Por
ejemplo, en el caso de la creación, el primer capítulo
de la Biblia cuenta una versión de cómo fue creado el
mundo, y el segundo capítulo comienza con una versión
diferente de lo que sucedió 1.
De muchas maneras, se duplican antre sí, y en varios puntos,
se contradicen entre sí. Por ejemplo, describen los mismos
sucesos en un orden diferente. En la primera versión, Dios
crea primero las plantas, después los animales, luego al
hombre y a la mujer. En la segunda versión, Dios crea al hombre primero. Luego, crea
las plantas. Después, para que el hombre no esté solo, Dios
crea los animales. Y por último, después de que el hombre no
ha hallado compañía satisfactoria entre los animales, Dios
crea a la mujer. Y así tenemos:
Génesis 1 |
Génesis 2 |
las
plantas |
el
hombre |
los
animales |
las
plantas |
el
hombre y la mujer |
los
animales |
la
mujer |
|
Los
dos relatos presentan dos diferentes imágenes de lo que
sucedió. Ahora bien, los tres investigadores notaron que
la primera versión del relato de la creación siempre se
refiere al Creador llamándole Dios - treinta y cinco veces. La
segunda versión siempre se refiere a él llamándole Yahvé Dios - once
veces. La primera versión nunca lo llama lo llama Yahvé;
la segunda versión nunca lo llama Dios.
Más
tarde tenemos el relato de la gran inundación y el arca
de Noé, y éste también puede ser separado en dos
versiones completas que a veces se duplican entre sí y a
veces se contradicen mutuamente 2.
Y nuevamente, una versión siempre llama a la deidad
Dios, y la otra versión siempre la llama Yahvé. Hay dos
versiones del relato del pacto entre la deidad y Abraham
3. Y
nuevamente, en una versión, la deidad se presenta
llamándose Yahvé, y en la otra se presenta llamándose
Dios. Y así sucesivamente. Los investigadores hallaron
que no estaban tratando simplemente con un libro que se
repetía mucho, y que no estaban tratando con una
colección suelta de relatos un tanto similares. Habían
descubierto dos obras separadas que alguien había
cortado en trozos y luego había combinado para formar
una sola.
EL DESCUBRIMIENTO DE LAS FUENTES
La
primera de las tres personas que hicieron este
descubrimiento fue un ministro alemán, Henning Bernhard
Witter, en 1711. Su libro causó un impacto muy pequeño
y, en realidad, fue olvidado hasta que fue redescubierto
dos siglos más tarde, en 1924.
La
segunda persona en descubrir esto fue Jean Astruc, un
profesor francés de medicina y médico de la corte de
Luis XV. Publicó sus hallazgos a la edad de setenta
años, anónimamente en Bruselas y en secreto en París, en
1753. Su libro tampoco causó mucha impresión en nadie.
Algunos lo menospreciaron, en parte, quizás, porque fue
escrito por un doctor en medicina, no por un erudito.
Pero,
cuando una tercera persona, que era erudito, hizo el
mismo descubrimiento y lo publicó en 1780, el mundo ya
no pudo ignorarlo. La tercera persona era Johann
Gottfried Eichhorn, un conocido y respetado erudito
alemán, e hijo de un pastor. Al grupo de relatos
bíblicos que se referían a la deidad llamándola Dios, lo
llamó "E", porque la palabra hebrea para Dios es El o
Elohim. Al grupo de relatos que se referían a la deidad
llamándola Yahvé, lo llamó "J" (que, en alemán, se
pronuncia como la inglesa Y).
La
idea de que la historia temprana de la Biblia era una
combinación de dos obras escritas por dos personas
diferentes y que originalmente estaban
separadas sólo duró dieciocho años. Prácticamente
antes de que cualquiera tuviera la oportunidad de
considerar las implicaciones de esta idea para la Biblia
y la religión, los investigadores descubrieron que, en
realidad, los primeros cinco libros de la Biblia no eran
obra de dos
escritores, sino de cuatro.
Descubrieron
que E no era una sino dos fuentes. Las dos habían
parecido una sólo porque ambas llamaban a la deidad
Elohim, no Yahvé. Pero los investigadores ahora notaron
que, dentro del grupo de relatos que llamaban a la
deidad Elohim todavía había dobletes. También había
diferencias de estilo, lenguaje e intereses. Para
abreviar, las mismas clases de evidencia que habían
conducido al descubrimiento de J y E ahora condujeron al
descubrimiento de una tercera fuente que había estado
oculta dentro de E. Las diferencias de intereses eran
intrigantes. Esta tercera serie de relatos parecía
particularmente interesada en sacerdotes. Contenía relatos acerca de
sacerdotes, leyes sobre sacerdotes, cuestiones de ritos,
sacrificios, quemar incienso, pureza, e intereses sobre
fechas, números, y medidas. Por consiguiente, esta
fuente vino a ser conocida como la fuente sacerdotal -
abreviando, P. [De la palabra priest, que en inglés significa
sacerdote - N. del T.].
Se
halló que las fuentes J, E y P fluían a través de los
cuatro primeros libros de los cinco libros de Moisés:
Génesis, Éxodo, Levítico, y Números. Sin embargo, apenas
había rastro de ellas en el quinto libro, Deuteronomio,
excepto por unas pocas líneas en los últimos capítulos.
Deuteronomio está escrito en un estilo enteramente
diferente del usado en los otros cuatro libros. Las
diferencias son obvias hasta en las traducciones. El
vocabulario es diferente. Hay diferentes expresiones
recurrentes y frases favoritas. Hay dobletes de
secciones enteras de los primeros cuatro libros. Hay
evidentes contradicciones de detalles entre este libro y
los demás. Hasta una parte de la redacción de los Diez
Mandamientos es diferente. Deuteronomio parecía ser una
fuente independiente, una cuarta fuente. Se la llamó D.
El
descubrimiento de que la Torá de Moisés era en realidad
cuatro obras que una vez habían estado separadas no era
necesariamente una crisis en sí mismo. Después de todo,
el Nuevo Testamento también comenzó con cuatro
evangelios - Mateo, Marcos, Lucas, Juan - cada uno de
los cuales contaba la historia a su propia manera. ¿Por
qué, pues, hubo una reacción tan hostil, entre
cristianos y judíos, a la idea de que el Antiguo
Testamento (o Biblia hebrea) comenzara también con
cuatro "evangelios"? La diferencia era que las cuatro
fuentes de la Biblia hebrea habían sido combinadas tan
intrincadamente y aceptadas como escritas por la mano de
Moisés durante tanto tiempo, como dos mil años, que los
nuevos descubrimientos resultaban inaceptables en
presencia de una tradición sagrada, antigua y aceptada.
Los investigadores bíblicos estaban deshilando una tela
finamente entretejida, y nadie sabía a dónde conducirían
estas nuevas investigaciones.
LA HISTORIA DE NOÉ -
CONTADA DOS VECES
Estos
cinco primeros libros de la Biblia habían sido
redactados de una manera tan extraordinaria como
cualquier libro en la tierra. Imginemos que encargamos a
cuatro personas diferentes que escriban un libro sobre
el mismo tema; luego tomamos sus cuatro diferentes
versiones, las cortamos en pedazos, las combinamos hasta
formar un solo relato continuo, y luego afirmamos que el
relato es la obra de una sola persona. Después,
imaginemos que le damos el libro a unos detectives y les
encargamos que averigüen (1) que el libro no fue escrito
por una sola persona, (2) sino que fue escrito por
cuatro personas, (3) quiénes eran esas cuatro personas,
y (4) que combinaron las cuatro versiones.
Para
los lectores que deseen tener una mejor impresión de
cómo se ve esto, he traducido el relato bíblico del arca
de Noé, tal como aparece en Génesis, con sus dos fuentes
impresas en dos tipos de letra diferentes. La historia
del diluvio es una combinación de la fuente J y la
fuente P. Aquí, la fuente J está impresa en tipo
regular, y la fuente P está impresa en mayúsculas. Si se
lee cualquiera de las dos fuentes de principio a fin, y
luego se regresa y se lee la otra fuente, se podrá ver
por sí mismo dos relatos completos y continuos, cada uno
con su propio vocabulario y sus propios intereses:
EL DILUVIO - Génesis 6:5
- 8:22
(El texto J
en tipo de letra regular; el texto
sacerdotal en mayúsculas).
GÉNESIS 6:
5 Y vio
Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra,
y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos
era de continuo solamente el mal.
6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la
tierra, y le dolió en su corazón.
7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a
los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia,
y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento
de haberlos hecho.
8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
9 ÉSTAS SON LAS GENERACIONES DE NOÉ: NOÉ, VARÓN JUSTO,
ERA PERFECTO EN SUS GENERACIONES; CON DIOS CAMINÓ NOÉ.
10 Y ENGENDRÓ NOÉ TRES HIJOS: A SEM, A CAM Y A JAFET.
11 Y SE CORROMPIÓ LA TIERRA DELANTE DE DIOS, Y ESTABA
LA TIERRA LLENA DE VIOLENCIA.
12 Y MIRÓ DIOS LA TIERRA, Y HE AQUÍ QUE ESTABA
CORROMPIDA; PORQUE TODA CARNE HABÍA CORROMPIDO SU CAMINO
SOBRE LA TIERRA
13 DIJO, PUES, DIOS A NOÉ: HE DECIDIDO EL FIN DE TODO
SER, PORQUE LA TIERRA ESTÁ LLENA DE VIOLENCIA A CAUSA DE
ELLOS; Y HE AQUÍ QUE YO LOS DESTRUIRÉ CON LA TIERRA.
14 HAZTE UN ARCA DE MADERA DE GOFER; HARÁS APOSENTOS
EN EL ARCA, Y LA CALAFATEARÁS CON BREA POR DENTRO Y POR
FUERA.
15 Y DE ESTA MANERA LA HARÁS: DE TRESCIENTOS CODOS LA
LONGITUD DEL ARCA, DE CINCUENTA CODOS SU ANCHURA, Y DE
TREINTA CODOS SU ALTURA.
16 UNA VENTANA HARÁS AL ARCA, Y LA ACABARÁS A UN CODO
DE ELEVACIÓN POR LA PARTE DE ARRIBA; Y PONDRÁS LA PUERTA A
SU LADO; Y LE HARÁS PISO BAJO, SEGUNDO Y TERCERO.
17 Y HE AQUÍ QUE YO TRAIGO UN DILUVIO DE AGUAS SOBRE
LA TIERRA, PARA DESTRUIR TODA CARNE EN QUE HAYA ESPÍRITU DE
VIDA DEBAJO DEL CIELO; TODO LO QUE HAY EN LA TIERRA MORIRÁ.
18 MAS ESTABLECERÉ MI PACTO CONTIGO, Y ENTRARÁS EN EL
ARCA TÚ, TUS HIJOS, TU MUJER, Y LAS MUJERES DE TUS HIJOS
CONTIGO.
19 Y DE TODO LO QUE VIVE, DE TODA CARNE, DOS DE CADA
ESPECIE METERÁS EN EL ARCA, PARA QUE TENGAN VIDA CONTIGO,
MACHO Y HEMBRA SERÁN.
20 DE LAS AVES SEGÚN SU ESPECIE,Y DE LAS BESTIAS SEGÚN
SU ESPECIE, DE TODO REPTIL DE LA TIERRA SEGÚN SU ESPECIE,
DOS DE CADA ESPECIE ENTRARÁN CONTIGO, PARA QUE TENGAN VIDA.
21 Y TOMA CONTIGO DE TODO ALIMENTO QUE SE COME, Y
ALMACÉNALO, Y SERVIRÁ DE SUSTENTO PARA TI Y PARA ELLOS.
22 Y LO HIZO ASÍ NOÉ; HIZO CONFORME A TODO LO QUE DIOS
LE MANDÓ.
GÉNESIS 7:
1 Dijo
luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca;
porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
2 De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y
hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja,
el macho y su hembra.
3 También de las aves de los cielos, siete parejas,
macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz
de la tierra.
4 Porque, pasados aun siete días, yo haré llover sobre
la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre
la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.
5 E hizo Noé conforme a todo lo que mandó Jehová.
6 ERA NOÉ DE SEISCIENTOS AÑOS CUANDO EL DILUVIO VINO
SOBRE LA TIERRA.
7 Y por causa de las aguas del diluvio, entró Noé al
arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus
hijos.
8 DE LOS ANIMALES LIMPIOS, Y DE LOS ANIMALES QUE NO ERAN
LIMPIOS, Y DE LAS AVES, Y DE TODO LO QUE SE ARRASTRA SOBRE
LA TIERRA,
9 DE DOS EN DOS ENTRARON CON NOÉ EN EL ARCA; MACHO Y
HEMBRA, COMO MANDÓ DIOS A NOÉ.
10 Y sucedió que, al séptimo día, las aguas del
diluvio vinieron sobre la tierra.
11 EL AÑO SEISCIENTOS DE LA VIDA DE NOÉ, EN EL MES
SEGUNDO, A LOS DIECISIETE DÍAS DEL MES, AQUEL DÍA FUERON
ROTAS TODAS LAS FUENTES DEL GRANDE ABISMO, Y LAS CATARATAS
DE LOS CIELOS FUERON ABIERTAS.
12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y
cuarenta noches.
13 EN ESTE MISMO DÍA ENTRARON NOÉ, CAM Y JAFET HIJOS DE NOÉ,
LA MUJER DE NOÉ, Y LAS TRES MUJERES DE SUS HIJOS, CON ÉL EN
EL ARCA,
14 ELLOS, Y TODOS LOS ANIMALES SILVESTRES SEGÚN SUS
ESPECIES, Y TODOS LOS ANIMALES DOMESTICADOS SEGÚN SUS
ESPECIES, Y TODO REPTIL QUE SE ARRASTRA SOBRE LA TIERRA
SEGÚN SU ESPECIE, Y TODA AVE SEGÚN SU ESPECIE, Y TODO PÁJARO
DE TODA ESPECIE.
15 VINIERON, PUES, CON NOÉ AL ARCA, DE DOS EN DOS DE
TODA CARNE EN QUE HABÍA ESPÍRITU DE VIDA.
16 Y LOS QUE
VINIERON, MACHO Y HEMBRA DE TODA CARNE VINIERON, COMO LE HABÍA
MANDADO DIOS; y Jehová le cerró la puerta.
17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y
las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la
tierra.
18 Y subieron las aguas y crecieron en gran manera
sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de
las aguas.
19 Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos
los montes altos que había debajo de todos los cielos,
quedaron cubiertos.
20 Quince codos más alto subieron las aguas después
que fueron cubiertos los montes.
21 Y MURIÓ TODA CARNE QUE SE MUEVE SOBRE LA TIERRA, ASÍ DE
AVES COMO DE GANADO Y DE BESTIAS, Y DE TODO REPTIL QUE SE
ARRASTRA SOBRE LA TIERRA, Y TODO HOMBRE.
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en
sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.
23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz
de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles,
y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó
solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.
24 Y PREVALECIERON LAS AGUAS SOBRE LA TIERRA CIENTO
CINCUENTA DÍAS.
GÉNESIS 8:
1 Y SE
ACORDÓ DIOS DE NOÉ, Y DE TODOS LOS ANIMALES, Y DE TODAS LAS
BESTIAS QUE ESTABAN CON ÉL EN EL ARCA; E HIZO PASAR DIOS UN
VIENTO SOBRE LA TIERRA, Y DISMINUYERON LAS AGUAS.
2 Y SE CERRARON LAS FUENTES DE ABISMO Y LAS CATARATAS
DE LOS CIELOS. Y la lluvia de los cielos fue detenida.
3 Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la
tierra. Y SE RETIRARON LAS AGUAS AL CABO DE CIENTO CINCUENTA
DÍAS.
4 Y REPOSÓ EL ARCA EN EL MES SÉPTIMO, A LOS DIECISIETE
DÍAS DEL MES, SOBRE LOS MONTES DE ARARAT.
5 Y LAS AGUAS FUERON DECRECIENDO HASTA EL MÉS DÉCIMO; EN EL
MES DÉCIMO, AL PRIMERO DEL MES, SE DESCUBRIERON LAS CIMAS DE
LOS MONTES.
6 Sucedió que, al cabo de cuarenta días, abrió Noé la
ventana del arca que había hecho.
7 Y ENVIÓ UN CUERVO, EL CUAL SALIÓ, Y ESTUVO YENDO Y
VOLVIENDO HASTA QUE LAS AGUAS SE SECARON SOBRE LA TIERRA.
8 Envió también de sí una paloma, para ver si las
aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
9 Y no halló la paloma dónde sentar la planta de su
pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún
sobre la faz de la tierra. Entonces él extendió su mano, y
tomándola, la hizo entrar en el arca.
10 Esperó aún otros siete días , y volvió a enviar la
paloma fuera del arca.
11 Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he
aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé
que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma,
la cual no volvió ya más a él.
13 Y SUCEDIÓ QUE, EN EL AÑO SEISCIENTOS UNO DE LA VIDA
DE NOÉ, EN EL MES PRIMERO, EL DÍA PRIMERO DEL MES, LAS AGUAS
SE SECARON SOBRE LA TIERRA. Y quitó Noé la cubierta del
arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.
14 Y EN EL MES SEGUNDO, A LOS VEINTISIETE DÍAS DEL
MES, SE SECÓ LA TIERRA.
15 ENTONCES HABLÓ DIOS A NOÉ, DICIENDO:
16 SAL DEL ARCA, TÚ, Y TU MUJER, Y TUS HIJOS, Y LAS
MUJERES DE TUS HIJOS CONTIGO.
17 TODOS LOS ANIMALES QUE ESTÁN CONTIGO DE TODA CARNE, DE
AVES Y DE BESTIAS Y DE TODO REPTIL QUE SE ARRASTRA SOBRE LA
TIERRA, SACARÁS CONTIGO; Y VAYAN POR LA TIERRA, Y
FRUCTIFIQUEN Y MULTIPLÍQUENSE SOBRE LA TIERRA.
18 ENTONCES SALIÓ NOÉ, Y SUS HIJOS, SU MUJER, Y LAS
MUJERES DE SUS HIJOS CON ÉL.
19 TODOS LOS ANIMALES, Y TODO REPTIL Y TODA AVE, TODO
LO QUE SE MUEVE SOBRE LA TIERRA SEGÚN SUS ESPECIES, SALIERON
DEL ARCA.
20 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo
animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en
el altar.
21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su
corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del
hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo
desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser
viviente, como he hecho.
22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la
sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el
invierno, y el día y la noche.
CADA UNO CON SUS PROPIAS PALABRAS
El hecho mismo
de que sea posible separar dos relatos continuos de este
modo es notable por sí mismo, y es una fuerte evidencia en
favor de la hipótesis. Sólo es necesario tratar de hacer lo
mismo con cualquier otro libro para ver cuán impresionante
es este fenómeno.
Pero no es
sólo que es posible separar dos relatos. Lo que hace este
argumento tan poderoso es que cada relato usa
consistentemente su propio lenguaje. El relato P (el que
aparece en mayúsculas) se refiere consistentemente a la
deidad llamándola Dios. El relato J siempre usa el nombre
Yahvé. P se refiere al sexo de los animales con las palabras
macho y hembra (Gén. 6:19; 7:9, 16). J usa los términos "el
hombre y su mujer" (7:2) [en la Biblia en inglés - N. T.], así como macho
y hembra. P dice que todo "murió" (6:17; 7:21). J dice que
todo "murió" (7:22).
Las dos
versiones no sólo difieren en terminología. Difieren en los
detalles mismos del relato. P habla de una pareja de cada
clase de animales. J habla de siete parejas de animales
limpios y una pareja de animales no limpios. ("Limpios"
significa aptos para el sacrificio. Las ovejas son limpias;
los leones son no limpios). P dice que el diluvio duró un
año (370 días). J dice que fueron cuarenta días y cuarenta
noches. P dice que Noé envió un cuervo. J dice que fue una
paloma. Obviamente, P se interesa por las edades, las
fechas, y las medidas en codos. J no.
Probablemente,
la diferencia más notable entre las dos
versiones es sus diferentes maneras de representar a Dios.
No es sólo que llaman a la deidad por nombres diferentes. J
representa a una deidad que puede arrepentirse de cosas que
ha hecho (6:6, 7), lo cual suscita interesantes preguntas
teológicas, como si un ser todopoderoso y omnisapiente se
arrepentiría jamás de acciones pasadas. Representa a una
deidad a la que puede "dolerle en su corazón" (6:6), que
cierra el arca personalmente (7:16) y huele el sacrificio de
Noé (8:21). Esta cualidad antropomórfica de J falta casi por
completo en P. Allí Dios es considerado más como un
trascendente controlador del universo.
Los dos
relatos del diluvio son separables y completos. Cada uno
tiene su propio lenguaje, sus propios detalles, y hasta su
propio concepto de Dios. Y aun este no es el cuadro
completo. El lenguaje del relato del diluvio de J, los
detalles, y el concepto de Dios son consistentes con el
lenguaje, los detalles, y el concepto de Dios en otros
relatos de J. El relato de P sobre el diluvio es consistente
con otros relatos de P. Y así sucesivamente. Los
investigadores hallaron que cada una de las fuentes es una
colección consistente de relatos, poemas, y leyes.
EL UMBRAL
El
descubrimiento de que hubo cuatro documentos separados,
internamente consistentes, vino a conocerse como Hipótesis
Documental. El proceso también se llamó "Alta Crítica" . Lo
que había comenzado como una idea de tres hombres del
siglo dieciocho llegó a dominar las investigaciones de la
Biblia para fines del siglo diecinueve.
Se habían
necesitado siglos de reunir indicios para llegar a esta
etapa, que se podía considerar como bastante avanzada o en
realidad bastante mínima, dependiendo del punto de vista de
cada uno. Por una parte, por siglos, nadie pudo cuestionar
fácilmente la tradición aceptada de que Moisés era el autor
de los cinco libros, y ahora personas de reconocida piedad
podían decir y escribir libremente que no lo era. Pudieron
identificar por lo menos cuatro manos que habían participado
en la escritura de los primeros cinco libros de la Biblia.
También, había la mano de un coleccionista extremadamente
hábil, conocido como redactor, alguien capaz de combinar y
organizar estos documentos separados en una sola obra lo
bastante unificada para que se pudiera leer como una sola
narración continua.
Por otra
parte, a donde estos detectives de los orígenes bíblicos
habían llegado era sólo el umbral. Lograron ver que había un
acertijo, y lograron comenzar a tener una idea de cuán
complejo iba a ser éste. Es verdad que lograron identificar
cuatro documentos y a un redactor, pero, ¿quién había
escrito esos documentos? ¿Cuándo vivieron? ¿Cuál había sido
su propósito? ¿Conocían el trabajo los unos de los otros?
¿Sabía alguno de ellos que estaba escribiendo una Biblia, una obra que se
consideraría sagrada y autorizada? Y el misterioso redactor,
¿era una persona, o eran varias personas? ¿Quiénes eran
ellos? ¿Por qué combinaron los documentos de esta compleja
manera? Las respuestas estaban sepultadas en las páginas de
la Biblia y en el suelo del Oriente Medio. Al investigar
ambos, mi predecesores y yo descubrimos cómo estaban
conectados los relatos de esas páginas con ese mundo.
DOS PAÍSES, DOS
ESCRITORES
Las dos
primeras fuentes, J y E, fueron escritas por dos personas
que vivieron durante el período que he descrito en el
capítulo anterior. Estaban ligadas a la vida de aquel
período, sus principales sucesos, su política, su religión,
y sus catástrofes. En este capítulo, me propongo demostrar
esto e identificar a las personas que los escribieron.
Primero, el
autor de J procedía de Judá y el autor de E procedía de
Israel. Varios eruditos bíblicos antes que yo han sugerido
esto, pero lo que es nuevo aquí es que yo intento presentar
un más fuerte cúmulo de evidencia en favor de esto que la
que se ha conocido hasta ahora, quiero ser más específico
acerca de quiénes eran esos dos escritores, y me propongo
demostrar más específicamente cómo los relatos bíblicos
relacionaban en realidad a estos dos hombres con lo que
sucedía en el mundo.
Por supuesto,
el mero hecho de que los diferentes relatos de los primeros
libros de la Biblia llaman a Dios por diferentes nombres no
prueba nada por sí mismo. Alguien podría escribir acerca de
la reina de Inglaterra y llamarla a veces la reina y a veces
Elizabeth II. Pero, como he dicho, había algo más sospechoso
acerca de la manera en que los diferentes nombres de la
deidad aparecen en los primeros pocos libros de la Biblia.
Los dos diferentes nombres, Yahvé y Elohim, parecían
alinearse consistentemente en cada una de las dos versiones
de los mismos relatos de los dobletes. Si separamos los
relatos de Elohim (E) de los relatos de Yahvé (J), obtenemos
una serie consistente de indicios en el sentido de que los
relatos E fueron escritos por alguien relacionado con Israel
y los relatos J fueron escritos por alguien relacionado con
Judá 5.
J, DE JUDÁ; E, DE ISRAEL
Primero, hay
la cuestión de los escenarios de los relatos. En Génesis, en
los relatos que llaman a Dios Yahvé, el patriarca Abraham vive en Hebrón
6. Hebrón era la principal
ciudad de Judá, la capital de Judá bajo el reinado de David,
y la ciudad de donde procedía Sadoc, el sumo sacerdote judío
en el reino de David.
En el pacto
que Yahvé hace con Abraham, Yahvé promete que los
descendientes de Abraham tendrán el territorio "desde el río
de Egipto hasta el ... río Éufrates" 7.
Éstos eran los límites de la nación bajo el rey David, el
fundador de la familia real de Judá.
Pero, en un
relato que llama a Dios Elohim,
el nieto de Abraham, Jacob, tiene un encuentro cuerpo a
cuerpo con alguien que resulta ser Dios (o quizás un ángel),
y Jacob llama al lugar donde esto ocurre Peni-El, que
significa "rostro de Dios". Peni-El era una ciudad que el
rey Jeroboam construyó en Israel 8.
Ambas fuentes,
J y E, cuentan historias sobre la ciudad de Beth-El, y ambos
reinos, Judá e Israel, hicieron demandas políticas sobre Beth-El, que
estaba en la frontera entre los dos reinos 9.
Ambas fuentes,
J y E, cuentan historias sobre la ciudad de Siquem, que
Jeroboam construyó y constituyó en capital de Israel. Pero
los dos relatos son muy diferentes. Según el relato de J, un
hombre llamado Siquem, que es el príncipe original de esa
ciudad, ama a Dina, la hermana de Jacob y se acuesta con
ella. Luego, pide su mano en matrimonio. Los hijos de Jacob
responden que ellos no puden considerar ni éste ni ningún
otro matrimonio con el pueblo de Siquem porque los
siquemitas son incircuncisos y los hijos de Jacob son
circuncisos. Por consiguiente, el príncipe de Siquem y su
padre, Hamor, persuaden a todos los varones de que se
circunciden. Mientras los hombres están inmóviles a causa
del dolor de la cirugía, dos de los hijos de Jacob, Simeón y
Leví, entran a la ciudad, matan a todos los hombres, y se
llevan de vuelta a Dina. Su padre, Jacob, los critica por
haber hecho esto, pero ellos responden: "¿Debía él tratar a
nuestra hermana como a una prostituta?" Y ése es el fin de
la historia 10.
Esta historia de J de cómo Israel adquirió su ciudad capital
no es muy agradable. Mientras tanto, el relato de E lo
cuenta de esta manera:
Y [Jacob]
compró la porción del campo, donde plantó su tienda, de la
mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien
monedas 11.
¿Cómo adquirió
Israel Siquem? El autor de E dice que la compró. El autor de
J dice que fue por medio de una matanza.
EL ORIGEN DE LAS TRIBUS
En las
historias del nacimiento de los hijos y los nietos de Jacob
- cada uno de los cuales se convierte en el antepasado de
una tribu. Por lo general, hay una referencia a la deidad
cuando le ponían nombre al niño. El grupo de relatos que
invocan a Elohim
son los de:
Dan Neftalí Gad Aser Isacar Zabulón Efraín Manasés Benjamín 12 |
En resumen, el
grupo Elohim
incluye los nombres de todas las tribus de Israel 13.
El grupo de relatos que invocan el nombre de Yahvé son los relatos
de:
Rubén Simeón Leví Judá |
Los tres primeros de los cuatro nombres de esta lista son
los nombres de las tribus que perdieron su territorio y se
fundieron con las otras tribus. En la narración de Yahvé, el
único nombre de una tribu con territorio existente es Judá
14.
El relato de J
va aun más allá para justificar la ascendencia de Judá. De
acuerdo con el relato, Rubén es el primogénito, Simeón es el
segundo, Leví el tercero, y Judá el cuarto. En el antiguo
Cercano Oriente, el orden del nacimiento era extremadamente
importante, porque el hijo primogénito tenía derecho a la
primogenitura, lo cual significaba la porción mayor de la
herencia paterna (generalmente el doble de las herencias de
los otros hermanos). Por consiguiente, deberíamos esperar
que Rubén, el hijo mayor, tuviera la primogenitura. Pero hay
un relato que informa que Rubén durmió con una de las
concubinas de su padre, y que su padre se enteró. Los
siguientes dos hijos en línea para la primogenitura serían
Simeón y Leví. Pero en la historia de J sobre Siquem, éstos
dos son los que masacraron la ciudad y son criticados por su
padre. Y así, en J, ¡la primogenitura recae en el cuarto
hijo, Judá! En la patética bendición de Jacob para sus hijos
en su lecho de muerte, esto es lo que dice de Rubén:
Rubén, tú eres mi
primogénito, y el principio de mi vigor;
principal en dignidad, principal en poder.
Impetuoso como las aguas, no
serás el principal,
por cuanto subiste
al lecho de tu padre 15.
Y esto es lo
que dice de Simeón y Leví:
Simeón y Leví
son hermanos. Armas de iniquidad sus armas. ...
Porque en su furor
mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros.
Maldito su furor,
que fue fiero, y su ira, que fue dura.
Yo los apartaré de
Jacob, y los
esparciré en Israel.
Pero de Judá dice:
Judá, te
alabarán tus hermanos ...
Los hijos de tu
padre se inclinarán a ti 17.
En J, Judá
obtiene la primogenitura.
¿Quién la obtiene en E? En la versión de E de la escena al
pie del lecho de muerte, Jacob lega una doble porción en
José, anunciando que cada uno de los hijos de José, Efraín y
Manasés, recibirá una porción completa, equivalente a las
porciones de de Rubén, Simeón, y los demás. ¿Por qué
favoreció el autor de E a José y a sus hijos? La respuesta
reside en un detalle más del relato de E. Cuando, en su
lecho de muerte, Jacob está pronunciando su bendición sobre
José y sus hijos, José pone a sus hijos frente a Jacob de
tal manera que Jacob debería poner la mano derecha sobre la
cabeza de Manasés, el hijo mayor. La mano derecha es señal
de preeminencia. Pero Jacob cruza los brazos, de manera que
la mano derecha quedasobre la cabeza de Efraín. José
protesta por la inversión, pero Jacob insiste en que Efraín
llegará a ser más importante 18.
¿Qué sucede con Efraín? ¿Por qué el autor de E desarrolla la
jerarquía para que culmine, no en ninguno de los hijos de
Jacob, sino en uno de sus nietos, que ni siquiera es
primogénito? ¿Había algo históricamente significativo sobre
la tribu de Efraín en la época del escritor? Respuesta:
Efraín era la tribu del rey Jeroboam. Siquem, la ciudad capital de
Jeroboam, estaba situada en las colinas de Efraín
19. En realidad, Efraín se usaba
como otro nombre para el reino de Israel 20.
EVIDENCIA EN LOS
RELATOS
Los relatos de
J encajan con las ciudades y el territorio de Judá. Los
relatos de E encajan con las ciudades y el territorio de
Israel. Descubrí que otros detalles de los relatos también
encajan consistentemente en este escenario:
Tanto J como E
contienen versiones del relato de José. En ambos, los
hermanos de José sienten celos de él y planean matarlo, pero
uno de los hermanos lo salva. En E, es Rubén, el mayor,
quien lo salva21.
Pero en J, es Judá
quien lo salva 22.
En hebreo, el
relato de E sobre el testamento de Jacob en su lecho de
muerte tiene un juego de palabras. Al crear las porciones
para Efraín y Manasés, Jacob le dice a José: "Te he dado una
porción más que tus
hermanos" 23. La
palabra hebrea traducida aquí como "porción" es sekem, o como la
pronunciamos en español, Siquem. Decirle al padre de Efraín
que recibirá un Siquem
extra es como decirle al gobernador de Michigan: "Les he
dado a los otros estados algunos árboles, pero a ti te he
dado un árbol" [N. del T.: en inglés, an arbor, que suena como
"Ann Arbor", una ciudad del estado de Michigan].
Mientras
tanto, los relatos de J parecen estar haciendo un juego de
palabras con el nombre del primer rey de Judá después de la
división: Roboam. La raíz hebrea del nombre Roboam (r-h-b) ocurre seis
veces en los relatos de J, sugiriendo, por lo general, como
lo hace el nombre del rey, la expansión del país 24.
La raíz nunca ocurre en E.
De acuerdo con
el relato de E, José hace una solicitud en su lecho de
muerte en Egipto de que, algún día, sus huesos sean llevados
de vuelta a su país natal para ser sepultados allá
25. Al final del relato de E
sobre el éxodo desde Egipto, los israelitas efectivamente se
llevan sus huesos de vuelta con ellos 26.
Este cuidado por el entierro de José sólo ocurre en E.
¿Dónde estaba la ubicación tradicional de la tumba de José?
En Siquem, capital de Israel 27.
Tanto J como E
contienen historias de la esclavitud del pueblo en Egipto.
Por lo general, la fuente J se refiere a los egipcios que
supervisan a los esclavos con el nombre de "capataces",
pero, en el pasaje que parece ser de E, se les llama
"oficiales de missim"
28. Recuérdese que
missim era el
término para describir la política de trabajos forzados del
rey Salomón, una política que fue una de las principales
razones para la secesión de las tribus de Israel en el
norte. La redacción de E parece un insulto para Judá y su
familia real.
El insulto
parece doble, porque la más prominente de las esposas de
Salomón era la hija del faraón de ese período. El libro de 1
Reyes la menciona a ella como primera de entre todas sus
esposas 29. Además,
tal matrimonio debe haber sido notable porque los reyes de
Egipto desdeñaban casar a sus hijas con extranjeros. No hay
ningún otro caso registrado en el Cercano Oriente del
matrimonio de una princesa egipcia con un gobernante
extranjero.
En E. el fiel
ayudante de Moisés es Josué. Josué guía al pueblo en combate
contra los amalecitas; sirve como centinela dentro de la
tienda de reunión cada vez que Moisés no está reunido con la
deidad allí; es el único israelita que no estuvo envuelto en
el incidente del becerro de oro; y trata de impedir el uso
erróneo de la profecía 30.
Por otra parte, en J, Josué no juega ningún papel. ¿Por qué
el tratamiento especial de Josué en E, pero no en J? Josué
era un héroe del norte.
Está identificado como procedente de la tribu de Efraín, la
tribu de Jeroboam;
la tumba de Josué está en el territorio de Efraín y, de
acuerdo con el último capítulo del libro de Josué, su obra
culmina en una ceremonia de pacto en Siquem
31.
Según un
relato de J, Moisés envía un grupo de espías desde el
desierto hasta la tierra prometida. Todos los espías, menos
uno, informan que el territorio es inexpugnable porque sus
habitantes son de enorme estatura y feroces. El único espía
que discrepa con este informe y anima al pueblo a tener fe
es Caleb. En
el relato, los espías viajan por el Neguev (el desierto
meridional del territorio), la región montañosa, hasta
Hebrón, luego hasta el wadi
Escol. Todos estos lugares están en territorio de Judá. En J, los espías sólo ven a
Judá 32.
En cuanto al héroe de la historia, Caleb, es el epónimo
antepasado de los calebitas. Los calebitas poseían
territorio en el territorio montañoso de Judá. En realidad,
el territorio calebita incluía Hebrón, la capital de Judá 33.
La conclusión
acumulativa, consistente, de toda esta evidencia, me parece
a mí, es que: (1) los primeros investigadores tenían razón
acerca de la existencia de dos fuentes, J y E; (2) a la
persona que escribió J le interesaba particularmente el
reino de Judá, y a la persona que escribió E le interesaba
particularmente el reino de Israel.
Aun así, como
dije en la introducción, estamos interesados en algo más que
las preferencias territoriales de los autores. La pregunta
es: ¿Por qué escribieron estos relatos? ¿Qué estaba
sucediendo en su mundo que los impulsó a escribir estas
cosas?
LOS GEMELOS
Por ejemplo,
considérense los relatos bíblicos acerca de los gemelos
Jacob y Esaú. En estos relatos, Isaac, el hijo de Abraham,
se casa con Rebeca, y ella da a luz a gemelos. El primero en
salir del vientre de su madre es Esaú. El segundo es Jacob.
Mientras todavía están en la matriz de su madre, Yahvé le dice a Rebeca:
Dos naciones hay en
tu seno; dos pueblos serán divididos desde tus entrañas.
El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el
mayor servirá al menor 34.
Los muchachos crecen.
En una ocasión, Esaú regresa del campo muerto de hambre. Su
hermano, Jacob, está preparando un guiso rojo. Jacob le dice
a Esaú que le dará un poco del alimento sólo si Esaú jura
que le dará a cambio su primogenitura. Esaú accede 35.
Pasa más
tiempo. El padre de ellos, Isaac, se propone dar a Esaú su
bendición en su lecho de muerte. Sin embargo, Rebeca anima a
Jacob a que pose como su hermano mayor y así engañe a su
padre medio ciego para que le dé la bendición a él en lugar
de a Esaú. Jacob lo hace. Se pone la ropa de su hermano, y
en los brazos se pone pieles de cabra porque su hermano es
"hombre velludo". Isaac le da a Jacob la bendición, que incluye dominio sobre su hermano. Cuando Esaú llega,
Isaac le dice que la bendición ya se la ha dado a Jacob.
Esaú pide una bendición también. Su padre le da la
siguiente:
He aquí, será
tu habitación en grosuras de la tierra, y del rocío de los
cielos de arriba.
Por tu espada
vivirás, y a tu hermano servirás.
Y sucederá cuando
te fortalezcas, que descargarás su yugo de tu cerviz 36.
¿Por qué
escribió alguien estas historias, con estos detalles? Las
respuestas están ligadas a la vida del mundo del autor.
¿Por qué guiso
rojo? Porque, dice el relato, a Esaú lo llamaban "Rojo". La
palabra hebrea equivalente para "rojo" es Edom. Es decir,
tradicionalmente, Esaú es conocido como el padre de los
edomitas.
¿Por qué
hermanos gemelos? Porque el pueblo de Israel-Judá
consideraba a los edomitas como parientes, como relacionados
con ellos étnica y/o lingüísticamente (a diferencia de,
digamos, los egipcios y los filisteos, que eran considerados
"extranjeros").
¿Por qué la
revelación a Rebeca de que los descendientes de su hijo
menor dominarían a los de su hijo mayor? Porque el joven
reino de Israel-Judá, bajo el rey David, derrotó al reino
mayor de Edom y lo dominó durante doscientos años.
¿Por qué
recibe Jacob la primogenitura (una doble porción) y la
bendición (prosperidad y dominio)? Porque Israel-Judá
llegaron a ser de mayor tamaño y más próspero que Edom y lo
dominaron.
¿Por qué
Esaú/Edom obtiene una bendición de que "descargarás su yugo
de tu cerviz"? Porque Edom finalmente se liberó y alcanzó su
independen cia durante el reinado del rey judío Joram
(848-842 A.C.) 37.
Todos estos
relatos se refieren a la deidad como Yahvé o muestran otras
señales de ser parte de J. ¿Por qué los relatos sobre las
relaciones con Esaú/Edom ocurren en J y no en E? J es de
Judá. Judá limitaba con Edom, Israel no.
En cada punto,
los detalles de los relatos corresponden al registro
histórico. El autor de J compuso los relatos de los
antepasados de su pueblo con miras a explicar y justificar
la situación mundial en que vivía.
A menudo, las versiones de la escuela dominical de esta historia tratan de vindicar a Jacob. Con ligeros cambios de reinterpretación, hacen de Jacob el hijo bueno y de Esaú el hijo malo. Pero el escritor de J era más sofisticado que sus intérpretes posteriores. Contó una historia en que Jacob era valeroso y astuto, pero también deshonesto. El autor de J no presentó a sus héroes como perfectos (no más que la Historia de la Corte de David hizo perfecto a David). Su tarea fue más bien componer una historia que reflejaba y explicaba las realidades políticas y sociales del mundo que él conocía. Cualquiera que lea las historias de Jacob y Esaú puede ver hasta qué punto tuvo éxito.