ENSEÑAR EL DIEZMO?
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Capítulo
18
La
ley mosaica
y la "ley" de Cristo;
MATEO 5:17-19
Cuando un predicador, de
pie detrás de un púlpito, insiste en que los cristianos deben
entregar a la iglesia el diez por ciento de sus ingresos
brutos, ese predicador no está fundamentado en lo básico de la
Biblia en lo concerniente a los pactos, la ley, el Israel
nacional, y la iglesia. No está "usando bien la palabra de
verdad" (2 Tim. 2:15). Está predicando "otro evangelio" y
"pervierte el evangelio" (Gál. 1:6-7). Aunque Pablo dijo que
"todo lo había llenado del evangelio de Cristo" y que no había
"rehuido anunciar y enseñar nada que fuese útil", ¡ni una sola
vez instó a nadie a diezmar (Rom. 15:19; Hechos 20:20)! Si la
epístola a los Hebreos no fue escrita por Pablo (como muchos
creen), entonces la palabra "diezmo" nunca aparece en sus escritos.
Estas sencillas
afirmaciones están plenamente respaldadas por fuentes como la
New Scofield Reference
Bible, Lewis Sperry Chafer, Walter Elwell, Theodore
Epp, John MacArthur, y Merrill Unger. A pesar de los muchos
años que uno haya estado predicando el error, nunca es
demasiado tarde para regresar a lo básico, volver a estudiar
la ley y los pactos, y predicar la verdad de la palabra de
Dios. Nos espera una bendición.
Los cristianos no están
bajo la jurisdicción de ningún código bíblico legal
que les diga lo deben hacer en cualquier área de la vida. Sin
embargo, aunque muchos predicadores estarán de acuerdo con
estas palabras en seguida, muchos discreparán y asumirán una
posición diferente cuando el tema que se discute es el diezmo.
Simplemente, no entienden los principios de la "ley de Cristo"
y la nueva creación, que conducen a dar espontáneamente de
todo corazón, y enteramente aparte de la ley.
New Scofield Reference Bible: Notas
sobre la ley: Gálatas 3.
Uno: La ley está en contraste con la gracia.
Bajo la gracia, Dios confiere la justicia que Él exigía bajo
la ley (Éxodo 19:5; Juan 1:17; Rom. 3:21; 10:3-10; 1
Cor. 1:30).
Dos: En sí misma, la ley es santa, justa,
buena, y espiritual (Rom. 7:12-14).
Tres: Ante la ley, el mundo entero es
culpable, y por lo tanto, la ley es, por necesidad, un
ministerio de condenación, muerte, y maldición divina (Rom.
3:19; 2 Cor. 3:7-9; Gál. 3:10).
Cuatro: Cristo llevó la maldición de la ley,
y redimió al creyente tanto de la maldición como del dominio
de la ley (Gál. 3:13; 4:5-7).
Cinco: La ley ni justifica al pecador ni
santifica al creyente (Gál. 2:16; 3:2-3, 11-12).
Seis: El creyente está muerto a la ley y al
mismo tiempo es redimido de ella, de manera que "no está bajo
la ley, sino bajo la gracia" (Rom. 6:14; 7:4; Gál. 2:19;
4:4-7; 1 Tim. 1:8-9).
Siete: Bajo el nuevo pacto de la gracia,
el principio de obediencia a la voluntad divina es implantado (Heb. 10:16).
Tan lejos está la vida del creyente de la anarquía de la
propia voluntad, que él está "emparentado con Cristo" (1 Cor.
9:21), y la nueva "ley de Cristo" (Gál. 6:1; 2 Juan 5) es su
deleite mientras que, por medio del Espíritu inmanente, la
justicia de la ley se cumple en él (Rom. 8:2-4; Gál. 5:16-18).
"Los mandamientos son
usados en las distintivas Escrituras cristianas como una
instrucción en justicia (2 Tim. 3:16; Rom. 13:8-10; Efe.
6:1-3; 1 Cor. 9:8-9)" (65).
Como una aplicación de los
comentarios de Scofield sobre el diezmo, concluyo: Uno: En vez de exigir
diezmos, bajo la gracia Dios otorga la capacidad de dar como
lo deseamos en nuestros corazones. Tres y cuatro: Mientras que la ley pone una
maldición sobre los que violan la ley y los que no diezman,
Cristo quitó la maldición. Cinco:
Diezmar ni justifica
ni santifica. Seis:
El creyente está muerto para cualquier cosa que la ley diga. Siete: El creyente obedece
la divina voluntad inmanente de Dios.
Como se mencionó
anteriormente, las iglesias que predican el diezmo basándose
en textos de la ley mosaica han pasado por alto las
diferencias entre la ley y la gracia, el pacto antiguo y el
nuevo, entre Israel y la iglesia. Primero: Predican un mensaje sobre el diezmo a
los creyentes que están muertos a esa ley (Rom. 7:4). Segundo: Predican una ley
débil e ineficaz que terminó en el Calvario (Heb. 7:18). Tercero: Predican una ley
que no tiene absolutamente ninguna gloria y que, en
consecuencia, no tiene ningún poder para revivir la iglesia (2
Cor. 3:10). Cuarto:
Predican una ley que ha sido cancelada, borrada, clavada en la
cruz, abolida y anulada, y que hace mucho tiempo desapareció,
porque era obsoleta (2 Cor. 3:11; Efe. 2:15; Col. 2:14; Heb.
7:18; 8:13).
Como parte de la ley
mosaica, el diezmo es ahora una doctrina sin espíritu y sin
reavivamiento. Diezmar convierte a un buen cristiano en un
legalista temeroso que tiene miedo de la ira y la maldición de
Dios si él/ella no "paga". Aleja a muchos de la iglesia porque
son demasiado pobres para dar el diez por ciento de sus
ingresos brutos. Además, impide que miembros pobres y aptos
ocupen puestos de liderazgo en la iglesia. Por otra parte, las
iglesias que predican los principios evangélicos de dar por
gracia prosperan financieramente bajo la libertad del
evangelio.
El
cristiano y la ley: Theodore Epp.
Los siguientes son
extractos sobre la ley de un excelente libro escrito por
Theodore Epp, Moses, Volume
III, Great Leader and Lawgiver. Epp fue el fundador
del programa de radio Back
to the Bible. (Los textos entre las citas han sido
omitidos).
"En estos textos (Gál.
5:18; Rom. 6:14-15), es claro que la ley mosaica, como ley, no
contribuye absolutamente
con nada a alcanzar la justificación. Por el
contrario, el estar libres de la esclavitud de la ley hace
posible que el Espíritu Santo opere efectivamente en el
creyente".
"Así, pues, la evidencia
en la Escritura es que el cristiano no está bajo la ley
mosaica. Todo esto ha sido alcanzado porque Cristo cumplió
cada una de las demandas tanto
de la ley moral como de la ley ceremonial".
"El cristiano no está bajo la ley mosaica en
ningún sentido. Pero la ley entera es parte esencial
de las Escrituras, y como tal es útil para los creyentes de
todas las edades".
"Pero, aunque debemos
sacar provecho de todas las Escrituras por cuanto aprendemos
valiosas lecciones de ellas, no todos los pasajes de las
Escrituras se escribieron específicamente para nosotros".
"El modelo de vida del cristiano no es la ley.
Si el cristiano no está bajo la ley, ¿cuál es su modelo de
vida? Básicamente, el modelo para un cristiano es hacer la
voluntad de Dios por la gracia capacitadora proporcionada en
Cristo Jesús nuestro Señor por medio del Espíritu Santo".
"La fórmula correcta para
llegar a conocer a Cristo como creyente está presentada en
Romanos 8:1-4. Esta es una referencia a la ley de Moisés, que
reveló lo terrible del pecado, hizo del pecado una
transgresión, y pronunció una sentencia de muerte como pena
por el pecado". ... Ahora que tenemos a Cristo Jesús como
Salvador, tenemos un nuevo principio de vida - 'la ley del
Espíritu de vida en Cristo Jesús'. Puesto que Dios ha puesto
en operación un nuevo principio en el creyente, éste está
capacitado para vivir una vida de victoria. Por lo tanto,
aunque el creyente es liberado de la ley mosaica, la justicia
de esa ley queda realmente cumplida en él por medio de Cristo
(8:4)".
"A los creyentes se les
ordena 'cumplir la ley de Cristo'. 'Llevar la cargas los unos
de los otros' indica la naturaleza de la ley de Cristo. La ley
de Cristo es realmente la ley del amor".
"Así, pues, aunque una
persona en esta época no está atada a la ley de Moisés, hay
mandamientos definidos de Dios que están en vigencia en la
actualidad ... 'para que creamos en el nombre de su Hijo
Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros'. Esta ley de
amor no es nueva en sí misma porque estaba en el corazón de la
ley del sistema del Antiguo Testamento ... pero ... amar como
Cristo amó es un nuevo principio" (66).
Para resumir mi
interpretación de Epp, si el diezmo, tomado sólo de la ley, no
contribuye ni a la justificación ni a la santificación,
¡entonces no tiene absolutamente ningún beneficio en la vida
cristiana! Es sólo cuando el creyente es liberado de las
obligaciones de la ley que han sido dadas en mandamientos (el
diez por ciento exacto) cuando el Espíritu Santo puede obrar
efectivamente. Si amamos como Cristo amó, y damos como Cristo
dio, debe ser totalmente innecesario mencionar el diezmo. El
diezmo se basaba en el mandamiento de Dios de sostener a los
levitas por su servicio a cambio de la herencia de
propiedades. El diezmo no estaba basado en ningún ejemplo
amoroso que las otras tribus querían demostrar para los
levitas. En realidad, la historia revela que los sacerdotes
levíticos a menudo eran despreciados. Los diezmos nunca fueron
usados como fondos misioneros para convertir a los no
israelitas.
La
"ley" de Cristo en el Nuevo Pacto.
En el Nuevo Testamento,
"ley" no siempre se refiere a la ley mosaica. No entender los
muchos usos de la palabra "ley" confunde a muchos cristianos
que no estudian la Biblia seriamente. Por ejemplo, ¡la "nueva"
"ley del amor" NO es la ley mosaica del pacto antiguo!
Dice Scofield: "La nueva 'ley'
de Cristo es el amor divino, (1) implantado en el corazón
renovado por el Espíritu Santo (Rom. 5:5; Heb. 10:16), (2) y
que fluye en la energía del Espíritu, (3) sin ser forzado,
espontáneamente, hacia los objetos del amor divino (2 Cor.
5:14-20; 1 Tes. 2:7-8; (4) la ley de libertad (Sant. 1:25;
2:12), (5) en contraste con la ley externa de Moisés: a) la
ley de Moisés exige amor (Lev. 19:18; Deut. 6:5; Lucas 10:27);
b) la 'ley' de Cristo "ES" amor (Rom. 5:5; 1 Juan 4:7; 19-20),
c) y así, toma el lugar del amor externo al cumplirla (Rom.
13:10; Gál. 5:14), d) la ley escrita en el corazón bajo el
nuevo pacto (Heb. 8:8)" (67).
Dice Unger: "(1) Esta categoría
incluye las doctrinas y los preceptos de la gracia, dirigidos
en esta época al hijo de Dios redimido. Debe observarse
cuidadosamente que el cristiano no está bajo la ley. (2) La
gracia le ha impartido todos los méritos que podría necesitar
jamás (Juan 1:16; Rom. 5:1; Col. 2:9-10). (3) Estar
"emparentado" con Cristo (1 Cor. 9:20-21) no significa que el
cristiano es sin ley. (4) Pero sí significa que, como redimido
por gracia, tiene el deber, o más bien el gracioso privilegio,
de no hacer lo que desagrada a Dios y llevar a cabo plenamente
todo lo que le agrada a Él basándose en la manifestación de gratitud espontánea por
la salvación que ha recibido por gracia" (68).
Por lo que respecta al
diezmo, algo no puede ser "espontáneo" y "ordenado" o
"esperado" al mismo tiempo. La "ley de amor" del nuevo pacto
no es comparable con el concepto de ley del pacto antiguo.
Biblia
de estudio de Zodhiates sobre la clave hebreo-griega.
"El evangelio, o el método
evangélico de justificación, es llamado (1) la 'ley de fe' en
oposición a la 'ley de Moisés' (Rom. 3:27). (2) La 'ley del
espíritu de vida' en oposición a la ley, es decir, poder,
dominio del pecado y la muerte (Rom. 8:2). (3) La 'ley real'
(Sant. 2:8) porque (4) es la ley de Cristo, nuestro Rey, (5)
'la perfecta ley de libertad' (Sant. 1:25, comp. 2:12) que libera a los creyentes del yugo
de las obervaciones ceremoniales y la esclavitud del
pecado, en oposición a la ley mosaica, que nada perfeccionó
(Heb. 7:19; 10:1)" (69).
¡Es ilógico enseñar el
diezmo cuando una ley o un principio mejor ha reemplazado la
legalista ley mosaica - esto es, el AMOR! No hay ningún "No
harás esto", sino la respuesta fluida, espontánea de la FE
viva. Esto es porque el verdadero creyente está lleno del
Espíritu Santo. ¡Como todo lo demás en la vida del creyente,
dar es una pura respuesta de fe, no de ley!
De las
leyes sombra a Cristo, la Palabra.
Rom. 3:21 Pero ahora, aparte de la
ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la
ley y por los profetas;
Rom. 3:22 la justicia de Dios por
medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.
Porque no hay diferencia.
La ley "sombra" del pacto
antiguo dice: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no
pecar contra ti" (Sal. 119:11), y "Lámpara es a mis pies tu
palabra, y lumbrera a mi camino" (Sal. 119:105). En el pacto
antiguo, la Palabra de Dios, o ley mosaica, representaba su
modelo de justicia, es decir, su modelo de juicio. Su Palabra
representaba su carácter perfecto y su sabiduría perfecta. Esa
Palabra estaba relacionada más estrechamente con la ley
mosaica en todos sus mandamientos, estatutos, y juicios.
Sin embargo, la
"substancia" del nuevo pacto revela que la "Palabra" es en
realidad "Jesucristo", ¡no la ley mosaica! "En el principio
era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era
Dios" (Juan 1:1). "Porque en él habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad" (Col. 2:9). "En estos últimos días
[Dios] nos ha hablado por el Hijo, a quien designó heredero de
todas las cosas, por el cual también hizo los mundos" (Heb.
1:2). ¡Jesucristo, la Palabra viva, no la ley mosaica, está
ahora oculta en el corazón del creyente (Gál. 2:20; Col.
1:28)! Cristo, no la ley, es ahora la lámpara del creyente
(Juan 1:9). La mayor gloria de la "ley de amor" de Dios en la
persona del inmanente Espíritu Santo, ha superado la ley
escrita (Heb. 8:8-13; 2 Cor. 3:3-6; Juan 16:13-15). ¡Cristo es
ahora el modelo de juicio de Dios! Esto significa que el
juicio de plataforma del creyente ahora es determinado, no por
la manera en que respondemos a la ley, sino por la manera en
que respondemos a Jesucristo (Juan 16:8-9; 2 Cor. 3:18; Heb.
9:26-28). La ley mosaica, buena como era, sólo servía como
verdad sombra en comparación con Jesucristo (Heb. 8:5; 10:1;
Col. 2:17). La revelación de Dios en Cristo era la totalidad
de la revelación de Dios sobre sí mismo para el hombre. En
consecuencia, sólo leyendo la ley del pacto antiguo con la
visión del nuevo pacto puede uno entenderlo correctamente (2
Cor. 3:13-14). Lo que Dios quiere que el hombre del nuevo
pacto sepa, ahora lo revela en y por medio de Jesucristo (Heb.
1:1-2).
Mateo
5:17-19
Mat. 5:17-19 No penséis que he
venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que,
hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley; hasta que todo se haya cumplido. De manera
que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy
pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado
en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los
enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Estos textos son citados a
menudo por los que quieren probar que todavía estamos
obligados a observar la ley mosaica - ¡por lo menos en cuanto
al diezmo! Sin embargo, si este texto prueba que el diezmo
existe todavía, ¡entonces prueba DEMASIADO! Por las citas y
los ejemplos del resto del capítulo, Jesús se refiere a TODA
LA LEY y no solamente a las partes llamadas "morales" de ella.
Si esta cita significa que cualquer parte de la ley todavía
está en vigencia, entonces debe significar que TODA la ley
todavía está en pleno vigor. Pero, que yo sepa, ningún
cristiano (ni ningún judío tampoco) en la actualidad pretende
estar viviendo bajo la totalidad de la ley mosaica.
Primero, nosotros simplemente no podemos
construir toda nuestra teología de la "ley" basándonos en
Mateo 5:17-19 e ignorar todos los otros textos igualmente
inspirados que, a primera vista, parecen contradecir a Mateo
5:17-19. Esta ley del diezmo cambió temprano: el cambio de
teocracia a monarquía cambió las leyes del diezmo cuando
transfirió el primer diezmo de los levitas y los sacerdotes al
rey (y a ellos les reasignó el primer diezmo) (1 Sam.
8:14-17). Ya en Salmos 110:4, la palabra de Dios deja en claro
que el Mesías cambiaría las leyes del sacerdocio, lo cual
también está implícito en el plan original de Dios en Éxodo
19:5-6. Jeremías 31:31 profetizó un nuevo pacto en el cual
cambiarían las leyes. Los muchos textos del nuevo pacto de más
arriba, que declaran que los creyentes no están "bajo la ley",
que "han muerto a la ley", etc., etc., etc., no pueden ser
ignorados simplemente porque alguien no entiende Mateo
5:17-19.
Segundo, después de declarar: "Hasta
que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasarán, hasta que todo se haya cumplido", Jesús
declaró que su propia interpretación de la ley era el modelo
mayor. "Oísteis que fue dicho (en la ley), pero yo os digo"
ocurre en los versículos 21-22, 27-28; 31-32; 33-34; 38-39;
43-44 como la nueva y mayor voluntad revelada de Dios. Las
declaraciones de Jesús en Juan 14:6 y 16:8-9 son claramente
declaraciones cumplidoras de la ley y cambiadoras de la ley:
"Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre
sino por mí". "Y cuando venga [el Espíritu Santo], él
convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De
pecado, por cuanto no creen en mí".
Los evangelios hacen lo
imposible para mostrarnos que Jesús muy rápidamente estaba
"cumpliendo" la ley en todo lo que hacía: Mateo solo usa
la palabra "cumplido" muy a menudo: el nacimiento virginal
(1:22); la salida de Egipto (2:15); Raquel que llora (2:17);
fue llamado nazareno (2:23); la gran luz de los gentiles
(4:14); llevar nuestros dolores (8:17); el Espíritu de Dios en
él (12:17); Israel ciego (13:14); enseñar en parábolas
(13:35); entrada triunfal (21:4); cumplir profecías (26:54,
56); 30 piezas de plata (27:9); suertes sobre sus ropas
(27:35).
Cuando Romanos 8:4 dice
que "la justicia de la ley se cumpliese en nosotros", se
cumplen los requisitos de Mateo 5:17-19. Cuando Romanos 10:4
dice que "Cristo es el fin de la ley, para justicia", se ha
alcanzado la meta de Mateo 5:17-19. Cuando Romanos 7:4 dice
que "vosotros también habéis muerto a la ley por el cuerpo de
Cristo", la ley ya no tiene más jurisdicción sobre el
creyente.
Tercero, Jesús cumplió totalmente la ley. Tuvo
éxito donde Adán fracasó (Rom. 5.17-19). Más importante, vino
como Israel (el que prevalece con Dios) personificado,
obedeció perfectamente las justas demandas de la ley, y murió
como el perfecto sacrificio sin pecado de la ley, que puso fin
a la necesidad de guardar ofreciendo sacrificios (Heb.
9:26-28; 10:1-3, 7-10).
(65) Scofield, s.v. "Gál. 3".
(66) Theodore H. Epp, Moses, Vol. III, Great Leader and
Lawgiver (Lincoln: Back to the Bible, 1976), 178-187.
(67) Scofield, s.v. "2 Juan 5".
(68) Unger´s , s. v. "Law of Grace".
(69)
Zodhiates' Hebrew-Greek Key Study Bible, 1984
ed., s.v., "nomos: ley 3, ayudas en el léxico 3551".
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