Nota del editor: Walter Rea publicó el libro The White Lie en 1982, después de que los
administradores Adventistas del Séptimo Día no cumplieron la
promesa de revelar a los miembros de la iglesia los plagios de
Ellen White. Rea había pasado varios años investigando los
escritos de White y comparándolos con las fuentes disponibles
en el tiempo en que ella escribió. Rea descubrió que un
importante porcentaje del material de White había sido
plagiado, mientras que una parte había sido escrito por
autores fantasmas. Rea se reunió con líderes de la iglesia y
les mostró su investigación. Ellos le prometieron idear un
plan para informar a la iglesia. Cuando la iglesia no cumplió su
promesa de revelar la verdad. Rea publicó la información en su libro
Abundan rumores en el sentido
de que Rea se retractó de su libro y se "arrepintió" de
haberlo escrito. Esta carta abierta es la declaración de Rea,
escrita en 1992 y renovada y notariada en octubre de 2004,
diciendo que no se retracta de nada. Presenta su documento
notariado junto con una declaración escrita en septiembre 1 de
2004.
Veinticinco años han pasado desde que me reuní con los
administradores de la Iglesia Adventista. En esa reunión,
examinaron el material que mi investigación había revelado - los
hechos relativos a Ellen White, la adventista llamada el
"Espíritu de Profecía", y que la iglesia habia ocultado por más
de cien años. Debido a que a muchos de los nuevos miembros de la
iglesia no se les han dado los hechos y los resultados de
aquella reunión, muchos me han pedido que actualice a los que
estén interesados. Resumiendo, he aquí los resultados de aquella
reunión.
- Por más de cien años, los líderes y teólogos de la
iglesia habían estado enterados de que los libros y los
escritos de Ellen White habían sido tomados de las obras de
otros autores. Este hecho quedó confirmado en la reunión de
enero de 1980.
- A causa de que los líderes de la iglesia no cumplieron
la palabra que habían empeñado de informar a los miembros
sobre los plagios de White, publiqué el material y por esa
razón fui despedido de mi empleo en la iglesia. Después de
dos años sin salario ni seguro médico, finalmente recibí una
liquidación de la iglesia por una pequeña cantidad de
salarios atrasados, con algunas condiciones.
- Los archivos de este tiempo mostrarán que yo estaba
tratando de trabajar dentro del sistema, pero no me di
cuenta de que el sistema podía ser y sería deshonesto.
- Fred Veltman, un miembro de la facultad de Pacific
Union College, recibió un contrato de la iglesia para llevar
a cabo un estudio, patrocinado por la iglesia, de los
escritos de White para verificar o negar mis
descubrimientos. Su estudio requirió ocho años e incluyó
sólo una porción de El
deseado de todas las
gentes (DA, por su nombre en inglés, Desire of
Ages), el famoso libro de White sobre la vida de Cristo.
Veltman llegó a la conclusión de que, en el pequeño
porcentaje del libro que estudió, entre el 30% y el 40% del
material de White había sido plagiado. Una investigación
demostrará que ni siquiera el estudio de Veltman reveló la
gran cantidad de material fuente que ella usó en el resto de
sus libros. Sólo el capítulo cinco del DA muestra
dependencia de fuentes externas de hasta el 80% o el 90% de
su contenido.
- Neal Wilson, el entonces presidente de la Conferencia
General, negó que yo fuera a ser despedido, pero reconoció
la preocupación de la iglesia por la posibilidad de que yo
contara a otros lo que había encontrado. El comité que había
revisado el material había dicho que era alarmante. Se me
había hecho creer que el propósito de que yo me reuniera con
ellos era el de verificar los hechos para informar a la
membresía de la verdad.
- Nunca se me permitió defender mis acciones ni tener una
audiencia justa. Además, nunca se me dio una declaración
escrita explicando por qué fui despedido.
- Después de que fui despedido. Ron Graybill, secretario
asociado de la Fundación Ellen G. White, habló durante un
culto matutino en las oficinas principales de la Conferencia
General. Reveló mucho, mucho más de lo que yo les había
mostrado a los administradores en la Conferencia de Glendale
en 1980. Sus revelaciones demostraron de una vez por todas
que mi investigación era correcta, y que yo había sido
despedido por decir la verdad sobre Ellen White. Hasta la
fecha, los líderes adventistas no quieren que la gente que
paga sus cuentas sepa los hechos: que Ellen era un ser
humano y obtuvo su información de otros seres humanos. En
vez de eso, quieren que todos crean que Dios le dijo a ella
dónde podía encontrar y copiar esos hechos, esas ideas, y
esa inspiración de otros.
Sólo la vida futura nos dirá cuántos hombres han sido
marcados y destruidos por los líderes de la iglesia porque esos
hombres no pudieron creer la mentira White. Si he cometido
errores, no fue al revelar los hechos y los materiales que otros
también descubrieron. Mis dos grandes errores fueron éstos:
Cuestioné y me opuse a los teólogos de un poderoso sistema
religioso, y cuestioné el sistema y su pretendida "verdad". La
historia demostrará que más personas han sido destruidas de una
forma o de otra a causa de estos dos aspectos que a causa de
cualesquiera otros. Es muy difícil enseñarle a la gente que el
fundamento de cualquier religión no consiste de los hombres, ni
de los profetas, ni de la interpretación de la "verdad". Por el
contrario, es vivir y mostrar amor los unos por los otros.
La carta notariada de Walter Rea
A continuación, la carta
escrita primero en agosto de 1992, y renovada y notariada el
20 de octubre de 2004. Esta carta confirma que Rea nunca se ha
retractado de sus descubrimientos con respecto a los plagios
de Ellen White, sino que su posición con respecto a ellos
permanece igual.
Estimados amigos: En la edición de Spectrum correspondiente a diciembre de 1991,
publicación que se llama a sí misma The Journal of the Association of Adventist Forums
[Diario de la Asociación de Foros Adventistas], apareció un
artículo de Jerry A. Gladson titulado "Convert to Scholar:An
Odyssey in Humility". Jerry Gladson es vice presidente y decano
para asuntos académicos del Psychological Studies Institute, una
escuela interdenominacional de postgrado en psicología y
religión situada en Atlanta, Georgia. Antes había sido profesor
de religión en el Southern Adventist College, donde recibió su
título de Bachelor of Arts (BA). Posee un título de MA [Master
of Arts] y un título de PhD [Doctor en Filosofía] en Antiguo
Testamento de la Universidad Vanderbilt.
En el artículo, dice: "No hemos manejado adecuadamente las
preguntas hechas por Walter Rea con relación a Ellen White.
Aunque sus afirmaciones tendían a ser exageradas, la iglesia ha
llegado gradualmente a aceptar casi todos sus puntos
principales. En 1990, Fred Veltman informó a la iglesia en
general sobre sus descubrimientos en dos artículos que
aparecieron en Ministry
Magazine: "The Desire
of Ages Project, the Data" (Octubre de 1990 y Diciembre
de 1990). Teniendo cuidado de señalar que sólo había examinado
una pequeña sección de The
Desire of Ages, haciendo difícil generalizar, Veltman
llegó a la conclusión de que Ellen White sí usó fuentes sin
darles crédito y que, a veces, hasta negó haberlo hecho. Veltman
observó que The Desire of
Ages dependió de materiales secundarios. En general, un
promedio de 31 por ciento de los 15 capítulos que examinó estaba
en deuda con otros materiales. Peor aun, su historia,
cronología, e interpretación teológica que la iglesia citaba a
menudo confiadamente no siempre eran dignas de confianza". (Spectrum, tomo 21, número
5, diciembre de 1991).
Aunque es verdad que la iglesia ha tratado de ocultar
información a sus miembros en cuanto a cuáles puntos de
controversia han sido resueltos por los estudios tanto de Fred
Veltman como míos, la administración ha reconocido varios hechos
que nosotros descubrimos. Éstos incluyen:
A. Los escritos de la Sra.
White revelan que se tomó prestado material a gran escala y a
todos los niveles. La iglesia no había sabido ni reconocido
nunca antes tales préstamos ni a la membresía ni al público. (Glendale Tapes, 1980).
B. Lo que ella escribía no siempre era exacto; es decir,
cometía errores. Por lo tanto, no se puede decir que siempre
hablaba en nombre de Dios. (Robert
Olson,
Ron Graybill, Glendale and Longbeach Tapes).
C. Otras personas le ayudaron a reunir sus materiales y
también a escribir. (Documento de Graybill, Conferencia
Bíblica de 1919).
D. No todo lo que ella dijo que vio procedía de visiones.
(Documentos de Don McAdams, Ron Graybill, y Robert Olson,
White Estate).
E. No todo lo que llegó a la iglesia en sus escritos era
inspirado. (Conferencia Bíblica de 1919, Robert Olson, White
Estate).
G. La Sra. White comió carne durante la mayor parte de su
vida, y no aplicó gran parte de los consejos que ella afirmaba
procedían de Dios. (Documentos de White Estate, estudio de Ron
Graybill).
H. Ella no tenía tan poca educación ni había leído tan poco
como siempre se nos ha dicho.
Ahora la iglesia admite la mayor parte de los puntos mencionados
más arriba, bien sea que cada individuo los haya establecido por
su cuenta o no. La discusión acerca de la "inspiración"
[la palabra abarcante usada para definir las revelaciones de
Ellen White y sus escritos en general] continuará en tanto que
la gente busque métodos para sostener puntos de vista que ya no
son ni lógicos ni sostenibles.
Lo que me ha preocupado a mí más que la reacción del sistema del
adventismo a lo que se ha descubierto con respecto a Ellen White
es la reacción de tantas personas con respecto a mí
personalmente. Es ciertamente asombroso encontrar personas en el
adventismo que, aunque profesan creer y guardar los Diez
Mandamientos, violan el que dice: "No dirás falso testimonio
contra tu prójimo". Sería imposible relatar todas las falsas y
repugnantes historias que se han contado sobre mí por parte de
personas que nunca me han conocido ni se han tomado siquiera el
trabajo de leer el libro The
White Lie. Hasta el sistema sigue mintiendo. No sé de
nadie con un cuociente de inteligencia promedio que crea que Adventist Review habla con
todo conocimiento o que es "inspirado".
Para mí es interesante que una denominación que no ha reconocido
a los otros seres humanos en el mundo religioso excepto como las
rameras y prostitutas de Apocalipsis, y les ha llamado
públicamente con esos nombres, pretenda sentirse ofendida cuando
alguien le señala algunos de sus propios defectos y faltas.
Durante varios años, he estado oyendo decir que estoy
arrepentido de escribir el libro The White Lie, pero nadie en el planeta ha
discutido jamás conmigo ni mi "arrepentimiento" ni mi
"retractación". Estoy orgulloso de lo que he logrado con la
investigación registrada en el libro. Aunque hemos oído de
algunos que aseguran que han sido perjudicados por su lectura (y
hasta han asegurado que han sido perjudicados a pesar de no
haberlo leído), hemos escuchado de miles que han sido bendecidos
por el material que encontramos y sobre el cual llamamos la
atención de la iglesia.
Nadie puede cambiar la historia, no importa cómo ni por qué lo
intenta, y esa historia es que Neal Wilson, el entonces
presidente de la Conferencia General, a mis instancias, pidió a
dieciocho eruditos de la iglesia que se reunieran conmigo y
examinaran mi material el 28 y el 29 de enero de 1980 en el
Hospital Adventista de Glendale (donde nos reunimos en una
habitación forrada de plomo del departamento de radiología, para
que nadie pudiese grabar extraoficialmente la reunión desde
fuera de la habitación).
Esos eruditos eran G. Ralph Thompson, Chairman de la C. G.; R. W. Olson, White
Estate; H. L. Calkins, presidente de la C. G.; H. E. Douglass,
Pacific Press; F. E. J. Harden, G. C. Educación; W. G. Johnsson,
Andrews University; Harold Lance, abogado; W. R. Lesher, C. G.;
Walter D. Blehm, presidente de la Conferencia de Pacific Union;
y D. R. McAdams, College President.
También estaban Jack Provonsha, ministro de Loma Linda y de la
Facultad de Religión; W. L. Richards, departamento de Biblia,
Pacific Union College; Ottillie Stafford, profesor de
inglés; M. C. Torkelson, asministración; L. D.
Venden, ministro de la iglesia de Loma Linda Univedrsity; J. O.
Waller, departamento de inglés, Universidad de Andrews; Marvyn
A. Warren, Oakwood College; y J. J. Wiley, abogado, Facultad de
Leyes, USC.
Al final de la reunión, estas dieciocho personas hicieron las
siguientes recomendaciones:
- Que reconozcamos que, en sus escritos, Ellen White usó
varias fuentes más extensamente de lo que habíamos creído
anteriormente.
- Que, tan pronto como sea posible, se desarrolle un plan
para informar completamente a los administradores de nuestra
iglesia lo relativo a la naturaleza y la extensión del uso
de las fuentes por parte de Ellen White.
- Que se idée inmediatamente un plan para educar a la
iglesia, en pasos fácilmente comprensibles, sobre el tema de
la inspiración y el uso de fuentes por parte de Ellen White.
- Que se implemente un estudio profundo sobre la
preparación de The Desire
of Ages [El deseado de todas las gentes]. Que se le
pida a una persona diestra en metodología erudita que
trabaje con el pastor Rea. Y que se le exprese aprecio al
pastor Rea por la enormidad del trabajo que ha hecho.
He terminado. Fue sólo cuando la iglesia dio marcha atrás en
el acuerdo para informar a la iglesia en general sobre los
"préstamos" a gran escala de Ellen White que yo escribí y
publiqué The White Lie,
para que todos los que desearan saber la verdad pudieran conocer
lo que el comité había prometido que revelaría. ¿Quién mintió,
ellos o yo?
Ahora ya lo saben. Los amo a todos.
Sinceramente, Walter Rea.
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