ENSEÑAR EL DIEZMO?
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Capítulo
9
Los pobres
no diezmaban.
Jesús no diezmó
Los
pobres no diezmaban.
Deut. 26:12 Cuando acabes de
diezmar todo el diezmo de tus
frutos en el año tercero, el año
del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán de tus aldeas y se saciarán.
Deut. 26:13 Y dirás delante de
Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también
lo he dado al levita, al extranjero, al
huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado;
no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de
ellos. [Véase también 14:28-29].
Mal. 3:5 Y vendré a vosotros
[sacerdotes] para juicio [contra] ... los que defraudan en su
salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que
hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice
Jehová de los ejércitos.
1 Tim. 5:8 Porque si alguno no
provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha
negado la fe, y es peor que un incrédulo.
¡El Antiguo Testamento no
ordenaba que los pobres diezmaran! ¡En realidad, el
hecho bíblico es que sucedía todo lo contrario! La ley mosaica
mandaba que el pueblo de Israel, especialmente los sacerdotes,
alimentaran y cuidaran de los pobres, las viudas, los
huérfanos, los extranjeros, y los levitas con el diezmo. Los pobres
recibían parte de los diezmos, las ofrendas, las rebuscas, y
la liberalidad de Israel.
El Código de Leyes Judías
dice: "El que apenas tiene lo suficiente para sus propias
necesidades, no está obligado a hacer caridad, porque su
propio sostenimiento tiene prioridad sobre el ajeno" (46). El
Mishnah judío contiene otras exenciones que se aplican a los
pobres. Desafortunadamente, es demasiado común ver iglesias
grandes con muchos pobres que dan por encima y más allá de sus
medios por temor a la maldición de Malaquías 3:9. Es una
desgracia esperar que los pobres entreguen diezmos de sus
cheques de beneficencia y del Seguro Social. Muchos pobres que
diezman luego se ven obligados a depender aun más de la
beneficencia porque la iglesia no devuelve más a los pobres de
lo que recibe de ellos. Tal tratamiento es opresivo para los
pobres y un escándalo
en la actualidad.
En Stewards Shaped by Grace, Rhodes Thompson
escribe: "Algunos no están de acuerdo en que la gente sea
jamás demasiado pobre para diezmar. Pero mi experiencia en el
Tercer Mundo [India] y el centro de St. Louis me puso en
contacto con gente cuya pobreza yo había ayudado a crear, a
sabiendas o inadvertidamente, y cuya liberación de ella
todavía recibe demasiado poco de mi tiempo y mis recursos. Las
sarcásticas palabras de Lucas a los escribas y fariseos del
siglo primero nos alcanzan a través de los siglos: 'Ay de
vosotros también, intérpretes de la ley! Porque cargáis a los
hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun
con un dedo las tocáis' (Lucas 11:46). Observando a los pobres
en St. Louis hacer frente a una elección invernal entre
'carne' y 'calor', no pude poner sobre ellos la carga de
diezmar, que les habría obligado a renunciar a ambos a riesgo
de perder su salud y su vida" (47).
Por lo menos en lo
concerniente a los pobres, el Dr. James Kennedy está en lo
cierto. En un artículo de cuatro páginas, sin fecha, y
ampliamente distribuido y titulado "Diezmo" de Coral Ridge
Ministries, escribe: "2. Los pobres no dan diezmos, sino que
los reciben, bien directamente de amigos y vecinos que les
aman o por medio del ministerio del clero. Cualquier regalo
dado por un pobre sería una ofrenda voluntaria, no un diezmo.
El diezmo es el impuesto de Dios, exigido de los que ganan
dinero con su trabajo. No se exige de los que viven de la
beneficencia pública o de los que viven de sus ahorros. 3.
Nuestro primer deber económico es proveer el alimento, vestido
y vivienda para nuestras familias. El diezmo no tenía el
propósito de impedirnos proporcionar sostenimiento esencial,
físico, para los que son miembros de nuestra casa (1 Tim.
5:1-8; Mat. 15:3-9)" (48).
La
ordenanza de la rebusca.
Deut. 24:19 Cuando siegues tu mies
en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no
volverás para recogerla; será para el extranjero, para el
huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios
en toda obra de tus manos.
Deut. 24:20 Cuando sacudas tus
olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti;
serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
Deut. 24:21 Cuando vendimies tu
viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para
el huérfano y para la viuda.
El diezmo de la tierra no incluía toda la tierra.
Dios ordenó a los propietarios de tierras que no cosecharan
los rincones y que no recogieran lo que hubiese caído al suelo
durante la cosecha. Estas rebuscas sagradas eran para los
pobres. En relación con la ley de la rebusca, escribió
Edersheim: "Bicurim, terumoth, y lo que debía dejarse en los
rincones de los campos para los pobres, siempre se ponían
aparte antes de diezmar". Añadió que a un pobre que tuviese
menos de cinco ovejas no se le exigía llevar las primicias del
esquileo (49). ¡Ciertamente, los pobres no diezmaban de las
rebuscas!
A causa de que el
propósito era que fuese un siervo pobre de Dios y que no
tuviese herencia de la tierra ni ninguna riqueza personal, el
levita era a menudo puesto a la cabeza de la lista de los
necesitados y los pobres. Como tal, el levita y los de su casa
recibían diezmos (Deut. 14:29; 16:11, 14, 26:11-13). Sin
embargo, la lista de los que tenían derecho a recibir diezmos
también incluía otras personas que no poseían tierras, como
los extranjeros, los sin padre, los huérfanos, y las viudas.
Como se mencionó antes, el extranjero, el huérfano y la viuda
son parte del tema recurrente en el Pentateuco y los profetas
mayores. Como pobres que no poseían tierras, recibían diezmos,
pero no estaban exentos de ciertas ofrendas.
Las
ordenanzas de la ley disponían
sacrificios más pequeños de los pobres.
Lev. 14:21 Mas si fuere pobre, y no
tuviere para tanto [dos corderos], entonces tomará un cordero
[solamente] para ser ofrecido como ofrenda mecida por la
culpa, para reconciliarse, y una décima de efa de flor de
harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de aceite.
Lev. 27:8 Pero si fuere muy pobre
para pagar su estimación, entonces será llevado ante el
sacerdote, quien fijará el precio; conforme a la posibilidad del que
hizo el voto, le fijará precio el sacerdote.
Además
de recibir diezmos, a los pobres también se les permitía
llevar ofrendas requeridas más pequeñas y se les permitía
pagar menos dinero de redención. Los pobres tenían
muchas otras leyes especiales que les protegían. Siempre se
les permitía recuperar sus propiedades (Lev. 25:25-28); se
exigía justicia igual para ellos (Éx. 23:6; Prov. 31:9);
Israel tenía que abrir sus puertas para ellos y prestarles
dinero libremente sin intereses (Deut. 15:7-8, 11; Lev.
25:35-36); las piezas de ropa dadas en prenda por préstamos
debían ser devueltas antes de la puesta del sol (Deut. 24:12);
y los salarios debían ser pagados diariamente antes de la
puesta del sol (Deut. 24:15; Mat. 29:8; Sant. 5:4). Estas
leyes se aplicaban tanto a los israelitas como a los
extranjeros (Deut. 24:14).
Se le ordenaba a Israel
hacer regalos especiales a los pobres durante las festividades
(Ester 9:22) y cada séptimo año toda la tierra de labranza
debía permanecer ociosa y estar disponible para los pobres
(Lev. 25:6). Lo mismo ocurría con cada quincuagésimo año de
jubileo; el gran festival del jubileo era especialmente para
los pobres y los necesitados (Lev. 25:8-16, 23-35; 27:16-25;
Núm. 36:4; Eze. 46:17). Dios honra la cantidad de sacrificio
al dar más que el valor de las cosas dadas (Mar. 12:42-44).
Deja claro que oprimir al pobre es pecado (Deut. 10:19; Prov.
14:31, Jer. 22:16-17; Eze. 16:49; Amós 2:6-7; 4:1; 5:12; 6:4;
Zac. 7:9-10; Mal. 3:5-6). Dios ciertamente castigará a los que
oprimen a los pobres (Isa. 3:14-15; 10:1-2; 11:4), y los
justos serán conocidos según cómo trataron a los pobres (Deut.
12:13; 15:11; Sal. 140:12-13; Prov. 19:17; 31:20; Jer. 22:16).
¿Cómo escapará el dirigente
religioso rico? Isaías 3:14: "Jehová vendrá a juicio contra
los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque
vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre
está en vuestras casas".
José y María entregaron la
ofrenda más pequeña de los pobres.
Lucas 2:22 Y cuando se cumplieron
los días de la purificación de ellos [la de María, por haber
dado a luz], conforme a la ley de Moisés, le trajeron [a
Jesús] a Jerusalén para presentarle al Señor
Lucas 2:23 (como está escrito en la
ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado
santo al Señor) [Lev. 12:6-8]
Lucas 2:24 Y para ofrecer conforme
a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o
dos palominos.
Los padres de Jesús no
tenían que entregar diezmos. Eran pobres carpinteros a los que
no se les exigía entregar diezmos del producto de la tierra si
no poseían tierra. Cuando presentaron al niño Jesús en el
templo, no se les exigió la acostumbrada ofrenda de un cordero
del primer año, a causa de su pobreza.
Jesús
no
diezmó.
¡Jesús no diezmó! ¿Blasfemia? No, en
absoluto. Los títulos de estos capítulos son una verdadera
sorpresa para la mayoría de los que abogan por el diezmo. La
simple razón de estas afirmaciones verdaderas se encuentra en
la definición bíblica del diezmo como se explica en el
capítulo uno. La Biblia enseña claramente que sólo a los
propietarios de tierra israelitas y a los dueños de rebaños
israelitas dentro de
Israel se les exigía diezmar sus productos. Esta definición
muy estrecha, pero muy verdadera, elimina a todos los que no
eran propietarios de tierras, a todos los comerciantes, y a
todos los que eran demasiado desafortunados para criar
animales para ganarse la vida en Israel. Tampoco cambió jamás
esta estrecha definición del diezmo entre los judíos durante
más de mil años; todavía era la definición en tiempos de
Jesús.
Jesús
no
diezmó con sus discípulos;
Mateo 12:1-2; Marcos 2:23-24, Lucas 6:1-2.
Mat.12:1 En aquel tiempo iba Jesús
por los sembrados un día de reposo; y sus discípulos tuvieron
hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.
Mat. 12:2 Viéndolo los fariseos, le
dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito
hacer en el día de reposo.
¡Jesús no era una de las personas a las que se les
exigía diezmar! Jesús había sido carpintero y muchos
de sus discípulos habían sido pescadores. Si ninguno de sus
doce discípulos era granjero ni ganadero, entonces, por ley, a
ninguno de ellos se le exigía diezmar, sólo hacer ofrendas
voluntarias. Además, el incidente de más arriba sobre la
rebusca es notable. Primero,
puesto que éste no era un año sabático ni un año de jubileo,
este incidente tiene que referirse a las leyes de la rebusca.
Segundo, las leyes
sobre la rebusca eran específicamente para los pobres. Tercero, ¡los fariseos no reprendieron a Jesús y
a sus discípulos por no diezmar la cosecha! La única acusación
es la de que trabajaron en sábado.
En conclusión, puesto que
los pobres no poseían tierras y, puesto que los pobres en
realidad recibían diezmos, Dios no requería que los pobres del
Antiguo Testamento diezmaran. Los pobres ni poseían tierras
labrantías ni criaban rebaños (sustancialmente) y, puesto que
Dios está lleno de gracia y de misericordia, no está dentro
del ámbito de su carácter divino y santo pedirle a una persona
pobre que diezme y se prive a sí mismo y prive a su familia de
las necesidades básicas de la vida. No hay ni un solo texto
del Antiguo Testamento que ordene diezmar a los pobres. Dios
estaba satisfecho con aceptar sus ofrendas voluntarias.
Los que les dicen a los
pobres que den a la iglesia el diez por ciento de su ingreso
bruto y de esa manera hacen que esos mismos pobres sean
privados de las necesidades básicas, simplemente no están
enseñando principios de gracia y ofrendas voluntarias ni del
antiguo pacto ni del nuevo pacto.
- Solomon Ganzfried, Code of Jewish Law,
traducido por Hman E. Goldin (Spencetown, New York: Hebrew
Publishing, 1961), 1-111.
- Rhodes Thompson, Stewards Shaped by Grace
(St. Louis: Chalice Press, 1990), 122.
- James Kennedy, Tithe, Coral Ridge
Ministries, undated 4-page position mailer (1999?).
- Edersheim, Temple, 378.