La infalibilidad
de la Biblia. Contradicciones en
la reforma de la Torá
en el evangelio de Mateo
Hay notables inconsistencias en la presentación de judíos y
gentiles en el evangelio de Mateo, algo que también se hace
evidente cuando se considera la genealogía falsificada y
polémica con que comienza el libro. Éste no es el único
ejemplo de contradicciones doctrinales en el manuscrito.
También se puede considerar la declaración de Mateo sobre la
'infalibilidad e inerrancia' de las escrituras, que se halla
en el Sermón del Monte. Es evidente por sí mismo que la
Biblia no es 'infaliblemente inerrante', no
importa de quién se diga que haya enseñado esta falsa
doctrina.
En Mateo, el sermón sobre las leyes de la Torá comienza con
una declaración de infalibilidad, que incluye tanto a los
profetas como a la Torá, partes de los cuales los profetas
condenaban y también condenaban la iglesia primitiva y los
evangelios, haciendo que esta declaración sea incongruente por
lo menos. Esto es seguido por el rechazo de varias ideologías
de la Torá, expresado con la fórmula 'oísteis que fue dicho (es decir, en la Torá), pero yo os digo'. Por ejemplo,
oísteis que fue dicho (en la Torá) 'ojo por ojo', pero 'yo os
digo ... no resistáis al mal ... poned la otra mejilla'. Hay
varias de estas afirmaciones en el capítulo cinco de Mateo, y
uno tiene que preguntarse cómo es que la Torá puede ser
'infalible' y ni una sola regla puede dejar de cumplirse, y
luego lo que sigue es nulificaciones y rechazos que van más
allá de un simple aflojamiento. Estos comentarios sobre la
Torá se hacen de acuerdo con la siguiente fórmula. Oísteis que
fue dicho en la Torá que vosotros tenéis que hacer esto, pero
lo que yo os digo es que no debéis hacer eso, sino esto otro.
Así que se puede preparar un buen argumento en el sentido de
que el versículo que exalta la infalibilidad bíblica fue una
interpolación posterior reconocible, como lo son siempre tales
interpolaciones, por las contradicciones en doctrina que
introducen.
En el evangelio de Mateo, hay dos puntos de vista expresados
en la Torá (a favor de la reforma de la Torá y un desafío
reaccionario que declara la 'infalible infalibilidad' de la
Biblia). Este elemento reaccionario permanecía fuera de la
corriente radical de la tradición que se halla tanto en los
profetas judíos radicales como en el radicalismo que se halla
en la iglesia primitiva. Como un ejemplo de lo que quiero
decir, considérense los escritos de protesta del profeta
Jeremías, que insistía en que las leyes de la Torá no habían
sido dadas a Moisés y que los escribas estaban falsificando
las leyes de Dios.
"Así ha
dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid
vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed
la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni
nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el
día en que los saqué de la tierra de Egipto. ... ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está
con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la
pluma mentirosa de los escribas" Jeremías 7:21, 22;
8:8).
Este radicalismo era característico de la escuela de
pensamiento que se halla en el evangelio de Marcos y también
en las cartas de Pablo, y la escuela radical de pensamiento
que llevó adelante sus tradiciones. Por ejemplo, en el
siguiente pasaje, Pablo está discutiendo las leyes de la Torá
relativas a la circuncisión e insiste en que cumplir esa ley
significa que se deben cumplir todas y cada una de las leyes.
Continúa diciendo:
De Cristo os desligásteis,
los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis
caído. ... lo único que importa es la fe, trabajando por
medio del amor. ... Vosotros corríais bien; ¿quién os
estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no
procede de aquél que os llama. Un poco de levadura leuda
toda la masa. Yo confío respecto de vosotros que no
pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la
sentencia, quienquiera que sea. Si aun predico la
circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal
caso, se ha quitado el tropiezo de la cruz. ¡Ojalá se
mutilasen los que os perturban! A libertad fuísteis
llamados" (Gálatas 5:4 y ss).
El radicalismo de Pablo era característico de la corriente
radicalista hallada tanto en los primeros profetas como en la
iglesia primitiva (fue sólo más tarde cuando la iglesia se
volvió tan opresora y reaccionaria que dejó atrás sus raíces
radicales). El evangelio de Marcos muestra que estaba en la
corriente principal por lo que concernía al radicalismo, pero
el evangelio de Mateo muestra que ciertos elementos de la
comunidad judía no concordaban con esas iglesias, eran
reaccionarios y conservadores en su punto de vista, y
rechazaban el radicalismo de la profecía judía. En el siguiente pasaje, el
evangelio de Mateo insiste en que ni una tilde sería abolida
de la Torá, y también hace la incongruente afirmación de que
tanto la ley como los profetas radicales que condenaban la
ley serían 'cumplidos' (una
'armonización' imposible, si alguna vez hubo una,
algo que Pablo ciertamente reconocía).
"No penséis que he venido para
abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar,
sino para cumplir. Porque de cierto os digo que, hasta que
pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasarán
de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que
cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy
pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será
llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los
haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de
los cielos" (Mateo 5:17-19).
Así, pues, se puede ver que este elemento de la comunidad
judía pertenecía al movimiento reaccionario en la iglesia
primitiva, y también se puede ver cuán en poco tenían a Pablo
(resulta que esta denigración del radicalismo de Pablo es
también una característica que compartida con Lucas, pero este
es un tema para otra página).
Estas inconsistencias en el evangelio de Mateo nos hacen
preguntarnos qué punto de vista era original y cuál era una
adición posterior. Me parecería que la mejor explicación del
evangelio es presuponer que, originalmente, el evangelio de
Mateo era 'pro-gentil' como una forma de 'avergonzar' a los
elementos de la comunidad judía que no eran creyentes, y
también tiene sentido que el evangelio original estaba a favor
de la reforma de la Torá y los elementos reaccionarios fueron
añadidos más tarde. Esto explicaría por qué, en el evangelio
de Mateo, Cristo es 'enviado sólo a los judíos' y sin embargo,
Mateo sigue el bosquejo básico del evangelio de Marcos al
comenzar el ministerio de Jesús en el norte del territorio
gentil. También explicaría por qué Mateo sigue el ataque de
Marcos contra las leyes rituales de lavamiento y las leyes
sobre 'limpios e inmundos'. Si la Torá era 'infalible' en el
evangelio original de Mateo, la inclusión de Mateo en el
ataque de Marcos contra estas regulaciones debe ser explicada.
"Bien profetizó de vosotros
Isaías, como está escrito: 'Este pueblo de labios me honra,
mas su corazón está lejos de mí, pues en vano me honran,
enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Dejando el
mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los
hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de
beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Bien
invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra
tradición ... invalidando la palabra de Dios con vuestra
tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas semejantes
a éstas'. Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo:
'Oídme todos, y entended: Nada hay fuera del hombre que
entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de
él, eso es lo que contamina al hombre. Si alguno tiene oídos
para oír, oiga'. Cuando se alejó de la multitud y entró en
casa, le preguntaron sus discípulos sobre esta parábola. Él
les dijo: '¿También vosotros estáis así sin entendimiento?
¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre no
le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en
el vientre, y sale a la letrina?' Esto decía, haciendo
limpios todos los alimentos". (Marcos 7:6-19).
Esta doctrina no era exclusiva del evangelio de Marcos sino
que también era reconocida por Pablo.
"Yo sé, y confío en el Señor
Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que
piensa que algo es inmundo, para él lo es" (Romanos 14:14).
Tan completo fue el rechazo de Pablo hacia estas ordenanzas de
la Torá después de que se hizo creyente, que, mirando estas
cosas hacia atrás, las llamó 'basura'.
"Circuncidado al octavo día,
del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de
hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo,
perseguidor de la iglesia. ... Estimo todas las cosas como
pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,
mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo
por basura, para ganar a Cristo ...". (Filipenses 3:5).
La referencia que Marcos hace a la nulificación de
los profetas se refiere a la escuela radical de la profecía que
se menciona más arriba. El evangelio de Mateo repite el ataque
de Marcos contra la Torá (Mateo 15:1) y también hace referencia
a esta escuela radical que atacaba la Torá y se une al coro,
junto con el evangelio de Marcos, en el ataque contra las
ordenanzas de la Torá y la nulificación de la corriente radical
de la profecía que iba con esta práctica, haciendo que uno se
pregunte hasta dónde podría ser 'infalible' cada tilde de la
Torá, e indicando que estos versículos eran intercalaciones
posteriores en el Sermón del Monte de Mateo (y fácilmente
reconocibles como tales por las inconsistencias internas que
esas redacciones nulificadoras siempre traen consigo).
El pueblo judío y los perros
gentiles en el evangelio de Mateo.
Las parábolas de los perros cananeos y siro-fenicios
El evangelio de Mateo no es una obra internamente consistente,
como lo indica un análisis de su posición acerca de la reforma
de la Torá (siendo que está tanto a favor como en contra de la
reforma de la Torá) y como también lo demuestra en relación con
los gentiles y los judíos ('a los judíos solamente' y 'contra
los judíos'). La mejor explicación de estas inconsistencias es
que la comunidad judía original que produjo el evangelio estaba
a favor de la reforma y no produjo los pasajes 'para los judíos
solamente' en el evangelio, sino que la defensa reaccionaria de
la 'inerrancia' de la Torá y la doctrina de que los gentiles
eran perros fueron añadidas más tarde por un segmento
reaccionario de la comunidad, a cuyas manos pasó el evangelio
posteriormente. Es más que probable que este segmento de la
congregación judía era también responsable de la parábola de los
'perros gentiles' que se halla en el evangelio de Mateo, y
estando así en contra de la reforma de la Torá y a favor de la
'inerrancia infalible' de la escritura y contra los gentiles, no
habría podido ser responsable de la genealogía al comienzo del
libro. El origen de este fanatismo puede hallarse en su
reaccionaria defensa de la perfección de la Torá. Abundan los
ejemplos del racismo y el fanatismo que representan una escuela
de la tradición judía (y sólo una escuela) y es característica
de tanto de la ideología de Guerra Santa de la Torá como de la
escuela de Guerra Santa de los profetas. Para un interesante
ejemplo de este tipo de cosas, puede usted consultar mi
comentario sobre Esdras-Nehemías incluido con mi comentario
sobre el fechamiento de la composición de la Torá.
Como un buen ejemplo del hecho de que uno no puede comer con las
dos manos, puede usted considerar los conflictos en la Biblia
entre la corriente radical de la profecía judía, encerrada en el
libro de Rut, y las ordenanzas de la Torá desterrando a los
moabitas por siempre. Rut
era bisabuela de David, y moabita. Es presentada como la
mujer más justa. David era un 'mestizo' del tipo condenado
tanto en las ordenanzas de la Torá, que prohibían los
matrimonios mixtos, como en la polémica política que se
halla en Esdras-Nehemías y que se refieren constantemente a
estas leyes que prohibían el contacto con los gentiles. Así que
no se puede tener a los profetas y a la Torá al mismo tiempo,
pero, sin embargo, ciertos elementos reaccionarios en la iglesia
judía primitiva iban a aparentar hacer exactamente eso.
Ahora bien, el rey David
era un 'mestizo moabita'. Un ejemplo de estas leyes racistas
contra los gentiles (los gentiles eran 'perros inmundos') se
halla al considerar la siguiente ley de la Torá.
"No entrará
amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni
hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la
congregación de Jehová para siempre ... No procurarás la
paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre"
(Deuteronomio 23:3, 6).
Uno tiene que preguntarse qué estaba haciendo Boaz, el bisabuelo
judío de David, al mostrar cuidado por el bienestar y la
prosperidad de Rut, la moabita, en vista de esta ordenanza. Uno
debe preguntarse qué estaba haciendo un 'mestizo' moabita
sentado en el trono de Judá y estableciendo una dinastía en
Judá. Estas leyes racistas están dirigidas a y rechazadas por el
libro radical de Rut. Obviamente, ciertos reaccionarios
escogieron estas ordenanzas racistas y rechazaron la corriente
radical de los profetas y el libro de Rut. Su punto de vista
sobre los 'perros gentiles' también estaba configurado por
ordenanzas como ésta en la Torá de la siguiente manera:
"Las destruirás del todo; no harás con ellas
alianza, ni tendrás de ellas misericordia. No emparentarás
con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su
hija para tu hijo". (Deuteronomio 7:2, 3).
Es esta actitud ideológica lo que informa la polémica
anti-gentil del evangelio de Mateo, incluyendo la parábola de
los 'perros gentiles'. Sin embargo, parecen haber absorbido algo
de la tradición radical, encasillada en Rut, en que mantienen la
actitud de que los gentiles son perros pero, si reconocen su
condición de perros, y se rebajan hasta el suelo, entonces
quizás se les pueden arrojar algunas migajas de la mesa. Esta
extraña 'armonización' constituye guardar tanto la Torá como los
profetas, por lo menos en el evangelio de Mateo.
"Y he aquí, una
mujer cananea que había salido de aquella región clamaba
diciéndole: '¡Señor, hijo de David, ten misericordia de mí! Mi
hija es gravemente atormentada por un demonio'. Pero Jesús no
le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos le
rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. Él
respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas
de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él,
diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: "No está
bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y
ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las
migajas que caen de la mesa de sus amos". (Mateo 15: 21-27).
Era bastante claro, pues, que el pueblo judío era el amo de la
casa y los cananeos eran los perros de
la casa, para no mencionar a los
amonitas y a los moabitas y así sucesivamente. En contradicción
con el relato de Marcos, este elemento reaccionario hallado en
Mateo insistirá en que Cristo fue 'enviado sólo a los judíos',
lo cual es un reflejo de su propia actitud ideológica, y no la
presentación de un hecho histórico.
La inserción de la parábola de los 'perros gentiles' en el
evangelio de Marcos (Mar. 7:25) es uno de los ejemplos más
obvios de la armonización de las parábolas evangélicas por parte
de los escribas. En el evangelio de Marcos, esta parábola se
convierte en una historia en que Cristo llama 'perra' a una
mujer siro-fenicia, y a la cual no podía molestarse en ayudar.
(Cristo fue enviado sólo a los judíos, no a los perros
gentiles). Esta es una versión de la parábola que aparece en el
evangelio de Mateo, con la diferencia de que, en la versión de
Mateo, la mujer a quien Joshua llama 'perra' es 'cananea'. El
tema de que Cristo predicase en Judea, y en todo caso sólo a los
judíos, aunque visitase los territorios gentiles en el norte, es
un rasgo del evangelio de Mateo, no del de Marcos. En el
evangelio de Marcos, Joshua ni siquiera se acerca a Judea sino
hasta el mismo fin de su vida. Además, en el evangelio de
Marcos, Joshua predica a ciudades enteras en territorio gentil,
y por eso parece extrañamente fuera de lugar que Marcos
repentinamente suene como Mateo y comience a llamar 'perros' a
los gentiles. Cada vez que se hallen
inconsistencias como ésta en los manuscritos
bíblicos, es una señal de que los escribas han introducido
pasajes inconsistentes en un manuscrito.
En el evangelio de Marcos, Cristo es representado predicando a
ciudades habitadas en Siria y Fenicia. Así, pues, en la parábola
sobre los 'perros' en el evangelio de Marcos, la 'perra'
'cananea' del evangelio de Mateo se convierte en una perra
'siro-fenicia'. (Y esto no es ninguna coincidencia. Es más bien,
un transparente intento de nulificar la anterior presentación de
Marcos sugiriendo que, aunque Joshua predicaba en estas tierras
gentiles, violando el dogma y contradiciendo la presentación de
la misión en el evangelio de Mateo, en realidad pensaba que los
sirios y los fenicios eran perros, y sin duda él pasaba todo su
tiempo 'predicando solamente a los judíos de aquellos pueblos'.
Esta 'armonización' no 'armoniza' adecuadamente la misión a los
gentiles en Marcos con la versión de la misión 'a los judíos
solamente' en Mateo, pero tal armonización en la Biblia rara vez
alcanza su fin y sólo introduce los (así llamados) pasajes
enigmáticos que 'dejan perplejos' a los lectores posteriores.
Además, Joshua sana en territorio gentil dos veces en la
secuencia que rodea a esta parábola sobre perros (y en la
interpolación de la parábola sobre 'perros', en que Jesús rehusa
sanar a gentiles parece aun más incongruente cuando se considera
a esta luz). Por ejemplo, se nos dice que Jesús llegó a
territorio gentil, y los discípulos 'recorrieron los campos,
trayendo a todos los enfermos'. Es más bien improbable que sólo judíos
se enfermaran en aquellos días en Decápolis, Genesaret o
Fenicia. En el evangelio de Mateo, Jesús rehusa hasta predicar a
los gentiles, pero en el evangelio de Marcos, cuando Jesús
entraba a un pueblo gentil, 'todo el pueblo estaba allí, y él
les sanaba'. (Marcos 1:33). Por ejemplo, que Capernaum era una
ciudad gentil, y no un pueblo lleno de judíos, es algo que tuvo
que reconocer hasta la comunidad judía que produjo el evangelio
de Mateo. Luego, el evangelio de Mateo condena al infierno a
esos mismos pueblos gentiles (demostrando que ellos leían el
evangelio de Marcos, recordaban los nombres de esos pueblos
gentiles, y no les gustó), y todo esto no está 'armonizado' con
las contradicciones en el evangelio de Marcos mediante la
ridícula interpolación, en Marcos, de la parábola sobre los
perros en Mateo. La división entre estos dos evangelios es tan
profunda que no se puede arreglar simplemente con un torpe
intento de 'armonización' por parte de escribas posteriores en
la iglesia.