Ellen G. White
ELLEN G. WHITE
Y LA PRUEBA DEL EVANGELIO
Dale Ratzlaff
Editado por Rolaant
McKenzie
Traducido de The
SDA Church Examined
La prueba del Evangelio
Estoy maravillado de que tan pronto os
hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para
seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay
algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de
Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare
otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si
alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido,
sea anatema. (Gálatas 1:6-9).
Hay dos fórmulas para la salvación. Una es
bíblica, y la otra es la que generalmente se encuentra en las
sectas. ¿Cuál es la fórmula que resulta en vida eterna, y cuál
resulta en destrucción eterna?
Fe = Salvación + Obras
o Fe + Obras = Salvación
La primera es la fórmula usada por los
escritores bíblicos. En Efesios 2:8-10, Pablo explica que la
salvación es un don de Dios basado en la fe. Pero aún la fe
misma viene de Dios. Entonces, después de la salvación vienen
las buenas obras. ¿Por qué es la gente salva por la gracia
inmerecida de Dios? Una razón, dice Pablo, es para hacer buenas
obras. La salvación hizo que la humanidad se convirtiera en una
nueva criatura en Cristo "para buenas obras". Los cristianos
hacen buenas obras, no para obtener la salvación, sino más bien
porque esto se ha convertido en su nueva naturaleza. Porque
ahora son nuevas criaturas en Cristo, desean hacer buenas obras.
Es por esto que la primera fórmula es bíblica.
Sin embargo, es la segunda fórmula la que
las sectas siempre usan. Ponen las obras delante de la
salvación. ¿Cuáles obras? Cada grupo tiene su propia y singular
lista, que debe ser seguida al pie de la letra de la ley, de lo
contrario la salvación queda fuera de alcance. Una manera final
en que las sectas enlazan las obras con la salvación es por
medio de la obediencia a la ley del Antiguo Testamento. Algunos
grupos explican que la adoración debe tener lugar el sábado y
que hay que observar los días de fiesta. Además, promueven la
idea de seguir las leyes de dieta del Antiguo Testamento.
Algunos sabadistas y grupos de identidad caen dentro de esta
categoría.
Dentro de las afirmaciones que EGW hizo en sus
escritos en relación con la salvación podemos encontrar las
siguientes:
- El mensaje de la segunda venida de 1843 era un
"mensaje salvador", y los pastores que lo resistieron tenían
"la sangre de las almas"sobre sí mismos. (Early Writings, p. 243).
- Las iglesias que rechazaron la "verdad" del
santuario de 1844 cayeron del favor de Dios y se
convirtieron en "Babilonia". La gente en estas iglesias fue
engañada por Satanás, y sus oraciones eran inútiles. (Spiritual Gifts, tomo
1, pp. 140, 172, 173).
- Los cristianos jamás deben decir: "Soy
salvo". (La Colección Kress, p. 120; RH, 17/6/1890).
- Sólo los que guardan el sábado serán salvos
en los últimos días. (Medical
Ministry, p. 123).
- No habrá cambio de carácter en la segunda
venida. (Review &
Herald, 21/6/1892).
- Ellen White dice que no somos salvos por fe
solamente. (Australasian
Union Record, 15/10/1905; Sketches from the Life of Paul, p. 192).
- Debemos vivir una vida de "perfecta
obediencia" antes de que las promesas de Dios se cumplan en
nosotros. (Testimonies,
tomo 2, pp. 122, 148).
- Seremos juzgados por nuestras "obras". (Spirit of Prophecy,
tomo 4, p. 311).
Si uno lee los escritos de EGW y de otros
adventistas, especialmente los que se escribieron antes de 1888,
será evidente que los adventistas tenían un evangelio diferente.
No era el evangelio paulino de la justificación por la fe. Más
bien, era un abierto legalismo, o a lo mucho, galacianismo. En
cualquier caso, el evangelio adventista del séptimo día,
especialmente la teología que se enseñaba en relación con la
purificación del santuario celestial y el juicio investigador,
calificaría para la condena de Pablo en Gálatas 1:6-9. Era
claramente un evangelio de:
Fe + Obras = Salvación
EGW afirma haber visto en visión que un
ángel de Dios guiaba a William Miller en sus métodos y
conclusiones, que eran erróneos, y ella llamó al mensaje de
Miller "un mensaje salvador". EGW usó el término "vi" más de
1,900 veces; "se me mostró", más de 970 veces; "dijo el ángel",
más de 260 veces; "en visión", más de 300 veces; y "luz que me
fue dada", más de 150 veces. Es evidente que ella reclamaba la
autoridad divina para sus afirmaciones. Como se ha observado
antes, muchas de sus afirmaciones son totalmente erróneas, y
distorsionan, socavan, o contradicen el evangelio del nuevo
pacto de la gracia. Como resultado, EGW se convertiría en el
blanco de la condena de Pablo.
Mientras que hay otras afirmaciones
posteriores de EGW en las cuales ella enseña el evangelio
correctamente, a menudo da el evangelio con la mano derecha y lo
quita con la izquierda. En sus escritos, uno puede encontrar
muchas citas que son consistentes con el evangelio, pero también
puede encontrar muchos otros lugares en los cuales sus
afirmaciones son incorrectas o comprometen al evangelio.
La hermenéutica de "un
poquito aquí, un poquito allá"
He notado que siempre que son presentadas
algunas de las afirmaciones legalistas y erróneas de EGW, que
distorsionan el evangelio, demasiado a menudo la reacción de
muchos adventistas del séptimo día es: Sí, pero mire en ...,
donde encontrará una afirmación correcta". Mientras que ésta no
es una comparación deseable, es muy similar a lo que los
testigos de Jehová hacen con las Escrituras. ¿Comprometería el
evangelio alguna vez un escritor inspirado posterior al Nuevo
Testamento?
Dos cosas deben decirse acerca de las
erróneas afirmaciones de EGW relativas al evangelio. Primero, a
menudo se hacen en relación con la purificación del santuario
celestial y el juicio investigador. Segundo, EGW afirma ser
mensajera de Dios y hablar con autoridad divina. Por lo tanto,
le incumbe a la persona que evalúa sus escritos buscar
inconsistencias y errores. Si no hay afirmaciones erróneas de
importancia, especialmente en relación con el evangelio,
entonces su afirmación puede ser auténtica. Sin embargo, si sus
escritos tienen una mezcla de verdad y error, aunque en la
mezcla haya más verdad que error, el error revela como falsa su
afirmación de que habla con autoridad divina. No sólo eso, sino
que un pequeño error mezclado con grandes cantidades de verdad
hace que el error sea aún más peligroso por cuanto es menos
probable que el lector discierna el error.
Algunos
adventistas
del séptimo día citan a I Tesalonicenses 5:19-21:
"No
apaguéis al Espíritu; no menospreciéis las profecías; examinadlo
todo; retened lo bueno".
Esto tiene que significar una de dos cosas:
O uno ha de elegir de entre las declaraciones proféticas de un
verdadero profeta, o uno debe discriminar entre un profeta
verdadero y uno falso por medio de la declaración profética.
Creo que ésta última es la interpretación correcta. Sin embargo,
aún si uno toma la primera, entonces la declaración doctrinal de
los escritos de EGW debería decir: "Algunos de los escritos de
EGW son una continuada y autorizada fuente de verdad". Y aún si
ése fuera el caso, ¿cómo sabría uno cuáles afirmaciones
conservar y cuáles descartar? El dilema es obvio.
Sin embargo, en la práctica, muchos
adventistas del séptimo día a menudo se sienten libres de
aceptar a EGW como a una profeta inspirada, y luego eligen de
entre sus escritos, tomando lo que es bueno y armoniza con el
evangelio y descartando el resto. ¿Están los adventistas del
séptimo día dispuestos a usar este método de escoger "un poquito
aquí, un poquito allá" al evaluar los escritos de otros modernos
movimientos religiosos o profetas?
Los cristianos que evalúan las enseñanzas
de los testigos de Jehová señalan su errónea doctrina acerca de
Cristo, su teoría de la salvación por obras, y la importancia de
1914, y concluyen que estos errores socavan el sistema entero.
Lo mismo puede decirse de los mormones. Joseph Smith y Brigham
Young tenían muchas cosas buenas que decir. Vienen a la mente en
seguida su énfasis en la vida saludable, el trabajo honrado, la
ayuda para los pobres, y el sostén de los valores de la familia.
Sin embargo, su evangelio era "otro evangelio", ajeno a las
Escrituras. Concedido, los errores que enseñan los testigos de
Jehová y los mormones son mayores que los que hay en los
escritos de EGW. Sin embargo, uno podría usar la hermenéutica de
"un poquito aquí, un poquito allá", y llegar a la conclusión de
que los escritos de los testigos y de los mormones son
inspirados. ¿Debería uno simplemente pasar por alto las
afirmaciones erróneas de los "escritores inspirados" que
comprometen el evangelio? ¿Qué clase de continuada y autorizada
fuente de verdad es la que requiere esta clase de tratamiento?
Añádase a esto el hecho de que EGW instruye a los adventistas
del séptimo día a no discriminar entre sus escritos. Ella enseñó
una posición de una cosa o la otra acerca de sus propios
escritos. Ella misma fuerza la situación. Dice que sus escritos
son o de Dios o de Satanás. No deja lugar para un término medio.
(Testimonies, vol. 5, p. 691). Afirma que en sus escritos no hay
"ni una sola oración herética". (Carta dirigida a su nieta Mabel
en nov. 16, 1905). Dice que, en sus Testimonios, "es Dios, no un mortal falible,
el que habla". (Testimonies,
vol. 5, p. 682). Los investigadores ya han encontrado en sus
escritos un significativo número de afirmaciones heréticas que
no pueden ser de Dios. ¿Cómo pueden los escritos de EGW
continuar siendo "una fuente autorizada de verdad"? Si seguimos
su propio consejo de no aceptar la hermenéutica de "un poquito
aquí, un poquito allá", entonces deberíamos hacer como ella
dijo:
Si
los Testimonios no hablan conforme a la palabra de Dios,
rechácenlos. (Testimonies,
vol. 5, p. 691).
La
conclusión parece obvia. Recordemos, Pablo dijo que dejáramos
hablar a los profetas y "dejar que los demás juzguen". (I
Corintios 14:29).