LA LEY DOMINICAL NACIONAL
¿HECHO O FICCIÓN?

Dirk Anderson (1999)

Capítulo 3
¿Es el sábado la prueba final?


Usted acaba de pasarse la noche con la cabeza metida entre sus libros estudiando para su examen final de la escuela superior. Cree que se ha preparado bien. El profesor le dio una lista de temas importantes, y Ud. los ha estudiado a conciencia. Caminando con confianza, Ud. entra al aula y se sienta. El profesor sonríe y anuncia que habrá sólo una pregunta en el examen. Ud. sonríe para sus adentros, pensando que seguramente será uno de los ítems que el profesor distribuyó la semana pasada en la guía de estudio para el examen final. Cuando le ponen delante el examen, Ud. abre la boca mientras mira fijamente la pregunta, sin poder creer lo que ve. La pregunta no es una de las que estaban en la guía de estudio. En realidad, ¡la pregunta le pide que escriba una disertación de cinco páginas sobre un tema que ni siquiera fue presentado en clase! Mientras la ira y la frustración crecen en su interior, Ud. se pregunta: "¿Qué clase de maestro tonto examinaría a sus estudiantes acerca de un tema cuya importancia nunca comentó ni subrayó?".

Ahora piense en Jesús. Es el Maestro más grande que el mundo conoció jamás. Sabía exactamente cómo preparar a sus estudiantes para las pruebas a las que se habrían de enfrentar en la vida. Si Jesús y los apóstoles hubiesen sabido que el sábado iba a ser la gran "prueba final", entonces con seguridad habrían pasado tiempo suficiente enseñando esto a sus discípulos. Si hubiesen dejado de hacer esto, entonces habrían sido maestros tontos. La verdad es que Jesús y los autores del NT rara vez mencionaron el sábado, y las pocas veces que lo hicieron dieron la impresión de que el día de culto no habría de ser un punto de contienda entre los creyentes (véase Romanos 14:5,6; Colosenses 2:16,17).

En vez de enfocar su atención sobre el sábado, Jesús y los apóstoles se concentraron en los grandes temas cristianos de la salvación, el amor con sacrificio, el perdón, y la vida eterna. ¿Por qué prestarían Jesús y los apóstoles tanta atención a estos temas si el sábado habría de ser la gran prueba final? ¿Por qué no dedicaron tiempo a prepararnos para la gran batalla final acerca de en cuál día deberíamos adorar a Dios?

Según la profetisa Ellen White, el sábado es la gran prueba final de la humanidad:

"El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad, pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven". (El Conflicto de los Siglos, p. 663).
La verdad es que la Biblia jamás describe al sábado como "prueba final" de ninguna clase. Jesús es muy explícito acerca de qué es la "prueba final". En realidad, en uno de sus más grandes sermones a sus discípulos, explica precisamente cuál será la "prueba final" cuando Él vuelva a la tierra por segunda vez. Hela aquí en la Biblia preparada por los Adventistas, Clear Word:
Todos los que estén en la tierra serán reunidos delante de Él, y separará a los que son legítimamente suyos de los que no lo son, como el pastor separa las ovejas de las cabras durante el tiempo de la esquila. Pondrá las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda. Entonces dirá a los que están a su derecha: "Ustedes son los hijos de Dios porque son muy semejantes a él. ¡Vengan! Es tiempo de que reciban su  herencia. Se han preocupado por los demás, lo cual demuestra que se preocupan por mí. Cuando los demás tenían sed, les dieron agua. Cuando tuvieron hambre, les dieron de comer, y cuando no tenían lugar donde vivir, les dieron alojamiento. Cuando los demás no tenían nada adecuado para ponerse, les dieron ropa. Cuando estuvieron enfermos, les visitaron y les consolaron, y cuando estuvieron en la cárcel, no los olvidaron". Mateo 25:32-36.
¿Dijo Jesús: "Ustedes son hijos de Dios porque fueron a la iglesia los sábados y criticaron a los que iban a la iglesia los domingos"? ¡No! El sábado jamás ha sido una prueba para los cristianos gentiles, y jamás lo será. La prueba final será si una persona tiene o no tiene el carácter amoroso y desinteresado de Cristo Jesús.

Se podría argumentar que el que más desea que el sábado sea la "prueba final" es en realidad Satanás mismo. Satanás siempre ha estado buscando la manera de distraer a los cristianos del verdadero evangelio. Por miles de años, ha estado tratando de hacer que la atención de la gente se dirija a discutir sobre cuáles requisitos legalistas deberían cumplirse para ser salvo. Si puede hacer que los cristianos se pongan a argumentar acerca del legalismo, las leyes morales y de salud, y otros varios requisitos, entonces puede hacer que aparten sus ojos de la salvación por gracia por medio de la fe en Cristo Jesús. Si Satanás puede conseguir que el sábado sea la "prueba final", entonces habrá logrado poner un requisito legal en lugar de la verdadera prueba final, que es nacer de nuevo, recibiendo el carácter desinteresado del Cordero de Dios.



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