ENSEÑAR EL DIEZMO?
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Núm. 18:23 Mas los levitas harán el
servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su
iniquidad; estatuto
[ordenanza] perpetuo para vuestros descendientes; y
no poseerán heredad entre los hijos de Israel.
Núm. 18:24 Porque a los levitas he
dado por heredad los diezmos de los
hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo
cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán
heredad.
Mal. 3:7 Desde los días de vuestros
padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardásteis.
...
Como se discutió
anteriormente en los capítulos de Números 18, Deuteronomio 12
y Malaquías 3, el diezmo era un estatuto, o una ordenanza, de
la ley mosaica. Las palabras exactas del estatuto mismo del
diezmo, Números 18, usa la palabra "estatuto" en los
versículos 8, 11, 19 y 23. Números 18:20-21 contiene las
palabras más exactas del propósito del diezmo que se
encuentran en toda la Biblia. Los diezmos eran productos
alimenticios de la tierra de Israel que debían compensar a los
levitas por su servicio a Dios, en lugar de sus perdidos
derechos de posesión de tierra en Israel. Los que a menudo
citan a Malaquías 3:8-10 por lo general omiten la reprimenda
contra Israel por violar las "ordenanzas" o "estatutos" en
3:7.
Efesios
2:12-16
abolió las ordenanzas de la ley.
Efe. 2:12 En aquel tiempo estábais
sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los
pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Efe. 2:13 Pero ahora en Cristo
Jesús, vosotros que en otro tiempo estábais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Efe. 2:14 Porque él es nuestra paz,
que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia
de separación,
Efe. 2:15 aboliendo en su carne las
enemistades, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz,
Efe. 2:16 y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en
ella las enemistades.
Concerniente a la
abolición de las ordenanzas de la ley mosaica, incluyendo el
diezmo, el capítulo dos de Efesios enseña claramente:
Uno: Los gentiles
habían estado alejados de Dios (vv. 11-12).
Dos: La sangre de
Cristo los acercó (v. 13). Como creyentes-sacerdotes, podían
"acercarse" y aproximarse a Dios directamente.
Tres: Cristo hizo uno
de los judíos y los gentiles.
Cuatro: Sin embargo,
no hizo de nosotros uno obligando a los gentiles a observar
las ordenanzas
de la ley (v. 14).
Cinco: En vez de eso,
hizo de nosotros uno derribando la pared que separaba los dos
grupos de creyentes (v. 14).
Seis: La pared que nos
separaba era "la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas" (v. 15).
Siete: Nuevamente,
Cristo destruyó la enemistad que nos separaba (v. 16).
El templo judío tenía una
serie de paredes que subdividían a su pueblo y creaban
desigualdades y diferencias culturales. La primera pared
distinguía entre el sumo sacerdote y otros sacerdotes; la
segunda pared separaba a los sacerdotes de los levitas; una
tercera pared separaba a los levitas de otros hebreos; una
cuarta pared separaba a los hebreos varones de las mujeres
hebreas, y una quinta pared separaba a todos los hebreos de
los gentiles. Un prominente aviso de advertencia prometía la
muerte para cualquier gentil que se atreviera a pasar más allá
de esta pared a los confines del templo para adorar a Yahvé.
Las "ordenanzas" de la ley
definían por lo menos las dos más importantes de estas
paredes; la disposición del templo de Salomón establecía otras
paredes; y la ley misma hasta servía como separación (Marcos
12:1; Neh. 9:13; Eze. 20:11-12). Varias ordenanzas restringían
el culto a las mujeres, los enfermos, personas a las que les
faltaba alguna parte del cuerpo, personas de genealogías
mixtas, personas contaminadas ceremonialmente, y muchas más
que eran excluidas del culto y la aceptación plenos.
El diezmo era una de las
muchas ordenanzas que establecían una marcada distinción entre
hebreos y gentiles y que, por necesidad, debían ser abolidas
si la iglesia iba a estar unida en un organismo espiritual.
Los diezmos eran alimento sólo para ser recibido de
propietarios de tierras y criadores de ganado dentro de la
sagrada tierra de Israel. Las ordenanzas definían la vida
diaria de cada uno de los hebreos, y las ordenanzas definían
todo lo que el sacerdote era y hacía.
El diezmo y sus ofrendas
asociadas estaban incluidas en la ordenanza provisional del
sacerdocio levítico.¡ Financieramente hablando, el diezmo
"creó" el sacerdocio al permitirle existir! A su vez, el
sacerdocio recibía, ponía en vigor, controlaba y hacía cumplir
otras ordenanzas, como la circuncisión, los días de fiesta,
las leyes alimentarias, y cada una de las otras costumbres
claramente hebreas.
¡Bajo las ordenanzas, los
gentiles no eran aptos para ser diezmadores! Bajo el pacto
antiguo, los gentiles no podrían jamás ser considerados como
pueblo de Dios; no podían heredar la tierra de Dios y, por
eso, no tenían tierra santa de la cual entregar diezmos. Hasta
los gentiles que habían sido circuncidados como prosélitos
eran considerados siempre "a la puerta", más bien que judíos
de pleno derecho. Un diezmo de un prosélito no podía entrar al
templo. Un sacerdote judío no debía jamás aceptar un supuesto
"diezmo" de una persona que no era judía ni procedía de un
territorio considerado como contaminado y pagano. En
consecuencia, el diezmo debía estar incluido entre las
ordenanzas que eran paredes entre judíos y gentiles.
Colosenses 2:13-17 abolió las ordenanzas de la ley.
Col. 2:13 Y a vosotros, estando
muertos en pecados y en la incircuncsión de vuestra carne, os
dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados -
Col. 2:14 anulando el acta de los decretos [estatutos] que
había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en
medio y clavándola en la cruz -
Col. 2:15 y despojando a los
principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz.
Col. 2:16 Por tanto, nadie os
juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo,
Col. 2:17 todo lo cual es sombra de
lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
Colosenses discute una
herejía semejante a la de los gnósticos, una herejía que
combinaba algunas prácticas paganas con restricciones que ya
existían bajo la ley mosaica del pacto antiguo. Falsos
maestros cristiano-judíos (y posiblemente otros) intentaban
forzar esas prácticas sobre los cristianos gentiles. Esto
pervertía el evangelio.
En su discusión sobre el
diezmo, el Wycliffe Bible
Dictionary of Theology [Diccionario Wycliffe de
Teología Bíblica] dice: "El silencio de los escritores del
Nuevo Testamento, particularmente Pablo, en relación con la
actual validez del diezmo puede explicarse sólo sobre la base
de que la dispensación de la gracia no tiene más lugar para
una ley sobre el diezmo que para una ley para la circuncisión"
(79).
Concerniente a la
abolición de las ordenanzas de la ley mosaica, el capítulo dos
de Colosenses enseña:
Uno: Al cristiano que
ha sido re-creado en Cristo Jesús le han sido perdonados todos
los pecados (v. 13).
Dos: El perdón de Dios
incluía "anular el acta de los decretos que
había contra nosotros, que nos era contraria".
La NAS dice: "habiendo cancelado el certificado de la deuda
que consistía de los decretos que
había contra nosotros". La NIV dice: "habiendo cancelado el
código escrito, con sus reglamentos, que
había contra nosotros, que nos era contrario". La RSV dice:
"habiendo cancelado la obligación que se nos oponía con sus
demandas
legales" (v. 14).
Tres: Jesús "clavó"
espiritualmente a la cruz la maldición y la culpa del pecador
causadas por estas "ordenanzas", estos"decretos", estos
"reglamentos" o estas "demandas legales" (v. 14).
Cuatro: Al hacerlo,
triunfó sobre nuestros adversarios (v. 15).
Cinco: Como resultado
de las acciones de Cristo, no debemos juzgarnos los unos a los
otros, específicamente en relación con las ordenanzas sobre
alimentos impuros y días de fiesta (v. 16).
Seis: Estas ordenanzas
eran sólo meras sombras imperfectas y temporales de cosas
futuras (v. 17) (Heb. 10:1).
Siete: La realidad y
la substancia de las cosas a las cuales apuntaban las
ordenanzas es Jesucristo (v. 17).
Aunque es verdad que las
desconocidas herejías semejantes a las de los gnósticos
contribuyeron a los problemas de la iglesia de Colosas, es
igualmente claro que también estaba involucrada alguna mezcla
judía de principios de la ley mosaica con principios de
gracia. Muy probablemente, los cristianos judíos y los
cristianos gentiles se acusaban mutuamente de violar las
tradicionales leyes alimentarias y días de fiesta de la otra
parte. Tenemos que recordar que cada cultura tenía su propia
serie de ordenanzas, y no sólo los judíos.
Este problema atormentaba
a la iglesia primitiva porque ésta no había decidido qué hacer
con todas las ordenanzas de la ley mosaica desde el Calvario.
Este problema es enfrentado en Hechos 10, 15, 21, Romanos 14,
I Corintios 8, Gálatas 2-4, Efesios 2, Colosenses 2, y todo el
libro de Hebreos. Nuevamente, es importante observar el doble
discurso y la confusión sobre las ordenanzas legales que
existían en Jerusalén por lo menos treinta años después del
Calvario. Véase el capítulo sobre Hechos 15 y 21.
¡Pablo estaba en lo
cierto! ¡Los complacientes líderes de las iglesias
cristiano-judías en Jerusalén, incluyendo a Santiago y a
Pedro, erraban al no excluir también a los cristianos judíos!
Al obligar a Pablo a ir al templo, esta disputa en la iglesia
sobre las ordenanzas causó indirectamente el encarcelamiento
de Pablo en Cesarea y su posterior encarcelamiento en Roma.
Por las siguientes
razones, los diezmos deben ser incluidos en la lista de las
ordenanzas abolidas en Colosenses.
Una: Tanto la teología
reformada como la teología dispensacional interpretan las
ordenanzas de la ley como abolidas en el Calvario; un tercer
enfoque teológico también las descarta como sectarias, en vez
de como principios eternos.
Dos: El segundo
"diezmo de las fiestas" era esencial para las ofrendas de
alimentos y bebidas en las "fiestas" del versículo 16. No
habría ofrendas de alimentos y bebidas sin los diezmos.
Tres: Del mismo modo
en que la circuncisión estaba incluida en Colosenses 2:8-11,
TODAS las ordenanzas están incluidas en las "sombras" del
versículo 17 y Hebreos 10:1.
Cuatro: La teología
dispensacional enseña que la ley mosaica, el pacto antiguo,
los mandamientos, las ordenanzas, y los juicios son todos
parte de UNA SOLA e endivisible revelación que pertenecía al
Israel del pacto antiguo. Sólo las leyes repetidas
en los principios y la redacción del nuevo pacto han sido
trasladadas a la iglesia cristiana.
Cinco: Puesto que
ninguna de las ordenanzas, incluyendo el diezmo, podía ser
guardada perfectamente, esto resultaba en los "decretos y
ordenanzas que nos eran contrarias". Este era un abierto
reconocimiento de culpa descrita por la propia mano. Nadie
(excepto Cristo) podría obedecer, ni espiritual ni
físicamente, cada una de las leyes relativas a los
sacrificios, cada una de las ordenanzas alimentarias, cada una
de las ordenanzas relativas a los días de fiesta, ni cada una
de las mínimas ordenanzas relativas a dar. Todas las otras
ordenanzas eran sólo "sombras de lo que habría de venir"
(2:17; Heb. 8:5; 10:1).
Seis: La palabra
griega dogma,
traducida en Efesios y en Colosenses como "reglamentos" (NIV)
y "decretos" (NAS) ha sido traducida como "ordenanzas" en la
King James Version. Los traductores de esta versión podrían
haber dado a esta palabra su significado más común de
"doctrina", pero reconocieron su contexto y su relación con
las "ordenanzas" del pacto antiguo.
Siete: No se menciona
el diezmo como "excepción" a la regla decretada por los
dirigentes de la iglesia de Jerusalén en el libro de los
Hechos.
Resumen:
Efesios 2:15 dice que
Cristo "abolió" las ordenanzas. Colosenses 2:14 dice que él
"anuló" o "quitó" las ordenanzas. Puesto que el diezmo era la
ordenanza fundamental que hacía posible las operaciones
prácticas diarias del servicio del santuario y sus fiestas,
debe ser incluido en la parte de la vida religiosa de Israel a
la que Cristo le puso fin. Este es un principio lógico de
interpretación. Ya sea que uno entienda que las ordenanzas
abolidas incluyen toda la ley mosaica o sólo una parte de
ella, la abolición de la parte ceremonial o cúltica de ella
hace difícil de explicar el diezmo en el nuevo pacto.
Finalmente, dondequiera
que el diezmo se encuentra en la palabra de Dios, por lo
general está rodeado por otras "ordenanzas" religiosas que
casi todos los cristianos entienden en seguida que fueron
"clavadas a la cruz" y no son aplicables en el nuevo pacto.
(79) Everett F. Harrison,
Geoffrey W. Bromiley, y Carl F. Henry, editores.,
Wycliffe Dictionary of Theology,
Orig. Baker´s Dictionary, 1960 (Peabody: Hendrickson, 1999),
s.v. "diezmo".
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