En los escritos de Ellen White hay numerosas afirmaciones que son claramente erróneas. Muchas de éstas fueron cambiadas o reinterpretadas más tarde. Además, a menudo encontramos que sus afirmaciones anteriores contradicen directamente sus afirmaciones posteriores. Muchos adventistas explican este fenómeno llamándolo "revelación progresiva".


La revelación progresiva tiene dos matices de significado. Primero, una verdad específica puede ser relevante cuando se revela por primera vez, pero posiblemente no tenga más aplicación más tarde. Por ejemplo, en los días de Noé, la verdad era: "Viene el diluvio; entra en el arca". Aunque el registro de la historia continúa siendo verdad hoy día, no es una verdad aplicable hoy día. Hay que decir dos cosas sobre este primer matiz de signifcado: 1) la verdad involucrada era aplicable a circunstancias específicas, y 2) en esas circunstancias específicas, la verdad era ciertamente verdad, no error.

El segundo matiz de significado de la revelación progresiva es que no toda la verdad se da de una sola vez, sino que es revelada en etapas progresivas. Lo importante que hay que reconocer es que los aumentos adicionales no contradicen la verdad anterior. Por ejemplo, muchas profecías del Antiguo Testamento apuntan a la venida de Cristo. Por sí mismas, estas profecías son sólo barruntos de la realidad. Cuando llega la realidad plena, sin embargo, estas profecías son todavía verdad y se convierten en parte de una verdad mayor. Es importante reconocer que esta parte de la verdad todavía es verdad y no error. En otras palabras, la verdad progresiva es un desenvolvimiento de la verdad, no una progresión del error a la verdad.


Demasiado a menudo, el error permanece sin ser detectado porque lleva puesta la vestidura etiquetada "verdad progresiva". ¿Son verdad o error las siguientes ilustraciones?
Si yo le dijera claramente que iba a comprar un auto Dodge verde nuevo en dos días, y luego llegara a casa con un auto Ford gris usado en diez días, ¿le habría dicho la verdad? ¡Espero que conteste: "No"!

Ahora, supongamos que yo argumento que, en realidad, yo le dije la verdad porque el Ford es gris verdoso (una forma de gris, ¿correcto?), y cuando yo dije que compraría un carro "nuevo", quería decir, "nuevo para mí", no "nuevecito". Además, el Ford es sólo ligeramente usado (¡es casi nuevo!), y se parecía mucho a un Dodge (¿así que cuál es la diferencia, en realidad?). También, yo sí compré el carro en dos días como dije que lo haría - sólo que, en realidad, no llené los papeles ni preparé un cheque para pagarlo sino diez días más tarde. ¡Pero lo había recogido!

¿Qué me respondería usted? ¡Espero que usted diga: "No, usted todavía no me ha dicho la verdad, y está tratando de engañarme o manipularme para que yo piense que me está diciendo la verdad".

Ahora, imagínese un continuo desde negro a blanco con variados tonos de gris entre los dos. El negro es casi lo mismo que el gris más oscuro, que es casi lo mismo que el siguiente tono de gris más claro. En el otro extremo del continuo, vemos que los tonos más claros de gris son casi blancos. Cuando uno se mueve desde un extremo del continuo hasta el otro en pequeñas etapas crecientes, hay muy poca percepción de cambio. Sin embargo, ¿este cambio gradual convierte al negro en blanco, o al blanco en negro?

Si usted dice: "No", usted y yo nos entenderemos. Sin embargo, si usted dice: "Debido a que el negro del continuo cambia a blanco sin líneas definidas de demarcación entre los dos, entonces el negro debe ser lo mismo que el blanco, porque esto es revelación progresiva", nuevamente estamos en problemas. Esto no sería "verdad" progresiva, sino error engañoso.

Aunque el error y la verdad están conectados por cierto número de grados intermedios, el cambio gradual no convierte al error en verdad. La evaluación de la verdad y el error requiere pensar con claridad y precisión, especialmente cuando los dos están conectados por cierto número de posiciones contrarias.

Las afirmaciones contradictorias de Ellen White no pueden ser excusadas llamándolas "revelación progresiva". La revelación de Dios nunca comienza en el error y termina en la verdad, o viceversa. Dios no dice una falsedad para enseñar una verdad.

Nosotros basamos nuestras vidas en la realidad de Dios.

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