LA RETRACTACIÓN DE WALTER REA

Traducido de Proclamation!

Edición de Noviembre - Diciembre de 2004



Nota del editor: Walter Rea publicó el libro The White Lie en 1982, después de que los administradores Adventistas del Séptimo Día no cumplieron la promesa de revelar a los miembros de la iglesia los plagios de Ellen White. Rea había pasado varios años investigando los escritos de White y comparándolos con las fuentes disponibles en el tiempo en que ella escribió. Rea descubrió que un importante porcentaje del material de White había sido plagiado, mientras que una parte había sido escrito por autores fantasmas. Rea se reunió con líderes de la iglesia y les mostró su investigación. Ellos le prometieron idear un plan para informar a la iglesia. Cuando la iglesia no cumplió su promesa de revelar la verdad. Rea publicó la información en su libro

Abundan rumores en el sentido de que Rea se retractó de su libro y se "arrepintió" de haberlo escrito. Esta carta abierta es la declaración de Rea, escrita en 1992 y renovada y notariada en octubre de 2004, diciendo que no se retracta de nada. Presenta su documento notariado junto con una declaración escrita en septiembre 1 de 2004.

Veinticinco años han pasado desde que me reuní con los administradores de la Iglesia Adventista. En esa reunión, examinaron el material que mi investigación había revelado - los hechos relativos a Ellen White, la adventista llamada el "Espíritu de Profecía", y que la iglesia habia ocultado por más de cien años. Debido a que a muchos de los nuevos miembros de la iglesia no se les han dado los hechos y los resultados de aquella reunión, muchos me han pedido que actualice a los que estén interesados. Resumiendo, he aquí los resultados de aquella reunión.
  1. Por más de cien años, los líderes y teólogos de la iglesia habían estado enterados de que los libros y los escritos de Ellen White habían sido tomados de las obras de otros autores. Este hecho quedó confirmado en la reunión de enero de 1980.
  1. A causa de que los líderes de la iglesia no cumplieron la palabra que habían empeñado de informar a los miembros sobre los plagios de White, publiqué el material y por esa razón fui despedido de mi empleo en la iglesia. Después de dos años sin salario ni seguro médico, finalmente recibí una liquidación de la iglesia por una pequeña cantidad de salarios atrasados, con algunas condiciones.
  1. Los archivos de este tiempo mostrarán que yo estaba tratando de trabajar dentro del sistema, pero no me di cuenta de que el sistema podía ser y sería deshonesto.
  1. Fred Veltman, un miembro de la facultad de Pacific Union College, recibió un contrato de la iglesia para llevar a cabo un estudio, patrocinado por la iglesia, de los escritos de White para verificar o negar mis descubrimientos. Su estudio requirió ocho años e incluyó sólo una porción de El deseado de todas las gentes (DA, por su nombre en inglés, Desire of Ages), el famoso libro de White sobre la vida de Cristo. Veltman llegó a la conclusión de que, en el pequeño porcentaje del libro que estudió, entre el 30% y el 40% del material de White había sido plagiado. Una investigación demostrará que ni siquiera el estudio de Veltman reveló la gran cantidad de material fuente que ella usó en el resto de sus libros. Sólo el capítulo cinco del DA muestra dependencia de fuentes externas de hasta el 80% o el 90% de su contenido.
  1. Neal Wilson, el entonces presidente de la Conferencia General, negó que yo fuera a ser despedido, pero reconoció la preocupación de la iglesia por la posibilidad de que yo contara a otros lo que había encontrado. El comité que había revisado el material había dicho que era alarmante. Se me había hecho creer que el propósito de que yo me reuniera con ellos era el de verificar los hechos para informar a la membresía de la verdad.
  1. Nunca se me permitió defender mis acciones ni tener una audiencia justa. Además, nunca se me dio una declaración escrita explicando por qué fui despedido.
  1. Después de que fui despedido. Ron Graybill, secretario asociado de la Fundación Ellen G. White, habló durante un culto matutino en las oficinas principales de la Conferencia General. Reveló mucho, mucho más de lo que yo les había mostrado a los administradores en la Conferencia de Glendale en 1980. Sus revelaciones demostraron de una vez por todas que mi investigación era correcta, y que yo había sido despedido por decir la verdad sobre Ellen White. Hasta la fecha, los líderes adventistas no quieren que la gente que paga sus cuentas sepa los hechos: que Ellen era un ser humano y obtuvo su información de otros seres humanos. En vez de eso, quieren que todos crean que Dios le dijo a ella dónde podía encontrar y copiar esos hechos, esas ideas, y esa inspiración de otros.
Sólo la vida futura nos dirá cuántos hombres han sido marcados y destruidos por los líderes de la iglesia porque esos hombres no pudieron creer la mentira White. Si he cometido errores, no fue al revelar los hechos y los materiales que otros también descubrieron. Mis dos grandes errores fueron éstos: Cuestioné y me opuse a los teólogos de un poderoso sistema religioso, y cuestioné el sistema y su pretendida "verdad". La historia demostrará que más personas han sido destruidas de una forma o de otra a causa de estos dos aspectos que a causa de cualesquiera otros. Es muy difícil enseñarle a la gente que el fundamento de cualquier religión no consiste de los hombres, ni de los profetas, ni de la interpretación de la "verdad". Por el contrario, es vivir y mostrar amor los unos por los otros.

La carta notariada de Walter Rea

A continuación, la carta escrita primero en agosto de 1992, y renovada y notariada el 20 de octubre de 2004. Esta carta confirma que Rea nunca se ha retractado de sus descubrimientos con respecto a los plagios de Ellen White, sino que su posición con respecto a ellos permanece igual.

Estimados amigos: En la edición de Spectrum correspondiente a diciembre de 1991, publicación que se llama a sí misma The Journal of the Association of Adventist Forums [Diario de la Asociación de Foros Adventistas], apareció un artículo de Jerry A. Gladson titulado "Convert to Scholar:An Odyssey in Humility". Jerry Gladson es vice presidente y decano para asuntos académicos del Psychological Studies Institute, una escuela interdenominacional de postgrado en psicología y religión situada en Atlanta, Georgia. Antes había sido profesor de religión en el Southern Adventist College, donde recibió su título de Bachelor of Arts (BA). Posee un título de MA [Master of Arts] y un título de PhD [Doctor en Filosofía] en Antiguo Testamento de la Universidad Vanderbilt.

En el artículo, dice: "No hemos manejado adecuadamente las preguntas hechas por Walter Rea con relación a Ellen White. Aunque sus afirmaciones tendían a ser exageradas, la iglesia ha llegado gradualmente a aceptar casi todos sus puntos principales. En 1990, Fred Veltman informó a la iglesia en general sobre sus descubrimientos en dos artículos que aparecieron en Ministry Magazine: "The Desire of Ages Project, the Data" (Octubre de 1990 y Diciembre de 1990). Teniendo cuidado de señalar que sólo había examinado una pequeña sección de The Desire of Ages, haciendo difícil generalizar, Veltman llegó a la conclusión de que Ellen White sí usó fuentes sin darles crédito y que, a veces, hasta negó haberlo hecho. Veltman observó que The Desire of Ages dependió de materiales secundarios. En general, un promedio de 31 por ciento de los 15 capítulos que examinó estaba en deuda con otros materiales. Peor aun, su historia, cronología, e interpretación teológica que la iglesia citaba a menudo confiadamente no siempre eran dignas de confianza". (Spectrum, tomo 21, número 5, diciembre de 1991).

Aunque es verdad que la iglesia ha tratado de ocultar información a sus miembros en cuanto a cuáles puntos de controversia han sido resueltos por los estudios tanto de Fred Veltman como míos, la administración ha reconocido varios hechos que nosotros descubrimos. Éstos incluyen:

A. Los escritos de la Sra. White revelan que se tomó prestado material a gran escala y a todos los niveles. La iglesia no había sabido ni reconocido nunca antes tales préstamos ni a la membresía ni al público. (Glendale Tapes, 1980).

B. Lo que ella escribía no siempre era exacto; es decir, cometía errores. Por lo tanto, no se puede decir que siempre hablaba en nombre de Dios. (Robert Olson, Ron Graybill, Glendale and Longbeach Tapes).

C. Otras personas le ayudaron a reunir sus materiales y también a escribir. (Documento de Graybill, Conferencia Bíblica de 1919).

D. No todo lo que ella dijo que vio procedía de visiones. (Documentos de Don McAdams, Ron Graybill, y Robert Olson, White Estate).

E.  No todo lo que llegó a la iglesia en sus escritos era inspirado. (Conferencia Bíblica de 1919, Robert Olson, White Estate).

G. La Sra. White comió carne durante la mayor parte de su vida, y no aplicó gran parte de los consejos que ella afirmaba procedían de Dios. (Documentos de White Estate, estudio de Ron Graybill).

H. Ella no tenía tan poca educación ni había leído tan poco como siempre se nos ha dicho.

Ahora la iglesia admite la mayor parte de los puntos mencionados más arriba, bien sea que cada individuo los haya establecido por su cuenta o no. La discusión acerca de la "inspiración"  [la palabra abarcante usada para definir las revelaciones de Ellen White y sus escritos en general] continuará en tanto que la gente busque métodos para sostener puntos de vista que ya no son ni lógicos ni sostenibles.

Lo que me ha preocupado a mí más que la reacción del sistema del adventismo a lo que se ha descubierto con respecto a Ellen White es la reacción de tantas personas con respecto a mí personalmente. Es ciertamente asombroso encontrar personas en el adventismo que, aunque profesan creer y guardar los Diez Mandamientos, violan el que dice: "No dirás falso testimonio contra tu prójimo". Sería imposible relatar todas las falsas y repugnantes historias que se han contado sobre mí por parte de personas que nunca me han conocido ni se han tomado siquiera el trabajo de leer el libro The White Lie. Hasta el sistema sigue mintiendo. No sé de nadie con un cuociente de inteligencia promedio que crea que Adventist Review habla con todo conocimiento o que es "inspirado".

Para mí es interesante que una denominación que no ha reconocido a los otros seres humanos en el mundo religioso excepto como las rameras y prostitutas de Apocalipsis, y les ha llamado públicamente con esos nombres, pretenda sentirse ofendida cuando alguien le señala algunos de sus propios defectos y faltas. Durante varios años, he estado oyendo decir que estoy arrepentido de escribir el libro The White Lie, pero nadie en el planeta ha discutido jamás conmigo ni mi "arrepentimiento" ni mi "retractación". Estoy orgulloso de lo que he logrado con la investigación registrada en el libro. Aunque hemos oído de algunos que aseguran que han sido perjudicados por su lectura (y hasta han asegurado que han sido perjudicados a pesar de no haberlo leído), hemos escuchado de miles que han sido bendecidos por el material que encontramos y sobre el cual llamamos la atención de la iglesia.

Nadie puede cambiar la historia, no importa cómo ni por qué lo intenta, y esa historia es que Neal Wilson, el entonces presidente de la Conferencia General, a mis instancias, pidió a dieciocho eruditos de la iglesia que se reunieran conmigo y examinaran mi material el 28 y el 29 de enero de 1980 en el Hospital Adventista de Glendale (donde nos reunimos en una habitación forrada de plomo del departamento de radiología, para que nadie pudiese grabar extraoficialmente la reunión desde fuera de la habitación).

Esos eruditos eran G. Ralph Thompson, Chairman de la C. G.; R. W. Olson, White Estate; H. L. Calkins, presidente de la C. G.; H. E. Douglass, Pacific Press; F. E. J. Harden, G. C. Educación; W. G. Johnsson, Andrews University; Harold Lance, abogado; W. R. Lesher, C. G.; Walter D. Blehm, presidente de la Conferencia de Pacific Union; y D. R. McAdams, College President.

También estaban Jack Provonsha, ministro de Loma Linda y de la Facultad de Religión; W. L. Richards, departamento de Biblia, Pacific Union College; Ottillie Stafford, profesor de inglés;  M. C.  Torkelson, asministración;  L. D. Venden, ministro de la iglesia de Loma Linda Univedrsity; J. O. Waller, departamento de inglés, Universidad de Andrews; Marvyn A. Warren, Oakwood College; y J. J. Wiley, abogado, Facultad de Leyes, USC.

Al final de la reunión, estas dieciocho personas hicieron las siguientes recomendaciones:
  1. Que reconozcamos que, en sus escritos, Ellen White usó varias fuentes más extensamente de lo que habíamos creído anteriormente.
  2. Que, tan pronto como sea posible, se desarrolle un plan para informar completamente a los administradores de nuestra iglesia lo relativo a la naturaleza y la extensión del uso de las fuentes por parte de Ellen White.
  3. Que se idée inmediatamente un plan para educar a la iglesia, en pasos fácilmente comprensibles, sobre el tema de la inspiración y el uso de fuentes por parte de Ellen White.
  4. Que se implemente un estudio profundo sobre la preparación de The Desire of Ages [El deseado de todas las gentes]. Que se le pida a una persona diestra en metodología erudita que trabaje con el pastor Rea. Y que se le exprese aprecio al pastor Rea por la enormidad del trabajo que ha hecho.
He terminado. Fue sólo cuando la iglesia dio marcha atrás en el acuerdo para informar a la iglesia en general sobre los "préstamos" a gran escala de Ellen White que yo escribí y publiqué The White Lie, para que todos los que desearan saber la verdad pudieran conocer lo que el comité había prometido que revelaría. ¿Quién mintió, ellos o yo?

Ahora ya lo saben. Los amo a todos.

Sinceramente,  Walter Rea.

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