Ellen G. White
Ellen G. White

LA SRA. WHITE

vs.
LA BIBLIA

(3)

LA SUERTE DE JUDAS

Ernesto Gil y Dirk Anderson


Traducido


En El deseado de todas las gentes, la Sra. White describe la muerte de Judas:

Más tarde, ese mismo día, en el camino desde el vestíbulo de Pilatos hasta el Calvario, hubo una interrupción de los gritos y las burlas de la malvada muchedumbre que llevaba a Jesús al lugar de la crucifixión. Al pasar por un lugar alejado, vieron al pie de un árbol muerto el cadáver de Judas. Era un espectáculo de lo más repugnante. Su peso había roto la cuerda con la cual se había colgado del árbol. Al caer, su cuerpo se había mutilado horriblemente, y los perros ahora lo devoraban. Sus restos fueron enterrados fuera de la vista inmediatamente; pero hubo menos burlas entre la muchedumbre, y más de un rostro pálido revelaba los pensamientos interiores. El deseado de todas las gentes, p. 772.
La Biblia no dice nada acerca de la muerte de Judas, ni de que lo comieran los perros, ni de que fuera enterrado:
Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió,  y fue y se ahorcó. Mateo 27:5.

... y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. Hechos 1: 18.

¿Murió realmente Judas el día en que Jesús murió?

Fuera de la Biblia, la fuente de información más confiable acerca de la suerte de Judas se encuentra en los escritos de Papias. Papias vivió entre el año 70 D. C. y el año 155 D. C. Era obispo en Asia Menor y discípulo del apóstol Juan. Algunos eruditos creen que Juan dictó su evangelio a Papias, quien lo escribió en lo que hoy conocemos como el evangelio de Juan. Más tarde, Papias escribió cinco volúmenes sobre el cristianismo, de los cuales tenemos algunos fragmentos en la actualidad. Uno de esos fragmentos cuenta la suerte de Judas:

Judas fue un terrible ejemplo ambulante de impiedad en este mundo. Tenía el cuerpo tan hinchado que le era imposible pasar por un lugar por donde una carreta pasa con facilidad, no ya su hinchada cabeza por sí sola. Dicen que tenía los párpados tan hinchados que no podía ver la luz en absoluto, y nadie le podía ver los ojos, ni siquiera un doctor con un instrumento óptico, tan hundidos estaban bajo la superficie exterior. ... cuando hacía sus necesidades fisiológicas, le salían pus y gusanos de todas partes del cuerpo, para gran vergüenza suya. Después de mucha agonía y castigo, dicen, finalmente murió en su propio lugar, y a causa del hedor el área está desierta y es inhabitable aún ahora; de hecho, hasta hoy nadie puede pasar por ese lugar a menos que se tape la nariz, tan grande fue la descarga de su cuerpo y tan lejos se esparció por el suelo.
Exposición de los Dichos del Señor, citado en Los Padres Apostólicos, de Apolinar de Laodicea, p. 323-324 (Baker Book House), Grand Rapids, Michigan).
Nótese en la cita que antecede:
1.  Judas sobrevivió a la horrible lesión que sufrió en su caída.
2.  El cadáver de Judas se infectó, se hinchó, y se infestó de gusanos.
3.  Judas murió en su propio hogar.
La descripción de Papias del hedor que hizo la casa de Judas inhabitable se correlaciona con el relato bíblico de la suerte del hogar de Judas:
Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella. Hechos 1: 20.
La descripción de la Sra. White de la muerte y el entierro de Judas no proporciona ninguna explicación de por qué la casa de Judas quedaría "desierta" y deshabitada. Cuando alguien moría, su casa era ocupada por otros. Si Judas hubiera sido comido por los perros y rápidamente enterrado en un campo, ¿por qué habría quedado su casa inhabitable? La explicación de Papias de la enfermedad y la muerte de Judas, con su resultante hedor, es mucho más plausible que la explicación de la Sra. White.


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