EL SÁBADO, LA LEY
Y EL EVANGELIO
Rolaant McKenzie
Traducido de Gospel
Outreach
13. ¿Es el
sábado el sello de Dios?
Algunos sabadistas
sostienen que el sábado es el sello de Dios y que la
observancia del sábado será para los cristianos una prueba de
lealtad a Dios en los agitados tiempos que precederán a la
segunda venida de Cristo. Pero, ¿apoya la Escritura este
aserto? Echemos un vistazo a 2 Corintios 1, y a Efesios 1 y 4.
2 Corintios 1:21-22
El Espíritu Santo de la promesa afirma a los cristianos en la
fe del evangelio, permitiendo que el creyente lleve una vida
agradable a Dios, y proporcionando la certeza de su salvación.
Efesios 1:13-14
Por medio de Cristo, el Espíritu de verdad, Dios ha hecho
saber a los creyentes esta promesa de salvación. Por medio de
Cristo, Dios y la humanidad, anteriormente alejados entre sí,
ahora están reconciliados; y la paga del pecado ha quedado
saldada por el mal que causó la separación. Por medio de su
Espíritu, Él ha producido los beneficios de la fe y el amor,
por lo cual estamos unidos con Dios. Las influencias
santificadoras y consoladoras del Espíritu Santo sellan o
designan a los creyentes como hijos de Dios, y beneficiarios
de la vida eterna. Todo para gloria de Dios.
Efesios
4:30
"No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron
sellados para el día de la redención".
Cualquier cosa que despierte malos deseos y concupiscencias
agravia al Espíritu de Dios. Las pasiones corrompidas, como la
amargura, la furia, la ira, una actitud de queja, la calumnia,
y la mala intención entristecen al Espíritu Santo. La
continuación de estas cosas en la vida de una persona hace que
se alejen la presencia y la influencia
santificadora del Espíritu de Dios. Cuando el
creyente tiene el Espíritu Santo morando en en su interior,
esa persona puede ser verdaderamente amable, compasiva,
perdonadora, y llevar buen fruto (Gálatas 5:22-23). Ay de
aquél de quien el Espíritu se aparte debido a un voluntario
rechazo de su dirección, pero la salvación está asegurada para
la persona en quien mora el Espíritu.
Sin embargo, el punto importante aquí es que, en vez del
sábado, parece que el sello de Dios es el Espíritu Santo. Los
que aceptan a Cristo por fe reciben el sello de Dios, que es
el Espíritu Santo. Y este sello es recibido en el momento de
la aceptación, no en alguna fecha futura o algún tiempo
futuro. No hay ningún verdadero apoyo bíblico para la creencia
de que la observancia del sábado será para los cristianos una
prueba de lealtad a Dios justo antes de la segunda venida de
Cristo.