LA
IGLESIA ADVENTISTA
OCULTA ERRORES
Título de la obra en inglés:
White Out
Dirk Anderson
Capítulo 12
Alteraciones,
revisiones, cambios
La declaración de la Sra. White sobre la amalgama
entre hombres y bestias fue, no sólo una de las más
controvertidas que ella jamás escribiera, sino una de las más
embarazosas para la iglesia. En 1864, la Sra. White escribió
lo siguiente:
"Pero, si hubo un pecado por encima
de otros que requería la destrucción de la raza por medio del
diluvio, fue el abyecto crimen de la amalgama entre hombres y
bestias, un crimen que desfiguró la imagen de Dios y causó
confusión en todas partes". 169
"Todas las especies animales que Dios
había creado fueron preservadas en el arca. Las especies
confusas que Dios no había creado, y que eran el resultado de
la amalgama, fueron destruidas por el diluvio. Desde el
diluvio, ha habido amalgama entre hombres y bestias, como
puede verse en la casi interminable variedad de especies de
animales, y en ciertas razas de hombres". 170
Nótese cómo la Sra. White describe la amalgama como
un "pecado" lo bastante grave para requerir la "destrucción"
de la raza humana. Dice que era un "crimen abyecto", vil, que
"desfiguraba la imagen de Dios". Nos dice que ocurrió tanto
antes como después del "diluvio", y que sus efectos pueden
verse "en ciertas razas de hombres".
La afirmación de la Sra. White parece indicar que ella creía
que la unión sexual entre hombres y bestias antes y después
del diluvio produjo especies diferentes, amalgamadas. Este es
un antiguo mito que circulaba entre la gente inculta del siglo
diecinueve, pero que no tiene base científica. En realidad, la
ciencia ha probado desde entonces que es imposible que la
unión sexual entre seres humanos y animales produzca
descendencia.
El hecho de que el mito de la amalgama circulaba a
principios del siglo diecinueve queda establecido por el
ficticio Libro de Jaser, publicado en 1844 - un libro
del cual algunos críticos dicen que la Sra. White acostumbraba
sacar material para sus libros (véase el capítulo 9). En el
relato del libro sobre la era antes del diluvio, encontramos
estas palabras:
"Y sus jueces y
sus gobernantes fueron a las hijas de los hombres, y les
quitaron a los hombres sus esposas por la fuerza según les
parecía, y en aquellos días los hijos de los hombres tomaron
el ganado de la tierra, las bestias del campo, y las aves
del cielo, y les enseñaron a mezclar los animales de una
especie con los de otra ..." 171
Sin importar su fuente, las afirmaciones de la Sra.
White suscitaron algunas serias interrogantes entre los
adventistas, por ejemplo, ¿qué raza es el resultado de la
amalgama? La Sra. White dijo que los resultados de la amalgama
podían verse "en ciertas razas de hombres". Puesto que su
profetisa aparentemente había visto esto en visión,
seguramente ella podría proporcionar más información sobre
quién representaba una amalgama.
La pregunta puede ser contestada mejor por los pastores B. F.
Snook y W. H. Brinkerhoff, dirigentes de la Iglesia Adventista
del Séptimo Día en Iowa. James White ordenó a ambos hombres en
1862. Ellos no necesitaron mucho tiempo para darse cuenta de
que habían cometido un grave error. Para 1865, Snook y
Brinkerhoff cuestionaban la inspiración de Ellen White. En
1866, publicaron un libro que, no sólo revelaba los errores en
las visiones de la Sra. White, sino que exponía a la luz
pública los puntos de vista racistas que ella sostenía en ese
tiempo:
Estas visiones
enseñan que la raza negra no es humana. Ellos niegan
esta acusación, pero dejaremos que el lector decida por sí
mismo. He aquí lo que ella dice: "Desde el diluvio, ha
habido amalgama entre seres humanos y bestias, como puede
verse en la casi interminable variedad de especies, y en
ciertas razas de hombres". Spiritual Gifts, tomo
3, p. 75. Pero, ¿qué debemos entender por ciertas
razas de hombres? Ella no nos ha informado en sus escritos,
sino que ha dejado que nosotros fijemos el estigma de la
amalgama donde nos plazca. Pero la interpretación ha salido
a luz. Ella se lo dijo a su esposo, que se lo mencionó
al pastor Ingraham, y éste comunicó el secreto a quien
escribe, que la Sra. White había visto que Dios nunca creó
a los negros.172
Por supuesto, los dirigentes adventistas negaron
esta acusación, pero, no habiendo ninguna otra explicación
disponible, la acusación parecía tener algún mérito. Algunas
afirmaciones de la propia Sra. White parecen establecer las
declaraciones. Algunos dirigentes cristianos, creyendo que la
raza negra es tan completamente humana como la caucásica,
exigieon igualdad de derechos dentro de la iglesia. La Sra.
White mostró poco interés:
"La gente de color no debería insistir
en que se le coloque en un plano de igualdad con la gente
blanca.... La obra de proclamar la verdad para este tiempo no
debe ser estorbada por un esfuerzo para ajustar la posición de
la raza negra". 173
Así, pues, se consideró de poca importancia mejorar
la posición de "la gente de color". Aparentemente, ella
decidió que la injusticia del racismo - uno de los mayores
males sociales de su tiempo - era un punto de disputa que
podría estorbar su proclamación de "la verdad". ¿Y cuáles eran
estas importantes verdades que no deberían ser estorbadas?
Durante este período, la Sra. White escribió abundantemente
sobre los graves temas de la adecuada longitud del vestido
femenino, los peligros del auto-abuso, y el no usar joyas - al
mismo tiempo que tenía poco que decir sobre el racismo. Para
crédito suyo, la Sra. White sí apoyó la evangelización de la
"gente de color" con la "verdad", y prohibió la exclusión de
la "gente de color" de los lugares de culto; sin embargo,
prohibió estrictamente el matrimonio entre miembros de razas
diferentes. 174
Las mordaces críticas contra la declaración de Ellen White
sobre la amalgama en la década de 1860 obligó a los dirigentes
de iglesia a defender a su profetisa. En 1868, cuatro años
después de que las afirmaciones sobre amalgama aparecieran en
letra de molde, el dirigente adventista Uriah Smith (que en
aquel tiempo todavía profesaba creer en la Sra. White como
profetisa) publicó su enérgica defensa de ella. En su libro,
Smith conjeturó que la unión entre seres humanos y bestias
había creado razas como los "salvajes bosquimanos de Africa,
algunas tribus de hotentotes, y quizás los indios cavadores de
nuestro propio país, etc." 175
James White revisó "cuidadosamente" el libro de
Smith antes de su publicación, y luego lo recomendó en
términos entusiastas a los lectores de la revista oficial de
la iglesia, Review and Herald:
"La Asociación acaba de publicar un
folleto titulado The Visions of Mrs. E. G. White, A
Manifestation of Spiritual Gifts According to the Scriptures
[Las visiones de la Sra. E. G. White, una manifestación de los
dones espirituales según las Escrituras]. Está escrito por el
redactor de la Review. Mientras leía el manuscrito
cuidadosamente, me sentí agradecido a Dios de que nuestro
pueblo pudiera tener esta competente defensa de las visiones
que ellos tanto aman y aprecian, y que otros desprecian
y a los cuales se oponen". 176
James White explica con abundancia que Smith no
publicó su libro sin una cuidadosa revisión. Es inconcebible
que, en su revisión, James pasase por encima de las
afirmaciones sobre los indios y los bosquimanos de Africa sin
notarlas. Su respaldo indica su aprobación de la explicación.
¡En realidad, a causa de que el libro establecía las
afirmaciones de la Sra. White, James y Ellen llevaron con
ellos 2.000 copias para ofrecerlas en venta en los campamentos
de devotos ese año! 177 Al promover y vender el libro de Smith, los White
pusieron su sello de aprobación a su explicación de la
declaración sobre la amalgama.
Aunque la explicación de los "bosquimanos de Africa" era lo
suficientemente buena para los White y para Smith, finalmente
perdió favor con los dirigentes Adventistas del Séptimo Día.
La declaración se volvió a publicar en 1870 en el libro Spirit
of Prophecy [El espíritu de profecía], tomo 1, y
continuó causando controversia. Fue siendo más y más difícil
explicar estas afirmaciones a una denominación más y más
educada y racialmente tolerante.
Aunque James y Ellen White, Uriah Smith, el hijo de
Ellen, W. C. White, y la secretaria D.D. Robinson nunca
tuvieron dudas de que Ellen había querido decir el cruce entre
seres humanos y bestias, 178 los defensores posteriores de la Sra. White en años
recientes hicieron grandes esfuerzos por convencer a la gente
de que la declaración sobre la amalgama se refería al
matrimonio entre diferentes razas - humanos con humanos. Sin
embargo, esta explicación suscitó más preguntas que
respuestas. ¿Cómo podría el matrimonio entre diferentes razas
humanas desfigurar la imagen de Dios en el hombre? ¿Cómo
podría un ser humano (hecho a imagen de Dios) desfigurar la
imagen de Dios? Si el matrimonio entre diferentes razas es
"pecado" y "un crimen vil", entonces, ¿por qué nunca se lo
describe así en la Biblia? Muchos eruditos bíblicos creen que
Séfora, la esposa de Moisés, era de una raza diferente. ¿Eran
los hijos de Moisés una especie amalgamada? En ese caso, ¿por
qué ofreció Dios hacer de los hijos de Moisés una gran nación?
¿Por qué no les destruyó Dios por cometer un crimen vil?
Un crimen vil es un acto de inmoralidad vil. Así
describe la palabra el Diccionario
Webster de 1913:
Moralmente bajo.
De aquí que: De mentalidad baja; indigno; sin dignidad de
sentimiento; innoble; ruin; no liberal; servil; como, un
individuo de baja calaña; motivos mezquinos; ocupaciones de
baja categoría. Un acto cruel de una mente baja y cobarde. 179
La Sra. White usó la frase "crimen vil" sólo en otra
ocasión en sus escritos. La usó para describir el vil y
adúltero intento de la esposa de Potifar contra el joven José.
180
¿Cómo podrían describirse como crímenes viles las relaciones
matrimoniales entre miembros de diferentes razas o de
diferentes religiones? ¿Desde cuándo se consideran crímenes
viles las relaciones sexuales entre parejas de seres humanos
casados? ¿No honra Dios el matrimonio, bien que ambas partes
sean o no de la misma raza o de la misma religión?
La Biblia dice bien claro que las relaciones
sexuales entre seres humanos y animales es un crimen vil y
bajo. Es condenado en la Biblia como "abominación" digna de la
pena de muerte. 181 El hecho de que la Sra. White describa la amalgama
como un crimen bajo es evidencia irrefutable de que ella
estaba describiendo la bestialidad, no el matrimonio entre
seres humanos de diferentes antecedentes raciales o
religiosos.
Se suscitaron más preguntas por la afirmación de la Sra.
White de que la amalgama fue la principal razón para el
diluvio. ¡Si Ellen White está en lo cierto, que la amalgama
fue "el único pecado por encima de los demás que requirió la
destrucción de la raza", Moisés lo habría mencionado por lo
menos! ¿Cómo pudo un pecado tan atroz pasar inadvertido sin
que Moisés lo mencionase?
La afirmación se hizo tan controvertida que
finalmente fue "enjalbegada" cuando el libro volvió a
publicarse en 1890, bajo el título Patriarchs and Prophets
[Patriarcas y profetas]. Después de la publicación, algunos
adventistas astutos observaron que las afirmaciones estaban
ausentes. A muchos les pareció un reconocimiento implícito de
que las declaraciones eran efectivamente falsas. Los creyentes
en la Sra. White preguntaron por qué estas palabras
"inspiradas" habían sido quitadas de la edición más reciente.
Si las afirmaciones acerca de la amalgama eran ciertas, ¿por
qué no dejarlas en el libro? ¿Por qué quitarlas? Si este
pecado causó el diluvio, entonces la gente debería ser
consciente de él, para no repetirlo. Si los "bosquimanos de
Africa" resultaron de la unión entre seres humanos y animales,
la gente tiene derecho a saberlo. Los científicos deberían ser
informados de este hecho, para que puedan estudiar a esta
gente. Después de todo, ¿qué precedente existe para borrar los
escritos de un profeta? Ninguno de los profetas bíblicos tuvo
que regresar y alterar sus escritos para quitar declaraciones.
¿Por qué tendría que hacerlo la Sra. White?
La eliminación de las declaraciones sobre amalgama
creó tal controversia, que la Fundación White decidió que era
importante dar una explicación de las omisiones. El hijo de la
Sra. White, W. C. White, trata de explicarlas:
"En relación con dos párrafos que se encuentran en
Spiritual Gifts [Dones Espirituales] y también en The
Spirit of Prophecy [El Espíritu de Profecía] sobre la
amalgama y por qué dichos párrafos fueron dejados fuera de
los libros que se publicaron posteriormente, y la pregunta
de quién asumió la responsabilidad de dejarlos fuera, puedo
hablar con completa claridad y seguridad. Fueron dejados
fuera por Ellen G. White. Nadie relacionado con su obra
tenía ninguna autoridad sobre esta cuestión, y nunca supe
que nadie le ofreciera consejos en relación con este asunto.
"En todos los asuntos de esta clase, puede usted
estar seguro de que la hermana White era responsable de
dejar fuera o añadir cuestiones como ésta en ediciones
posteriores de nuestros libros.
"La hermana White no sólo tenía buen juicio basado
en un entendimiento claro y abarcante de las condiciones y
las consecuencias naturales de publicar lo que escribía,
sino que muchas veces recibía instrucciones directas del
ángel del Señor en relación con lo debía omitirse y lo que
debía ser añadido a nuevas ediciones".182
En esta carta, W. C. White nos informa que
probablemente un ángel instruyó a Ellen White para que
omitiera las declaraciones sobre amalgama en la siguiente
edición del libro. Esto da lugar a otra pregunta: ¿Por qué no
la instruyó el ángel para que omitiera los renglones antes
de que fueran publicados en el primer libro? ¡Esto
ciertamente habría evitado muchas preguntas, mucha confusión,
y mucha controversia!
Los adventistas continuaron defendiendo la afirmación de la
amalgama como la unión entre seres humanos y bestias hasta
1947, cuando un biólogo adventista, el Dr. Frank Marsh,
convenció a un panel de Adventistas del Séptimo Día de que
esto no era posible. Esto ocurrió décadas después de que los
científicos demostraron que el hombre no puede cruzarse con
animales y producir descendencia. 183
El error garrafal con
Herodes
La declaración sobre la amalgama no era la primera
vez que una visión profética tenía que ser filtrada de uno de
los libros de la Sra. White. En Spiritual Gifts [Dones
espirituales] tomo. 1, publicado en 1858, la Sra. White
escribe sobre Herodes como si el Herodes que participó en el
juicio de Cristo hubiera sido el mismo que mató a Santiago
también:
"El corazón de Herodes se había
endurecido aún más; y cuando oyó decir que Cristo había
resucitado, no se preocupó mucho. Le quitó la vida a Santiago,
y cuando vio que esto agradaba a los judíos, se apoderó de
Pedro también, con el propósito de darle muerte". 184
Después de que la Sra. White publicó esta
declaración, se descubrió que fue Herodes Antipas
quien participó en el juicio de Cristo, y que fue Herodes Agripa
quien dio muerte a Santiago. Herodes Antipas fue
desterrado por Calígula a Lyons en Francia, en el año 41 d. C.
Las provincias que gobernaba fueron entonces entregadas a
Herodes Agripa, que ejecutó a Santiago, echó a Pedro
en la cárcel, fue atacado por Dios, y murió en el año 44 d. C.
(Hechos 7). Esta metedura de pata fue corregida cuando esta
parte del libro se volvió a publicar en 1878 bajo el título Spirit
of Prophecy, volumen 3:
"Él
[Herodes] se apoderó de Santiago y le puso en la cárcel, y
allí envió a un verdugo para que la matase a espada, así
como otro Herodes
había hecho decapitar al profeta Juan. Luego, se volvió
más osado, viendo que los judíos quedaron muy complacidos
con sus actos, y encarceló a Pedro". 185
Esta pequeña metida de pata abrió los ojos de sus
fieles seguidores. Ahora era evidente que la Sra. White
simplemente había copiado este error de otro autor. Su error
de bulto debe haber desencantado a sus seguidores, que creían
que ella estaba registrando escenas que había presenciado en
visión. Después de todo, ¿no había afirmado ella que todo su
material escrito venía directamente del cielo?
"Ustedes saben cómo el Señor se ha
manifestado por medio del espíritu de profecía. El pasado, el
presente, y el futuro han pasado delante de mí....Yo no
escribo ni un solo artículo en el periódico expresando
meramente mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha abierto
delante de mí en visión - preciosos rayos de luz que brillan
desde el trono". "El Espíritu Santo trazó estas verdades sobre
mi corazón y mi mente". 186
La Sra. White llegó hasta afirmar que el Espíritu
Santo era el autor de sus libros: "El Espíritu Santo es el
Autor de las Escrituras y del espíritu de profecía". 187 Si la Sra. White
fuera una autora cristiana ordinaria, su error habría pasado
casi inadvertido. Sin embargo, cuando se es profetisa de
Dios y se afirma que el Espíritu Santo es el autor de sus
escritos, la gente va a esperar mucho en relación con la
exactitud de los libros. Naturalmente, sus seguidores se
sintieron desengañados cuando se enteraron de que no todos los
escritos de la hermana White venían a ella por medio de
visiones del "pasado, el presente, y el futuro". Quedaron
confundidos, preguntándose cómo descifrar qué partes de sus
escritos venían de Dios y cuáles venían de fuentes no
inspiradas. Como ha sucedido con sus otras metidas de pata, el
tiempo ha sanado la herida. Los libros originales están fuera
de circulación, y pocos adventistas hoy día conocen el error
garrafal sobre Herodes.
Comienza una nueva era
Después de la muerte de James White, comenzó una
nueva era en los escritos de Ellen White. Antes de su muerte,
James había ayudado a Ellen en la redacción de libros y
artículos para ser publicados. Ahora ella necesitaba un nuevo
ayudante, y lo encontró en la talentosa Marian Davis, que se
encargó de la redacción del material de la Sra. White en 1881.
Fannie Bolton ingresó al personal en 1887. Juntas, estas
señoras ayudarían a la Sra. White a componer algunos de sus
libros más famosos, incluyendo Steps to Christ [El
camino a Cristo] y Desire of Ages [El Deseado de todas
las gentes].
Fannie Bolton no sólo escribió libros para la Sra.
White; también escribió artículos y algunas cartas a nombre de
la Sra. White. Fannie le confesó a Merritt G. Kellogg, medio
hermano de John Harvey Kellogg, que lo que ella escribía era
...
"publicado en Review
and
Herald... como si hubiese sido escrito por la hermana
White bajo la imspiración de Dios... Me siento muy
angustiada por este asunto, porque siento que estoy actuando
como parte de un engaño. La gente está siendo engañada sobre
la inspiración de lo que yo escribo. Siento que está muy mal
que cualquier cosa que yo escribo salga bajo el nombre de la
hermana White como un artículo especialmente inspirado
por Dios. Lo que yo escribo debería salir bajo mi propia
firma [;] entonces el crédito le sería dado a quien
corresponde". 188
Después de 1881, los dirigentes de la iglesia
escrutaron los escritos de la Sra. White mucho más de cerca
para evitar costosas y embarazosas declaraciones, como las de
la amalgama. Los dirigentes de la iglesia llegaron hasta a
aprobar una resolución de la Conferencia General en 1883,
creando un comité para supervisar las revisiones de los
escritos de ella:
"33. CONSIDERANDO QUE, muchos de estos testimonios
fueron escritos bajo las circunstancias más desfavorables,
estando la escritora demasiado presionada por la ansiedad y
el trabajo para dedicar el pensamiento crítico a la
perfección gramatical de los escritos, y que éstos fueron
impresos con tanta prisa que estas imperfecciones pasaron
sin ser corregidas; y CONSIDERANDO QUE, creemos que la luz
dada por Dios a sus siervos es por medio de la iluminación
de la mente, impartiendo así los pensamientos, y no (excepto
en raros casos) las palabras mismas con las cuales estas
ideas debían expresarse; por lo tanto, RESUELVE, que en la
re-publicación de estos volúmenes se hagan los cambios
verbales para quitar las imperfecciones arriba mencionadas,
hasta donde sea posible, sin cambiar el pensamiento en
manera alguna; y también,
34. RESUELVE, que este cuerpo designe una comisión
de cinco personas para encargarse de la re-publicación de
estos volúmenes de acuerdo con los preámbulos y resoluciones
que anteceden". 189
Aparentemente, los dirigentes de la Conferencia
General creían que teníoan derccho a alterar los escritos de
la Sra. White; sin embargo, 22 años más tarde, en 1905, la
Sra. White afirmó que las palabras que ella escribía venían de
Dios y no debían ser cambiadas:
"La
palabra que se me ha dado es: 'Debes reprender fielmente a
los que desean empañar la fe del pueblo de Dios. Escribe las
cosas que te daré, para que puedan ser testigos de la verdad
hasta el fin de los tiempos'. Yo dije: 'Si alguno de los
ciudadanos de Battle Creek desea saber lo que la Sra. White
cree y enseña, que lea sus libros publicados. Mis trabajos
serían inútiles si yo predicara otro evangelio. Lo
que he escrito es lo que el Señor me ha ordenado que
escriba. No se me ha instruído que cambie lo que he
despachado". 190
Aunque Dios no le había dado instrucciones de que
cambiara las palabras que ella había despachado, los
dirigentes de la iglesia tomaron sobre sí la prerrogativa de
hacerlo. Pasados errores les habían enseñado que era demasiado
arriesgado permitir que sus escritos salieran sin el debido
escrutinio.
La Sra. White dijo: "No debo retirar ni una sola palabra del
mensaje que he entregado". 191 A pesar de esta
certeza, cierto número de sus palabras han sido retiradas y
quitadas de publicaciones posteriores. Por ejemplo:
1. Las
declaraciones relativas a la puerta cerrada de la salvación.
2. Las declaraciones
que la ciencia ha demostrado que son falsas, como las de
la
amalgama.
3. Un capítulo entero
de Great Controversy (el capítulo 12: "Dios honra al
humilde").
4. Libros enteros han
sido sacados de circulación, como An Appeal to
Mothers (véase el capítulo 4), un libro mítico sobre los
peligros
del
"auto-abuso".
Si la Sra. White no fue autorizada por Dios para
retirar ni una sola palabra del mensaje que ella transmitía,
¿quién autorizó los cambios en sus escritos? En 1992, Review,
la revista oficial Adventista del Séptimo Día, reveló la
práctica del personal de la Fundación White de revisar y
alterar sus escritos. Paul A. Gordon, entonces secretario de
la Fundación White, escribe:
"¿Es legítimo
cambiar, abreviar, o simplificar los escritos de Ellen
White? La respuesta es que sí. Podemos cambiar,
abreviar, o simplificar las palabras, pero no tenemos
permiso para cambiar el mensaje propuesto. He aquí por qué:
Los Adventistas del Séptimo Día no sostienen la inspiración
verbal. Esto significa que nosotros no creemos que Dios haya
dictado las palabras que Ellen White debía usar. ... En los
años desde la muerte de la Sra. White en 1915, más de 50
nuevas compilaciones o ediciones de los libros de Ellen
White han sido preparadas por la Fundación E. G. White. En
todos los casos - incluyendo ediciones que han sido
abreviadas, condensadas, o simplificadas - el mensaje
propuesto jamás se ha perdido, sólo las palabras
han sido cambiadas". 192
A pesar de la seguridad de que los cambios no
causarían ningún impacto en el mensaje propuesto, algunos
adventistas creen que las alteraciones eran mucho más
significativas que sólo una palabra aquí y otra allá. En 1919
tuvo lugar una conferencia de dirigentes Adventistas del
Séptimo Día para discutir qué hacer con los escritos de la
Sra. White. Durante esa conferencia, el presidente de escuela
preparatoria W. W. Prescott mencionó los cambios en los
cuales estaba trabajando, y cómo esos cambios le habían dejado
con dudas relativas a la inspiración de los escritos de la
Sra. White:
"Éste es mi
problema. He examinado esto (The Great Controversy)
y sugerido los cambios que deberían hacerse para corregir
las afirmaciones. Estos cambios han sido aceptados. Mi
problema personal será conservar la fe en las cosas que no
puedo manejar sobre esa base. ... Si lo corregimos aquí y
allá, ¿cómo vamos a quedar en los otros lugares?" 193
Esta no era la primera vez que W. W. Prescott hacía
sonar la alarma acerca de problemas con los libros de la Sra.
White. En 1915, Prescott escribió una carta personal al hijo
de la Sra. White, W. C. White:
"La manera en
que se han manejado los escritos de su madre y las falsas
impresiones con respecto a ellos que todavía son fomentadas
en la gente, me han producido gran perplejidad y prueba. Me
parece que, en la preparación de algunos de sus libros, se
ha practicado lo que equivale a engaño, aunque
probablemente no intencional, y que no se ha hecho ningún
esfuerzo serio para desengañar las mentes de la gente de
lo que se sabía era un punto de vista falso concerniente a
sus escritos".
Prescott estaba profundamente preocupado por
la manera en que se manejaban los libros de la Sra. White. Él
estaba ciertamente en condiciones de saber cómo se estaban
manejando los libros. Además de trabajar en The Great
Controversy, había ayudado en otros libros. Según C. C.
Crisler, por largo tiempo secretario de la Fundación White, la
ayuda de Prescott se necesitó en la preparación de Prophets
and Kings [Profetas y reyes], que se publicó en 1917, un
año después de la muerte de la Sra. White. Crisler le pidió
ayuda a Prescott en una carta fechada en 27 diciembre de 1907:
"En la preparación de esta serie [Prophets and
Kings], sentimos necesidad de consejo, y a menudo
deseamos poder tener la ayuda de los que estaban
familiarizados con el período del exilio y la restauración
en Babilonia ... Deseamos grandemente que usted lea los
restantes artículos, y elimine cualesquiera porciones
que usted tema hacen más mal que bien.
Como notará, algunos puntos
han sido salvaguardados, otros han sido omitidos, y, en
algunos casos, se han adoptado posiciones... Reconocemos
vivamente nuestra incapacidad para ver muchos puntos que
deberían ser examinados muy de cerca; de aquí que sintamos la
necesidad de ayuda crítica".
Esta carta revela el alcance de los cambios.
Contrario a lo que la Fundación White quiere hacernos creer,
Prescott tenía autoridad para omitir y eliminar secciones
enteras de los escritos de Ellen White si le parecía que
perjudicarían a la iglesia. Esto da lugar a la pregunta de si
la gente de la Fundación White creía realmente que estaban
tratando con los escritos inspirados de una pofeta de Dios.
He aquí unos pocos ejemplos
de alteraciones de los escritos de la Sra. White:
Ellen White Revisado
|
Ellen White Original
|
"Testifico
a mis hermanos y hermanas que la iglesia de Cristo,
por débil y defectuosa que sea, es el único objeto en
la tierra al cual Él concede suprema consideración". Testimonies
to Ministers & Gospel Workers [Testimonios
para ministros y obreros evangélicos], p. 15. |
"La
iglesia de Cristo es el único objeto en la tierra al
cual Él concede suprema consideración; pero se ha
vuelto débil e ineficiente a causa del egoísmo". Review
& Herald, diciembre 11, 1888. |
"Más
muertes han sido causadas por el uso de drogas que por
todas las otras causas combinadas". Selected
Messages [Mensajes selectos], tomo 2, p.
450. |
"Se
me mostró que más muertes han sido causadas por
el uso de drogas que por todas las otras causas
combinadas". Spiritual Gifts [Dones
espirituales], Vol. 3-4, p. 133. |
"Es
más, al papa se len ha dado los mismo títulos de la
Deidad. Se le ha llamado 'El Señor Dios el Papa', y ha
sido declarado infalible". The Great Controversy,
p. 48 [50-51]. |
"Es
más, el papa se ha arrogado los mismos títulos
de la Deidad. Él se llama a sí mismo 'Señor
Dios el Papa', asume la infalibilidad y exige que
todos los hombres le rindan homenaje". Spirit
of Prophecy, Vol. 4, p. 53. |
No hay modo de juzgar
cuántas declaraciones han sido alteradas, modificadas, u
omitidas antes de ser publicadas.
Al concluir este libro, ciertamente debemos admitir
que se ha hecho un tremendo esfuerzo para cubrir los errores,
los fracasos, y las pifias de la Sra. White. Muchos de sus
libros, publicados al final de su vida, son tenidos como
ejemplos de inspiración divina. Sin embargo, estos son los
mismos libros que fueron escritos con la mayor cantidad de
correcciones y revisiones por parte de escritores de talento,
bajo la supervisión del Comité de la Conferencia General.
Parece que la calidad de los mensajes de Dios para su pueblo
experimentó un dramático mejoramiento una vez que la iglesia
consiguió que las personas indicadas se involucraran en el
proceso.
Lo que la evidencia muestra es que, desde el
principio de su carrera en la década de 1840 hasta la época
actual, los escritos de Ellen White han sido manipulados por
oficiales de iglesia que se sentían obligados a cubrir los
errores de ella para defender y sustentar su papel como
profeta. La actitud prevaleciente entre los administradores de
la iglesia parece ser que, si el vasto número de plagios,
errores, fracasos, y pifias de la Sra. White se dan a conocer
a los laicos, habrá deserciones de la iglesia a gran escala.
Así, para preservar la iglesia, estos errores han sido
barridos hacia debajo de la alfombra y no se han mencionado,
dejando al laicato ignorante de los hechos, y completamente
sin saber que se les ha llevado a creer en una mentira White [a
White lie, un juego de palabras entre "white", que
significa "blanco", y "White", el apellido de Ellen: Una
mentira "blanca", que ha sido blanqueada, enjalbegada,
cubierta].
Notas:
169. Ellen White, Spiritual Gifts, Vol. 3, p. 64, 1864.
170. Ibid., p. 75.
171. Book of Jaser, 4:18, 1844.
172. B. F. Snook y W. H. Brinkerhoff, The Visions of E. G.
White Not of God, Chapter 2 (1866).
173. Ellen White, Testimonies, Vol. p. 214.
174. Carta 36, 1912 (Selected Messages, Book 2, p. 344,
párrafos 1, 2). También, The Southern Work, p. 15,
Manuscript 7, 1896 (Selected Messages, Book 2, p. 343,
paragraph 2).
175. Uriah Smith, The Visions of Mrs. E. G. White, p. 103,
1868.
176. James White, Review, Aug. 15, 1868.
177. "Amalgamation of Man and Beast: What Did Ellen White Mean?",
Spectrum, June, 1982, p. 14.
178. Ibid., p. 11.
179. Webster Dictionary, 1913.
180. Ellen White, Signs of the Times, Jan. 8, 1880. Ella
también usó el término "el más vil de los crímenes" para describir
el adulterio y otros pecados despreciables cometidos por uno de
los papas. Véase Great Controversy, p. 106.
181. Levítico 18: 23, 20:16.
182. W. C. White, Selected Messages, Vol. 3, p. 452.
183. "Amalgamation of Man and Beast: What Did Ellen White Mean?",
pp. 16, 17.
184. Ellen G. White, Spiritual Gifts, vol. 1, p. 71.
185. Ellen G. White, Spirit of Prophecy, vol. 3, p. 334.
186. Ellen G. White, Testimonies, Vol. 5, pp. 64, 67,
Letter 90, 1906.
187. Ellen G. White, Selected Messages, Vol. 3, p. 30.
188. Merritt G. Kellogg statement [March 1908], The Story,
p. 107.
189. Review and Herald, Nov. 27, 1883.
190. Ellen G. White, Review and Herald, Jan. 26, 1905.
191. Ibid., Apr. 19, 1906.
192. Adventist Review, Nov. 19, 1992, pp. 8-9.
193. W. W. Prescott, 1919 Conference on Ellen White.
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