Ellen G. White
Ellen G. White

LA MENTIRA WHITE

Título del libro en inglés:
The White Lie

Walter T. Rea

Capítulo 6
Fuentes que ella utilizó (más o menos)

El Deseado de Todas las Gentes


Si Patriarchs and Prophets fue la piedra angular de la teología Adventista, The Desire of Ages fue la piedra clave en el arco del pensamiento y los puntos de vista cristológicos Adventistas. El prefacio al tomo dos (1877) de su predecesor, The Spirit of Prophecy, decía:

Cuando los publicadores emitieron el primer tomo de esta obra, les pareció que suplía una falta largo tiempo sentida en el mundo cristiano, al iluminar un tema que es de gran interés para la mente cristiana, la relación del hijo de Dios con el Padre, y su posición en el cielo, junto con  la caída del hombre y la mediación de Cristo entre él y su Creador.

En este segundo tomo, el autor continúa con renovado interés el tema de la misión de Cristo, manifestada por sus milagros y enseñanzas. El lector encontrará que este libro proporciona inapreciable ayuda en el estudio de las lecciones de Cristo presentadas en los evangelios. La autora, como escritora religiosa y oradora, ha trabajado para el público durante más de veinte años. Siendo ayudada en el estudio de las Escrituras y en su obra como instructora religiosa por la especial iluminación del Espíritu de Dios, está peculiarmente calificada para presentar los hechos de la vida y el ministerio de Cristo en relación con el plan divino para la redención humana, y para aplicar de modo práctico las lecciones de Jesús a los simples deberes de la vida.

Una de las más agradables características de este libro es el lenguaje llano y simple con el cual la autora reviste los pensamientos que brillan por su verdad y su belleza. 1

Muchos problemas y muchas situaciones embarazosas se habrían evitado en años venideros si a algunos otros, además del "Espíritu de Dios", se les hubiese dado algún crédito. Aunque las Escrituras sí explican que todo lo bueno y todo don perfecto viene de Dios, se descubrió que algunos de los dones de Ellen para escribir habían venido de algunas fuentes humanas. A finales de 1970, Robert W. Olson, a nombre del White Estate (que siempre es presionado para mantener a sus lectores y a los miembros de la iglesia al día en estas cosas), emitió una admisión, más bien tardía, de que Ellen sí había estado mirando a hurtadillas las obras de otros autores cuando escribió The Desire of Ages:

Por largo tiempo, los Adventistas del Séptimo Día han reconocido la deuda de Ellen White con otros autores ...

No se sabe exactamente hasta qué punto Ellen White tomó prestado material para The Great Controversy ...

Estudios llevados a cabo por Raymond Cottrell y Walter Specht han mostrado que Ellen White tomó prestadas como el 2.6 por ciento de las palabras en The Desire of Ages de Life of Christ, de William Hanna... Sin embargo, tanto W.C. White como Marian Davis mencionan otros libros sobre la vida de Cristo que Ellen usó. Es también evidente que ella tomó prestado material de algunas obras no mencionadas ni por W. C. White ni por la Srta. Davis, tal como The Great Teacher, de John Harris...

Los préstamos literarios de Ellen White no se limitaron a los tres libros mencionados arriba...

Ellen White puede difícilmente ser llamada "copista", puesto que casi invariablemente reescribe, reconstruye frases, y mejora la idea del autor original cuando usa material ajeno...

En relación con la preparación de The Desire of Ages en particular, W. C. White dice:

"Antes de escribir sobre la vida de Cristo, y hasta cierto punto durante el tiempo en que escribía, ella leyó obras de Hanna, Fleetwood, Farrar, y Geikie. Nunca supe que leyera a Edersheim. A veces se refería a Andrews". De W. C. White para L. E. Froom, enero ???

Una comparación entre The Desire of Ages y las varias vidas de Cristo disponibles en su tiempo muestra que ella tomó material, más o menos [la cursiva ha sido añadida] no sólo de los autores mencionados arriba por W. C. White, sino también de March, Harris, y otros. 2

El artículo de Olson, que puede ser una de las más reveladoras admisiones que el White Estate ha hecho hasta la fecha, merece un estudio detallado. Si ese artículo hubiese circulado, o siquiera se hubiese filtrado, al público y a la iglesia en general (lo que no ha ocurrido hasta el momento en que esto se escribe), este libro podría no haberse escrito. A menudo, sólo la "persona informada" que recoge la así llamada información "supersecreta" sabe dónde pedir qué cosa - si tiene el privilegio de saber que esa información existe en absoluto.

Escribir o decir que "por largo tiempo, los Adventistas han reconocido la deuda de Ellen White con otros autores" es sólo una extensión de la mentira White. Aunque es técnicamente cierto que, ya desde la década de 1800, la iglesia ha estado llevando a cabo una acción de retaguardia en relación con el uso de material ajeno en nombre de Dios y de Ellen, las declaraciones siempre se han hecho a la defensiva y con rápida justificación.

Por ejemplo, un artículo de William S. Peterson en una edición de Spectrum de 1971 habría de atraer sobre él un coro de invectivas espirituales que, en el lenguaje de un camionero o un estibador, levantaría la pintura de cualquier furgón a treinta pasos. Que Ellen había tomado material prestado simplemente no era así, se dijo. Desde el número de ese otoño hasta la década de 1980, el periódico ha publicado las continuas acusaciones y contra-acusaciones, negaciones, y contranegaciones, que tratan de refutar cualquier sugerencia de que ella hubiese incorporado en sus libros el vocabulario de alguien o que hubiese sido influída por alguien al escribir. 3

No fue sino hasta que Neal C. Wilson, presidente de la Conferencia General, escribió a los dieciocho miembros del Comité Especial de Glendale para que se dispusieran a revisar el número de ocasiones en que, según ciertas investigaciones, Ellen había "tomado prestado" material de otros, que los lectores del Adventist Review se enteraron de que ella había usado obras ajenas para sacar de ellas "información descriptiva, biográfica, histórica, espiritual, y científica". 4 Como un miembro del comité habría de señalarle a Wilson, "Eso no deja casi nada, excepto la revelación directa. ¿Es sobre ese punto que el panel habrá de decidir?" 5 Seguramente, el personal del White Estate debe haber sabido todo el tiempo que la mayor parte de los miembros de iglesia no había tenido información acerca de la cantidad y extensión del material que ella había "tomado prestado".

Por lo menos un buen número de eruditos de la iglesia, que han tratado de sacarle al White Estate material histórico que ayudaría a hacer comparaciones con los escritos de otros autores, saben que han recibido muy poca ayuda y estímulo de parte de los que protegen la sacrosanta bóveda del Estate. La política de "revelación selectiva" (es decir, el Estate selecciona lo que puede ser revelado) ha tenido tal autoridad que sólo cuando los miembros del Clan desaparecen de la escena puede la iglesia esperar tener acceso a información que puede revelar la verdad. Una y otra vez, lo hombres de esa oficina, mientras recorren el circuito nacional - lo que hacen más bien a menudo para ayudar a tranquilizar a los inquietos nativos - han tenido que enfrentarse a la pregunta de por qué la bóveda no puede abrirse para todos los investigadores para que la información esté disponible para amigos y enemigos por igual, y por qué sólo el Clan es el único que puede seleccionar y elegir siempre.

El artículo de Adventist Review de 1980:

Aún los que podrían haber tenido su propia llave de la bóveda (por decirlo así), encuentran fascinante la posibilidad de que la puerta cerrada pudiera abrirse siquiera un poquito. Donald R. McAdams, personalmente un competente investigador sobre Ellen y sus escritos, dio una nota de esperanza acerca de esa posibilidad en un artículo en Spectrum en 1980:

En un artículo titulado "This I Believe About Ellen G. White" [Esto creo acerca de Ellen G. White], que apareció en el Adventist Review de marzo 20, 1980, Neal Wilson informó a la iglesia acerca del Comité Rea [Glendale]. El informe inicial indica que "en sus escritos, Ellen White usó fuentes más extensamente de lo que hasta ahora nos habíamos enterado o habíamos reconocido..."  [la cursiva es nuestra].

Esta declaración es el artículo más significativo que haya aparecido en el Review en este siglo. El presidente de la Conferencia General está reconociendo, abierta y honestamente, los hechos acerca del uso de fuentes por Ellen White, y dirigiendo la atención de la iglesia hacia una definición de inspiración que será nueva para la mayoría de los Adventistas, y amenazadora para otros. Una respuesta completa a Rea debe esperar hasta que él haya presentado su evidencia a la iglesia en forma escrita y definitiva. 6

Inevitablemente, McAdams reaccionaría como lo hizo porque es un historiador honesto que pasó personalmente mucho tiempo en 1972-73 examinando un capítulo de The Great Controversy, comparando un capítulo de este libro con la mitad de un capítulo del historiador James A. Wylie, y encontrando evidencia irrefutable de dependencia. La parte interesante y significativa de esta historia, como él la cuenta, es que el White Estate no quiso permitirle a este historiador de la iglesia dar a conocer su trabajo o sus conclusiones ni a la iglesia ni al mundo. 7

McAdams tenía otra razón para estar preocupado por lo que estaba ocurriendo. Él era uno de los miembros del Comité de Glendale al cual Wilson le había escrito. Había visto parte de la evidencia, había oído la presentación de enero 28-29 de 1980, y él mismo le había dicho a sus colegas que la evidencia había sido realmente "sorprendente". Hasta indicó que "si cada párrafo de The Great Controversy tuviera que tener notas al pie de acuerdo con el procedimiento correcto, entonces casi cada párrafo tendría que haber sido anotado". Es de interés observar que los miembros del comité presentes, que pertenecían al White Estate, no se le opusieron. 9

¿Cómo habrían podido? Estaban sentados allí con información privilegiada. Ronald D. Graybill, secretario ayudante del White Estate, estuvo presente en la reunión. Él también había estado trabajando en los archivos y, en mayo de 1977, había terminado una comparación entre Ellen White y sus estrechas paráfrasis de otro historiador, Merle d'Aubigne. Al continuar su estudio, lo que apareció ante los asombrados ojos de Graybill fue, no d'Aubigne en absoluto, sino una versión popularizada de d'Aubigne que había sido preparada por el Reverendo Charles Adams para lectores jóvenes, y este material había sido publicado primero, no en The Great Controversy, sino en el Signs of the Times del 11 de octubre de 1883, en un artículo titulado "Luther in the Wartburg". Las conclusiones de esta más bien historia de capa y espada fueron, como dice McAdams citando a Graybill:

No parece haber ningún hecho histórico objetivo en el informe de la Sra. White de que ella no podría haber adquirido nada de las fuentes literarias de las cuales bebía, excepto por un detalle: ... La impresión general que este historiador obtuvo de este estudio es que sustenta el punto principal de McAdams - que la narración histórica objetiva y terrenal está basada en la obra de historiadores, no en visiones.
Así que, ¿por qué no lo dijimos desde el comienzo? Lo más cerca que jamás estuvimos de ese tipo de reconocimiento fue de parte del hijo, Willie White, (en una carta de noviembre de 1912):
Algunas veces, cuando escribía los capítulos de The Great Controversy, ella hacía una descripción parcial de un importante evento histórico, y cuando la copista que preparaba los manuscritos para la imprenta preguntaba acerca de tiempo y lugar, Madre decía que esas cosas eran registradas por historiadores concienzudos, y que se insertaran  las fechas usadas por esos historiadores. Otras veces, al escribir lo que se le había presentado, Madre encontraba en nuestros libros denominacionales descripciones tan perfectas de eventos y presentaciones de hechos y doctrinas que copiaba las palabras de estas autoridades. 12
Las afimaciones de Willie serían modificadas por una declaración de su hijo Arthur en 1969: "La Sra. White siempre trató de evitar ser influída por otros". 13

Hubo otro miembro del grupo del White Estate que también permaneció sentado y callado durante aquella reunión de enero de 1980, sin dejar ver su juego. Era Robert W. Olson, que había sido designado para dirigir el White Estate cuando Arthur L. White se jubiló en 1978. Quizás más que cualquier otra persona en la habitación, excepto W. Richard Lesher (director del Instituto Adventista de Investigación Bíblica), Olson sabía dónde estaban enterrados algunos de los cadáveres, porque algunos de esos cadáveres estaban siendo resucitados más rápidamente de lo que se podían llevar a cabo los entierros.

En 1977 y 1978, Olson recibió cierto número de cartas que abrían nuevas vías de información sobre la relación entre Ellen y su libro Patriarchs and Prophets. Según Olson, la investigación había tomado un giro desagradable al comenzar a acercarse a The Desire of Ages. Cuando se le preguntó acerca del persistente rumor de que Ellen había recibido ayuda muy humana en la preparación del Desire of Ages, no parecía recordar las cartas o los materiales que estaba recibiendo, excepto para decir que el informe sobre la ayuda era exagerado, y que no había razón para creer que el Desire of Ages fuera otra cosa que la obra de Ellen White. 14

Bien sabía que el rastro hacia los "préstamos" de Ellen se estaba calentando, pues él había escrito una notable carta en relación con ello al "staff" del Estate el 29 de noviembre de 1978, sólo dos años antes de la reunión en la cual ahora negaba que existiese problema alguno. La carta tocaba puntos muy sensitivos, y no estaba destinada al dominio público. Para asegurar la imparcialidad, incluyo la carta entera en la sección del apéndice a este capítulo. [N. del T. : Aparece al final de la traducción de este capítulo, después de las notas y referencias] Aquí se dan algunas porciones:

Hace como ocho o diez meses, el pastor Rea me envió una copia de algunas de sus investigaciones que, en su opinión, mostraban que Ellen White dependió mucho de Edersheim para algunas de las cosas que había escrito en Desire of Ages, así como para la oganización misma del libro, y el uso de muchos de los títulos de los capítulos.

En aquella ocasión, le escribí al pastor Rea y le pedí que no siguiera adelante con ningunos planes de publicar sus descubrimientos hasta que yo tuviera oportunidad de hablar con él personalmente en la reunión al aire libre de la Southern California Conference, que habría de tener lugar a finales de julio de 1978. El pastor Rea en seguida estuvo de acuerdo con esta sugerencia. Cuando asistí a la reunión cerca de Palmdale, California, en julio pasado, pasé varias horas hablando con el pastor Rea, y obtuve su consentimiento de que detendría el anuncio de su libro en cualquier gran escala hasta que tuviéramos la oportunidad de verlo primero nosotros mismos.... El pastor Rea ha aceptado darnos todo el tiempo que necesitemos antes de dar cualesquiera otros pasos por su cuenta....

Por medio de Jim Nix en Loma Linda y Ed Turner en la Universidad de Andrews, me he enterado de que alguien en el área de Loma Linda está comparando el Desire of Ages con el libro The Life of Christ, de Hanna. Jim Nix me dijo que él vio el libro de Hanna, que está muy subrayado tanto en rojo como en azul, y que se supone que ésta es la misma copia del libro usado en la oficina del White Estate cuando la Sra. White preparaba su libro Desire of Ages. Jim Nix sacó una copia Xerox de este libro y nos la envió, así que la tenemos aquí en nuestra oficina.... [La cursiva es nuestra].

Ed también me habló de un profesional, un dentista según recuerdo, que vivía en el área de Victorville... Este profesional tuvo acceso recientemente al libro Life of Christ, de Hanna, y después de leerlo, le dijo a Ed que el libro virtualmente "lo abrumó" por el estrecho parecido que descubrió entre Hanna y Ellen White. 15

La solución propuesta por este hombre de Dios, que había jurado difundir la verdad y la luz, fue como sigue:
La única alternativa [de cuatro bosquejadas] que me parece tener sentido es la última. El tiempo de Jim [Cox] no le costará nada al White Estate , y creo que podemos permanecer lo bastante cerca de él para que las conclusiones a que llegue sean esencialmente las mismas a las que llegaríamos nosotros si estuviéramos haciendo el trabajo nosotros mismos. Podríamos pedirle a Jim que prepare un informe para un comité cada dos o tres semanas. 16
Más tarde, se explicó en la reunión del Comité de Glendale que la carta era sólo una pobre selección de palabras y que su significado podría malinterpretarse. 17 No hubo ninguna malinterpretación de las palabras de Arthur, sin embargo, cuando escribió sobre el tema al mismo tiempo y al mismo grupo:
Tengan presente que el adiestramiento en las universidades para aceptar o creer sólo lo que puede ser probado a satisfacción del investigador puede fácilmente conducir a un enfoque escéptico que no tenga en cuenta el hecho de que puede haber características perturbadoras en los escritos inspirados, lo cual resulta en la necesidad de la fe, como lo explica Ellen White al discutir las investigaciones de la Biblia y sus escritos...

"Todos los que buscan ganchos para colgar sus dudas, los encontrarán..."

"La desconfianza hacia Dios es la consecuencia natural del corazón no renovado..."

"Satanás es capaz de sugerir dudas e inventar objeciones al señalado testimonio que Dios envía".

The Great Controversy, p. 527; Testimonies, tomo 5, p. 675. 18

Uno puede cerrar los ojos y oír esa puerta resonar al cerrarse otra vez, esta vez más herméticamente, mientras los jinetes perdidos del temor y de la culpa van galopando por el cielo. No se oía como una política de puertas abiertas cuando continuó:
Si la Universidad de Andrews participa, ¿son los eruditos adiestrados en métodos de investigación por  universidades, que se sabe han demolido la fe en la Biblia y la confiabilidad de los relatos bíblicos, capaces de emitir un juicio adecuado en áreas en las que tanto la absoluta honestidad al aceptar los registros como la fe basada en la evidencia son factores importantes? Al hacer decisiones cuando el investigador tiene delante opciones múltiples, ¿fracasará la fe en la inspiración de Ellen? 19
Sería difícil concluir, a partir de estas dos misivas confidenciales, que al pueblo de la Iglesia Adventista se le estimula a conocer toda la verdad acerca de Ellen, incluyendo su destreza para usar material ajeno en sus propias obras, aunque sin dar crédito.

Es necesario añadir un poco más de información al cuadro para hacerlo más completo. Robert Olson estuvo sentado durante las reuniones del Comité de Glendale con un antiguo pero obsesionante documento virtualmente sobre sus rodillas. El documento había sido "descubierto" sólo unas semanas antes en el vestíbulo de las oficinas del Estate por Desmond Ford en su búsqueda de la verdad. Era tan revelador, que si Olson lo hubiese leído o lo hubiese usado en la reunión, la sesión podría haberse acortado medio día o más. Venía de la pluma de W. W. Prescott (por largo tiempo dirigente y anterior vice presidente de la Conferencia General de la Iglesia Adventista), que personalmente había levantado algunas piedras. La carta estaba fechada el 6 de abril de 1915, y estaba dirigida a Willie, el hijo de Ellen, con el cual Prescott había trabajado duro y por largo tiempo:

Me parece que una gran responsabilidad descansa sobre aquéllos de nosotros que sabemos que hay serios errores en nuestros libros autorizados y que sin embargo no hacemos ningún esfuerzo especial para corregirlos. La gente y el promedio de nuestros ministros confían en que nosotros les proporcionemos declaraciones confiables, y usan nuestros libros como autoridad suficiente en sus sermones, pero nosotros les dejamos continuar afirmando, año tras año, cosas que sabemos que son erróneas. No puedo creer que esto es correcto. Me parece que estamos traicionando la confianza puesta en nosotros y engañando a los ministros y a la gente. Me parece que hay mucha más ansiedad en evitarles una posible conmoción a algunas personas confiadas que en corregir el error.

Su carta indica un deseo de su parte de ayudarme, pero me temo que es un poco tarde. La experiencia de los últimos seis u ocho años, y especialmente las cosas en relación con las cuales yo conversé con usted, me han afectado de varias maneras. He tenido que sobreponerme a varias duras conmociones, y después de dar lo mejor de mi vida a este movimiento, he recibido de él poca paz y satisfacción, y me siento compelido a la conclusión de que lo único que me queda por hacer es hacer calladamente y a conciencia lo que puedo, y dejar que los demás sigan adelante sin mí. Por supuesto, esto está muy lejos de ser un final feliz para el trabajo de mi vida, pero parece ser el mejor ajuste que puedo hacer. La manera en que los escritos de su madre han sido manejados, y la falsa impresión en relación con ellos, que todavía es fomentada entre la gente, me han producido gran perplejidad y prueba. Me parece que se ha practicado lo que equivale a un engaño, aunque probablemente no intencional, al preparar algunos de sus libros, y que no se ha hecho ningún esfuerzo serio para desengañar las mentes de la gente de lo que se sabía eran puntos de vista erróneos en relación con los escritos de ella. Pero es inútil ahondar en estos asuntos. He conversado con usted por años acerca de ellos, pero eso no cambia nada. Creo, sin embargo, que estamos derivando hacia una crisis que vendrá, tarde o temprano, y quizás más temprano que tarde. Ya ha calado un sentimiento de reacción muy fuerte. 20

La evidencia relatada más adelante muestra por qué Prescott estaba aún más preocupado de lo que indicaba su carta. Con la bendición de otros oficiales, él mismo había ayudado a escribir algunos de los mismos libros de los cuales se quejaba. ¿Cómo podía él, en buena conciencia (y no tenemos evidencia de que no era hombre de buena conciencia), dejar que la iglesia siguiera creyendo que lo que él y otros habían ayudado a escribir en nombre de material devocional ahora habría de ser recibido como la palabra final y autorizada de Dios y convertirse en la base de la cristología Adventista en el mundo (de por sí un tema de especial interés para Prescott)?

Es ahora evidente - a partir de información que el White Estate posee y de material que se ha filtrado de otras fuentes - que la iglesia está en problemas en lo que concierne a Ellen y sus raterías. Se ha identificado demasiado material de los lugares donde ella había comprado. Como escribió McAdams en su artículo del Spectrum:

Por el tiempo en que el White Estate respondía a la evidencia de que Ellen White había tomado prestado abundante material de los historiadores protestantes en la preparación de The Great Controversy, otro investigador estaba llamando la atención del Estate a la evidencia de que ella también había tomado prestado material de autores seculares para otros libros de la serie Conflicto de los Siglos, especialmente Prophets and Kings [Profetas y Reyes] y The Desire of Ages [El Deseado de Todas las Gentes]. Walter Rea, pastor de la Iglesia de Long Beach, California, afirmó, basándose en evidencia inconclusa presentada en varios documentos no publicados, que la fuente principal para Prophets and Kings había sido Bible History: Old Testament [Historia Bíblica: El Antiguo Testamento], de Alfred Edersheim, originalmente publicado en siete tomos entre 1876 y 1877, y que The Life and Times of Jesus, the Messiah [Vida y Tiempos de Jesús, el Mesías], que se publicó por primera vez en 1883, había sido la fuente principal para The Desire of Ages....

Ahora, el creciente conocimiento en los círculos Adventistas acerca de las investigaciones de Walter Rea y sus estudios de The Great Controversy requerían otra respuesta en el Review.

A juzgar por los ejemplos usados por Arthur White para ilustrar la relación entre Ellen White y Hanna en los artículos 4, 6, y 7, él ya debía tener a su disposición el muy completo y cuidadoso estudio llevado a cabo por Walter Specht. Deseando conocer la verdad acerca de las fuentes que Ellen White había usado para The Desire of Ages, y no deseando ser cogido sin preparación por la investigación de Walter Rea o de alguien más, el White Estate comisionó a dos eminentes eruditos Adventistas para que estudiaran a fondo la relación entre The Desire of Ages y The Life of Our Lord, de William Hanna. Raymond F. Cottrell, por largo tiempo editor de libros en la Review and Herald Publishing Association, tomó los primeros 45 capítulos, y Walter F. Specht, profesor de Nuevo Testamento en la Universidad de Loma Linda, tomó desde el capítulo 46 hasta el 86. 21

Con la designación de Cottrell y Specht para la tarea de examinar The Desire of Ages de Ellen, la iglesia estaba lanzando a la brecha a sus pesos pesados. Se entendía perfectamente en las altas esferas que si la marea creciente de hechos e información se llevaba el fundamento de The Desire of Ages, la piedra clave en el arco de Santa Ellen quedaría en grave peligro y la mentira blanca quedaría expuesta. Esto no se entendió en todas partes, pero muchos dirigentes estaban bien conscientes de ello y se sentían muy aprensivos.

Por lo tanto, el hecho de que los Adventistas llamaran a dos de sus mejores hombres de su jubilación y de vuelta a la pelea era un riesgo calculado. Las credenciales de los dos eran impecables. Cottrell, un Adventista de tercera generación, había servido a la iglesia en varios puestos de alto nivel, incluyendo el de editor de libros en la Review and Herald, la mayor parte de su vida. Specht era conocido como erudito, presidente de departamento, y decano de las mejores instituciones de la iglesia. Se esperaba que ambos hombres llevaran a la tarea, no sólo su experiencia de toda una vida, sino también su integridad.

El informe emitido al final de seis meses de estudio fue horrorizante - no tanto por lo que decía como por lo que revelaba por medio de lo que no enfatizaba. El hecho mismo de que se usara gente de tan alto nivel mostraba que la iglesia en general no se había enterado de la mentira blanca y que los dirigentes estaban decididos a asegurarse de que la iglesia recibiera sólo información que fuera aceptable para esos dirigentes.

Ambos hombres tomarían el camino más corto en su informe. Specht, si bien concedía que Hanna había sido usado por Ellen a través tanto de la primera edición de The Spirit of Prophecy (tomos dos y tres) como de la edición posterior de The Desire of Ages, llegó a la conclusión de que aún así le gustaba más la manera en que Ellen había parafraseado a Hanna que la obra del mismo Hanna. 22 Aunque había descubierto que las copias de Hanna habían comenzado al principio y terminado al final, le parecía que el asunto no era tan serio como algunos lo habían considerado.

Cottrell, menos cauto, calculó que Ellen había tomado 2.6 por ciento de Hanna. 23 Mostró la clase de "contabilidad creativa" que había usado para obtener esta cifra increíble:

Se prestó atención a la posibilidad de que Ellen White hubiera dependido de Hanna hasta cierto punto en cuanto a los pasajes de la Biblia que ella cita, y/o en cuanto al orden en que ella los introduce algunas veces. Sin embargo, dos consideraciones impiden la posibilidad de llegar a una conclusión firme con respecto a cualquier relación en los pasajes bíblicos citados....

Además, tanto White como Hanna usaron la King James Version de la Biblia... probablemente ediciones con referencias marginales.... También,  probablemente ambos usaron la misma concordancia... para localizar los pasajes bíblicos relacionados. Así, aunque ninguno de los dos escritores viera jamás lo que el otro escribió, ambos probablemente se referirían a otros pasajes bíblicos aproximadamente en el mismo orden. Más allá de esto, a dos personas igualmente familiarizadas con la Biblia les vendrían a la mente los mismos pasajes bíblicos relacionados, y los introducirían aproximadamente en el orden indicado por la narración del Evangelio...

Para mí ... estos hechos ... indican que cualquier similitud entre los pasajes bíblicos citados, o el orden en el cual ocurren, es, por lo menos en gran parte, si no enteramente, coincidencia y completamente inútil para establecer si Ellen White utilizó a Hanna y hasta qué punto...

Sólo cuando ambos escritores usan palabras idénticas o inusuales en una secuencia específica  puede establecerse una relación literaria más allá de toda duda. [la cursiva ha sido añadida]. 24

Cottrell había caído en la trampa de la cual Francis D. Nichol mismo se había deshecho - usar el estudio para probar que Ellen no había "citado" a otros directamente tanto como se había dicho. Cottrell parecía pasar por alto el hecho de que parafrasear es la  más sutil forma de copiar y la más potencialmente engañosa. Hasta McAdams dijo en su artículo del Spectrum:

En efecto, hay algunos párrafos estrechamente parafraseados y otros párrafos en los que, aunque las palabras de Ellen White son diferentes, es claro que ella está siguiendo las ideas presentadas por Hanna. [La cursiva ha sido añadida]. 25

Después de esforzarse por disminuir la influencia de otros autores en la redacción de The Desire of Ages, Cottrell en efecto reconoció:

Sin embargo, hay numerosos casos de una clara correlación literaria, que prueban concluyentemente que Ellen White utilizó algunas de las palabras, frases, ideas, y secuencias de pensamiento ajenas. 26

En respuesta a su afirmación de que "ni el Dr. Specht ni yo encontramos en ningún caso ni siquiera una oración en The Desire of Ages que fuera idéntica a Life of Christ, ni aún sustancialmente", 27 yo sugiero que el lector vea la sección de cuadros de este capítulo. 28 Mejor aún, debería obtener una copia de Hanna de una biblioteca e ilustrarse personalmente.

Aunque el texto del informe en general no recibió amplia circulación, la cifra del 2.6 por ciento fue citada y repetida por todas partes. Los Adventistas se agarraron a ella como un náufrago se agarra a un salvavidas y se dirige a la orilla gritando que se ha salvado. En realidad, el alcance del estudio era tan limitado que algunas de las cuestiones más serias quedaron por tratar. Por ejemplo:

a.  La iglesia en general no ha conocido en realidad la extensión de la mentira blanca - y "los hermanos" no están ansiosos de hacérsela saber a los miembros.

b.  Por lo menos ya en la década de 1870, y todavía en la de 1900, Ellen y sus ayudantes estuvieron profunda y ampliamente involucrados en la extracción de material de escritos ajenos.

c.  Si hasta el por ciento de Cottrell (cualquiera que fuera su exactitud) se extendiera a la creciente lista de autores identificados como utilizados por Ellen y sus ayudantes, la iglesia y su profeta estarían en un tremendo problema y algo comenzaría a abrirse por las costuras.

d.  El uso, por parte de Ellen, de Hanna y otras fuentes no era "revelación selecta," con el permiso de Dios, para rellenar una escena aquí y otra allá para ayudar a la memoria desfalleciente de la profeta, sino un comentario directo y una paráfrasis de cada pasaje o capítulo seleccionados - a menudo con pausas para una homilía personal, pero de la misma manera a menudo expandiendo esa homilía para hacerla notablemente similar al material devocional del autor copiado. 29

e.  Quizás la evidencia más perjudicial que surgió es la de que, sin importar la ayuda que Ellen recibiera, humana o divina, ella tenía la extraña habilidad para regresar y recoger nuevo material cada vez que el regreso se llevaba a cabo. Algunas veces, los pensamientos, las palabras, y las oraciones que habían sido tomadas de un autor en las primeras etapas (1870-84) eran borradas en el producto posterior (The Desire of Ages). Algunas veces se usaba en su lugar una amplificación del material del mismo autor. Pero otras veces (especialmente cuando el copiado anterior había sido extenso) se extraía material de otras fuentes u otros autores de modo tal que el color de las nuevas hebras no chocara con el patrón final de la tela que se tejía a través de los años. Claramente, los planeadores humanos conocían bien los mapas que estaban usando para todos los viajes de todos esos años. 30

Sin embargo, Cottrell, por naturaleza y práctica un erudito honesto, más tarde permitió que su integridad se sobrepusiera a su herencia y prejuicios Adventistas. Su silencio fue roto el 19 de septiembre de 1981, cuando Los Angeles Times, en un artículo por John Dart, un editor religioso, citó parte de una próxima misiva de Cottrell:

La combinación de las investigaciones de Ford y Rea y el tratamiento de los dos hombres por los administradores de la iglesia presenta una crisis 'con la muy real amenaza de un cisma en la iglesia que amamos,' de acuerdo con Raymond F. Cottrell, un prominente erudito bíblico Adventista. Cottrell, editor de libros para el Adventist Review por más de 30 años, culpó a los administradores de la iglesia por la "crisis Ford-Rea" en un artículo para un próximo número del diario independiente Spectrum, publicado por los Foros Adventistas, inclinados a la reforma.

Tanto Ford como Rea "son amigos de la iglesia, no enemigos, a pesar del hecho de que, en ambos casos, la sabiduría de algunas de sus tácticas sean cuestionables," escribió Cottrell. A los futuros historiadores, continuó Cottrell, "la crisis Ford-Rea les parecerá el clímax lógico, quizás inevitable, después de cerca de un siglo de ocultar bajo la alfombra denominacional los puntos en disputa a los cuales ellos habían llamado la atención recientemente". 31

El borrador preliminar mismo de Cottrell ("Our Present Crisis: Reaction to a Decade of Obscurantism") [Nuestra crisis actual: Reacción a una década de oscurantismo] era aún más específico y devastador en sus señalamientos con el dedo, pues continuaba diciendo:
Los únicos elementos nuevos son la extensa aplicación, por parte de Ford, del principio apotelesmático, que cada uno en la iglesia sigue hasta cierto punto, y la demostración por Rea de la extensión de la dependencia literaria de Ellen White. Hay evidencia documental del hecho de que nuestros eruditos bíblicos, hace por lo menos veinticinco años, eran bien conscientes de todos los problemas exegéticos que evoca nuestra tradicional interpretación de Daniel y Hebreos, y también de la dependencia literaria de Ellen White. Pero, durante los años que transcurrieron (noventa y setenta y cinco, respectivamente), la iglesia enterró, consistentemente, oficialmente, y más o menos efectivamente, los repetidos y positivamente motivados intentos - y en algunos casos a la gente que presumía de hacer las preguntas también -  que competentes eruditos bíblicos, cuya lealtad a la iglesia no puede ser puesta en duda, efectuaban a menudo. 32
Y finalmente echó la culpa a administradores específicos:
La década de 1969 a 1979 proporciona el fondo histórico inmediato para nuestro dilema. Antes de esta década, nuestros eruditos bíblicos trabajaban calladamente en estos problemas, individualmente y en círculos eruditos, plenamente conscientes del hecho de que la iglesia se acercaba a una crisis de la cual, en el mejor de los casos, apenas se daba cuenta. En mis narraciones pesonales, acumuladas a través de los años, hay extensa documentación contemporánea de lo que se estaba haciendo, y de las medidas oficiales de la Conferencia General para ahogar esta investigación erudita. Este registro de ofuscación bien intencionada es vital para entender nuestro dilema actual porque fue esto, más que cualquier otro factor por sí solo, lo que condujo a Ford y a Rea, especialmente a Ford, a "publicar" sus preguntas. El presente curso de acción de ellos es una reacción a la ofuscación, no un intento gratuito de desconcertar a la iglesia. ¡La iglesia misma es básicamente responsable por la crisis, no Ford ni Rea!

La mayoría de los siguientes incidentes durante la década de 1969 a 1979 pueden documentarse a partir de mis archivos personales. Para los pocos items que no están cubiertos en mis archivos pesonales, hay evidencia documental en otros lugares, y/u otras personas pueden verificar los hechos.

Fue la anunciada política de Robert H. Pierson como presidente de la Conferencia General que los administradores, no los eruditos bíblicos ni los teólogos, tomarían las decisiones teológicas de la iglesia. Durante estos años, reiteró esta política a individuos y a los comités de la Conferencia General, y la implementó al nombrar a no eruditos (particularmente a Willis Hackett y a Gordon Hyde) para vigilar a la comunidad erudita Adventista, gobernar el Comité de Investigación Bíblica y el Comité Consultivo Sobre Geociencia, y restructurar estos comités de una manera calculada  para asegurar el efectivo control administrativo de ellos. 33

Cottrell era sólo uno de muchos mensajeros con más malas noticias para la iglesia en su crisis. Fred Veltman, de acuerdo con The Adventist Review en el otoño de 1980, era el hombre sobre cuyos hombros caería el manto de la verdad. A causa del alboroto causado por el estudio Rea, el Review informó:
Después de un cuidadoso estudio de la información, [el Comité Glendale de enero 28-29, 1980] llegó a la conclusión de que el uso de fuentes por parte de Ellen White había sido más extenso de lo que habíamos pensado, y recomendó que un erudito formado en análisis literario se encargara de llevar a cabo un estudio concienzudo de The Desire of Ages. Esta sugerencia fue adoptada por la Conferencia General. El Dr. Fred Veltman, un erudito del Nuevo Testamento de la facultad del Pacific Union College, ya está ocupado a tiempo completo en el proyecto, que se espera que le tome como dos años. 34
Después de examinar el material acerca de la controversia sobre Ellen White que tenía disponible, Veltman escribió una crítica detallada para el Comité Consultivo Ejecutivo del Presidente en Washington. En ese informe, decía, citando a aquel mismo Raymond Cottrell:
La evidencia de Walter Rea y sus conclusiones serán y son sumamente perjudiciales para la fe de nuestra membresía en EGW.

Decir que "Yo vi" y expresiones similares se refieren al conocimiento y no a los orígenes celestiales del contenido de las visiones es pedirle a la gente que deje de creer lo que se le ha enseñado durante toda su vida. La obvia lectura de la expresión en su contexto lo haría a uno entender que las visiones tienen una fuente celestial. Esta explicación obliga a la gente a llegar a la conclusión de no se puede asumir la integridad de EGW. 35

Edward Heppenstall, por largo tiempo teólogo Adventista, también es citado por Veltman:
El material de Walter tendrá un efecto devastador sobre la membresía de la iglesia. Muchas de las respuestas que se ofrecen ahora no son realmente satisfactorias para aquéllos que han examinado la información. 36
Hasta Desmond Ford, el teólogo australiano, hace un devastador resumen, como lo informan las palabras de Veltman:
Des no cree que EGW tuviera el propósito de engañar. Al mismo tiempo, no puede estar de acuerdo con las posiciones tomadas o sostenidas por la iglesia en el sentido de que los escritos de EGW son una extensión del canon, que tienen autoridad en cuanto a las doctrinas de la iglesia, y que son infalibles.

Des considera que Walter Rea está renuente a publicar sus conclusiones y que desea ir con los hermanos si sólo éstos toman en serio los puntos en disputa y la evidencia.  37

Veltman mismo llega a las siguientes conclusiones:
La mayoría de las respuestas que el vocero de la iglesia proporciona cuando Walter plantea las preguntas no son adecuadas. Además, la credibilidad de los dirigentes de la iglesia disminuye con cada nueva publicación. La iglesia es constantemente tomada por sorpresa y puesta a la defensiva. Y cada punto que la iglesia admite es "un tanto" para Walter. La iglesia debería estar en la línea del frente haciendo el estudio e informando a los miembros cuando la información ha sido cuidadosamente evaluada. Lo que es difícil de entender es por qué la iglesia no está dispuesta a trabajar con Walter a pesar de que él está dispuesto a trabajar con la iglesia.

Walter está decidido a llegar al fondo del problema y hacérselo saber a la iglesia. Él no quiere que otra generación pase por la agonía personal de la desilusión que él experimentó. Esto no es negociable para Walter, y es difícil criticarlo por su convicción en vista de la evidencia y la historia de su problema en la iglesia.

La cuestión de los "Se me mostró" probablemente es la más difícil de contestar. 38

Efectivamente, los dirigentes de la iglesia encontraron difícil enfrentarse a la realidad, pero era obvio que algo debía hacerse, y pronto. Así que, como siempre, los cansados pastores de PREXAD (Comité Consultivo Ejecutivo del Presidente) y el White Estate se volvieron a la fuente que tan a menudo le niegan a sus miembros - la ley. Parecía su última esperanza de calmar la tormenta que no quería desaparecer y para la cual no estaban preparados.

El abogado de la Iglesia Adventista del Séptimo Día decide que, a causa del tiempo en el cual ella vivió, White no era legalmente culpable de plagio
.

El Review de septiembre 1, 1981 anunció que su abogado católico había declarado eso. De acuerdo con la definición del abogado, Ellen White no era legalmente una plagiaria, y por lo tanto, sus obras no constituían una violación del derecho de autor. 39 Este informe - que claramente soslayaba las implicaciones morales, espirituales, o teológicas en el corazón del asunto - trajo muy poco consuelo y arrancó pocos suspiros de alivio de los lectores informados.

Para aumentar la confusión, Arthur Delafield, otro cansado pero voluntarioso guerrero, fue llamado de vuelta al combate. Delafield, que había sido clérigo viajero del White Estate por más de veinticinco años, escribió una respuesta a una carta de un miembro laico de Australia. Además de hacer preguntas, este laico había declarado una convicción:

Debo admitir que, a veces, me he sentido airado y desilusionado, no con Walter Rea o de Walter Rea, sino con el "sistema". La cuestión no es cómo silenciar o desacreditar a Walter Rea (o el Forum, o cualquier otra persona), sino si lo que él dice es cierto o no. Puedo vivir con la verdad acerca de Ellen White, pero me sería muy difícil sentir entusiasmo acerca de pertenecer, mucho menos sostener y promover, una organización que depende de falsedades o la intimidación para sobrevivir.
La respuesta de Delafield fue de novela. En típico estilo pontificio, declaró:
Su carta de mayo 27, dirigida al presidente de la Conferencia General, ha llegado a esta oficina. El pastor Wilson ciertamente desea que usted lo recuerde con cálidos sentimientos de hermandad. Su asistente administrativo, Arthur Patzer, me ha pedido que yo le conteste, puesto que he pasado 25 años en las oficinas del Ellen G. White Estate como uno de los secretarios y ahora soy fideicomisario vitalicio de la junta del White Estate...

Walter [Rea] ha pasado más tiempo buscando paralelos entre los escritos de Ellen White y fuentes no inspiradas que cualquier persona fuera del White Estate. Ha colocado estos paralelos uno al lado del otro, y el peso de la evidencia parece indicar que Ellen White fue casi una criatura de su tiempo - una plagiaria con enorme capacidad para incorporar escritos ajenos a sus propios mensajes escritos y obtener crédito por ello.

Digo que lo que antecede parecería ser lo que Walter Rea había probado. Sin embargo, un investigador cuidadoso ... se siente grandemente angustiado por la "evidencia" de Walter Rea. Digo que esto no es porque hay mucho, sino porque él cree que hay mucho de ello, y digo que él está equivocado. Terriblemente equvocado. Manifiestamente ha exagerado la situación. 41

Finalmente, su mejor carta aparece en la página cinco:
Tengo mucho respeto por muchos de nuestros teólogos Adventistas. Me he sentado a sus pies, y he sido instruído por ellos. Los admiro y los respeto mucho. Me gustaría recordarle, sin embargo, que usted puede revisar la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis sin encontrar un solo texto que indique que los teólogos tienen el don del Espíritu Santo. Las Escrituras indican, sin embargo, que los profetas tienen el don del Espíritu Santo. Ellen White tenía ese don y era canónica en lo que concierne a autoridad en interpretaciones doctrinales [la cursiva es nuestra]. 42
Por cuanto Delafield, ahora jubilado, escribió su respuesta en papel oficial de la Conferencia General, e invocó el nombre del clérigo de la iglesia, Neal C. Wilson, como su autoridad para escribir, parecería que "la iglesia" había rechazado extraoficialmente la controvertida posición que había asumido como veinticuatro años antes, cuando, bajo alguna controversia y coacción, "un grupo representativo de dirigentes Adventistas del Séptimo Día, instructores bíblicos, y editores" había declarado a través de la prensa oficial Adventista:

Deseamos hacer notar....

1.  Que no consideramos los escritos de Ellen G. White como una adición al canon sagrado de las Escrituras.

2.  Que no creemos que ellos sean de aplicación universal, como la Biblia, sino particularmente para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

3.  Que no los consideramos en el mismo sentido que las Sagradas Escrituras, las cuales permanecen como el solo y único modelo por el cual han de ser juzgados todos los otros escritos.

Los Adventistas del Séptimo Día creen uniformemente que el canon de las Escrituras se cerró con el libro de Apocalipsis. Sostenemos que todos los otros escritos y enseñanzas, de cualquier fuente que sean, han de ser juzgados por la Biblia y están sujetos a la Biblia, que es la fuente y la norma de la fe cristiana. Probamos los escritos de Ellen G. White por medio de la Biblia, y en ningún sentido probamos la Biblia por medio de los escritos de Ellen G. White....

Nunca hemos considerado a Ellen G. White en la misma categoría que los escritores del canon de las Escrituras. [el énfasis se ha añadido].  43

A pesar de los mejores esfuerzos del "grupo representativo" de 1957, que publicó las declaraciones que anteceden en Questions on Doctrine, ahora, en la carta de 1981 del viejo guerrero, por fin había quedado claro el plano detallado de los puntos de vista extremos y paranoicos del pasado. Los Adventistas, por medio de cansados pastores, le estaban diciendo al mundo que, a pesar de todo el doble sentido del pasado y los engaños del presente, ellos en efecto echaban su suerte con Ellen como su autoridad final, para ellos, la primera entre sus iguales. ¡Por medio de él, ellos, en efecto, están orgullosos de decirle al mundo que ellos representan una secta y que no están a punto de asociarse con no-miembros de su culto o de cualquier resto de la comunidad cristiana!

La verdad tiene un modo de eludir a un "verdadero creyente" cuando los voceros de la iglesia parecen estar dispuestos a pasar por alto la mayor parte de la información, la mayoría de sus críticos amigables, y toda la evidencia, en sus esfuerzos por ocultar la realidad.

Aún otra declaración que salió a luz, nada menos que de parte de W. C. White, el hijo de Ellen, no cambió la posición de que todo lo que ella decía tenía que venir de Dios. En 1905, se supone que él dijo:

Algunos de los más preciosos capítulos del Desire of Ages se componen de material que fue escrito primero en cartas dirigidas a hombres que trabajaban bajo circunstancias penosas, con el propósito de alegrarlos e instruirlos en su trabajo. Algunas de estas hermosas lecciones acerca de la experiencia cristiana, ilustrada en la vida de nuestro Salvador, se escribieron primero en cartas a mi hermano Edson, cuando luchaba con muchas dificultades en su trabajo en Mississippi. Algunas se escribieron primero al Pastor Corliss, cuando sostenía una discusión con un astuto campbellista en Sydney. Nota: La Hermana White escribió en la copia original de su manuscrito, y de su puño y letra, las siguientes palabras: "He leído esto. Es correcto". 44
Pero era inútil. ¡Siempre habría quienes dirían que si Ellen había tocado algo, o lo había visto, o si siquiera se había enterado de ello, tenía que venir de Dios y que todo ello era inspirado! Hasta aquella declaración, tan a menudo citada por los Adventistas, de que algún bibliotecario de los sagrados salones de la Biblioteca del Congreso había descrito a The Desire of  Ages como uno de los diez libros más impresionantes sobre la vida de Cristo, se descubrió que había sido musitada por algún predicador Adventista camino a su trabajo. Pero saber esto no sacudiría ni libraría al creyente verdadero. De tales cosas están hechas las mentiras blancas en esta vida.


Libros escritos por White: Fuentes de las cuales extrajo material:
White, Ellen G. 

The Desire of Ages, Mountain View, California, Pacific Press, 1898.

The Spirit of  Prophecy, tomos 2-3, Mountain View, California, Pacific Press, 1877-1878. 

Edersheim, Alfred

Bible History, tomo I, (1876). Reimpresión, Grand Rapids Eerdmans 1949. 

The Life and Times of Jesus the Messiah, (1883). Reimpresión, Grand Rapids Eerdmans 1967. 

Farrar, Frederic W.

The Life of Christ, New York, Dutton, 1877.

Fleetwood, John

The Life of Our Lord and Savior Jesus Christ, New Haven, Galpin, 1844. 

Geike, Cunningham

The Life and Words of Christ, New York, Appleton, 1883. 

Hanna, William

The Life of Christ, New York, American Tract Society. 

Harris, John

The Great Teacher, 2nd ed., Amherst J. S. and C. Adams, 1836. 

The Great Teacher, 17th ed., Boston, Gould and Lincoln, 1870. 

March, Daniel

Night Scenes in the Bible, Philadelphia, Zeigler, McCurdy. 

Walks and Homes of Jesus, Philadelphia, Presbyterian Pub. Committee, 1856. 

Cuadros Comparativos de Muestra

Nota: Los numerales entre corchetes [  ] indican números de páginas.
 
 

The Spirit of Prophecy, Tomo 2
E. G. White 1877

[67]  Cristo dice virtualmente: En las orillas del Jordán, los cielos se abrieron delante de mí, y el Espíritu descendió sobre mí como paloma. Esa escena en el Jordán no era sino una señal para evidenciar que yo era el Hijo de Dios. Si creéis en mí como tal, vuestra fe arderá más intensamente, y veréis abrirse los cielos, y nunca se cerrarán. Yo los he abierto para vosotros, y los ángeles de Dios, que están unidos conmigo en la reconciliación entre la tierra y el cielo, uniendo a los creyentes en la tierra con el Padre en lo alto, ascenderán, llevando las oraciones de los necesitados y los afligidos desde la tierra hasta el Padre en lo alto, y descendiendo, trayendo bendiciones .... para los hijos de los hombres. 

Los ángeles de Dios están siempre moviéndose hacia arriba y hacia abajo desde la tierra hasta el cielo, y desde el cielo hasta la tierra. Todos los milagros de Cristo fueron llevados a cabo a favor de los afligidos y los sufrientes por el poder de Dios a través del ministerio de los ángeles. Cristo condescendió a asumir la humanidad, y así, une sus intereses con los caídos hijos e hijas de Adán aquí abajo, mientras su divinidad se ase del trono de Dios. Y así Cristo abre la comunicación entre el hombre y Dios, y entre Dios y el hombre. 

The Life of Christ
William Hanna 1863

[108]  Habéis oído... en las orillas del río, los cielos se abrieron por un momento por encima de mi cabeza, y se vio al Espíritu descender sobre mí como paloma. Esa no era sino una señal. Creed lo que esa señal se proponía confirmar; creed en mí como el Cordero de Dios, el Salvador del mundo, el que bautiza con el Espíritu Santo, y vuestros ojos de fe serán estimulados, y veréis aquellos cielos permanecer continuamente abiertos sobre mi cabeza - abiertos por mí para vosotros; y a los ángeles de Dios ... que llevan a cabo el bendito ministerio de reconciliación entre la tierra y el cielo, entre ... los creyentes abajo y el Padre celestial arriba... subiendo y trayendo innumerables bendiciones, ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre.... Me veréis en esa escalera de toda graciosa comunicación entre la tierra y el cielo, fijando mi humanidad firmemente un extremo de esa escalera a la tierra, en mi divinidad el otro extremo de esa escalera perdido entre los esplendores del trono. 

The Spirit of Prophecy, Tomo 2
E. G. White 1877

[343]  La Fiesta de los Tabernáculos se celebraba para conmemorar el tiempo en que los hebreos habitaron en tiendas durante la peregrinación en el desierto. Mientras duraba este gran festival, al pueblo se le requería que dejara sus casas y viviera en cabañas hechas de ramas verdes de pino o arrayán. Estas frondosas estructuras se erigían algunas veces sobre los techos de las casas, y en las calles, en los valles, y a lo largo de las laderas. Dispersas en todas direcciones, estos verdes campamentos presentaban un aspecto muy pintoresco. 

[344]  La fiesta duraba una semana, y durante todo ese tiempo el templo era una escena festiva de gran regocijo. 

Night Scenes in the Bible
Daniel March 1868 - 1870

[363]  Por siete días consecutivos, Jerusalén estuvo atestado de miles de fieles en Israel... Vivían en cabañas o tabernáculos de ramas verdes, construídas sobre los techos de las casas, en las calles y plazas públicas, en los patios del templo y de las casas privadas, y hacia arriba y hacia abajo en los valles y laderas más allá de los muros de la ciudad. Todo el Monte Sión... estaba tan espesamente sombreado por ramas verdes que a la distancia semejaba un bosque de palmas y pinos, de olivos y de mirtos. Siete días estaban consagrados.... 

The Desire of Ages
Ellen G. White 1898 

[23]  Así, Cristo levantó su tabernáculo en medio de nuestro campamento humano. Armó su tienda al lado de las tiendas de los hombres, para que pudiera morar entre nosotros, y familiarizarnos con su divino carácter y su vida. 

The Great Teacher
John Harris 1836 (1870 ed.)

[90]  Vino y levantó su tabernáculo en medio del campamento humano, armó su tienda al lado de las tiendas nuestras, para atestiguar la presencia de Dios,  familiarizarnos con su carácter, y hacernos sensibles a su amor. 

The Desire of Ages
Ellen G. White 1898 

[83]  Sería bueno que pasáramos una hora cada día contemplando pensativos la vida de Cristo. Deberíamos considerarla punto por punto, y dejar que la imaginación capte cada escena, especialmente las finales. Al detenernos en su gran sacrificio por nosotros, nuestra confianza en Él será más constante, nuestro amor será estimulado, y estaremos más profundamente imbuídos de su espíritu. 

Walks and Homes of Jesus
Daniel March 1856

[313]  Sin embargo, nos haría mucho bien pasar revista, con frecuencia y solemnemente, a las escenas finales de la vida terrenal del Salvador.... Aprenderemos muchas saludables lecciones recordando y pasando una hora pensativos en un esfuerzo por fortalecer nuestra fe y estimular nuestro amor al pie de la cruz. 

The Desire of Ages
Ellen G. White 1898 

[142]  "De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre." 

Aquí Cristo dice virtualmente: En la orilla del Jordán, los cielos se abrieron, y el Espíritu descendió como paloma sobre mí. Esa escena no era sino una señal de que yo soy el Hijo de Dios. Si vosotros creéis en mí como tal, vuestra fe arderá más intensamente. Veréis que los cielos están abiertos, y que nunca se han de cerrar. Yo los he abierto para ustedes. Los ángeles de Dios están ascendiendo y descendiendo, trayendo bendiciones y esperanza, valor, ayuda, y vida, a los hijos de los hombres... 

[143]  Al tomar sobre sí la humanidad, nuestro Salvador une sus intereses a los de los caídos hijos e hijas de Adán, mientras que por medio de su divinidad Él se ase del trono de Dios. Y así Cristo es el medio de comunicación entre los hombres y Dios, y entre Dios y los hombres. 

The Life of Christ
William Hanna 1863

[108]  "De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante, o más bien desde este momento en adelante, veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. Habéis oído que hace unas pocas semanas en las orillas del río, los cielos se abrieron por un momento sobre mi cabeza, y se vio al Espíritu viniendo sobre mí como paloma. Esa no era sino una señal. Creed lo que esa señal se proponía confirmar; creed en mí como el Cordero de Dios, el Salvador del mundo, el que bautiza con el Espíritu Santo, y el ojo de vuestra fe será estimulado, y veréis esos cielos abiertos continuamente sobre mi cabeza - abiertos por mí para vosotros; y a los ángeles de Dios - todos los seres y todas las cosas que llevan a cabo el bendito ministerio de reconciliación entre la tierra y el cielo... ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del Hombre.... Me veréis en esa escalera de toda graciosa comunicación entre la tierra y el cielo, mi humanidad fijando firmemente en la tierra un extremo de esa escalera perdida en medio de los esplendores del trono." 

Referencias y notas

1.  Ellen G. White, The Spirit of Prophecy (Battle Creek: Review and Herald, 1870-1884), tomo 2, p. 5.

2.  Robert W. Olson, "EGW´s Use of Uninspired Sources" [Uso, por parte de EGW, de fuentes no inspiradas], fotocopiada (Washington: EGW Estate, 9 noviembre 1979, pp. 1-4, 7, 8.

3.  William S. Peterson, "Ellen White´s Literary Indebtedness" [La deuda literaria de Ellen White], Spectrum 3, no. 4  (otoño 1971): 73-84. Desde el artículo de Peterson, otros han aparecido en Spectrum cada año desde 1971.

4.  De Neal C. Wilson para el Glendale Committee Sobre las Fuentes de EGW, 8 de enero 1980.

5.  De Jerry Wiley para Neal C. Wilson, 14 de enero 1980.

6.  Donald R. McAdams, "Shifting Views of Inspiration" [Puntos de vista cambiantes sobre la inspiración], Spectrum 10, no. 4 (marzo 1980): 38.

7.  Ibid., pp. 34-35.

8.  Glendale Committee, "Ellen G. White and Her Sources" [Ellen G. White y sus fuentes], cintas (28-29 de enero de 1980), observaciones de McAdams.

9.  Ibid.

10.  McAdams, "Shifting Views," Spectrum 10, no. 4 (marzo, 1980): 35.

11.  Ibid.

12.  EGW, The Spirit of Prophecy, tomo 4, suplemento citando una carta de W. C. White para W. W. Eastman, 12 de mayo de 1969, pp. 545-46.

13.  Ibid., p. 535.

14.  Olson, "Ellen G. White and Her Sources," cintas de discursos al Foro Adventista en Loma Linda, CA (enero de 1979).

15.  De Olson para los Fideicomisarios del EGW Estate, 29 de noviembre de 1978, pp. 1-2.

16. Ibid., p. 5.

17.  Glendale Committee, cintas, 28-29 de enero de 1980.

18.  Arthur L. White, "(Confidential) Comments on the Proposed Study of 'Desire of Ages'", ["(Confidencial) Comentarios sobre el propuesto estudio del 'Deseado de Todas las Gentes'"] fotocopiada (Washington: EGW Estate, 5 diciembre de 1978).

19.  Ibid., p. 5

20.  De W. W. Prescott para DF 198. W. C. White, 6 abril de 1915 (Washington: EGW Estate).

21.  McAdams, "Shifting Views," Spectrum 10, no. 4 (Otoño de 1971): 36-37.

22.  Raymond F. Cottrell  y Walter S. Specht, "The Literary Relationship Between The Desire of Ages, by Ellen G. White, and The Life of Christ, by William Hanna" [Relación literaria entre Desire of Ages, de Ellen G. White, y The Life of Christ, de William Hanna], 2 pts., fotocopiado (Biblioteca, Archivos, y Colecciones Especiales de la Universidad de Loma Linda, 1 de noviembre de 1979), pt. 2.

23.  Ibid., pt. 1.

24.  Ibid., pt. 1, pp. 3-4.

25.  McAdams, "Shifting Views," Spectrum 10, no. 4 (Otoño 1971): 37.

26.  Cottrell y Specht, "The Literary Relationship Between EGW and WH," pt. 1, p 5.

27.  Ibid.

28.  Véase el Apéndice, Capítulo 6, Cuadros Comparativos mostrando similitudes entre Ellen G. White y William Hanna.

29.  Ibid.

30.  Ibid.

31.  John Dart, "Adventists Cite Legal Opinion to 'Clear' Prophet of Plagiarism" [Los Adventistas citan una opinión legal para 'exonerar' a la profeta de plagio], Los Angeles Times (19 de septiembre de 1981).

32.  Raymond F. Cottrell, "Our Present Crisis: Reaction to a Decade of Obscurantism" [Nuestra crisis actual: Reacción a una década de oscurantismo], borrador fotocopiado.

33.  Ibid.

34.  [Anuncio editorial sin firma], Adventist Review (27 de noviembre de 1980).

35.  Fred Veltman, "Report to PREXAD on the E. G. White Research Project" [Informe para PREXAD sobre el proyecto de investigación acerca de E. G. White]; fotocopiado (Angwin, CA Life of Christ Research Project, n. d. [abril de 1981], p. 21.

36.  Ibid., p. 21.

37.  Ibid., p. 22.

38.  Ibid., pp. 24-25.

39.  [Anuncio editorial sin firma], "Ellen White´s Use of Sources" [Uso de fuentes por Ellen White], Adventist Review (17 de septiembre de 1981), p. 3. También, entrevistas con el abogado Victor L. Remik, pp. 4-6, y Warren L. Johns, p. 7.

40.  De Peter C. Drewer para Neal C. Wilson, 27 de mayo de 1981, p. 3.

41.  De D. Arthur Delafield para Peter C. Drewer , 24 de junio de 1981, pp. 1, 5.

42.  Ibid., p. 5

43.  [Seventh-day Adventists], Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine (Washington: RHPA, 1957, pp. 89-90.

44.  W. C. White, "The Integrity of Testimonies," presentado en College View; Nebraska, 25 de noviembre de 1905. EGW Estate DF 10 i, pp. 7-8, 11.


La carta de Robert Olson
Ellen G. White Estate, Inc.
Propietario de
Ellen White Publications

Conferencia General de
Los Adventistas del Séptimo Día
6840 Eastern Avenue, NW
Washington, D. C. 20012
Tel. (202) 723-0800  Telex 89-580

Noviembre 29 de 1978
W. P. Bradley                     R. D. Graybill
D. A. Delafield                   D. E. Mansell
P. A. Gordon                      A. L. White

Queridos hermanos:

Desde nuestra reunión ayer por la mañana, cuando discutimos el nombre de Jim Cox en relación con la investigación acerca de Desire of Ages, dos de ustedes me pidieron que pusiéramos algo por escrito que pudiera ayudarnos a pensar un poco como anticipación a una ulterior discusión de este tema el próximo martes, diciembre 5.

Como todos ustedes saben, con el correr de los años, diferentes individuos se han interesado en comparar los escritos de la Sra. White con las obras de otros autores, y supongo que esto continuará sucediendo hasta el fin del tiempo. Uno de los más recientes en prestar atención a este tipo de investigación es el pastor Walter Rea, que es pastor en la Southern Conferencia Conference.

Hace como ocho o diez meses, el Pastor Rea me envió una copia de algunas de sus investigaciones que, en su opinión, demostraban que Ellen White había dependido mucho de Edersheim para algunas de las cosas que había escrito en Desire of Ages, así como para la organización misma del libro en sí, y el uso de muchos títulos de capítulo.

En aquella ocasión, le escribí al Pastor Rea y le pedí que no siguiera adelante con ningún plan para publicar sus descubrimientos hasta que yo tuviera la oportunidad de hablar con él personalmente en el Campamento de la Southern California Conference que habría de tener lugar en julio de 1978. El pastor Rea estuvo de acuerdo en seguida con esta sugerencia. Cuando asistí al campamento cerca de Palmdale, California, en Julio pasado, pasé varias horas hablando con el pastor Rea, y obtuve su consentimiento para detener el anuncio de su trabajo hasta cualquier punto hasta que nosotros mismos hubiésemos tenido la oportunidad de mirarlo primero. Le dije que, si nadie en el White Estate tenía tiempo para llevar a cabo una investigación personal de su trabajo, trataríamos de encontrar un erudito calificado en alguna parte de nuestras filas que pudiera hacerlo por nosotros. Me pareció que esto debería hacerse en bien tanto de sus intereses como de los nuestros. Los eruditos deberían estar siempre abiertos a recibir críticas de su trabajo, y esto debe hacerse antes de la publicación. El pastor Rea ha accedido a darnos todo el tiempo que necesitemos antes de dar cualquier otro paso por su cuenta.

Le he enviado una copia Xerox del trabajo del pastor Rea al pastor Kenneth Davis del Southern Missionary College. El pastor Davis ha indicado que está dispuesto a ayudarnos en este proyecto de investigación. El pastor Davis dicta un curso sobre "La Vida de Cristo" en el SMC, y por muchos años ha usado el libro de Edersheim The Life and Times of Jesus the Messiah [Vida y Tiempos de Jesús, el Mesías] en relación con la enseñanza de su clase. Debería poder producir un informe en el verano de 1979. El trabajo del pastor Davis no le costará nada al White Estate.

Por medio de Jim Nix en Loma Linda y Ed Turner en la Universidad de Andrews, me he enterado de que alguien en el área de Loma Linda está comparando Desire of Ages con el libro de Hanna The Life of Christ. Jim Nix me dijo que él vio el libro de Hanna y que está profusamente subrayado tanto en rojo como en azul, y que se supone que ésta es la misma copia del libro que se usaba en la oficina del White Estate cuando la Sra. White preparaba su libro Desire of Ages. Jim Nix hizo una copia Xerox de este libro y nos la envió, así que la tenemos aquí en nuestra oficina. No sé hasta dónde se está comentando este informe en particular en Loma Linda, pero, de acuerdo con Jim Nix, varias personas están hablando de él. Ed Turner me dio esencialmente el mismo informe hace cuatro semanas, cuando hablé con él en la Universidad de Andrews. Le pregunté a Ed si podía decirme quién era este individuo, y me contestó que no podía. "Si supieras quién es, entenderías por qué no te puedo decir su nombre." Le pregunté a Ed si la persona era un leal Adventista del Séptimo Día o no. Su respuesta fue que yo probablemente lo consideraría como alguien más o menos al margen. Aparentemente, este individuo desconocido, que posee una copia de "Life of Christ," de Hanna, es un tipo de persona más bien intelectual que tiene fuertes sentimientos contra el White Estate. Por lo menos, yo llegué a esta conclusión después de hablar con Ed Turner.

Ed también me habló de un profesional, un dentista, según recuerdo, que vivía en el área de Victorville, al norte de Loma Linda, que, a partir de su propio estudio personal a través de los años, se había familiarizado mucho con Desire of Ages. Este profesional había tenido acceso recientemente a Life of Christ, de Hanna, y después de leerlo, le dijo a Ed que estaba "maravillado" de ver el estrecho parecido que descubrió entre Hanna y Ellen White.

Cuando estuve en Andrews hace cuatro semanas y me reuní con los estudiantes de doctorado en Teología, así como con la facultad, el jueves 26 de octubre, desde las 12:30 hasta las 2:30 p.m., me encontré con que tenía que contestar todo tipo de preguntas, incluyendo algunas relacionadas con Desire of Ages y la posible dependencia de la Sra. White de otros autores para lo que había escrito en esa obra. Lo único que pude decirle a los estudiantes y a la facultad fue que nosotros éramos conscientes de las afirmaciones que se estaban haciendo,  que estábamos tan ansiosos como cualquier otra persona de saber cuáles eran los hechos, y que estimularíamos cualquier investigación que se hiciera y que nos condujera a una comprensión más plena de la situación. Les dije que el Pastor Walter Rea había trabajado algo en esta área, y que a mí personalmente me parecía que la investigación no era lo bastante adecuada para darnos ninguna conclusión final. Dije que nosotros en el White Estate simplemente no teníamos el personal necesario para hacer este tipo de trabajo, además de cumplir con todas nuestras otras responsabilidades. Y les dije que esperábamos poder encontrar ayuda desde dentro de la facultad misma del Seminario, para que nos ayudaran en esta obra. Miré directamente a Jim Cox, que estaba sentado como a quince pies en frente de mí, y le dije: "Jim, espero que tú y los de tu departamento puedan ayudarnos en esta investigación, para que podamos reconocer los hechos, cualesquiera que sean, y terminar con los rumores infundados".

Yo no le había dicho a Jim ni una palabra sobre el asunto antes de ese momento, y creo que lo dejé estupefacto con mi comentario. Por supuesto, yo estaba enterado de que él se había acercado a Ron Graybill anteriormente y expresado interés en llevar a cabo esta clase particular de trabajo.

Me pareció que, desde un punto de vista psicológico, sería bueno que nosotros no fuéramos arrastrados a esta clase de programa de investigación, sino que ayudáramos a fomentarlo. A menudo, los eruditos Adventistas son del parecer de que nosotros los del White Estate en realidad no estamos interesados en una investigación seria en este sentido. Tienen la impresión de que probablemente sentimos temor de lo que podríamos encontrar. Me gustaría disipar esta idea de las mentes de nuestros instructores bíblicos Adventistas, si es posible.

Cualquiera que sea la actitud que asumamos en esta oportunidad, yo no creo que impidamos que continúe esta clase de investigaciones. Podríamos desear que cesaran todas esas investigaciones, pero estoy seguro de que desearlo no producirá ningún resultado de esa clase. Me parece que tenemos sólo dos alternativas. Una es que, de una u otra forma, nos involucremos en la investigación. La segunda es que nos retiremos de ella por completo, y simplemente reaccionemos al trabajo de otros después de que hayan terminado su investigación. Si aceptamos la segunda alternativa, me temo que afectará nuestro grado de credibilidad a  los ojos de nuestros instructores bíblicos.

Dicho sea de paso, Ron Graybill me mencionó que, en relación con la solicitud que se le hizo para que visitara la Iglesia Green Lake en Seattle, Washington, para un fin de semana dedicado al Espíritu de Profecía, ya se le ha hecho saber que varios miembros de la iglesia de allí tienen preguntas relativas al uso de fuentes en la preparación del libro Desire of Ages. Parece que, nos guste o no, esta cuestión se está discutiendo más y más ampliamente. Personalmente, creo que nos convendría a nosotros aquí en el White Estate ayudar a fomentar alguna clase de investigación seria que conduzca a respuestas definitivas para las preguntas que están surgiendo. En la actualidad, no sabemos cómo responder a las muchas preguntas que nos están llegando sobre este punto, y no deseo dar la impresión de que tememos a los hechos. Me parece que la verdad no tiene nada que perder con la investigación.

Más tarde en la tarde del jueves 26 de octubre, pasé como una hora con Jim Cox en su oficina en el edificio del Seminario, revisando algunos detalles de la línea de investigación que él seguiría, si es que iba a ocuparse en este proyecto para nosotros. Le expliqué que estábamos interesados en saber exactamente cuáles libros usó Ellen White como ayudas cuando escribió Desire of Ages y hasta qué punto se usaron estos libros. En otras palabras, ¿qué tipo de material extrajo ella de los libros? ¿Fue cronológico? ¿Geográfico? ¿Cultural? ¿Histórico? Por supuesto, lo más importante que deseamos saber es en qué punto difiere la Sra. White de sus contemporáneos. ¿Eran estas diferencias en el enfoque general y el tono? Le pedí que, en particular, buscara contribuciones teológicas y lecciones espirituales que se encontraban en Desire of Ages y que no se encontraban en ninguna otra parte.

Si Jim ha de hacer un trabajo concienzudo para el White Estate en esta área, será necesario que cooperemos con él proporcionándole información de nuestra bóveda, que ahora está disponible para él. Me refiero a la correspondencia de la década de 1890, que nos daría indicios tanto en cuanto a quiénes eran las asistentes literarias de Ellen White cuando trabajaba en Desire of Ages, como algo de la naturaleza de su trabajo. También sería útil tener cualquier comentario que estas empleadas hayan hecho, especialmente Marian Davis. También sería útil proporcionarle a Jim declaraciones de W. C. White, H. Camden Lacey, Dores Robinson, y posiblemente otros, que podrían arrojar luz sobre cuándo y cómo se llevó a cabo el trabajo del Desire of Ages. También podría haber información recogida de los diarios y cartas de Ellen White, que proporcionen detalles informativos adicionales.

Jim me dijo que necesitaría por lo menos seis meses para hacer el trabajo que, según, él sería necesario, y que sólo tenía un permiso de tres meses, que le tocaba tomar en el semestre de otoño de 1979. Dijo que estaba vivamente interesado en esta tarea en particular, y que se sentiría feliz de usar su permiso de tres meses para trabajar en ella, pero que no podría hacerlo a menos que la administración de la Universidad de Andrews le concediera otros tres meses sin ninguna responsabilidad de enseñar, para poder pasarse seis meses consecutivos trabajando en este proyecto. Más tarde ese mismo día, conversé acerca del asunto con Tom Blincoe y Grady Smoot. Ambos se mostraron favorables a la idea en ese momento, pero, por supuesto, no quisieron hacer ningún compromiso que involucrase tres meses del tiempo de Jim Cox. Cuando estuve allí, no hablé con Dick Schwartz, porque estaba en el hospital. Sin embargo, hace como dos semanas, los doctores Smoot, Schwartz, y Blincoe se reunieron y discutieron nuestra solicitud. Después de su reunión, Dick me dijo por teléfono que estaban dispuestos a participar en el proyecto dándole a Jim Cox los tres meses de tiempo extra que serían necesarios. Dick me recordó que Jim no siempre ha disfrutado de la más favorable reputación. Le dije que yo lo sabía, pero que me parecía que si Jim era lo bastante bueno para ser jefe del Departamento de Nuevo Testamento en nuestro único Seminario Teológico Adventista del Séptimo Día, también era lo bastante bueno para hacernos este trabajo de investigación. Le expliqué que, mientras estuve allí,  había hablado con Jim en dos ocasiones durante un total de dos horas y media, y que me parecía que podía confiar en su actitud. Dick me aseguró que podíamos contar con la cooperación de la administración de la Universidad de Andrews. Así que todo se está moviendo ahora en esta dirección, a menos que se haga algo para detenerlo. En la próxima reunión de la Junta Directiva de la Universidad de Andrews, el Dr. Smoot le pedirá a la Junta que autorice a Jim a usar los meses de enero, febrero, y marzo de 1980 para ocuparse en este proyecto en particular. En el semestre de invierno de 1980, Jim estaría relevado de toda responsabilidad de enseñar.

Incluyo copias de las cartas que he escrito al Sr. Smoot, el  Dr. Blincoe, y el Dr. Cox, así como una carta recibida del Dr. Smoot mencionando este asunto. Su carta fue escrita sólo unos pocos días antes de que Dick Schwartz me telefoneara dando la aprobación de ellos.

Ahora, puede ser que yo cometiera un error al mirar directamente a Jim Cox durante la reunión del jueves por la tarde y le pidiera su ayuda abiertamente. Sólo el Señor sabe si hacer eso fue lo correcto o no. La pregunta delante de nosotros ahora es: ¿Ahora hacia dónde vamos desde aquí? Como yo lo veo, tenemos las siguientes alternativas:

1.  Podríamos decidir que no tenemos nada que ver con ningún programa de investigación en este sentido, e informarlo así a nuestros hermanos de Andrews. Esto significaría que cualquier cosa que Jim deseara hacer, tendría que hacerlo por su cuenta, y más bien me parece que de todos modos él se ocuparía en alguna investigación en este sentido por su propia cuenta a causa de su interés en el tema y el hecho de que está constantemente enseñando en el campo de los evangelios.

2.  Podríamos informar a las autoridades de Andrews que hemos decidido hacer esta investigación nosotros mismos aquí en el White Estate en Washington y que, por esa razón, no necesitaremos ninguna ayuda en absoluto de su facultad. No creo que nadie en Andrews nos critique si decidimos seguir este procedimiento.

3.  Podríamos informar al Dr. Smoot y a sus colaboradores que nos gustaría recibir ayuda de la facultad de Nuevo Testamento de Andrews, pero que no creemos que la investigación deba hacerla el jefe de ese departamento. Podríamos decirles que tenemos dudas acerca de Jim y que, a pesar de que se han hecho ciertos arreglos, creemos que debemos buscar a uno de los asociados de él para que haga la investigación antes que confiársela al mismo Jim.

4.  Podríamos patrocinar el plan que ya ha sido acordado por nuestros colegas de Andrews, Ron Graybill, y yo mismo. Podríamos erigir cualquier dispositivo de seguridad que nos parezca necesario para proteger los intereses del White Estate. Pienso que fue el Pastor White quien mencionó que podríamos designar a un comité para que trabajara con Jim tan estrechamente como fuera posible para garantizar que los intereses del White Estate estén protegidos en todo momento.

Personalmente, no veo luz en ninguna de las tres primeras propuestas. Idealmente, posiblemente deberíamos hacer la investigación aquí en nuestra propia oficina. Pero simplemente no podemos hacer esto por falta de personal adecuado. Simplemente, no tenemos a nadie en la oficina que pueda dejar por seis meses lo que está haciendo para cumplir con la exigencia que ya ha sido lanzada sobre nosotros con nuestra invitación.

La única alternativa que me parece tener sentido es la última. El tiempo de Jim no le costará nada al White Estate, y creo que podemos permanecer lo bastante cerca de él para que las conclusiones a que él llegue sean esencialmente las mismas a las que nosotros llegaríamos si nosotros mismos hiciéramos el trabajo. Podríamos pedirle a Jim que preparara un informe cada dos o tres semanas para un comité compuesto de personas como Tom Blincoe, Roy Graham, el Dr. Murdoch, Dick Schwartz, y Raoul Dederen. Posiblemente, Dick Schwartz podría ser el presidente de ese comité.

Después de que hayamos discutido este asunto en nuestra reunión de personal el 5 de diciembre, posiblemente estemos en condiciones de hacer una recomendación a la Junta cuando se reúna el 7 de diciembre.

Con mis mejores deseos, quedo de Ud.

Sinceramente,

[firmado Bob]

Robert W. Olson, Secretario

RWO/nc
Enc.

Cuadros comparativos de muestra
Nota: Los numerales en corchetes [  ] indican números de página

The Spirit of Prophecy, Vol. 2
E.G. White, 1877

The Life of Christ
William Hanna, 1863

  [67] Cristo dice virtualmente: En las orillas del Jordán, los cielos se abrieron delante de mí, y el Espíritu descendió como paloma sobre mí. Aquella escena en el Jordán no fue sino una señal para evidenciar que yo era el Hijo de Dios. Si vosotros creéis en mí como tal, vuestra fe se avivará, y veréis que los cielos se abrirán, y que nunca se cerrarán. Yo los he abierto para vosotros, y los ángeles de Dios, que que están unidos conmigo en la reconciliación entre la tierra y el cielo, uniendo a los creyentes en la tierra con el Padre en el cielo, ascenderán, llevando al Padre en el cielo las oraciones de los necesitados y los angustiados de la tierra, y descenderán, trayendo bendiciones ... para los hijos de los hombres.
 Los ángeles de Dios están siempre moviéndose hacia arriba y hacia abajo, de la tierra al cielo, y del cielo a la tierra. Todos los milagros de Cristo llevados a cabo en favor de los afligidos y los que sufren tuvieron lugar por el poder de Dios por medio del ministerio de los ángeles. Cristo condescendió a tomar sobre sí la humanidad, y de ese modo, une sus intereses con los caídos hijos y las caídas hijas de Adán acá abajo, mientras su divinidad se ase del trono de Dios. De este modo, Cristo abre la comunicación del hombre con Dios y de Dios con el hombre.    
 [108]  Habéis escuchado ... en las orillas del río, los cielos se abrieron por un momento sobre mi cabeza, y se vio al Espíritu descendiendo como paloma sobre mí. Eso no era sino una señal. Creed que esa señal tenía el propósito de confirmar; creed en mí como el Cordero de Dios, el Salvador del mundo, el que bautiza con el Espíritu Santo, y los ojos de vuestra fe se avivarán, y veréis cómo esos cielos permanecen abiertos continuamente sobre mi cabeza - abiertos por mí a favor de vosotros; y los ángeles de Dios ... que desempeñan el bendito ministerio de reconciliación entre la tierra y el cielo, entre ... los creyentes abajo y el Padre celestial arriba ... subiendo y trayendo innumerables bendiciones, ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre ...Me veréis en esa escalera de toda comunicación por gracia entre la tierra y el cielo, fijando mi humanidad firmemente en la tierra un extremo de la escalera, y en mi divinidad el otro extremo de esa escalera, perdido entre los esplendores del trono.
  The Spirit of Prophecy, Vol. 2
(Continúa)
Night Scenes in the Bible
Daniel March 1868-1870
  [343] La fiesta de los tabernáculos se celebraba para conmemorar el tiempo en que los hebreos habitaban en tiendas durante su peregrinación en el desierto. Mientras duraba esta gran fiesta, se requería que la gente abandonara sus casas y viviera en cabañas de pinos o mirtos. Estas estructuras de hojas sese erigían algunas veces sobre el techo de las casas, y en las calles, pero más a menudo fuera de los muros de la ciudad, en los  valles y en las laderas de las colinas. Dispersos en todas direcciones, estos verdes campamentos presentaban un aspecto muy pintoresco.  
 [363] Durante siete días sucesivos, Jerusalén estaba atestada de los fieles en Israel ... Vivían en cabañas o tabernáculos de ramas verdes, que eran construídos sobre los techos de las casas, en las calles y plazas públicas, en los atrios del templo y en los patios de casas particulares, hacia arriba  y hacia abajo de los valles y las laderas de las colinas más allá de los muros de la ciudad. Todo el monte de Sión ... estaba tan espesamente cubierto de ramajes verdes que desde cierta distancia parecía un bosque de palmas y pinos, de olivos y de mirtos. Se consagraban siete días ...
The Desire of Ages
Ellen G. White, 1898
The Great Teacher
John Harris, 1836 (ed. 1870)
 [23] Así, pues, Cristo levantó su tabernáculo en medio de nuestro campamento humano. Levantó su tienda al lado de las tiendas de los hombres, para poder morar entre nosotros, y familiarizarnos con su carácter y vida divinos.
 [90] Vino y levantó su tabernáculo en medio del campamento humano, erigió su tienda al lado de nuestras tiendas, para testificar de la presencia de Dios, para familiarizarnos con su carácter, y hacernos sensibles a su amor.



[83] Sería bueno que pasáramos una hora pensativa cada día contemplando la vida de Cristo. Deberíamos considerarla punto por punto, y dejar que la imaginación capte cada escena, especialmente las finales. A medida que nosotros nos espaciemos de esa manera en su gran sacrificio por nosotros, nuestra confianza en él será más constante, nuestro amor se avivará, y estaremos imbuídos con su Espíritu más profundamente,
Walks and Homes of Jesus
Daniel March, 1856
 
[313] Sin embargo, nos haría bien a todos pasar revista, con frecuencia, solemnemente, a las escenas finales de la vida terrenal del Salvador. ... Aprenderemos muchas lecciones saludables recordando y pasando una hora pensativa, en un esfuerzo por fortalecer nuestra fe y avivar nuestro amor al pie de la cruz.
The Desire of Ages
(Continúa)

[142] "De cierto, de cierto os digo, que desde ahora veréis los cielos abiertos, y a los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre".
  Aquí Cristo dice virtualmente: En las orillas del Jordán, se abrieron los cielos, y el Espíritu descendió como paloma sobre mí. Esa escena no era sino una señal de que yo soy el Hijo de Dios. Si vosotros creéis en mí como tal, vuestra fe se avivará. Veréis los cielos abiertos, y que nunca se cerrarán. Yo los he abierto para vosotros. Los ángeles de Dios están ascendiendo ... y descendiendo, trayendo bendiciones y esperanza, valor, ayuda, y vida a los hijos de los hombres. ...
 [143] Al tomar sobre sí la humanidad, nuestro Salvador une sus intereses a los de los caídos hijos y caídas hijas de Adán, mientras, por medio de su divinidad, Cristo se aferra al trono de Dios. Y de este modo, Cristo es el medio de comunicación de los hombres con Dios, y de Dios con los hombres.
The Life of Christ
William Hanna, 1863

  [108] "De cierto, de cierto, os digo que, de ahora, o más bien, desde este momento en adelante, veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre. Habéis oído que, hace algunas semanas, en las orillas del río, los cielos se abrieron por un momento por encima de mi cabeza, y se vio al Espíritu descender como paloma sobre mí. Esa no era sino una señal. Creed lo que aquella señal tenía el propósito de confirmar; creed en mí como el Cordero de Dios, el Salvador del mundo, el que bautiza con el Espíritu Santo, y vuestros ojos de la fe se avivarán, y veréis los cielos permanecer continuamente abiertos por encima de mi cabeza - abiertos por mí para vosotros; y los ángeles de Dios - todos los seres y todas las cosas que llevan a cabo el bendito ministerio de reconciliación entre la tierra y el cielo ... ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre ... Me veréis en esa escalera de toda comunicación por gracia entre la tierra y el cielo, mi humanidad fijando firmemente un extremo de esa escalera en la tierra, en mi divinidad el otro extremo de esa escalera perdido en medio de los esplendores del trono". 

Véanse los Apéndices
para cuadros comparativos adicionales
relacionados con los libros
The Spirit of Prophecy, tomo 2
The Desire of Ages.


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