El juicio de Dios contra el sacerdocio.
Mal. 2:17 Habéis hecho
cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le
hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada
a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está
el Dios de justicia?
Mal. 3:1 He aquí, yo envío
mi MENSAJERO [heb. Malaquías], el cual preparará el camino
delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a
quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien
deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los
ejércitos.
Mal. 3:2 ¿Y quién podrá
soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie
cuando él se manifieste? Porque él es como fuego
purificador, y como jabón de lavadores.
Mal. 3:3 Y se sentará para
afinar y limpiar la plata; porque LIMPIARÁ A LOS HIJOS DE
LEVÍ, Y LOS AFINARÁ como a oro y como a plata, y traerán a
Jehová ofrenda en justicia.
Mal. 3:4 Y será grata a
Jehová la ofrenda de Judá y d Jerusalén, como en los días
pasados, y como en los días antiguos.
(2:17) Este texto, junto
con el 2:13, debería ser suficiente evidencia de que Dios
nunca ha dejado de hablar directamente a los sacerdotes, y
todavía no está hablando a la gente en general. Este texto
es meramente una repetición de las burlas que los sacerdotes
han estado lanzando a Dios durante todos los primeros dos
capítulos. La respuesta de Dios a la pregunta final: "¿Dónde
está el Dios de justicia?", está dirigida a los SACERDOTES
en los versículos siguientes.
(3:1) El juicio de
purificación de Dios comenzará en su casa, su templo, contra
los sacerdotes que tienen la responsabilidad principal de
enseñar la verdad. Los predicadores que enseñan el diezmo
han usado estos textos correcta y proféticamente muchas
veces para enseñar acerca de Juan Bautista o Jesucristo. Sin
embargo, aunque tales aplicaciones son correctas a causa del
principio de mayores cumplimientos múltiples, NO son el
centro principal del contexto.
Usando el principio de
cumplimientos múltiples (griego: apotelesmático), estos textos tienen por
lo menos tres posibles cumplimientos. El primer cumplimiento
es obvio para los que están familiarizados con el Nuevo
Testamento. Jesús mismo citó estos textos para referirse a
Juan Bautista, que preparó el camino para su ministerio y su
actividad de purificación en el templo (Mal. 4:5; Mat. 3:3;
11:10-11; Mar. 1:2.3; Luc. 1:76; 3:4; 7:26-28; Juan 1:6-7,
23; Isa. 40:3-5).
Un segundo cumplimiento
es el Señor mismo, porque el pronombre en los textos se
refiere a Dios viniendo en ira y fuego. Es el Mesías, no
Juan Bautista, quien apareció como fuego purificador para
limpiar y corregir el sacerdocio levítico en su primera
venida. Además, la gran esperanza mesiánica de Israel
anticipa al Mesías que establecerá un culto puro en el
templo a su venida en gloria al final de los tiempos.
"Acuérdate de ellos, Dios mío, contra los que contaminan el sacerdocio, y
el pacto del sacerdocio y de los levitas [por medio de sus matrimonios
con paganos]. Los limpié, pues, de
todo extranjero, y puse a los sacerdotes y levitas por sus
grupos, a cada uno en su servicio. Acuérdate de mí, Dios
mío, para bien" (Neh.13:29-31).
Sin importar cuán ciertos
sean los dos cumplimientos mencionados anteriormente, el
CONTEXTO histórico inmediato apunta bien a un sacerdote
literal llamado Malaquías, Esdras el sacerdote, o el
gobernador mismo, que usa "Malaquías" como seudónimo. Muchas
profecías mesiánicas (si no todas) tienen un cumplimiento
histórico contextual mesiánico para la gente que vivía
cuando se pronunció la profecía.
Si Malaquías es una persona real (compárese con Hageo 1:3),
todavía es vocero de Dios y gobernador. Fueron un sacerdote
(Esdras) y el gobernador (Nehemías) quienes tuvieron el celo
literal para
limpiar literalmente
el sacerdocio contaminado y restaurar los sacerdotes a su
pacto (Esdras 9-10; Neh. 13:8-13; 29-31). No debemos pasar
por alto el contexto histórico del libro de Malaquías en
Nehemías.
En los primeros
versículos del capítulo 3, Dios continúa dirigiéndose a los
sacerdotes en un discurso que comenzó en 1:6 y continuó en
2:1. En 2:17, cuando los sacerdotes preguntan burlonamente:
"¿Dónde está el Dios de justicia?", Dios responde diciendo
que su justicia comenzaría en el templo (con ellos) (3:1).
¡Son los "hijos de Leví" (no el pueblo) quienes
deben ser limpiados (3:3)!
(3:4) Es sólo después de
que Dios haya "purificado a los hijos de Leví, y les haya
purgado como oro o plata, cuando pueden presentar al Señor
una ofrenda en justicia"; sólo entonces "será la ofrenda de
Judá y de Jerusalén agradable al Señor".
Más
pecados de los sacerdotes.
Mal. 3:5 Y vendré a
vosotros para JUICIO; y seré pronto testigo contra los
HECHICEROS y ADÚLTEROS, contra los que JURAN MENTIRA, y los
que DEFRAUDAN en su salario al JORNALERO, a la VIUDA y al
HUÉRFANO, y los que hacen injusticia al EXTRANJERO, no
teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Para que se entiendan
correctamente, los textos sobre el diezmo en 3:8-10 deben
estar conectados con su contexto. Por lo tanto, para los
fines de entender el diezmo en Malaquías, ha sido necesaria
toda la anterior discusión para clarificar el contexto del
capítulo 3, especialmente los versículos 5-7. Nuevamente,
desde 1:6 hasa 4:6, el contexto se dirige principalmente a
los sacerdotes, no a la nación entera. El "vosotros" de este
versículo es una continuación del "vosotros" desde 2:17;
3:1, 2, que son los "sacerdotes".
Se acepta generalmente
que Malaquías y Nehemías vivieron en el mismo lugar en el
mismo período histórico; ambos ministerios terminaron
aproximadamente en el 400 a. C. Sin ermbargo, es imposible
establecer una fecha para Malaquías más allá de toda
controversia. Los eruditos estiman varias fechas, a menudo
basándose en sus presuposiciones. Por ejemplo, ¿el robo de
los diezmos y las ofrendas ocurrió mientras Nehemías estaba
ausente de Jerusalén, o, extrañanamente, después de que se
recibió un excedente? ¿Son los ladrones ciudadanos
ordinarios de Judá, o sacerdotes que habían guardado algunos
de los diezmos fuera del alfolí o no habían dado a los
levitas su porción de los diezmos, según Nehemías 13:10-11?
POR FAVOR, SIGA LA DISCUSIÓN
CUIDADOSAMENTE. En Nehemías, capítulos 10-13, el pueblo
había sido presionado por Nehemías para que trajera
primicias, primogénitos, ofrendas, diezmos y el siclo
del templo. Dieron tanto que fue necesario construir
almacenes.
Por las siguientes
razones, este autor cree que los que merecen ser juzgados en
el capítulo 3, versículo 5, son nuevamente los sacerdotes
levitas, no la nación en general.
Primera, se puede argumentar igualmente que
Malaquías podría haber ocurrido inmediatamente después de Nehemías
10-12 (posiblemente durante Nehemías 13:1-11) y que es una
descripción de los pecados de los sacerdotes al guardar el
diezmo, no dar a Dios lo mejor, y no proveer alimento para
sus ayudantes levitas y los otros necesitados enumerados en
el versículo 5. Esto
explica Nehemías 13:10: "Encontré asimismo que las
porciones [los diezmos] para los levitas no les habían
sido dadas [por los sacerdotes], y que los levitas y
cantores que hacían el servicio habían huido cada uno a su
heredad".
Segunda, algunos de los que enseñan el
diezmo insisten en que Malaquías estaba describiendo la
condición en Judá antes, o mucho después, de que Nehemías
hiciera cumplir el diezmo en los capítulos 10-13. ¡Esta
suposición convierte a los sacerdotes en VÍCTIMAS en vez de
ladrones! Pero convertir a los sacerdotes en víctimas es
contrario al tenor del libro entero de Malaquías. Por
ejemplo, no hay ninguna indicación de que los sacerdotes son
inocentes porque no tienen ofrendas aceptables para traer a
Dios. ¡Justamente sucede lo contrario! Dios dijo que ellos
habían retenido las ofrendas aceptables (1:14).
Tercera, no hay ninguna razón para creer que
Nehemías sólo exigiría que este diezmo obligatorio ocurriera
una sola vez en el año. Conociendo a Nehemías, tenemos que
concluir que él continuó la práctica todos los años de allí
en adelante.
Cuarta, los sacerdotes eran culpables de hechicería. Como
dirigentes religiosos responsables, habían dado el ejemplo
equivocado. Habían dicho que "la mesa de Jehová es
despreciable" (1:7, 12; 2:8). Los sacerdotes eran culpables
de adulterio
porque habían intercambiado esposas hebreas por esposas
paganas, y habían sido disciplinados especialmente por
Esdras y Nehemías (Esdras 10; Neh. 13:28-30). Además, habían
sido culpables de "jurar
falsamente" (1:13-14).
Quinta, una omisión en la lista del versículo 5 puede
proporcionar una buena razón para concluir que este texto se
dirige sólo a los sacerdotes levitas. En la ley, los levitas
son a menudo los primeros en la lista de Dios de personas
que merecen el diezmo porque no habían recibido herencia de
tierras, servían a Dios a cambio del sacerdocio de los
primogénitos, que había sido abolido, y se suponía que se
identificaban con los más pobres de Israel.
Las ordenanzas del
diezmo tanto en Deuteronomio 14:27-29 como en 26:12-13 ponen
en una lista a los "LEVITAS, los extranjeros, los huérfanos,
y las viudas" como recipientes elegibles de los diezmos.
Esta misma lista es también la que se menciona cuando el
diezmo era traído a las festividades (Deut. 16:11, 14). Sin
embargo, muchos textos mencionan a los huérfanos, las viudas
y los extranjeros y omiten a los levitas. (Véase Deut.
10:18; 24:14, 19-21; Sal. 94:6; 146:9; Jer. 7:6; 22.3, 7;
Zac. 7:10).
Si Malaquías 3:5 se refiere a que la nación
entera pecaba al oprimir a los necesitados dejando de
traer diezmos, entonces, ¿POR QUÉ NO están incluidos los
sacerdotes en la lista de los que necesitan los diezmos?
¡La lógica indica que los sacerdotes tienen que ser
NUEVAMENTE los OPRESORES más bien que los OPRIMIDOS!
Sexta, ¡hasta ahora, en Malaquías, los
sacerdotes (no el pueblo) han recibido terribles condenas de
parte de Dios! Han sido hallados culpables de una amplia
gama de pecados, incluyendo una maldición por robo (1:6,
14). "Maldito sea el engañador que en su manada tenga un
macho, y prometa, y sacrifique a Jehová una cosa corrupta".
Nehemías 13:11 debe referirse primordialmente a los
sacerdotes que ministraban en el templo como los culpables
de robar el diezmo a los levitas (sólo las porciones de los
levitas): "Entonces reprendí a los oficiales, y dije: ¿Por
qué está la casa de Dios abandonada?" - por los levitas
hambrientos en el versículo 10.
Mal. 3:6 Porque yo Jehová
no cambio; por eso, hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos.
Mal. 3:7 Desde los días de
vuestros padres os habéis apartado de mis ordenanzas, y no
las guardásteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros,
ha dicho el Señor de los ejércitos ...
(3:6) Este texto se ha
interpretado a menudo en el sentido de que Dios no cambia y
siempre demandará un diezmo del diez por ciento exacto, ya
sea que su pueblo sea el Israel nacional bajo el antiguo
pacto, la iglesia cristiana bajo el nuevo pacto, o los
creyentes más pobres y necesitados.
Sin embargo, el contexto
indica algo bien diferente. Puesto que Dios es justo y no
castigará al justo junto con el culpable, entonces juzgará
los pecados de los sacerdotes (3:1-4), y ya lo ha hecho en
gran medida (2:1-17) maldiciéndoles cuatro veces. Dios no
cambia en relación con el juicio (2:17 a 3:4). Ha puesto la
responsabilidad final por los necesitados en manos de los
sacerdotes (3:5) - y Dios no cambiará ni liberará de sus
responsabilidades a los sacerdotes culpables.
En consecuencia, en este
contexto, "Dios no cambia" significa que ¡Dios nunca cambia
acerca de juzgar el pecado! Dios cumple las promesas de su
pacto tanto en lo relativo a las bendiciones como en lo
relativo a las maldiciones.
(3:7) ¡Es absolutamente
deshonesto pasar por alto el contexto de los versículos 1-7
y comenzar a enseñar el diezmo desde el versículo 8!
Nuevamente, pregunto: "¿Está Dios hablando todavía a los
sacerdotes, o ha cambiado y ahora se dirige a la nación
entera en este versículo?" Aunque no encontramos una pista
en la frase "desde los
días de vuestros padres ...", podemos concluir
honestamente que Dios está hablando a los israelitas y no a
la iglesia.
La segunda frase: "...
de mis ORDENANZAS, y no las guardásteis", proporciona una
pista sobre a quién está hablando Dios. ¿Ha leído usted
alguna vez las palabras exactas de la ordenanza
que establece el diezmo? Esta ordenanza es Números 18, el
capítulo que sirve de base para el diezmo. "Estatuto" y
"ordenanza" ocurren cinco veces en ese capítulo (vv. 8, 11,
19, 23).
La totalidad de la ley
mosaica, o el pacto antiguo, consistía de mandamientos,
ordenanzas/estatutos y juicios. "Ordenanzas" eran los
"estatutos" del servicio de culto ceremonial, que detallaban
cada aspecto del servicio que llevaban a cabo los sacerdotes
en el santuario. Nótese que Dios NO dice: "Vosotros os
habéis apartado de mis 'mandamientos' y 'juicios'".
Compárese con Nehemías 10:29.
¡Ya sea que Dios esté
hablando sólo a los sacerdotes, o a la nación entera de
Israel, debería ser claro como el agua que los versículos
8-10 deben entenderse y explicarse en el contexto de las ordenanzas
o estatutos
de la ley mosaica, comenzando en el versículo 7! Las
ordenanzas son las leyes de culto ceremonial para los
sacerdotes en el pacto antiguo. ¡El diezmo es una de estas 'ordenanzas'
y no es un 'mandamiento' moral!
Mal. 3:7 ... Pero
dijísteis: ¿En qué hemos de volvernos?
Mal. 3:8 ¿Robará el hombre
a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijísteis: ¿En qué
te HEMOS robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
¡NOTA! ¡Si usted COMIENZA su lectura en este
capítulo (o este libro) en este versículo, está perjudicando
su propio conocimiento de la palabra de Dios, está siendo
deshonesto con el contexto de la palabra de Dios, y
probablemente no entenderá el significado de Malaquías
3:8-10! Ruego a usted que por favor se detenga ahora,
retroceda, y por lo menos lea el artículo entero hasta este
punto (preferiblemente 2 Crónicas 31 y Nehemías también).
SIN EMBARGO, si usted
rehusa retroceder y leer mi discusión anterior sobre
Malaquías hasta este punto, entonces todavía necesitará
conocer el contexto de Malaquías, las ciudades levitas, y el
programa de trabajo de los sacerdotes y levitas en el templo
de Jerusalén. ¿Por qué? Porque estos tres temas proporcionan
el contexto esencial para las prácticas del diezmo en la
palabra de Dios. La parte principal de ese contexto
inmediato es el libro de Nehemías. Si uno es completamente
honesto con la palabra de Dios, pero no está
familiarizado con el libro de Nehemías, entonces esto
cambiará seriamente lo que usted probablemente pensó que la
Biblia enseña sobre el diezmo. Nehemías discute el diezmo
mucho más que Malaquías y nos da el posible contexto exacto
del 3:8-10. ¡Abróchense los cinturones de seguridad! Para
algunos, la siguiente discusión será una carrera
desenfrenada.
A menudo, he instado al
lector a considerar una pregunta muy importante desde el 1:6
en adelante: "¿A quién está hablando Dios?" Nuevamente:
"¿Quiénes son los 'vosotros' y los 'nosotros' de Malaquías
3:8?" Aunque hay una aplicación secundaria a la gente en
general, Dios todavía está hablando específicamente a los
sacerdotes. El versículo 7 termina en que los sacerdotes,
desde el 2:17 hasta el 3:6, le preguntan a Dios: "¿En qué
hemos de volvernos?" En contexto, están preguntando: "¿Qué
tenemos que hacer nosotros los sacerdotes para volver a
guardar tus 'ordenanzas' del culto ceremonial?"
¡El versículo 8 no
comienza en un vacío! Comienza en que Dios responde a la
pregunta que hacen los sacerdotes en el 3:7. La honestidad
para con la palabra de Dios demanda que no comencemos un
estudio bíblico en el versículo 8. ¡Dios les dice a los
SACERDOTES que ELLOS le han robado en los diezmos y las
ofrendas!
Usted preguntará:
"¿Dónde dice la Biblia que Dios está hablando sólo a los
sacerdotes?" Yo respondo: (1) Puesto que ES CLARO que Dios
comenzó a hablar a los sacerdotes en el 1:6, (2)
enfáticamente continuó hablando a los sacerdotes en el 2:1,
(3) debe todavía continuar hablándoles a ellos sobre sus
altares en 2:13, (4) es claro que todavía les está hablando
desde 2:17 hasta el 3:4, ENTONCES (5) ¡Dios todavía está
dirigiéndose específicamente a los sacerdotes en el 3:8!
Pregunto: "¿Cuándo DEJÓ Dios de hablar a los sacerdotes? La
carga de la prueba debe recaer sobre los que dicen que Dios
cambió súbitamente de auditorio, de los sacerdotes a la
gente.
¿Quién le ha robado a Dios hasta ahora en el
contexto de Malaquías 3:8?
Primero, los estudiantes
bíblicos simplemente no pueden pasar por alto a Malaquías
1:13-14, que se dirige claramente a los sacerdotes del 1:6.
La NAS dice: "... habéis traído lo que fue robado
y lo que es cojo o enfermo; ¡así traéis la ofrenda! ... Pero
maldito el estafador
que tiene un macho en su rebaño y lo promete, pero sacrifica
al Señor un animal con defecto ...". Nuevamente, donde la
KJV dice "desgarrado", la NAS dice "robado", la NKJV dice
"lo robado", la RSV dice "tomado con violencia", y la TLB
dice "robado". ¡Dios dice que los sacerdotes habían "robado"
o bien más que la décima parte del diezmo, más que su
porción de las ofrendas,o ambos! Malaquías también señala
que los sacerdotes habían robado a Dios al no darle lo mejor
que habían prometido.
Segundo, cuando comparamos a Nehemías 10:37,
38 más 12:44, 47 con 13:4, 5, 10,11, es claro que el sumo
sacerdote había robado la porción para los levitas del
diezmo, porque todo lo demás estaba a la mano para ser
reemplazado. ¡Innegablemente, los sacerdotes habían robado
el diezmo a los levitas! "Encontré asimismo que
las porciones para los levitas no les habían sido dadas,
y que los levitas y cantores que hacían el servicio
habían huido cada uno a su heredad" (Neh. 13:10).
Los que objetan dicen:
"¡No, no no! ¡Todo eso es un error! ¡Los sacerdotes son
completamente inocentes! ¡El pueblo es culpable de no traer
diezmos para los sacerdotes! ¡El pueblo es culpable de robar
a Dios!"
Yo contesto esta
objeción preguntando: "¿Dónde encuentra usted esto entre
Malaquías 1:6 y 3:7?" Durante todo el libro de Malaquías,
LOS SACERDOTES HAN SIDO LOS VILLANOS, la parte culpable, los
ladrones - y ahora, de repente, ustedes dicen que ellos son la parte
maltratada. ¡Cuán inconsistente se puede ser! Dios ya ha
MALDECIDO a los sacerdotes CUATRO VECES por robarle y por no
traer lo que ya poseían. Los sacerdotes no son las pobres
víctimas inocentes que tantos predicadores quieren que
creamos que son. Los sacerdotes son los "ladrones" y los
"estafadores" que ya tienen los diezmos y ofrendas (desde
Nehemías 10:38; 12:44, 47), no le están dando a Dios lo
mejor y no están compartiendo con los levitas en Nehemías
13:10 y los necesitados en Malaquías 3:5.
La frase "diezmos y
ofrendas" significa "diezmos" MÁS "ofrendas". Y no significa
(como muchos enseñan) que todo el mundo debe dar diezmos
primero y que las ofrendas sólo se pueden dar después de que
se han dado los diezmos. ¡Eso es una mentira! En realidad,
los diezmos nunca se les exigieron a todos (especialmente a
los pobres) y los diezmos legítimos sólo podían proceder de
dentro de la nación de Israel (véase el capítulo uno). Sólo
los granjeros y criadores de animales podían diezmar de las
ganancias producidas por Dios. Todos los demás sólo daban
ofrendas de buena voluntad de lo que habían producido.
Mal. 3:9 "Malditos sois
con maldición,
porque vosotros, la nación toda, me habéis robado".
"¡Por fin", dirá el que
enseña el diezmo, "usted tiene que admitir que AHORA, en
este versículo, Dios está hablando a la NACIÓN ENTERA y no a
los sacerdotes!"
Yo contesto: "¿Cuál es
el contexto? Hasta este momento, el pronombre vosotros
se ha referido casi exclusivamente a los sacerdotes, que
reciben las maldiciones que Dios ha pronunciado contra ellos
a causa de su culpabilidad. ¿Se justifica que AHORA
concluyamos que el pronombre vosotros de repente se
refiere al pueblo, y que el pueblo ha agraviado a los
sacerdotes?" Las cuatro primeras maldiciones habían sido
pronunciadas contra los sacerdotes deshonestos (1:14 y 2:2).
Estos ministros eran culpables de robar a Dios y recibieron
la reprensión más larga y más áspera en Malaquías (1:6 a
2:9). Habían deshonrado a Dios y menospreciado su nombre
(1:6). Le habían robado al no ofrecerle lo mejor (1:7-8). Su
culto no era aceptable (1:8). Dios deseaba que uno de ellos
cesara en su culto hipócrita y cerrara con llave las puertas
del templo (1:10). Estaba cansado de su deshonestidad
(1:13-14) y les maldijo por ser engañadores y estafadores
(1:14). Hasta sus hijos serían afectados por su pecado y
reprendidos (2:3). Dios hasta prometió arrojarles estiércol
a sus rostros durante sus festividades religiosas (2:3).
"Pero", objeta el que enseña el diezmo, "el versículo 9
dice claramente 'la nación toda'".
Yo contesto: "Lea el
versículo más cuidadosamente. Por alguna razón, muchos
eruditos traductores del hebreo piensan que el versículo 9
debería decir: "la nación toda DE VOSOTROS". Aunque "de
vosotros" no aparece en la King James Version, sí aparece en
las más literales NAS y RSV (y también la muy popular NIV).
El propósito de añadir "de vosotros" no está claro, ¡a menos
que esta adición distinga entre la nación entera "de
vosotros los sacerdotes"
y el resto de la nación! Un posible precedente contextual
bíblico se ve en el robo de los diezmos a los levitas que
ministraban por parte de Eliasib en Nehemías 13:7-10, que
tenía que involucrar a otros sacerdotes. Nuevamente, sin
embargo, el punto principal hasta ahora ha sido que (por lo
menos hasta ahora) Dios había estado maldiciendo a los
sacerdotes en vez de expresar pena por ellos.
Si Malaquías 3:9
continúa la maldición del 2:2, entonces es una adición a
ella. "Enviaré maldición
sobre vosotros [los sacerdotes], y maldeciré
vuestras bendiciones; y aun las he maldecido,
porque no os habéis decidido de corazón". Hasta las
ofrendas de los sacerdotes fueron maldecidas. "Y
esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de
lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a
la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano"
(2:13).
Los sacerdotes
ciertamente necesitaban una seria limpieza: "Y se
sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a
los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata,
y traerán a Jehová ofrenda en justicia" (3:3). ¿Por
qué habría Dios de cambiar tan de repente de maldecir a los
sacerdotes a ayudarles en algunos versículos más adelante
(como dicen algunos)?
¿Exactamente qué es la
"maldición" de Malaquías 3:9? Deuteronomio 27:26 dice: "Maldito
el que no confirmare las palabras de esta ley para
hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén"
El nuevo pacto nos
enseña que Jesucristo vino como el segundo Adán (Rom.
5:17-19) y como Israel personificado (Mat. 2:15), para vivir
la vida perfecta sin pecado y obedecer cada una de las
partes de la ley (Heb. 10:9). Por fe, su perfecta obediencia
se acredita al creyente (Rom. 3:24-26; 2 Cor. 5:21). En
consecuencia, los cristianos no están, y no pueden estar,
bajo ninguna maldición bien del pacto antiguo o el nuevo
pacto porque los cristianos tienen la perfecta vida sin
pecado de Cristo en lugar de su obediencia a Dios. Como
apunta tan bien mi buen amigo Jonathan Kithcart: "¿Por qué
moriría Cristo para redimirnos de la maldición de la ley, y
luego daría la vuelta y nos pondría otra vez bajo esa misma
maldición? ¡Eso es una locura, hombre!" (55) (citado
en Gálatas 3:10).
.
Esta maldición era la
maldición del pacto antiguo. Repito, ¡la maldición de
Malaquías 3:9 era la maldición del pacto antiguo! La nación
había prometido a Dios que obedecería completamente todas y
cada una de las partes de la ley entera, o de lo contrario
quedaría bajo maldición. El auditorio de Malaquías, en
Nehemías 10:28-29, renovó sus votos del pacto antiguo y,
nuevamente, pidió a Dios que le pusiera bajo maldición si
dejaba de cumplir con cada una de las partes de la ley.
¡Amigos, es un PECADO terrible que los
predicadores cristianos saquen la maldición de Malaquías 3:9
fuera de su contexto histórico del
pacto antiguo y la usen como mazo, o como hierro candente,
para amenazar a los miembros de iglesia por no traer sus
diezmos! Sólo los israelitas pueden ser maldecidos por
semejante pecado porque ellos fueron los únicos que le
pidieron a Dios que les maldijera si dejaban de guardar su
ley perfectamente. Dios nunca entró en ningún pacto de esta
clase con la iglesia.
En Gálatas 3, el apóstol
Pablo discute la "maldición de la ley". Después de citar a
Deuteronomio 27:26 en el versículo 10, el versículo 12 dice
que la ley no se basaba en la fe. De la misma manera, el diezmo no se basa en la fe.
¡Como elegidos de Dios, los cristianos del nuevo pacto no
están bajo maldición por NINGUNA razón! ¿Cómo podemos
estarlo? Ya somos conquistadores y nuestras vidas ya están
escondidas con Cristo en Dios (Rom. 8:37; Col. 3:1-4). La
Escritura es clara sobre esto (véase también Rom. 8:1, 33;
Heb. 10:14; Efe. 1:7). ¡Crea en la palabra de Dios para la
iglesia! ¡Crea que "Cristo nos ha redimido de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque
está escrito: Maldito todo aquel que es colgado en un
madero" (Gál. 3:13)! ¡Libérese de las mentiras de
los que quieren asustarlo con una maldición abolida!
En relación con los
versículos 8-10, el muy estimado J. Vernon McGee escribió: "Por gracia, Dios
quiere que usted dé en la medida en que pueda dar. Para
algunas personas, eso sería menos que el diezmo. Y yo soy de
la opinión que muchos miembros de esta sociedad acaudalada
deberían estar dando más a Dios" (p. 84). "Quiero
recordarles nuevamente que nosotros no estamos bajo el
sistema del diezmo en la actualidad. Hay muchos creyentes
humildes con muy pocos ingresos para los cuales dar el
diezmo sería demasiado" (p. 85). "En la actualidad, no
existe tal cosa como 'dar para el alfolí'. Ésa no es la
manera en que damos porque lo que Israel daba era en forma
de productos" (p. 86) (56).
Un comentario final
sobre la maldición de Malaquías 3:9. Sólo hay tres textos en
los cuales el mismo Jesús mencionó el diezmo. Y, créanlo o
no, en realidad Jesús maldijo (pronunció ayes) a los
DIEZMADORES porque el resto de sus vidas era hipocresía.
¡Esto prueba que no hay tal cosa como bendiciones
automáticas para los diezmadores! Véanse Mateo 23:23 y Lucas
11:42; 18:12.
Mal. 3:10 Traed todos los
diezmos al alfolí y haya ALIMENTO en mi casa; y probadme
ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré
las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde.
¿Qué significa "traed todos los diezmos al
alfolí"? Durante más de cuarenta años, he tenido la
impresión de que hay algo erróneo en la interpretación
de este versículo, pero no había podido "poner el dedo en la
llaga". Aunque, a primera vista, el predicador superficial,
el estudiante, o el laico crean que este versículo se
explica por sí solo, la verdad es que está muy lejos de
hacerlo. Uno tiene que entender el contexto bíblico
inspirado tanto de Malaquías como de Nehemías para entender
a Malaquías 3:10.
La verdad es que, fuera
de este solo versículo, Dios JAMÁS mandó a nadie que trajera
TODOS los diezmos al alfolí de Jerusalén. Es necesario decir
esto nuevamente. "Fuera de este solo versículo, Dios JAMÁS
mandó a nadie que trajera TODOS los diezmos al alfolí de
Jerusalén". ¡De hecho, sucede lo contrario! Considere
cuidadosamente las siguientes instrucciones de la palabra de
Dios.
En realidad, el pacto
antiguo exigía tres diezmos diferentes, y sólo se mandaba
que se llevara al alfolí una pequeña parte. En consecuencia,
con relación a Malaquías 3:10, hay algo gravemente erróneo
en la explicación de los que enseñan el diezmo.
EL PRIMER DIEZMO, para los sirvientes levitas de
los sacerdotes, NO debía ser llevado al alfolí del
templo. "Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví TODOS LOS DIEZMOS en Israel por heredad, por
su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio
del tabernáculo de reunión" (Núm. 18:21). "Y [los
levitas] estaban en las
ciudades de los sacerdotes, para dar con fidelidad
a sus hermanos sus porciones conforme a sus grupos, así al
mayor como al menor" (2 Crón. 31:15). "Del mismo modo para
los hijos de Aarón, sacerdotes, que estaban en los suburbios de sus ciudades, por
todas las ciudades, los varones nombrados tenían cargo de
dar sus porciones a todos los varones de entre los
sacerdotes, y a todo el linaje de los levitas" (2 Crón.
31:19). "Y [traerán] el DIEZMO de nuestra tierra para los
levitas; y que los levitas recibirían los DIEZMOS EN TODAS
LAS CIUDADES [NKJV: comunidades agrícolas; NAS y RSV:
aldeas rurales] (Neh. 10:27b).
Dios mandó que Israel
trajera TODO el primer diezmo para los levitas (no para los
sacerdotes) donde ellos
vivían en sus ciudades levitas - y Jerusalén no era
una ciudad levita (véase Josué 21:9-19). Los levitas NO
vivían permanentemente cerca del templo en Jerusalén. Todos
los cuatro textos anteriores dejan absolutamente claro que
los levitas recibían el diezmo ENTERO, TODO el diezmo, en
sus ciudades - y no los sacerdotes en el templo. Después de
que los levitas recibían el diezmo, tanto los sacerdotes
como los levitas consumían la mayor parte de él fuera de
Jerusalén.
¿Qué HACÍAN la mayor
parte del tiempo estos levitas que recibían el diezmo?
Mientras estaban en el templo, los levitas eran ayudantes de
los sacerdotes, guardias, cantores, y constructores y
artesanos de todas clases. Los que estaban fuera del templo
eran criadores de animales (Núm. 35:2), maestros, políticos
y jueces, y evidentemente afinaban sus habilidades como
artesanos y supervisores de artesanos. En 1 Crónicas 23:2-4
encontramos que, del total de 38,000, 24,000 eran
constructores y artesanos, y 6,000 eran jueces civiles y
supervisores. ¡Éstos, sí, éstos, recibían la TOTALIDAD del
diezmo! ¡Ninguno ministraba como sacerdote! ¡Sorprendente en
verdad!
Además, los hechos sobre
las ciudades levitas y el programa de trabajo de 1 semana de
cada 24 (24 turnos) en el templo significaba que el 95% del
diezmo permanecía donde permanecía el 95% de los sacerdotes
y levitas. Por lo tanto, Números 18:21; 2 Crónicas 31:15-19;
y Nehemías 10:37-38 señalan claramente que es imposible que
Malaquías 3:10 se refiera a la TOTALIDAD del diezmo,
incluyendo el que pertenecía a los levitas.
El SEGUNDO DIEZMO, el
diezmo de las fiestas, NO debía ser traído para
ser guardado en el alfolí del templo. Deuteronomio 12:17-18 "Ni
comerás en tus poblaciones el diezmo ... sino que delante
de Jehová tu Dios lo COMERÁS, EN EL LUGAR que Jehová tu
Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu
sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te
alegrarás ...". Usted puede leer acerca de este
diezmo en Deuteronomio 12, versículos 6-19 y en Deuteronomio
14, especialmente el versículo 23. Este diezmo de la
festividad era traído al "lugar", es decir, "Jerusalén", a
una de tres celebraciones religiosas nacionales que eran
compartidas por TODOS.
Puesto que el diezmo era siempre en alimento, era consumido
por todos en las calles mientras Israel celebraba. Por lo
tanto, el segundo diezmo tampoco era llevado a los almacenes
del templo.
El TERCER diezmo, el diezmo de los pobres,
TAMPOCO era llevado al templo de Jerusalén. Deuteronomio 14:28-29 "Al fin
de cada tres años sacarás todo el DIEZMO de tus productos
de aquel año, y lo guardarás EN TUS CIUDADES. Y vendrá el
levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el
extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus
poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová
tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren".
Usted también puede leer sobre este diezmo en Deuteronomio
26:12-13. Este diezmo se pagaba cada tercer año y Dios
mandaba específicamente que debía guardarse en las "las
ciudades" de los diezmadores, para ser usados por
los levitas y todos los otros necesitados. En consecuencia,
el tercer diezmo ni siquiera era llevado a Jerusalén, mucho
menos al alfolí.
¿Confundido? ¿Cuántas
veces ha oído usted a los predicadores señalar estos tres
textos mientras predica sobre Malaquías 3:10? Malaquías 3:10
no es tan evidente por sí mismo ahora, ¿verdad? Claramente,
"TODO" el diezmo NUNCA era traído al "ALMACÉN". Por lo
tanto, puesto que esto no sucedía nunca, entonces, ¿cómo
puede la iglesia usarlo como su principal ejemplo de
"diezmar para el alfolí"????
Ahora hagamos que todo
este enredo tenga algún sentido. El verdadero significado de
Malaquías 3:10 queda revelado por lo que Dios mandó
realmente que fuese traído al alfolí de Jerusalén. En relación con los diezmos en
alimento, descubriremos que el alfolí de Jerusalén era
sólo el lugar en que se guardaba el alimento usado para
alimentar a los sacerdotes y levitas que se turnaban
entrando y saliendo del templo cada semana para sus
ministerios semanales.
Si usted realmente
quiere saber exactamente lo que Malaquías 3:10 quiere decir
cuando dice "traed todos los diezmos al alfolí", lea y
estudie cuidadosamente los siguientes tres juegos de textos,
Números 18:9-32; Nehemías 10:35-38; 12:44, 47; y 2 Crónicas
31:15-19.
Primero, Nehemías 10:35 (que amplía Números
18:12-13) manda al "pueblo" que traiga las "primicias" de la
cosecha "a la CASA de Jehová cada año".
Segundo, Nehemías 10:36 (que amplía Números
18:15-18) manda que el "pueblo" traiga los "primogénitos" de
todos los animales limpios a "la CASA de nuestro Dios" "a
los sacerdotes".
Tercero, Nehemías 10:37a manda al "pueblo"
que traiga las "primicias" y lo mejor de la masa, los
árboles frutales, el vino y el aceite nuevos a "las cámaras
de la CASA de nuestro Dios" "a los sacerdotes".
Cuarto, ¡NOTE EL
CAMBIO! Nehemías 10:37b (que amplía Números 18:21-24)
manda claramente al "pueblo" que traiga los diezmos, NO AL ALMACÉN,
sino "a los levitas" en sus ciudades levitas, las tierras de
pastoreo, las comunidades agrícolas, o aldeas rurales, donde
vivían los levitas (y los sacerdotes) mientras no estaban de
turno "sirviendo" como cantores o guardas en el templo. "Y [traed]
el diezmo de nuestra tierra para los levitas, [para] que
los levitas [reciban] las décimas de nuestras labores en
todas las ciudades". ¡Este hecho revela una falla
fatal en la interpretación usual de Malaquías 3:10! Puesto
que la mayoría de los sacerdotes y levitas no permanecía en
el templo, el "pueblo" normalmente NO traía los diezmos al
templo.
Quinto, Nehemías 10:38 (que expande Números
18:26) manda que los "levitas (junto con los sacerdotes)
traigan "el diezmo del diezmo", es decir, el "diezmo del
diezmo" de las ciudades levitas) "a la CASA de nuestro Dios,
a las cámaras del ALMACÉN", o casa del tesoro. "Y el
sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los
levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían
el DIEZMO DEL DIEZMO a la casa de nuestro Dios, a las
cámaras de la casa del tesoro". ¡Nótese que al
"pueblo" normalmente NO se le mandaba "traer" ninguna parte
del diezmo directamente al templo porque los levitas y los
sacerdotes era responsables de hacer eso!
10:35
|
Primicias de la tierra
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
10:36
|
Primicias de los rebaños
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
1037a
|
Lo mejor de masas, vino y
aceite
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
10:38
|
1/10 de todo el diezmo
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
0:37b
|
TODO EL DIEZMO
|
A LAS CIUDADES LEVITAS
|
PARA LOS LEVITAS
|
Al comparar todos estos
textos, es claro que al "pueblo" se le mandó traer el diezmo
a las ciudades levitas (no al depósito del templo) y que a
los levitas y sacerdotes se les mandó traer al templo la
porción pequeña del diezmo para los sacerdotes. Por lo
tanto, ¿cómo puede Malaquías estar dirigido a todo el
pueblo?
En realidad, ni siquiera toda la porción de los sacerdotes
era traída al templo. Nehemías 10:38 no dice "cuándo".
Puesto que los sacerdotes y levitas sólo servían en el
templo una semana de cada veinticuatro (1 de 24), las
porciones del diezmo que iban para el alfolí eran realmente
muy pequeñas.
Nehemías 12:44 y 47
añaden los detalles faltantes de "cuándo" se les
proporcionaba alimento a aquellos sacerdotes y levitas que
trabajaban una semana en el templo. "En aquel tiempo fueron puestos
varones [levitas] sobre las cámaras de los tesoros, de las
ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para recoger
en ellas, de los suburbios de las ciudades, las
porciones legales para los sacerdotes y levitas; porque
era grande el gozo de Judá con respecto a los sacerdotes y
levitas que servían". Puesto que tanto los
sacerdotes como los levitas sólo ministraban en el templo
una semana de cada veinticuatro, los que no estaban ocupados
como oficiales políticos y jueces vivían durante las otras
23 semanas (46+ por año) dispersos por el país, en sus
tierras no heredadas, como granjeros, criadores de animales,
o trabajando en sus muchos oficios necesarios para el
mantenimiento del templo.
Nehemías 12:44 explica
que era necesario traer alimento (de los diezmos) para
los sacerdotes y levitas que estaban de turno ministrando.
Debían llevar "sólo las porciones legales" al alfolí
del templo. Cuando Nehemías 12:47 dice: "todo Israel en días de
Zorobabel y en días de Nehemías daba alimentos a los cantores y a
los porteros, cada cosa en su día", se
refiere nuevamente sólo a la "porción" diaria que se llevaba
de las ciudades levitas al alfolí para hacer provisión para
los que ministraban (véase también 2 Crón. 31:16). Esta
"porción" era del diezmo entero de los levitas y del décimo
del diezmo de los sacerdotes. Sin embargo (y esto es
importante), ¡el resto de los diezmos se guardaba en las
ciudades levitas, donde vivía la mayoría de los sacerdotes y
levitas! Nuevamente, no tiene ningún sentido poner ALIMENTO
en un lugar mientras la GENTE vivía en otro lugar (véase 2
Crónicas 31:15-19).
¿Cómo comían los
sacerdotes de un décimo del diezmo cuando los levitas comían
del diezmo entero? Nuevamente, la respuesta se encuentra en
Números 18 y Nehemías 10:35-38. Por lo menos una vez al año,
cada familia traía primicias y primogénitos A LOS SACERDOTES
- ¡pero no a los levitas! El sentido común indica que cada
uno traía consigo su propia porción de alimento-diezmo de su
ciudad de origen.
"Bueno", preguntará
usted, "si la TOTALIDAD iba a parar a manos de los levitas
en sus ciudades y no iba para el alfolí del templo en
Jerusalén, entonces, ¿qué significa Malaquías 3:10?"
Puesto que Malaquías
3:6-7 ya nos ha recordado que Dios no cambia con respecto a
su relación de pacto con Israel, entonces debemos concluir
que Dios no cambió la ordenanza del diezmo que se encuentra
en Números 18:21-24 mientras el pacto antiguo estuviese
en vigor.
La única conclusión
lógica que queda es consistente con la evidencia de que Dios
todavía está hablando solamente con los sacerdotes desde el
1:6 y, especialmente, el 2:1: "Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este
mandamiento". Los sacerdotes habían ayudado a los
levitas a recoger los diezmos según Nehemías 10:38 y después
habían procedido a "traer
el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las
cámaras, a la casa del tesoro", no todos a la vez,
sino sólo "cada día" o, "según era necesario", para aquéllos
a los que les tocaba ministrar o "servir".
¿Qué sucedía con los
diezmos después de que habían sido "traídos" en Nehemías
12:47? Habían sido llevados del templo (robados) por
el Sumo Sacerdote (¿y otros sacerdotes?) (Neh. 13:7-10) y
tuvieron que ser reemplazados (Neh. 13:11-12) para que los
levitas pudieran nuevamente ayudar a los sacerdotes (Neh.
13:11). Si Nehemías 13 es el contexto de Malaquías 3,
¡entonces los sacerdotes habían robado la porción de los
diezmos que pertenecía a los levitas!
Ya sea que Nehemías 13
sea el contexto o no, "traer el diezmo del diezmo al alfolí"
se le ordenó, no al pueblo, sino a los levitas y sacerdotes
de Nehemías 10:38. Por lo tanto, "traed todos los diezmos al
alfolí" sólo está dirigido a los levitas y sacerdotes (o
sacerdotes deshonestos) y sólo se refiere a las porciones
diarias para los que servían en el templo. La vasta mayoría
de los diezmos DEBÍA permanecer en las ciudades sacerdotales
y levitas, donde permanecía la mayor parte de los sacerdotes
y levitas.
Los cristianos que
enseñan el diezmo no pueden aceptar esta conclusión. Aceptar
este hecho sería reconocer que, excepto por aquel único
turno que ministraba activamente, el 90% de la porción de
los levitas, TODO el diezmo de las fiestas, y TODO el diezmo
de los pobres debía permanecer fuera del alfolí. Aun
peor para los maestros del diezmo sería reconocer que el
grueso de estos diezmos permanecía en las ciudades levitas,
donde la mayoría de los levitas y sacerdotes vivían
permanentemente con sus familias.
Aunque el diezmo fuese
correcto en el nuevo pacto (que no lo es), el verdadero
significado de Malaquías 3:10 prohibe que se use para
ordenar a miembros de iglesia regulares traer TODOS sus
diezmos al llamado "alfolí" de la iglesia. En consecuencia,
PUESTO que Malaquías 3:10 no significa que Israel debía
traer la TOTALIDAD del diezmo al alfolí, ENTONCES los
predicadores no deben citarlo en el sentido de que los
cristianos también deben traer la TOTALIDAD del diezmo a la
iglesia.
LA
IGLESIA NO ES EL ALFOLÍ (O DEPÓSITO)
Los cristianos que
enseñan el diezmo hablan mucho del "alfolí" de la
iglesia. Para justificar esto, juegan con el verbo
griego thesaurizo,
que se ha traducido como "almacenar", de 1 Corintios 16:2,
para manipular el texto griego. La frase es literalmente
"por sí mismo, poner, almacenando". El texto no llama a la
iglesia un "alfolí" o almacén; meramente le dice al
contribuyente lo que debe hacer con el regalo. Muchos
comentaristas hasta dicen que significa "almacenar en casa",
sin ninguna relación con un edificio de iglesia (que, dicho
sea de paso, no existía cuando Pablo escribió 1 Corintios) o
apoyo pastoral.
Usted no hallará a los
que enseñan el diezmo usando 2 Corintios 12:14 como ejemplo
del "alfolí" de la iglesia. Pero Pablo usó el mismo verbo
griego, thesaurizo,
cuando dijo que "los hijos no deben atesorar
para los padres, sino los padres para los hijos". Por lo
menos, por lo que concernía a Pablo, les dijo a los
corintios que él, el obrero del evangelio, debía trabajar
para proveer para las necesidades de los pobres de la
iglesia. Repitió este pensamiento en Hechos 20:35.
El concepto cristiano de
la iglesia como alfolí es lamentablemente antibíblico. En el
contexto de Malaquías, el alfolí era principalmente
responsabilidad de la autoridad política, el
gobernador, para asegurarse de que se mantuviera. Los reyes
controlaban la abundancia del templo. Las Escrituras
registran siete veces que los reyes regalaron parte de la
abundancia del alfolí del templo de Dios y de su propio
alfolí real (1 Reyes 14:25-26; 15:18; 2 Reyes 12:18; 14:14;
16:8; 18:14-15; 20:13-19; 24:13). ¿Quiere usted que su
gobierno pueda hacer esto?
Por las siguientes
razones, una apropiada explicación del contexto de Malaquías
no convierte su alfolí en "el alfolí de la iglesia":
Una:
Por la discusión que antecede, EL alfolí de Jerusalén no
contenía permanentemente la totalidad del diezmo. Puesto que
la mayoría de los sacerdotes y levitas requerían el diezmo
en las ciudades levitas donde vivían ellos y sus numerosas
familias, la mayor parte de ese diezmo era guardado en esas
ciudades. Según 2 Crónicas 31:15-19 y Nehemías 12:44 y 47,
sólo las suficientes porciones diarias (o semanales para
cada grupo) se traían de las ciudades levitas para alimentar
a los que en ese momento ministraban en su turno. Esta era
sólo una pequeña porción de la TOTALIDAD del diezmo de los
levitas y del "diezmo del diezmo" de los sacerdotes (Neh.
10: 37-38).
Dos:
Mientras los alfolíes del Antiguo Testamento se consideraban
propiedad del estado religioso, la mayoría de las iglesias
del nuevo pacto no lo son.
Tres: Mientras los
alfolíes del Antiguo Testamento recibían ayuda política para
recoger sus diezmos, la mayoría de las iglesias del nuevo
pacto no la reciben.
Cuatro: Mientras
los alfolíes del Antiguo Testamento guardaban diezmos en
alimentos, las iglesias del nuevo pacto recogen dinero, que
nunca estuvo incluido en la definición bíblica de diezmo.
Cinco: Mientras los
diezmos de festividades y para los pobres en el Antiguo
Testamento proveían alimento para los necesitados, la
mayoría de las iglesias del nuevo pacto, que recogen todos
sus llamados "diezmos", retienen la mayor parte de ellos
para sí mismas y no se involucran fuertemente en obras de
beneficencia social.
Seis: Mientras el
alfolí del Antiguo Testamento proveía sostenimiento para su
sacerdocio nacional, el nuevo pacto enseña un sacerdocio de
todos los creyentes.
Siete: Mientras los
alfolíes del Antiguo Testamento fomentaban los sacrificios
sacerdotales de acuerdo con la ley, los líderes de las
iglesias del nuevo pacto son posiciones nuevas bajo nuevos
principios.
Ocho:
Mientras la mayor parte del alfolí del Antiguo Testamento
era para las porciones de los sacerdotes, consistentes de
primicias, primogénitos, impuestos del templo, y ofrendas de
voto, este patrón no es seguido por las iglesias del nuevo
pacto.
Nueve: Mientras los
diezmos del pacto antiguo eran un fondo separado formado por
ofrendas voluntarias para edificios y mantenimiento, muchas
iglesias del nuevo pacto colocan todas sus necesidades en un
programa total y eliminan correctamente el principio del
diezmo del pacto antiguo.
Diez: Puesto que
los judíos ortodoxos no manejan dinero ni recogen ofrendas
en su sábado, es dudoso que los primeros cristianos judíos
hayan cambiado esta tradición manejando dinero en una
iglesia. Sin embargo, los cristianos recogen la mayor parte
de su dinero en su día santo.
Once: Mientras que
el templo del Antiguo Testamento, como los paganos, se
convirtió en un alfolí bancario ilegítimo (tesorería), la
iglesia del nuevo pacto no debe ser usada como un alfolí
bancario comercial, o tesorería.
Mal. 3:10b "Para que
haya alimento en mi casa".
Nuevamente, según la
Palabra de Dios, los diezmos en Israel consistían de
alimentos, ¡sólo alimentos! "Traed diezmos ... para que haya
alimento" ¡significa exactamente lo que dice! Aunque el
dinero existía, ¡Dios JAMÁS incluyó el dinero en su
descripción primaria de los artículos que debían ser
diezmados! Y sin embargo, ésta es la única definición
bíblica que se da de "diezmo".
Mal. 3:10c "y
probadme ahora ...".
"Pónganme a prueba"
(NAS, NIV, RSV). El que enseña el diezmo afirma osadamente:
"Éste es el único lugar en la palabra de Dios en que Él nos
manda que lo sometamos a prueba" - ¡como si esta prueba para
Israel bajo las condiciones del pacto antiguo probara de
alguna manera que el diezmo es una doctrina del nuevo pacto!
Si esto fuese tan importante, entonces, ¿por qué el Espíritu
Santo no inspiró a ningún escritor del nuevo pacto para que
lo repitiera claramente? Dios no necesita "poner a
prueba" o "probar" a los creyentes del nuevo pacto con su
obediencia a ninguna parte de la ley antigua de la cual les
ha liberado. Los creyentes están muertos a la ley (Rom.
7:4). Cuando Pablo necesitó alimentos para los necesitados
de Jerusalén, dijo: "No es que esté dándoles órdenes, sino
que quiero probar la sinceridad del amor de ustedes
en comparación con la dedicación de los demás" (2 Cor. 8:8,
NVI). Ésa es la posición del nuevo pacto en cuanto a dar.
Esta "prueba" (lo opuesto a la maldición del versículo 8) no
es nada diferente de si Dios le dijera nuevamente a Israel
que observara TODA la ley para ser bendecido. ¡La "prueba"
era obedecer el pacto antiguo para ser bendecido!
¡Dios también puso a
prueba el carácter justo de sus hijos en el Antiguo
Testamento por la manera en que ellos trataban a los pobres!
Le pregunto a usted: Si la iglesia del nuevo pacto responde
positivamente al probar a Dios, ¿se usa el tesoro
recolectado de la MISMA manera que Dios decretó para su uso
en el pacto antiguo? ¿O conserva la mayor parte del dinero
para pagar sus propios salarios? ¿O le dice la iglesia
típica a la congregación que "pruebe a Dios" diezmando y
LUEGO "reprende a Dios" al no tener misericordia de los
pobres (Prov. 14:31)? ¿Queda la profesión de la iglesia de
"conocer realmente a Dios" demostrada al "juzgar la causa
del pobre" (Jer. 22:16)? ¿Están demasiadas iglesias,
exactamente como Sodoma, llenas de abundancia, pero no
ayudan a los pobres (Eze. 16:49)? Después de probar a Dios y
recibir abundancia de tesoros, se esperaba que Israel
tuviera cuidado de los pobres de Malaquías 3:5. ¿Está su
iglesia a la altura de esta "prueba" (Zac. 7:9-10)?
Los cristianos no son
"probados" por la obediencia a la ley mosaica. Al contrario.
En Hechos 15:10, Pedro llama "tentar a Dios" tratar de poner
a los gentiles bajo la ley. Las cartas llamaron a esta
acción "subvertir el evangelio" en Hechos 15:24.
Mal. 3:10d "Abriré las
ventanas de los cielos ..."
Mal. 3:11 Reprenderé
también por vosotros al devorador, y no os destruirá el
fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos.
Mal. 3:12 Y todas las
naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra
deseable, dice Jehová de los ejércitos.
"Te abrirá Jehová su buen
tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su
tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás
a muchas naciones, y tú no pedirás prestado (Deut. 28:12).
Deuteronomio, capítulo
28, contiene las bendiciones y maldiciones del pacto antiguo
a las que se refiere Malaquías 3. Estas bendiciones por
diezmar son las mismas
bendiciones y maldiciones del pacto que acababan de ser
renovadas por el auditorio de Malaquías en Nehemías 10:29 y
proporcionan el contexto para Malaquías. "Las ventanas de
los cielos" se refiere a la lluvia (Gén. 7:9; 2 Reyes 7:2,
19). Véase también Levítico 26:2, 3 y Deuteronomio 26:12.
En una tierra atacada a
menudo por la hambruna y la sequía, las mayores bendiciones
procedían de las "ventanas de los cielos" en forma de
lluvia. Israel era principalmente una nación cuya riqueza y
cuyo éxito dependían de sus rebaños y de su producción
agrícola. Dios prometió que no habría suficiente espacio de
almacenaje para guardar el alimento de una cosecha
abundante. La obediencia de los sacerdotes conduciría a
bendiciones en toda la tierra.
Uno podría preguntarse:
"Si Dios está hablando sólo a los sacerdotes que no podían
poseer ni heredar tierra de modo permanente, entonces, ¿por
qué les promete cosechas abundantes si traen el diezmo del
diezmo al alfolí?"
En respuesta, si la
tierra y los israelitas que trabajaban la tierra no eran
bendecidos, entonces no podrían dar diezmos a los levitas, y
los levitas no tendrían diezmos para traer a los sacerdotes.
Todos se regocijaban o sufrían juntos. Del mismo modo que un
presidente se dirige a los senadores refiriéndose a
"vuestros estados, vuestros ciudadanos, vuestra industria, y
vuestras granjas", así también Dios incluye al pueblo de los
sacerdotes en sus bendiciones. Aunque esto sea más bien
difícil de ver en las palabras exactas de estos textos, es
aun más difícil descubrir exactamente en qué punto Dios DEJA
de hablar directamente a los sacerdotes después del 2:1.
Con referencia a Números
35:2; 2 Crónicas 31:15-19; y Nehemías 10:37 y 13:10, es
también importante saber que la Biblia no dice que los
levitas no eran también granjeros o criadores de ganado;
sólo dice que la tierra en que vivían, trabajaban, y criaban
rebaños siempre pertenecía a la tribu en la cual vivían, y
no podía ser heredada ni dada en heredad.
Mal. 3:13 Vuestras palabras
contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijísteis: ¿Qué
hemos hablado contra ti?
Mal. 3:13 Habéis dicho: Por
demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley,
y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los
ejércitos?
Mal. 3:15 Decimos, pues,
ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen
impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y
escaparon.
Lea 1:6-14 una vez más;
3:13 suena como una reafirmación de 1:6-10 - los sacerdotes
habían despreciado el nombre de Dios con arrogancia al
conservar para sí los mejores animales de sacrificio (de los
diezmos o los primogénitos) y al ofrecerle los robados, los
lisiados o enfermos. El versículo 14 es similar a la vanidad
del 1:12 y el reproche del 3:7. El versículo 15 imita al
2:7-8. Nuevamente, porque los sacerdotes no habían cumplido
sus obligaciones, todo Israel había seguido su ejemplo.
Mal. 3:18 Entonces os
volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el
malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
"Por tanto, yo también os
he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como
vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis
acepción de personas" (Mal. 2:9.
Aunque los versículos 16
y 17 son comparables a todo Judá en Esdras 9:4, el versículo
18 es claramente para los sacerdotes. Es claro que los
sacerdotes habían sido culpables de parcialidad y de "no
temer a Dios", así que el 3:16 sería apropiado. Hasta
exclamaron en el 3:16 - "¡Qué cansado es", es decir, adorar
a Dios! Es responsabilidad de los sacerdotes "discernir
entre el justo y el impío" DESPUÉS de que han sido
purificados en el templo, según el 3:2-5, para que "puedan
presentar a Dios una ofrenda de justicia" (3:3).
Mal. 4:1 Porque he aquí
viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y
todos los que hace maldad serán estopa; aquel día que vendrá
los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les
dejará ni raíz ni rama.
Mal. 4:4 Acordaos de la ley
de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y
leyes para todo Israel.
Mal. 4:5 He aquí yo os
envío al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová,
grande y terrible.
Mal. 4:6 Él hará volver el
corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los
hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la
tierra con maldición.
(4:1) Esto se refiere
nuevamente al castigo de los sacerdotes malvados del 3:2,
"quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién
podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es
como fuego purificador, y como jabón de lavadores".
(4:4) Este texto es un
último recordatorio de que todo en el libro de Malaquías
está en el contexto de la ley del pacto antiguo, que ha sido
declarada sin vigencia.
(4:5) El pensamiento es
paralelo al del 3:1, cuando Dios vendrá al templo a
purificar el sacerdocio. Un cumplimiento fue el de Juan
Bautista, el mensajero de Dios, e hijo de un sacerdote.
(4:6) El libro de
Malaquías termina sin ninguna indicación de que Dios haya
dejado jamás de hablar directamente a los sacerdotes desde
el 2:1. "Y ahora, oh sacerdotes, este mandamiento es para
vosotros". Para ser honesto con su interpretación de la
palabra de Dios, los predicadores cristianos deben dejar de
engañar a los miembros de iglesia menos informados y cesar
de hacerles pensar que Malaquías 3:8-10 significa
exactamente lo contrario de lo que realmente se enseñó.
Si uno quiere realmente
hacer una correlación con la actualidad, entonces los
predicadores, antibíblicamente, han tomado el lugar de los
deshonestos sacerdotes de Malaquías. Por medio de sus
acciones, están ocultando la doctrina del sacerdocio de
todos los creyentes para poder recoger diezmos. Hacen a un
lado por completo la definición bíblica de "diezmos". Piden
que todos los diezmos sean traídos a la iglesia, pasando por
alto a Nehemías 10:37b. No ponen a disposición de los pobres
el mayor porcentaje del diezmo, como enseña la Biblia. Y nos
preguntamos por qué el Antiguo Testamento termina con la
palabra "maldición".
Nota: Este autor es plenamente consciente de
que ocurrieron grandes cambios durante y después de los 400
años que separan a Malaquías de Mateo. Aunque es muy
probable que el Imperio Romano estuviese nombrando sumos
sacerdotes y que los sacerdotes estuviesen soslayando a los
levitas al tomar los diezmos y redistribuyéndolos según les
parecía, estos cambios no estaban autorizados por Dios, y
ello no cambia la manera en que Dios quería que el diezmo
fuese manejado desde Moisés hasta Nehemías.
(55) Jonathan Kithcart, mi
buen amigo, es autor de Did
the Apostle Paul Teach Tithing to the Church? [Enseñó
el apóstol Pablo el diezmo a la iglesia?], un desafío - no
contestado - dirigido a bien conocidos evangelistas para
entrar en un diálogo sobre el diezmo.
(56)
Malachi, Through the
Bible Commentary Series, J. Vernon McGee, Malachi
3:8-10, Thomas Nelson Publishers, 1991.
De
vuelta arriba