MI TESTIMONIO

Por qué dejé la Iglesia Adventista del Séptimo Día

Robert K. Sanders

Traducido de Truth or Fables


ANTECEDENTES:

Mi esposa y yo fuimos bautizados en la Iglesia Adventista de Decatur, Ill., en 1958, después de tomar los Estudios por Correspondencia de la Voz de la Profecía y una serie de estudios con el pastor. En 1962, llegué a ser representante de la Fundación Braille de Registros Cristianos, que es la obra adventista para los ciegos. Dejé los Registros Cristianos porque no me gustaba estar lejos de mi familia toda la semana y verlos sólo los fines de semana.

Me fui a trabajar en la Universidad de Purdue. Me jubilé en 1993 trabajando como Asistente Técnico de Ingeniería Aeronáutica, Astronáutica, y Nuclear. En 1985, por medio del libro del pastor Walter Rea, "The White Lie," me enteré del plagio cometido por Ellen G. White, así como de la doctrina adventista del santuario, que no podía ser sostenida por la Biblia, como fue demostrado por el Dr. Desmond Ford. Fue difícil para mí enfrentarme a las contradicciones bíblicas de Ellen G. White, la profetisa de los Adventistas del Séptimo Día. La clase de Escuela Sabática citaba sus escritos como si fueran la Escritura, sin fijarse en que contradecían la Biblia. Por ejemplo, un miembro de la clase decía que "los bebés y los santos tendrán alas en la resurrección". Yo decía: "La Biblia dice que tendremos un cuerpo como el de Cristo y no hay registro de que él tuviera alas". O citaban a EGW diciendo: "No podemos decir que somos salvos". Y yo decía: "¿Cómo es que Pablo pudo decir que le estaba guardada una corona?" En sus sermones, el pastor constantemente citaba a EGW como autoridad a la par con la Biblia, y mezclaba los escritos de ella con los de la Biblia. A veces no le daba crédito a Ellen como su fuente y decía, por ejemplo: "Pedro indujo a María Magdalena al pecado". Después del servicio, yo decía: "¿Dónde está el texto bíblico para esto?" Y él ni siquiera me contestaba. Ya no pude seguir sentado en la iglesia oyendo cómo la Palabra de Dios era integrada con los mitos de Ellen G. White. La verdad es que me tomó como dos años después de dejar la iglesia llegar a entender si lo que yo sabía era de la Biblia o de EGW. A veces mi esposa me preguntaba: ¿Esa enseñanza es de Ellen G. White o de la Biblia?

DEJANDO LA IGLESIA:

Esta es una copia de la carta que le envié a la Iglesia Adventista de Lafayette, Ind., explicando por qué retiré mi membresía. Con esta carta también le envié cuatro estudios titulados "¿Fue Ellen White Una Plagiaria?", "Ellen G. White y Su Mensaje Pro Salud," "Las Fallidas Profecías y Visiones de Ellen G. White," y "¿Quién es 'El Espíritu de Profecía' y la Iglesia Remanente?"



Noviembre de 1993

Queridos miembros de iglesia:

Le he enviado una carta a nuestro pastor para que quite mi nombre de la Iglesia Adventista de Lafayette. Les estoy enviando este material a Uds. para explicarles por qué he hecho esto. Deseo que conozcan mi relación con Dios. Todavía creo que la Biblia es la regla de fe que debo seguir. Creo que Cristo perdona mis pecados. Creo que debo guardar los Diez Mandamientos, incluyendo el sábado, para mostrar mi lealtad a Él. Espero la segunda venida de Jesús y la vida eterna. El no compartir la verdad de las razones por las cuales dejé la Iglesia Adventista del Séptimo Día me haría tan responsable ante Dios como si dejara de compartir la verdad acerca del sábado con un observador del domingo.

He sido miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día durante los pasados 37 años. Durante esos años, ocupé muchas posiciones, como anciano, diácono, y presidente del Comité de Construcción. También, di estudios bíblicos a muchas personas que fueron bautizadas y son ahora miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Menciono esto para hacerles saber que he considerado cuidadosamente lo que ahora les voy a decir.

Como la mayoría de Uds., yo creía en las doctrinas de la iglesia, y que Ellen White era profetisa de Dios. Prediqué esto desde el púlpito y lo enseñé como maestro de Escuela Sabática. Pero abandoné estas creencias hace como siete años, y ahora creo que EGW no era profetisa de Dios y que algunas de las doctrinas de la iglesia no son bíblicas. Ahora ha llegado el momento en que yo me separe de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Lo que Ud. y yo creemos está basado en la información que tengamos en un momento dado. Por ejemplo, muchos cristianos creen que el día de reposo es el domingo. Cuando reciben nueva información de que el día de reposo es el sábado, su comprensión cambia y, si son honestos para con Dios, comienzan a observar el reposo en sábado. Si no son honestos para con Dios, no hacen caso de la nueva información y lamentan haberla oído. Ruego que Ud. sea honesto para con Dios al recibir esta nueva información acerca de Ellen G. White.

Cuando yo estudiaba y hacía planes para bautizarme, el pastor me regaló un ejemplar de El Gran Conflicto y uno de El Deseado de Todas las Gentes para que yo los leyera, junto con un estudio sobre EGW como profetisa. Para convertirme en miembro de la iglesia, yo acepté por fe lo que se me dijo acerca de EGW. Una vez que acepté la premisa de que ella era profetisa, yo podía aceptar cualquier cosa que ella hubiese escrito como inspirada, aunque no se encontrara en la Biblia. Después de todo, se me dijo que ello era "luz añadida". Se me indujo a creer que poner en duda los "testimonios" de Ellen White era obra de Satanás, que esto me llevaría a poner en duda la Biblia, y que yo renunciaría al sábado primero y después a Dios, y que después me perdería.

Cuando la iglesia despidió a Walter Rea, un antiguo pastor con una experiencia de 35 años, aquéllo realmente llamó mi atención. Él había escrito muchos libros apoyando a EGW. ¿Qué había hecho tan malo que la iglesia le había quitado su ministerio y su sustento? Cuando el pastor Rea descubrió que EGW había copiado los libros de otros autores, se sintió escandalizado. Averiguó que ella había usado material de historiadores, teólogos, doctores, y así sucesivamente, sin darles crédito como sus fuentes, y había presentado todo ello como que Dios se lo había mostrado en visión. Cuando la iglesia no reveló estos hallazgos, el pastor Rea lo hizo. Luego, él fue despedido del ministerio por decir la verdad. El pastor Wilson, en aquel entonces presidente de la Conferencia General, declaró que el uso que Ellen White había hecho de fuentes externas era mucho más extenso de lo que los adventistas se habían dado cuenta. En unos pocos casos, ella había usado fuentes del Siglo 19 cuando supuestamente estaba citando las palabras de Jesús o del ángel que la guiaba. La iglesia contrató los servicios de un abogado católico, Vincent Ramie, para que nos dijera que EGW no era una plagiaria en el sentido legal. Téngase presente que esto es lo que se supone que el abogado nos diría y que su opinión nunca fue sometida a prueba en un tribunal. Sin embargo, de acuerdo con el Diccionario, plagiar es copiar las ideas o los escritos de otra persona y presentarlos como propios. ¡La iglesia ha admitido que EGW usó fuentes externas y copió de ellas en sus escritos, pero el abogado de la iglesia nos dice que no ella no era plagiaria!

En el libro de Rea, The White Lie (La Mentira White), él demuestra que ella copió material de otros autores y lo puso en la mayoría de sus libros, incluyendo El Gran Conflicto y El Deseado de Todas las Gentes. ¡Los mismos libros que se me dijo habían sido escritos por el Espíritu de Profecía en realidad habían sido producidos por EGW, sus muchas secretarias, y como ochenta autores diferentes!

El Dr. Fred Veltman, en aquel entonces presidente de la Junta Directiva del Departamento de Religión del Pacific Union College, fue contratado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día para investigar los escritos de Ellen White y si había tomado prestado material de otros autores. Al ser preguntado sobre el hecho de que EGW evidentemente había mentido al afirmar que ella sólo escribía lo que el Señor le mostraba en visión, y había mentido acerca de copiar de las obras de otros autores, el Dr. Veltman contestó: "En mi opinión, este es el problema más serio que hay que encarar en relación con la dependencia literaria (copias) de Ellen White. Esto asesta un golpe al corazón de su honestidad, su integridad, y por lo tanto su veracidad". -- Ministry, 1990, página 11.

Así que me han mentido la profetisa Ellen White, la Testamentaría White, y la Iglesia Adventista del Séptimo Día en este encubrimiento. Mi mayor problema con los escritos de EGW es cómo ella contradice la Biblia y sus propios escritos. Se nos ha dicho que ella no contradice la Biblia, así que yo he incluído algunas citas breves para ayudarle a Ud. a ver en qué puntos ella contradice la Biblia. Por lo tanto, yo me opondría a la Palabra de Dios si aceptara sus escritos como inspirados. La Palabra de Dios nos dice: "No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso". (Proverbios 30:6). ¿Ha añadido Ellen White a la Palabra de Dios? Sea Ud. el juez.

Desde el comienzo de su historia, los Adventistas del Séptimo Día se vieron a sí mismos como el exclusivo pueblo "remanente" de Dios, y todos los otros fueron llamados "Babilonia". La descripción bíblica de "remanente" es que "guarda los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesucristo". (Apocalipsis 12:17). Un estudio cuidadoso de la Biblia revela que el término "testimonio de Jesús" es el mensaje que cualquier cristiano proclama acerca de Jesús. La Biblia no usa el término "remanente" en sentido denominacional, sólo significa "pueblo" -- todo el pueblo cristiano, no sólo los Adventistas del Séptimo Día. Además de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, hay más de 300 grupos y denominaciones observadores del sábado en los Estados Unidos, que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.

Apocalipsis 19:10 nos dice que "el testimonio de Jesús" es el "espíritu de profecía". De acuerdo con la Biblia, ni Ellen G. White ni sus escritos son el Espíritu de Profecía. El "Espíritu de Profecía" es un nombre que los Adventistas del Séptimo Día se dieron a sí mismos, pero que no vino de Dios. Piense en esto. Si lo que los Adventistas del Séptimo Día nos dicen es cierto, entonces por dos mil años (hasta que la Iglesia Adventista del Séptimo Día apareció en la década de 1860) no hubo verdadera iglesia y la gente no entendía sus Biblias -- aunque Jesús había prometido a su pueblo que les daría el Espíritu Santo para guiarlos a toda verdad. (Juan 16:13). Yo estoy seguro de que Ud. no cree que el Espíritu de Profecía no existió hasta que Ellen White apareció en escena.

Primera Tesalonicenses 5:21 nos dice que "lo examinemos todo", y yo lo insto a Uds. a hacerlo así.

Que Dios bendiga a cada uno de ustedes.

(Firmado) Robert K. Sanders.



DESPUÉS DE DEJAR LA IGLESIA

Después de dejar la Iglesia Adventista, mi esposa me preguntó qué íbamos a hacer por lo que se refería a una iglesia. Pensé en la Iglesia Bautista del Séptimo Día, aunque yo no creía en el fuego eterno del infierno como ellos. Pero no había una iglesia de ellos en nuestra área. La Iglesia Mundial era imposible, pues Armstrong era tan malo como EGW. Mi esposa no me daba tregua con sus preguntas. Decía: Cuando estudies la BIblia con la gente, ¿dónde vas a llevarlos? Yo sabía que el denominacionalismo no era bíblico, sino de hechura humana. Jesús no fundó una denominación, sino una iglesia. Yo dije que "tendríamos una iglesia en nuestro hogar, como la tenían en la Biblia". Así que teníamos un estudio bíblico sobre un tema, escuchábamos CD´s cristianos, y leíamos material bíblico como Guideposts, etc. Como un año más tarde, oímos hablar de un ex-pastor Adventista de la Iglesia Adventista de Southside en Indianapolis, que tenía una iglesia observadora del sábado en Greenwood, Indiana. Esta iglesia ha crecido de 30 hasta como 60 miembros en tres años. Los miembros incluyen ex-adventistas, y miembros de la Iglesia Mundial, de la Iglesia de Dios Séptimo Día, y otras confesiones. Nosotros manejamos como 180 millas ida y vuelta para ir a la iglesia, en comparación con la Iglesia Adventista que teníamos a cuatro cuadras de nuestra casa. ¿Vale la pena? Muchas veces SÍ. Yo sigo testificando a mis amigos adventistas enviándoles un boletín llamado "TRUTH OR FABLES". Esto ha ayudado a muchos a ver cómo han sido "blanqueados" (White-washed).



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