CONVERSACIONES CON DIOS

LIBRO 2

CAPÍTULO 13
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¿Cómo puedo comenzar?

Sé una luz para el mundo, y no le hagas daño. Trata de construir, no de destruir.

Trae a mi pueblo a su hogar.

¿Cómo?

Por medio de tu brillante ejemplo. Busca sólo la santidad. Habla sólo con verdad. Actúa sólo con amor.

Vive la ley del amor, ahora y para siempre. Da todo, no requieras nada.

Evita lo mundano.

No aceptes lo inaceptable. Enseña a todos los que buscan a aprender de mí.

Haz de cada momento de tu vida un derramamiento de amor.

Usa cada momento para tener el pensamiento más elevado, decir la palabra más elevada, llevar a cabo la obra más elevada. En esto, glorifica a tu Santa Identidad, y así, glorifícame a mí.

Trae paz a la tierra al llevar paz a todos aquellos cuyas vidas tocas.

Sé la paz.

Siente y expresa en todo momento tu Divina Conexión con el Todo, y con cada persona, lugar y cosa.

Abraza cada circunstancia, haz tuya cada falta, comparte cada gozo, contempla cada misterio, anda en los zapatos de cada hombre, perdona cada ofensa (incluyendo las tuyas), sana cada corazón, haz honor a la verdad de cada persona, adora el Dios de cada persona, protege los derechos de cada persona, preserva la dignidad de cada persona, promueve los intereses de cada persona, provee para las necesidades de cada persona, presume la santidad de cada persona, presenta los más grandes dones de cada persona, produce la bendición de toda persona, y pronuncia como seguro el futuro de toda persona en el garantizado amor de Dios.

Sé ejemplo viviente y que respira de la Verdad Más Elevada que reside dentro de ti.

Habla humildemente de ti mismo, no sea que alguien confunda tu Verdad más Elevada con jactancia.

Habla con suavidad, no sea que alguien piense que estás meramente llamando la atención.

Habla amablemente, para que todos puedan conocer el amor.

Habla abiertamente, no sea que cualquiera piense que tienes algo que ocultar.

Habla cándidamente para que no puedas ser malentendido.

Habla a menudo, para que tu palabra pueda difundirse realmente.


Habla respetuosamente, para que nadie sea deshonrado.

Habla amorosamente, para que cada sílaba pueda sanar.

Habla de mí cada vez que digas algo.

Haz de tu vida un regalo. ¡Recuérdalo siempre, eres el regalo!

Sé un regalo para todo el que entra en tu vida, y para todo aquél en cuya vida tú entras. Ten cuidado de no entrar en la vida de otro si no puedes ser un don.

(Siempre puedes ser un don, porque siempre eres el don - pero, algunas veces, no te permites a ti mismo saberlo). Cuando alguien entra en tu vida inesperadamente, busca el regalo que esa persona ha venido a recibir de ti.

Qué extraordinaria manera de decirlo.

¿Por qué más crees que una persona ha venido a ti?

Te digo esto. Toda persona que alguna vez ha venido a ti ha venido a recibir un regalo de ti. Al hacerlo, te entrega un regalo - el regalo de experimentar y cumplir quien tú eres.

Cuando veas esta simple verdad, cuando la entiendas, verás la mayor verdad de todas:

NO TE HE ENVIADO

NADA SINO ÁNGELES.   
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