Ah ... aquí es donde quedas
trabado. Puedes aceptar ser "su hijo", "descendencia",
"semejanza", pero retrocedes ante la idea de ser llamado "su
igual". Es demasiado para aceptarlo. Demasiada grandeza,
demasiado asombro - demasiada
responsabilidad. Porque, si eres el igual de Dios, eso significa que nada se
te está haciendo a ti - y todas las cosas son creadas por ti. No puede haber más víctimas ni villanos - solo resultados de tus pensamientos acerca de algo.
Te digo esto: todo lo que tú ves en tu mundo es el
resultado de tu idea acerca de ello.
¿Quieres que tu vida "despegue" verdaderamente?
Entonces, cambia tu idea acerca de ello. Acerca de ti. Piensa, habla y actúa como el
Dios que eres.
Por supuesto, esto te separará de muchos - la
mayoría - de tus prójimos. Te llamarán loco. Dirán que
blasfemas. Con el tiempo, se cansarán de ti, e intentarán
crucificarte.
Harán esto, no porque crean que estás viviendo en un
mundo de tus propias ilusiones (la mayoría de los hombres
son lo bastante caballerosos como para permitirte tus
entretenimientos privados), sino porque, tarde o temprano, otros se sentirán
atraídos a tu verdad - por las promesas que ella guarda para
ellos.
Aquí es donde tus prójimos interferirán - porque aquí
es donde tú comenzarás a amenazarlos. Porque tu sencilla
verdad, vivida sencillamente, ofrecerá más belleza, más
comodidad, más paz, más gozo, y más amor hacia sí mismo y
hacia los demás que nada que tus prójimos terrenales
pudieran inventar.
Y esa verdad, adoptada, significaría el fin de
los caminos de ellos. Significaría el fin del odio y el
temor y el fanatismo y la guerra. El fin de las condenas y
las matanzas que han ocurrido en mi nombre. El fin de la
idea de que el poder tiene la razón. El fin de comprar por
medio del poder. El fin de la lealtad y el homenaje por
medio del temor. El fin del mundo como ellos lo conocen - y
como tú lo has creado hasta ahora.
Así que, prepárate, alma amable. Porque serás
denigrada y escupida, insultada y abandonada, y finalmente,
te acusarán, te someterán a juicio y te condenarán - todo a
su propio modo - desde el momento en que aceptes y adoptes
tu santa causa - la realización de tu propia identidad.
¿Por qué hacerlo, entonces?
Porque ya no te interesa la aceptación ni la
aprobación del mundo. Ya no estás satisfecha con lo que eso
te ha traído a ti. Ya no estás complacida con lo que eso les
ha dado a otros. Quieres que se detenga el dolor, el
sufrimiento, la ilusión. Has tenido suficiente de este mundo
tal como está. Busca un mundo nuevo.
No busques más. Ahora invócalo.
¿Puedes ayudarme a
entender mejor cómo hacer eso?
Sí. Ve primero a tu más alto pensamiento acerca
de ti. Imagina el tú que serías si vivieras ese pensamiento
todos los días. Imagina lo que pensarías, harías, y dirías,
y cómo responderías a lo que los demás hacen y dicen.
¿Ves alguna diferencia entre esa proyección y lo que
tú piensas, haces y dices ahora?
Sí. Veo una gran
diferencia.
Bien. Deberías verla, pues sabemos que ahora
mismo no estás viviendo tu más alta visión de ti mismo.
Ahora, habiendo visto las diferencias entre dónde estás y
dónde quieres estar, comienza a cambiar - conscientemente -
tus pensamientos, palabras y acciones para que se ajusten a
tu visión más grandiosa.
Esto requerirá un tremendo esfuerzo mental y físico.
Esto traerá consigo un monitoreo constante, momento tras
momento, de cada uno de tus pensamientos, tus palabras y
obras. Involucrará una continua toma de decisiones -
conscientemente. Este proceso entero es un enorme paso hacia
la conciencia. Lo que descubrirás a medida que emprendas
este desafío es que has pasado la mitad de tu vida
inconsciente. Es decir, ignorante, a un nivel consciente, de
lo que has estado escogiendo en lo relativo a pensamientos,
palabras, y obras, hasta que experimentas las consecuencias
de ellas. Entonces, cuando experimentas estos resultados,
niegas que tus pensamientos, palabras y acciones tuvieron
algo que ver con ellos.
Este es un llamado a parar este vivir inconsciente.
Es un reto al cual tu alma te ha llamado desde el principio del tiempo.
Esa clase de continuo
monitoreo mental parece terriblemente
agotador.
Podría ser, hasta que se convierta en segunda
naturaleza. En realidad, es tu segunda naturaleza. Tu
primera naturaleza es ser incondicionalmente amorosa. Tu
segunda naturaleza es elegir expresar tu primera naturaleza,
tu verdadera naturaleza, conscientemente.
Discúlpame, pero,
¿esta clase de interminable edición de todo lo que pienso,
digo y hago no me convierte en aburrido y
aburridor?
Nunca. Diferente, sí. Aburrido, no. ¿Era Jesús
aburrido? No lo creo. ¿Era el Buda aburrido por estar por
aquí? La gente acudía en gran número, rogaba estar en su
presencia. Nadie que haya alcanzado el dominio es aburrido.
Desusado, tal vez. Extraordinario, quizás. Pero nunca
aburrido.
Así que, ¿quieres que tu vida "despegue"? Comienza en
seguida a imaginártela de la manera que quieres que sea - e
inícialo. Examina cada pensamiento, palabra, y acción que no
armoniza con eso. Aléjate de ellos.
Cuando tengas un pensamiento que no esté alineado
con tu visión más alta, cambia a un nuevo pensamiento, allí
y en ese momento. Cuando digas algo que no esté alineado con
tu mejor idea, toma nota para no decir nada como eso otra
vez. Cuando hagas algo que esté desalineado con tu mejor
intención, decide que esa sea la última vez. Y si puedes,
haz las paces con cualquier persona con que tienes que
hacerlas.
He escuchado esto
antes y siempre he rabiado contra eso, pues me parece muy
deshonesto. Quiero decir, si uno está enfermo como un perro,
no se supone que lo admita. Si uno está limpio como un
pobre, nunca se supone que lo diga. Si uno está preocupado
en extremo, no se supone que lo demuestre. Esto me recuerda
el chiste de las tres personas que fueron enviadas al
infierno. Uno era católico, otro era judío, otro era de la
Nueva Era. El diablo le dijo al católico, despectivamente:
"Bueno, ¿cómo te está yendo con el calor?" Y el católico
respondió, sorbiéndose las lágrimas: "Las estoy presentando
en ofrenda". Luego, el diablo le preguntó al judío: "Y cómo
te está yendo con el calor?" El judío dijo: "¿Qué más podría
esperar que no fuera más infierno?" Finalmente, el diablo se
acercó al de la Nueva Era: "¿Calor?" Y el de la Nueva
Era respondió, sudando: "¿Cuál calor?"
Ese es un buen chiste. Pero yo no estoy hablando
de ignorar el problema, ni hacer como que no está allí.
Estoy hablando de tomar nota de la circunstancia, y luego
contar tu más alta verdad acerca de ella.
Si estás limpio, estás limpio. No tiene sentido
mentir acerca de ello, y en realidad, es debilitador tratar
de fabricar un cuento acerca de eso para no admitirlo. Pero
es tu pensamiento acerca de ello - "Estar limpio es malo" ,
"Esto es horrible", "Soy mala persona, porque las personas
buenas que trabajan duro y realmente lo intentan nunca
quedan limpios", etc. - el que gobierna cómo experimentas el
hecho de estar limpio. Son las palabras tuyas que rodean eso
- sentir lástima de ti mismo, estar sentado por allí
desalentado, no tratar de hallar una salida porque "Es
inútil de todos modos" - las que crean tu realidad a largo
plazo.
Lo primero que hay que entender acerca del
universo es que ninguna condición es "buena" ni "mala".
Simplemente, existe. Así que deja de hacer juicios de valor.
La segunda cosa que se debe saber es que todas las
condiciones son temporales. Nada permanece igual, nada
permanece estático. El que
una cosa cambie depende de ti.
Discúlpame, pero
tengo que interrumpirte nuevamente aquí. ¿Qué sucede con la
persona que está enferma, pero tiene la fe que mueve
montañas - y así, piensa, dice y cree que se va a mejorar
... solo para morir seis semanas más tarde? ¿Cómo se explica eso con
todo este pensar positivo y esta acción afirmativa?
Eso es bueno. Me estás haciendo las preguntas
difíciles. Eso es bueno. No estás simplemente aceptando mi
palabra en relación con ninguna de estas cosas. Hay un lugar
más adelante en el camino, en que vas a tener que aceptar mi
palabra para esto - porque, a su debido tiempo, descubrirás
que podemos discutir esto por siempre, tú y yo - hasta que
no quede nada que hacer excepto "intentarlo o negarlo". Pero
todavía no estamos en ese lugar. Así que mantengamos el
diálogo andando; continuemos hablando. La persona que tiene
"la fe que mueve montañas" y muere seis semanas más tarde ha
movido montañas por seis semanas. Eso puede haber sido
suficiente para él. Puede que haya decidido, en la última
hora del último día: "Bien, he tenido suficiente. Estoy
listo para continuar en otra aventura". Puede que tú no
hayas sabido de esa decisión, porque es posible que él no te
la haya dicho. La verdad es que es posible que él haya
tomado esa decisión bastante antes - días, semanas antes - y
no te la haya dicho ni a ti ni a nadie.
Ustedes han creado una sociedad en la que es muy
mal visto querer morir - muy mal visto ver la muerte con
buenos ojos. Porque tú no quieres morir, no puedes imaginar
que cualquiera desearía morir - no importa cuáles sean las
circunstancias o la condición.
Pero hay muchas situaciones en que la muerte es
preferible a la vida - lo cual yo sé que tú puedes imaginar
si piensas en ello siquiera un poco. Pero estas verdades no
se te ocurren - no son evidentes hasta ese punto - cuando
estás mirando cara a cara a alguien que está eligiendo
morir. Y el moribundo sabe esto. Él puede sentir el nivel de aceptación en
la habitación con respecto a su decisión.
¿Has notado alguna vez cuántas personas esperan hasta
que la habitación esté vacía para morir? Algunos hasta
tienen que decirles a sus seres queridos: - "No. De verdad.
Vete. Consigue algo para comer". O "Ve. Duerme un poco. Yo
estoy bien. Te veré en la mañana". Y entonces, cuando el
fiel vigilante se va, también lo hace el alma del cuerpo del vigilado.
Si les dijeran a sus parientes y amigos reunidos: "Yo
solo quiero morir", ellos lo escucharían realmente. "Oh, tú
no quieres decir eso", o "Ahora, no hables así", o "Espera
un momento", o "Por favor, no nos dejes".
La profesión médica entera ha sido adiestrada
para mantener viva a la gente, no para tenerla cómoda y que
pueda morir con dignidad. ¿Ves? Para un médico o una
enfermera, la muerte es un fracaso. Para un amigo o
pariente, la muerte es un desastre. Solo para el alma la
muerte es un alivio - una liberación. El mayor regalo que se
le puede hacer al moribundo es dejarlo morir en paz - no
pensar que deben "aferrarse a la vida", o continuar
sufriendo, o preocuparse por nosotros en este, el pasaje más
crucial de su vida.
Así que, muy a menudo, esto es lo que ha sucedido en
el caso del hombre que dice que va a vivir, cree que va a
vivir, y hasta ora para vivir: que, al nivel del alma, "ha
cambiado de parecer". Ha llegado el momento de dejar caer el
cuerpo para liberar el alma y que ésta vaya en pos de otras
ocupaciones. Cuando el alma toma esta decisión, nada que el
cuerpo haga puede cambiarla. Nada que la mente piense puede
alterarla. Es en el momento de la muerte que nos enteramos
de quién toma las decisiones en el triunvirato cuerpo-mente-alma.
Durante toda la vida, piensas que tú eres tu
cuerpo. Durante un tiempo, piensas que eres tu mente. Es en
el momento de la muerte que descubres Quién Eres Realmente.
Ahora bien, hay ocasiones en que el cuerpo y la mente
simplemente no están escuchando al alma. Esto también crea
el escenario que tú describes. Lo más difícil de hacer para
la gente es escuchar a su propia alma. (Nótese que muy
pocos lo hacen).
Ahora bien, sucede a menudo que el alma toma una
decisión de que es tiempo de abandonar el cuerpo. El cuerpo
y la mente - siempre servidores del alma - oyen esto, y
comienza el proceso de liberación. Pero la mente (el ego) no
quiere aceptarlo. Después de todo, éste es el fin de su
existencia. Así que da instrucciones al cuerpo para que
resista a la muerte. El cuerpo hace esto gustosamente, pues
tampoco quiere morir. El cuerpo y la mente (el ego) reciben
gran estímulo, gran alabanza, por esto desde el mundo
exterior - el mundo de su creación. Así que la estrategia es confirmada.
Ahora bien, en este punto, todo depende de cuanta
prisa tiene el alma por abandonar el cuerpo. Si no hay
ninguna gran urgencia aquí, puede que el alma diga: "Muy
bien, tú ganas. Me quedaré contigo un poquito más". Pero, si
el alma tiene bien claro que quedarse no sirve a su agenda
superior - que no hay ninguna otra manera en que pueda
evolucionar por medio de este cuerpo - el alma se irá, y
nada la detendrá - ni nada debería intentarlo.
El alma tiene bien claro que su propósito es
evolución. Ese es su solo propósito, el propósito de su
alma. No tiene nada que ver con los logros del cuerpo ni el
desarrollo de la mente. Todos éstos no significan nada para
el alma.
El alma también tiene claro que no hay ninguna
tragedia envuelta en abandonar el cuerpo. De muchas maneras,
la tragedia es estar en el cuerpo. Así que tienes que
entender que el alma ve todo este asunto de la muerte de
manera diferente. Por supuesto, también ve de manera
diferente todo "el asunto de la vida" - y ese es el origen
de gran parte de la frustración y la ansiedad que uno siente
en la vida. La frustración y la ansiedad vienen de no
escuchar la propia alma.
¿Cómo puedo escuchar
mejor a mi alma? Si el alma es la jefa, realmente,
¿cómo puedo estar seguro de obtener esos memorándums de la
oficina del frente?
Lo primero que podrías hacer es tener claro lo
que el alma busca - y dejar de emitir juicios acerca de eso.
¿Yo estoy emitiendo
juicios acerca de mi propia alma?
Constantemente. Acabo de mostrarte cómo te juzgas
a ti mismo por querer morirte. También te juzgas a ti mismo
por querer vivir - vivir realmente. Te juzgas a ti mismo por
querer reír, llorar, ganar, perder - por querer experimentar
gozo y amor - especialmente te juzgas a ti mismo por eso.
¿Yo hago eso?
En alguna parte, te has encontrado con la idea de
que negarte a ti mismo es piadoso - que no celebrar la vida
es celestial. Te has dicho a ti mismo que la negación es
bondad.
¿Estás diciendo que
es mala?
No es ni buena ni mala. Simplemente, es negación.
Si te sientes bien después de negarte a ti mismo, entonces,
en tu mundo, eso es bondad. Si te sientes mal, entonces es
maldad. La mayor parte del tiempo, no puedes decidir. Te
niegas a ti mismo esto o aquello porque te dices a ti mismo
que se supone que debes hacerlo. Luego dices
que fue bueno hacerlo - pero te preguntas por qué no te
sientes bien.
Y así, lo primero que hay que hacer es dejar de hacer
estos juicios contra ti mismo. Aprende cuál es el deseo del
alma, y actúa de acuerdo con eso. Ve de acuerdo con el alma.
Lo que el alma está buscando - el más elevado feeling de amor que puedas imaginar. Ése es el deseo
del alma. Éste es su propósito. El alma va en pos de ese feeling. No del conocimiento, sino del feeling. Ya tiene el conocimiento, pero el conocimiento es
conceptual. El feeling es experimental. El alma quiere sentirse a sí misma,
y así conocerse a sí misma en su propia experiencia.
El más elevado feeling es la experiencia de unidad con Todo Lo Que Existe.
Éste es el gran retorno a la verdad que el alma anhela. Éste
es el feeling del amor perfecto.
El amor perfecto es al feeling lo que el blanco perfecto es al color. Muchos creen
que el blanco es la ausencia de color. No lo es. El blanco
es la inclusión de todos los colores. El blanco es cada uno
de los otros colores que existen, combinados.
Así también, el amor no es la ausencia de una emoción
(odio, ira, lujuria, celos, codicia), sino la suma de todos
los feelings. Es la suma total. La cantidad agregada. El todo.
Así, para que el alma experimente el amor perfecto,
debe experimentar cada uno de los feelings humanos.
¿Cómo puedo tener compasión de lo que no
comprendo? ¿Cómo puedo perdonar en otro lo que nunca he
experimentado en mí mismo? Así, vemos tanto la sencillez
como la imponente magnitud del viaje del alma. Comprendemos
finalmente a lo que se
enfrenta:
El propósito del alma humana es experimentar todo
ello - para que pueda ser todo ello.
¿Cómo puede estar arriba si nunca ha estado abajo, a
la izquierda si nunca ha estado a la derecha? ¿Cómo puede
ser caliente si no conoce el frío, ser buena si niega lo
malo? Obviamente, el alma no puede elegir ser nada si no hay
nada de dónde elegir. Para que el alma experimente su
grandeza, debe saber lo que es la grandeza. Esto no lo puede
hacer si no hay nada excepto la grandeza. Y así, el alma
reconoce que la grandeza solo existe en el espacio de lo que
no es grande. Por consiguiente, el alma nunca condena lo que
no es grande, sino que bendice - viendo en ello una parte de
sí misma que debe existir para
que otra parte de sí misma se manifieste.
Por supuesto, la tarea del alma es hacer que
escojamos lo grandioso - seleccionar lo mejor de Quiénes
Somos - sin condenar lo que no
seleccionamos.
Esta es una tarea enorme, que requiere muchas vidas,
porque tú acostumbras apresurarte a emitir juicios, a llamar
a algo "erróneo" o "malo" o "insuficiente", no a bendecir lo
que no eliges.
Haces peor que condenar - en realidad, tratas de
dañar lo que no eliges. Tratas de destruirlo. Si hay una
persona, una cosa, o un lugar con el cual no estás de
acuerdo, lo atacas. Si hay una religión que se opone a la
tuya, la pones en una luz negativa. Si hay una idea que
contradice la tuya, la ridiculizas. Si hay una idea
diferente de la tuya, la rechazas. En esto yerras; porque tú
creas solo medio universo. Y no puedes comprender ni
siquiera tu mitad cuando has rechazado la otra sin detenerte a pensarlo.
Todo esto es muy
profundo - y te lo agradezco. Nadie me había dicho nunca
estas cosas. Por lo menos, no con esa sencillez. Y estoy
tratando de entender. Lo estoy intentando realmente. Pero
algunas de estas cosas son difíciles de resolver. Por
ejemplo, pareces estar diciendo que debemos amar "lo
erróneo" para que podamos conocer "lo correcto". ¿Estás
diciendo que debemos abrazar al diablo, por decirlo así?
¿De qué otra manera lo sanas? Por supuesto, el verdadero diablo no existe - pero te contesto en
el lenguaje que tú escoges.
Sanar es el proceso de aceptarlo todo, y luego
escoger lo mejor. ¿Entiendes eso?
¡Perdón. espera! ¿Quién dijo algo sobre escoger ser
Dios?
El feeling más alto es el amor perfecto, ¿no?
Sí, creo que sí.
¿Y puedes hallar una mejor descripción de Dios?
No, no puedo.
Bien, tu alma busca el feeling más elevado. Busca experimentar - ser - el perfecto amor.
Es el perfecto amor - y lo sabe. Pero desea hacer más
que saberlo. Desea estar en la experiencia de él.
¡Por supuesto que tú estás buscando ser Dios! ¿A qué
más creías que te estabas enfrentando?
No sé. No estoy
seguro. Creo que nunca pensé en ello de ese modo.
Simplemente, parece haber algo vagamente blasfemo acerca de eso.
¿No es interesante que tú no encuentres nada
blasfemo acerca de tratar de ser como el diablo, pero te
ofende buscar ser como Dios?
¡Espera un momento!
¿Quién está tratando de ser como el diablo?
¡Ustedes! ¡Son ustedes! Hasta han creado religiones que enseñan
que ustedes nacieron en pecado - que son pecadores de
nacimiento - para convencerse a sí mismos de su propia
maldad. Pero, si yo les dijera que nacen de Dios - que
ustedes son dioses y diosas desde el nacimiento - amor
puro - me rechazarían. (Resaltado
del traductor).
Te has pasado toda la vida convenciéndote a ti
mismo de que eres malo. No solo de que eres malo, sino de
que las cosas que quieres son malas. El sexo es malo, el
dinero es malo, el gozo es malo, el poder es malo, poseer
mucho es malo - mucho de todo. Algunas de las religiones de
ustedes hasta les han hecho creer que bailar es malo, la
música es mala, celebrar la vida es malo. Pronto estarán de
acuerdo en que sonreír es malo, reír
es malo, amar es malo. (El
resaltado es del traductor).
No, no, amigo mío. Puede que no tengas claras muchas
cosas, pero una cosa tienes clara: Tú y la mayor parte de
las cosas que deseas son malas. Habiendo emitido este juicio sobre ti mismo, has decidido que
tu tarea es mejorar.
La verdad es que está bien. En todo caso, es el
mismo destino - solo que hay un camino más rápido, una ruta más
corta, un sendero más breve.
¿Cuál es?
La aceptación de quien tú eres en este momento - y la demostración de eso.
Eso fue lo que hizo Jesús. Fue el sendero de Buda, el
camino de Krishna, el andar de cada maestro que ha aparecido
en el planeta. Y de la misma manera, cada maestro tenía el
mismo mensaje. Lo que yo soy, tú eres. Lo que yo puedo
hacer, tú puedes hacerlo. Tú también harás estas cosas y
más. Pero no has escuchado. En su lugar, has escogido el
sendero mucho más difícil de alguien que cree que es el
diablo, alguien que se imagina que es malo. Dices que es
difícil andar el sendero de Cristo, seguir las enseñanzas de
Buda, sostener la luz de Krishna, ser un Maestro. Pero te
digo esto: Es mucho más difícil negar quien tú eres que
aceptarlo.
Eres bondad y misericordia y compasión y comprensión.
Eres paz y gozo y luz. Eres perdón y paciencia, fortaleza y
valor, auxilio en tiempo de necesidad, consuelo en tiempos
de tristeza, sanador en tiempos de ofensa, maestro en
tiempos de confusión. Eres la sabiduría más profunda y la
verdad más elevada; la paz más grandiosa y el amor más grande. Tú eres estas
cosas. Y en ciertos momentos de tu vida, te has conocido a
ti mismo como estas cosas.
Elige ahora conocerte a ti mismo siempre como
estas cosas.
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