EL PARAÍSO RESTAURADO
Una teología bíblica de señorío
David Chilton
Dominion
Press
Tyler,
Texas
©
1ero. 1985; 6to. 1999
APÉNDICE A
LA
ESCATOLOGÍA DE DOMINIO:
RESUMEN
Para
aquellos a los que les les gusta que su escatología esté
envuelta en un nítido paquete, he preparado una lista de los
45 principales argumentos de este libro, en el orden general
en que fueron presentados (los números de los capítulos están
en paréntesis). El lector debería considerar cada uno a la luz
de los argumentos bíblicos en el texto del libro. Después de
estas "proposiciones sobre la Esperanza", sigue una breve
sección que responde a algunos de los malentendidos de la
escatología de dominio.
Proposiciones sobre la esperanza
- La Biblia nos enseña a
tener esperanza, no desesperanza; a esperar la victoria y el
señorío del evangelio, no la huida y la derrota. (1)
- La profecía bíblica está
escrita en lenguaje tanto literal como simbólico. La opción
no es entre "literalismo" y "simbolismo", sino entre un
método de interpretar la Biblia bíblicamente o especulativamente. (2)
- La salvación es una re-creación. En la
redención, Jesucristo restaura al hombre a la imagen de
Dios. (3)
- La salvación y sus
bendiciones se presentan en la Biblia como definitivas, progresivas, y finales. (3)
- No somos salvos fuera de
nuestro entorno; más bien, la salvación obra para restaurar
la tierra como un todo. El santo monte de Dios (el huerto)
crecerá hasta llenar el mundo entero. (3-7).
- Dios bendice la obediencia
y maldice la desobediencia; este patrón se volverá dominante
a medida que la historia progresa. (3-7)
- A través de generaciones
de obediencia, los santos se volverán más y más competentes
y poderosos, mientras que los impíos se volverán débiles e
impotentes. (3-7)
- Los impíos son
"arrebatados" primero (es decir, quitados de la tierra y
desheredados), mientras los justos entran más y más en
posesión de todas las cosas. (6)
- Jesucristo vino como Hijo
del hombre (el segundo Adán) para establecer el reino de
Dios en la tierra. (8)
- La profecías bíblicas de
que Cristo reinaría como rey se cumplieron en la
entronización de Cristo a su ascensión. (8)
- La profecía de Daniel
sobre el Hijo del hombre "viniendo en las nubes" se cumplió
en la ascensión de Cristo. (8)
- Jesucristo derrotó
definitivamente y ató a Satanás y a los demonios en la
expiación, la resurrección, y la ascensión. (8)
- El reino fue establecido
durante el primer advenimiento de Cristo (incluyendo el
juicio del año 70 D.C.); ahora está en progreso y aumentará
hasta el fin del mundo. (8-16)
- El Israel étnico fue
excomulgado por su apostasía y nunca más volverá a ser el
reino de Dios. (9, 14)
- Ahora el reino está
compuesto de todos (judíos y gentiles) los que han sido
redimidos por Jesucristo. (9)
- La iglesia es ahora el
templo de Dios, habiendo morado en ella el Espíritu Santo en
Pentecostés y habiendo sido plenamente establecida en la
destrucción del antiguo templo en el año 70 D. C. (10-13)
- El discurso del Monte de
los Olivos (Mateo 24, Marcos 13, y Lucas 21) no es sobre la
segunda venida de Cristo. Es una profecía de la destrucción
de Jerusalén en el año 70 D. C. (10-11)
- La gran tribulación tuvo
lugar en la caída de Israel. No se repetirá y por ello no es
un evento futuro (aunque los cristianos de todas las edades
han tenido que soportar sufrimientos por su fe). (10-11)
- La Biblia no predice que
se establecerá ningún futuro templo literal ni sistema
de sacrificios en Jerusalén. Las profecías bíblicas sobre el
templo se refieren a Cristo y a su iglesia, definitivamente,
progresivamente, y finalmente. (10-13)
- Aunque Israel será
restaurado a la verdadera fe algún día, la Biblia no habla
de ningún plan futuro para Israel como nación especial. (14)
- El lenguaje bíblico de la
re-creación (el "universo que se derrumba") simboliza el
juicio de Dios, y recuerda especialmente el diluvio y las
plagas de Egipto y el éxodo. (15)
- Anticristo es un término
usado por Juan para describir la difundida apostasía de la
iglesia cristiana antes de la caída de Jerusalén. En
general, cualquier instructor o sistema apóstata puede ser
llamado "anticristo"; pero la palabra no se refiere a ningún
"futuro Fuhrer". (12-13)
- La "gran apostasía"
ocurrió en el siglo primero. Por lo tanto, no tenemos
ninguna garantía bíblica de que podemos esperar una
creciente apostasía a medida que la historia progresa;
en su lugar, debemos esperar la creciente cristianización
del mundo. (12-13)
- Los últimos días es una expresión bíblica
para designar el período entre el advenimiento de
Cristo y la destrucción de Jerusalén en 70 D. C.: los
"últimos días" de Israel. (13)
- Antes de la segunda venida
de Cristo, la vasta mayoría de judíos y gentiles se
convertirá a la fe cristiana. (14)
- Todos los enemigos de
Cristo están siendo sometidos gradualmente a su reino desde
el cielo. Él permanecerá en el cielo hasta que todos los
enemigos sean derrotados. El último enemigo, la muerte, será
destruido cuando Jesucristo regrese. (16)
- Jesucristo regresará en el
día final, cuando la resurrección y el juicio final tengan
lugar. (16)
- El rapto y la segunda
venida ocurrirán juntos. (16)
- Habrá una resurrección
general; los justos resucitarán para vida eterna, y los
impíos resucitarán para condenación. (16)
- La principal preocupación
de la profecía es la conducta
ética: obediencia a los mandatos de Dios. (17)
- El canon de la Escritura
se cerró en 70 D. C., cuando el pacto antiguo pasó a la
historia. (18)
- El libro de Apocalipsis no
debe interpretarse "futurísticamente"; para sus primeros
lectores, su mensaje era contemporáneo,
y el tiempo de su cumplimiento estaba "cerca". (18)
- La "bestia" de Apocalipsis
era un símbolo tanto de Nerón en particular como del Imperio
Romano en general. (20)
- El "falso profeta"
simbolizaba a los líderes religiosos judíos. (20)
- La "ramera" simbolizaba a
la Jerusalén apóstata, que había dejado de ser la ciudad de
Dios. (21)
- El "milenio" es el reino
de Jesucristo, que Él estableció en su primer advenimiento.
(22)
- La "primera resurrección"
es espiritual: nuestra justificación y regeneración en
Cristo. (22)
- Los "mil años" de
Apocalipsis 20 son un símbolo de un vasto número de años -
más probablemente, muchos miles. (22, 24)
- Todos los cristianos son
sacerdotes en esta era: todos los cristianos están sentados
ahora en lugares celestiales con Cristo. (22)
- La nueva creación ya ha
comenzado: La Biblia describe nuestra salvación en Cristo,
tanto ahora como en la eternidad, como "nuevos cielos y
nueva tierra". (23)
- La "Nueva Jerusalén", la
ciudad de Dios, es la iglesia, ahora y para siempre. (23)
- El centro de la
reconstrucción cristiana del mundo es la iglesia. La esencia
de la religión bíblica, y la fuente de la cultura cristiana,
es el culto a Dios. (24)
- El culto de la iglesia y
su gobierno son reconocidos oficialmente en la corte
celestial. Cuando la iglesia pronuncia juicios legales,
éstos son ejecutados en la tierra, en la historia, por medio
de la providencial administración del mundo. (24)
- La meta cristiana para el
mundo es el desarrollo universal de repúblicas teocráticas
bíblicas, en las cuales cada área de la vida es redimida y
puesta bajo el señorío de Jesucristo y el reinado de la ley
de Dios. (24)
- El modelo cristiano de
ética en todas las áreas - los individuos, las familias, los
negocios, y los gobiernos - es la ley bíblica. El cristiano
no puede estar satisfecho con el "pluralismo", sino que el
llamado es a trabajar por el señorío de Jesucristo y su
reino por medio del mundo. La prosperidad del mundo vendrá
de Jesucristo, y sólo de Jesucristo. (24).
Malentendidos sobre la
esperanza
La mayoría
de las objeciones usuales contra la Esperanza se basa en
malentendidos radicales de la posición. El siguiente pasaje
del éxito literario de Hal Lindsey, Late Great Planet Earth, es típico de muchas
declaraciones desinformadas y mal investigadas sobre el tema:
Solía haber un grupo llamado
"postmilenialistas". Creían que los cristianos desarraigarían
el mal del mundo, abolirían los gobiernos impíos, y
convertirían al mundo a través de un creciente evangelismo
hasta introducir el reino de Dios en la tierra por sus propios
esfuerzos. Luego, después de 1,000 años de que la iglesia
institucional estuviese reinando en la tierra en paz, en
igualdad, y en justicia, Cristo regresaría y el tiempo
llegaría a su fin. Esta gente rechazaba gran parte de la
Escritura como literal y creían en la bondad inherente del
hombre. La Primera Guerra Mundial desanimó mucho a este grupo
y la Segunda Guerra Mundial prácticamente hizo desaparecer
este punto de vista. Ningún erudito que se respete y que
examine las condiciones mundiales y la acelerada declinación
de la influencia cristiana hoy día es "postmilenialista" (p.
176).
Aunque la
declaración de Lindsey contiene casi tantos errores como
palabras, es un resumen notablemente conciso de las numerosas
representaciones falsas de la posición postmilenial por parte
de los evangélicos. En las siguientes secciones numeradas,
responderé brevemente a los principales errores de las
observaciones de Lindsey.
1.
Solía haber un grupo llamado
"postmilenialistas".
No, todavía
estamos aquí. En realidad, más y más cristianos se están
convenciendo de la base bíblica para una escatología de
dominio todo el tiempo. (Las razones de la declinación del
postmilenialismo en el siglo veinte se discutirán en el
apartado número 6, más adelante). Como he indicado en varios
puntos de este libro. la escatología de dominio es la posición
histórica de la iglesia. Esto no quiere decir que todo el
mundo tenía en mente algún calendario específico de sucesos
conocido como "postmilenialismo". En realidad, no se
consideraba un ismo,
porque la expectativa del dominio de Cristo sobre el mundo por
medio del evangelio era precisamente la fe ortodoxa - la
actitud comúnmente aceptada por los cristianos.
Por otra
parte, había un
punto de vista que era considerado excéntrico por la mayoría
de los cristianos - era siempre un "ismo". Desde el tiempo de
Cerinto, a esto se le llamaba chiliasm (que significa mil-añ-ismo). Se conoce
hoy día como premilenialismo,
la doctrina de que la "era del reino" no tendrá lugar sino
hasta la segunda venida de Cristo. Este punto de vista estuvo
siempre en los límites del cristianismo hasta que fue revivido
en el siglo diecinueve por cierto número de sectas
milenialistas; finalmente obtuvo amplia publicidad después de
la aparición de la Biblia de Scofield en 1909. Sin embargo,
ahora este antiguo ismo está siendo abandonado por muchos en
favor de la posición mayoritaria de la iglesia ortodoxa a
través de las edades: la escatología de dominio.
2. Creían
que los cristianos ... [introducirían] el reino de Dios en
la tierra por sus propios esfuerzos.
Esta es una
de las objeciones a la Esperanza que se oyen más comúnmente.
Se compara al punto de vista del dominio con el movimiento
liberal del "Evangelio Social" de principios de la década de
1900. Tal identificación es completamente absurda, desprovista
en absoluto de todo fundamento. Los líderes del movimiento del
Evangelio Social eran humanistas evolucionistas y socialistas,
y eran abiertamente hostiles hacia el cristianismo bíblico. Es
verdad que tomaron prestados
ciertos términos y conceptos del cristianismo, para
pervertirlos para sus propios usos. Por eso hablaban del
"reino de Dios", pero lo que querían decir estaba muy lejos de
la fe cristiana tradicional. Los maestros postmilenialistas
ortodoxos como Benjamin Warfield y J. Gresham Machen se
opusieron vigorosamente al Evangelio Social. El verdadero
postmilenialismo siempre ha sido verdaderamente evangélico.
Enseña que el reino fue establecido por Jesucristo solamente,
y que el reino es avanzado mediante la difusión del evangelio
y la aplicación de la Biblia a todas las áreas de la vida.
Sin
embargo, hay otra dimensión en esta controversia. Puesto que
creemos que los cristianos vencerán toda oposición y llevarán
el evangelio a los confines de la tierra, los
postmilenialistas son acusados de tener fe en el hombre. Esta es una
distorsión radical. La verdad es que los postmilenialistas
creen en Dios, que actúa en la historia por medio del hombre redimido. Creemos que el
Señor Omnipotente del cielo y la tierra mora en su iglesia y
no permitirá que seamos derrotados en la misión que nos ha
encomendado. San Agustín oraba: "Danos lo que ordenas, y
ordena lo que deseas". Esa es nuestra actitud también. Puesto
que Dios actúa en la historia para bendecir a los justos y
maldecir a los impíos, la historia está de nuestro lado. En la
batalla entre los redimidos y los impíos, tenemos fe en los
redimidos. Creemos que el pueblo de Dios vencerá, en el tiempo
y en la tierra, así como en la eternidad. En Cristo, somos
herederos de todas las cosas.
3. Luego, después de 1,000 años de haber reinado en
la tierra la iglesia institucional ...
Como mostré
en los capítulos 22 y 24, no creemos que el reino durará sólo
1,000 años. Es verdad que algunos postmilenialistas han creído
que un período venidero de paz y bienaventuranza mundial
durará mil años literales, pero definitivamente son la
minoría. En realidad, de decenas de sobresalientes maestros postmilenialistas en la historia, sólo
recuerdo uno o dos que sostenían ese punto de vista. La
mayoría ha enseñado que el "milenio" de Apocalipsis 20 es
idéntico al reino establecido por Cristo a su primer
advenimiento.
Lindsey
afirma además que nosotros creemos que "la iglesia
institucional" reinará en la tierra. No estoy seguro de cómo
interpretar eso. Nunca he oído ni leído que eso sea defendido
por nadie. Suena como si estuviera diciendo que nosotros
creemos que los dirigentes de la iglesia deberían ejercer
poderes policíacos, o deberían estar encaegados del gobierno
civil. En caso de que haya alguna duda sobre ese punto,
permítaseme afirmar categóricamente que nosotros no creemos
que la iglesia institucional
debería gobernar por encima del estado. Sin embargo, sí
creemos que los gobernantes deberían ser cristianos, y que
deberían aplicar principios bíblicos de justicia dentro de sus
áreas de responsabilidad. El punto no es que la iglesia y el
estado están fundidos en una sola organización; más bien, el
punto es que tanto la iglesia como el estado están bajo Dios y
la absoluta autoridad de su Palabra. La iglesia es el
ministerio de gracia divinamente comisionado; el estado es el
ministerio de justicia divinamente comisionado. Ambos reciben
su comisión de la Palabra de Dios.
4. Esta gente
rechazó gran parte de la Escritura por ser literal
...
Nuevamente,
es difícil estar seguro del significado exacto de Lindsey en
este punto. Si simplemente quiere decir que los
postmilenialistas rechazan la idea de que toda la Escritura
debe ser interpretada "literalmente", tenemos que declararnos
culpables; pero estamos en buena compañía. Mateo, Marcos,
Lucas, y Juan no eran "literalistas", a juzgar por la forma en
que interpretaban la profecía. Reconocían el carácter
simbólico de este pasaje de Isaías:
Voz que clama en el desierto: Preparad camino a
Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo
valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido
se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria
de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de
Jehová lo ha hablado. (Isa. 40:3-5).
Una
interpretación estrictamente "literalista" debería entender
esto como una profecía de un proyecto de construcción de
carreteras a gran escala en Paledstina. Pero, cada uno de los
cuatro evangelios declara que las palabras de Isaías se
cumplieron en el
ministerio de
predicación y bautismo de Juan (Mat. 3:3; Mar. 1:3; Luc.
3:4-6; Juan 1:23). El hecho es que en la Biblia existen formas
de hablar tanto literales como simbólicas, y tenemos que tener
cuidado e interpretar las afirmaciones bíblicas en términos de
la dirección de la Biblia.
Por
supuesto, el mismo Hal Lindsey tampoco es un "literalista".
Cuando el libro de Apocalipsis habla de estrellas que caen,
Lindsey sólo puede ver armas termonucleares; cuando
Apocalipsis menciona a langostas, él contempla helicópteros
Cobra (There´s a New World
Coming [Eugene, OR: Harvest House, 1973, pp. 132,
138s). Lo que sea que se diga de las singulares
interpretaciones de Lindsey, ellas son cualquier cosa menos
"literales".
Sin
embargo, como observé más arriba, la acusación de Lindsey
contra los postmilenialistas es algo confusa. De acuerdo con
él, "esta gente rechaza gran parte de la Escritura por ser
literal". Esto puede ser sólo lenguaje impreciso, pero da a
entender fuertemente que la escatología de dominio es una
posición liberal que rechaza
la Escritura. Nada podría estar más lejos de la verdad (como
confío que este libro haya dmostrado). En realidad, a través
de la historia, los postmilenialistas han sido defensores
sobresalientes de la inspiración y autoridad final de la
Escritura. La mayoría de los miembros de la histórica Asamblea
de Westminster eran firmes postmilenialistas, y en el mismo
primer capítulo de su influyente documento de 1646, The Westminster Confession of
Faith, declaran que todos los sesenta y seis libros
de la Biblia "fueron dados por inspiración de Dios, para que
fuesen la regla de la fe y la vida ...".
La autoridad de la Santa Escritura, por la cual
debería ser creída y obedecida, depende, no del testimonio de
ningún hombre ni de la iglesia, sino enteramente de Dios (que
es la verdad misma), el Autor de ella; y por consiguiente ha
de ser recibida, porque es la Palabra de Dios...
La infalible regla de interpretación de la
Escritura es la Escritura misma ...
El juez supremo, por el cual se han de dirimir
todas las controversias de la religión y todos los decretos de
los concilios, las opiniones de antiguos escritores, las
doctrinas de los hombres, y los espíritus privados, han de ser
examinados, y en cuya sentencia debemos reposar, no puede ser
otro que el Espíritu Santo hablando en la Escritura.
Quizás el
exponente más sobresaliente de la Esperanza a principios de
este siglo fue el Dr. Benjamin B. Warfield, cuyos escritos han
influido en muchos para inclinarlos hacia una comprensión de
la escatología de dominio. Sin embargo, quizás él es mejor
conocido por sus escritos recogidos en el libro titulado The Inspiration and Authority of
the Bible, que se ha convertido en un clásico
reconocido de erudición conservadora. Podríamos multiplicar
los ejemplos, pero tal vez sea suficiente señalar que los
postmilenialistas han sido tan rotundos defensores de la
infalibilidad de la Biblia que, en años recientes, algunos
oponentes les han acusado de de "bibliolatría".
5. ... y creían en
la bondad inherente del hombre.
Desafortunadamente,
esta
acusación no parece ser solamente lenguaje "impreciso" o
descuidado. Lindsey está acusando directamente a la escuela
postmilenialista de pensamiento de creer en la falsa doctrina
de la "bondad inherente del hombre". Yo contestaría
simplemente: Nombre uno.
Yo no acusaría a Lindsey de mentir deliberadamente, pero por
lo menos es culpable de haber efectuado una investigación muy
pobre y de utilizar retórica sin fundamento e inflamatoria. En
todo caso, permanece el hecho de que ningún postmilenialista
ha enseñado jamás la herejía de que el hombre es
inherentemente bueno. Podemos refutar esto con una declaración
representativa del reformador Juan Calvino:
La mente del hombre ha estado alejada de la
justicia de Dios tan completamente que concibe, desea, y
emprende sólo lo que es impío, perverso, asqueroso, impuro, y
abyecto. El corazón está tan sumergido en el veneno del
pecado, que no puede exhalar sino un hedor repugnante. Pero,
si algunos hombres de vez en cuando hacen una demostración de
lo bueno, sus mentes empero permanecen siempre envueltas en la
hipocresía y en el arte del engaño, y sus corazones continúan
atados por la perversidad interior (Institutes of the Christian Religion, 2:5:19).
Esto quizás
es poner las cosas un poco más fuertes de lo que hasta Lindsey podría desear. Pero la
declaración de Calvino ciertamente no refleja ninguna doctrina
de la "bondad inherente" del hombre. Y lo mismo podría decirse
de todos los otros postmilenialistas a lo largo de la historia
de la iglesia, porque la escatología de la victoria es
simplemente el Esperanza ortodoxa del cristianismo histórico.
6. La Primera Guerra Mundial desanimó mucho a este
grupo, y la Segunda Guerra Mundial prácticamente hizo
desaparecer este punto de vista.
Supongamos
momentáneamente, por cuestión de argumento, que esta
afirmación es correcta. La respuesta correcta es: ¿Y qué? Eso
no prueba que la Esperanza cristiana no es verdadera - sólo
prueba que la gente dejó de creer
lo que es verdad. Sin embargo, la implicación del argumento es
que el hecho de dos
guerras mundiales constituye evidencia de que la Esperanza es
errónea, puesto que el mundo no se está "volviendo mejor y
mejor". Admito hasta esto: Las dos guerras mundiales (y la
amenaza de una tercera) causó considerable daño a las
esperanzas de los humanistas que creían en la doctrina
herética del progreso humano "automático" hacia la paz y la
hermandad. Falsamente confundido a menudo con el
postmilenialismo, en realidad eso no está más cerca de la
escatología de dominio de lo que los sacrificios paganos están
de la Santa Cena. El cristiano no necesita desanimarse por una
guerra mundial o una persecución general. Su fe está puesta en
Dios, no en el hombre; su esperanza no está ligada al destino
de ninguna cultura en particular. Si esta nación o
civilización cae bajo el justo juicio de Dios, el cristiano
fiel es consciente de que Dios está siendo fiel a sus promesas
de bendición y maldición. La Esperanza no es garantía de
bendición para el desobediente. Es una garantía de juicio para
la bendición del mundo.
Pero ahora
enfrentemos la pregunta: ¿Las dos guerras mundiales
destruyeron la Esperanza? En realidad, los orígenes de la
declinación del postmilenialismo comenzaron mucho antes de la
Primera Guerra Mundial, con el surgimiento del liberalismo
teológico (que enseñaba que no se podía confiar en las
predicciones bíblicas) y el "progresivismo" evolucionista (que
enseñaba que el progreso era "natural" más bien que ético). En
reacción a estos enemigos del cristianismo bíblico, muchos
cristianos evangélicos perdieron toda esperanza de ver al
evangelio victorioso. Abandonaron la esperanza. Como Pedro
cuando caminó sobre el mar de Galilea, miraban la
"naturaleza", no al Señor Jesucristo; como los israelitas en
la frontera con Canaán, contemplaron los "gigantes en la
tierra" en vez de confiar en las infalibles promesas de Dios;
se llenaron de temor, y huyeron. Comenzaron a escuchar a los
falsos profetas del desaliento que enseñaban que la iglesia
estaba condenada al fracaso, y que "no es espiritual" que los
cristianos procuren el dominio sobre la civilización. Entonces
demostraron un importante principio de la vida: Si uno cree
que va a perder, probablemente perderá. Eso es lo que le
ocurrió al evangelicismo del siglo veinte, y se batió en una
retirada cultural que ha durado décadas.
Por fin,
después de mucho tiempo, el cuadro ha comenzado a cambiar.
Creo que dos factores principales proporcionaron el ímpetus
para el reciente resurgimiento del activismo cristiano en los
Estados Unidos. Primero, ocurrió el tristemente famoso fallo pro-aborto Roe vs. Wade por parte de la Corte Suprema de
los Estados Unidos. Esto despertó a los cristianos. Se dieron
cuenta de que millares de niños estaban siendo masacrados
legalmente todos los días, y sabían que debían hacer algo para
detener los asesinatos. Creo que 1973 podría muy bien ser
considerado como un año decisivo en la historia de los Estados
Unidos - el momento en que los cristianos norteamericanos
iniciaron la larga marcha de vuelta hacia el arrepentimiento
nacional.
El segundo
punto de controversia ha sido la educación cristiana. Más y
más cristianos han rconocido que la Palabra de Dios nos mana a
educar a nuestros hijos en términos del modelo de Dios para
cada área de la vida. Los movimientos en favor de la escuela
cristiana y la escuela en el hogar han aumentado tremendamente
en la última década, y están aumentando rápidamente en número
e influencia. El malvado intento del gobierno federal de
destruir el movimiento de la escuela cristiana en 1978 sólo
sirvió para unir a muchos más cristianos en una decisión más
fuerte de criar a sus hijos en la fe mundial de la Biblia.
Además, la misma existencia de las escuelas cristianas ha
hecho que los cristianos se den cuenta de que la verdadera
espiritualidad no significa una huida del mundo, sino que
exige que conquistemos el mundo en el nombre de nuestro Señor.
Los cristianos han visto la necesidad de desarrollar un
consistente "punto de vista cristiano "del mundo y la vida",
una perspectiva claramente bíblica sobre la historia, la ley,
el gobierno, las artes, las ciencias, y cada uno de los otros
campos del pensamiento y la acción.
Y Dios está
bendiciendo esta obediencia. Los cristianos han comenzado
finalmente a luchar contra el enemigo - y, para su gran
asombro - han comenzado a ganar. Una y otra vez, han visto que
resistir al diablo le ha hecho huir, como Dios ha prometido.
Están descubriendo la verdad del alarde del padre de las
iglesia del siglo tercero, Tertuliano, contra los demonios: "A
la distancia, se nos oponen, pero a corta distancia miden
clemencia". Habiendo saboreado la victoria, los cristianos
actuales hablan mucho menos de escapar en el rapto, y mucho
más sobre los requisitos de Dios en esta vida. Hasta están
pensando en la clase de mundo que están preparando para sus
nietos, y la herencia de piedad que dejarán atrás.
Instintivamente, porque
nuevamente están actuando en obediencia a los mandatos de
Dios, los cristianos están regresando a una
escatología de dominio. Haciendo la voluntad de Dios, están
viniendo al conocimiento de la doctrina (ver Juan 7:17; 2 Ped.
1:5-8). Debido a que una fuerte fe bíblica está aumentando
nuevamente, la escatología bíblica de la esperanza está
recuperando terreno también.
7. Ningún
erudito que se respete y que mire las condiciones del mundo,
así como la acelerada declinación de la influencia cristiana
hoy día es un "postmilenialista".
Había una
vez un cortesano que debe haber tranquilizado a un nervioso
Faraón con estas palabras: "Ningún erudito que se respete y
que mire las condiciones del mundo y la acelerada declinación
de la influencia hebrea concuerda con Moisés". Después de
todo, Egipto era la nación más poderosa del mundo. ¿Qué
oportunidades tenían los esclavos hebreos contra aquel
poderoso imperio? Consideremos otros ejemplos. ¿Cómo se veían
las "condiciones mundiales" el día antes del diluvio? ¿Cómo
eran las condiciones mundiales el día antes de la primera
Navidad? ¿Cómo eran después de la Navidad, cuando el rey
Herodes estaba masacrando bebés en Belén? ¿Y no sufría la
"influencia cristiana" de una terrible declinación el viernes
santo?
Hal Lindsey
y su grupo de eruditos que se respetan a sí mismos han
cometido un error crucial que socava todo su sistema de
interpretación. Su atención
se enfoca en las condiciones del mundo, no en las promesas
autorizadas e inmutables de Dios. Este enfoque de la
profecía, lleno de falacias, ha sido correctamente descrito
como "exégesis de periódico" - estudia los sucesos actuales,
no la Biblia, en busca de pistas sobre el futuro. La pregunta
no es si las condiciones actuales parecen favorables para el
triunfo mundial del evangelio: La presunta es sólo ésta: ¿Qué dice la Biblia? Como
cristianos, sabemos que Dios es el Señor de la historia.
"Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho"
(Sal. 115:3). "Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los
cielos y en la tierra" (Sal. 135:6). Si Dios ha dicho que el
mundo será lleno de su gloria, entonces sucederá, y ningún
poder en el cielo y en la tierra o debajo de la tierra puede
detenerlo.
Su dominio es sempiterno, y su reino por todas
las edades. Todos los habitantes son considerados como nada; y
él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los
habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le
diga: ¿Qué haces? (Dan. 4:34-35).
No debemos
derivar nuestra teología de los periódicos o del notieicro
vespertino. Nuestra fe y nuestra esperanza deben basarse en la
infalible Palabra de Dios, que hace suceder todas las cosas de
acuerdo con su voluntad inalterable. Y cuando acudimos a la
Palabra de Dios, debemos reconocer que nuestro propósito no es
seleccionar jugosos bocadillos de información sobre el futuro.
Más bien, como dice el gran teólogo y educador R. J.
Rushdoony, acudimos para recibir nuestras "órdenes de marcha":
Demasiado a menudo, el moderno teólogo y líder de iglesia
acude a la Biblia buscando discernimiento,
no
órdenes. En realidad, yo puedo acudir a Calvino,
Lutero, Agustín, y otros, a eruditos cristianos y no
cristianos, en busca de discernimiento, información, y
estudios eruditos, pero, cuando acudo a la Biblia, debo acudir
para escuchar las órdenes de marcha de Dios para mi vida. No
puedo tratar la Biblia como un manual devocional diseñado para
proporcionarme paz mental o un "plano superior" de vida; es un
libro de órdenes que puede alterar mi paz con sus órdenes, y
me dice que sólo puedo encontrar la paz obedeciendo al
Todopoderoso. La Biblia no es un libro devocional para mi
edificación personal, ni un libro de hermosos pensamientos
para mi placer. Es la palabra del Dios Todopoderoso y
soberano: debo escuchar y obedecer, debo creer y ser fiel, porque Dios lo requiere.
Yo soy propiedad suya, y su posesión absoluta. No puede haber
nada mejor que eso (Law and
Society [Vallecito, CA: Ross House, 1982], pp. 691s).