"QUESTIONS ON DOCTRINE"
(Preguntas sobre doctrina)

Un examen de la edición vuelta a publicar y anotada
Viejas heridas sanadas por medio de anotaciones


Stephen D. Pitcher
Traducido de Proclamation!
Edición de marzo-abril de 2004



El innovador libro Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine (QOD) [Los adventistas del séptimo día responden preguntas sobre doctrina] no se ha publicado durante más de 40 años. Se publicó originalmente en 1957 como un esfuerzo conjunto entre la iglesia Adventista del Séptimo Día y algunos cristianos evangélicos, a saber, Walter R. Martin, Donald Gray Barnhouse y George R. Cannon.

Historia

Martin estaba preparando un libro, Rise of the Cults [Surgimiento de las sectas], que habría incluido a la iglesia Adventista del Séptimo Día como una secta no cristiana. Se puso en contacto directo con individuos dentro de la iglesia para estar seguro de que estaba presentando correctamente sus posiciones teológicas.

Recibió reacciones de algunos adventistas en el sentido de que su presentación era inexacta. Martin solicitó que un grupo representativo de dirigentes se reuniera con él con relación a cierto número de preguntas que había preparado. Las respuestas le demostrarían si la iglesia ASD era una secta, una denominación cristiana evangélica, o una secta heterodoxa.

Los individuos de la iglesia Adventista del Séptimo Día incluían a LeRoy Edwin Froom, Walter E. Read, y Roy Alan Anderson. T. E. Unruh, presidente de la Conferencia de Pennsylvania del Este de los Adventistas del Séptimo Día, habló con Reuben R. Figuhr, presidente de la Conferencia General (1954-1966) quien, en el verano de 1955, aprobó formalmente las conferencias  que ya estaban en progreso.

Antes de 1957, las aguas teológicas adventistas habían sido agitadas algunas veces acerca de varios puntos en controversia, pero fue entonces cuando se inició una tormenta que ha continuado rugiendo hasta el día de hoy. Las explicaciones de cuatro doctrinas que casi instantáneamente causaron importantes divisiones entre facciones de la iglesia que ahora están en guerra eran: 1) La expiación de Cristo en el santuario celestial, 2) la relación entre la gracia y las obras en la salvación, 3) la deidad de Jesucristo y la Trinidad, y 4) la naturaleza humana del Cristo encarnado (1).

Logro del Questions on Doctrine original

Este solo tomo logró dos cambios importantes para la iglesia Adventista del Séptimo Día. Primero, aumentó la aceptación de los adventistas del séptimo día como cristianos evangélicos por parte de muchos que confiaban en la erudición de Martin y Barnhouse. El lenguaje usado en el libro era también el usado por muchos muchos cristianos evangélicos y con el cual se sentían cómodos.

Segundo, el libro causó una significativa confusión y división entre las filas del adventismo. El lenguaje usado para explicar las doctrinas adventistas no era consistente con el usado por la mayoría de los adventistas antes de 1957. En algunos casos, parecía que los autores habían hecho ligeros cambios a la interpretación de doctrinas adventistas singulares. Comenzó a ocurrir alguna polarización entre grupos dentro del adventismo que anteriormente habían estado de acuerdo los unos con los otros.

Con la edición anotada actual, los efectos que el libro ha causado durante 46 años posiblemente queden anulados si los comentarios son recibidos como una declaración oficial de la iglesia. Muchos cristianos evangélicos posiblemente ya no consideren a los adventistas como evangélicos, mientras que los de dentro de la denominación posiblemente encuentren una mayor aceptación por parte de otros adventistas, más bien que ser llamados "hermanos desafectos" o "ultraconservadores".

Hacia adelante, a gran velocidad

La historia que condujo a la actual republicación de QOD todavía no se ha compilado por completo. Dentro de la iglesia Adventista del Séptimo Día, los que estaban de acuerdo con QOD y los que se oponían han hablado libremente (y algunas veces acaloradamente) durante los cuarenta y seis años transcurridos desde la publicación. Martin había reconocido que la Iglesia Adventista de la década de 1980 no era la misma que la de la década de 1950, con la cual había tratado originalmente. Las controversias alrededor de Desmond Ford y su extenso estudio del juicio investigador (2), así como el estudio de Walter T. Rea sobre el plagiarismo de Ellen G. White (3), habían captado la atención de Martin. Había formulado tres nuevas preguntas y pedido ayuda a la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día para que respondieran a estas preguntas, como sigue:
  1. ¿Por qué ya no está disponible el libro Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine [Los Adventistas del Séptimo Día responden preguntas sobre doctrina]?
  1. ¿La Iglesia Adventista del Séptimo Día todavía se adhiere a las respuestas que dio en ese libro a las preguntas sobre doctrina formuladas por no adventistas?
  1. ¿Consideran ustedes infalibles las interpretaciones de la Biblia por parte de Ellen G. White, es decir, que Ellen G. White es la regla infalible para interpretar la Escritura? Por ejemplo, si ocurre un punto de controversia en que ustedes debaten algo y la Sra. White habla sobre él, ¿es ésa la voz infalible?
W. Richar Lesher, vice presidente de la Conferencia General, respondió a la carta de Martin el 29 de abril de 1983. En esa carta, Lesher dijo:

Usted pregunta primero si los Adventistas del Séptimo Día todavía respaldan las respuestas que dieron a las preguntas suyas sobre Questions on Doctrine, respuestas que fueron dadas en 1957. La respuesta es que sí. Usted ha observado en su carta que algunos se opusieron a las respuestas que se dieron entonces, y hasta cierto punto, la misma situación existe en la actualidad. Pero, ciertamente, la gran mayoría de los Adventistas del Séptimo Día está de acuerdo con los puntos de vista expresados en Questions on Doctrine (4).

La primera pregunta fue contestada también en su respuesta. La tercera pregunta fue conspicuamente dejada sin respuesta. Martin no quedó satisfecho. Se daba cuenta más y más de la naturaleza de la división que el libro original había causado, así como del daño hecho a ministros que habían estado de acuerdo con las declaraciones de QOD. Martin quería un encuentro cara a cara con los dirigentes de la iglesia, similar al que había tenido lugar en la década de 1950, para reconfirmar las declaraciones hechas en 1957 e ir más allá. Martin también pidió que QOD se volviera a publicar para que él y el mundo cristiano pudieran saber que la iglesia respalda su declaración de 1957 y podía ser considerada una denominación cristiana.

Finalmente, Martin tuvo una entrevista cara a cara con William G. Johnsson, editor de Adventist Review, el principal semanario de la iglesia. La entrevista se transmitió durante el programa de televisión The John Ankerberg Show en 1985. Martin desafió a la iglesia y a su representante Johnsson en la televisión nacional a republicar QOD (5). Ese programa en particular causó una considerable conmoción dentro del adventismo, y reabrió algunas de las heridas que habían sanado desde 1957. Al responder a las preguntas de Martin, William Johnsson sostuvo consistentemente las 27 Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día. Martin no estaba recibiendo un franco "sí" o "no" en respuesta a sus preguntas relativas a la posición de la iglesia en relación con QOD. La pregunta no contestada y la respuesta afirmativa dada por Lesher eran una contradicción para Martin. Esto, así como los que a Martin le parecieron cambios teológicos en dirección opuesta a las posiciones impresas en QOD, le frustraron. Declaró con vehemencia que la etiqueta de "secta" puede aplicarse nuevamente a esta iglesia, o quizás la etiqueta nunca debió haber sido quitada, pues estaba siendo evidente que él, Martin, podría haber sido engañado por una minoría bienintencionada de hombres que eran líderes en la década de 1950 (6).

La republicación de QOD no ocurriría durante la vida de Martin. Walter Martin falleció el 26 de junio de 1989. La reciente republicación con comentarios sí proporciona las respuestas que muchos habían estado buscando.

La historia: ¿Una solución?

A veces, la historia es necesaria para ayudar a restaurar la paz en tiempos de conflicto. En la Iglesia Adventista, la historia posiblemente juegue un papel significativo para poner fin a años de debate y confusión en relación con este solo libro.

George R. Knight es un competente profesor de historia en la Universidad de Andrews, el seminario teológico adventista en los Estados Unidos. Autor de numerosos libros, ha proporcionado claras interpretaciones acerca de importantes eventos e individuos que han tenido que ver con preparar el escenario tanto para el adventismo como para los primeros años de la iglesia. Algunos títulos incluyen From 1888 to Apostasy: The Case of Alonzo T. Jones (1987); Millenial Fever and the End of the World: A Study of Millerite Adventism (1993); A Brief History of Seventh-day Adventists (1999); y A Search for Identity: The Development of Seventh-day Adventist Beliefs (2000).

La necesidad esencial con respecto a QOD era que alguien con una posición de autoridad dentro del adventismo aclarara algunas de sus declaraciones ambiguas. Knight ha logrado esto y más. Para comenzar, se da cuenta del alcance de la situación que el libro ha causado:

Questions on Doctrine es fácilmente el libro que ha causado más división en la historia de los Adventistas del Séptimo Día. Un libro publicado para traer la paz entre el adventismo y el protestantismo conservador, su publicación ha traído alejamiento y separación a las facciones adventistas que surgieron a causa de él (7). ... Questions on Doctrine ha sido denigrado por muchos adventistas y probablemente ha hecho más para crear división teológica en la Iglesia Adventista que cualquier otro documento en sus más de 150 años de historia. (p. 516).

La "Introducción histórica y teológica" de Knight a la edición anotada proporciona una presentación concisa de las personas y los eventos que condujeron a la publicación de QOD en 1957. Su perspectiva teológica, comenzando en la página xxvi, aporta algunas de las reacciones tanto desde dentro como fuera del adventismo. En esta parte de la introducción y durante todos los comentarios, Knight también da su interpretación de las declaraciones teológicas que se hacen en el libro.

Su primera "conclusión teológica" es la afirmación más excepcional en los comentarios:

Ahora estamos en condiciones de extraer una primera conclusión teológica con respecto a Questions on Doctrine. Que el libro se compone casi en su totalidad de claras reafirmaciones de la tradicional teología adventista, redactadas de tal manera que el libro permanece fiel a las creencias adventistas mientras que, al mismo tiempo, habla en un lenguaje que los de fuera del adventismo pueden entender más fácilmente. (p. xxix).

El hecho de que años de división y conflicto dentro de la iglesia ASD "surgieran" por la publicación de este libro indica que éstas no eran "claras reafirmaciones". Sin embargo, señala Knight, cuando uno lee QOD, está leyendo el adventismo tradicional. Los evangélicos Martin, Barnhouse, y Cannon pensaron que estaban recibiendo "claras reafirmaciones", pero, en realidad, estaban leyendo palabras calculadas para disfrazar las tradicionales doctrinas adventistas. Las declaraciones doctrinales de QOD eran confusas para los miembros de iglesia, y ocurrieron divisiones acerca de las doctrinas redactadas con palabras nuevas. El adventismo tradicional es lo que a Martin y a Barnhouse les preocupaba desde el principio, pero, a causa de las palabras con sonido evangélico usadas en el libro, a estos hombres se les hizo creer que el adventismo había llegado a adoptar posiciones evangélicas ortodoxas. Después de 1957, Martin dedicó una larga carrera a defender la iglesia ASD como denominación cristiana. Creía que QOD representaba un verdadero cambio en la interpretación adventista, diferente de ciertas posiciones históricas anteriores.

Quizás Knight podría haber escrito:

Primera conclusión teológica: El libro está compuesto casi enteramente de reafirmaciones de la tradicional teología adventista. Sin embargo, fue redactado de tal manera que el libro  confundió a los fieles adventistas, y al mismo tiempo hablaba en un lenguaje que era más aceptable para algunos evangélicos, dejándoles creer que los cambios habían estado en su lugar por años.

Respuestas sobre doctrinas

La respuesta que Walter Martin nunca recibió de la Conferencia General a su tercera pregunta en 1983 ha sido repondida finalmente. La nueva edición anotada de QOD ha modificado las respuestas de la iglesia a la primera y segunda preguntas para que concuerden con la tercera respuesta. La respuesta a la primera pregunta: "¿Por qué no está disponible el libro QOD?", ha sido modificada, para que, donde antes decía "hay muchas copias de este libro disponibles en las bibliotecas", ahora habla de la "republicación" de una edición anotada. La respuesta a la segunda pregunta: "¿La iglesia adventista todavía se adhiere a las respuestas que dio en QOD a las preguntas doctrinales formuladas por los no adventistas?" ha sido modificada. Donde antes decía "sí", ahora dice "no como las respuestas fueron dadas en la edición de QOD de 1957". Nuevamente, la tercera pregunta era:

¿Consideran ustedes las interpretaciones de la Biblia por parte de Ellen G. White como infalibles, es decir, que son la regla infalible para interpretar la Escritura? Por ejemplo, si ocurre un punto de conflicto y se debate algo y la Sra. White habla sobre ello, ¿es ésa la voz infalible?

Puede que la pregunta no sea contestada nunca con un firme "sí" o "no". Contestar "sí" negaría las repetidas afirmaciones de que sólo la Biblia se usa para derivar la doctrina adventista. Para muchos en la iglesia, un "no" negaría el "don de profecía" especial que fue dado a Ellen G. White, la mensajera de Dios para los últimos días para guiar a la denominación más allá, hacia la luz de las "verdades presentes" reveladas por medio de ella. Sin embargo, la nueva QOD anotada afirma que el adventismo jamás ha modificado sus doctrinas. Indirectamente, este "nuevo" libro afirma la dependencia de los adventistas en Ellen G. White para que respalde todas las doctrinas e interpretaciones doctrinales de la iglesia.

La divinidad de Jesús

En 1931, la iglesia había revisado y publicado 22 Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día. Las creencias fundamentales dos y tres incluían afirmaciones sobre la Trinidad y la plena deidad de Cristo, pero no fue sino hasta bien entrada la década de 1940 cuando continuaron los debates dentro de la iglesia sobre la deidad de Cristo. (No fue sino hasta 1985 cuando la frase "Santo, Santo, Santo" en el himnario de la iglesia fue modificada para que incluyese la frase trinitaria tradicional "Dios en tres personas, bienaventurada Trinidad", para reemplazar la enmienda adventista "Dios sobre todos, que reina por la eternidad"). Para la década de 1950, la iglesia pudo decir que sería reconocida como una denominación verdaderamente trinitaria. La manera en que esta doctrina fue expresada en el QOD de 1957 era engañosa y falsa.

Nuestro pueblo siempre ha creído en la deidad y pre-existencia de Cristo. Lo más probable es que la mayoría no se haya dado cuenta de ninguna disputa sobre la relación  exacta de la Deidad. ... tenemos declaraciones de Ellen G. White, por lo menos desde las décadas de 1870 y 1880, sobre la deidad de Cristo, y sobre la unicidad y la igualdad de Él con Dios; y desde aproximadamente 1890 en adelante, ella se ha expresado con creciente frecuencia - (QOD, p. 48).

Nótese en la cita que antecede que la iglesia muestra que tiene declaraciones de Ellen G. White respaldando la deidad de Cristo. En las Creencias Fundamentales, el Certificado de Bautismo, y el Manual de Iglesia, se hace referencia a la Escritura para apoyar la deidad de Cristo. Sin embargo, veremos que los miembros y los dirigentes usan a Ellen White como autoridad final.

Muchos de los primeros antitrinitarios incluyen al esposo de Ellen White, James White, Uriah Smith, presidente de la Conferencia General y autor de Daniel and the Revelation, E. J. Waggoner, autor de Christ Our Righteousness, y muchas otras importantes figuras en la historia de los primeros adventistas.

El conocimiento de esta historia por parte de Knight nos proporciona una corrección del punto de vista declarado en el QOD original:

Ellen White fue una de las muy pocas personas entre los primeros dirigentes adventistas que no era agresivamente antitrinitarias (p. 46).

Tampoco era agresivamente trinitaria. Si hubiese sido más firme sobre este punto, no habría tanta confusión en la iglesia sobre esta doctrina. Knight identifica el problema como actual:

"... a finales del siglo veinte y a principios del siglo veintiuno, la denominación ha sido testigo de un resurgimiento del antitrinitarismo y el semi-arrianismo basándose en que los primeros fundadores de la denominación sostenían esos puntos de vista" (p. 39).

Nótese que este resurgimiento no ocurre basándose en la Escritura, sino basándose en lo que los primeros fundadores ASD creían. Luego, Knight sin proponérselo, subraya la confusión de los adventistas sobre la cuestión de la deidad de Cristo al referirse a una declaración de Ellen G. White en su libro The Desire of Ages, p. 530, con relación a Cristo: "... en Cristo hay vida, original, no prestada, ni derivada". La anotación de Knight indica:

Esa afirmación y otras bastante controversiales, mandaron a los eruditos adventistas de vuelta a sus Biblias ...(p.46).

Esto proporciona una gran visión de la metodología usada por los eruditos adventistas. No había sido una controversia sobre la deidad de Cristo lo que les había hecho escudriñar las Escrituras. Había sido la declaración de Ellen White lo que les había hecho regresar a la Biblia. Parece que habían estado leyendo los escritos de Ellen White, y luego habían buscado apoyo bíblico para la declaración de ella.

La naturaleza humana de Jesús

En relación con la naturaleza humana de Cristo, el QOD original afirma:

Sin embargo, por el registro de Isaías o de Mateo, difícilmente podría interpretarse que Jesús se enfermaba o que experimentaba las fragilidades heredadas por nuestra naturaleza humana caída. Pero él soportaba todo esto. ¿No podría ser que él llevase esto vicariamente también, del mismo modo que llevó los pecados del mundo entero? (QOD, p. 59).

Los hombres de la conferencia identificaron la humanidad de Jesús como una humanidad en que Él tomó vicariamente nuestra naturaleza caída. Afirmar que Jesús tomó literalmente nuestra naturaleza caída sería para concordar con Ellen White. Knight señala:

Esa posición [de que Cristo toma vicariamente nuestra naturaleza caída] ciertamente no se establece en el Nuevo Testamento. Tampoco lo hace la posición adoptada por Ellen G. White. ... De este modo, según Ellen White, en la encarnación, Cristo tomó realmente sobre sí mismo, más bien que vicariamente, "la naturaleza humana caída, sufriente, degradada y manchada por el pecado" (8).

Nótense las palabras usadas aquí: "De este modo, según Ellen G. White ... ". Esto indica nuevamente que ella es la voz final y autorizada sobre cuestiones doctrinales. Uno no encontraría una afirmación como la suya en todo el Nuevo Testamento.

En esta declaración, Ellen White indica que la naturaleza humana caída ha sido contaminada por el pecado. Ella creía que ésta es la humanidad que Jesús tomó sobre sí mismo. A diferencia de los autores de QOD, Knight prefiere las palabras de la mensajera para el fin del tiempo. Esta declaración pone a la iglesia de plano fuera de la comunidad cristiana evangélica. Los evangélicos, ya sean calvinistas o armenios, jamás se referirían a la naturaleza humana de Jesús como "caída" o "contaminada por el pecado".

Afirmaciones sobre la expiación de Cristo
y la naturaleza de las obras


Es la cuestión de la expiación de Cristo en el santuario celestial, como la presenta QOD, lo que causó la mayor división dentro de la iglesia entre los adventistas llamados "históricos" y los adventistas que se inclinaban más al evangelismo. La enseñanza de la iglesia cristiana durante dos mil años ha sido que el derramamiento de la sangre de Jesús en la cruz del Calvario es un sacrificio y una ofrenda completa y final que expía los pecados de la humanidad y aplaca la ira de Dios hacia la humanidad.

El QOD original asegura que la doctrina adventista de la expiación "tenía un significado más amplio del que le atribuían muchos de los otros cristianos" (QOD pp. 347, 348). Esta doctrina "más amplia" incluía una aplicación de la sangre en el "santuario celestial" (un lugar literal en el cielo, no el cielo mismo) de manera que los creyentes pudieran apropiársela para sus vidas. Knight señala que la doctrina de la expiación de los primeros adventistas no era más amplia sino diferente. Para citar a Andreasen sobre este tema:

"Pero la muerte del cordero no hacía expiación en sí mismo ni de sí mismo. ... La sangre del cordero pascual debía ser puesta sobre el dintel y los postes de las puertas antes de que se efectuara la expiación. ¿Debía observarse también un ministerio semejante de la sangre de Cristo, el verdadero Cordero de Dios?  Hebreos contesta esta pregunta afirmativamente. ..." (9).

Al viajar los creyentes adventistas por el sendero de la perfección de carácter impartida, el Espíritu Santo proporciona al creyente la fortaleza para vivir como ser humano perfecto, tal como Jesús vivió mientras anduvo en la tierra (p. 307). La palabra "impartido" es común a las expresiones católica y ortodoxa oriental de la fe cristiana. Según The American Heritage Dictionary, significa "conceder una parte de", u "otorgar". Por lo tanto, "justicia impartida" significa que una persona recibe una porción de, o un don de justicia. Es externa, no intrínseca a la identidad de esa persona.

Los protestantes usan las palabras "justicia imputada". "Imputar" significa atribuir o adscribir a otro algo (como maldad o mérito). "Justicia imputada" indica que los creyentes aparecen perfectamente redimidos delante del Padre, en Cristo Jesús, a medida que el Espíritu Santo les guía para llevar una vida santificada. Dios ve la justicia de ellos como intrínseca a su identidad en Cristo. No es una concesión o un don aplicado externamente, y puede ser quitada. Es parte de una identidad cristiana, como un hijo que ha vuelto a nacer de Dios.

Knight indica que la justificación es lo que Cristo hace por su pueblo, y la santificación es lo que Cristo hace en su pueblo. Con esta expresión sencilla, todos los cristianos estarían de acuerdo. Sin embargo, la creencia adventista en vivir vidas perfectas sin un Mediador en el tiempo del fin  no está de acuerdo con la creencia cristiana histórica. Esta creencia encaja con la idea de justicia impartida: una persona se vuelve más y más obediente a la ley y más y más justa hasta que alcanza la perfección. Knight está de acuerdo con las declaraciones fundamentales de las creencias de la Iglesia Adventista, incluyendo la de la justicia impartida y la perfección final. Knight incluye tanto las Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día de 1931 (22 declaraciones) como la declaración revisada de las Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día de 1980 (27 declaraciones) para sustentar su posición.

La declaración de 1980 incluye la sección 10, "La experiencia de la salvación". Allí se afirma: "El Espíritu ... escribe la ley de amor de Dios en nuestros corazones, y nos da el poder para vivir una vida santa. Morando en Él, nos hacemos partícipes de la naturaleza divina y tenemos la certeza de la salvación ahora y en el juicio" (p. 12). Para los Adventistas del Séptimo Día, la ley de amor de Dios es los Diez Mandamientos escritos en el corazón del creyente, con énfasis especial en el cuarto mandamiento. Para los adventistas, morar en Cristo y participar de la naturaleza divina,  más bien que confiar en el sacrificio y la ofrenda de Cristo completados en la cruz, proporciona la seguridad de la salvación. En el adventismo, la sangre de Cristo está siendo aplicada en el santuario celestial y siendo apropiada por los creyentes para completar la expiación que sólo comenzó en la cruz.

La ley, las obras, y el juicio

Esta sección de QOD, titulada "La relación de la gracia con la ley y las obras", es una de las pocas secciones del libro en que Knight no ha hecho comentarios. En esta sección, el libro hace algunas afirmaciones que suenan como evangélicas.

La salvación no es ahora, y nunca ha sido, por la ley o por las obras; la salvación es sólo por la gracia de Cristo. ... Nada que los hombres puedan hacer, o hayan hecho, puede en modo alguno merecer la salvación. (QOD, p. 141).
... los autores de Questions on Doctrine igualan la perfección experiencial de carácter de Mateo 5:48 con el sacrificio perfecto de Cristo en Hebreos 10, que perfeccionó a su pueblo para todo tiempo (10:14).
Hebreos 10 se refiere a ... la perfección que Cristo ha alcanzado para su pueblo.
A modo de contraste, la perfección de Mateo 5:48 se refiere a lo que Cristo está buscando hacer en su pueblo. ...(p. 307).

Aunque hay algo de desacuerdo, la mayoría de los evangélicos identifica la declaración de Jesús en Mateo 5:48 como de ser, no de llegar a ser. Cristo no dice "lleguen a ser perfectos", sino "sed perfectos".

Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto (Mateo 5:48).

Knight se refiere a lo que se ha hecho por nosotros y a lo que se hace en nosotros. Para el Adventista del Séptimo Día, lo que se ha hecho por nosotros es tan integral a la salvación como lo que se hace en nosotros. Sin embargo, en el evangelismo protestante, lo que se ha hecho por nosotros es la salvación. Lo que se hace en nosotros es la obra del Espíritu Santo durante toda la vida. Nada que se haga en nosotros es parte integral de la salvación. Para los protestantes, lo que se hace en nosotros es un beneficio de haber sido salvado completamente por la sangre de Jesucristo.

En la teología adventista, el juicio investigador es la principal y única doctrina de la iglesia que no es compartida con ningún otro cuerpo cristiano. Basándose en su interpretación del libro de Daniel, los adventistas creen que, el 22 de octubre de 1844, Jesús entró en la segunda fase de su expiación en el Lugar Santísimo en el santuario celestial. Este juicio, un juicio  de los creyentes, que ahora está en progreso, resulta en la aplicación de la sangre de Cristo a los que son encontrados  fieles. Los nombres de los que no demuestran, por medio de la perfección de sus caracteres, que son verdaderos santos de Dios, son borrados del libro de la vida.

Knight muestra un interesante desenvolvimiento dentro del adventismo en relación con la naturaleza de este juicio.

Muchos adventistas de mediados del siglo veinte al parecer tenían una fijación sobre el juicio como condenación. Pero los pasados cincuenta años han presenciado una creciente perspectiva sobre el juicio como la vindicación de los santos.
Los cristianos tendrán un juicio pre-advenimiento, pero la buena noticia es que el Juez no está contra ellos, ni siquiera es neutral. ... Cuando el juicio pre-advenimiento es visto desde esta perspectiva, no hay razón para que ningún cristiano quiera rechazar la idea (p. 334).

Aquí Knight, junto con la mayoría de la Iglesia Adventista, ha olvidado o evitado la clara afirmación de Jesús en Juan, y cambió el significado de juicio. Hablando con Nicodemo sobre el nuevo nacimiento, Jesús se refirió específicamente al juicio cuando dijo:

El que cree en Él no es condenado; el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (Juan 3:18).

La creencia cristiana evangélica común con respecto al juicio es que todos serán juzgados. Los creyentes ya han sido juzgados en Cristo Jesús, que pagó por ese juicio al morir en la cruz en lugar del creyente. Los evangélicos también creen en un juicio final de las obras del creyente, donde la escoria será quemada, dejando sólo el oro puro. Dentro del adventismo, este juicio investigador es específicamente para la salvación de los creyentes, separando el trigo de la cizaña antes de que Jesús venga a resucitar a los creyentes muertos y a trasladar a los creyentes vivos.

Knight malinterpreta la interpretación evangélica del juicio. Dirige su afirmación hacia individuos como Barnhouse y Martin.

Por supuesto, los que tienen una perspectiva calvinista y de predestinación, como Barnhouse y Martin, encontrarían inútil un juicio pre-advenimiento, pues los resultados del juicio habían estado predeterminados en la mente de Dios. Pero esta perspectiva pasa por alto la clara enseñanza de Daniel 7 sobre que el juicio pre-advenimiento del pueblo de Dios es un veredicto de vindicación (p. 334).

En el adventismo, el juicio no es en realidad una vindicación de los creyentes; es una vindicación de Dios mismo. Esta idea está presentada en el QOD original y no es puesta en duda por Knight.

Si sólo tuviera que ver con Dios, ciertamente no habría ninguna necesidad de libros. Pero, para que los habitantes del universo entero, los ángeles buenos y malos, y todos los que alguna vez han vivido en este planeta, puedan entender su amor y su justicia, la historia de la vida de cada persona que ha vivido en la tierra ha sido registrada. ...
El amor de Dios y su justicia han sido desafiados por Satanás y sus huestes. El archiengañador y enemigo de toda justicia ha hecho parecer que Dios es injusto. Por lo tanto, en su infinita sabiduría, Dios ha determinado resolver todas las dudas para siempre. Hace esto poniendo delante del universo entero la historia completa del pecado, su comienzo y su historia. Entonces será evidente por qué Él, como Dios de amor y justicia, debe en fin de cuentas rechazar a los impenitentes, que se han aliado con las fuerzas de la rebelión. (QOD, 420, 421).

El juicio investigador es el juicio de los creyentes mientras Cristo y sus ángeles examinan los libros en el santuario celestial. En el adventismo, el juicio final es en realidad un juicio de los caminos de Dios. Satanás es el que desafía, y Dios debe responderle para que el universo entero comprenda que Dios es correcto en sus juicios. Dios tiene que asegurarse de que cada uno entienda su amor, y tiene que eliminar toda duda para siempre. Parece que las buenas obras de Dios han de ser juzgadas también.

La destransformación

Los Adventistas del Séptimo Día pasaron por una importante transformación en 1957. Con la publicación de Questions on Doctrine, parecieron alinearse con los cristianos evangélicos.

En 2004, la iglesia posiblemente está a punto de deshacer esa transformación, lo que resulta en una reversión de todo lo que logró el QOD original. Jan Paulsen, presidente de la iglesia Adventista del Séptimo Día mundial, pronunció un discurso para los líderes de la iglesia en mayo de 2002. Su presentación, The Theological Landscape, indicaba gran parte de lo que Knight había escrito en la edición anotada. Paulsen hace las siguientes afirmaciones:

... somos cristianos de una identidad muy específica. ... ¿estamos siendo más reconocibles como "cristianos" que porque  somos cristianos Adventistas del Séptimo Día? ... Hablo de nuestra preparación  para proteger nuestra identidad.
¿Ha cambiado nuestra posición sobre el ecumenismo? ... La respuesta enfática es no. ... Y hemos expresado abiertamente nuestras razones. ... No hay ningún cambio en el hecho de que estamos separados; tampoco necesitamos cambiar nuestro escenario profético básico.
... Subrayo nuevamente que es vital que mantengamos nuestra identidad separada. ... Y continuamos viéndonos a nosotros mismos como el remanente histórico que reúne al fiel remanente desde cualesquiera y todos los rincones para los propósitos de Dios.
Algunos querrían hacernos creer que ha habido cambios significativos en tiempos recientes con respecto a doctrinas que históricamente han estado en el corazón del Adventismo del Séptimo Día.
Que nadie crea que ha habido un cambio de posición con respecto a éstas [singulares doctrinas ASD].

El discurso de Paulsen fue difícil para muchos adventistas "evangélicos". Afirmaba, en efecto, que la iglesia no es evangélica. Las anotaciones de George Knight en el QOD "republicado" apoyan la idea de Paulsen de separatismo y singularidad. Knight ha demostrado varias veces que:
En su introducción, Knight hizo una extraña afirmación sobre la redacción de QOD; sin embargo, ha demostrado que QOD no era ni una "clara reafirmación" ni "fiel a las creencias adventistas". Usa la historia para contrarrestar sus propias afirmaciones, así como para proporcionar luz sobre los intríngulis doctrinales de la iglesia.

Para concluir, eche un vistazo a la creencia fundamental #17 de la iglesia. Dice en parte:

... sus escritos [los de Ellen G. White] son una fuente continua y autorizada de verdad, que proporciona a la iglesia consuelo, guía, instrucción y corrección.

A los que están familiarizados con el Nuevo Testamento, esto les suena extrañamente parecido a un versículo del libro de Timoteo:

Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia ... (2 Timoteo 3:16).

Al leer la edición anotada, este autor quedó confundido a veces. No sólo hay allí escritos contradictorios de la pluma de Ellen G. White y otros autores en la iglesia, sino que George Knight parece contradecirse a sí mismo a veces. En los comentarios, parecía haber una ira subyacente contra Martin, Barnhouse, el calvinismo, y los evangélicos, mientras que Knight hace todo lo posible para traer la unidad a la iglesia que ha estado en agitación durante 46 años.

Los adventistas y los evangélicos pueden estar agradecidos de que la Edición Anotada se haya publicado. Antes que ser confundidos por los engañosos líderes de la iglesia en 1956, podemos leer a Knight y estar seguros de que la iglesia jamás ha cambiado en realidad sus posiciones históricas. Aunque la mayoría de los miembros es trinitaria, la iglesia es un puerto de refugio para los antitrinitarios orientados hacia las obras, que hacen gestos simbólicos a otros grupos cristianos pero que no interactúan espiritualmente como miembros del cuerpo de Cristo. QOD fue innovador. Quizás la edición anotada lo sea también.
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Notas:

  1. Knight, George R. Questions on Doctrine, Adventist Classic Library, Historical and Theological Introduction to the Annotated Edition, p. xiv, Andrews University Press, 2003.
  1. Ford, Desmond, Daniel 8:14, The Day of Atonement and the Investigative Judgment, Evangelical Press, 1980.
  1. Rea, Walter T. The White Lie, M & R Publications, 1982.
  1. Martin, Walter R. Zacharias Ravi, Gen. Ed., The Kingdom of the Cults, Revised, Updated, and Expanded Edition, p. 537. Bethany House Publishers, 2003.
  1. The John Ankerberg Show, Martin/Johnsson segments "Who Is Telling the Truth?", 1985.
  1. Adventist Currents, October 1985. "The Travail of William Johnsson".
  1. Knight, ibid., "Historical and Theological Introduction to the Annotated Edition", p. xiii.
  1. Knight, ibid., p. 56, quoting White, Ellen in The Youth´s Instructor, V. 48, No. 50, Dec. 20, 1900.
  1. M. L. Andreasen, The Book of Hebrews, pp. 16, 17, Review and Herald Publishing Association, 1948.

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