¿QUÉ SUCEDE
CUANDO MORIMOS?
Christopher Lee
Traducido de Proclamation!
Número de Julio/Agosto 2008
Un amigo me preguntó en una ocasión cómo
explicaba yo dos cosas: la enseñanza adventista del séptimo
día sobre la muerte y la supuesta resurrección de Moisés, y la
historia, contada por Jesús, sobre el rico y Lázaro (Lucas
16:19-31). Mientras consideraba la mejor manera de responder a
estas preguntas, me di cuenta de que primero hay que echar un
fundamento para entender la muerte desde una perspectiva
bíblica. En este estudio, estableceré un caso a favor del
punto de vista cristiano ortodoxo sobre la muerte; luego me
ocuparé de las dos preguntas que me formuló mi amigo.
¿Aliento
o
ser?
La palabra traducida como "espíritu" en español es la griega pneuma
en el Nuevo Testamento y la hebrea ruach en el Antiguo
Testamento. La mayoría de nosotros creció oyendo decir que
estas palabras por lo general significan "aliento" cuando se
usan en la Biblia. Estas palabras griega y hebrea ciertamente
pueden significar "aliento" o "viento" en el contexto
correcto, pero no es así como se usan generalmente en la
Biblia.
En la correcta hermenéutica bíblica, el contexto siempre
determina el significado de una palabra.
Según el respetado lexicon griego The Complete Word Study
Dictionary, de Zodhiates, cuando "espíritu"
[pneuma/ruach] se usa en la Biblia, por lo general tiene uno
de los siguientes tres significados:
- La naturaleza inmaterial del hombre, que le permite
comunicarse con Dios, quien también es espíritu.
- Un ser inmaterial, incorpóreo, como un ángel.
- El Espíritu Santo.
Ensaye
un
experimento para poner a prueba el contexto de "espíritu". Lea
los siguientes versículos y, cada vez que vea las palabras
subrayadas "espíritu" o "Espíritu", reemplácelas por "aliento".
Proverbios 20:27 - El espíritu [ruach] del
hombre es la lámpara del Señor, que escudriña lo más íntimo de
su ser.
Romanos 8:15-16 - Porque no habéis recibido
espíritu [pneuma] de esclavitud, que conduce nuevamente
al temor, sino que habéis recibido un espíritu [pneuma]
de adopción como hijos, por el cual clamamos "¡Abba, Padre!".
El Espíritu mismo [pneuma] testifica a nuestro espíritu
[pneuma] de que somos hijos de Dios.
Hebreos 12:9 - Además, teníamos padres terrenales
para que nos disciplinaran, y los respetábamos; ¿no estaremos
mejor sujetos al Padre de los espíritus [pneuma] y
viviremos?
Juan 3:5-7 - Jesús respondió: "De cierto, de
cierto os digo, a menos que una persona nazca del agua y del
espíritu [pneuma], no puede entrar al reino de Dios. Lo
que es nacido de la carne es carne, y lo que es nacido
del Espíritu [pneuma] es espíritu [pneuma]. No
te asombres de que te haya dicho: "Debes nacer de nuevo".
Dicho de una manera sencilla, "espíritu" no significa
generalmente "aliento" como se usa en la Biblia. La sugerencia
de que sí significa aliento es una falsedad que no sólo viola el
contexto, sino que también viola por lo menos tres doctrinas
cristianas esenciales:
1. El nuevo nacimiento.
He puesto a Juan 3:5-7 en último lugar en la lista precedente
para subrayar su mensaje esencial del evangelio. Si redujéramos
la Biblia a su esencia más básica, quedaría así: el hombre pecó
y experimentó la muerte espiritual. Desde entonces, todos hemos
nacido muertos en nuestros pecados, separados de Dios, y
necesitados de un Salvador. Jesús pagó el precio de nuestro
pecado, y nos ofrece vida y una relación con Dios. Cuando
venimos a la fe, nuestro espíritu es regenerado y ahora puede
estar en comunión con el Espíritu de Dios. Nuestros espíritus
muertos nacen nuevamente en el Espíritu, y tenemos vida eterna
como una posesión presente. El nuevo nacimiento no es una mera
metáfora; es la esencia de la salvación y central al mensaje del
evangelio. Si interpretamos nuestros espíritus meramente como
"aliento", habremos destruido la realidad de un nuevo nacimiento
y la vida espiritual. Decir que nuestro "aliento" es nacido de
nuevo es contrario a lo que la Biblia enseña, y destruye nuestra
manera de entender lo que significa ser salvo.
2. El ser de Dios.
Insistir en que las palabras pneuma/ruach significan
"aliento" en la Biblia viola el concepto cristiano del ser de
Dios. Dios es espíritu puro - un ser incorpóreo, inmaterial. Eso
es lo que dice Jesús en Juan 4:24: "Dios es espíritu, y los que
le adoran, deben adorarle en espíritu y en verdad". En realidad,
Jesús está reforzando la misma enseñanza que le presentó a
Nicodemo en el capítulo 3. Está dando a entender que, como Dios
es espíritu, los que le adoran deben tener un espíritu que está
vivo para hacerlo. Una vez más, si se inserta la palabra
"aliento" en lo que Jesús está diciendo, sus palabras se
convierten en una completa tontería.
3. La identidad del Espíritu
Santo. Insistir en que pneuma/ruach significan
"aliento" en la Biblia infringe la personalidad del Espíritu
Santo. "Espíritu Santo" es hagios pneuma en griego. Así
que, si insistimos en que pneuma debe significar "aliento",
acabamos diciendo "Aliento Santo". Esta interpretación estaría
más cerca de la idea de los Testigos de Jehová de que el
Espíritu Santo es meramente una fuerza que la enseñanza bíblica
de que es una persona.
¿Qué sucede cuando morimos?
La siguiente pregunta lógica es: "¿Si nuestro espíritu no es
meramente nuestro aliento, ¿qué sucede al cuerpo y al espíritu
cuando morimos?"
La condición del cuerpo en la muerte no es la misma que la
condición del espíritu. A menudo, la Biblia se refiere a
la muerte con el eufemismo "sueño". Sin embargo, ese
eufemismo sólo se aplica al cuerpo, nunca al espíritu.
"Sueño" describe la apariencia del cuerpo en la muerte, pero no
el estado del espíritu. Además, "sueño" promete que el cuerpo
resucitará.
Según la Escritura, en la muerte el espíritu se separa del
cuerpo y regresa a Dios, donde está conscientemente con el
Señor. En la segunda venida, Dios traerá con Él los espíritus de
los difuntos cuando venga y resucite para ellos cuerpos
imperecederos en la resurrección.
Mire los siguientes textos:
En la muerte, el espíritu se separa del
cuerpo.
Lucas 8:53-55 - Y se burlaban de él, sabiendo que
estaba muerta. Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo:
Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e
inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de
comer.
Santiago 2:26 - Porque como el cuerpo sin espíritu está
muerto, así también la fe sin obras está muerta.
La ausencia del espíritu es la definición de muerte.
El espíritu regresa a Dios.
Eclesiastés 12:5-7 - Cuando también temerán de lo
que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el
almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el
apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los
endechadores andarán alrededor por las calles; antes de que la
cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el
cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota
sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el
espíritu vuelva a Dios que lo dio.
Nótese que este texto dice que el hombre, no el aliento, va a
"su morada eterna".
Hechos 7:59-60 - Y apedreaban a Esteban, mientras
él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto
de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta
este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
Nuevamente, no tiene casi o ningún sentido insertar "aliento"
aquí. Esteban le está pidiendo a Jesús que reciba esa parte
inmaterial de él que se separa del cuerpo cuando el cuerpo
duerme en la muerte.
El espíritu está conscientemente con
el Señor.
Apocalipsis 6:9-11 - Cuando abrió el quinto
sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido
muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio
que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo,
Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en
los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras
blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de
tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y
sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
Aunque haya elementos simbólicos en este pasaje, Dios no
usaría un ejemplo, que es una mentira satánica, para enseñar
algo que es verdadero. Por mucho que este pasaje sea simbólico,
es claro que la Biblia describe a los santos fallecidos como que
están conscientemente en presencia del Señor.
En la segunda venida, Dios traerá con Él a su venida a los
santos que han partido.
1 Tesalonicenses 4:13-14 - Tampoco queremos,
hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no
os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también
traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
He estado en funerales adventistas donde se han leído los
versículos 13 y 15, pero se han saltado el versículo 14, como si
no existiera. No conviene a la teología adventista tener a los
santos que han partido de vuelta con Jesús cuando regrese.
Entonces él levantará para ellos cuerpos incorruptibles en la
resurrección.
1 Tesalonicenses 4:15-16 - Por lo cual os decimos
esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a
los que durmieron. Porque el Señor mismo, con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
1 Corintios 15:52 - ... en un momento, en un
abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará
la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y
seremos transformados.
Todos los textos que anteceden apoyan la idea de que el
espíritu humano es diferente del aliento, y sobrevive a la
muerte. Ahora examinaremos dos de los más fuertes pasajes
didácticos (para enseñar) del Nuevo Testamento que tratan de la
muerte.
Ausente del cuerpo, presente con el
Señor
Comenzaremos por eaminar 2 Corintios 5:1-9.
2 Corintios 5:1 - Porque si sabemos que nuestra
morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de
Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los
cielos.
Aquí Pablo usa el simbolismo de una carpa para representar
nuestros actuales cuerpos perecederos. Una carpa no es una
morada permanente. Como nuestros cuerpos, es derribada
fácilmente. Pero la buena nueva es que, en la resurrección,
podemos esperar tener un cuerpo incorruptible desde el cielo, un
cuerpo que es permanente y nunca será derribado.
2 Corintios 5:2-4 - Y por esto también gemimos,
deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación
celestial; pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos
con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino
revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
Se dice que los que han partido están "desnudos". La idea de
que podamos ser "desnudados" indica fuertemente que hay algo
real allí que puede ser desnudado, a saber, nuestro espíritu.
Ser un espíritu sin cuerpo no es un estado natural. El punto de
vista cristiano no es platónico, sino muy físico. Lo que
esperamos es el estado final cuando nuevamente seamos seres
revestidos - esta vez de nuestros cuerpos eternos e
incorruptibles.
2 Corintios 5:5-9 - Mas el que nos hizo para esto
mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. Así
que vivimos confiados siempre, y sabiendo que, entre tanto que
estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por
fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos
estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto
procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
Este pasaje es el origen del refrán cristiano repetido tan a
menudo: "Ausentes del cuerpo, presentes al Señor". El
significado simple del texto es claro: cuando estamos en estos
cuerpos, estamos ausentes del Señor. Cuando estamos ausentes de
estos cuerpos, estamos presentes con el Señor. Si no tenemos
espíritus, sino sólo aliento, como enseña la doctrina
adventista, ¿cómo sería posible que estuviéramos ausentes de
nuestro cuerpo y presentes con el Señor? La única manera en que
el pensamiento de Pablo tenga sentido en absoluto es que
tengamos un verdadero espíritu que puede estar ausente del
cuerpo y presente con Cristo, esperando la resurrección.
Nótense también otras dos cosas muy
importantes:
1. ¡Pablo dice que "preferiría ... estar ausente del cuerpo"!.
Esta afirmación sólo tiene sentido si él está conscientemente
con Cristo. Es imposible que Pablo esté diciendo que preferiría
no existir o estar inconsciente. Además, Pablo no sólo espera la
segunda venida y la resurrección, porque habla específicamente
de cuando esté ausente del cuerpo y presente con el Señor. Esta
presencia con el Señor no puede referirse a la resurrección,
porque Pablo dice que está ausente del cuerpo. Pablo está
describiendo una existencia consciente, ausente del cuerpo pero
presente con el Señor, lo cual él considera preferible.
2. Pablo indica que es posible ser agradable (la palabra griega
está en tiempo presente y voz activa) al Señor cuando se está en
el cuerpo o ausente del cuerpo. La única manera en que podemos
agradar al Señor activamente cuando estamos ausentes del cuerpo
es si estamos conscientes y activos de alguna manera. Decir que
Pablo está hablando de un estado de no existencia o de
inconsciencia convierte su enseñanza en estupidez; más bien, se
refiere específicamente a estar ausente del cuerpo.
Morir es ganancia
La enseñanza de Pablo en 2 Corintios 5:1-9 es consistente con su
enseñanza en algún otro lugar de la Escritura. En 2 Corintios,
vimos que estar ausentes del cuerpo es estar presentes con el
Señor, y que podemos continuar siendo agradables al Señor cuando
estamos ausentes del cuerpo. Filipenses 1:21-26 retoma los
mismos temas, pero de una manera mucho más personal. Pablo está
en prisión y posiblemente se enfrenta a la muerte.
Filipenses 1:21 - Porque, para mí, el vivir es
Cristo, y el morir es ganancia.
Pablo ve la muerte, no como un estado de no existencia, sino
como un estado que puede en verdad describirse como "ganancia".
Filipenses 1:22 - Mas, si el vivir en la carne
resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué
escoger.
En realidad, Pablo está tan ansioso de estar con el Señor que
apenas puede decidir cuál posibilidad prefiere, vivir o morir.
Nótese también que no hay absolutamente ninguna indicación de
que las opciones sean continuar viviendo en la carne o no
existir. Más bien, la manera más natural de entender el dilema
de Pablo es comprender las posibilidades como seguir viviendo en
la carne o seguir viviendo en el espíritu.
Filipenses 1:23 - Porque de ambas cosas estoy
puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor.
Para Pablo, ambas posibilidades, seguir viviendo en la carne
o seguir viviendo en el espíritu, son deseables. Pablo sabe que,
si permanece en la carne, podrá continuar su obra y servir a la
iglesia naciente. Sin embargo, también sabe que estar con Cristo
es mucho mejor. La única manera en que estar con Cristo puede
considerarse mejor que continuar viviendo en esta vida es si la
primera es una existencia consciente con Cristo.
Filipenses 1:24 - ... pero quedar en la carne es
más necesario por causa de vosotros.
Nuevamente, hágase esta pregunta: "¿Cuál es el contraste
directo de 'seguir viviendo en la carne'?". El contraste más
directo es "partir en el espíritu".
Filipenses 1:25-26 - Y confiado en esto, sé que
quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro
provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mí
en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.
Por mucho que desee partir y estar con Cristo, Pablo en su
lugar acepta que se quedará y continuará trabajando. Todo este
pasaje, incluyendo la elección que Pablo enfrenta, se predica
sobre la enseñanza bíblica de que estar ausente del cuerpo es
estar presente con el Señor. Como cristianos, es muy consolador
saber que morir - estar en la mismísima presencia de nuestro
Señor - es ganancia.
¿Y qué acerca de Eclesiastés 9:5?
"Los muertos nada saben". Probablemente, todos hemos oído esa
frase decenas de veces, y la mayoría de nosotros creía que esa
era la declaración definitiva sobre el estado de los muertos.
Pero, ¿qué significa realmente esta cita parcial de Eclesiastés
9:5 cuando es examinada en contexto?
Primero, debemos considerar el contexto del pasaje
inmediato. Luego, debemos considerar el contexto del libro, la
implicación contextual del tipo de literatura, su contexto
dentro de su testamento, y por último, su contexto dentro de la
Biblia entera. Sólo entonces podemos decir que hemos examinado
el contexto del texto. Al seguir el rastro del contexto de
Eclesiastés 9:5 a través de cada anillo de la espiral
hermenéutica, se hará evidente que este pasaje, como nos lo
enseñaron, fue arrancado de su contexto en cada uno de los
niveles de la espiral hermenéutica.
El contexto lo es todo
Lea Eclesiastés 9:1-9 para ver el pasaje en el cual está
incrustado el versículo 5. El contexto del pasaje es que los
muertos no tienen más parte en nada de lo que se hace "debajo
del sol" (es decir, nada de lo que se hace en el mundo). Los
cristianos no creen que los muertos andan rondando por la tierra
como espíritus. Los cristianos no creen en fantasmas, sesiones
espiritistas, ni ninguna otra forma de espiritismo. Los muertos
están o con el Señor o en el Seol esperando el juicio. No están
aquí en la tierra "bajo el sol", y ya no están directamente
involucrados en las actividades de este mundo.
Eclesiastés
fue escrito por Salomón (o en la voz de Salomón) durante su
apostasía. El contexto del libro entero es la futilidad
de la vida separada de Dios. La palabra hebrea traducida de
varias maneras como "fútil", "sin sentido", "vanidad" se usa 33
veces en el libro de Eclesiastés, y en cada ocasión transmite la
idea de estar sin esperanza. Varios pasajes recomiendan que el
lector disfrute de la vida; que coma, beba, y se alegre porque
eso es todo lo que hay. Varios pasajes indican que no hay
ninguna diferencia entre el destino de los justos muertos y el
de los injustos muertos.
Sin embargo, los cristianos no creen que la vida carece de
sentido, y ciertamente no creen que no hay ninguna diferencia
entre el destino de justo y el del injusto. ¿Enseña Eclesiastés
una falsedad? ¡Absolutamente no! Más bien, Eclesiastés tiene el
propósito de instruirnos acerca de la desesperada perspectiva de
la vida separada de Dios, no sobre el estado de los que han sido
vivificados en Cristo.
Además, Eclesiastés es parte de lo que se conoce como
"literatura de sabiduría", cuyo propósito generalmente no es ser
literatura doctrinal didáctica. Debido a que la literatura de
sabiduría está diseñada para presentar ciertas verdades sobre la
vida de manera memorable y pintoresca, debemos ser muy
cuidadosos al extraer nuestras doctrinas principalmente de la
literatura de sabiduría. Más bien, debemos usar los pasajes
didácticos para interpretar la literatura de sabiduría.
La Biblia entera es inspirada; la Biblia entera es verdad (1
Tim. 3:16); pero Jesús es la revelación última de Dios (Hebreos
1:1). Las enseñanzas de Jesús y sus apóstoles explicaron cosas
que eran misterios en el Antiguo Testamento. Esto no significa
que el Nuevo Testamento corrige el Antiguo, sino que proporciona
más información, que amplía y aclara muchas cosas que no se
conocían plenamente en el Antiguo Testamento. Algunos ejemplos
de cosas que eran misterios totales o parciales en el Antiguo
Testamento pero que fueron reveladas más plenamente en el Nuevo
incluyen la naturaleza del Mesías de Dios, la iglesia, la
resurrección, y la muerte. Tenemos un cuadro mucho más claro de
la muerte en el Nuevo Testamento que en el Antiguo, así que
tenemos que usar el Nuevo Testamento como el fundamento para
nuestra doctrina sobre la muerte.
Cuando comenzamos con el sólido fundamento de la muy clara
enseñanza que se le da a la iglesia del Nuevo Testamento,
podemos interpretar correctamente el Antiguo Testamento,
incluyendo la literatura de sabiduría. A la inversa, cuando una
doctrina se ha basado mayormente en la literatura de sabiduría
del Antiguo Testamento, es motivo de sospecha porque no se basa
en la revelación del Señor Jesús como se explica en las
enseñanzas del Nuevo Testamento.
Finalmente, jamás
debemos interpretar ningún pasaje de tal manera que contradiga
algo que se enseña en alguna otra parte de la Escritura.
La Biblia es notablemente consistente internamente. Sabemos que,
si alguna vez interpretamos algo de tal manera que contradiga
alguna otra cosa en la Biblia, somos nosotros los que estaremos
en error, no la Biblia. Este principio significa que no podemos
interpretar Eclesiastés 9:5 de manera tal que contradiga otras
partes de la Biblia, incluyendo la enseñanza de Pablo en 2
Corintios 5 y Filipenses 1.
¿Y qué acerca de Moisés?
Otra enseñanza adventista que muchos de nosotros creímos es que
Moisés fue resucitado físicamente de la tumba con un cuerpo de
resurrección perfecto e imperecedero, tal como el que nosotros
tendremos algún día. Sin embargo, la evidencia bíblica no apunta
a que Moisés haya resucitado. He aquí un resumen de las razones
por las cuales es altamente improbable que Moisés haya
resucitado de la tumba con un cuerpo de resurrección:
- La Biblia nunca dice que Moisés fue resucitado; sólo
dice que Dios le enterró (Deuteronomio 34:1-12).
- La Biblia llama específicamente a Moisés "muerto"
(Josué 1:1, 2).
- La obra no canónica El Testamento de Moisés, al cual se
alude en Judas 9, no afirma que Moisés fue resucitado con un
cuerpo de resurrección, sino que el arcángel Miguel sepultó
su cuerpo.
- Jesús, no Moisés, es la primicia de los muertos, el
primero en tener un cuerpo de resurrección imperecedero (1
Corintios 15:20-23). Jesús es el único que conquistó la
muerte, y es el primero en levantarse de la tumba con un
cuerpo de resurrección.
El rico y Lázaro
Yo crecí creyendo que la idea de la existencia consciente
después de la muerte fue la primera mentira que Satanás contó
cuando le dijo a Eva: "No moriréis" (Génesis 3:4). Por
consiguiente, cualquier maestro, predicador, canción,
espectáculo de televisión, libro o película que sugiriera la
existencia consciente después de la muerte debía ser satánica,
pues estaba promocionando la mentira de Satanás y nos estaba
introduciendo al espiritsmo. Pero, si la existencia consciente
en la muerte es una mentira de Satanás y los que la enseñan son
falsos maestros, ¿qué dice eso acerca de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo? En Lucas 16:19-31, Jesús cuenta una
historia muy interesante sobre un hombre rico que murió y fue al
Hades, y de un hombre pobre llamado Lázaro, que murió y fue al
seno de Abraham. Léala antes de que la comentemos.
Algunos tratan de hacer a un lado este pasaje diciendo: "Es sólo
una parábola, y el punto principal no es el estado de los
muertos". Esto puede muy bien ser sólo una parábola, pero, si lo
es, entonces es la única parábola de Jesús registrada en que Él
usa un nombre para uno de los personajes. A causa de este hecho,
muchos comentaristas creen que Jesús está relatando hechos
reales que tienen que ver con personas que algunos de la
multitud habrían conocido. Sin embargo, supongamos que esto es
"sólo una parábola".
Podemos decir que las parábolas de Jesús siempre usaban casos de
la vida real para ilustrar verdades espirituales aun mayores.
Jesús no usaría una falsedad para ilustrar una verdad. ¿Puede
usted imaginarse a Jesús diciendo: "¿Saben ustedes qué estaba yo
tratando de decir? Bien, la lección era verdadera, pero la
ilustración que usé era absolutamente falsa. En realidad, usé
una ilustración que era una mentira satánica para ilustrar lo
que quería decir. Mi ilustración es espiritismo peligroso, pero
la lección todavía es válida".
Casi parece blasfemia escribir el párrafo anterior, pero eso es
esencialmente lo que están diciendo los que tratan de justificar
este pasaje, una vez que quitamos todas las capas de su doble
discurso. Estamos hablando de Dios en la carne. Jesús, que es
Dios eternamente y no puede mentir (Tito 1:2), no diría nada que
fuese completamente falso y que, por lo tanto, condujera a error
a generaciones de cristianos. Estamos hablando del más grande
Maestro, Predicador, y Profeta que jamás anduvo entre nosotros.
Esta es la ilustración que él escogió, y las personas en su
ilustración son conscientes y se comunican después de la muerte.
Esta parábola no es "espiritismo". Más bien, refleja una
realidad espiritual que Cristo sabía que era verdad, y el resto
de la Biblia lo confirma. Aunque yo no querría hacer de un
pasaje como este la fuente principal de mi doctrina, la
ilustración de Jesús encaja perfectamente con el resto de esta
enseñanza y con la enseñanza didáctica de sus apóstoles, así que
puedo aceptar este relato como representante de una realidad
espiritual. Ni necesito ni quiero justificarlo y hacerlo a un
lado.
Conclusión
Creo que hemos sido culpables de acusar falsamente de
espiritismo a algunos de nuestros hermanos cristianos y algunas
de nuestras hermanas cristianas por predicar y enseñar cosas que
la misma Biblia predica y enseña. Mis acusaciones y juicios
fueron hechos a causa de mi propia ignorancia, pero yo soy
responsable de esa ignorancia.
Basado en estudios bíblicos contextuales, ahora creo que, a la
muerte, estaré conscientemente con el Señor, esperando la
resurrección de mi cuerpo perfecto e imperecedero. No sé
exactamente qué significa ni cómo será esta realidad, pero como
dijo Pablo, sé que será "mucho mejor" que esta vida, por
satisfactoria y rica que pueda ser esta existencia mortal.
Descanso en la promesa de 1 Corintios 2:9: "Cosas que ojo no vio
ni oido oyó, ni han subido en corazón de hombre son todas las
que Dios ha preparado para los que le aman".
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