Esta es la
parte más controversial de la historia porque, desde este
punto en adelante, la controversia no es sólo con
fundamentalistas religiosos sino totambién con
investigadores críticos. Además, es necesario contar la
historia de este error porque jugó un papel en llegar a lo
que yo creo es la solución. Aunque parezca raro, a veces
es necesario pasar por un error para llegar a un
descubrimiento. O para ponerlo más en términos del respeto
que siento por los grandes eruditos bíblicos del pasado:
Aunque creamos que vemos más lejos que nuestros
predecesores, debemos recordar que es sólo porque estamos
sentados en los hombros de ellos.
Todo el
tiempo, la pregunta central y más controvertida en esta
búsqueda ha sido cuándo se escribió P, la fuente
sacerdotal. Se ha aceptado generalmente que J y E
procedían del período primitivo - los días de los dos
reinos, Judá e Israel. Y se ha aceptado aun más
universalmente que D procedía principalmente del período
intermedio, la época de Josías. Pero hallar al escritor
(¿o a los escritores?) de las leyes y las historias de P
ha demostrado ser la tarea más difícil.
P es la
fuente mayor, aproximadamente del tamaño de las otras tres
fuentes juntas. Incluye la historia de la creación en el
primer capítulo de la Biblia. Incluye la versión cósmica
del relato del diluvio, la versión en que se abren las
ventanas de los cielos y las fuentes del abismo para
inundar el mundo. Tiene las historias de Abraham, Jacob,
el éxodo, y el viaje por el desierto, la mayor parte de las
cuales son dobletes de historias en J y E. (Las
diferencias son extraordinarias, pero veremos más de eso
más adelante). Y contiene un tremendo cuerpo de leyes, que
abarca como treinta capítulos de Éxodo y Números y todo el
libro de Levítico. Así que esta no es una cuestión de poca
monta. Expresado simplemente, la búsqueda del escritor de
la mayoría de los cinco libros de Moisés comienza con un
error.
EL ERROR
Comenzó en
una conferencia en Estrasburgo en 1833. El profesor Eduard
Reuss les dijo a sus estudiantes que los profetas bíblicos
no se refieren a la ley sacerdotal (P). Los profetas no
citan a P, y ni siquiera dan la impresión de que están
familiarizados con ella. Concluyó que la ley vino después de los
profetas. P se escribió cuando los profetas ya no
profetizaban; en otras palabras, en los días del segundo
templo.
La ley vino después de los
profetas. Ése fue el primer paso del error.
De hecho,
Reuss temió expresar por escrito sus puntos de vista
críticos en ese tiempo. Esperó cuarenta y seis años antes
de publicar una larga obra sobre el tema, en 1879, pero,
para entonces, uno de sus propios estudiantes ya había
desarrollado y publicado la idea por su propia cuenta.
El
estudiante, Karl Graf, estaba convencido de los argumentos
de su maestro, y en sus propias investigaciones las
desarrolló aun más. Para ese tiempo, los eruditos ya
habían concluido que D procedía de la época de Josías, y
Graf aceptó eso como punto de partida. Luego, escudriñó
secciones de J, E, y P para ver cuáles vinieron antes de D
y cuáles vinieron después. Llegó a la conclusión de que J
y E fueron escritas antes que D, lo cual, como sabemos,
vino a ser el punto de vista general hasta la actualidad.
Pero, siguiendo a su maestro Reuss, Graf dijo que el gran
cuerpo de leyes de P fue escrito después de D, tarde en el
mundo bíblico, en los días del segundo templo. Graf estaba
sugiriendo un panorama completamente nuevo de la historia
del Israel bíblico, en el cual el detallado sistema legal
y ritual y la centralidad de los sacerdotes y el templo en
la vida del pueblo eran desarrollos del fin del período
bíblico, no de su comienzo.
Había un
problema particularmente grave con esta idea de que la
persona que escrbió (o las personas que escribieron) P
procedían de la comunidad post-exílica. Es verdad que era
una época en que los sacerdotes estaban encargados y era
un tiempo de centralización de la religión alrededor del
templo. Pero la pregunta era: Si P fue escrita por alguien
del tiempo de la centralidad del templo, ¿por qué no se
menciona el templo ni una sola vez en P? Yahvé nunca
ordena a Moisés que le diga al pueblo que construya un
templo cuando lleguen al territorio. No hay ninguna ley
que cuyo cumplimiento requiera la presencia de un templo.
Sacerdotes, sí. Un arca, un altar, querubines, Urim y
Tumim, y otros instrumentos sagrados, sí. Peor ni una sola
referencia a un templo. La solución de Graf para el
problema del templo faltante era crítica para su análisis.
Arguyó que el templo sí
se mencionó en P, muchas veces, pero de manera disfrazada.
No se llamaba templo, sino tabernáculo.
El
tabernáculo es la carpa que Moisés erige en el desierto
para alojar el arca. En la fuente E se lo menciona sólo
tres veces. En J y D, no se lo menciona en absoluto. Por
otra parte, P lo menciona más de doscientas veces. P da
información detallada sobre sus materiales, su
construcción y las leyes relacionadas con él. Figura
regularmente en las historias de P. En P, todas las
asambleas del pueblo tienen lugar en el tabernáculo.
Simplemente, el tabernáculo es esencial para P.
De acuerdo
con Graf (y otros después), el tabernáculo nunca existió.
Graf concluyó que el tabernáculo era una ficción,
concebida por alguien que vivió en los días del segundo
templo. El escritor de este segundo templo quería
establecer un código de leyes que figurara en los
intereses de los sacerdotes del templo de aquella época.
Para dar a tales leyes un aspecto de antigüedad, y por
ende autoridad, este escritor quería afirmar que ésta era
la Torá que Dios
había dado a Moisés en el monte Sinaí. Para abreviar, era
otro caso de "fraude piadoso".
Pero esto
presentaba un problema.¿Cómo podía este escritor componer
una historia en que Dios da a Moisés leyes acerca de un
templo cuando ningún templo fue construido en realidad
sino más de doscientos años después de que Moisés había
muerto? Para hacer que cualquier persona creyera que las
leyes sacerdotales habían salido de la pluma de Moisés, el
escritor del segundo templo tenía que inventar algún
dispositivo que conectara la era de Moisés con la era de
los templos. El tabernáculo era ese dispositivo.
Así, pues,
según este escritor, Moisés construyó el tabernáculo y dio
las leyes concernientes a él. Luego, después de la época
de Moisés, el tabernáculo siguió sirviendo como el altar
central del pueblo hasta que el templo se construyó como su sucesor.
Luego, el arca fue transferida del tabernáculo al templo,
y las leyes que requerían la presencia del tabernáculo
ahora requerían la presencia de un templo en su lugar. El
tabernáculo sacerdotal era, pues, una ficción legal creada
por el autor postexílico (o autores) de P para sustentar
el templo reconstruido y el sacerdocio reestablecido en la
Jerusalén de su tiempo.
Uno de los
argumentos presentados en favor de esta idea era que el
tabernáculo, tal como está descrito en el libro de Éxodo
(capítulo 26), era demasiado grande para que los
israelitas lo hubiesen transportado realmente a través del
desierto durante sus cuarenta años de peregrinación allí
con Moisés. Un segundo argumento procedía de comparar las
medidas del tabernáculo con las del templo. Los eruditos
establecieron que, según Éxodo 26, el tabernáculo tenía
treinta codos de largo y diez codos de ancho. De acuerdo
con 1 Reyes 6, el templo tenía sesenta codos de largo y
veinte codos de ancho. Así, pues, las dos estructuras
tenían las mismas proporciones, teniendo el tabernáculo la
mitad de la longitud y la mitad de la anchura del templo.
Así, pues, los investigadores consideraban al tabernáculo
como una miniatura ficticia del templo.
El tabernáculo era ficticio,
un símbolo del segundo templo. Ese fue el segundo
paso del error.
Y luego
llegó Wellhausen. Lo que Freud fue para la psicología o
Weber fue para la sociología, Julius Wellhausen sobresale
por ser la figura dominante para la moderna erudición
bíblica. Mucho de lo que Wellhausen dijo procedía de los
que lo precedieron. Tomó y usó conclusiones de Graf, de De
Wette y otros. Su propia contribución no constituye tanto
un comienzo como una culminación. Armó todas las piezas,
junto con sus propias investigaciones y sus propios
argumentos, hasta formar una síntesis clara y organizada.
Sus libros fueron extremadamente influyentes. En Europa e
Inglaterra, gente que no había aceptado la investigación
crítica acerca de quién escribió la Biblia comenzaba a ser
persuadida. La reputación de Wellhausen era tremenda. En
realidad, renunció a su puesto académico en Greiswald en
parte a causa del impacto que estaba teniendo en sus
estudiantes. En su carta de renuncia, dijo:
Me hice teólogo porque me interesaba el tratamiento científico de la Biblia; sólo he llegado a entender gradualmente que, de la misma manera, un profesor de teología tiene la tarea práctica de preparar estudiantes para el servicio en la Iglesia Evangélica, y que yo no estaba cumpliendo esta tarea práctica sino más bien, a pesar de todas las reservas de mi parte, estaba incapacitando a mis oyentes para su oficio.1
¿Qué estaba
diciendo que era tan poderoso? Identificó las fuentes, J,
E, y P, y preparó un nítido esquema de la historia del
mundo bíblico en el cual cada uno encontró su lugar. Y ese
esquema culminó en las leyes y las historias de P.
Una vez que
Wellhausen aceptó el esquema de Reuss de que la ley vino
después de los profetas, y aceptó la afirmación de Graf de
que el tabernáculo no era nada más que un símbolo del
templo, el escenario quedó preparado. Wellhausen llevó el
caso un paso más adelante. Para él, el tabernáculo era la
clave de todo el enigma. La historia de la centralización
de la religión alrededor del tabernáculo (quiere decir
alrededor del templo) era la clave de la historia de los
escritores:
En las
historias y las leyes de J y E, no había ninguna idea de
centralización. ¿Por qué? Porque fueron escritas en los
primeros días de Israel, cuando cualquier persona podía
ofrecer sacrificios donde quisiera.
En D, la
centralización se exigía estrictamente: "Sólo deben
sacrificar en el lugar que Yahvé ha escogido para poner
allí su nombre". ¿Por qué? Porque fue desde el tiempo del
rey Josías, una época en que la centralizaciónse introdujo
por primera vez y requería una firme insistencia.
En P, decía
Wellhausen, la centralización no se exigía. Se suponía. Una y otra
vez en las leyes y las historias de P, simplemente se
sobreentendía que sólo había un lugar en la tierra en que
se podía sacrificar, y que ese lugar era el tabernáculo
(queriendo decir el templo). ¿Por qué? Porque procedía de
la época del segundo templo, una época en que era un hecho
aceptado que se suponía que la gente sacrificaba sólo en
el templo.
Las leyes y las historias de P daban por sentada la
centralización. Ése fue el tercer paso del error.
Por
supuesto, había otros argumentos a favor de esto. En la
lista de P de las diferentes clases de sacrificios, había
uno llamado "ofrenda por el pecado" y otro llamado
"ofrenda por la culpa". No se mencionan tales sacrificios
en J, E, ni D. Wellhausen razonó que era sólo lógico que
el sacrificio por el pecado y el sacrificio por la culpa
hubiesen sido instituidos después de la experiencia en el
exilio. Fue entonces cuando el pueblo se sintió culpable,
creyendo que la destrucción y el exilio eran el castigo
por sus propios pecados. Así que esta era otra evidencia
de que alguien escribió P en la época del segundo templo.
Además, en
la lista de días festivos de P hay uno que ha venido a
conocerse como el año nuevo de otoño, seguido por un día
de expiación diez días más tarde. Estos días festivos
tampoco son mencionados en J, E, ni D; y estos dos días
festivos extras también involucran expiación por el
pecado. Wellhausen argüía que esto también reflejaba los
días en que Judá se sintió culpable después de la
destrucción y el exilio.
Había una
pieza de evidencia más para buscar al escritor de P en los
días del segundo templo. Esa evidencia era el libro del
profeta Ezequiel. Como el profeta Jeremías, Ezequiel era
sacerdote. A diferencia de Jeremías, Ezequiel era un
sacerdote aarónida.
Como Jeremías, Ezequiel marchó al exilio. A diferencia de
Jeremías, Ezequiel estuvo exiliado en Babilonia. Allí
produjo su libro. Ese libro, el libro de Ezequiel, está
escrito en un estilo y un lenguaje notablemente similares
a los de P. Se parece casi tanto a P como Jeremías se
parece a D; hay pasajes enteros en Ezequiel que son
similares a P, casi palabra por palabra.
Para
Wellhausen, un pasaje de Ezequiel era particularmente
importante. Ezequiel declara que, en el futuro, sólo
ciertos levitas podrían ser sacerdotes. Todos los demás
quedarían descalificados para el sacerdocio a causa de sus
pasadas transgresiones. Los únicos levitas que podrían
actuar como sacerdotes serían los descendientes de Sadoc.2
Sadoc era el sacerdote aarónida
de David. Y así, según Ezequiel, sólo los sacerdotes
aarónidas son legítimos. Todos los demás están excluidos.
Y éste, dice
Wellhausen, es justamente el punto de vista de P. Está
bastante claro en P que sólo los aarónidas son sacerdotes.
Varias historias P (que contaré más abajo) y muchas leyes
P dejan este punto claro como el agua. Simplemente, P no
reconoce a los descendientes de Moisés ni a nadie más como
sacerdotes legítimos. Wellhausen concluyó que P se
escribió en los días del segundo templo, cuando los
sacerdotes aarónidas llegaron al poder. Tomaron como
inspiración la profecía de Ezequiel, y de una vez por
todas, terminó la competencia entre las familias
sacerdotales. Los aarónidas habían ganado, y uno de ellos
escribió una "Torá
de Moisés" que reflejaba su victoria.
La
descripción de Wellhausen era muy atractiva. Ubicaba una
fuente sacerdotal en un período sacerdotal. Identificaba
los sacrificios por la culpa y los dias festivos de
expiación en un período de culpa y expiación. Ubicaba las
ideas de Ezequiel en el período que siguió inmediatamente
después de Ezequiel. Explicaba la concentración en el
tabernáculo en P en términos del período de concentración
en el templo. Era lógico, coherente, persuasivo - y
erróneo.
¿QUÉ ES ERRÓNEO EN ESTA
DESCRIPCIÓN?
Simplemente,
Reuss estaba errado. Los profetas sí citan a P. Jeremías
alude a esto con bastante claridad. La famosa apertura del
relato de P en el primer capítulo de la Biblia es:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía ... Y dijo Dios: Sea la luz.3
En una de
las profecías de Jeremías, se refiere a un tiempo venidero
de destrucción. Habla poéticamente de un tiempo en que la
naturaleza quedaría patas arriba, en completo desorden.
Comienza con estas palabras.
Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz.4
Los dos son
demasiado similares para que sean coincidencia. Y parece
apenas probable que la historia de P sobre la creación del
universo esté basada en un renglón tomado de una profecía
de Jeremías sobre destrucción. Más bien, es Jeremías quien
está desmantelando dramáticamente la descripción que se
halla en P.
En realidad,
Jeremías parece disfrutar de estas reversiones del
lenguaje de P. Varias veces, P usa la expresión
"Fructificad y multiplicaos",5
y P hace énfasis en el arca, que el tabernáculo aloja.6
Pero Jeremías profetiza:
Y acontecerá que cuando os multipliquéis y
crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se
dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al
pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la echarán de
menos, ni se hará otra.7
Recordemos
que Jeremías es de los sacerdotes de Silo, que nos
trajeron E, la fuente que nunca menciona el arca, y D, la
fuente que la menciona rara vez (sólo en los capítulos 10
y 31). Entonces, no es sorprendente hallar a Jeremías
evitando el arca en un lance del lenguaje del propio P.
En Levítico,
P comienza con siete capítulos completos de reglas para
los sacrificios. Detalla clases de sacrificios, dice
cuáles animales se deben sacrificar, y cuando y cómo
sacrificarlos. Concluye:
Esta es la ley del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado, del sacrificio por la culpa, de las consagraciones y del sacrificio de paz, la cual mandó Jehová a Moisés en el monte Sinaí, el día que mandó a los hijos de Israel que ofreciesen sus ofrendas a Jehová, en el desierto de Sinaí.8
Pero
Jeremías dice:
Porque no hablé yo con vuestros padres ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto.9
¿Por qué es
Jeremías hostil hacia P? Permítaseme ir a ese punto más
tarde. Por ahora, lo importante es que conoce a P.
Jeremías no
es el único profeta que conoce a P. Ezequiel lo conoce, lo
cita, y basa profecías en él. Tomemos por ejemplo a
Ezequiel 5 y 6. En estos capítulos, Ezequiel acusa a su
pueblo por no guardar el pacto con Dios. Entre los
eruditos bíblicos, esta especie de profecía se conoce como
"demanda del pacto". El profeta actúa como fiscal en una
corte divina, acusando al pueblo de haber quebrantado el
contrato con Dios. En el caso de Ezequiel 5 y 6, el
contrato en cuestión es un capítulo en P (Levítico 26).
Allím el registro de P del pacto entre Dios e Israel da
una lista de bendiciones y maldiciones. Dice que las
bendiciones vendrían:
Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra.10
Y que las
maldiciones vendrían:
Si desdeñáreis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos.11
Esas son las
palabras del pacto. Las palabras de la acusación en la
demand de pacto de Ezequiel son:
No habéis andado en mis mandamientos, ni
habéis guardado mis leyes.12
La maldición del
pacto en P dice:
Y comeréis la carne de vuestros hijos, y
comeréis la carne de vuestras hijas.13
La demanda
de pacto en Ezequiel incluye el juicio:
Los padres comerán a los hijos en medio de
ti.14
Las
maldiciones del pacto en P dicen:
Enviaré también contra vosotros bestias
fieras que os despojen ... Traeré sobre vosotros espada
vengadora ... enviaré pestilencia entre vosotros.15
La demanda
del pacto en Ezequiel incluye el juicio:
Enviaré, pues, sobre vosotros hambre, y bestias feroces que te destruyan; y pestilencia y sangre pasarán en medio de ti, y enviaré sobre ti espada.16
Y así
sucesivamente. Las acusaciones de Ezequiel contra el
pueblo parecen estar basadas casi palabra por palabra en
las palabras del texto deP - que es exactamente lo que uno
esperaría que hiciera una demanda de pacto. Pero los
investigadores que seguían a Reuss, Graff y Welhausen
concluyeron que P fue escrito después de Ezequiel. ¿Cómo podrían ellos
explicar el hecho de que esto significaba que un contrato
tenía que basarse en la demanda
de ese contrato? La mayoría dijo que esta porción
particular de P (Levítico 26) debe haber sido escrita
antes que el resto de P.
Pero
Ezequiel cita otras porciones de P también, notablemente
la versión P de la historia del éxodo de Egipto. En la
historia P, Dios le dice a Moisés:
Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, Isaac y Jacob; y yo os la daré por heredad.17
En Ezequiel,
Dios le dice a Ezequiel:
Yo los traje a la tierra por la cual alcé mi mano jurando que habia de dársela.18
Hay otros
numerosos paralelos de redacción entre la historia del
éxodo en P y la revisión de la historia por Ezequiel..19
Parece que la fuente de Ezequiel para el suceso del éxodo
es P. Pero, nuevamente, los investigadores desde Reuss,
Graf, y Wellhausen concluyeron que P fue escrito después de Ezequiel.
¿Cómo pueden ellos explicar e hecho de que esto
significaba que contar
la historia en P tenía que estar basado en volver a contar la
historia en Ezequiel? Yo no creo que puedan explicarlo. Me
parece que lo que nosotros esperaríamos naturalmente es
que un profeta citara la Torá, no lo opuesto. (Y Ezequiel sí cita
la Torá
explícitamente).20
Nosotros esperaríamos naturalmente que volver a contar una
historia estuviese basado en contarla, no al revés. Los
investigadores bíblicos del siglo diecinueve atribuían
enorme influencia al profeta Ezequiel. Pero en Ezequiel se
ignora toda clase de cuestiones cruciales y hasta se
contradicen en P. Notablemente, Ezequiel presenta un plan
para la reconstrucción del templo en detalles minuciosos,
pero el tabernáculo-templo de P no corresponde en absoluto
al modelo de Ezequiel.21
Yo creo que
los nuevos métodos de análisis linguístico ahora ponen
punto final a cualesquiera argumentos sobre este punto. En
1982, el profesor Avi Hurvitz de la Universidad Hebrea de
Jerusalén demostró que P fue escrito en una etapa anterior
del hebreo bíblico que Ezequiel.22
Por
supuesto, se podría argüir que quizás Jeremías no escribió
el libro de Jeremías y Ezequiel no escribió el libro de
Ezequiel. Pero esa no es la defensa que los proponentes de
Wellhausen habían hecho. Más bien, hay una tremenda
investigación de los libros de los profetas para
establecer exactamente cuáles porciones fueron escritas en cuál punto
de la historia. Los textos que he citado aquí de Jeremías
y Ezequiel me parece que resisten el ser cortados y
reasignados; y en todo caso, la evidencia lingüística no
sólo ubica a P antes de los profetas en relativa
cronología, sino que lo ubica antes del tiempo en que
Wellhausen lo imaginó. Además del libro de Hurvitz, en
años recientes otros cinco eruditos, dos en Canadá y tres
en Estados Unidos, han descubierto evidencia lingüística
de que la mayor parte de P está escrita en el hebreo
bíblico de los días anteriores al exilio en Babilonia.23
La afirmación de Reuss, de que la ley P vino después de
los profetas simplemente era errónea. La evidencia de los
profetas indicaba más bien que el autor de las leyes y las
historias P debía buscarse antes del tiempo de Jeremías y
Ezequiel - es decir, antes del exilio en Babilonia.
La
afirmación de Wellhausen, de que P presupone una religión
centralizada, también era errónea. P constantemente ordena
que los sacrificios y otras ceremonias religiosas debían
efectuarse en el tabernáculo - o la carpa de reunión, como
también se le conoce. Así como D ordena regularmente que
el pueblo vaya al "lugar en que Yahvé hace morar su
nombre", P les ordena regularmente que vayan al
tabernáculo. El punto es el mismo. Sólo están usando
diferentes eufemismos para la misma idea: sólo puede haber
un solo centro religioso aprobado.
P ordena
esto repetidamente en los primeros capítulos de Levítico y
Números. P lo dice especialmente claro en Levítico 17:
Cualquier varón de la casa de Israel que degollare buey o cordero o cabra, en el campamento o fuera de él, y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de reunión para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo, será culpado de sangre el tal varón; sangre derramó; será cortado el tal varón de entre su pueblo.24
Si usted no
va al lugar central, será cortado. Es como si usted haya
cometido un asesinato (derramado sangre). Eso difícilmente
presupone centralización. La exige.
¿Cómo
explicó esto Wellhausen? Dijo que esta sección de Levítico
no era en realidad parte de P. Tenía mucho del estilo y el
lenguaje en común con P, pero era una obra más antigua y
originalmente separada, llamada Código de Santidad, que
fue añadida al código de leyes P más tarde. Pero esa
respuesta no resuelve realmente el problema. Wellhausen
todavía decía que este "Código de Santidad" fue escrito
por alguien después de Ezequiel, así que todavía es parte
del mundo del exilio y el período del segundo templo. Y,
en todo caso, todavía están todos los otros mandatos
acerca del tabernáculo, hasta P. P de ninguna manera da
por sentada la religión centralizada. Y eso significa que
P no tiene el cómodo ajuste en los días del segundo templo
- los días de la exitosa centralización de la religión -
que Wellhausen imaginó.
Las otras
interpretaciones de la evidencia por Wellhausen no son
argumentos obligatorios tampoco. Relacionaba los
sacrificios del pecado y la culpa con los días después del
exilio, cuando el pueblo de Judá se sintió culpable de su
destino. Esa es una peligrosa clase de razonamiento. Es
extremadamente precario fechar una pieza de literatura
basándose en una adivinanza en cuanto a cuándo la
comunidad del autor se sintió de cierta manera. Es
especialmente precario cuando el sentimiento en cuestión
es de culpa. La gente, ya sean individuos o comunidades,
pueden sentirse culpables casi en cualquer momento de la
historia. Es fácil imaginar a los sacerdotes judíos
añadiendo sacrificios de culpa a las ceremonias en
Jeerusalén, digamos, en 722 A.C., después de que el reino
septentrional de Israel fe destruido por los asirios. En
ese tiempo, habría habido refugiados israelitas en
Jerusalén que podrían haberse senido tan culpables como
los judíos se sintieron después de 587.
Lo mismo es
válido para la adición de días festivos de expiación en P.
En realidad, el período después de la caída de Jerusalén
es, por el contrario, el tiempo más difícil para imaginar
la creación de un tal día festivo porque hay un asunto de
promulgación. Si
el día de expiación se promulgaba a causa de los
sentimientos de culpa del pueblo después de la caída,
¿cómo habría podido el escritor de las leyes P convencer a
nadie de que era una ley antigua? ¿Quién habría creído que
habían sido escritas por Moisés, pero que de alguna manera
había permanecido desconocida para todos hasta después de
587 AC, sólo cuando sucedió que ellos se sentían
culpables? Es más fácil describir una promulgación exitosa
de nuevas leyes en los días del primer templo, cuando las reformas
religiosas como las de los reyes Ezequías y Josías estaban
presentando nuevas leyes y documentos recién descubiertos.
Los profetas
sí citan P, y las leyes e historias sacerdotales no dan
por sentada la religión centralizada. Esto debilita
seriamente el escenario descrito por Reuss, Graf, y
Wellhausen. No podemos buscar confiadamente al autor de P
- de la mayoría de los cinco libros de Moisés - en los
días del segundo templo.
Pero esto
tampoco nos dice dónde deberíamos
buscar a esta persona. Sin embargo, la tercera parte de la
estructura del error genial tiene la clave de dónde buscar
a este escritor. Wellhausen tenía razón acerca de una
cosa: la clave de todo el enigma era el tabernáculo.