William Miller
promocionó una fecha para el regreso de Cristo en
octubre de 1844. Sin embargo, el movimiento resultó
en un desanimador fracaso cuando Cristo no regresó
según lo planeado. El movimiento pronto se derrumbó,
y Miller reconoció que su mensaje había sido un
desengaño. Los seguidores de Miller se dividieron en
varios grupos, uno de los cuales se convirtió más
tarde en los Adventistas del Séptimo Día. Este grupo
creía que debía llevar a cabo la obra de Miller y
proclamar el "mensaje de Juan el Bautista" del
inminente regreso de Cristo.
Surge un profeta
En
este grupo se levantó un profeta,
y el mensaje de este profeta era el inminente
regreso de Jesús. Ellen White tuvo una
"visión" en Dorchester el 18 de noviembre de
1848, y Joseph Bates publicó una transcripción
de ella en su libro The Seal of the Living God.
En esa visión, Ellen White dijo:
"La tribulación
ha comenzado, y la razón de que los
cuatro vientos no hayan sido soltados es que no
todos los santos han sido sellados ...".
En
el
verano de 1849, una peste local azotó la región.
La Sra. White, viendo esto como cumplimiento de
la profecía que indicaba el fin del mundo,
predijo que esta peste pronto se extendería:
"Lo que hemos visto
y oído de la peste no es sino el principio de lo
que veremos y oiremos. Pronto,
los muertos y los moribundos estarán por todas
partes alrededor de nosotros". (Present Truth,
septiempre de 1849).
No mucho tiempo
después de que se escribiera esta profecía, la peste
terminó, y Estados Unidos entró en un período de
relativa paz y prosperidad que duró muchos años. (La
cita precedente fue eliminada del artículo cuando
sde volvió a publicar en Early Writings [Primeros Escritos]
en 1882. Pocos adventistas conocen de su
existencia).
En
abril de 1850, la Sra. White estaba asegurando
que el zarandeo final había comenzado:
"El
poderoso zarandeo ha comenzado". (Present
Truth, abril de 1850).
El 27 de junio de 1850, la Sra. White escribía que
sólo quedaban algunos
meses para que la gente se preparara:
"Dijo mi
ángel acompañante: 'El
tiempo
casi ha terminado. Preparaos, preparaos,
preparaos'.... Ahora el tiempo casi ha terminado
... y lo que a nosotros nos ha tomado años
aprender, ellos tendrán que aprenderlo en unos
meses". Early Writings, pp. 64-67.
Esta es una afirmación muy significativa. La
Sra. White estaba diciendo que las verdades que ella y
sus asociados habían pasado años aprendiendo, los
nuevos conversos tendrían que aprenderlo en sólo
algunos meses. Para septiembre de 1850, la Sra. White
advertía que la obra de Jesús en el Lugar Santísimo
casi había terminado:
"Vi que el
tiempo en que Jesús estaría en el Lugar Santísimo
casi había terminado, y que el tiempo no puede durar
sino un poquito más. ... El tiempo del sellamiento
es muy corto y pronto terminará".
(Experience
& Views, pp. 46-47).
Quizás
la
más tristemente famosa predicción de la Sra.
White acerca del inminente regreso de Cristo es
la que hizo en una conferencia de creyentes en
1856. Esta declaración fue publicada más tarde
en el libro Testimonies y
llamó mucho la atención dentro de la iglesia
adventista. La Sra. White aseguraba que se le
había mostrado en visión que algunos de los que
estuvieron presentes en la conferencia de 1856
serían trasladados:
"Se me
mostró la compañía presente en la conferencia.
Dijo el ángel: 'Algunos serán pasto de los
gusanos, algunos serán víctimas de las siete
últimas plagas, y algunos estarán vivos y
permanecerán en la tierra para ser trasladados a
la venida de Jesús'". (Testimonies,
tomo 1, p, 131).
A la Sra. White se le
dio una visión mostrándole la suerte de los que
asistieron a la conferencia. Ella afirma
específicamente que algunos de ellos experimentarían
las siete últimas plagas, y algunos estarían vivos
cuando Jesús regresase. Los White tenían tal
confianza en esta "visión" que fue publicada en el
libro de la Sra. White Testimonies to the Church y
recibió amplia difusión. Sin embargo, para
principios de 1900, todos los que asistieron a la
conferencia habían fallecido, dejando a los
dirigentes de la iglesia con el dilema de inventar
una manera de explicar un fracaso profético tan
prominente.
Uno
se pregunta cómo pudo equivocarse tanto el "don
de profecía" sobre el tiempo del regreso de
Cristo. El mensaje de Juan Bautista fue dado
dentro de algunos años de su cumplimiento, y sin
embargo, los adventistas - 165 años después de
1844 - todavía insisten en que ellos son el
pueblo designado especialmente por Dios para
hablarle al mundo sobre el inminente regreso de
Cristo, como si todas las otras iglesias
estuviesen de alguna manera ignorando el hecho
enteramente.
PREGUNTA:
¿Por qué enviaría Dios un mensaje en la década de
1840 para advertir de su "inminente regreso"
cuando Él sabía todo el tiempo que su regreso no
era inminente en absoluto y que el mensaje no
vería su cumplimiento ni siquiera durante las
vidas de los tatatatatataranietos de los que lo
escucharon?
¿Un profeta para el fin del tiempo?
Los adventistas
enseñan que se levantaría un profeta al fin del
tiempo. Pfandl escribe en el folleto:
"En el libro de Apocalipsis, Dios
prometió que habría una manifestación especial
del don de profecía en el tiempo del fin
(Apoc. 12:17; 19:10; 22:8, 9)".
En pocas palabras, los adventistas
enseñan que ellos son el remanente especial porque
...
- Ellos son el
"testimonio de Jesús" (Apoc. 12:17), que es ...
- El Espíritu
de profecía (Apoc. 19:10), que es ...
Según la
escatología ASD, los eventos descritos en
Apocalipsis 12:17 ocurren después del fin del
período de supremacía papal en 1798. Puesto que
Ellen White apareció después de 1798, ella encaja
perfectamente en el crucigrama profético ASD. Por
supuesto, todo esto se afirma basándose en numerosas
suposiciones, ¡no siendo la menor de ellas que Ellen
White era una verdadera profetisa!
PREGUNTA: Si dejamos que la Biblia
se interprete a sí misma, ¿nos dice ella que Ellen
White es el "testimonio de Jesús"?
RESPUESTA: La Biblia nos dice
que el apóstol Juan tenía el "testimonio de
Jesús" (lea Apoc.1:2, 9). Obviamente, Juan tenía
el "don de profecía" porque escribió el libro de
Apocalipsis. Por lo tanto, podemos decir con
seguridad que Juan tenía el espíritu de
profecía.
Por lo tanto, si
dejamos que la Biblia se interprete a sí misma, el
"remanente" de Apocalipsis 12:17 podría referirse a
los que se atienen a los escritos proféticos del
apóstol Juan (el testimonio de Jesús),
particularmente el libro de Apocalipsis. Por lo
tanto, cualquier iglesia que tenga los escritos
proféticos de Juan tiene el testimonio de Jesús y el
espíritu de profecía.
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