FOLLETO DE ESCUELA SABÁTICA

PARA EL PRIMER TRIMESTRE DE 2009

TITULADO "EL DON DE PROFECÍA"

LECCIÓN 10


 Un punto de vista alterno por Dirk Anderson (2009)



La lección 10 es un repaso de las doctrinas con las cuales todos los Adventistas están familiarizadas. Estas doctrinas fueron formuladas y acordadas por los hermanos, y luego Ellen White puso sobre ellos su sello de aprobación divina. Examinemos cada una brevemente.

Justificación por la fe

Esta doctrina llegó a la Iglesia ASD en 1888 por medio de A. T. Jones y E. J. Waggoner. Para crédito de Ellen White, ella adoptó el mensaje de 1888 y lo respaldó con su influencia. Uno podría preguntarse: Si el Señor ya tenía una mensajera designada en la iglesia, a saber, Ellen White,  ¿por qué no le envió a ella el mensaje de la "justificación por la fe"? El hecho es que ninguna revelación nueva en relación con ningún tema religioso llegó jamás por medio de Ellen White. Parece que su posición era la de poner el "sello de aprobación" en cualesquiera doctrinas que los principales líderes concebían.

El mensaje del santuario

Después del mensaje de 1888, llegó otro mensaje a la Iglesia ASD. En 1901, A. F. Ballenger comenzó a estudiar el mensaje ASD sobre el santuario. Compiló una impresionante colección de evidencias bíblicas demostrando que la posición tradicional ASD era errónea. Desafortunadamente para Ballenger, la Sra. White había tenido visiones anteriormente en su carrera que ya habían puesto el "sello de la verdad" sobre esa enseñanza. Descartar esta tradicional enseñanza ASD sería descartar las enseñanzas de Ellen White. La Sra. White no estuvo dispuesta a tolerar esto, así que le disparó un testimonio a Ballenger ordenándole que confiara en las "demostraciones del Espíritu" antes que depender enteramente de la palabra de Dios. (1) Ballenger decidió obedecer a la Biblia y eventualmente fue expulsado de la Iglesia ASD. Este episodio desmiente la pretensión de que los Adventistas del Séptimo Día consideran la Biblia como autoridad "final". Desde aquel día, más de un eudito Adventista ha puesto en duda la tradicional enseñanza Adventista, pero los oficiales corporativos de la iglesia todavía están reacios a cambiar esta doctrina por temor a trastornar la "autoridad" de Ellen White.

El sábado

La doctrina del sábado no fue descubierta por Adventistas del Séptimo Día estudiando sus Biblias, ni les fue comunicada por medio de Ellen White. La principal influencia para llamar la atención de los primeros Adventistas hacia el sábado fue Joseph Bates, que adquirió la enseñanza de los Bautistas del Séptimo Día, que habían estado guardando el sábado durante más de 100 años. Al principio, los White no estuvieron dispuestos a aceptar el sábado, pero después de un tiempo lo aceptaron. Después, Ellen White tuvo visiones que pusieron el "sello de aprobación" a la doctrina del sábado de Bates.

El estado de los muertos

El "estado de los muertos" fue promovido primero entre los Adventistas del primer día. Esta enseñanza fue adoptada más tarde por los Adventistas observadors del sábado. Como se mencionó antes, la Sra. White, en una de sus primeras visiones, vio a los santos muertos caminando de aquí para allá en el cielo. Después de que adoptó la doctrina del sueño del alma, nunca más volvió a ver a los santos muertos en visión.

La Segunda Venida

La sola razón de que los Adventistas del Séptimo Día existan en la actualidad es una errónea interpretación en el sentido de que el Señor regresaría a la tierra en 1844. Quizás algo bueno salió de este fracaso, porque los primeros Adventistas pasaron mucho tiempo escudriñando las Escrituras, tratando de entender los aconteciomientos del fin del tiempo. Para su crédito, los Adventistas llegaron a la conclusión de que no hay ningún rapto secreto, y más de una iglesia aprendió algo de los Adventistas sobre este  punto.

¿Perdieron de vista el mensaje más importante?

¿Perdieron de vista los Adventistas del Séptimo Día el mensaje cristiano más importante: el evangelio de Jesucristo y su justicia? Pfandl escribe en la lección del viernes:

Durante los primeros años, muchos de nuestros pioneros quedaron fuera de balance en su predicación de la ley. De aquí que Ellen White escribiera en 1890: "Como pueblo, hemos predicado la ley hasta que quedamos tan secos como las colinas de Gilboa, que no recibían ni rocío ni lluvia. Tenemos que predicar a Cristo en la ley".

¡Qué sorprendente reconocimiento de que el pueblo "remanente", la única verdadera iglesia de Dios, el solo objeto de la aprobación de Dios, guiado por una profetisa que se suponía estar en constante comunicación con el cielo, perdiera de vista de la más importante verdad de la Biblia! Todo el tiempo, los Adventistas estuvieron mofándose de las otras iglesias por considerarlas el "protestantismo apóstata" y las "prostitutas de Babilonia". Pero fueron estas mismas iglesias las que estaban enviando misioneros y dando al mundo el verdadero mensaje del evangelio, mientras que los Adventistas estaban tan "secos como las colinas de Gilboa". ¿Cómo pudo el "remanente" de Dios estar tan errado acerca de la más crítica doctrina cristiana durante 44 años? Y cuando realmente llegó, ¿por qué estuvieron tan renuentes a aceptarl? ¿Le suena esto a usted como las acciones de la "iglesia verdadera"?

NOTAS

1. Ellen White, letter "A Warning Against False Theories", May 24, 1905. MR 760.

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