¿ES LA IGLESIA ADVENTISTA
DEL SÉPTIMO DÍA
"LA IGLESIA REMANENTE"?
Sydney Cleveland
Traducido de DoveNET
Los Adventistas del Séptimo Día creen que su iglesia es la
"iglesia remanente", y que ellos son el pueblo remanente. Esta
idea es una poderosísima cadena que ata a los miembros a la
iglesia, pues ellos creen que se perderán si abandonan la
iglesia remanente. La idea entera de la importancia de
permanecer en la iglesia remanente está basada en Ellen White: "Todos los que deseen apartarse del pueblo
remanente de Dios (los Adventistas del Séptimo Día) para
seguir sus propios corazones corruptos se estarán arrojando
voluntariamente en los brazos de Satanás, y deberían tener el
privilegio". - Testimonies, tomo 1, p. 439,
escrito en 1864.
¿Tenía Ellen White razón acerca de los que
abandonan el pueblo/la iglesia "remanente"? No. Las iglesias que
no entienden claramente el Evangelio tienden a erigirse en
mediadoras entre sus miembros y Cristo Jesús. Tienden a reclamar
para sí mismas un singular papel que les concede identidad y les
capacita para hacer cumplir los decretos de la iglesia.
Considérese cómo las siguientes iglesias proclaman sus
identidades y, de esta manera, el papel que juegan en las vidas
de sus miembros:
- Católica Romana: "La única iglesia
verdadera".
- Bautistas del Sur: "La Esposa de Cristo".
- Mormones: "La iglesia de Jesucristo".
- Adventistas del Séptimo Día: "La iglesia
remanente".
- Mundial (Armstrong): "La iglesia de Dios".
- Testigos de Jehová: "La verdadera religión",
etcétera.
Estas iglesias han sido mediadoras
en el sentido de que la organización eclesiástica se interponía
entre el miembro y Jesucristo. Han sido exclusivas en el sentido
de que la salvación y las bendiciones especiales de Dios
generalmente se reservan sólo para sus propios miembros. La
membresía en su iglesia se considera sinónima con la membresía
en el Reino de Dios.
Las iglesias que reclaman una identidad singular a menudo
requieren respeto para su profeta particular o guía espiritual
al cual, en un sentido práctico, se le ha conferido autoridad
final en cuestiones espirituales. Generalmente, estos individuos
no vacilan en afirmar que reciben mensajes directamente de Dios
aparte de la Biblia, y generalmente afirman que hablan en nombre
de Dios. Esto les da autoridad para imponer rigurosamente su
voluntad sobre sus propios miembros.
Un examen de los hechos indica que la
afirmación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de que ella
es "la iglesia remanente" no es más bíblica que las afirmaciones
similares de otras iglesias. Esta afirmación es interesante
porque requiere suposiciones extra-bíblicas para interpretar
correctamente una frase clave en el adventismo: "El espíritu de
profecía". Esa frase subyace su afirmación de que es "la
iglesia remanente". A continuación, siguen dos textos usados por
los Adventistas del Séptimo Día para apoyar sus afirmaciones:
"Entonces el dragón se airó contra la mujer y
se fue a hacer guerra contra el resto (la versión KJV dice
remanente) de la descendencia de ella - los que obedecen los
mandamientos de Dios y retienen el testimonio de Jesús".
- Apocalipsis 1: 17 (NIV).
De acuerdo con los Adventistas del Séptimo
Día, este texto contiene las dos "marcas" de identificación de
la iglesia remanente: (1) obedece todos los mandamientos de
Dios; y (2) retiene el testimonio de Jesús. Los adventistas
creen incorrectamente que sólo ellos obedecen todos los Diez
Mandamientos de Dios, suponiendo que todos los demás tienen
culto en domingo. (Pasan por alto el hecho de que en
Norteamérica existen actualmente más de 300 organizaciones que
guardan el sábado y que son totalmente independientes de
cualquier denominación). Para interpretar la segunda frase: "el testimonio de Jesús" (es decir, "el
espíritu de profecía"), los Adventistas del Séptimo Día lo
dirigen a Ud. a Apocalipsis 19: 10:
"Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él
me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus
hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a
Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la
profecía" . Apocalipsis 19: 10.
Al llegar a este punto, los Adventistas del
Séptimo Día cierran sus Biblias, y dicen: "Ellen White es 'el
espíritu de profecía', y ella escribió los 'Testimonios.' Puesto
que nosotros guardamos todos los diez Mandamientos y
tenemos a Ellen White como nuestra profeta, ¡nosotros los
Adventistas del Séptimo Día somos la iglesia remanente!".
Sin embargo, uno observa que ni la palabra
"iglesia" ni el nombre "Ellen White" se mencionan en ninguno de
los textos. Esas palabras fueron añadidas por los Adventistas
del Séptimo Día para apoyar sus suposiciones extra-bíblicas. Es
una lógica que no está justificada en la Escritura, y se podría
aplicar con igual facilidad al dirigente sectario David Koresh
de la rama davidiana.
Pero, más que saltar fuera de la Biblia
para aplicar artificialmente el título "espíritu de profecía" a
Ellen White, ¿qué habría sucedido si los fundadores del
Adventismo del Séptimo Día hubieran seguido adelante dentro
de la Escritura? ¿Qué habrían descubierto acerca de cómo la
Biblia misma aplica el término "el espíritu de
profecía"? ¿Quién dice la Palabra de Dios que es el auténtico y
el único "espíritu de profecía"?
El espíritu de profecía
En 1 Corintios 1:
7-11, la Biblia dice que el Espíritu Santo es el único que
concede dones espirituales a la iglesia de Dios. Uno de esos
dones espirituales es el don de profecía (12:10). Por lo
tanto, es lógico deducir que la frase "el espíritu de
profecía" se aplica al Espíritu Santo como el único que
concede el don espiritual de la profecía. Esto es aún más
evidente si analizamos los varios nombres que la Biblia da al
Espíritu Santo. Cada nombre en la siguiente lista describe una
característica especial del Espíritu Santo. Ninguno de
estos nombres puede aplicarse a ningún ser humano sin cometer
blasfemia:
Nombres que la Biblia aplica
al Espíritu Santo:
- Espíritu de sabiduría
-- Isaías 11: 2
- Espíritu de
inteligencia -- Isaías 11: 2
- Espíritu de consejo --
Isaías 11: 2
- Espíritu de poder --
Isaías 11: 2
- Espíritu de
conocimiento -- Isaías 11: 2
- Espíritu de temor de
Jehová -- Isaías 1: 2
- Espíritu de Jehová --
Miqueas 2: 7
- Espíritu de Dios --
Mateo 3: 16
- Espíritu de vuestro
Padre -- Mateo 10: 20
- Espíritu de verdad --
Juan 14: 17
- Espíritu de Jesús --
Hechos 16: 7
- Espíritu de santidad
-- Romanos 1: 4
- Espíritu de vida --
Romanos 8: 2
- Espíritu de Cristo --
Romanos 8: 9
- Espíritu de adopción
-- Romanos 8: 15
- Espíritu del Dios vivo
-- 2 Corintios 3: 3
- Espíritu de su Hijo --
Gálatas 4: 6
- Espíritu de sabiduría
-- Efesios 1: 17
- Espíritu de
revelación -- Efesios 1: 17
- Espíritu de Jesucristo
-- Filipenses 1: 19
- Espíritu de gracia --
Hebreos 10: 29
- Espíritu de gloria --
1 Pedro 4: 14
- Espíritu de
profecía -- Apocalipsis 19: 10
Usando solamente
la Biblia, y permitiendo que la Biblia se interprete a sí
misma, es evidente que, cuando Apocalipsis 19: 10 dice que "el
testimonio de Jesucristo es el espíritu de profecía", quiere
decir el Espíritu Santo. En Juan 15: 26, Jesús dijo
que una de las obras que el Espíritu Santo llevaría a cabo
sería "dar testimonio de mí". Así, pues, es claro que el
Espíritu Santo es "el testimonio de Jesús" porque testifica
con exactitud acerca de Cristo. Y el Espíritu Santo es también
"el espíritu de profecía" porque concede el legítimo don de
profecía e inspira a los verdaderos profetas a dar una
representación exacta de la voluntad de Dios.
Mientras puede decirse que una persona que ha recibido el
genuino don espiritual de profecía está inspirada por el
Espíritu de Dios, es blasfemia decir que el recipiente
de ese don es el espíritu de profecía. Durante un
siglo, los adventistas atacaron al Papa por asumir títulos que
pertenecen a Dios -- ¡pero han hecho lo mismo al
llamar a Ellen White "el espíritu de profecía"!
La pregunta
importante que Ud. se debiera hacer al leer Apocalipsis 12: 17
como un texto aislado es: "¿He recibido yo poder, por la
gracia de Cristo Jesús que mora en mí, para que Dios me vea a
mí (1) obedeciendo sus mandamientos y (2) poseyendo
plenamente el Espíritu Santo?" Si la respuesta es sí, entonces
Ud. es una de las personas que la Biblia llama "el remanente"
o "la descendencia" de la iglesia de Dios (Apocalipsis 12:
17), y Ud. es uno de los "consiervos" de Dios (Apocalipsis 19:
10). ¡Permitiendo simplemente que la Biblia se interprete a sí
misma, Ud. tiene la seguridad de la Palabra de Dios de que
Ellen White no es el espíritu de profecía y no tiene
nada que ver con el lugar que Ud. ocupe en la verdadera
iglesia: el Cuerpo de Cristo!
La iglesia remanente
Pero, ¿qué tiene que decir la
Biblia acerca de la iglesia remanente?
Los Adventistas del
Séptimo Día se sorprenden al descubrir que la Biblia jamás
se refiere a la iglesia remanente como una organización
terrenal. La Biblia nunca usa la frase "la iglesia
remanente". Ni nunca dice la Biblia que las personas deben
ingresar a una particular iglesia u organización "remanente"
para ser salvas, o trabajar para Dios, o para ser contadas
como pueblo de Dios. En su lugar, mientras la Biblia usa la
palabra "remanente", "descendencia", o "de Dios", como 826
veces, habla de personas, algunas de las cuales a veces se
opusieron a Dios, fueron castigadas por Dios, eran miembros de
naciones que no eran Israel, o eran sobrevivientes
reconvertidos. Pero nunca se refiere a ninguna
iglesia, denominación, u organización terrenal como la
iglesia remanente. La Biblia es clara en que el reino de Dios
-- o la iglesia de Cristo, o aún el pueblo de Dios -- no
es la nación judía ni ningún otro grupo particular de
personas aparte de la cristiandad en general. El ser parte de
la iglesia de Dios no depende de que su nombre esté en
los libros de ninguna iglesia terrenal.
De acuerdo con la
Biblia, su salvación depende de su relación con Jesucristo.
Jesús no era Adventista del Séptimo Día, ni lo fue ningún
miembro del pueblo de Dios desde el tiempo de la creación
hasta que la iglesia Adventista del SéptimoDía se organizó en
1863. La abrumadora mayoría del pueblo de Dios hoy día ¡no
son miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día!
Aceptando a Cristo Jesús como su Salvador y viviendo cada día
por medio del poder del Espíritu Santo que mora en Ud., su
salvación está asegurada, ¡no importa en qué iglesia tenga
su membresía!
"Y ahora, hijitos, permaneced en él,
para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en
su venida no nos alejemos de él avergonzados". -- 1 Juan 2: 28.
"No amemos de palabra ni de lengua, sino de
hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la
verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de
él". -- 1 Juan 3: 18, 19.
"Sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos
ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero. Y estamos
en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el
verdadero Dios, y la vida eterna".
-- 1 Juan 5: 20.
"Y este es el testimonio: que Dios nos ha
dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al
Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo
de Dios no tiene la vida".
-- 1 Juan 5: 11, 12.