¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA?
Richard Elliot Friedman
CAPÍTULO 2


J y E


CONVERGEN DOS INDICIOS

Dos mil quinientos años después de que ocurrieron los sucesos que he descrito en el capítulo anterior, cada uno de tres investigadores del tema sobre quién escribió la Biblia hizo por su cuenta el mismo descubrimiento. Uno era ministro, otro médico, y el otro, profesor. El descubrimiento que todos hicieron se redujo finalmente a la combinación de dos piezas de evidencia; dobletes y los nombres de Dios. Vieron que, aparentemente, había dos versiones de cada uno de un gran número de relatos bíblicos: dos relatos de la creación, dos relatos de cada una de varias historias sobre los patriarcas Abraham y Jacob, y así sucesivamente. Después notaron que, bastante a menudo, una de las dos versiones de un relato se refería a Dios por un nombre y la otra versión se refería a Dios bajo otro nombre.

Por ejemplo, en el caso de la creación, el primer capítulo de la Biblia cuenta una versión de cómo fue creado el mundo, y el segundo capítulo comienza con una versión diferente de lo que sucedió 1. De muchas maneras, se duplican antre sí, y en varios puntos, se contradicen entre sí. Por ejemplo, describen los mismos sucesos en un orden diferente. En la primera versión, Dios crea primero las plantas, después los animales, luego al hombre y a la mujer. En la segunda versión, Dios crea al hombre primero. Luego, crea las plantas. Después, para que el hombre no esté solo, Dios crea los animales. Y por último, después de que el hombre no ha hallado compañía satisfactoria entre los animales, Dios crea a la mujer. Y así tenemos:

nesis 1
Génesis 2
las plantas
el hombre
los animales
las plantas
el hombre y la mujer
los animales

la mujer

Los dos relatos presentan dos diferentes imágenes de lo que sucedió. Ahora bien, los tres investigadores notaron que la primera versión del relato de la creación siempre se refiere al Creador llamándole Dios - treinta y cinco veces. La segunda versión siempre se refiere a él llamándole Yahvé Dios - once veces. La primera versión nunca lo llama lo llama Yahvé; la segunda versión nunca lo llama Dios.

Más tarde tenemos el relato de la gran inundación y el arca de Noé, y éste también puede ser separado en dos versiones completas que a veces se duplican entre sí y a veces se contradicen mutuamente 2. Y nuevamente, una versión siempre llama a la deidad Dios, y la otra versión siempre la llama Yahvé. Hay dos versiones del relato del pacto entre la deidad y Abraham 3. Y nuevamente, en una versión, la deidad se presenta llamándose Yahvé, y en la otra se presenta llamándose Dios. Y así sucesivamente. Los investigadores hallaron que no estaban tratando simplemente con un libro que se repetía mucho, y que no estaban tratando con una colección suelta de relatos un tanto similares. Habían descubierto dos obras separadas que alguien había cortado en trozos y luego había combinado para formar una sola.

EL DESCUBRIMIENTO DE LAS FUENTES

La primera de las tres personas que hicieron este descubrimiento fue un ministro alemán, Henning Bernhard Witter, en 1711. Su libro causó un impacto muy pequeño y, en realidad, fue olvidado hasta que fue redescubierto dos siglos más tarde, en 1924.

La segunda persona en descubrir esto fue Jean Astruc, un profesor francés de medicina y médico de la corte de Luis XV. Publicó sus hallazgos a la edad de setenta años, anónimamente en Bruselas y en secreto en París, en 1753. Su libro tampoco causó mucha impresión en nadie. Algunos lo menospreciaron, en parte, quizás, porque fue escrito por un doctor en medicina, no por un erudito.

Pero, cuando una tercera persona, que era erudito, hizo el mismo descubrimiento y lo publicó en 1780, el mundo ya no pudo ignorarlo. La tercera persona era Johann Gottfried Eichhorn, un conocido y respetado erudito alemán, e hijo de un pastor. Al grupo de relatos bíblicos que se referían a la deidad llamándola Dios, lo llamó "E", porque la palabra hebrea para Dios es El o Elohim. Al grupo de relatos que se referían a la deidad llamándola Yahvé, lo llamó "J" (que, en alemán, se pronuncia como la inglesa Y).

La idea de que la historia temprana de la Biblia era una combinación de dos obras escritas por dos personas diferentes y que originalmente estaban separadas sólo duró dieciocho años. Prácticamente antes de que cualquiera tuviera la oportunidad de considerar las implicaciones de esta idea para la Biblia y la religión, los investigadores descubrieron que, en realidad, los primeros cinco libros de la Biblia no eran obra de dos escritores, sino de cuatro.

Descubrieron que E no era una sino dos fuentes. Las dos habían parecido una sólo porque ambas llamaban a la deidad Elohim, no Yahvé. Pero los investigadores ahora notaron que, dentro del grupo de relatos que llamaban a la deidad Elohim todavía había dobletes. También había diferencias de estilo, lenguaje e intereses. Para abreviar, las mismas clases de evidencia que habían conducido al descubrimiento de J y E ahora condujeron al descubrimiento de una tercera fuente que había estado oculta dentro de E. Las diferencias de intereses eran intrigantes. Esta tercera serie de relatos parecía particularmente interesada en sacerdotes. Contenía relatos acerca de sacerdotes, leyes sobre sacerdotes, cuestiones de ritos, sacrificios, quemar incienso, pureza, e intereses sobre fechas, números, y medidas. Por consiguiente, esta fuente vino a ser conocida como la fuente sacerdotal - abreviando, P. [De la palabra priest, que en inglés significa sacerdote - N. del T.].

Se halló que las fuentes J, E y P fluían a través de los cuatro primeros libros de los cinco libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, y Números. Sin embargo, apenas había rastro de ellas en el quinto libro, Deuteronomio, excepto por unas pocas líneas en los últimos capítulos. Deuteronomio está escrito en un estilo enteramente diferente del usado en los otros cuatro libros. Las diferencias son obvias hasta en las traducciones. El vocabulario es diferente. Hay diferentes expresiones recurrentes y frases favoritas. Hay dobletes de secciones enteras de los primeros cuatro libros. Hay evidentes contradicciones de detalles entre este libro y los demás. Hasta una parte de la redacción de los Diez Mandamientos es diferente. Deuteronomio parecía ser una fuente independiente, una cuarta fuente. Se la llamó D.

El descubrimiento de que la Torá de Moisés era en realidad cuatro obras que una vez habían estado separadas no era necesariamente una crisis en sí mismo. Después de todo, el Nuevo Testamento también comenzó con cuatro evangelios - Mateo, Marcos, Lucas, Juan - cada uno de los cuales contaba la historia a su propia manera. ¿Por qué, pues, hubo una reacción tan hostil, entre cristianos y judíos, a la idea de que el Antiguo Testamento (o Biblia hebrea) comenzara también con cuatro "evangelios"? La diferencia era que las cuatro fuentes de la Biblia hebrea habían sido combinadas tan intrincadamente y aceptadas como escritas por la mano de Moisés durante tanto tiempo, como dos mil años, que los nuevos descubrimientos resultaban inaceptables en presencia de una tradición sagrada, antigua y aceptada. Los investigadores bíblicos estaban deshilando una tela finamente entretejida, y nadie sabía a dónde conducirían estas nuevas investigaciones.

LA HISTORIA DE NOÉ - CONTADA DOS VECES

Estos cinco primeros libros de la Biblia habían sido redactados de una manera tan extraordinaria como cualquier libro en la tierra. Imginemos que encargamos a cuatro personas diferentes que escriban un libro sobre el mismo tema; luego tomamos sus cuatro diferentes versiones, las cortamos en pedazos, las combinamos hasta formar un solo relato continuo, y luego afirmamos que el relato es la obra de una sola persona. Después, imaginemos que le damos el libro a unos detectives y les encargamos que averigüen (1) que el libro no fue escrito por una sola persona, (2) sino que fue escrito por cuatro personas, (3) quiénes eran esas cuatro personas, y (4) que combinaron las cuatro versiones.

Para los lectores que deseen tener una mejor impresión de cómo se ve esto, he traducido el relato bíblico del arca de Noé, tal como aparece en Génesis, con sus dos fuentes impresas en dos tipos de letra diferentes. La historia del diluvio es una combinación de la fuente J y la fuente P. Aquí, la fuente J está impresa en tipo regular, y la fuente P está impresa en mayúsculas. Si se lee cualquiera de las dos fuentes de principio a fin, y luego se regresa y se lee la otra fuente, se podrá ver por sí mismo dos relatos completos y continuos, cada uno con su propio vocabulario y sus propios intereses:

EL DILUVIO - Génesis 6:5 - 8:22

(El texto J en tipo de letra regular; el texto sacerdotal en mayúsculas).

GÉNESIS 6:

5  Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
6  Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
7  Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
8  Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
9  ÉSTAS SON LAS GENERACIONES DE NOÉ: NOÉ, VARÓN JUSTO, ERA PERFECTO EN SUS GENERACIONES; CON DIOS CAMINÓ NOÉ.
10  Y ENGENDRÓ NOÉ TRES HIJOS: A SEM, A CAM Y A JAFET.
11  Y SE CORROMPIÓ LA TIERRA DELANTE DE DIOS, Y ESTABA LA TIERRA LLENA DE VIOLENCIA.
12  Y MIRÓ DIOS LA TIERRA, Y HE AQUÍ QUE ESTABA CORROMPIDA; PORQUE TODA CARNE HABÍA CORROMPIDO SU CAMINO SOBRE LA TIERRA
13  DIJO, PUES, DIOS A NOÉ: HE DECIDIDO EL FIN DE TODO SER, PORQUE LA TIERRA ESTÁ LLENA DE VIOLENCIA A CAUSA DE ELLOS; Y HE AQUÍ QUE YO LOS DESTRUIRÉ CON LA TIERRA.
14  HAZTE UN ARCA DE MADERA DE GOFER; HARÁS APOSENTOS EN EL ARCA, Y LA CALAFATEARÁS CON BREA POR DENTRO Y POR FUERA.
15  Y DE ESTA MANERA LA HARÁS: DE TRESCIENTOS CODOS LA LONGITUD DEL ARCA, DE CINCUENTA CODOS SU ANCHURA, Y DE TREINTA CODOS SU ALTURA.
16  UNA VENTANA HARÁS AL ARCA, Y LA ACABARÁS A UN CODO DE ELEVACIÓN POR LA PARTE DE ARRIBA; Y PONDRÁS LA PUERTA A SU LADO; Y LE HARÁS PISO BAJO, SEGUNDO Y TERCERO.
17  Y HE AQUÍ QUE YO TRAIGO UN DILUVIO DE AGUAS SOBRE LA TIERRA, PARA DESTRUIR TODA CARNE EN QUE HAYA ESPÍRITU DE VIDA DEBAJO DEL CIELO; TODO LO QUE HAY EN LA TIERRA MORIRÁ.
18  MAS ESTABLECERÉ MI PACTO CONTIGO, Y ENTRARÁS EN EL ARCA TÚ, TUS HIJOS, TU MUJER, Y LAS MUJERES DE TUS HIJOS CONTIGO.
19  Y DE TODO LO QUE VIVE, DE TODA CARNE, DOS DE CADA ESPECIE METERÁS EN EL ARCA, PARA QUE TENGAN VIDA CONTIGO, MACHO Y HEMBRA SERÁN.
20  DE LAS AVES SEGÚN SU ESPECIE,Y DE LAS BESTIAS SEGÚN SU ESPECIE, DE TODO REPTIL DE LA TIERRA SEGÚN SU ESPECIE, DOS DE CADA ESPECIE ENTRARÁN CONTIGO, PARA QUE TENGAN VIDA.
21  Y TOMA CONTIGO DE TODO ALIMENTO QUE SE COME, Y ALMACÉNALO, Y SERVIRÁ DE SUSTENTO PARA TI Y PARA ELLOS.
22  Y LO HIZO ASÍ NOÉ; HIZO CONFORME A TODO LO QUE DIOS LE MANDÓ.

GÉNESIS 7:

1  Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
2  De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.
3  También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.
4  Porque, pasados aun siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.
5  E hizo Noé conforme a todo lo que mandó Jehová.
6  ERA NOÉ DE SEISCIENTOS AÑOS CUANDO EL DILUVIO VINO SOBRE LA TIERRA.
7  Y por causa de las aguas del diluvio, entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos.
8 DE LOS ANIMALES LIMPIOS, Y DE LOS ANIMALES QUE NO ERAN LIMPIOS, Y DE LAS AVES, Y DE TODO LO QUE SE ARRASTRA SOBRE LA TIERRA,
9  DE DOS EN DOS ENTRARON CON NOÉ EN EL ARCA; MACHO Y HEMBRA, COMO MANDÓ DIOS A NOÉ.
10  Y sucedió que, al séptimo día, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11  EL AÑO SEISCIENTOS DE LA VIDA DE NOÉ, EN EL MES SEGUNDO, A LOS DIECISIETE DÍAS DEL MES, AQUEL DÍA FUERON ROTAS TODAS LAS FUENTES DEL GRANDE ABISMO, Y LAS CATARATAS DE LOS CIELOS FUERON ABIERTAS.
12  y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
13 EN ESTE MISMO DÍA ENTRARON NOÉ, CAM Y JAFET HIJOS DE NOÉ, LA MUJER DE NOÉ, Y LAS TRES MUJERES DE SUS HIJOS, CON ÉL EN EL ARCA,
14  ELLOS, Y TODOS LOS ANIMALES SILVESTRES SEGÚN SUS ESPECIES, Y TODOS LOS ANIMALES DOMESTICADOS SEGÚN SUS ESPECIES, Y TODO REPTIL QUE SE ARRASTRA SOBRE LA TIERRA SEGÚN SU ESPECIE, Y TODA AVE SEGÚN SU ESPECIE, Y TODO PÁJARO DE TODA ESPECIE.
15  VINIERON, PUES, CON NOÉ AL ARCA, DE DOS EN DOS DE TODA CARNE EN QUE HABÍA ESPÍRITU DE VIDA.

16  Y LOS QUE VINIERON, MACHO Y HEMBRA DE TODA CARNE VINIERON, COMO LE HABÍA MANDADO DIOS; y Jehová le cerró la puerta.
17  Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
18  Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
19  Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, quedaron cubiertos.
20  Quince codos más alto subieron las aguas después que fueron cubiertos los montes.
21 Y MURIÓ TODA CARNE QUE SE MUEVE SOBRE LA TIERRA, ASÍ DE AVES COMO DE GANADO Y DE BESTIAS, Y DE TODO REPTIL QUE SE ARRASTRA SOBRE LA TIERRA, Y TODO HOMBRE.
22  Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.
23  Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.
24 Y PREVALECIERON LAS AGUAS SOBRE LA TIERRA CIENTO CINCUENTA DÍAS.

GÉNESIS 8:

1  Y SE ACORDÓ DIOS DE NOÉ, Y DE TODOS LOS ANIMALES, Y DE TODAS LAS BESTIAS QUE ESTABAN CON ÉL EN EL ARCA; E HIZO PASAR DIOS UN VIENTO SOBRE LA TIERRA, Y DISMINUYERON LAS AGUAS.
2  Y SE CERRARON LAS FUENTES DE ABISMO Y LAS CATARATAS DE LOS CIELOS. Y la lluvia de los cielos fue detenida.
3  Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra. Y SE RETIRARON LAS AGUAS AL CABO DE CIENTO CINCUENTA DÍAS.
4  Y REPOSÓ EL ARCA EN EL MES SÉPTIMO, A LOS DIECISIETE DÍAS DEL MES, SOBRE LOS MONTES DE ARARAT.
5 Y LAS AGUAS FUERON DECRECIENDO HASTA EL MÉS DÉCIMO; EN EL MES DÉCIMO, AL PRIMERO DEL MES, SE DESCUBRIERON LAS CIMAS DE LOS MONTES.
6  Sucedió que, al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana del arca que había hecho.
7  Y ENVIÓ UN CUERVO, EL CUAL SALIÓ, Y ESTUVO YENDO Y VOLVIENDO HASTA QUE LAS AGUAS SE SECARON SOBRE LA TIERRA.
8  Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
9  Y no halló la paloma dónde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar en el arca.
10  Esperó aún otros siete días , y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
11  Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
12  Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más a él.
13  Y SUCEDIÓ QUE, EN EL AÑO SEISCIENTOS UNO DE LA VIDA DE NOÉ, EN EL MES PRIMERO, EL DÍA PRIMERO DEL MES, LAS AGUAS SE SECARON SOBRE LA TIERRA. Y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.
14  Y EN EL MES SEGUNDO, A LOS VEINTISIETE DÍAS DEL MES, SE SECÓ LA TIERRA.
15  ENTONCES HABLÓ DIOS A NOÉ, DICIENDO:
16  SAL DEL ARCA, TÚ, Y TU MUJER, Y TUS HIJOS, Y LAS MUJERES DE TUS HIJOS CONTIGO.
17 TODOS LOS ANIMALES QUE ESTÁN CONTIGO DE TODA CARNE, DE AVES Y DE BESTIAS Y DE TODO REPTIL QUE SE ARRASTRA SOBRE LA TIERRA, SACARÁS CONTIGO; Y VAYAN POR LA TIERRA, Y FRUCTIFIQUEN Y MULTIPLÍQUENSE SOBRE LA TIERRA.
18  ENTONCES SALIÓ NOÉ, Y SUS HIJOS, SU MUJER, Y LAS MUJERES DE SUS HIJOS CON ÉL.
19  TODOS LOS ANIMALES, Y TODO REPTIL Y TODA AVE, TODO LO QUE SE MUEVE SOBRE LA TIERRA SEGÚN SUS ESPECIES, SALIERON DEL ARCA.
20  Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.
21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
22  Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.

CADA UNO CON SUS PROPIAS PALABRAS

El hecho mismo de que sea posible separar dos relatos continuos de este modo es notable por sí mismo, y es una fuerte evidencia en favor de la hipótesis. Sólo es necesario tratar de hacer lo mismo con cualquier otro libro para ver cuán impresionante es este fenómeno.

Pero no es sólo que es posible separar dos relatos. Lo que hace este argumento tan poderoso es que cada relato usa consistentemente su propio lenguaje. El relato P (el que aparece en mayúsculas) se refiere consistentemente a la deidad llamándola Dios. El relato J siempre usa el nombre Yahvé. P se refiere al sexo de los animales con las palabras macho y hembra (Gén. 6:19; 7:9, 16). J usa los términos "el hombre y su mujer" (7:2) [en la Biblia en inglés - N. T.], así como macho y hembra. P dice que todo "murió" (6:17; 7:21). J dice que todo "murió" (7:22).

Las dos versiones no sólo difieren en terminología. Difieren en los detalles mismos del relato. P habla de una pareja de cada clase de animales. J habla de siete parejas de animales limpios y una pareja de animales no limpios. ("Limpios" significa aptos para el sacrificio. Las ovejas son limpias; los leones son no limpios). P dice que el diluvio duró un año (370 días). J dice que fueron cuarenta días y cuarenta noches. P dice que Noé envió un cuervo. J dice que fue una paloma. Obviamente, P se interesa por las edades, las fechas, y las medidas en codos. J no.

Probablemente, la diferencia más notable entre las dos versiones es sus diferentes maneras de representar a Dios. No es sólo que llaman a la deidad por nombres diferentes. J representa a una deidad que puede arrepentirse de cosas que ha hecho (6:6, 7), lo cual suscita interesantes preguntas teológicas, como si un ser todopoderoso y omnisapiente se arrepentiría jamás de acciones pasadas. Representa a una deidad a la que puede "dolerle en su corazón" (6:6), que cierra el arca personalmente (7:16) y huele el sacrificio de Noé (8:21). Esta cualidad antropomórfica de J falta casi por completo en P. Allí Dios es considerado más como un trascendente controlador del universo.

Los dos relatos del diluvio son separables y completos. Cada uno tiene su propio lenguaje, sus propios detalles, y hasta su propio concepto de Dios. Y aun este no es el cuadro completo. El lenguaje del relato del diluvio de J, los detalles, y el concepto de Dios son consistentes con el lenguaje, los detalles, y el concepto de Dios en otros relatos de J. El relato de P sobre el diluvio es consistente con otros relatos de P. Y así sucesivamente. Los investigadores hallaron que cada una de las fuentes es una colección consistente de relatos, poemas, y leyes.

EL UMBRAL

El descubrimiento de que hubo cuatro documentos separados, internamente consistentes, vino a conocerse como Hipótesis Documental. El proceso también se llamó "Alta Crítica" . Lo que había comenzado como una idea de tres hombres  del siglo dieciocho llegó a dominar las investigaciones de la Biblia para fines del siglo diecinueve.

Se habían necesitado siglos de reunir indicios para llegar a esta etapa, que se podía considerar como bastante avanzada o en realidad bastante mínima, dependiendo del punto de vista de cada uno. Por una parte, por siglos, nadie pudo cuestionar fácilmente la tradición aceptada de que Moisés era el autor de los cinco libros, y ahora personas de reconocida piedad podían decir y escribir libremente que no lo era. Pudieron identificar por lo menos cuatro manos que habían participado en la escritura de los primeros cinco libros de la Biblia. También, había la mano de un coleccionista extremadamente hábil, conocido como redactor, alguien capaz de combinar y organizar estos documentos separados en una sola obra lo bastante unificada para que se pudiera leer como una sola narración continua.

Por otra parte, a donde estos detectives de los orígenes bíblicos habían llegado era sólo el umbral. Lograron ver que había un acertijo, y lograron comenzar a tener una idea de cuán complejo iba a ser éste. Es verdad que lograron identificar cuatro documentos y a un redactor, pero, ¿quién había escrito esos documentos? ¿Cuándo vivieron? ¿Cuál había sido su propósito? ¿Conocían el trabajo los unos de los otros? ¿Sabía alguno de ellos que estaba escribiendo una Biblia, una obra que se consideraría sagrada y autorizada? Y el misterioso redactor, ¿era una persona, o eran varias personas? ¿Quiénes eran ellos? ¿Por qué combinaron los documentos de esta compleja manera? Las respuestas estaban sepultadas en las páginas de la Biblia y en el suelo del Oriente Medio. Al investigar ambos, mi predecesores y yo descubrimos cómo estaban conectados los relatos de esas páginas con ese mundo.

DOS PAÍSES, DOS ESCRITORES

Las dos primeras fuentes, J y E, fueron escritas por dos personas que vivieron durante el período que he descrito en el capítulo anterior. Estaban ligadas a la vida de aquel período, sus principales sucesos, su política, su religión, y sus catástrofes. En este capítulo, me propongo demostrar esto e identificar a las personas que los escribieron.

Primero, el autor de J procedía de Judá y el autor de E procedía de Israel. Varios eruditos bíblicos antes que yo han sugerido esto, pero lo que es nuevo aquí es que yo intento presentar un más fuerte cúmulo de evidencia en favor de esto que la que se ha conocido hasta ahora, quiero ser más específico acerca de quiénes eran esos dos escritores, y me propongo demostrar más específicamente cómo los relatos bíblicos relacionaban en realidad a estos dos hombres con lo que sucedía en el mundo.

Por supuesto, el mero hecho de que los diferentes relatos de los primeros libros de la Biblia llaman a Dios por diferentes nombres no prueba nada por sí mismo. Alguien podría escribir acerca de la reina de Inglaterra y llamarla a veces la reina y a veces Elizabeth II. Pero, como he dicho, había algo más sospechoso acerca de la manera en que los diferentes nombres de la deidad aparecen en los primeros pocos libros de la Biblia. Los dos diferentes nombres, Yahvé y Elohim, parecían alinearse consistentemente en cada una de las dos versiones de los mismos relatos de los dobletes. Si separamos los relatos de Elohim (E) de los relatos de Yahvé (J), obtenemos una serie consistente de indicios en el sentido de que los relatos E fueron escritos por alguien relacionado con Israel y los relatos J fueron escritos por alguien relacionado con Judá 5.

J, DE JUDÁ; E, DE ISRAEL

Primero, hay la cuestión de los escenarios de los relatos. En Génesis, en los relatos que llaman a Dios Yahvé, el patriarca Abraham vive en Hebrón 6. Hebrón era la principal ciudad de Judá, la capital de Judá bajo el reinado de David, y la ciudad de donde procedía Sadoc, el sumo sacerdote judío en el reino de David.

En el pacto que Yahvé hace con Abraham, Yahvé promete que los descendientes de Abraham tendrán el territorio "desde el río de Egipto hasta el ... río Éufrates" 7. Éstos eran los límites de la nación bajo el rey David, el fundador de la familia real de Judá.

Pero, en un relato que llama a Dios Elohim, el nieto de Abraham, Jacob, tiene un encuentro cuerpo a cuerpo con alguien que resulta ser Dios (o quizás un ángel), y Jacob llama al lugar donde esto ocurre Peni-El, que significa "rostro de Dios". Peni-El era una ciudad que el rey Jeroboam construyó en Israel 8.

Ambas fuentes, J y E, cuentan historias sobre la ciudad de Beth-El, y ambos reinos, Judá e Israel, hicieron demandas políticas sobre Beth-El, que estaba en la frontera entre los dos reinos 9.

Ambas fuentes, J y E, cuentan historias sobre la ciudad de Siquem, que Jeroboam construyó y constituyó en capital de Israel. Pero los dos relatos son muy diferentes. Según el relato de J, un hombre llamado Siquem, que es el príncipe original de esa ciudad, ama a Dina, la hermana de Jacob y se acuesta con ella. Luego, pide su mano en matrimonio. Los hijos de Jacob responden que ellos no puden considerar ni éste ni ningún otro matrimonio con el pueblo de Siquem porque los siquemitas son incircuncisos y los hijos de Jacob son circuncisos. Por consiguiente, el príncipe de Siquem y su padre, Hamor, persuaden a todos los varones de que se circunciden. Mientras los hombres están inmóviles a causa del dolor de la cirugía, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, entran a la ciudad, matan a todos los hombres, y se llevan de vuelta a Dina. Su padre, Jacob, los critica por haber hecho esto, pero ellos responden: "¿Debía él tratar a nuestra hermana como a una prostituta?" Y ése es el fin de la historia 10. Esta historia de J de cómo Israel adquirió su ciudad capital no es muy agradable. Mientras tanto, el relato de E lo cuenta de esta manera:

Y [Jacob] compró la porción del campo, donde plantó su tienda, de la mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas 11.

¿Cómo adquirió Israel Siquem? El autor de E dice que la compró. El autor de J dice que fue por medio de una matanza.

EL ORIGEN DE LAS TRIBUS

En las historias del nacimiento de los hijos y los nietos de Jacob - cada uno de los cuales se convierte en el antepasado de una tribu. Por lo general, hay una referencia a la deidad cuando le ponían nombre al niño. El grupo de relatos que invocan a Elohim son los de:

Dan
Neftalí
Gad
Aser
Isacar
Zabulón
Efraín
Manasés
Benjamín 12

En resumen, el grupo Elohim incluye los nombres de todas las tribus de Israel 13. El grupo de relatos que invocan el nombre de Yahvé son los relatos de:

Rubén
Simeón
Leví
Judá


Los tres primeros de los cuatro nombres de esta lista son los nombres de las tribus que perdieron su territorio y se fundieron con las otras tribus. En la narración de Yahvé, el único nombre de una tribu con territorio existente es Judá 14.

El relato de J va aun más allá para justificar la ascendencia de Judá. De acuerdo con el relato, Rubén es el primogénito, Simeón es el segundo, Leví el tercero, y Judá el cuarto. En el antiguo Cercano Oriente, el orden del nacimiento era extremadamente importante, porque el hijo primogénito tenía derecho a la primogenitura, lo cual significaba la porción mayor de la herencia paterna (generalmente el doble de las herencias de los otros hermanos). Por consiguiente, deberíamos esperar que Rubén, el hijo mayor, tuviera la primogenitura. Pero hay un relato que informa que Rubén durmió con una de las concubinas de su padre, y que su padre se enteró. Los siguientes dos hijos en línea para la primogenitura serían Simeón y Leví. Pero en la historia de J sobre Siquem, éstos dos son los que masacraron la ciudad y son criticados por su padre. Y así, en J, ¡la primogenitura recae en el cuarto hijo, Judá! En la patética bendición de Jacob para sus hijos en su lecho de muerte, esto es lo que dice de Rubén:

Rubén, tú eres mi primogénito, y el principio de mi vigor;
principal en dignidad, principal en poder.

Impetuoso como las aguas, no serás el principal,
por cuanto subiste al lecho de tu padre 15.

Y esto es lo que dice de Simeón y Leví:

Simeón y Leví son hermanos. Armas de iniquidad sus armas. ... 
Porque en su furor mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros.
Maldito su furor, que fue fiero, y su ira, que fue dura.
Yo los apartaré de Jacob, y los esparciré en Israel.

Pero de Judá dice:

Judá, te alabarán tus hermanos ...
Los hijos de tu padre se inclinarán a ti 17.

En J, Judá obtiene la primogenitura.
¿Quién la obtiene en E? En la versión de E de la escena al pie del lecho de muerte, Jacob lega una doble porción en José, anunciando que cada uno de los hijos de José, Efraín y Manasés, recibirá una porción completa, equivalente a las porciones de de Rubén, Simeón, y los demás. ¿Por qué favoreció el autor de E a José y a sus hijos? La respuesta reside en un detalle más del relato de E. Cuando, en su lecho de muerte, Jacob está pronunciando su bendición sobre José y sus hijos, José pone a sus hijos frente a Jacob de tal manera que Jacob debería poner la mano derecha sobre la cabeza de Manasés, el hijo mayor. La mano derecha es señal de preeminencia. Pero Jacob cruza los brazos, de manera que la mano derecha quedasobre la cabeza de Efraín. José protesta por la inversión, pero Jacob insiste en que Efraín llegará a ser más importante 18. ¿Qué sucede con Efraín? ¿Por qué el autor de E desarrolla la jerarquía para que culmine, no en ninguno de los hijos de Jacob, sino en uno de sus nietos, que ni siquiera es primogénito? ¿Había algo históricamente significativo sobre la tribu de Efraín en la época del escritor? Respuesta: Efraín era la tribu del rey Jeroboam. Siquem, la ciudad capital de Jeroboam, estaba situada en las colinas de Efraín 19. En realidad, Efraín se usaba como otro nombre para el reino de Israel 20.

EVIDENCIA EN LOS RELATOS

Los relatos de J encajan con las ciudades y el territorio de Judá. Los relatos de E encajan con las ciudades y el territorio de Israel. Descubrí que otros detalles de los relatos también encajan consistentemente en este escenario:

Tanto J como E contienen versiones del relato de José. En ambos, los hermanos de José sienten celos de él y planean matarlo, pero uno de los hermanos lo salva. En E, es Rubén, el mayor, quien lo salva21. Pero en J, es Judá quien lo salva 22.

En hebreo, el relato de E sobre el testamento de Jacob en su lecho de muerte tiene un juego de palabras. Al crear las porciones para Efraín y Manasés, Jacob le dice a José: "Te he dado una porción más que tus hermanos" 23. La palabra hebrea traducida aquí como "porción" es sekem, o como la pronunciamos en español, Siquem. Decirle al padre de Efraín que recibirá un Siquem extra es como decirle al gobernador de Michigan: "Les he dado a los otros estados algunos árboles, pero a ti te he dado un árbol" [N. del T.: en inglés, an arbor, que suena como "Ann Arbor", una ciudad del estado de Michigan].

Mientras tanto, los relatos de J parecen estar haciendo un juego de palabras con el nombre del primer rey de Judá después de la división: Roboam. La raíz hebrea del nombre Roboam (r-h-b) ocurre seis veces en los relatos de J, sugiriendo, por lo general, como lo hace el nombre del rey, la expansión del país 24. La raíz nunca ocurre en E.

De acuerdo con el relato de E, José hace una solicitud en su lecho de muerte en Egipto de que, algún día, sus huesos sean llevados de vuelta a su país natal para ser sepultados allá 25. Al final del relato de E sobre el éxodo desde Egipto, los israelitas efectivamente se llevan sus huesos de vuelta con ellos 26. Este cuidado por el entierro de José sólo ocurre en E. ¿Dónde estaba la ubicación tradicional de la tumba de José? En Siquem, capital de Israel 27.

Tanto J como E contienen historias de la esclavitud del pueblo en Egipto. Por lo general, la fuente J se refiere a los egipcios que supervisan a los esclavos con el nombre de "capataces", pero, en el pasaje que parece ser de E, se les llama "oficiales de missim" 28. Recuérdese que missim era el término para describir la política de trabajos forzados del rey Salomón, una política que fue una de las principales razones para la secesión de las tribus de Israel en el norte. La redacción de E parece un insulto para Judá y su familia real.

El insulto parece doble, porque la más prominente de las esposas de Salomón era la hija del faraón de ese período. El libro de 1 Reyes la menciona a ella como primera de entre todas sus esposas 29. Además, tal matrimonio debe haber sido notable porque los reyes de Egipto desdeñaban casar a sus hijas con extranjeros. No hay ningún otro caso registrado en el Cercano Oriente del matrimonio de una princesa egipcia con un gobernante extranjero.

En E. el fiel ayudante de Moisés es Josué. Josué guía al pueblo en combate contra los amalecitas; sirve como centinela dentro de la tienda de reunión cada vez que Moisés no está reunido con la deidad allí; es el único israelita que no estuvo envuelto en el incidente del becerro de oro; y trata de impedir el uso erróneo de la profecía 30. Por otra parte, en J, Josué no juega ningún papel. ¿Por qué el tratamiento especial de Josué en E, pero no en J? Josué era un héroe del norte. Está identificado como procedente de la tribu de Efraín, la tribu de Jeroboam; la tumba de Josué está en el territorio de Efraín y, de acuerdo con el último capítulo del libro de Josué, su obra culmina en una ceremonia de pacto en Siquem 31.

Según un relato de J, Moisés envía un grupo de espías desde el desierto hasta la tierra prometida. Todos los espías, menos uno, informan que el territorio es inexpugnable porque sus habitantes son de enorme estatura y feroces. El único espía que discrepa con este informe y anima al pueblo a tener fe es Caleb.  En el relato, los espías viajan por el Neguev (el desierto meridional del territorio), la región montañosa, hasta Hebrón, luego hasta el wadi Escol. Todos estos lugares están en territorio de Judá. En J, los espías sólo ven a Judá 32. En cuanto al héroe de la historia, Caleb, es el epónimo antepasado de los calebitas. Los calebitas poseían territorio en el territorio montañoso de Judá. En realidad, el territorio calebita incluía Hebrón, la capital de Judá 33.

La conclusión acumulativa, consistente, de toda esta evidencia, me parece a mí, es que: (1) los primeros investigadores tenían razón acerca de la existencia de dos fuentes, J y E; (2) a la persona que escribió J le interesaba particularmente el reino de Judá, y a la persona que escribió E le interesaba particularmente el reino de Israel.

Aun así, como dije en la introducción, estamos interesados en algo más que las preferencias territoriales de los autores. La pregunta es: ¿Por qué escribieron estos relatos? ¿Qué estaba sucediendo en su mundo que los impulsó a escribir estas cosas?

LOS GEMELOS

Por ejemplo, considérense los relatos bíblicos acerca de los gemelos Jacob y Esaú. En estos relatos, Isaac, el hijo de Abraham, se casa con Rebeca, y ella da a luz a gemelos. El primero en salir del vientre de su madre es Esaú. El segundo es Jacob. Mientras todavía están en la matriz de su madre, Yahvé le dice a Rebeca:

Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos serán divididos desde tus entrañas.
El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor 34.

Los muchachos crecen. En una ocasión, Esaú regresa del campo muerto de hambre. Su hermano, Jacob, está preparando un guiso rojo. Jacob le dice a Esaú que le dará un poco del alimento sólo si Esaú jura que le dará a cambio su primogenitura. Esaú accede 35.

Pasa más tiempo. El padre de ellos, Isaac, se propone dar a Esaú su bendición en su lecho de muerte. Sin embargo, Rebeca anima a Jacob a que pose como su hermano mayor y así engañe a su padre medio ciego para que le dé la bendición a él en lugar de a Esaú. Jacob lo hace. Se pone la ropa de su hermano, y en los brazos se pone pieles de cabra porque su hermano es "hombre velludo". Isaac le da a Jacob la bendición, que incluye dominio sobre su hermano. Cuando Esaú llega, Isaac le dice que la bendición ya se la ha dado a Jacob. Esaú pide una bendición también. Su padre le da la siguiente:

He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, y del rocío de los cielos de arriba.
Por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás.
Y sucederá cuando te fortalezcas, que descargarás su yugo de tu cerviz 36.

¿Por qué escribió alguien estas historias, con estos detalles? Las respuestas están ligadas a la vida del mundo del autor.

¿Por qué guiso rojo? Porque, dice el relato, a Esaú lo llamaban "Rojo". La palabra hebrea equivalente para "rojo" es Edom. Es decir, tradicionalmente, Esaú es conocido como el padre de los edomitas.

¿Por qué hermanos gemelos? Porque el pueblo de Israel-Judá consideraba a los edomitas como parientes, como relacionados con ellos étnica y/o lingüísticamente (a diferencia de, digamos, los egipcios y los filisteos, que eran considerados "extranjeros").

¿Por qué la revelación a Rebeca de que los descendientes de su hijo menor dominarían a los de su hijo mayor? Porque el joven reino de Israel-Judá, bajo el rey David, derrotó al reino mayor de Edom y lo dominó durante doscientos años.

¿Por qué recibe Jacob la primogenitura (una doble porción) y la bendición (prosperidad y dominio)? Porque Israel-Judá llegaron a ser de mayor tamaño y más próspero que Edom y lo dominaron.

¿Por qué Esaú/Edom obtiene una bendición de que "descargarás su yugo de tu cerviz"? Porque Edom finalmente se liberó y alcanzó su independen cia durante el reinado del rey judío Joram (848-842 A.C.) 37.

Todos estos relatos se refieren a la deidad como Yahvé o muestran otras señales de ser parte de J. ¿Por qué los relatos sobre las relaciones con Esaú/Edom ocurren en J y no en E? J es de Judá. Judá limitaba con Edom, Israel no.

En cada punto, los detalles de los relatos corresponden al registro histórico. El autor de J compuso los relatos de los antepasados de su pueblo con miras a explicar y justificar la situación mundial en que vivía.

A menudo, las versiones de la escuela dominical de esta historia tratan de vindicar a Jacob. Con ligeros cambios de reinterpretación, hacen de Jacob el hijo bueno y de Esaú el hijo malo. Pero el escritor de J era más sofisticado que sus intérpretes posteriores. Contó una historia en que Jacob era valeroso y astuto, pero también deshonesto. El autor de J no presentó a sus héroes como perfectos (no más que la Historia de la Corte de David hizo perfecto a David). Su tarea fue más bien componer una historia que reflejaba y explicaba las realidades políticas y sociales del mundo que él conocía. Cualquiera que lea las historias de Jacob y Esaú puede ver hasta qué punto tuvo éxito. 


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