¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA?
Richard Elliot Friedman

CAPÍTULO 6

D

Hemos aprendido que alguien confeccionó Deuteronomio y los siguientes seis libros de la Biblia como una obra continua. Y hemos aprendido que la persona que confeccionó esta obra era alguien que vivió durante el reinado del rey Josías.

Para imaginar quién era este autor-editor de Deuteronomio y los siguientes seis libros de la Biblia, es necesario examinar lo que contenía la obra de esta persona.

Primero que todo, incluía el código de leyes en el centro del libro de Deuteronomio.

EL CONTENIDO DEL CÓDIGO DE LEYES

El código de leyes ocupa más o menos la mitad del libro, capítulos 12-26.

La primera ley es la ley de centtralización del culto. Le dice al adorador que, si quiere comer carne, no debe simplemente sacrificar su oveja o vaca él mismo. En su lugar, debe llevar al animal al único lugar de culto aprobado, el "lugar donde Yahvé ponga su nombre", y alli un sacerdote consagrado matará el animal en el altar. De acuerdo con Deuteronomio, la única excepción a esta regla es cuando alguien vive demasiado lejos del lugar oficial para llevar el animal hasta allí. En ese caso, puede matar el animal en su casa, con tal de que vierta la sangre en el suelo.1

El código legal deuteronómico también contiene la "ley del rey". Se requiere que el rey sea escogido por Yahvé (lo cual, presumiblemente, significa ser designado por un profeta), que el rey no sea un extranjero, que no adquiera muchos caballos, que no tenga muchas mujeres (esposas y concubinas), ni grandes cantidades de plata y oro, y que escriba una copia de esta ley en frente de los levitas y la lea regularmente.2 

El código de leyes de Deuteronomio también contiene prohibiciones contra la práctica de la religión pagana. Contiene instrucciones concernientes a profetas, especialmente falsos profetas. Trata de caridad, justicia, leyes sobre la familia y la comunidad, días festivos, leyes dietéticas, leyes concernientes a la guerra, y una variedad de leyes sobre una amplia gama de asuntos, desde el tratamiento de los esclavos hasta cuestiones agrícolas y la práctica de la magia. Además, se refiere regularmente al bienestar de los levitas; instruye al pueblo para que provea para los levitas.

¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL CÓDIGO DE LEYES?

Cuando le tocó el turno a Baruch Halpern presentar un trabajo en el seminario del Departamento del Cercano Oriente de Harvard, presentó investigaciones con las cuales intentaba averiguar de dónde vino este código de leyes.

Primero preguntó: ¿Vino de alguien en la corte real? ¿Lo hizo escribir Josías o algún otro rey para que sirviera sus propios propósitos políticos? Esto parecía improbable. Después de todo, contiene la ley del rey. Esta ley dice que el rey "no multiplicará plata y oro en gran manera". Un rey que está estableciendo un código legal "fraude piadoso" para su propio provecho político, ¿por qué incluiría una ley que dice que no puede tener mucho dinero? La ley también le prohibe tener muchas mujeres o adquirir muchos caballos, y le exige escribir una copia de la ley en frente de los sacerdotes levitas. ¿Por qué querría un rey sobrecargarse con todas estas restricciones?

El código de leyes de Deuteronomio no aparenta ser un libro producido en una corte. En realidad, contiene material que se relaciona con las condiciones que existían antes de que hubiese reyes en Israel o Judá.

Un ejemplo de esto es el grupo de leyes de la guerra que aparecen en Deuteronomio 20 y 21. Estas leyes tienen que ver con llamar al pueblo para elir a la guerra. Antes de entrar en combate, los jueces tenían que hacerle un anuncio al pueblo: Cualquiera que hubiese construido una casa y no la hubiese dedicado, o cualquiera que se hubiese comprometido con una mujer pero no se hubiese casado todavía, debía ir a su casa o a su esposa. No debía correr el riesgo de morir en la guerra y permitir que su casa o su esposa fuesen tomadas por alguien más. Tambien se exceptúa del reclutamiento a cualquiera que tenga miedo. El hombre que está asustado debe irse a su casa, para que no debilite el espíritu de otros también. Las leyes de guerra también dicen que, después de una victoria militar, se le prohibe a un israelita violar a una mujer capturada. A las mujeres del grupo que ha sido derrotado se les debe dar tiempo para que lloren a los miembros perdidos de su familia, y después pueden ser tomadas por esposas, o de lo contrario, deben ser dejadas en libertad.

Ahora bien, este grupo de leyes de guerra supone reclutamiento militar universal - es decir, una leva. Se refiere a ciudadanos ordinarios que están siendo reunidos para formar un ejército. En realidad, existía ese llamado a las fuerzas de las tribus israelitas en  los primeros años del país. En tiempos de urgencia, los israelitas eran reclutados para el servicio militar. Sin embargo, con el surgimiento de la monarquía, esta especie de reclutamiento fue reemplazada por ejércitos profesionales. Los reyes querían tener fuerzas profesionales permanentes que respondieran sólo al rey, en lugar de estar obligados a volverse a las tribus en busca de apoyo. Por consiguiente, las leyes de guerra en el libro de Deuteronomio no reflejan los intereses de los reyes. Más bien, estas leyes indican un punto de vista temprano, no monárquico. En este código de leyes, hay instrucciones con respecto a demandas legales que también parecen proceder de alguna parte diferente del palacio. Dan jurisdicción en cuestiones legales a los levitas, no al rey ni a las personas designadas por él.

Los levitas, la tribu sacerdotal de Israel, parecen un grupo más probable dónde buscar al autor de Deuteronomio que los cortesanos reales. En muchos puntos, el libro parece haber sido escrito para defender sus intereses. Comienza con las leyes de centralización religiosa, que prohiben que personas laicas efectúen sus propios sacrificios. Repetidamente, el libro requiere que el pueblo cuide a los levitas. Incluye leyes de diezmos y ofrendas religiosos. Requiere que el rey escriba su copia de la ley en presencia de los levitas. Declara que los levitas son la correcta tribu sacerdotal. Regularmente se ocupa del cuidado de este grupo. Por consiguiente, la mayoría de los investigadores ha relacionado el código de leyes de Deuteronomio con los levitas, de una manera u otra.

¿CUÁLES SACERDOTES?

Pero, ¿cuáles levitas? Había habido varios círculos sacerdotales diferentes en Israel y en Judá. En Jerusalén, había un sacerdocio identificado como descendientes de Aarón. En Bet-el, había habido sacerdotes que el rey Jeroboam había designado. Estaban los levitas del reino del norte que fungían en Silo. Había los levitas rurales, el clero local que fungió en los varios lugares altos durante la mayor parte de la historia de Israel y de Judá. Halpern preguntó: ¿A cuál casa sacerdotal y a cuál período podría limitarse la búsqueda del autor del código de leyes de Deuteronomio?

No era probable que el autor se encontrase entre los sacerdotes del templo de Jerusalén. Es cierto que a este grupo le habría gustado la idea de centralizar la religión en su templo; pero este grupo también era arónida. Su linaje se remontaba a Aarón, y distinguían entre aarónidas y todos los demás levitas. Sin embargo, el código de leyes de Deuteronomio no hace distinción entre las familias levitas, y nunca menciona el nombre de Aarón. Tampoco se refiere nunca al arca, los querubines, ni a ningún otro implemento religioso que se guardaba en el templo de Jerusalén. Tampoco se refiere nunca al oficio de sumo sacerdote, y el sumo sacerdote había sido siempre aarónida desde el día en que el rey Salomón expulsó al sacerdote Abiatar e hizo del sacerdote Sadoc el único sumo sacerdote. Así, pues, el código de leyes de Deuteronomio no representa el punto de vista de los sacerdotes aarónidas de ningún período.

Las leyes tampoco reflejan los puntos de vista de los sacerdotes que fungíeron en Bet-el durante los doscientos años entre Jeroboam y la caída de Israel en 722. Esos sacerdotes no eran levitas. Las leyes de Deuteronomio favorecen a los levitas y consideran sólo a los levitas como sacerdotes legítimos.

El autor del código de leyes de Deuteronomio no procedía de los levitas rurales tampoco. La primera ley, y quizás la más adelantada, del código de leyes es la centralización de la religión, el requisito de que todos los sacrificios debían ser llevados a un solo altar central. Ésta fue la ley que sacó de la actividad a los levitas rurales. Significaba la destrucción de los lugares altos en los cuales aquellos fungían. El código de leyes de Deuteronomio muestra preocupación por esos levitas; da instrucciones al pueblo para que se preocupen por ellos. Pero no los autoriza. Es decir, no les permite ser sacerdotes oficiales, que presiden sobre los sacrificios en el lugar central de culto. La persona que escribió la ley de Deuteronomio ciertamente no representaba los intereses de este grupo.

LOS SACERDOTES DE SILO

Por consiguiente, el lugar donde se debe buscar al autor de Deuteronomio era un grupo (1) que quería la centralización de la religión, pero no ligada al arca ni al sacerdocio de Jerusalén; (2) que se preocupaba por el sostenimiento de todos los levitas, pero autorizaría sólo un grupo de levitas centrales; (3) que aceptaba tener un rey, pero quería limitaciones a su gobierno; (4) que tenía una posición premonárquica en cuestiones de guerra.

Esto se oye como los sacerdotes de Silo - el mismo grupo que produjo E.

Los sacerdotes de Silo creían en la centralización del culto, porque Silo había sido una vez el centro religioso nacional, en los días de Samuel.

No relacionaban la centralización con el arca ni con el sacerdocio de Jerusalén porque su líder Abiatar había sido expulsado de Jerusalén por Salomón, y desde entonces, el sacerdocio de Jerusalén había sido aarónida.

Insistían en que sólo levitas eran sacerdotes legítimos, pues ellos mismos eran levitas, y habían sido reemplazados por no levitas en Bet-el.

Tenían buenas razones para instar al pueblo a que se preocuparan por los levitas en necesidad, porque ellos eran levitas necesitados, sin tierras ni empleo.

Aceptaban tener rey, puesto que su líder Samuel había designado y ungido los primeros dos reyes de Israel. Querían que hubiese limitaciones al gobierno real, pues la aceptación de la monarquía por Samuel había sido de mala gana, y el rey Salomón y el rey Jeroboam los había tratado mal.

Asumían una posición premonárquica con respecto a la guerra, prefiriendo el reclutamiento tribal al ejército profesional, porque había sido con el surgimiento de ejércitos profesionales que los reyes se habían vuelto independientemente poderosos y ya no tenían que depender de que el pueblo los apoyase.

Por lo menos el código de leyes de Deuteronomio, pues, fue escrito probablemente por alguien conectado con los sacerdotes de Silo. No era necesario que hubiese sido escrito como fraude piadoso poco antes de ser descubierto por Hilcías. Reflejaba los intereses de los sacerdotes de Silo justo en cualquier momento después de la división de Israel y Judá.

Otros investigadores antes de Halpern habían dicho que Deuteronomio podría haber sido escrito en Israel antes de la destrucción por Asiria, y luego llevado al sur, a Judá, en 722. Pero, preguntaba Halpern, ¿qué significaba "llevado al sur, a Judá"? Si el código de leyes de Deuteronomio había realmente escrito por un grupo de sacerdotes desplazados en un reino que en ese entonces estaba destruido, ¿cómo encontró este documento el camino hacia el templo de Judá? ¿Cómo se convirtió en ley del territorio?

Era necesario seguir el rastro a este rollo y ver qué se había hecho con él. Resultó que la conexión con Silo se fortaleció con la investigación de cómo apareció el código de leyes en la mitad de Deuteronomio. Esto también condujo al descubrimiento de la identidad del mismo Deuteronomio.

LA CONEXIÓN SILO

El historiador deuteronómico tomó el código de leyes y le añadió una introducción. La introducción, Deuteronomio 1-11, dice que éste es el último discurso de Moisés. Luego, describe a Moisés repasando los principales incidentes de sus cuarenta años con el pueblo.

Luego, el escritor deuteronómico describe a Moisés entregando el código de leyes, Deuteronomio 12-26, y añade una lista de bendiciones y maldiciones, por la fidelidad o la infidelidad, respectivamente, al código en Deuteronomio 27-28.

Luego añade una conclusión, describiendo las últimas palabras y los últimos actos de Moisés. Moisés anima al pueblo. Escribe "esta Torá" en un rollo. Se lo da a los levitas. Les dice que lo pongan al lado del arca. Y luego muere.

Después, el escritor deuteronómico ubica a Deuteronomio al principio de la historia que fluye a través de Josué, Jueces, Samuel, y Reyes. Y entonces escribe el fin culminante: el sacerdote Hilcías halla el rollo, y el rey Josías lo cumple.

¿Cómo fortaleció esto la conexión Silo? Porque resultó que el historiador deuteronómico estaba conectado con los sacerdotes del mismo Silo.

Primero, el historiador deuteronómico parece haber tenido la misma actitud poco admirativa hacia el sacerdocio aarónico que tenían los sacerdotes de Silo. En su introducción y conclusión al libro de Deuteronomio, menciona a Aarón sólo dos veces: una vez para decir que murió,3 y una vez para decir que Dios fue lo bastante loco como para destruir a Aarón en relación con el becerro de oro.4 El deuteronomista también añadió una alusión gratuita al caso de María blanca como la nieve, otro relato en que Aarón había actuado muy mal y Dios se había enojado contra él.5

Segundo, el deuteronomista - y su héroe, el rey Josías - compartían la antipatía de los sacerdotes silonistas hacia Salomón y Jeroboam, los dos reyes que les habían quitado a los silonitas su autoridad. En el caso de Salomón, el historiador dice que Salomón hizo lo malo en su vejez, que regresó a la religión pagana, que siguió a la diosa sidonia Astoret, al dios moabita Quemos, y al dios amonita Milcom, y que construyó lugares altos para estas deidades en una colina en frente de Jerusalén.6 Luego, el historiador informa, al final de la historia, que parte de la reforma de Josías fue eliminar estos mismos lugares altos. Su lenguaje deja bien claro que su intención era describir los actos de Salomón en la peor luz posible. Escribió que Josías

profanó los lugares altos que estaban delante de Jerusalén ... que Salomón había edificado a Astoret, ídolo abominable de los sidonios, y a Quemos, ídolo abominable de Moab, y a Milcom, ídolo abominable de los hijos de Amón.7

Eso en cuanto a Salomón. El deuteronomista también escribió criticando las actividades constructoras religiosas de Jeroboam, a saber, los lugares altos en Dan y Bet-el dedicados al becerro de oro, e informó que Josías destruyó por lo menos el lugar alto de Bet-el.8

Los sacerdotes de Silo no podrían haber esperado menos de Josías. Estaba corrigiendo los errores que se habían cometido contra ellos tres siglos antes. Y el historiador deuteronómico estaba presentando este rey como la culminación de tres siglos de historia.

JEREMÍAS

Hubo otra persona conectada con el rey Josías y con la historia deuteronómica. La asociación de esta persona con ellos confirmó adicionalmente la conexión Silo, y nos acercó un paso más  aconocer la identidad del deuteronomista.

De acuerdo con el libro de Jeremías, este profeta admiraba al rey Josías e inició su ministerio como profeta durante el reinado de Josías.9 De acuerdo con el libro de Crónicas, Jeremías compuso una lamentación para Josías cuando éste fue muerto.10 

Jeremías estaba conectado con los consejeros de Josías que estaban involucrados con "el libro de la Torá". Recuérdese que el sacerdote Hilcías había descubierto el libro, y el escriba Safán se lo había llevado al rey Josías y se lo había leído. Cuando Jeremías envió una carta a los exiliados en Babilonia, fue entregada a su nombre por Gemarías, hijo de Hilcías, y Elasa, hijo de Safán.11 Cuando Jeremías escribió un rollo de profecías contra Joacim, hijo de Josías, fue leído en el aposento de Gemarías, hijo de Safán.12 Gemarías, hijo de Safán, estuvo al lado de Jeremías en los momentos críticos de su vida, como lo hizo Ahicam, hijo de Safán, que salvó a Jeremías de ser lapidado.13 Y Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, cuando fue designado gobernador de Judá por Nabucodonosor, puso a Jeremías bajo su protección.14

De algún modo, Jeremías estuvo conectado con Josías y con el libro de la Torá. ¿Qué tiene que ver esto con la conexión Silo?

Primero que todo, Jeremías es el único profeta en la Biblia que se refiere a Silo (cuatro veces).15

Segundo, llama a Silo "el lugar donde yo [Dios] hice morar mi nombre", que es el término deuteronómico para el lugar central de culto.16

Tercero, lo último que oímos acerca del sacerdocio de Silo fue que su líder, Abiatar, que había sido uno de los dos sumos sacerdotes de David, había sido expulsado de Jerusalén por Salomón. Salomón desterró a Abiatar a su propiedad familiar en el pueblo de Anatot. que hasta la fecha es un pueblo pequeño fuera de Jerusalén. En Anatot, Abiatar presumiblemente podría ser vigilado y mantenido lejos de problemas, porque era un pueblo de los sacerdotes aarónicos.17 ¿Cuál es la conexión entre el hecho de que el último líder de Silo terminara en Anatot, por una parte, y Jeremías y el libro que Hilcías encontró, por la otra? El primer versículo del libro de Jeremías es:

Las palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, de los sacerdotes que estuvieron en Anatot.

Jeremías, el profeta que favorecía a Josías, y que estaba cerca del pueblo que descubrió la Torá, y que se refería a Silo como el antiguo y gran lugar central de culto, era sacerdote de Anatot.Y su padre era un sacerdote llamado Hilcías. (Para no exagerar el caso, no sabemos si el padre de Jeremías era el mismo sacerdote Hilcías que descubrió el libro). Y los residentes de Anatot, una ciudad aarónida, eran hostiles a Jeremías.18

Jeremías es un sacerdote, pero nunca sacrifica, lo cual también es consistente con la posición de los sacerdotes de Silo. Además, es el único profeta que alude a la historia de la serpiente de bronce de Moisés.19 La historia de esa serpiente procede de E, la fuente de Silo. El rey Ezequías había hecho añicos esa serpiente. Su destrucción de una antigua reliquia que estaba asociada con el mismo Moisés fe probablemente un golpe a los sacerdotes de Silo. Fueron ellos los que contaron esta historia, tenían a Moisés particularmente en gran estima, y puede que hayan sido descendientes de Moisés. Por otra parte, el rey Josías, que era el niño mimado de los sacerdotes de Silo, tenían un registro diferente de la serpiente de bronce. En hebreo, el término para denominar la serpiente de bronce es "Nehustán". Josías casó a su hijo con una mujer que puede haber estado conectada con el circulo de Silo, porque se llamaba Nehusta.20

Yo añadiría a las observaciones de Halpern que Jeremías. no sólo es el único profeta que se refiere a Silo y que alude a la serpiente de bronce de Moisés; es también el único profeta que se refiere a Samuel, el sacerdote-profeta-juez que fue la figura más grande en la historia de Silo. Junto con Moisés, Jeremías habla de Samuel como los dos grandes hombres de la historia del pueblo.21 

Hay una cosa más que que conecta al profeta Jeremías con Deuteronomio y los sucesos que lo rodean, y es probablemente la evidencia más fuerte de todas. Como muchos lectores, tanto tradicionales como críticos, han observado, el libro de Jeremías parece haber sido escrito, en varios puntos, en el mismo lenguaje y concepto que Deuteronomio. Partes de Jeremías son tan similares a Deuteronomio que es difícil creer que  no fueron escritas por la misma persona. Sólo para dar algunos ejemplos:

Deuteronomio
Jeremías
Acontecerá que, si oyéreis atentamente la voz de Jehová tu Dios ... (Deut. 28:1)
Si vosotros ne obedeciéreis, dice Jehová ... (Jer. 17:24).
Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón ...(Deut. 10:16)
Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón ... (Jer. 4:4).
... a todo el ejército del cielo ... (Deut. 4:19; 17:3)
... a todo el ejército del cielo ... (Jer. 8:2; 19:3)
... os ha sacado del horno de hierro, de Egipto ... (Deut. 4:20)
... el día que los saqué de la tierra deEgipto, del horno de hierro ... (Jer. 11:4)
... de todo tu corazón y de toda tu alma ... (Deut. 4:29; 10:12; 11:13; 13:4)
... de todo mi corazón y de toda mi alma ... (Jer. 32:41)

Por el peso de esta colección de evidencia, Halpern concluyó que el código de leyes de Deuteronomio procedía de los sacerdotes levíticos de Silo. La evidencia también indicaba que este grupo estaba conectado con la historia deuteronómica entera, que comprende siete libros de la Biblia, así como el libro de Jeremías - o por lo menos parte de él.

E y D

Las investigaciones de Halpern sobre D y las mías sobre E se complementaron mutuamente. Cada uno de nosotros identificó una fuente bíblica con el mismo grupo: los sacerdotes de Silo. Y el hecho es que estas dos fuentes, E y D, tienen muchas cosas en común.

Ambas se refieren a la montaña a donde Moisés y el pueblo van en el desierto llamándola Horeb 22 (en oposición a J y a P, que la llaman Sinaí).

Ambas fuentes usan la expresión crucial "el lugar donde Yahvé pone su nombre").23 (La expresión no ocurre en J ni en P).

Ambas consideran a Moisés como bueno, y más que bueno. Él está en un momento histórico singularmente crucial para ella. Su personalidad se desarrolla cuidadosa y extensivamente. (No hay nada comparable ni en J ni en P).

Ambas ponen gran énfasis en el papel de los profetas - lo cual tiene sentido, dado que sus héroes incluían figuras como Moisés, Samuel, Aías, y más tarde Jeremías. (La misma palabra "profeta" ocurre sólo una vez en P y nunca en J).

Ambas favorecen y apoyan a los levitas. (En J, los levitas son dispersados como compensación por haber masacrado Leví al pueblo de Siquem; en P, los levitas están separados de la familia aarónida de sacerdotes y están en un nivel inferior a ellos.

Ambas consideran a Aarón como malo, refiriéndose a su papel en el episodio del becerro de oro y el de María blanca como la nieve. (Ninguno de éstos es mencionado ni en J ni en P).

LOS SACERDOTES DE SILO

Por tanto, las leyes y las historias de D estaban tan ligados a la vida del mundo bíblico como lo estaban J y E. Expresaban las convicciones y las esperanzas de una antigua y distinguida familia sacerdotal por medio de generaciones de frustración. Y, en las partes posteriores (Dtr1), reflejaban un día feliz cuando, por medio del rey Josías, algunos miembros de aquella familia regresaron a posiciones de autoridad y respeto.

Uno podría preguntarse: ¿Podrían los sacerdotes siloítas haber mantenido realmente su identidad durante trescientos años después de haber estado fuera del poder y sin un centro religioso de importante? Respuesta: Sí. Esto ha ocurrido en familias, especialmente familias políticamente activas, en muchos países y en varias épocas de la historia. Ciertamente, hay familias cuyo linaje se remonta a los sacerdotes bíblicos o a los levitas hasta la actualidad, aunque estos grupos han estado fuera del poder durante mil novecientos años. Aun por el contrario, las familias sacerdotales del Israel bíblico y del Judá bíblico habrían sido más conscientes del linaje porque la posición sacerdotal misma era hereditaria. Además, los sacerdotes de Silo eran posiblemente musitas - es decir, descendientes de Moisés - y una familia que tuviese un antepasado tan famoso y tan noble aun más probablemente sería consciente de su patrimonio.

Además, el destino particular de los sacerdotes siloítas durante esos siglos puede explicar las peculiaridades de las fuentes. Por ejemplo, el arca no se menciona en E ni en el código de leyes deuteronómico. Ambos fueron escritos cuando los sacerdotes siloítas no tenían acceso al arca. Pero el arca se menciona en las partes de Deuteronomio que fueron escritas durante el reino de Josías (Dtr1), cuando los siloítas sí tenían acceso al arca.

Aparentemente, los sacerdotes de Silo eran un grupo de una continuada tradición literaria. Escribieron y conservaron textos durante siglos: leyes, relatos, informes históricos, y poesía. Estaban asociados con escribas. Aparentemente, tenían acceso a archivos de textos preservados. Quizás mantuvieron esos archivos ellos mismos, de la misma manera que otro grupo de sacerdotes fuera del poder hizo en Qumran siglos más tarde. Los archivos de Qumran, conocidos como los Rollos del Mar Muerto, eran la colección de leyes, relatos y poesía del grupo de Qumran; y esto también incluía un código de leyes que se aplicarían en el momento en que el grupo de Qumran regresara a una posición de autoridad en Jerusalén: el rollo del templo, que el arqueólogo Yugael Yadin rescató y publicó en 1977.

LA CREACIÓN DE LA HISTORIA DEUTERONÓMICA

En los días del rey Josías, el historiador deuteronómico recopiló su historia con los textos que tenía disponibles. El principio de su historia fue el libro de Deuteronomio y la conclusión fue la historia de Josías.24 La manera en que manejó los textos incluidos entre estas dos porciones demuestra el impacto que los sucesos del mundo antiguo tuvieron en la manera en que la Biblia llegó a ser escrita.

Tomó textos que contaban la historia de la llegada de su pueblo al territorio - las historias de Josué, Jericó, y la conquista - y añadió unas pocas líneas al principio y al final para fijar la historia en cierta luz. Esto se convirtió en el libro de Josué.

Hizo lo mismo con el siguiente juego de textos, qe contaban la historia de los primeros años del pueblo en el territorio: las historias de Débora, Gedeón, y Sansón. Esto se convirtió en el libro de Jueces.

Luego, puso las historias de Samuel en Silo: las historias de Saúl y de David, los primeros reyes. Esto se convirtió en el libro de 1 Samuel.

Después de eso, fijó la Historia de la Corte de David. Ésta se convirtió en el libro 2 de Samuel.

Luego, tomó varios textos que contaban las historias de los reyes que vinieron después de David, y armó con ellos una historia continua que llegaba hasta el tiempo de su propio rey: Josías. Y esto vino a ser los libros de 1 y 2 Reyes.

Logré establecer este cuadro esta imagen de su obra aislando las líneas que él añadió a estos textos de archivo. Sólo es posible hallarlos en el rompecabezas ahora por medio de un cuidadoso examen de la redacción, la gamática, la sintaxis, el tema, y la estructura literaria. Aquí me refiero solamente a aquellas líneas acerca de las cuales hay un grado relativamente alto de certidumbre. Por regla general, no nos apresuramos a llamar inserción a una línea a menos que estén presentes dos o más de estos indicios. Es impresionante leer estas líneas y ver cómo esta persona dio forma y dirección a seiscientos años de historia con sólo unas pocas y cortas inserciones - cortas, pero cuidadosamente redactadas e ingeniosamente insertadas.

Las inserciones en el libro de Josué son de las primeras palabras de Dios a Josué cuando éste reemplaza a Moisés, en un pasaje concerniente a una ceremonia nacional de pacto, que Josué conduce en el monte Ebal, y en discursos que Josué dirige al pueblo en Silo antes de morir.25 Todas las líneas insertadas se refieren a la Torá de Moisés. Señalan que Josué leyó al pueblo cada una de las palabras de ella y las grabó en piedra. Advierten que el destino del pueblo en el territorio depende de con cuánta fidelidad la observen.

La inserción al principio del libro de Jueces dice que el pueblo a menudo no obedecía a Yahvé, que se volvía a otros dioses, que Yahvé permitía que otros pueblos los dominaran, que luego el pueblo lamentaba su infidelidad, y que Yahvé luego los perdonaba y proveía un juez para que los salvara. Este patrón de infidelidad-derrota-arrepentimiento-perdón se convirtió en un tema central al cual se ajustan todas las historias del libro de Jueces. Luego, el historiador deuteronómico añade otras notas cortas en lugares subsiguientes del libro de Jueces que demuestran que este patrón funcionó en la historia. Es decir, observa que las desgracias que el pueblo sufrió eran el resultado de su infidelidad.26

De este modo, el historiador deja bien claro, con sólo una pequeña cantidad de escritura en Deuteronomio, Josué y Jueces, que (1) Dios había dado instrucción al pueblo, (2) que había sido advertido de que su destino dependía de su fidelidad a esta instrucción, y (3) que su historia subsiguiente era el registro de cuán bien o cuán mal les había ido cuando acataban o dejaban de acatar esta advertencia.

Las inserciones del deuteronomista en el libro de 1 Samuel fueron pocas pero importantes. Como en el libro de Josué, las situó en comunicaciones que que se hicieron en momentos importantes de la historia: en el discurso de Samuel al pueblo después del establecimiento del arca, en las instrucciones de Yahvé a Samuel para que le diera un rey al pueblo, y en el discurso de Samuel al pueblo el día de la toma de posesión de la monarquía. Cada una de estas inserciones involucraba el punto de la fidelidad del pueblo solamente a Yahvé.27

En 2 Samuel, hizo una sola inserción, la promesa del pacto davídico, de que David y sus descendientes después de él conservarían el trono, eterna e incondicionalmente.28

En los libros de Reyes, su tarea fue más complicada. No sólo estaba insertando líneas ocasionales en un texto por lo demás continuo. Más bien, tuvo que componer esta sección de su historia con varios textos diferentes de su archivo. Aparentemente, no había una sola historia de los dos reinos, Israel y Judá. Sólo había historias del uno o del otro. El deuteronomista tomó una historia de los reyes de Israel y una de los reyes de Judá, las cortó en rebanadas y las entrelazó la una con la otra.

Por ejemplo, cuenta la historia de Asa, rey de Judá. Al final de ella, se vuelve a Israel y dice: "Comenzó a reinar Acab, hijo de Omri, sobre Israel el año treinta y ocho de Asa, rey de Judá.29 Luego, cuenta la historia de Acab, rey de Israel, y al final de ella regresa a Judá, y dice: "Josafat, hijo de Asa, comenzó a reinar en el cuarto año de Acab, rey de Israel".30 Y así sucesivamente.

Unió las historias comenzando cada una con la fórmula "hizo lo malo a los ojos de Yahvé" o "hizo lo recto a los ojos de Yahvé". Y sólo dio información que consideraba relevante acerca de su historia de cada rey. A los lectores que podrían querer más hechos, los refiere de vuelta a sus fuentes, diciendo, por ejemplo, "El resto de los hechos de Acab y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?".31

Por consiguiente, no estaba sólo registrando anales. Estaba componiendo una historia de su pueblo, una historia con un propósito y un mensaje. Dejó el mensaje claro con algunas inserciones adicionales en estos libros. Insertó varias referencias al pacto con davídico, algunas de las cuales he citado al comienzo de este capítulo. Volvió a subrayar la promesa eterna e incondicional de este pacto, de que la familia de David conservaría siempre el trono, aunque hiciera lo malo. Éste era un punto importante para que lo desarrollase el deuteronomista. Le permitía criticar a los reyes de Judá por hacer lo malo, y todavía relatar el hecho histórico de que su familia permaneció en el trono por cientos de años.

EL PACTO

Los modernos investigadores estaban confundidos por estas inserciones acerca del pacto davídico. A veces, las inserciones reiteraban esta promesa de que los reyes davídicos gobernarían para siempre, aunque pecaran; pero, a veces, parecían estar diciendo justamente lo opuesto, de que los reyes podrían gobernar sólo si no pecaban.

Por ejemplo, la promesa del pacto en 2 Samuel dice explícitamente que, aunque el rey hiciera lo malo, conservaría el trono:

Yo le castigaré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombres, pero mi misericordia no se apartará de él ... Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente.

Pero la promesa del pacto en 1 Reyes 8:25 dice que la tenencia del trono por el rey sí depende de su conducta:

No te faltará varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden mi camino y anden delante de mí, como tú has andado delante de mí.

¿Cómo pudo el deuteronomista insertar líneas que flagrantemente se contradecían entre sí? ¿Era el pacto condicional o incondicional?

Si examinamos todos los pasajes que mencionan el pacto davídico, descubriremos que todos los pasajes condicionales hablan de que los reyes tendrían el trono de Israel. Todos los pasajes incondicionales hablan de que los reyes tendrían el trono. Esta pequeña diferencia de redacción no era tan pequeña para el escritor. Tenía que habérselas con el hecho histórico de que la familia de David comenzó gobernando entero el reino unido de Israel, pero que lo había perdido todo, excepto su propia tribu, la de Judá. Por consiguiente, pintó la promesa del pacto con David como en parte condicional y en parte incondicional. El trono de Judá en Jerusalén era incondicional. Habría de pertenecer a los descendientes de David para siempre. Pero el trono de todo Israel habría de pertenecerles solamente si eran dignos. Que no lo eran. Así que lo perdieron.

El escritor deuteronómico añadió un ligero giro enigmático en este punto. Cuando describió al profeta Ahías de Silo quitándole el trono de Israel a los davídicos y entregándoselo a Jeroboam, escribió que Ahías le había dicho a Jeroboam:

Yo te entregaré a Israel. Y afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre.32

Ahías parece estar diciendo que la pérdida de Israel por parte de los reyes davídicos no duraría para siempre. Y, de hecho, el rey Josías intentó recuperar el territorio septentrional, Israel. Nuevamente, los sucesos del mundo bíblico impactaron la manera en que un autor bíblico contó la historia. En este caso, las vueltas de fortuna política del país afectó la formulación, por parte del escritor, del pacto entre Dios y su rey ungido, su mesías, lo cual se convirtió en uno de los elementos centrales del judaísmo y el cristianismo. El hombre que ensambló la historia deuteronómica, como los que escribieron J, E y el código deuteronómico de leyes, estaba inextricablemente atado a los problemas del mundo que lo rodeaba, sus momentos de gozo y sus catástrofes. Y esos problemas y sucesos impactaron la manera en que describió a Dios y la historia.

Algunos dirían que esto hace a este escritor culpable de "fraude piadoso", fabricando un pacto entre Dios y el rey David y maquinando sus términos para ajustarlos a eventos futuros de la historia. A mí no parece que sea así. El escritor deuteronómico no fabricó él mismo la tradición del pacto davídico. Sólo escribió acerca de él. La tradición era mucho más antigua que él. Las tradiciones del pacto davídico aparecen en algunos salmos bíblicos compuestos antes de que el deuteronomista siquiera tomara su pluma33. Además, es difícil imaginar que el deuteronomista pudiera haberse salido con la suya fabricando un pacto davídico en 622 A.C. y afirmando que había existido durante cuatrocientos años sin que nadie hubiese oído hablar de él. ¿Quién le habría creído? Más bien, el proceso de escribir historia era más complejo que eso. El escritor deuteronómico estaba gobernado tanto por los sucesos como por la tradición. Su tarea era tanto registrar la historia como interpretarla a la luz de la tradición.

DANDO FORMA A LA HISTORIA   

El historiador deuteronómico desarrolló otros asuntos en los libros de Reyes, además del pacto con David. En varias ocasiones, identificó a Jerusalén y a su templo como "el lugar en que Yahvé hace morar su nombre" - es decir, usó el lenguaje del código de leyes de Deuteronomio. En el código de leyes, la expresión "el lugar en que Yahvé hace morar su nombre" se refiere al único lugar central donde se suponía que debían tener lugar todos los sacrificios. El historiador deuteronómico dejó bien claro que el templo de Jerusalén se había convertido en ese lugar. También añadió más referencias a la Torá.

Así, pues, dio forma a la historia de su pueblo alrededor de los temas de (1) fidelidad a Yahvé, (2) el pacto davídico, (3) la centralización de la religión en el templo de Jerusalén, y (4) la Torá.  Y luego interpretó los principales sucesos de la historia a la luz de estos factores. ¿Por qué se dividió el reino? Porque Salomón había abandonado a Yahvé y a su Torá. ¿Por qué conservaron Jerusalén y Judá los descendientes de David? Porque Dios había hecho una promesa de pacto incondicional a David. ¿Por qué cayó el reino septentrional de Israel? Porque el pueblo y sus reyes no obedecieron a la Torá. ¿Por qué había esperanza para el futuro? Porque la Torá había sido redescubierta bajo Josías, y ahora sería cumplida como nunca antes lo había sido. Todos los principales temas del deuteronomista - fidelidad, la Torá, centralización, pacto davídico - culminaron en Josías.

Y entonces Josías fue muerto por una flecha egipcia.


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