INTRODUCCIÓN
Cada uno dé como propuso en su
corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios
ama al dador alegre (2 Cor. 9:7).
Según el Nuevo
Testamento, es claro que los cristianos deben dar, aun con
sacrificio, para satisfacer las necesidades del misterioso
organismo viviente, la iglesia, el cuerpo de Cristo, en el
cual son llamados a servir. Dar es parte importante de la
nueva naturaleza que los creyentes tienen en Cristo. Los
cristianos dan, no a causa de ningún mandamiento o amenaza
de maldición por no dar, sino porque dar es parte de su
nueva naturaleza.
Este libro apoya
plenamente este dar como una ofrenda de buena voluntad y una
respuesta de fe del corazón motivado por el amor y el
Espíritu Santo. Sin embargo, este autor está igualmente
convencido de que predicar un diez por ciento obligatorio
(llamado diezmo) del ingreso bruto, sin importar las
circunstancias, es antibíblico y hace más mal que bien al
cuerpo de Cristo.
Muchas iglesias enseñan
que el diezmo es obligatorio y que los cristianos tienen que
dar el diez por ciento de su ingreso bruto a la iglesia.
Otras enseñan que los principios de dar en el Nuevo Pacto no
incluyen dar obligatoriamente el diez por ciento del ingreso
bruto. A menudo, los que enseñan el diezmo desprecian a los
que discrepan con ellos, considerando que, o no creen en la
Biblia o no son cristianos maduros. A menudo, los puestos de
dirigencia, como los de pastor, diácono, y maestro de
escuela dominical se les niegan a los que no enseñan el
diezmo, aunque éstos puedan estar bien capacitados y
sobresalgan en la ganancia de almas.
Durante demasiado
tiempo, el diezmo ha sido tratado como un tema tabú,
prohibido en muchas iglesias conservadoras. Demasiados
profesores de seminario informados observan en silencio
mientras personas en los estratos más bajos escriben la
literatura denominacional que promueve el diezmo. Esta
literatura de textos de prueba pasa por alto principios
bíblicos de interpretación aceptados. Aunque ha habido un
acuerdo general entre los evangélicos en relación con la
inspiración de Biblia, la Trinidad, la deidad de Cristo, y
el plan de salvación, continúa activa la discusión sobre los
modernos profetas, el papel de Israel en la profecía, y los
dones espirituales. Sin embargo, en muchas iglesias
conservadoras, carismáticas y evangélicas, nadie se atreve a
cuestionar la idea de que el diezmo es un mandamiento para
la iglesia cristiana.
En mayo de 1999, en
respuesta a mi solicitud sobre el mejor material y los
mejores libros sobre el diezmo, el Dr. J. David Carter,
principal especialista en mayordomía para Recursos
Cristianos de Vida de la Convención de los Bautistas del
Sur, me sugirió que usara Partners With God, Bible Truths About
Giving [Socios Con Dios, Verdades Bíblicas Sobre el
Dar] por Bobby Eklund y Terry Austin, "como plataforma para
su investigación adicional en el diseño de su trabajo" (1).
De acuerdo con la página en que aparece el derecho de autor,
"este libro es el texto para el Curso 05-104 en el tema
Curso de Estudio Sobre la Doctrina Bautista en la Iglesia"
(2).
Partners with God tiene
142 páginas y sólo dedica las páginas 63-79 al diezmo.
Eklund comienza su discusión sobre el diezmo atacando a los
que discrepan con su posición. En la página 63,
comienza la sección sobre el diezmo con una historia
verdadera de una madre que mató a sus dos hijos y luego se
suicidó porque pensaba erróneamente que tenía cáncer
terminal. Eklund entonces escribe: "Este relato trágico y
extremo ilustra una importante verdad: creer en una mentira
siempre conduce a la tristeza y la destrucción". "La mentira
[de Satanás] simplemente afirma que el diezmo es una
práctica del Antiguo Testamento que ya no es válida para el
cristiano del nuevo pacto. Este engaño ha encerrado a muchos
cristianos en la esclavitud financiera y ha robado a la
iglesia una considerable porción de recursos monetarios"
(3).
Nuevamente,
es tiempo de que los cristianos conservadores discutan
abiertamente e investiguen la doctrina del diezmo usando
probados principios bíblicos de interpretación para
ponerse de acuerdo sobre esta vital doctrina. ¿A qué le
tememos? ¿No es de extrema importancia para el
crecimiento de la iglesia descubrir y actuar según la
verdad de la Palabra de Dios? ¡Ciertamente el Espíritu
Santo no quiere que la iglesia ignore este
punto difícil!
Puesto que en cada lado
del problema hay iglesias muy grandes que tienen mucho éxito
en ganar almas, estoy convencido de que el evangelismo, no
el diezmo, determina el éxito financiero de una iglesia.
Como se dijo anteriormente, este libro no debe en modo
alguno ser interpretado en el sentido de disminuir la
importancia de dar ofrendas voluntarias cristianamente para
ayudar a sufragar las legítimas necesidades en el nuevo
pacto. Este libro contesta la pregunta: "¿Se da en la
iglesia por ley, por necesidad, por exactitud y obligación,
o es totalmente una respuesta por fe, enteramente del
corazón?"
Según la Escritura, es
claro que conocer la verdad nos hará libres del error (Juan
8:32), y que actuar sobre esa verdad nos acerca a Cristo
(Juan 3:21). Al evitar este problema, la iglesia está
perdiendo las bendiciones y la santificación de Dios (Juan
17:17). Como en cualquier otra doctrina bíblica, cada
cristiano tiene una responsabilidad individual de saber
personalmente lo que dice la palabra de Dios. Tal es el
propósito de este libro. La mayordomía total está más allá
de su esfera.
Se ha incluido cada uno
de los textos, desde Génesis hasta Apocalipsis, que se
refiere al diezmo y su equivalente, la décima parte. A esto
le sigue un vistazo a los conceptos de "ley" y "pacto".
Luego, se examinan los principios del nuevo pacto relativos
a dar dinero y especie. Se ha incluido un examen de la
iglesia primitiva antes del Concilio de Nicea, con muchas
citas claves de reconocidos historiadores cristianos sobre
el tema de la organización de la iglesia primitiva y el dar.
La siguiente lista incluye cada uno de los textos
bíblicos sobre el diezmo.
Génesis
14:17-20
Amós 4:2-6
Génesis
28:20-22
2 Crónicas 31:1-12
Levítico
27:30-34
Nehemías 10_37-38; 12:44; 13:5, 12
Números
18:19-28
Malaquías 3:10
Deuteronomio
12:1-19
Mateo 23:23; Lucas 11:42
Deuteronomio
14:22-29
Lucas 18:9-14
Deuteronomio
26:12-13
Hebreos 7:1-19
1 Samuel
8:14-17
................
Ralph Bartlett, el
evangelista llamado por Dios a quien ha sido dedicado este
libro, ha ganado literalmente miles de preciosas almas para
la gloria de Dios. Como yo mismo, creció bajo la enseñanza
de iglesias que concuerdan con las premisas básicas de este
libro en relación con la ley y el diezmo. ¡Cuán triste es
descubrir que este gran hombre de Dios no es considerado
apto para enseñar la clase de escuela dominical sólo porque
cree que el diezmo no es una doctrina del nuevo pacto! ¡Qué
terrible desperdicio de los dones y el llamado de Dios que
Él ha puesto en su iglesia para su edificación! La iglesia
de Dios en toda esta nación y este mundo sufre a causa de
este pecado de no usar el don de este talento.
Quizás este libro pueda
corregir este error.
Russell Earl Kelly, 2007