LA LEY
DOMINICAL NACIONAL
¿HECHO O FICCIÓN?
Dirk Anderson (1999)
Capítulo 6
¿Puede ser impuesta
una ley dominical nacional?
En el siglo XIX, algunos Adventistas del
Séptimo Día lograron hacerse arrestar y encarcelar por poco
tiempo por violar las leyes que prohibían trabajar en domingo.
Dos de sus casas publicadoras, una en Londres y otra en Basilea,
Suiza, fueron cerradas por no haber acatado las leyes
dominicales y las que regulaban las horas de trabajo de las
mujeres. En aquella época, muchos adventistas consideraban el
descanso dominical como una violación del cuarto mandamiento. La
razón de que rehusaran dejar de trabajar ese día se encuentra en
el cuarto mandamiento: "Seis días trabajarás, y harás toda tu
obra". Interpretaron estas palabras como que Dios requería que
se trabajara seis días de la semana. Por lo tanto, pensaban que
no trabajar en domingo era violar el mandamiento de Dios y
renunciar a su fe.
En la iglesia hubo una división a causa de
este tema. Algunos en la iglesia pusieron en duda la necesidad
de provocar a propósito a las autoridades locales trabajando en
domingo. Propusieron que los adventistas cumplieran con las
leyes locales que prohibían trabajar en domingo. Finalmente,
ocurrió una pequeña crisis en Australia a principios del siglo
XX. En Melbourne había una ley que requería el cierre de ciertos
negocios los domingos, incluyendo casas publicadoras. Después de
enterarse de la ley, los adventistas continuaron trabajando en
su casa publicadora por tres domingos seguidos. Finalmente, las
autoridades locales amenazaron con arrestarles. Ahora los
adventistas se enfrentaban a una decisión. ¿Valía la pena ser
arrestados para probar su punto acerca de trabajar seis días?
Los dirigentes adventistas se volvieron a la Sra White, que
proporcionó un testimonio de parte de Dios para resolver el
problema:
La luz
que el Señor me dio cuando esperábamos precisamente
una crisis como a la que Uds. parecen estarse aproximando
fue que, cuando el pueblo fuera movido por un poder de abajo
para imponer la observancia del domingo, los Adventistas del
Séptimo Día habrían de mostrar su sabiduría absteniéndose
de hacer su trabajo regular ese día, y dedicándolo al
esfuerzo misionero.
En una
ocasión, los que estaban encargados de nuestra escuela en
Avondale me preguntaron: "¿Qué haremos? Los oficiales de la
ley han sido comisionados para arrestar a los que trabajan
en domingo". Yo les contesté: "Será muy fácil evitar esa
dificultad. Dad el domingo al Señor como un día para hacer
obra misionera. Saquen a los estudiantes para que se
reúnan en diferentes lugares, y hagan obra médica
misionera. Encontrarán a la gente en sus hogares, y
será una espléndida oportunidad para presentar la verdad. Esta
manera de pasar el domingo es siempre aceptable al Señor".
(9T, pp 232, 238).
¡Nótese que la Sra. White instruye a los
adventistas para que guarden el domingo de la misma manera en
que lo hacen todos los conscientes observadores del domingo! ¡Se
les dice que tengan "reuniones" religiosas y hagan "obra
misionera"! Han de abstenerse de "hacer su trabajo regular ese
día". Además, la profetisa les dice que "esta manera de pasar el
domingo es siempre aceptable al Señor".
¡Parece que la amenaza de arresto fue suficiente para convertir
a la profetisa adventista a la observancia del domingo! Dice que
tener reuniones religiosas, abstenerse de hacer trabajo
ordinario, y hacer obra misionera es una manera aceptable de que
los adventistas pasen el domingo. Por lo tanto, también debe ser
aceptable que los bautistas, los católicos, los metodistas, los
luteranos, los pentecostales, los presbiterianos, y otros
cristianos hagan lo mismo. ¿Cómo podrían los cristianos
observadores del domingo recibir la marca de la bestia por
observar el domingo cuando la profetisa de Dios dijo que esta
clase de observancia del domingo es "aceptable al Señor"? Si los
cristianos que observan el domingo reciben la marca de la bestia
por pasar el domingo en reuniones religiosas y hacer obra
misionera, ¡lógicamente se deduce que los adventistas también
recibirán la marca de la bestia por hacer lo mismo!
Si los adventistas siguen el consejo de su
profetisa, ¿cómo podrían jamás ser perseguidos por trabajar en
domingo? ¿Qué razón podrían aducir los que guardan el domingo
para perseguir y matar gente que tiene reuniones religiosas y
hace obra misionera en domingo? Puesto que los adventistas
tendrán reuniones religiosas y harán obra misionera en domingo,
¡es imposible distinguirlos de los que adoran en domingo! Por lo
tanto, será imposible arrestarlos e imposible someterlos a
juicio.
¿Por qué deberían los adventistas temer la
persecución de una futura ley dominical? Ya se les han impartido
instrucciones que evitarán que sean jamás perseguidos por
trabajar en domingo. Este testimonio invalida todo el escenario
de El Gran Conflicto de los observadores del sábado
siendo perseguidos por no tener culto en domingo. Si alguna vez
se aprueba una ley dominical, los adventistas no estarán
ocultándose en los bosques o en las montañas. Estarán teniendo
reuniones religiosas y haciendo obra misionera los domingos. Las
autoridades verán que lo que los adventistas están haciendo es
exactamente lo que sus vecinos los bautistas están haciendo. No
habrá ni arrestos ni persecución. No sucederá nada.
¿Recuerdan la historia de los tres hebreos
que rehusaron inclinarse ante la imagen en Daniel 6?
Detengámosnos por un momento y reescribamos la historia.
Imaginemos que había tres adventistas en la llanura de Dura esa
mañana en vez de tres hebreos. Los llamaremos Vegeburger,
Linkette, y el Pequeño Debbie. He aquí lo que podría haber sido
su conversación:
Vegeburger: Oh, oh. La música
está comenzando. ¿Nos inclinamos?
Linkette: ¡Si no nos inclinamos,
van a cocinarnos para el desayuno!
El pequeño Debbie: ¿Qué les
parece si pasamos adelante y nos arrodillamos, pero oramos a
Dios?
Vegeburger: ¿Quieres decir
inclinarnos como si estuviéramos orando a la imagen, pero en
realidad estaríamos orando a Dios?
Linkette: Sí, nos inclinaríamos y
oraríamos a Dios mientras todos los demás se inclinan ante la
imagen. De esa manera, evitamos que nos arresten, y al mismo
tiempo obedecemos la ley de Dios técnicamente.
El pequeño Debbie: Después de
todo, sabremos en nuestros corazones a quién estamos orando...
Eso es lo que importa.
Linkette: ¡Pero nadie más lo
sabrá, excepto nosotros!
Vegeburger: ¡Caramba, Pequeño
Debbie! ¡Debes ser profeta! Dios te dio una gran idea para
salvar nuestras vidas. ¡Hagámoslo!
En realidad, probablemente había muchos
hebreos en la llanura de Dura aquella mañana que actuaron de la
misma que lo hicieron los adventistas. El libro de Daniel no los
menciona porque no valía la pena. Sólo los que están decididos a
defender aquéllo en lo cual creen - aun a riesgo de sus vidas -
valen la pena de ser mencionados. Hoy día hay adventistas,
bautistas, católicos, luteranos, metodistas, pentecostales,
presbiterianos, y otros cristianos que están siendo martirizados
porque defienden su fe en Cristo Jesús. En el tiempo que le toma
a Ud. leer este libro, un cristiano ha sido martirizado por su
fe en Jesús. Los verdaderos cristianos no tratan de ver cuán
cerca pueden parecerse a los no cristianos para que no se los
identifique. Los verdaderos cristianos defienden lo que creen.
Ellen White y sus asociados se echaron para atrás acerca del
punto en disputa de la ley dominical al aceptar que no era un
punto por el cual valía la pena ser arrestado. Hay sólo dos
posibles razones para ello:
1. O las leyes dominicales no son un punto por el cual
vale la pena contender...
2. O la profetisa de la iglesia y sus
dirigentes hicieron concesiones acerca de sus valores.
¿Cuál será?
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