EL SÁBADO COMO ORDENANZA
DE LA CREACIÓN

Traducido de Let Us Reason Ministries 



En sus enseñanzas, los adventistas del séptimo día (y otros sabadistas) se sienten confiados en que "el sábado" se practicó antes de la ley de Moisés. Cada vez que ven la palabra mandamiento, o son los Diez o es el sábado. Esto no se diferencia mucho de los que creen que hay que bautizarse para ser salvo.

Los sabadistas insisten en que este reposo del séptimo día se les dio a Adán y a Eva y al mundo, pero podemos escudriñar las Escrituras en vano buscando un sábado que el hombre haya guardado antes del tiempo de Moisés. No hay registro de ninguno en las Escrituras. Simplemente, no está allí. Así que el argumento de los adventistas se basa en el silencio. Aunque arguyen de esta manera en favor de que los Diez Mandamientos se observaron, a pesar de que no hay ningún registro bíblico, no quieren permitirnos hacer lo mismo con el domingo.

Dios dio sólo dos mandamientos básicos a Adán y a Eva antes de la caída. ¿Transgredieron porque no obedecieron qué cosa? Ciertamente no transgredieron los Diez Mandamientos. Los únicos mandamientos que Dios dio a Adán fueron que guardase el jardín (además de que fructificaran y se multiplicaran - Génesis 2:5), y que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal. Un mandamiento de hacer y uno de no hacer. En este pasaje, las Escrituras no hacen referencia ni a los Diez Mandamientos ni al sábado. El que ve tal referencia aquí está insertando lo que él quiere decir. Los guardadores de la ley dicen que la violación de los Diez Mandamientos es lo que revela el pecado, pero no fue ninguno de los diez lo que Adán y Eva quebrantaron y trajo el pecado a toda la humanidad. Fue sólo más tarde cuando Dios desarrolló el código moral. En Génesis 4:15, Dios prohibió la pena de muerte, y en Génesis 9:4 dio la ley para el castigo por asesinato.

¿Y Abraham? Él guardó los mandamientos, ¿no es así? A mí me dijo personalmente uno de sus evangelistas que Abraham guardó los Diez Mandamientos, y en seguida se fue derecho a Gén. 26:5. "Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mis preceptos, mis mandamientos, mis estatutos, y  mis leyes". ¡Así que Abraham guardó el sábado! La lógica es que estos eran mandamientos, y por lo tanto, él guardó el sábado. Suponen lo que debe ser probado, esto es, que éstos eran los Diez Mandamientos. Esto ocurría 430 años antes de que se diera el Decálogo, como Pablo señala en Gál. 3:16,17. ¿Cómo podía Abraham guardar algo que todavía no se había dado?

Cualquier cosa que Dios ordene en cualquier momento se llama "sus mandamientos, o leyes".  Encontramos que, en Gén. 12, Dios habló a Abraham verbal y personalmente para que saliera de Ur. Eso es un mandamiento. En Gén. 21:4, le dio la ley de la circuncisión. Así que Abraham obedeció a Dios al circuncidar a su hijo, como Dios le mandó. Estas y otras órdenes son los mandamientos a los que se refiere Gén. 26.

El Decálogo no fue dado sino hasta el tiempo de Moisés, 2500 años después de la creación. Éxodo 20; Deut. 5:2-6. Pablo dice claramente en Gál. 3:15 que la ley vino 430 años después de Abraham. Negar esto es ignorar estos claros pasajes.

La primera ocurrencia de la palabra "sábado" (shabbath) se encuentra en Éxodo 16:22-23. El hecho mismo de que la palabra shabbath ocurra por primera vez diciendo que Israel cesara de trabajar o reposara del trabajo muestra que no se usó antes de este momento. "En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová : Mañana es el santo día de reposo. Lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana". El texto de los versículos 23-30 indica que esta era una experiencia nueva para Israel. No estaban acostumbrados a guardar el sábado antes de esta ocasión. Si esta ley era tan bien conocida, ¿por qué eran necesarias estas instrucciones? ¿Era Moisés tan ignorante de las leyes básicas de Dios que era necesario que se le comunicaran de esta manera? La respuesta es que esta era una ley nueva, presentada al pueblo por primerísima vez. Le dijo Moisés al pueblo: "Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día". (vs.28-30). Por eso, Dios dijo en el vers. 28: "¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?". Al día siguiente, algunos salieron a recoger el maná, porque no estaban acostumbrados al reposo, pues en Egipto trabajaban siete días a la semana. Si éste hubiese sido un mandamiento conocido desde el principio de los tiempos, no habrían reaccionado de esta manera. Los sabadistas dicen que el hecho de que los hebreos fueron reprendidos por no recordar el mandamiento prueba que había sido practicado hacía mucho tiempo. El mandamiento no era sólo permanecer en sus lugares y reposar el sábado, sino recoger el viernes el doble de lo que habían recogido el día anterior, y cocerlo ese día. El vers. 16 nos dice que el Señor mandó que cada uno recogiera según su necesidad.

Cuando los mandamientos fueron dados más tarde al pie del Monte Sinaí, se incluyó el sábado, y se les dijo que recordaran el día de reposo y que lo santificaran. ¿Por qué? Este fue el mandamiento que Dios les dio después de librarlos de la esclavitud. Habían trabajado en esclavitud por más de 400 años, sin ningún día libre. Dios les estaba dando un día en el cual podían reposar. Sin embargo, ya lo habían quebrantado no recordándolo, y Dios se enojó con ellos y les dijo: "¿Por qué no guardáis mis mandamientos?" Aquí Dios les estaba entregando un regalo, el mismo día en que Él reposó después de trabajar en la creación, y ahora se lo estaba dando a Israel.

Las Escrituras dicen específicamente en Deut. 5:3: "No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros ... siendo el sábado el sello del pacto. La Biblia está diciendo que nadie tuvo que obedecer esto hasta su generación,  ni Job, ni Abraham, ni Isaac, ni Jacob.

Moisés escribió el relato de la creación que se encuentra en Génesis durante el tiempo del Éxodo, cuando se recibió la ley de Dios. Antes de esto, no había registros escritos, así que ¿cómo podría alguien haber estado guardando esta ley? Éxodo 20:11 muestra que el día de sábado fue dado primero como mandamiento a los israelitas en Éxodo 16.  ¿Cómo podría esto ser un mandamiento para todos los que hubiesen vivido desde el comienzo? ¿Fue transmitido oralmente? Ciertamente no fue escrito en un libro, y no se encontraba en las Escrituras dadas por Moisés.

Los sabadistas usan su razonamiento circular para inventar una nueva definición de "mandamientos" que se limita estrictamente a los Diez. Luego dividen los mandamientos en partes para hacer valer su predilección por los Diez. El suyo es un ejemplo perfecto de no ver el bosque por ver un solo árbol.

Según los Adventistas del Séptimo Día y otros guardadores de la ley, hay gracia para el castigo por quebrantar el sábado, pero no para el que no lo guarda como un día. Sin embargo, la Biblia muestra que hay castigo cuando una ley se viola, ya sea que esta ley sea moral o ceremonial.

No hay registro de nadie que haya guardado el sábado antes de Éxodo 16. Sin embargo, los patriarcas fueron instruídos en relación con numerosas órdenes y ofrendas. Establezcamos un orden secuencial lo mejor que podamos. Matrimonio, Gén. 2;24; 34:9; 4:3-4. Altares de sacrificio, Gén. 8:20. Sacerdocio, Gén. 14:18. Circuncisión, Gén. 17:10. ¿Por qué está ausente "el mandamiento más importante", "el más santo", el que se supone que todos deben guardar? Simple. Sé que usted conoce la respuesta, porque no hubo ningún mandamiento antes de Éxodo 16.

Pruebas que se encuentran en las Escrituras: Éxodo 31:12-17. "Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros ... Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. 17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel".

Nehemías 9:13-14. "Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el día de reposo santo para tí, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos, y la ley. Véase también Deut. 5:3. ¡Este versículo es mala noticia para los sabadistas estrictos! Si fue dado a toda la humanidad originalmente, no habría sido dado a Israel, y ciertamente no sería señal para ellos si todo el mundo ya lo hubiera recibido. Gál. 3:17 nos dice que las leyes fueron dadas sólo a Israel por un período de tiempo definido. Nunca fueron permanentes. La ley vino 430 años después del pacto que se hizo con Abraham, y continuó en vigor hasta que vino la simiente, la cual es Cristo. Este pacto era una adición al que se había hecho con Abraham. Tenía un punto de partida específico, el Monte Sinaí, donde Dios le dio la ley a Moisés (Éxodo capítulos 19-31). Pero también tenía un punto de terminación: la llegada de Cristo. Juan 1:17: "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo". La ley bajó del monte Sinaí con Moisés, el evangelio de Cristo fue entregado a todo el pueblo desde el monte Calvario. Romanos 5:13-14. "Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés". Nótese que Pablo menciona a Moisés como el punto de partida para la ley. Una mirada a Gálatas 3:19, 25 ilustra este punto con claridad. (Deut. 5:12-15). Estas leyes eran sólo para el pueblo de Israel, para guiarlo y educarlo sobre cómo vivir delante de Dios.

Ezequiel 20:12, 20: "Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico". "Y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios". Se está refiriendo al monte Sinaí.

Deut. 4:8. "Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

Deut. 4:40. "Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a tí y a tus hijos después de tí, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre". Éste era el propósito, para que tuvieran larga vida en la tierra prometida, lo cual significa Israel solamente.

El sábado  fue santificado cuando Dios reposó, no antes. Fue para conmemorar su reposo de su obra creadora. (Gén. 2:2; Éx. 20:11). Gén. 2:2,3 nos dice la razón, porque Él reposó, pero no cuándo Dios santificó el sábado. ¡Esto prueba que el sábado no podía ser parte de la ley eterna de Dios en el cielo antes de la creación! En ninguna parte dice la Biblia cuándo fue santificado el sábado, sólo que la santificación ocurrió después de que Dios reposó. Fue en un sólo séptimo día en que Dios reposó, no cada séptimo día. Dios todavía no reveló el sábado en el Edén, y no hay absolutamente ninguna evidencia de que nadie guardó el sábado antes de Éxodo 16. Génesis fue escrito durante el tiempo de Moisés, no antes. Hasta donde sabemos, hubo probablemente tradiciones orales, porque vemos a Job ofreciendo sacrificios. ¡Ni Adán ni Abraham tenían el libro de Génesis! Dios les habló a los judíos en el desierto acerca del sábado por primera vez. Dios instruyó a Moisés para que cambiara el calendario. La partida de Egipto vino a ser "el principio ... el primero de los meses del año" (Éxodo 12:2. Desde esta nueva fecha, el sábado se observó en el desierto. Moisés mismo requirió instrucciones que luego transmitió al pueblo. En Ezequiel 20:2,20, el sábado se guarda como memorial del Éxodo, no del reposo de Dios en la creación. Sólo Israel tenía la ley. Deut. 4:8. "Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?"

De la iglesia primitiva, Justino (150 d.C.): Además, todos aquellos hombres justos ya mencionados [después de mencionar a Adán, Abel, Enoc, Lot, Noé, Melquisedec, y Abraham], aunque no guardaron ningún sábado, fueron agradables a Dios; y después de ellos, Abraham con todos sus descendientes hasta Moisés ... Y se os mandó guardar los sábados, para que pudiérais conservar el memorial de Dios. Porque su palabra hace este anuncio diciendo: "Para que sepáis que yo soy Dios que os redimió". (Diálogo con Trifón, el judío, 150-165 d. C., Padres Ante-Nicenos, vol. 1, página 204).

Los judíos personificaban el sábado. Lo saludaban como una novia que entra a la recámara (cuando estaban en el templo en vísperas del sábado). Con el tiempo, esto se convirtió en algo parecido al culto a los ídolos, donde un día vino a ser más importante que todos los otros mandamientos. Así sucede hoy día con algunos sabadistas, que enfocan su atención en el día, para corregir a todo el mundo en cuanto a cuándo tener culto.

¡El sábado era una señal entre Dios e Israel SOLAMENTE! Éx. 31:13-17. Es por esto por lo que encontramos a los creyentes judíos guardándolo. Pablo había instruído a los creyentes en Roma de que estaban en libertad de apartar cualquier día que escogieran exclusivamente para Dios, con tal de que no interfirieran con la libertad de otros; ese es el espíritu y el propósito del Nuevo Testamento. Pero los guardadores de la ley, los judaizantes, en el siglo primero se parecen mucho a los adventistas del séptimo día de la actualidad. Aquéllos exigían que todos observaran esta ordenanza de la ley, sosteniendo que era esencial para la salvación. Esta enseñanza es condenada por el apóstol Pablo, que los reprendió severamente sobre ese punto, diciéndoles que añadirle al evangelio destruye la obra que se efectuó en la cruz. Los sabadistas necesitan dejar de especializarse en asuntos de menor importancia, y especializarse en cuestiones verdaderamente importantes, el poder salvador de Cristo crucificado para la salvación, y la vida cristiana bajo la gracia. Si su vida no comenzó o no terminó en la cruz, importará poco en qué día se haya tenido culto.


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