ENSEÑAR EL DIEZMO?
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Capítulo
11
2 Crónicas
31
Explica Malaquías
31:2 Y arregló Ezequías la distribución de los sacerdotes
y de los levitas conforme a sus turnos, cada uno según su
oficio; los sacerdotes y los levitas para ofrecer el
holocausto y las ofrendas de paz, para que ministrasen, para
que diesen gracias y alabasen dentro de las puertas de los
atrios de Jehová.
31:3 El rey contribuyó de
su propia hacienda para los holocaustos a mañana y tarde, y
para los holocaustos de los días de reposo, nuevas lunas y
fiestas solemnes, como está escrito en la ley de Jehová.
Este capítulo más bien
oscuro sobre el diezmo se combina con Nehemías para ofrecer un
trasfondo para Malaquías 3:10 al describir el uso de los
diezmos y las vidas fuera del templo tanto de los
sacerdotes como de los levitas. Desde Deuteronomio 26:13 hasta
2 Crónicas 31:5, no se menciona la palabra diezmo en la Escritura.
Este período abarcaba desde los jueces, el reino unificado
bajo los reyes Saúl, David y Salomón, hasta el intento de
reformas del rey Ezequías justo antes del 700 a. C. -
¡aproximadamente 800 años!
Cuando el diezmo se
menciona nuevamente, la orden de recogerlo y guardarlo procede
del rey, la autoridad política, que delegó esta autoridad
política en los sacerdotes. El culto del templo, la
observancia de la ley mosaica, y la entrega de los diezmos
habían sufrido bajo reyes malos que, a menudo, pagaban tributo
a otras naciones y con frecuencia adoraban dioses falsos. El
predecesor de Ezequías había cerrado el templo y adorado a
Baal.
El rey Ezequías tuvo que
comenzar todo nuevamente al continuar la tradición de David de
nombrar a los sacerdotes y a los levitas y separarlos en 24
turnos para que sirvieran una semana cada vez en el santuario
(31:2) (1 Crón. 24). Hasta cedió algo de la porción del rey,
de lo mejor, su primer impuesto-diezmo (comp. con 1 Sam.
8:14-17).
31:4 Mandó también al pueblo que habitaba en
Jerusalén, que diese la porción
correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que
ellos se dedicasen a la ley de Jehová.
La porción (que usted
debería conocer si ha estado leyendo este libro) significa que
un décimo de los productos agrícolas y de los rebaños de
Israel se les daba a los levitas, los cuales, a su vez, daban
un décimo de su décimo a los sacerdotes (Núm. 18:21-26). (A
menos que Jerusalén se hubiese añadido más tarde) Ezequías
erró al ordenarles a los que vivían en Jerusalén que llevasen
sus diezmos directamente al templo, porque Jerusalén no era
una ciudad sacerdotal levita (véase Josué 21:9-19). Puede que
el diezmo haya sido descuidado por tanto tiempo que este
detalle de la ley hubiese sido olvidado.
31:5 Y cuando este edicto fue
divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de
grano, vino, aceite, miel y de todos los frutos de la tierra;
trajeron asimismo en abundancia los DIEZMOS de todas las cosas.
31:6 También los hijos de Israel y
de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del
mismo modo los DIEZMOS de las
vacas y de las ovejas; y trajeron los DIEZMOS (53) de lo santificado, de las
cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y los depositaron
en montones.
Estos textos revelan que
la gente ordinaria obedecía a su rey y probablemente no sabía
que la ley había canalizado estas ofrendas en dos direcciones
diferentes. Aunque se suponía que todos los primogénitos, las
primicias, y todas las ofrendas de votos debían ser entregadas
a los sacerdotes de Jerusalén, se suponía que la gente
llevaría todos los diezmos a las ciudades levitas para que los
sacerdotes y levitas juntos llevaran las porciones necesarias
al templo para los que ministraban por turnos (Neh. 10:35-38;
12:44, 47).
31:7 En el mes tercero comenzaron a
formar aquellos montones, y terminaron en el mes séptimo.
31:8 Cuando Ezequías y los
príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron a Jehová
y a su pueblo Israel.
31:9 Y preguntó Ezequías a los
sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones.
Algo no tenía sentido. ¿No
era éste el mismo templo que Salomón había construido? ¿Qué
había hecho Salomón con todo este alimento y todos estos
animales? ¿Dónde los había puesto Salomón? ¿Había ocurrido
antes este problema? El rey tuvo que preguntarles a los
sacerdotes y a los levitas. ¿Debía el rey haber ordenado al
pueblo que llevara sus diezmos directamente al templo? Para
gran desengaño de los que interpretan mal Malaquías 3:10, los
versículos 15 al 19 [sic] dejan bien claro que sólo una
pequeña cantidad de diezmos fue realmente llevado directamente
al templo en Jerusalén (véase Neh. 10:37, 38).
En este punto, es necesario
pasar revista a las ciudades sacerdotales y los 24 turnos,
pero se desarrollarán más en el capítulo siguiente.
Brevemente, primero,
como se dijo arriba, se suponía que los sacerdotes y los
levitas vivirían permanentemente en sus ciudades designadas
(véase Josué 20, 21 y Números 35) y Jerusalén NO era una
ciudad levita. Segundo,
los sacerdotes y levitas habían sido divididos en 24 turnos, o
divisiones, que se turnaban sirviendo (cree la mayoría) sólo
una semana cada vez en Jerusalén (comp. 2 Crón. 23:8). Esto
significa que la vasta mayoría de sacerdotes y levitas debía
vivir permanentemente fuera de Jerusalén. Por lo tanto, el
sentido común enseña que los diezmos debían ser llevados, NO
AL DEPÓSITO DEL TEMPLO, ¡sino a las ciudades levitas donde
vivían los sacerdotes y los levitas! Desafortunadamente para
muchos, estos hechos de Josué 21 y Nehemías 10:37, 38
destruyen el argumento sobre el diezmo usado en Malaquías
3:10, que será discutido más adelante.
31:10 Y el sumo sacerdote Azarías,
de la casa de Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a traer
las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos
saciado y nos ha sobrado mucho, porque Jehová ha bendecido a
su pueblo; y ha quedado esta abundancia de provisiones.
31:11 Entonces mandó Ezequías que preparasen cámaras en la
casa de Jehová; y las prepararon.
31:12 Y en ellas depositaron las
primicias y los DIEZMOS y las
cosas consagradas fielmente; y dieron cargo de ello al levita
Conanías, el principal, y Simei su hermano fue el segundo.
31:13 Y [otros levitas] fueron los
mayordomos al servicio de Conanías y de Simei su hermano, por mandamiento del rey Ezequías y de Azarías,
príncipe de la casa de Dios.
13:14 Y el levita Coré hijo de
Imna, guarda de la puerta oriental, tenía cargo de las
ofrendas voluntarias para Dios, y de la distribución de las
ofrendas dedicadas a Jehová, y de las cosas santísimas.
Aunque el rey preguntó
tanto a los sacerdotes como a los levitas sobre lo que se
debía hacer con los montones de diezmos, sólo el sacerdote en
jefe contestó. Me pregunto por qué. ¿Sería que sabía que se
suponía que hasta la gente que vivía en Jerusalén traería los
diezmos a las ciudades levitas, como Nehemías dispuso más
tarde en Nehemías 10:37?
Si de hecho TODOS los
diezmos habían sido llevados al alfolí en Jerusalén, ¡entonces
Ezequías estaba errado! Esto querría decir que Ezequías y el
sumo sacerdote, Azarías, no habían leído la ley con cuidado,
como lo hizo Nehemías (en Neh. 10:29). En consecuencia, ¡la
orden de Ezequías sería una aberración y no la norma! Sin
embargo, el contexto de los siguientes textos demuestra que la
mayor parte de los diezmos NO era llevada al templo.
Aunque a los que enseñan
el diezmo les gusta llamar a la iglesia el alfolí de Dios para
el diezmo, ¡fueron el rey Ezequías y el sumo sacerdote
Azarías, NO Dios, quienes primero ordenaron incorrectamente
que (algunos) diezmos fueran llevados por el pueblo
directamente a los almacenes en Jerusalén! Un alfolí era la
tesorería para el botín de guerra y las riquezas. Otro alfolí
(más bien un cuarto de depósito) guardaba las primicias
y los primogénitos que serían consumidos por los turnos
semanales de los sacerdotes que ministraban. Por supuesto,
esos levitas que hacían sus turnos de una semana sirviendo en
el templo también requerían un lugar para almacenar su
alimento de los diezmos (Neh. 12:44, 47). Considere esto: Si
el rey Salomón había construido almacenes para alimentos
dentro de Jerusalén para los diezmos en tiempos de abundancia,
entonces Ezequías ya tenía
los almacenes de Salomón para usarlos en su tiempo, cuando
había mucho menos.
31:15 Y a su servicio estaban
[otros levitas] en las CIUDADES DE LOS SACERDOTES para dar con
fidelidad a sus hermanos sus porciones conforme a sus GRUPOS,
así al mayor como al menor.
Números 34, Josué 21, 2
Crónicas 31:15, 19; y Nehemías 10:37-38; 13:10 nos recuerdan
que los levitas y los sacerdotes vivían en suburbios
"proporcionados" de ciudades levitas designadas. Nehemías
10:37 está en lo correcto cuando dice "y traeríamos el diezmo
de nuestra tierra para los levitas; y que los levitas
recibirían las décimas de nuestras labores en todas las ciudades". Y
Nehemías 10:38 está en lo correcto cuando dice que los
sacerdotes recibían su décimo del diezmo de los levitas, no en
Jerusalén, sino en los suburbios de las ciudades. "Y el
sacerdote hijo de Aarón estaría con los levitas, cuando los levitas recibiesen el diezmo".
Finalmente, Nehemías 10:38 señala correctamente que los
levitas (con los sacerdotes) traían porciones de los diezmos
al templo para los sacerdotes (y los levitas) que
servían diariamente; - "y los levitas traerán el diezmo de los
diezmos a la casa de nuestro Dios, a las cámaras, dentro de la
casa del tesoro". ¡ESTE ES EL CONTEXTO DE MALAQUÍAS 3:10!
Nuevamente, el sentido
común nos dice que la mayor parte del DIEZMO era llevado a
localidades rurales para ser distribuido a 23 de los 24 grupos
que en ese momento no estaban ministrando en el templo, y al
resto de las familias de los varones que estaban fuera para
servir en el templo durante una semana. La distribución era
controlada por los levitas.
31:16 Se distribuían [las
porciones] entre los varones de tres años para arriba que
estuvieran inscritos en el registro genealógico y que prestaran diariamente sus
servicios en el templo del Señor, según sus respectivos
TURNOS y oficios.
Los levitas asignados a la
distribución de los diezmos en el versículo 15 no tenían que
distribuir a los que en ese momento servían en el templo
porque éstos recibían distribuciones de las traídas en los
versículos 5 y 6. Este texto es claro: la única porción del
diezmo necesaria para el templo era justamente la suficiente
para alimentar a los sacerdotes y levitas para su semana
particular. Hasta las esposas, las hijas, y los varones
jóvenes de estos sacerdotes y levitas comían de los diezmos de
sus ciudades. Es muy probable que hasta esta excepción a la
ley ordenada por Ezequías hubiese sido corregida por Nehemías,
y que cada sacerdote y cada levita trajera su propia porción
del diezmo de las ciudades al ir a servir.
31:17 También a los que eran
contados entre los sacerdotes según sus casas paternas; y a
los levitas de edad de veinte años arriba, conforme a sus
oficios y GRUPOS.
31:18 Eran inscritos con todos sus
niños, sus mujeres, sus hijos e hijas, toda la multitud;
porque con fidelidad se consagraban a las cosas santas.
Estos textos son más
fáciles de leer en otras traducciones. Hay un recordatorio más
de que el rey David había dividido a los sacerdotes y a los
levitas en 24 diferentes grupos o divisiones para que se
turnaran ministrando en el templo.
31:19 Del mismo modo para los hijos
de Aarón, SACERDOTES, que estaban en los SUBURBIOS DE SUS
CIUDADES, por todas las ciudades, los varones nombrados tenían
cargo de dar sus porciones a todos los varones de entre los
sacerdotes, y a todo el linaje de los levitas.
Josué 21, 2 Crónicas
31:19, Nehemías 10:37 y 13:10 enseñan que, aunque estaban
fuera del templo durante 23 de las 24 semanas, los sacerdotes
y levitas vivían permanentemente "en los suburbios". La NAS
dice "tierras de pastoreo"; la NKJV dice "tierras
comunitarias"; la NIV dice "tierras de labranza".
"¡Yo creía que, puesto que recibían el diezmo, se
suponía que ellos eran ministros de tiempo completo en el
templo!" ¡Ése es el MITO que los predicadores quieren
que creamos! ¡En realidad, muchos de ellos tenían que ser
PASTORES o granjeros la mayor parte del tiempo! ¡Cuando no
estaban en el templo llevando a cabo rituales, cantando,
haciendo guardia, o reparando, estaban cuidando de los
animales traídos a ellos en forma de DIEZMOS! ¡Deténgase y
piense por un momento! Si cada DÉCIMO animal se les daba a los
levitas, y los levitas daban cada DÉCIMO animal a los
sacerdotes - ¿exactamente QUIÉNES creen ustedes que cuidaban
de estos animales? "Y
tendrán ellos las ciudades para habitar, y los suburbios de
ellas serán para sus animales, para sus ganados y
para todas sus bestias" (Núm. 35:3).
Esto nos lleva 1 Crónicas
23:4 nuevamente: "De éstos,
veinticuatro mil [24,000] para dirigir la obra de la casa de
Jehová, y seis mil
[6,000] para gobernadores y jueces [civiles y
religiosos]". ¿Dónde creen ustedes que los 24,000
levitas obtuvieron toda la habilidad necesaria para construir,
mantener, y supervisar la construcción y el mantenimiento del
templo? ¡Seguramente no podían supervisar algo que ni siquiera
conocían! La respuesta que yo sugiero es probablemente "tabú".
La única conclusión lógica es que muchos de ellos adquirían
estas habilidades como artesanos en sus ciudades levitas
cuando no estaban en sus puestos en el templo. Los levitas y
sacerdotes eran usados también como jueces tanto CIVILES como
religiosos y dirigentes durante todo el reinado de David y
después de su muerte.
La Biblia NO dice que no
se suponía que los levitas y los sacerdotes trabajasen fuera
del templo. De ser esto cierto, entonces el rey David cometió
un terrible error en 1 Crónicas 23:4. Además, esto convertiría
a los sacerdotes y a los levitas poco más que en gorrones que
sólo trabajaban una semana de cada veinticuatro. El texto de
prueba que se da a menudo, Números 18:21-24 (que pocos leen en
realidad), sólo enseña que ellos recibían el diezmo en lugar
de una herencia de la tierra. La lógica enseña que, así como
los que SÍ tenían herencia de tierra también podían trabajar
en otras ocupaciones, los sacerdotes y los levitas que NO
tenían herencia de tierras también podían trabajar en otras
ocupaciones.
Mucho antes del tiempo de
Jesús, los sacerdotes y los levitas se habían distanciado de
los judíos promedio por razones de política, riqueza,
rituales, y puro esnobismo. Vemos esto mejor en la parábola de
Jesús sobre el buen samaritano.
Aunque controlaban los
muchos sanedrines (el sistema de tribunales), el vacío
espiritual que los sacerdotes y levitas habían dejado al no
enseñar la ley había sido llenado por las sinagogas bajo el
liderazgo mayormente de rabinos, que no eran ni sacerdotes ni
levitas. Estos rabinos, que dieron el ejemplo para Pablo y la
iglesia primitiva, por lo general consideraban indecente
enseñar la ley por dinero o por otras ventajas. Mi punto es
éste: ¡la mera existencia de las escuelas de profetas en los
tiempos del Antiguo Testamento y las sinagogas PRUEBA que los
sacerdotes y levitas no habían pasado su tiempo fuera del
templo (23 de los 24 grupos) enseñando la palabra de Dios!
Resumiendo, en Nehemías el
diezmo es nuevamente un impuesto político iniciado, ordenado,
y hecho cumplir por el rey (31:49). Nuevamente, no hubo
oposición contra el concepto de control político del diezmo.
Si estos textos se aplicaran a la iglesia cristiana, entonces
el que recibe los diezmos estaría obligado a ministrar en el
altar sólo durante 1 semana de cada 24 - extraño en verdad.
53 La segunda palabra,
diezmo, es considerada un
error textual por muchos, y hasta es omitida en la RSV.
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