LA IGLESIA ADVENTISTA
OCULTA ERRORES

Título de la obra en inglés:
White Out

Dirk Anderson


Capítulo 12

Alteraciones, revisiones, cambios

La declaración de la Sra. White sobre la amalgama entre hombres y bestias fue, no sólo una de las más controvertidas que ella jamás escribiera, sino una de las más embarazosas para la iglesia. En 1864, la Sra. White escribió lo siguiente:

"Pero, si hubo un pecado por encima de otros que requería la destrucción de la raza por medio del diluvio, fue el abyecto crimen de la amalgama entre hombres y bestias, un crimen que desfiguró la imagen de Dios y causó confusión en todas partes". 169

"Todas las especies animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies confusas que Dios no había creado, y que eran el resultado de la amalgama, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio, ha habido amalgama entre hombres y bestias, como puede verse en la casi interminable variedad de especies de animales, y en ciertas razas de hombres". 170

Nótese cómo la Sra. White describe la amalgama como un "pecado" lo bastante grave para requerir la "destrucción" de la raza humana. Dice que era un "crimen abyecto", vil, que "desfiguraba la imagen de Dios". Nos dice que ocurrió tanto antes como después del "diluvio", y que sus efectos pueden verse "en ciertas razas de hombres".

La afirmación de la Sra. White parece indicar que ella creía que la unión sexual entre hombres y bestias antes y después del diluvio produjo especies diferentes, amalgamadas. Este es un antiguo mito que circulaba entre la gente inculta del siglo diecinueve, pero que no tiene base científica. En realidad, la ciencia ha probado desde entonces que es imposible que la unión sexual entre seres humanos y animales produzca descendencia.

El hecho de que el mito de la amalgama circulaba a principios del siglo diecinueve queda establecido por el ficticio Libro de Jaser, publicado en 1844 - un libro del cual algunos críticos dicen que la Sra. White acostumbraba sacar material para sus libros (véase el capítulo 9). En el relato del libro sobre la era antes del diluvio, encontramos estas palabras:

"Y sus jueces y sus gobernantes fueron a las hijas de los hombres, y les quitaron a los hombres sus esposas por la fuerza según les parecía, y en aquellos días los hijos de los hombres tomaron el ganado de la tierra, las bestias del campo, y las aves del cielo, y les enseñaron a mezclar los animales de una especie con los de otra ..." 171
Sin importar su fuente, las afirmaciones de la Sra. White suscitaron algunas serias interrogantes entre los adventistas, por ejemplo, ¿qué raza es el resultado de la amalgama? La Sra. White dijo que los resultados de la amalgama podían verse "en ciertas razas de hombres". Puesto que su profetisa aparentemente había visto esto en visión, seguramente ella podría proporcionar más información sobre quién representaba una amalgama.

La pregunta puede ser contestada mejor por los pastores B. F. Snook y W. H. Brinkerhoff, dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Iowa. James White ordenó a ambos hombres en 1862. Ellos no necesitaron mucho tiempo para darse cuenta de que habían cometido un grave error. Para 1865, Snook y Brinkerhoff cuestionaban la inspiración de Ellen White. En 1866, publicaron un libro que, no sólo revelaba los errores en las visiones de la Sra. White, sino que exponía a la luz pública los puntos de vista racistas que ella sostenía en ese tiempo:

Estas visiones enseñan que la raza negra no es humana. Ellos niegan esta acusación, pero dejaremos que el lector decida por sí mismo. He aquí lo que ella dice: "Desde el diluvio, ha habido amalgama entre seres humanos y bestias, como puede verse en la casi interminable variedad de especies, y en ciertas razas de hombres". Spiritual Gifts, tomo 3, p. 75. Pero, ¿qué debemos entender por ciertas razas de hombres? Ella no nos ha informado en sus escritos, sino que ha dejado que nosotros fijemos el estigma de la amalgama donde nos plazca. Pero la interpretación ha salido a luz. Ella se lo dijo a su esposo, que se lo mencionó al pastor Ingraham, y éste comunicó el secreto a quien escribe, que la Sra. White había visto que Dios nunca creó a los negros.172
Por supuesto, los dirigentes adventistas negaron esta acusación, pero, no habiendo ninguna otra explicación disponible, la acusación parecía tener algún mérito. Algunas afirmaciones de la propia Sra. White parecen establecer las declaraciones. Algunos dirigentes cristianos, creyendo que la raza negra es tan completamente humana como la caucásica, exigieon igualdad de derechos dentro de la iglesia. La Sra. White mostró poco interés:
"La gente de color no debería insistir en que se le coloque en un plano de igualdad con la gente blanca.... La obra de proclamar la verdad para este tiempo no debe ser estorbada por un esfuerzo para ajustar la posición de la raza negra". 173
Así, pues, se consideró de poca importancia mejorar la posición de "la gente de color". Aparentemente, ella decidió que la injusticia del racismo - uno de los mayores males sociales de su tiempo - era un punto de disputa que podría estorbar su proclamación de "la verdad". ¿Y cuáles eran estas importantes verdades que no deberían ser estorbadas? Durante este período, la Sra. White escribió abundantemente sobre los graves temas de la adecuada longitud del vestido femenino, los peligros del auto-abuso, y el no usar joyas - al mismo tiempo que tenía poco que decir sobre el racismo. Para crédito suyo, la Sra. White sí apoyó la evangelización de la "gente de color" con la "verdad", y prohibió la exclusión de la "gente de color" de los lugares de culto; sin embargo, prohibió estrictamente el matrimonio entre miembros de razas diferentes. 174

Las mordaces críticas contra la declaración de Ellen White sobre la amalgama en la década de 1860 obligó a los dirigentes de iglesia a defender a su profetisa. En 1868, cuatro años después de que las afirmaciones sobre amalgama aparecieran en letra de molde, el dirigente adventista Uriah Smith (que en aquel tiempo todavía profesaba creer en la Sra. White como profetisa) publicó su enérgica defensa de ella. En su libro, Smith conjeturó que la unión entre seres humanos y bestias había creado razas como los "salvajes bosquimanos de Africa, algunas tribus de hotentotes, y quizás los indios cavadores de nuestro propio país, etc."
175

James White revisó "cuidadosamente" el libro de Smith antes de su publicación, y luego lo recomendó en términos entusiastas a los lectores de la revista oficial de la iglesia, Review and Herald:

"La Asociación acaba de publicar un folleto titulado The Visions of Mrs. E. G. White, A Manifestation of Spiritual Gifts According to the Scriptures [Las visiones de la Sra. E. G. White, una manifestación de los dones espirituales según las Escrituras]. Está escrito por el redactor de la Review. Mientras leía el manuscrito cuidadosamente, me sentí agradecido a Dios de que nuestro pueblo pudiera tener esta competente defensa de las visiones que ellos tanto aman y aprecian, y que otros desprecian  y a los cuales se oponen". 176
James White explica con abundancia que Smith no publicó su libro sin una cuidadosa revisión. Es inconcebible que, en su revisión, James pasase por encima de las afirmaciones sobre los indios y los bosquimanos de Africa sin notarlas. Su respaldo indica su aprobación de la explicación. ¡En realidad, a causa de que el libro establecía las afirmaciones de la Sra. White, James y Ellen llevaron con ellos 2.000 copias para ofrecerlas en venta en los campamentos de devotos ese año! 177 Al promover y vender el libro de Smith, los White pusieron su sello de aprobación a su explicación de la declaración sobre la amalgama.

Aunque la explicación de los "bosquimanos de Africa" era lo suficientemente buena para los White y para Smith, finalmente perdió favor con los dirigentes Adventistas del Séptimo Día. La declaración se volvió a publicar en 1870 en el libro Spirit of Prophecy [El espíritu de profecía], tomo 1, y continuó causando controversia. Fue siendo más y más difícil explicar estas afirmaciones a una denominación más y más educada y racialmente tolerante.

Aunque James y Ellen White, Uriah Smith, el hijo de Ellen, W. C. White, y la secretaria D.D. Robinson nunca tuvieron dudas de que Ellen había querido decir el cruce entre seres humanos y bestias, 178 los defensores posteriores de la Sra. White en años recientes hicieron grandes esfuerzos por convencer a la gente de que la declaración sobre la amalgama se refería al matrimonio entre diferentes razas - humanos con humanos. Sin embargo, esta explicación suscitó más preguntas que respuestas. ¿Cómo podría el matrimonio entre diferentes razas humanas desfigurar la imagen de Dios en el hombre? ¿Cómo podría un ser humano (hecho a imagen de Dios) desfigurar la imagen de Dios? Si el matrimonio entre diferentes razas es "pecado" y "un crimen vil", entonces, ¿por qué nunca se lo describe así en la Biblia? Muchos eruditos bíblicos creen que Séfora, la esposa de Moisés, era de una raza diferente. ¿Eran los hijos de Moisés una especie amalgamada? En ese caso, ¿por qué ofreció Dios hacer de los hijos de Moisés una gran nación? ¿Por qué no les destruyó Dios por cometer un crimen vil?

Un crimen vil es un acto de inmoralidad vil. Así describe la palabra el Diccionario Webster de 1913:

Moralmente bajo. De aquí que: De mentalidad baja; indigno; sin dignidad de sentimiento; innoble; ruin; no liberal; servil; como, un individuo de baja calaña; motivos mezquinos; ocupaciones de baja categoría. Un acto cruel de una mente baja y cobarde. 179
La Sra. White usó la frase "crimen vil" sólo en otra ocasión en sus escritos. La usó para describir el vil y adúltero intento de la esposa de Potifar contra el joven José. 180

¿Cómo podrían describirse como crímenes viles las relaciones matrimoniales entre miembros de diferentes razas o de diferentes religiones? ¿Desde cuándo se consideran crímenes viles las relaciones sexuales entre parejas de seres humanos casados? ¿No honra Dios el matrimonio, bien que ambas partes sean o no de la misma raza o de la misma religión?

La Biblia dice bien claro que las relaciones sexuales entre seres humanos y animales es un crimen vil y bajo. Es condenado en la Biblia como "abominación" digna de la pena de muerte. 181 El hecho de que la Sra. White describa la amalgama como un crimen bajo es evidencia irrefutable de que ella estaba describiendo la bestialidad, no el matrimonio entre seres humanos de diferentes antecedentes raciales o religiosos.

Se suscitaron más preguntas  por la afirmación de la Sra. White de que la amalgama fue la principal razón para el diluvio. ¡Si Ellen White está en lo cierto, que la amalgama fue "el único pecado por encima de los demás que requirió la destrucción de la raza", Moisés lo habría mencionado por lo menos! ¿Cómo pudo un pecado tan atroz pasar inadvertido sin que Moisés lo mencionase?

La afirmación se hizo tan controvertida que finalmente fue "enjalbegada" cuando el libro volvió a publicarse en 1890, bajo el título Patriarchs and Prophets [Patriarcas y profetas]. Después de la publicación, algunos adventistas astutos observaron que las afirmaciones estaban ausentes. A muchos les pareció un reconocimiento implícito de que las declaraciones eran efectivamente falsas. Los creyentes en la Sra. White preguntaron por qué estas palabras "inspiradas" habían sido quitadas de la edición más reciente. Si las afirmaciones acerca de la amalgama eran ciertas, ¿por qué no dejarlas en el libro? ¿Por qué quitarlas? Si este pecado causó el diluvio, entonces la gente debería ser consciente de él, para no repetirlo. Si los "bosquimanos de Africa" resultaron de la unión entre seres humanos y animales, la gente tiene derecho a saberlo. Los científicos deberían ser informados de este hecho, para que puedan estudiar a esta gente. Después de todo, ¿qué precedente existe para borrar los escritos de un profeta? Ninguno de los profetas bíblicos tuvo que regresar y alterar sus escritos para quitar declaraciones. ¿Por qué tendría que hacerlo la Sra. White?

La eliminación de las declaraciones sobre amalgama creó tal controversia, que la Fundación White decidió que era importante dar una explicación de las omisiones. El hijo de la Sra. White, W. C. White, trata de explicarlas:

"En relación con dos párrafos que se encuentran en Spiritual Gifts [Dones Espirituales] y también en The Spirit of Prophecy [El Espíritu de Profecía] sobre la amalgama y por qué dichos párrafos fueron dejados fuera de los libros que se publicaron posteriormente, y la pregunta de quién asumió la responsabilidad de dejarlos fuera, puedo hablar con completa claridad y seguridad. Fueron dejados fuera por Ellen G. White. Nadie relacionado con su obra tenía ninguna autoridad sobre esta cuestión, y nunca supe que nadie le ofreciera consejos en relación con este asunto.

"En todos los asuntos de esta clase, puede usted estar seguro de que la hermana White era responsable de dejar fuera o añadir cuestiones como ésta en ediciones posteriores de nuestros libros.

"La hermana White no sólo tenía buen juicio basado en un entendimiento claro y abarcante de las condiciones y las consecuencias naturales de publicar lo que escribía, sino que muchas veces recibía instrucciones directas del ángel del Señor en relación con lo debía omitirse y lo que debía ser añadido a nuevas ediciones".182
En esta carta, W. C. White nos informa que probablemente un ángel instruyó a Ellen White para que omitiera las declaraciones sobre amalgama en la siguiente edición del libro. Esto da lugar a otra pregunta: ¿Por qué no la instruyó el ángel  para que omitiera los renglones antes de que fueran publicados en el primer libro? ¡Esto ciertamente habría evitado muchas preguntas, mucha confusión, y mucha controversia!

Los adventistas continuaron defendiendo la afirmación de la amalgama como la unión entre seres humanos y bestias hasta 1947, cuando un biólogo adventista, el Dr. Frank Marsh, convenció a un panel de Adventistas del Séptimo Día de que esto no era posible. Esto ocurrió décadas después de que los científicos demostraron que el hombre no puede cruzarse con animales y producir descendencia.
183

El error garrafal con Herodes

La declaración sobre la amalgama no era la primera vez que una visión profética tenía que ser filtrada de uno de los libros de la Sra. White. En Spiritual Gifts [Dones espirituales] tomo. 1, publicado en 1858, la Sra. White escribe sobre Herodes como si el Herodes que participó en el juicio de Cristo hubiera sido el mismo que mató a Santiago también:

"El corazón de Herodes se había endurecido aún más; y cuando oyó decir que Cristo había resucitado, no se preocupó mucho. Le quitó la vida a Santiago, y cuando vio que esto agradaba a los judíos, se apoderó de Pedro también, con el propósito de darle muerte". 184
Después de que la Sra. White publicó esta declaración, se descubrió que fue Herodes Antipas quien participó en el juicio de Cristo, y que fue Herodes Agripa quien dio muerte a Santiago. Herodes Antipas fue desterrado por Calígula a Lyons en Francia, en el año 41 d. C. Las provincias que gobernaba fueron entonces entregadas a Herodes Agripa, que ejecutó a Santiago, echó a Pedro en la cárcel, fue atacado por Dios, y murió en el año 44 d. C. (Hechos 7). Esta metedura de pata fue corregida cuando esta parte del libro se volvió a publicar en 1878 bajo el título Spirit of Prophecy, volumen 3:
"Él [Herodes] se apoderó de Santiago y le puso en la cárcel, y allí envió a un verdugo para que la matase a espada, así como otro Herodes había hecho decapitar al profeta Juan. Luego, se volvió más osado, viendo que los judíos quedaron muy complacidos con sus actos, y encarceló a Pedro". 185
Esta pequeña metida de pata abrió los ojos de sus fieles seguidores. Ahora era evidente que la Sra. White simplemente había copiado este error de otro autor. Su error de bulto debe haber desencantado a sus seguidores, que creían que ella estaba registrando escenas que había presenciado en visión. Después de todo, ¿no había afirmado ella que todo su material escrito venía directamente del cielo?
"Ustedes saben cómo el Señor se ha manifestado por medio del espíritu de profecía. El pasado, el presente, y el futuro han pasado delante de mí....Yo no escribo ni un solo artículo en el periódico expresando meramente mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha abierto delante de mí en visión - preciosos rayos de luz que brillan desde el trono". "El Espíritu Santo trazó estas verdades sobre mi corazón y mi mente". 186
La Sra. White llegó hasta afirmar que el Espíritu Santo era el autor de sus libros: "El Espíritu Santo es el Autor de las Escrituras y del espíritu de profecía". 187 Si la Sra. White fuera una autora cristiana ordinaria, su error habría pasado casi inadvertido. Sin embargo, cuando se es  profetisa de Dios y se afirma que el Espíritu Santo es el autor de sus escritos, la gente va a esperar mucho en relación con la exactitud de los libros. Naturalmente, sus seguidores se sintieron desengañados cuando se enteraron de que no todos los escritos de la hermana White venían a ella por medio de visiones del "pasado, el presente, y el futuro". Quedaron confundidos, preguntándose cómo descifrar qué partes de sus escritos venían de Dios y cuáles venían de fuentes no inspiradas. Como ha sucedido con sus otras metidas de pata, el tiempo ha sanado la herida. Los libros originales están fuera de circulación, y pocos adventistas hoy día conocen el error garrafal sobre Herodes.

Comienza una nueva era

Después de la muerte de James White, comenzó una nueva era en los escritos de Ellen White. Antes de su muerte, James había ayudado a Ellen en la redacción de libros y artículos para ser publicados. Ahora ella necesitaba un nuevo ayudante, y lo encontró en la talentosa Marian Davis, que se encargó de la redacción del material de la Sra. White en 1881. Fannie Bolton ingresó al personal en 1887. Juntas, estas señoras ayudarían a la Sra. White a componer algunos de sus libros más famosos, incluyendo Steps to Christ [El camino a Cristo] y Desire of Ages [El Deseado de todas las gentes].

Fannie Bolton no sólo escribió libros para la Sra. White; también escribió artículos y algunas cartas a nombre de la Sra. White. Fannie le confesó a Merritt G. Kellogg, medio hermano de John Harvey Kellogg, que lo que ella escribía era ...

"publicado en Review and Herald... como si hubiese sido escrito por la hermana White bajo la imspiración de Dios... Me siento muy angustiada por este asunto, porque siento que estoy actuando como parte de un engaño. La gente está siendo engañada sobre la inspiración de lo que yo escribo. Siento que está muy mal que cualquier cosa que yo escribo salga bajo el nombre de la hermana White  como un artículo especialmente inspirado por Dios. Lo que yo escribo debería salir bajo mi propia firma [;] entonces el crédito le sería dado a quien corresponde". 188
Después de 1881, los dirigentes de la iglesia escrutaron los escritos de la Sra. White mucho más de cerca para evitar costosas y embarazosas declaraciones, como las de la amalgama. Los dirigentes de la iglesia llegaron hasta a aprobar una resolución de la Conferencia General en 1883, creando un comité para supervisar las revisiones de los escritos de ella:
"33. CONSIDERANDO QUE, muchos de estos testimonios fueron escritos bajo las circunstancias más desfavorables, estando la escritora demasiado presionada por la ansiedad y el trabajo para dedicar el pensamiento crítico a la perfección gramatical de los escritos, y que éstos fueron impresos con tanta prisa que estas imperfecciones pasaron sin ser corregidas; y CONSIDERANDO QUE, creemos que la luz dada por Dios a sus siervos es por medio de la iluminación de la mente, impartiendo así los pensamientos, y no (excepto en raros casos) las palabras mismas con las cuales estas ideas debían expresarse; por lo tanto, RESUELVE, que en la re-publicación de estos volúmenes se hagan los cambios verbales para quitar las imperfecciones arriba mencionadas, hasta donde sea posible, sin cambiar el pensamiento en manera alguna; y también,

34. RESUELVE, que este cuerpo designe una comisión de cinco personas para encargarse de la re-publicación de estos volúmenes de acuerdo con los preámbulos y resoluciones que anteceden". 189

Aparentemente, los dirigentes de la Conferencia General creían que teníoan derccho a alterar los escritos de la Sra. White; sin embargo, 22 años más tarde, en 1905, la Sra. White afirmó que las palabras que ella escribía venían de Dios y no debían ser cambiadas:
"La palabra que se me ha dado es: 'Debes reprender fielmente a los que desean empañar la fe del pueblo de Dios. Escribe las cosas que te daré, para que puedan ser testigos de la verdad hasta el fin de los tiempos'. Yo dije: 'Si alguno de los ciudadanos de Battle Creek desea saber lo que la Sra. White cree y enseña, que lea sus libros publicados. Mis trabajos serían inútiles si yo predicara otro evangelio. Lo que he escrito es lo que el Señor me ha ordenado que escriba. No se me ha instruído que cambie lo que he despachado". 190
Aunque Dios no le había dado instrucciones de que cambiara las palabras que ella había despachado, los dirigentes de la iglesia tomaron sobre sí la prerrogativa de hacerlo. Pasados errores les habían enseñado que era demasiado arriesgado permitir que sus escritos salieran sin el debido escrutinio.

La Sra. White dijo: "No debo retirar ni una sola palabra del mensaje que he entregado".
191 A pesar de esta certeza, cierto número de sus palabras han sido retiradas y quitadas de publicaciones posteriores. Por ejemplo:

1.  Las declaraciones relativas a la puerta cerrada de la salvación.
2.  Las declaraciones que la ciencia ha demostrado que son falsas, como las de
     la amalgama.
3.  Un capítulo entero de Great Controversy (el capítulo 12: "Dios honra al
     humilde").
4.  Libros enteros han sido sacados de circulación, como An Appeal to
     Mothers (véase el capítulo 4), un libro mítico sobre los peligros
     del "auto-abuso".
Si la Sra. White no fue autorizada por Dios para retirar ni una sola palabra del mensaje que ella transmitía, ¿quién autorizó los cambios en sus escritos? En 1992, Review, la revista oficial Adventista del Séptimo Día, reveló la práctica del personal de la Fundación White de revisar y alterar sus escritos. Paul A. Gordon, entonces secretario de la Fundación White, escribe:
"¿Es legítimo cambiar, abreviar, o simplificar los escritos de Ellen White? La respuesta es que sí. Podemos cambiar, abreviar, o simplificar las palabras, pero no tenemos permiso para cambiar el mensaje propuesto. He aquí por qué: Los Adventistas del Séptimo Día no sostienen la inspiración verbal. Esto significa que nosotros no creemos que Dios haya dictado las palabras que Ellen White debía usar. ... En los años desde la muerte de la Sra. White en 1915, más de 50 nuevas compilaciones o ediciones de los libros de Ellen White han sido preparadas por la Fundación E. G. White. En todos los casos - incluyendo ediciones que han sido abreviadas, condensadas, o simplificadas - el mensaje propuesto jamás se ha perdido, sólo las palabras  han sido cambiadas". 192
A pesar de la seguridad de que los cambios no causarían ningún impacto en el mensaje propuesto, algunos adventistas creen que las alteraciones eran mucho más significativas que sólo una palabra aquí y otra allá. En 1919 tuvo lugar una conferencia de dirigentes Adventistas del Séptimo Día para discutir qué hacer con los escritos de la Sra. White. Durante esa conferencia, el presidente de escuela preparatoria  W. W. Prescott mencionó los cambios en los cuales estaba trabajando, y cómo esos cambios le habían dejado con dudas relativas a la inspiración de los escritos de la Sra. White:
"Éste es mi problema. He examinado esto (The Great Controversy) y sugerido los cambios que deberían hacerse para corregir las afirmaciones. Estos cambios han sido aceptados. Mi problema personal será conservar la fe en las cosas que no puedo manejar sobre esa base. ... Si lo corregimos aquí y allá, ¿cómo vamos a quedar en los otros lugares?" 193
Esta no era la primera vez que W. W. Prescott hacía sonar la alarma acerca de problemas con los libros de la Sra. White. En 1915, Prescott escribió una carta personal al hijo de la Sra. White, W. C. White:
"La manera en que se han manejado los escritos de su madre y las falsas impresiones con respecto a ellos que todavía son fomentadas en la gente, me han producido gran perplejidad y prueba. Me parece que, en la preparación de algunos de sus libros, se ha practicado lo que equivale a engaño, aunque probablemente no intencional, y que no se ha hecho ningún esfuerzo serio para desengañar las mentes de la gente de lo que se sabía era un punto de vista falso concerniente a sus escritos".
Prescott  estaba profundamente preocupado por la manera en que se manejaban los libros de la Sra. White. Él estaba ciertamente en condiciones de saber cómo se estaban manejando los libros. Además de trabajar en The Great Controversy, había ayudado en otros libros. Según C. C. Crisler, por largo tiempo secretario de la Fundación White, la ayuda de Prescott se necesitó en la preparación de Prophets and Kings [Profetas y reyes], que se publicó en 1917, un año después de la muerte de la Sra. White. Crisler le pidió ayuda a Prescott en una carta fechada en 27 diciembre de 1907:
"En la preparación de esta serie [Prophets and Kings], sentimos necesidad de consejo, y a menudo deseamos poder tener la ayuda de los que estaban familiarizados con el período del exilio y la restauración en Babilonia ... Deseamos grandemente que usted lea los restantes artículos, y elimine cualesquiera porciones que usted tema hacen más mal que bien.
Como notará, algunos puntos han sido salvaguardados, otros han sido omitidos, y, en algunos casos, se han adoptado posiciones... Reconocemos vivamente nuestra incapacidad para ver muchos puntos que deberían ser examinados muy de cerca; de aquí que sintamos la necesidad de ayuda crítica".
Esta carta revela el alcance de los cambios. Contrario a lo que la Fundación White quiere hacernos creer, Prescott tenía autoridad para omitir y eliminar secciones enteras de los escritos de Ellen White si le parecía que perjudicarían a la iglesia. Esto da lugar a la pregunta de si la gente de la Fundación White creía realmente que estaban tratando con los escritos inspirados de una pofeta de Dios.

He aquí unos pocos ejemplos de alteraciones de los escritos de la Sra. White:
 
Ellen White Revisado
Ellen White Original
"Testifico a mis hermanos y hermanas que la iglesia de Cristo, por débil y defectuosa que sea, es el único objeto en la tierra al cual Él concede suprema consideración". Testimonies to Ministers & Gospel Workers [Testimonios para ministros y obreros evangélicos], p. 15.  "La iglesia de Cristo es el único objeto en la tierra al cual Él concede suprema consideración; pero se ha vuelto débil e ineficiente a causa del egoísmo". Review & Herald, diciembre 11, 1888. 
"Más muertes han sido causadas por el uso de drogas que por todas las otras causas combinadas". Selected Messages [Mensajes selectos], tomo 2, p. 450.  "Se me mostró que más muertes han sido causadas por el uso de drogas que por todas las otras causas combinadas". Spiritual Gifts [Dones espirituales], Vol. 3-4, p. 133. 
"Es más, al papa se len ha dado los mismo títulos de la Deidad. Se le ha llamado 'El Señor Dios el Papa', y ha sido declarado infalible". The Great Controversy, p. 48 [50-51].  "Es más, el papa se ha arrogado los mismos títulos de la Deidad. Él se llama a sí mismo 'Señor Dios el Papa', asume la infalibilidad y exige que todos los hombres le rindan homenaje". Spirit of Prophecy, Vol. 4, p. 53. 

No hay modo de juzgar cuántas declaraciones han sido alteradas, modificadas, u omitidas antes de ser publicadas.

Al concluir este libro, ciertamente debemos admitir que se ha hecho un tremendo esfuerzo para cubrir los errores, los fracasos, y las pifias de la Sra. White. Muchos de sus libros, publicados al final de su vida, son tenidos como ejemplos de inspiración divina. Sin embargo, estos son los mismos libros que fueron escritos con la mayor cantidad de correcciones y revisiones por parte de escritores de talento, bajo la supervisión del Comité de la Conferencia General. Parece que la calidad de los mensajes de Dios para su pueblo experimentó un dramático mejoramiento una vez que la iglesia consiguió que las personas indicadas se involucraran en el proceso.

Lo que la evidencia muestra es que, desde el principio de su carrera en la década de 1840 hasta la época actual, los escritos de Ellen White han sido manipulados por oficiales de iglesia que se sentían obligados a cubrir los errores de ella para defender y sustentar su papel como profeta. La actitud prevaleciente entre los administradores de la iglesia parece ser que, si el vasto número de plagios, errores, fracasos, y pifias de la Sra. White se dan a conocer a los laicos, habrá deserciones de la iglesia a gran escala. Así, para preservar la iglesia, estos errores han sido barridos hacia debajo de la alfombra y no se han mencionado, dejando al laicato ignorante de los hechos, y completamente sin saber que se les ha llevado a creer en una mentira White [a White lie, un juego de palabras entre "white", que significa "blanco", y "White", el apellido de Ellen: Una mentira "blanca", que ha sido blanqueada, enjalbegada, cubierta].



Notas:

169. Ellen White, Spiritual Gifts, Vol. 3, p. 64, 1864.
170. Ibid., p. 75.
171. Book of Jaser, 4:18, 1844.
172. B. F. Snook y W. H. Brinkerhoff, The Visions of E. G. White Not of God, Chapter 2 (1866).
173. Ellen White, Testimonies, Vol. p. 214.
174. Carta 36, 1912 (Selected Messages, Book 2, p. 344, párrafos 1, 2). También, The Southern Work, p. 15, Manuscript 7, 1896 (Selected Messages, Book 2, p. 343, paragraph 2).
175. Uriah Smith, The Visions of Mrs. E. G. White, p. 103, 1868.
176. James White, Review, Aug. 15, 1868.
177. "Amalgamation of Man and Beast: What Did Ellen White Mean?", Spectrum, June, 1982, p. 14.
178. Ibid., p. 11.
179. Webster Dictionary, 1913.
180. Ellen White, Signs of the Times, Jan. 8, 1880. Ella también usó el término "el más vil de los crímenes" para describir el adulterio y otros pecados despreciables cometidos por uno de los papas. Véase Great Controversy, p. 106.
181. Levítico 18: 23, 20:16.
182. W. C. White, Selected Messages, Vol. 3, p. 452.
183. "Amalgamation of Man and Beast: What Did Ellen White Mean?", pp. 16, 17.
184. Ellen G. White, Spiritual Gifts, vol. 1, p. 71.
185. Ellen G. White, Spirit of Prophecy, vol. 3, p. 334.
186. Ellen G. White, Testimonies, Vol. 5, pp. 64, 67, Letter 90, 1906.
187. Ellen G. White, Selected Messages, Vol. 3, p. 30.
188. Merritt G. Kellogg statement [March 1908], The Story, p. 107.
189. Review and Herald, Nov. 27, 1883.
190. Ellen G. White, Review and Herald, Jan. 26, 1905.
191. Ibid., Apr. 19, 1906.
192. Adventist Review, Nov. 19, 1992, pp. 8-9.
193. W. W. Prescott, 1919 Conference on Ellen White.


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