EL
SÁBADO, LA LEY,
Y EL EVANGELIO
Rolaant L. McKenzie
Traducido de Gospel
Outreach
1. Introducción
A menudo, un sistema de creencias altamente desarrollado y
bien organizado puede ser el instrumento más peligroso para
cegar a las personas a la verdad. Sólo tenemos que examinar la
historia para ver esto demostrado una y otra vez. Jesús les
habló a sus discípulos de su muerte inminente, pero ellos no
pudieron entender lo que decía porque no encajaba en su marco
teológico.
Copérnico enseñaba
que el sol, no la tierra, era el centro del sistema solar.
Pero este concepto no fue aceptado en seguida porque no se
ajustaba a las enseñanzas aprobadas en su tiempo. Galileo se
encontró con la misma resistencia a su descubrimiento de la
verdad. Podía demostrar sus descubrimientos por medio de
evidencias observables. Pero, cuando lo hacía, a menudo sólo
enfurecía a los que observaban. Para una persona de su tiempo,
aceptar las enseñanzas de Copérnico y de Galileo significaba
que su sistema entero de creencias se derrumbaría. Muchos
dirigentes religiosos creían que era emocionalmente más fácil
aferrarse a las enseñanzas aceptadas en su tiempo, aunque
ellas tuvieran algunos problemas, que reconocer nuevas
evidencias objetivas que amenazaran sus puntos de vista o su
control o autoridad.
Para nosotros,
aceptar la idea de que nuestro propio sistema de creencias
puede estar equivocado resulta en considerable inseguridad. La
gente ha hecho grandes esfuerzos por defender lo indefendible
con tal de preservar a salvo lo que han considerado como "la
verdad". Como los bereanos, los que buscan la verdad deben
sentir cierta reverencia por la evidencia (Hechos 17:10-11).
El que estudia una doctrina honestamente debe considerar
seriamente la evidencia que no se ajusta a su propio sistema
de creencias. Si es necesario, debe estar dispuesto a desarmar
su sistema de teología y volverlo a armar para ajustarlo a la
evidencia bíblica. No es tarea fácil. Sin embargo, trae
consigo mucha confianza y mucha paz cuando se lleva a cabo. La
verdad genuina no tiene nada que temer de una investigación
profunda. (1)