fábricas no les importa.
Ellos pueden exportar sus mercaderías a otros países donde
hay gente que sí puede.
Pero yo creo que, tarde o temprano, esta espiral se
volverá sobre sí misma - con devastadoras consecuencias.
No solo en México, sino también dondequiera que los seres
humanos son explotados.
Las revoluciones y las guerras civiles son inevitables,
como lo son las guerras entre naciones, mientras "los que
tienen" continúen explotando a "los que no tienen" con el
pretexto de proveer oportunidades.
Aferrarse a las riquezas y
a los recursos se ha institucionalizado hasta el punto
de que casi parece aceptable hasta para algunos
imparciales y honestos, que lo ven simplemente como
economía de mercado
abierto.
Pero solo el poder en manos de naciones e individuos ricos
en el mundo hace posible esa ilusión de imparcialidad y
honestidad. La verdad es que no es imparcial para la gran
mayoría de la población del mundo y de las naciones, que
no se atreven ni siquiera a intentar lograr lo que los
poderosos han obtenido.
El sistema de gobierno descrito aquí quitaría
drásticamente el equilibrio de poder de las manos de los
ricos en recursos y lo pondría en las manos de los pobres
en poder, obligando a que los recursos mismos sean
compartidos equitativamente.
Eso es lo que temen los
poderosos.
Sí. Así que la solución a corto plazo para que muera el
tormento del mundo puede que sea una nueva estructura
social - un gobierno mundial nuevo. Ha habido entre
ustedes líderes lo bastante perspicaces y valerosos como
para proponer el comienzo de un nuevo orden mundial. El
George Bush de ustedes, al que la historia considerará
como un hombre de mucha mayor sabiduría, visión,
compasión, y valor de lo que la sociedad contemporánea
está dispuesta a reconocer o puede reconocer, fue un líder
así. También lo fue el presidente soviético Mikhail
Gorbachev, el primer jefe de estado comunista en ganar el
Premio Nóbel de la Paz, un hombre que propuso enormes
cambios políticos y que casi terminó lo que ustedes llaman
la Guerra Fría. También lo fue el presidente Carter de
ustedes, que hizo que el Mr. Begin de ustedes y Mr. Sadat
llegaran a acuerdos a los que nadie más había soñado
llegar y quien, después de su presidencia, impidió, una y
otra vez, que el mundo llegara a una confrontación
violenta por medio de la simple afirmación de una verdad
simple: El punto de vista de nadie es menos digno de ser
escuchado que el de otro. Ningún ser humano es menos digno
que otro.
Es interesante que estos valerosos líderes, cada uno de
los cuales sacó al mundo del borde de la guerra en su
propia época, y cada uno de los cuales se adhirió a y
propuso movimientos a gran escala en dirección opuesta a
la de la estructura política prevaleciente, cada uno de
los cuales sirvió solo un período, quitado de su puesto
como lo fue por la mismísima gente a la que trataba de
elevar. Increíblemente populares en todo el mundo, fueron
rechazados completamente en su propio país. Se dice que un
hombre carece de honor en su propia casa. En el caso de
estos hombres, es porque su visión estaba a millas de
distancia adelante de su pueblo, que solo podía ver
cuestiones limitadas y locales, y no se imaginaba nada
excepto pérdidas procedentes de estas visiones mayores.
Así, pues, también, cada líder que se ha atrevido a dar un
paso adelante e invocar el fin de la opresión ejercida por
los poderosos ha sido desalentado y deshonrado.
Así será siempre, hasta que una solución a largo plazo,
que no sea política, sea puesta en su lugar. Esa solución
a largo plazo - y la única verdadera - es un Nuevo
Conocimiento y una Nueva Conciencia. Un conocimiento de la
unidad y una conciencia de amor.
Para que el incentivo tenga éxito, para sacarle lo máximo
a la vida de uno, no debe haber ninguna recompensa ni
económica ni materialista. Está fuera de lugar aquí. Esta
prioridad fuera de lugar es lo que ha creado todos los
problemas que hemos discutido aquí.
Cuando el incentivo para la grandeza no es económico -
cuando la seguridad económica y las necesidades materiales
básicas están garantizadas para todos - entonces el
incentivo no desaparecerá, sino que será de una clase
diferente, aumentando en fuerza y decisión, produciendo la
verdadera grandeza, no la clase de "grandeza" transparente
y transitoria que los actuales incentivos producen.
Pero, ¿por qué vivir una
vida mejor, crear una vida mejor para nuestros hijos,
no es un buen incentivo?
"Vivir una vida mejor" es un incentivo apropiado. Crear
una "vida mejor" para tus hijos es un buen incentivo. Pero
la pregunta es: ¿En qué consiste una "vida mejor"?
¿Cómo se define "mejor"? ¿Cómo se define la "vida"?
Si se define "mejor" como más grande de tamaño, mejor, más
dinero, poder, sexo, y cosas (casas, autos, ropa,
colecciones de CD - lo que sea) ... y se define la "vida"
como el período que transcurre entre el nacimiento y la
muerte en esta existencia actual, entonces no se está
haciendo nada para escapar de la trampa que ha creado la
situación difícil en este planeta.
Pero, si se define "mejor" como una mayor experiencia y
una mayor expresión de tu mayor estado del ser, y "vida"
como un proceso eterno, continuo, interminable del ser,
puede que todavía encuentres tu camino.
Una "mejor vida" no es creada por la acumulación de cosas.
La mayoría de ustedes saben eso, todos ustedes dicen que
lo entienden, pero sus vidas - y las decisiones que toman
y que gobiernan sus vidas - tienen tanto que ver con
"cosas" como cualquier otra cosa, y generalmente más.
Tú luchas para tener cosas, trabajas para tener cosas, y
cuando obtienes algunas de las cosas que quieres, nunca
las sueltas. El incentivo de la mayoría parte de la
humanidad es obtener, adquirir, obtener cosas. Aquellos a
los que no les importan las cosas las dejan ir fácilmente.
Porque tu actual incentivo para la grandeza tiene que ver
con la acumulación de todo lo que el mundo tiene que
ofrecer, todo lo del mundo está en variadas etapas de
lucha. Enormes porciones de la población todavía están
luchando para obtener la simple supervivencia. Cada día
está lleno de ansiosos momentos, medidas desesperadas. La
mente está ocupada con preguntas básicas, vitales. ¿Habrá
suficiente alimento? ¿Hay refugios disponibles? ¿Estaremos
tibios? Enormes números de personas todavía están
preocupados con estas cuestiones diariamente. Millares
mueren cada mes por falta de alimento solamente.
Números más pequeños de personas pueden depender
razonablemente de lo básico para sobrevivir en sus vidas,
pero luchan para proveer algo más - una pequeña porción de
seguridad, un hogar modesto pero decente, un mejor mañana.
Trabajan duro, se preocupan de cómo y si alguna vez podrán
"salir adelante". La mente se preocupa con preguntas
urgentes y aprensivas.
Con mucho, un número más pequeño de personas tiene todo lo
que podría pedir - de hecho, todo lo que los otros dos
grupos están pidiendo - pero, de manera interesante,
muchos en este último grupo todavía están pidiendo más.
Sus mentes están ocupadas en aferrarse a todo lo que han
adquirido y en aumentar sus posesiones. Ahora, además de
estos tres grupos, hay un cuarto. Es el grupo más pequeño
de todos. En realidad, es pequeñito.
Este grupo se ha despojado de la necesidad de cosas
materiales. Se preocupa de la verdad espiritual, la
realidad espiritual, y la experiencia espiritual.
Las personas en este grupo ven la vida como un encuentro
espiritual - un viaje del alma. Responden a todos los
eventos humanos dentro de ese contexto. Consideran todas
las experiencias humanas dentro de ese paradigma. Su lucha
tiene que ver con la búsqueda de Dios, el cumplimiento de
la personalidad, la expresión de la verdad.
A medida que evolucionan, esta lucha se convierte, no en
una lucha en absoluto, sino en un proceso. Es un proceso
de la definición de la personalidad (no el
auto-descubrimiento), del crecimiento (no del
aprendizaje), del ser (no del hacer).
La razón para la búsqueda, el esfuerzo, la investigación,
el alargamiento, y el tener éxito se vuelve completamente
diferente. La razón para hacer cualquier cosa cambia, y
con ello el hacedor también cambia. La razón se convierte
en el proceso, y el hacedor se convierte en el que es.
Mientras que, antes, la razón para alcanzar, esforzarse, o
trabajar duro toda una vida era proporcionar cosas
mundanas, ahora la razón es experimentar cosas
celestiales. Mientras que, antes, los cuidados eran
mayormente los del cuerpo, ahora los cuidados son
mayormente los del alma.
Todo se ha movido, todo ha cambiado de lugar. El propósito
de la vida ha cambiado, y también lo ha hecho la vida
misma. El "incentivo para la grandeza" ha cambiado, y con
ello, la necesidad de codiciar, adquirir, proteger, y
aumentar las posesiones mundanas ha desaparecido.
La grandeza ya no será será medida por cuánto se ha
acumulado. Los recursos del mundo serán vistos
correctamente como pertenecientes a todos los habitantes
del mundo. En un mundo bendecido con abundancia suficiente
para satisfacer las necesidades básicas de todos, las
necesidades básicas de todos serán satisfechas.
Todo el mundo lo querrá de esa manera. Ya no habrá
necesidad de someter a nadie a impuestos involuntarios.
Todos enviarán voluntariamente el 10 por ciento de su
cosecha y su abundancia a programas que sustentan a
aquéllos cuya cosecha es menor. Ya no será posible que
millares permanezcan de pie mirando cómo millares de otros
mueren de hambre - no por falta de alimento, sino por
falta de la suficiente voluntad humana para crear un
sencillo mecanismo político por medio del cual la gente
pueda conseguir el alimento.
Tales obscenidades morales - que ahora son comunes en tu
sociedad primitiva - serán borradas para siempre el día
que cambien su incentivo para la grandeza y su definición
de ella. El nuevo incentivo de ustedes: Convertirse en lo
que yo quise que ustedes fuesen - la representación física
de la Deidad misma.
Cuando ustedes elijan ser los que realmente son - Dios
manifestado - nunca más volverán actuarán de una manera
impía. Ya no tendrán que exhibir en las defensas de sus
autos etiquetas que digan:
DIOS ME GUARDE
DE LOS QUE VIENEN DETRÁS DE TI
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