LOS MITOS DE ELLEN G. WHITE

Sydney Cleveland

Título de la obra en inglés:

WHITE-WASHED


Capítulo 2

¿Quién escribió esos libros en realidad?
"Para comenzar, debo reconocer que, a mi juicio, éste es el problema más serio al que hay que enfrentarse. ... Apunta al corazón mismo de la honestidad, la integridad, y, por lo tanto, la confiabilidad, de ella".  - El Dr. F. Veltman, "Proyecto El Deseado de Todas las Gentes: Conclusiones", en la revista Ministry, Noviembre de 1990, p. 11.
Por mucho tiempo, los Adventistas del Séptimo Día han considerado a Ellen White como divinamente inspirada, tal como los profetas de la Biblia.  Sin embargo, a diferencia de los profetas bíblicos, Ellen White fue una escritora prolífica, que produjo un estimado de 100,000 páginas mecanografiadas, para un total de entre 15 y 20 millones de palabras. Aunque los dirigentes de la Iglesia aseguran que no creen en la inspiración verbal, han guardado cuidadosamente cada una de las palabras que ella escribió. La Fundación Ellen G. White, una subsidiaria de la Conferencia General de los ASD, supervisa sus manuscritos, revisa sus libros, y publica nuevas compilaciones de sus escritos.

A primera vista, las realizaciones literarias de Ellen White estaban muy por encima del promedio, especialmente cuando se considera que abandonó la escuela cuando estaba en tercer grado. Con frecuencia, los Adventistas del Séptimo Día comparan la falta de educación de Ellen con sus libros hermosamente escritos y llegan a la conclusión de que ella tuvo que haber sido divinamente inspirada para escribirlos. Pero los ASD olvidan que lo que ella escribía a mano era luego copiado y revisado por sus secretarias (Davis, Robinson, White, Bolton), y vuelto a revisar, ampliado y mejorado por los editores de copia y comités de libros en las casas publicadoras de la Iglesia. Todas las mejoras gramaticales que se hicieron durante su vida estaban sujetas a su aprobación.

Además, Ellen White tuvo el privilegio de poseer su propia biblioteca, que contenía casi 2,000 libros, así que leía mucho. Estos hechos son claramente expresados por Ellen White, sus secretarias, sus editores de libros, la Fundación White, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y hasta por los que creen firmemente en la inspiración divina de Ellen White. Pero, ¿fue Ellen White realmente inspirada por Dios, como afirman los Adventistas del Séptimo Día? ¿Fueron sus escritos inspirados por Dios del mismo modo que los escritores bíblicos? ¿Escribía lo que recibía directamente de Dios por medio de sueños y visiones? ¿O copió los escritos de otros autores? Y si copió, ¿reconoció que lo había hecho? En sus libros, ¿dio crédito a esos autores como sus fuentes? ¿O negó que había copiado de otros? Específicamente, tenemos que descubrir la verdad sobre el origen de sus escritos y sus enseñanzas. 

En las citas siguientes, Ellen White es muy específica en cuanto al origen de sus cartas, sus artículos, sus libros, y sus enseñanzas:  
"Algunos están listos a preguntar: ¿Quién le dijo estas cosas a la Hermana White?  Hasta me han hecho la pregunta: ¿Le dijo alguien estas cosas? Yo podría haberles contestado: Sí; sí, el ángel de Dios me habló. ... Pero ... en el futuro, no minimizaré los testimonios que Dios me ha dado, dando explicaciones para tratar de satisfacer esas mentes estrechas, sino que consideraré esas preguntas como un insulto contra el Espíritu de Dios". - Testimonios, tomo 3, pp. 314-315, escrito en 1873.

"Al Señor le ha parecido bien darme una visión de las necesidades y errores de su pueblo. ... He presentado fielmente a los ofensores sus fallas y los medios para remediarlas, según los dictados del Espíritu de Dios. ... Así que el Espíritu de Dios ha pronunciado amonestaciones y juicios ...". - Testimonios, tomo 4, página 14, escrito en 1876.

"Para relatar o escribir una visión, yo dependo tanto del Espíritu del Señor como de tener la visión. Es imposible para mí recordar las cosas que se me han mostrado, a menos que el Señor me las recuerdeDones Espirituales, tomo 2, p. 293, escrito en 1860.

"Aunque yo dependo del Espíritu del Señor tanto al relatar como al tener mis visiones, las palabras que empleo al describir lo que he visto son mías, a menos que sean las que me habló un ángel, las cuales siempre encierro entre comillas, en el momento en que a Él le plazca hacer que yo las relate o las escriba". - Review and Herald, Oct. 8, 1867, citado en Mensajes Selectos, tomo 1, p. 37.  -

"En mis libros se afirma la verdad, protegida por un 'así dice el Señor'. El Espíritu Santo trazó estas verdades en mi corazón y en mi mente". - Carta 90, 1906, citada en Ellen G. White, por Arthur L. White, tomo 4, p. 393.

"Me levanté a las tres de la mañana para escribirles a ustedes.  Dios estaba hablando a través de la arcilla. Ustedes podrían decir que esto ... era sólo una carta. Sí, era una carta, pero inspirada por el Espíritu de Dios, para poner delante de las mentes de ustedes las cosas que se me habían mostrado a mí. En estas cartas que yo escribo, en los testimonios que doy, les presento a ustedes lo que el Señor me ha presentado a mí. Yo no escribo ni un solo artículo en el periódico expresando meramente mis propias ideas. Ellos son lo que Dios ha puesto delante de mí en visión". - Testimonios, tomo 5, p. 67, escrito en 1882.

"Yo soy sólo un instrumento en las manos del Señor para hacer la obra que él me ha puesto a hacer. Las instrucciones que yo he dado por escrito u oralmente han sido una expresión de la luz que Dios me ha dado a mí. He tratado de poner delante de ustedes los principios que el Espíritu de Dios ha estado imprimiendo en mi mente y escribiendo en mi corazón por años". - Testimonios, tomo 5, p. 691, escrito en 1889.

"He escrito muchos libros, y han tenido amplia circulación. Yo sola no podría haber revelado la verdad en estos libros, pero el Señor me ha dado la ayuda de su Santo Espíritu. Estos libros, dando las instrucciones que el Señor me ha dado a mí durante los pasados sesenta años, contienen luz del cielo, y soportarán la prueba de la investigación". - Mensajes Selectos, tomo 1, p. 35, escrito en 1906.
La evidencia de que la misma Ellen White creía que era inspirada divinamente es clara. Consistentemente, enseñó que sus visiones eran la fuente de la información que ella escribía en sus cartas, libros, artículos, y testimonios. Su esposo, James White, defendía vigorosamente las afirmaciones de ella:
"(Ellen White) no 'obtiene las ideas' de sus visiones 'de enseñanzas previas o estudios previos'. - James White, en Una Palabra Para la "Manada Pequeña", p. 22, escrito en 1847.
 Pero, durante toda su vida, y en los años subsiguientes, surgió información indicando repetidamente que Ellen White no fue honesta acerca de la fuente de sus informaciones. Especialmente durante las tres décadas pasadas, los investigadores desenterraron una montaña tan grande de evidencia demostrando los plagios de Ellen White que la Iglesia Adventista se vio obligada a iniciar su propia investigación.
 
En enero de 1980, Walter Rea (en aquel entonces pasor ASD y maestro de Biblia de escuela preparatoria) presentó a los dirigentes de la Iglesia la evidencia que había descubierto. Rea demostró que Ellen White había copiado tanto material de otros autores que apenas si hay algún pensamiento original en alguno de sus libros.

Esto causó una terrible conmoción en el Adventismo. Así que la Conferencia General patrocinó una investigación, que duró ocho años, de la propia Iglesia sobre El Deseado de Todas las Gentes (que a menudo se piensa que es el más auténtico de todos los libros de Ellen White) para establecer si ella realmente copió material de otros autores. El equipo de investigación estaba dirigido por el Dr. Fred Veltman, en aquel entonces Director del Departamento de Religión de Pacific Union College.

Después de la presentación inicial del Dr. Veltman, se publicó un resumen en los números de octubre y diciembre de 1990 de Ministry, la revista oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para pastores. En la actualidad, la mayoría de los pastores y laicos ASD no tienen idea de que el informe Veltman existe, aunque el texto completo está disponible a través del Pacific Union College [PUC].

El informe oficial Veltman llegó a la conclusión de que, no sólo había copiado Ellen White vorazmente las obras de otros autores, sino que tanto ella como sus colaboradores habían mentido deliberadamente para ocultar la verdad de sus plagios. He aquí dos de las conclusiones del informe Veltman:
"Es de primordial importancia notar que la misma Ellen White compuso el contenido básico del texto de El Deseado de Todas las Gentes, no sus asistentes literarias. Al hacerlo, fue ella quien tomó expresiones literarias (copió) de las obras de otros autores sin darles crédito como sus fuentes (plagio). Segundo, hay que reconocer que Ellen White usó escritos ajenos consciente e intencionalmente. ... Implícita o explícitamente, Ellen White, y otros que hablaban por ella, no reconocieron y hasta negaron la dependencia literaria (el plagio) de parte de ella". - "El Proyecto Deseado de Todas las Gentes: Las Conclusiones", Ministry, noviembre de 1990, p. 11.
Cuando se le preguntó al Dr. Veltman acerca de las repetidas afirmaciones de Ellen White de que ella sólo escribía lo que el Señor le había mostrado en visión y que no había copiado las obras de otros autores, contestó:
"Tengo que reconocer desde el comienzo que, a mi juicio, éste es el problema más serio al que hay que enfrentarse en relación con la dependencia literaria (los plagios) de Ellen White. Apunta al corazón de su honestidad, su integridad, y por lo tanto, de su confiabilidad". - Ibid., p. 14. 
¡El informe oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día concluyó que Ellen White copió de otros autores consciente y deliberadamente, y que tanto ella como sus asociados no reconocieron y hasta negaron que ella había copiado! El mito de que Ellen White escribía bajo la directa inspiración de Dios simplemente no cuadra con los hechos descubiertos por la investigación oficial de la propia Iglesia. Y, sin embargo, esta información rara vez es traída a colación por los dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día cuando comentan el tema de la inspiración de Ellen White.

¿Hasta dónde llegaron los plagios de Ellen White? El Dr. Veltman llegó a la conclusión de que ella había copiado tanto de otros autores que:
"La mayor parte del contenido del comentario de Ellen White sobre la vida y el ministerio de Jesús, El Deseado de Todas las Gentes, ha sido derivado (copiado); no es original. ... En términos prácticos, esta conclusión declara que uno no puede reconocer en los escritos de Ellen White sobre la vida de Cristo ninguna categoría general de contenido o catálogo de ideas que sea exclusivamente de ella". - Ibid., p. 12.
Recuérdese que esto no era lo que los oponentes de Ellen White decían de ella; ésta fue la conclusión del equipo oficial de investigación de la propia Iglesia Adventista del Séptimo Día, que había sido escogido cuidadosamente!

Cuando David Jarnes (en ese entonces aditor asociado de la revista Ministry) le preguntó a Robert Olson (en aquel entonces secretario de la Fundación White) si estaba satisfecho de la validez del estudio Veltman, Olson contestó:
"Estoy totalmente satisfecho de este estudio. Nadie podría haber hecho un trabajo mejor- nadie. (Veltman) lo hizo como lo habría hecho una persona neutral, no como un defensor". - "Olson Comenta el Estudio Veltman", Ministry, diciembre de 1990, p. 16.
Los laicos Adventistas del Séptimo Día rara vez se detienen a pensar que casi todo lo que leen acerca de Ellen White es escrito por "defensores" - que están prejuiciados a favor del ministerio profético de Ellen White, y que tienen un interés personal en promover el concepto de que ella era inspirada divinamente. Pero, nótese que, al comentar el estudio Veltman, Robert Olson indicó esta vez que la Iglesia había producido una evaluación neutral, no prejuiciada, de Ellen White.

Cuando Veltman investigó a Ellen White desde lo que la Iglesia consideraba una perspectiva neutral, la evidencia le llevó a concluir que hay serias dudas sobre "su honestidad, su integridad, y por lo tanto, su confiabilidad". Durante esa entrevista, Robert Olson, el entonces director de la Fundación White, hizo algunos reconocimientos sorprendentes sobre Ellen White. Al leer estos reconocimientos, recuerde que proceden del hombre al que los Adventistas del Séptimo Día habían encargado defender a Ellen White y su ministerio divinamente inspirado. He aquí los reconocimientos de Robert Olson:

1. Ellen White se contradijo a sí misma.
"Hay ocasiones en sus escritos cuando ella discrepaba consigo misma (se contradecía). Debo decir que no tengo  explicación para esa clase de cosas". Ibid., p. 17.
2. Cuando escribió El Deseado de Todas las Gentes, Ellen White copió la cronología de Samuel Andrews de la vida de Cristo, y en consecuencia, su cronología ya no puede ser considerada como inspirada.
"Usted preguntó acerca de los cambios en la cronología, diferencias en la cronología de la vida de Cristo, como está presentada antes del Deseado de Todas las Gentes y en los textos del Deseado debido a influencias de las fuentes (los plagios). Sabemos exactamente por qué usó la cronología que usó, porque Marian Davis (la secretaria de Ellen White) nos lo dice. Dice Marian: 'En el orden de los capítulos, seguimos la concordancia de Samuel Andrews como se da en su vida de Cristo'. Por eso se hicieron los cambios que se hicieron. No hay ninguna inspiración relacionada con tales cambios. Debo decir, no hubo ninguna instrucción divina del Señor diciéndole a ella: 'Esta es la cronología'. Cuando yo enseñaba Vida y Enseñanzas en el Pacific Union College, usaba El Deseado de Todas las Gentes para establecer la secuencia, la manera en que todo sucedió. Yo no haría eso hoy día. Ahora sé que estaban siguiendo (copiando) a Samuel Andrews". - Ibid., p. 17.
3. Los escritos y la teología de Ellen White cambiaban en el curso de los años, a medida que ella corregía sus errores.
"Considero los escritos posteriores más precisos - más exactos - que algunos de los anteriores. ... No me gusta hablar de errores en escritos inspirados. ... Pero, para contestar su pregunta, allí hay algunas discrepancias (algunos errores)". - Ibid., p. 17.
4.  No le toca a la Fundación White decidir cuáles de los escritos de Ellen White son divinamente inspirados y cuáles no lo son.
"Yo no creo que sea el papel de la Fundación White establecer qué está condicionado por el tiempo y qué no lo está. Eso les toca a los individuos, a medida que apliquen los consejos de Ellen White a sus vidas". - Ibid., p. 18.
El estudio Veltman de 1988 no presentó nada que los más altos dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día no hubieran sabido por generaciones. Los problemas con los plagios de Ellen White habían aparecido y habían sido reconocidos más de cien años antes, cuando ella publicó su libro plagiado Bosquejos de la Vida de Pablo.  Originalmente, el libro se publicó bajo el título El Espíritu de Profecía, tomo 3. Más tarde, se volvió a publicar bajo un nuevo nombre: Bosquejos de la Vida de Pablo.

Sin embargo, de repente, el libro fue retirado de la circulación, y permaneció así durante casi 100 años, antes de que volviera a ser publicado por la Review and Herald Publishing Association de la Iglesia, en 1974. Justo dentro de la cubierta frontal, se puede ver una sección titulada "Prefacio a la Edición en Facsímil". Allí encontrará esta breve, pero extraña, explicación de por qué fue descontinuado el libro:
"Bosquejos de la Vida de Pablo, el muy apreciado libro de Ellen White, fue publicado por las dos casas editoriales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Review and Herald y Pacific Press, a principios del verano de 1883. ... Cada editorial publicó dos ediciones del libro, que estaba siendo considerado para ser vendido por evangelistas de literatura, pero fue retirado de la circulación. La razón de su desaparición es fácil de entender en vista del  contexto histórico". - Bosquejos de la Vida de Pablo, "Prefacio a la Edición en Facsímil", 1974.
¿Cuál fue el "contexto histórico", que hizo que el libro de Ellen White se agotara? Arthur Daniells, presidente de la Conferencia General en la época de Ellen White, dio la respuesta. Dijo que, mientras escribía Bosquejos de la Vida de Pablo en 1878, Ellen White había copiado tanto material de La Vida y las Epístolas de San Pablo (escrito 30 años antes), que sus autores, Conybeare y Howson, amenazaron con causarle problemas a la denominación a causa del plagio. Puesto que los derechos de autor del libro de Conybeare y Howson todavía no habían sido registrados, puede que no hubiesen ganado una demanda, pero podrían haber hecho algo mucho peor: acusar públicamente a Ellen White de plagiaria y mentirosa. Así que era en el mejor interés de la Iglesia dejar de publicar inmediatamente el libro plagiado, Bosquejos de la Vida de Pablo (véase el testimonio del presidente Daniells sobre este incidente, en otra parte de este libro).

En 1919, cuatro años después de la muerte de Ellen White, la Iglesia Adventista del Séptimo Día reunió a sus máximos dirigentes, teólogos, editores, y eruditos en un intento por llegar a una decisión mutuamente aceptable sobre la validez del ministerio de Ellen White. Se reunieron en las oficinas principales de Takoma Park, Washington, D. C., durante una Conferencia Bíblica que habría de durar la mayor parte de Julio y continuar hasta el mes de Agosto.

Más de cincuenta personas asistieron a esas reuniones, e incluían a:
Arthur G. Daniells, Presidente de la Conferencia General
G. B. Thompson, Secretario de Campo de la Conferencia General
W. W. Prescott, Secretario de Campo de la Conferencia General
C. S. Longacre, Secretario de la Asociación de Libertad Religiosa
F. M. Wilcox, Editor de Review and Herald
L. L. Caviness, Editor Asociado de Review and Herald
W. E. Howell, Editor de Christian Educator
A. O. Tate, Editor de Signs of the Times
M. C. Wilcox, Editor de Libros de Pacific Press
T. M. French, Director de la Escuela de Teología en la Escuela Preparatoria Misionera Emmanuel (ahora Universidad de Andrews)

W. H. Wakeham, Profesor de Biblia en la Escuela Preparatoria Misionera Emmanuel (ahora Universidad de Andrews)
C. M. Sorenson, Profesor de Biblia en la Escuela Preparatoria Misionera Emmanuel (ahora Universidad de Andrews)
M. E. Kern, Presidente del Seminario Misionero Extranjero (ahora Escuela Preparatoria de la Unión de Columbia)
H. C. Lacey, Profesor de Religión en el Seminario Misionero Extranjero
C. L. Taylor, Director del Departamento de Biblia de la Escuela Preparatoria Junior Canadiense
J. N. Anderson, Profesor de Biblia en el Seminario Misionero Extranjero en Washington
W. G. Wirth, Profesor de Religión en el Pacific Union College
El 30 de julio y el 1 de agosto, las reuniones se enfocaron especialmente en Ellen White como el "Espíritu de Profecía". Según las actas oficiales, once veces durante esos dos días se les pidió a los más altos oficiales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día una decisión autorizada sibre la inspiración de ella - y once veces evitaron esa decisión los dirigentes. El tenor de sus discusiones se palpa a través de los siguientes extractos breves:
"F. M. Wilcox:  'Creo que tenemos que tratar con una cuestión muy delicada, y me disgustaría terriblemente ver que una influencia se extendiera en el campo y entrara a alguna de nuestras escuelas en el sentido de que se descontaran los Testimonios (de Ellen White). Hay gran peligro de una reacción, y sí estoy preocupado. He oído hacer preguntas aquí que han dejado en mi mente la impresión de que, si las mismas preguntas se hicieran en nuestras clases cuando regresemos a nuestras escuelas, tendríamos serias dificultades. Creo que hay muchas preguntas que deberíamos abstenernos de discutir. ... No puedo concebir que sea necesario que respondamos a cada una de las preguntas que se nos hacen. ... Creo que si destruimos la fe en ellos (los Testimonios), vamos a destruir la fe en los cimientos mismos de nuestra obra. ... Y a menos que se manejen estas preguntas en una forma extremadamente diplomática, creo que vamos a tener serias dificultades'".

"J. N. Anderson: '¿Podemos abstenernos de discutir estas cosas y ser fieles a nosotros mismos? Y además, ¿estamos a salvo de todo peligro? ¿Es correcto dejar que nuestro pueblo en general continúe sosteniendo la inspiración verbal de los Testimonios?  Cuando hagamos eso, ¿no nos estamos preparando para una crisis que será muy grave algún día?'".

"C. L. Taylor: 'Creo que hemos fabricado una enorme montaña de dificultades contra la cual salir a luchar. ... Si tenemos que hacer a un lado por indigno de confianza lo que la Hermana White dijo al interpretar la historia ...  y también tenemos que hacer a un lado por indignas de confianza (sus) esposiciones de la Escritura, la única conclusión natural para mí, y probablemente para muchos otros, sería que la misma autoría es indigna de confianza en relación con la organización, el panteísmo, y cada uno de los otros temas que ella alguna vez comentara; - que ella puede haber dicho la verdad, pero que es mejor que obtengamos toda la información histórica que podamos para ver si ella decía la verdad o no'".

"A. G. Daniells: 'Creo que se puede hacer más perjuicio con los Testimonios afirmando su inspiración verbal que con la Biblia'".

"M. E. Kern: 'La pregunta es: ... ¿cómo podemos pensar y creer y saber que allí hay una inconsistencia - algo que no está bien - y sin embargo creer que el Espíritu de Profecía es inspirado?cómo presentar estos temas a la gente'".
... La cuestion es
Éstas eran las preguntas con las que luchaban los más altos dirigentes Adventistas del Séptimo Día en aquella Conferencia Bíblica allá en 1919, sólo cuatro años después de la muerte de Ellen White. Reconocían claramente su dilema: ¿Cómo reconocer que Ellen White no era verbalmente inspirada - cómo reconocer que ella no era digna de confianza en casi todas las áreas de sus enseñanzas - y sin embargo conservar la fe de la membresía en la Iglesia, su organización, y sus doctrinas?

Por otra parte, ¿cómo podemos nosotros, como dirigentes que conocen la verdad sobre Ellen White, conservar nuestra propia integridad al continuar enseñando los antiguos mitos Adventistas del Séptimo Día? Y si enseñamos los antiguos mitos sobre Ellen White, ¿no estaremos provocando una futura crisis en la Iglesia cuando esta verdad salga a luz? Al guardar silencio, ¿no estaremos extraviando a la membresía?

¿Cuál fue su veredicto?

Se hizo muy evidente para los dirigentes que, después de su muerte, la influencia de Ellen White en la membresía de la Iglesia era demasiado grande, y las consecuencias demasiado riesgosas para que se hiciera cualquier declaración oficial repudiando su ministerio. Al final, dejaron calladamente que los mitos continuasen, con la esperanza de que los futuros acontecimientos no destruyesen a la Iglesia. Sin embargo, es útil examinar lo que aquellos máximos líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día acordaron extraoficialmente en relación con Ellen White en aquella Conferencia Bíblica de 1919. Estuvieron de acuerdo en once puntos críticos en relación con Ellen White y su ministerio.

1. Ellen White no era verbalmente inspirada.
"A. G. Daniells: 'Yo asumo la posición de que los Testimonios no son inspirados verbalmente, y que fueron compuestos por las secretarias y puestos en la correcta forma gramatical. ... ¡No es correcto que cualquiera se levante y hable de la inspiración verbal de los Testimonios, porque todos los que alguna vez han visto el trabajo que se ha hecho saben que no es así, y es mejor que lo desestimemos!'"

"F. M. Wilcox: 'Por muchos años, he sabido la manera en que las obras de la Hermana White se compusieron y sus libros se compilaron. Yo nunca he creído en la inspiración verbal de los Testimonios'".

"G. B. Thompson: 'No son inspirados verbalmente, - eso lo sabemos - ¿y de qué sirve enseñar que lo son?
2. Ellen White no era infalible como persona.
"A. G. Daniells: 'Ahora, acerca de la infalibilidad. ... Cuando se asume la posición de que ella no era infalible, y que sus escritos no eran verbalmente inspirados, ¿no hay una oportunidad de que se manifieste lo humano? ... ¿Y debemos sorprendernos cuando nos enteramos de que el instrumento era falible, y que las verdades generales, como ella dice, fueron reveladas, y que no estamos preparados para ver errores?'"
3. Ellen White no era infalible en su exégesis de textos bíblicos.
"C. L. Taylor: 'Me gustaría pedirle que nos comente el valor exegético de los Testimonios. ... ¿Podemos aceptar las explicaciones de la Escritura que ella da? ¿Son dignas de confianza?'

"A. G. Daniells: 'Puede que haya algunas dificultades en algunas cuestiones muy críticas'".
4. Ellen White no es una autoridad en cuál traducción de la Biblia usar.
"A. G. Daniells: 'Yo no creo que la Hermana White quisiera en absoluto establecer la certeza de una traducción. Yo no creo que, cuando citó eso, ella tuviese eso en mente, ni que tuviese nada que ver con poner su sello de aprobación en la Versión Autorizada o en la Versión Revisada'".
5. Ellen White no es precisa en relación con la historia mundial, ni es precisa acerca del cumplimiento de las profecías bíblicas.
"A. G. Daniells: 'Yo nunca he acudido a sus escritos, ni he tomado la historia que encontré (allí) como la declaración positiva de la historia relativa al cumplimiento de la profecía. Se nos advirtió que no usáramos a la Hermana White como historiadora. Ella nunca afirmó que lo era. Se nos advirtió que no pusiéramos declaraciones en sus escritos contra los varios informaciones históricas que hay sobre un hecho ..."'.
"H. C. Lacey: ' ... ¿No es la prueba final del espíritu de profecía su valor espiritual, más  bien que su exactitud histórica?'"

"A. G. Daniells: 'Sí, creo que sí'".
6. Ellen White no debe usarse para dilucidar controversias que surjan de diferentes interpretaciones de las Escrituras.
"W. W. Prescott: 'Algunos de los hermanos aquí recuerdan muy bien una seria controversia acerca de la interpretación del capítulo 8 de Daniel, y algunos de los hermanos se opusieron a lo que se llamó al nuevo punto de vista, y tomaron los escritos de ella para sustentar su posición. Ella les escribió a esos hermanos y les dio instrucciones de que no usaran sus escritos para dilucidar esa controversia'".

"J. N. Anderson: '¿Hasta qué punto consideraría usted esas palabras de la Hermana White como una declaración general sobre sus escritos?'"

"A. G. Daniells: 'Creo que se refería especialmente al caso entonces, pero creo que tenemos que usar el mismo juicio sobre el uso de sus escritos en otros casos'".
7. Los "mensajes sobre la salud" de Ellen White no son reglamentos generales para todo el mundo.
"A. G. Daniells: 'Por ejemplo, este asunto de la reforma pro salud. Es bien sabido, por los escritos mismos, por el contacto personal con la Hermana White, y por sentido común, que a causa de sus viajes y su conocimiento de diferentes partes del mundo, las instrucciones dadas en los Testimonios nunca tuvieron el propósito de ser un gran reglamento general para las comidas y las bebidas de la gente'".
8. Ellen White copió repetidamente de otros autores sin darles crédito, mientras aseguraba que era inspirada por Dios.
"A. G. Daniells: 'Ahora bien, ustedes saben algo acerca de aquel librito, (Bosquejos De) la Vida de Pablo (publicado originalmente en 1883). Ustedes saben el problema en que nos metimos a causa de él. Jamás podríamos reclamar la inspiración para el pensamiento entero y en la composición del libro, porque fue hecho a un lado debido a su defectuosa preparación. No se dio crédito a los autorescorrespondientes, y algo de eso se coló en El Gran Conflicto. ... Supongo que todos ustedes conocen eso, y sabían que hubo reclamos contra ella, y fue acusada de plagio, hasta por los autores del libro, Conybeare y Howson, y habrían metido en problemas a la denominación porque gran parte de su libro había sido incorporado a (Bosquejos de) la Vida de Pablo sin dar ningún crédito ni poner ningunas comillas. ... Yo lo encontré, y lo leí con el Hermano Palmer cuando lo encontró,  y conseguimos el libro de Conybeare y Howson, y conseguimos la Historia de la Reforma, de Wylie, y los leímos palabra por palabra, página tras página, y no había ningunas comillas, ni ningún crédito, y en realidad, yo no vi ninguna diferencia sino hasta que comencé a compararlos. ¡Y había supuesto que era obra de la propia Hermana White! ... Allí vi la manifstación de lo humano en estos escritos. Por supuesto, yo podría haber dicho esto, y lo dije, que ojalá se hubiese tomado un curso de acción diferente al compilar los libros. Si se hubiese tenido el debido cuidado, se habría evitado que mucha gente se extraviase. ..."'.

"W. W. Prescott: 'No quiero acusar a nadie. Pero sí creo que se cometieron grandes errores de ese modo. ... Cuando hablé con W. C. White acerca de eso ... me dijo con franqueza que, cuando sacaron El Gran Conflicto, si no encontraban en los escritos de ella nada en ciertos capítulos para hacer las conexiones históricas, tomaban otros libros, ... y usaban porciones de ellos. ... '".
9. La inspiración divina de Ellen White es cuestionable.
"F. M. Wilcox:  'Me gustaría preguntar, Hermano Daniells, si podría aceptarse como una especie de regla que la Hermana White estuviera equivocada en detalles, pero que fuese una autoridad en el plan de acción  general y las instrucciones. ... Me parece que yo tendría que aceptar lo que ella dice acerca de algunos de esos planes de acción en general, o barrer con todo. O el Señor ha hablado por medio de ella, o Él no ha hablado por medio de ella; y si es una cuestión de decidir según mi propio juicio si Él ha hablado o no, entonces considero los libros de ella lo mismo que cualquier otro libro publicado. Creo que una cosa es que un hombre estultice su conciencia, y otra que estultice su juicio. Una cosa es que yo haga a un lado mi conciencia, y otra que cambie mi juicio acerca de algunos puntos de vista que sostengo'".

"A. G. Daniells:  'Nosotros no creamos ese problema. ¿O sí? Nosotros los de la Conferencia General no lo creamos, porque nosotros no hicimos la revisión. No tuvimos ninguna participación en ella. No tuvimos absolutamente nada que ver con eso. Todo se hacía bajo la supervisión de ella. Si hay un problema allí, ella lo creó, ¿no?'".
10. Si los seres humanos tienen que corregir los escritos de Ellen White, entonces ¿cómo puede nadie asegurar que su obra fue inspirada divinamente?
"W. W. Prescott:  'He aquí mi problema. Lo he examinado (El Gran Conflicto) y he sugerido cambios que deberían hacerse para corregir las afirmaciones. Estos cambios han sido aceptados. Mi problema personal es conservar la fe en las cosas que no puedo manejar sobre esa base. ... Si lo corregimos aquí y allá, ¿cómo vamos a sustentarlo en los otros lugares?'"
11. Si la Iglesia hubiese dicho la verdad sobre Ellen White, no estaría en el problema en que está ahora.
"G. B. Thompson: 'Creo que estamos en este lío a causa de una errónea impresión que nuestro pueblo ha tenido. Si hubiésemos enseñado la verdad siempre sobre este asunto, no habríamos tenido ningún problema ni ninguna conmoción en la denominación ahora. ¡Pero la conmoción ha ocurrido porque no hemos enseñado la verdad!'"
Después de discutir cada uno de estos temas y llegar a un acuerdo extraoficial sobre ellos, A. G. Daniells, Presidente de la Conferencia General, solicitó que las actas oficiales de las discusiones se guardasen bajo llave durante los siguientes cincuenta años. La mejor oportunidad para que los dirigentes de la Iglesia comunicaran "la verdad" acerca de Ellen White había pasado.

Los registros oficiales de la Conferencia Bíblica de 1919 fueron archivados hasta diciembre de 1974, cuando el Dr. F. Donald Yost los descubrió envueltos en papel en una caja fuerte en las oficinas principales de la Conferencia General. Los paquetes contenían unas 2,400 páginas mecanografiadas transcritas de las notas estenográficas oficiales tomadas en las reuniones.
       
Subsiguientemente, se publicaron extractos pertinentes en Spectrum, Volumen 10, Número 1. Desafortunadamente, ese número ya no está disponible en Spectrum. Una reproducción fotográfica de los artículos publicados por Spectrum relativos a la Conferencia Bíblica de 1919 está disponible con Sydney Cleveland, 172 Suncrest Drive, Greenwood, IN 46143, por U.S. $9.00.
       
Así que, ¿quién escribió realmente esos libros "divinamente inspirados"?

Los hechos son que Ellen White copiaba material de cientos de libros. Los manuscritos de ella eran refinados por sus secretarias y editores de libros para incluir información compilada de todavía otros autores. Los dirigentes de la Iglesia, como W. W. Prescott y A. G. Daniells, sugerían revisiones en áreas cruciales, y algunas de esas sugerencias eran incorporadas en los libros. Finalmente, el producto terminado, que combinaba los talentos de numerosos individuos, era publicado bajo el nombre de Ellen White y recibía el sello de inspiración divina. En esto, los escritos de Ellen White eran totalmente diferentes de los escritos de los profetas bíblicos, ¡ninguno de los cuales necesitó tanta ayuda!

Pero hay más. En el curso de los años desde la muerte de Ellen White, la Fundación White ha continuado revisando los escritos de ella. En 1992, los lectores Adventistas del Séptimo Día de Review and Herald fueron informados de este proceso por Paul A. Gordon, que en ese entonces era Secretario de la Fundación White:
"¿Es legítimo cambiar, abreviar, o simplificar los escritos de Ellen White? La respuesta es que sí. Podemos cambiar, abreviar, o simplificar las palabras, pero no tenemos permiso de cambiar el mensaje propuesto. He aquí por qué: Los Adventistas del Séptimo Día no se adhieren a la inspiración verbal. Eso significa que no creemos que Dios dictara qué palabras debía usar Ellen White. ... En los años desde la muerte de la Sra. White en 1915, la Fundación White ha preparado más de 50 nuevas compilaciones o ediciones de los libros de Ellen White. En cada caso - incluyendo ediciones quie han sido abreviadas, condensadas, o simplificadas - el mensaje propuesto nunca se perdió; sólo la redacción ha sido cambiada". - Paul A. Gordon en "Los Escritos de Ellen G. White - 2", Adventist Review, nov. 19, 1992, pp. 8-9.
Más importante que la necesidad de corregir los errores de los escritos de Ellen White es la necesidad de reconocer oficialmente el mito de su inspiración divina, y admitir que Ellen White era plagiaria.

El informe oficial del estudio Veltman de la propia Iglesia Adventista del Séptimo Día concluyó que Ellen White y sus asociados copiaron material de libros ajenos, asegurando al mismo tiempo que el material era original porque lo había recibido por inspiración divina. La investigación demostró que nada de lo que ella escribió en El Deseado de Todas las Gentes era nuevo u original de ella.

Robert Olson, en ese tiempo director de la Fundación White, reconoció la veracidad del informe Veltman, y dijo que también tenía preguntas para las cuales él no había encontrado ninguna respuesta.

Examinando los archivos de la Conferencia Bíblica de 1919, se ve que los plagios de Ellen White afectaron, no sólo El Deseado de Todas las Gentes, sino también El Gran Conflicto, Los Bosquejos de la Vida de Pablo, y ahora las muchas compilaciones que la Fundación White ha producido después de la muerte de Ellen White.

Los más altos dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han conocido oficialmente la verdad sobre los escritos de Ellen White durante más de un siglo, pero no la han comunicado efectivamente ni a los ministros ni a los laicos.

Como resultado de esto, la Iglesia Adventista del Séptimo Día está perdiendo miembros que han visto a sus dirigentes ignorar el explícito consejo de Ellen White. No logran entender por qué sus dirigentes no acatan los mensajes "inspirados" de ella. Otros miembros están abandonando la Iglesia porque están convencidos personalmente de que Ellen White carecía de inspiración divina, pero su Iglesia continúa enseñando oficialmente y exigiéndoles que afirmen el ministerio profético "divinamente inspirado" de ella.

Los cálculos actuales indican que entre dos y cinco millones de Adventistas del Séptimo Día han abandonado la Iglesia en Norteamérica. Eso significa que, en el curso de los años, aproximadamente tres miembros han abandonado la Iglesia por cada nuevo converso al Adventismo del Séptimo Día en Norteamérica.

Como dijo G. B. Thompson allá en 1919:

"Estamos en este lío a causa de una errónea educación que nuestro pueblo ha tenido. Si hubiésemos enseñado la verdad siempre sobre este asunto, ahora no tendríamos ningún problema ni conmoción en la denominación. Pero la conmoción ha ocurrido porque no hemos enseñado la verdad!".
Sin embargo, la mayor catástrofe para la Iglesia Adventista del Séptimo Día todavía está por venir. Actualmente, el noventa por ciento de los miembros de la iglesia están en ultramar, principalmente en los llamados países "del tercer mundo". En los pasados cinco años, con la disponibilidad de un amplio acceso a Internet, se está diseminando rápidamente en el mundo una inmensa cantidad de información basada en hechos relativos a Ellen White. A pesar de las amenazas y los intentos de intimidación de la Iglesia, numerosas páginas web publican actualmente esta información en todos los principales idiomas del mundo.

Paul Harvey, el comentarista de noticias, ha dicho a menudo: "Se puede huir de la verdad, pero no se le puede ocultar". Quizás ha leído la afirmación de Jesús: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32). La pregunta final para los dirigentes Adventistas del Séptimo Día es esta: ¿Cómo será el impacto para la Iglesia cuando nueve millones de Adventistas del Séptimo Día en los países de ultramar se den cuenta completamente de que los dirigentes de su Iglesia "no han enseñado la verdad" acerca de su "profetisa"?



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