VIDA DE ELLEN G. WHITE
SUS AFIRMACIONES REFUTADAS

Dudley Marvin Canright

Capítulo 2 - La gran prueba denominacional

Traducido de Canright2


"Los Adventistas del Séptimo Día no tienen otro credo que la Biblia". Esta afirmación se hace una y otra vez en las publicaciones destinadas a ser distribuídas al público.

De la misma manera dicen: "La Biblia es su propio expositor". "Un texto explica el otro".

Todo esto suena bien, pero, al examinarlas, se encuentra que ambas afirmaciones son falsas.

En primer lugar, los Adventistas del Séptimo Día tienen un credo, lo mismo que otras denominaciones, y lo han publicado desde 1872. Lo llaman "Principios Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día". Sus palabras iniciales son: "Los Adventistas del Séptimo Día no tienen otro credo que la Biblia; pero sostienen ciertos puntos de fe bien definidos". Y luego proceden en seguida a definir estos "puntos de fe". ¿Qué es esto sino un credo? Webster define el significado de credo como "resumen autorizado o fórmula de los artículos de la fe cristiana que se consideran esenciales".

Mirando las disciplinas de las varias iglesias ortodoxas, como los Metodistas, los Bautistas, y los Presbiteranos, encontramos que cada una de ellas inicia así sus artículos de fe: "Creemos". Luego sigue lo que ellas creen. Los Adventistas dicen que todas estas iglesias tienen un credo, pero que ellos mismos no tienen credo. Pero sus "Principios Fundamentales" comienzan de la misma manera: "Ellos creen". Y luego proceden a describir los veintinueve artículos de fe, explicando lo que creen. De aquí que el hecho de que digan que no tienen credo pero que otras iglesias sí lo tienen es un engaño.

Pero la peor característica de este credo es que no contiene su principal artículo de fe, el que ellos consideran el más esencial de todos. Por extraño que parezca, lo han omitido. Su mayor engaño en relación con este asunto no consiste en tener un credo formulado diciendo que no lo tienen, sino en no haber insertado en su credo formulado el único artículo supremo de su fe.

El tercer artículo de su credo publicado dice que ellos sostienen:

"Que las Sagradas Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamentos fueron dadas por inspiración de Dios, contienen la revelación plena de Su voluntad para el hombre, y son la única regla infalible de fe y práctica".
Nuevamente, esto suena bien, pero es falso, absolutamente falso. Los Adventistas del Séptimo Día no creen que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos contienen la plena revelación de la voluntad de Dios para el hombre, ni consideran a estas Escrituras como su "única regla de fe y práctica", pues sostienen que los escritos de su profetisa, la Sra. E. G. White, fueron también dados por inspiración de Dios; que estos escritos contienen una revelación más plena de Dios para el hombre, y que son infalibles. Es más, los Adventistas del Séptimo Día han convertido la fe en estos escritos una prueba de fe y de discipulado en su iglesia. Todo esto es susceptible de la prueba más clara.

Una y otra vez, la Sra. White afirmó que sus escritos fueron inspirados por Dios, y los colocó a la misma altura que la Biblia. Dice ella:

"Tomé la preciosa Biblia, y la rodeé con los varios Testimonios para la Iglesia, dados para el pueblo de Dios. Aquí, dije yo, se consultan los casos de casi todos". (Testimonies, tomo 2, p. 605; tomo 5, p. 664).
De acuerdo con 2 Tim. 3:16,17, sólo la Biblia es una guía suficiente para ir al cielo, preparando al hombre de Dios completamente para toda buena obra. Pero la Sra. White añade a la Biblia sus escritos; de hecho, la rodea con ellos. Cuando los dos son puestos juntos así, ella dice que "los casos de casi todos son consultados". Por lo tanto, solamente la Biblia debe ser mejor, pues ella consulta los casos de todos.

La afirmación de infalibilidad de los escritos de la Sra. White fue hecha en 1911. En ese año, los Adventistas del Séptimo Día declararon que los escritos de ella son "el único intérprete infalible de los principios bíblicos".(The Mark of the Beast, por G. A. Irwin, p. 1).

Esto significa que, para los Adventistas del Séptimo Día, la Biblia no es su único credo, no es su propia expositora, ni es la única e infalible regla de fe y práctica. Por el contrario, la fe en la Sra. White y sus escritos es la gran cosa - el principal, pero no publicado, artículo de fe. No es raro oír a los miembros más antiguos decir: "Si yo renunciara a mi fe en la Sra. White, renunciaría a todo". Esto muestra que en esta iglesia todo está fundamentado en ella. No creer en ella es la mayor de las herejías, y en seguida lo marca a uno como apóstata. Antes de ingresar a la iglesia, uno oye hablar poco o nada de la Sra. White; pero, después de ingresar, uno oye citarla constantemente como autoridad sobre todo - la doctrina, la dieta, el vestido, y la disciplina.

Los que al principio no aceptan sus visiones, la Sra. White dice que

"no deben ser hechos a un lado, sino que se debe tener con ellos mucha paciencia y amor fraternal hasta que encuentren su posición y establezcan si están a favor o en contra".
Pero, "si combaten las visiones", entonces, dice ella, "la iglesia sabrá que no están en lo correcto". (Testimonies, tomo 1, p. 328).

Esto muestra que, en fin de cuentas, de acuerdo con los propios escritos de la Sra. White, en esta iglesia la fe en sus escritos ha sido convertida en prueba de fe y discipulado.

En consecuencia, todo el tiempo, no sólo miembros de iglesia, sino también iglesias enteras, son desfraternizadas por no creer en las visiones de la Sra. White. Para deshacerse de miembros que no creen en la inspiración de ella, iglesias enteras han sido disueltas por los dirigentes sin el consentimiento de ellas, y reorganizadas, después de convertir la fe en la Sra. White y sus escritos en prueba para ingresar a la nueva organización. En octubre de 1913, la iglesia de St. Louis, Mo., fue disuelta de esta manera. Las tres últimas preguntas que se le hacían a los que deseaban ingresar a la iglesia reorganizada eran éstas:

"11.  ¿Cree Ud. que la iglesia remanente debe tener el espíritu de profecía?

"12.  ¿Cree Ud. en el espíritu de profecía como fue otorgado a la Sra. White?

"13.  ¿Cree Ud. en la reforma pro salud como se enseña en la Biblia y en el espíritu de profecía?"

Esto es suficiente para mostrar que "la Biblia, y la Biblia sola", no es el credo de los Adventistas del Séptimo Día. Es la Biblia y algo más; es la Biblia y los escritos de la Sra. White.

Por lo tanto, no es honesto que proclamen ante el mundo que no tienen "otro credo que la Biblia". Ni es honesto que, al publicar su credo, omitan su principal artículo de fe y la gran prueba denominacional. Es justo que el público conozca el engaño de ellos en relación con este asunto.

En este respecto, no son tan francos y honestos como los Mormones. Los Mormones tienen un credo, formulado por Joseph Smith en 1841, y adoptado por su conferencia general, el cual publican como sus "Artículos de Fe". No vacilan en llamar a esto su credo. Ni suprimen en este credo el hecho de que creen en el Libro de Mormón. El artículo VIII de este credo dice:

"Creemos que la Biblia es la palabra de Dios, hasta donde sea traducida correctamente, y también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios".
¿Por qué no deberían ser los Adventistas del Séptimo Día igualmente honestos, y decir en su credo que creen que los escritos de la Sra. White son la palabra de Dios? Debe haber algo radicalmente erróneo en una denominación que, con hermosas pero falsas palabras y hechos suprimidos, intenta engañar al público inocente y confiado, y con un "don" espiritual que requiere tanto engaño para protegerla.


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