Tomado del foro de debates alt.religion.christian.adventist
Rick ha publicado un estudio preparado por
el famoso teólogo de los adventistas del séptimo día, el Dr.
Samuele Bacchiocchi. En su artículo, Rick dice que, en su
estudio, Bacchiocchi refuta la teoría de las dos leyes. En
realidad, Bacchiocchi argumenta contra "los autores
dispensacionalistas y del nuevo pacto" y su posición sobre si la
ley debe ser dividida en dos o no es bastante dudosa. Por
ejemplo, él titula una sección "En ninguna parte sugiere la
Biblia dos juegos de leyes". Más adelante escribe:
"Un examen
del uso del término 'ley' en Mateo nos lleva a la conclusión de
que la 'ley' a la que se refiere Jesús es la totalidad de la ley
del antiguo pacto, que incluía los Diez Mandamientos. Esta
conclusión, per se, es
exacta porque Jesús sostuvo los principios morales del Antiguo
Testamento en general. Por ejemplo, la 'regla de oro' en Mateo
7:12 es presentada como "la ley y los profetas" en esencia. En
Mateo 22:40, los dos grandes mandamientos se consideran la base
de la cual "dependen toda la ley y los profetas"'.
Yo estoy de acuerdo con gran parte del
argumento de Bacciocchi, como lo indicaré más adelante en este
artículo. Sin embargo, aunque Bacchiocchi arguye contra el
dispensacionalismo, más bien que en favor de la teoría de las
dos leyes, él supone que los Diez Mandamientos pueden ser
tratados separadamente del resto de la ley, una posición que yo
considero no bíblica. Por lo tanto, señalaré en qué punto creo
yo que sus argumentos pueden ser realzados mediante la
eliminación de este error.
Bacchiocchi:
"Los que atacan a los Adventistas del Séptimo Día
llamándolos 'teóricos de las dos leyes' adolecen de
una malinterpretación básica del evangelio. Antes que
atacar a otros por sus creencias, harían bien en concentrarse en
el hermoso evangelio de Cristo y aprender más de Él, orando para
que su Espíritu les ayude a entender la verdad".
Mann: Yo no
creo que todos los Adventistas del Séptimo Día son teóricos de
"las dos leyes", pero creo que este es un punto de vista muy
difundido. Aunque he sido Adventista por casi 40 años, nunca
supe que la teoría de las dos leyes fuese una "creencia"
adventista. No la he visto incluída en ninguna lista de las
creencias fundamentales del Adventismo. Creo en la segunda
venida, el séptimo día sábado, el estado de los muertos, el
santuario en el cielo, etc., etc. Estas son las que yo llamaría
creencias adventistas. La teoría de las dos leyes es sólo eso,
una "teoría" para entender la ley.
Por lo tanto, debería ser posible discutir
esta teoría por sus propios méritos, más bien que iniciar un
debate acerca de este hablar de que "harían bien en concentrarse
en el hermoso evangelio de Cristo y aprender más de Él",
lenguaje que implica que cualquiera que discrepe con Rick sobre
cualquier cosa debe estar experimentando una especie de noche
oscura en su alma.
Bacchiocchi:
"Su error básico se origina en una teoría del 'doble pacto'. Ven
el nuevo pacto como claramente diferente del antiguo. Pero lo
que no logran entender es que el nuevo pacto es realmente el más
antiguo de todos; fue dado a Adán y Eva en el Edén. El nuevo
pacto es nuevo en su situación, no en su contenido. Es un pacto
interno basado en la promesa de Dios, que reemplaza un pacto
externo basado en promesas de hombres".
Mann:: Todo
esto es un poco confuso. Un pacto es un acuerdo, y, en la
Biblia, Dios a menudo hace un pacto o acuerdo con alguien --
Noé, Abraham, Moisés, Israel, etc. Para averiguar acerca del
pacto de Dios con Noé, lea Génesis 9; para averiguar acerca del
pacto de Dios con Abraham, lea Génesis 15-17, etc. Decir que
todos son uno sólo y que el nuevo es realmente el antiguo es
confuso.
Bacchiocchi:
"El siguiente estudio sobre el antiguo y el nuevo
pacto se concentra particularmente en el sábado porque este es
uno de los principios más malentendidos contenidos en ambos
pactos. El sábado es también la doctrina clave atacada por
quienes acusan a los Adventistas del Séptimo Día de ser teóricos
de las dos leyes".
Mann:
Como dije antes, yo no creo que todos los
Adventistas del Séptimo Día sostengan la teoría de las Dos
Leyes, ni creo que uno no pueda ser adventista si no se adhiere
a esta doctrina. Yo no tengo problemas con el séptimo día
sábado, y no creo que rechazar la teoría de las Dos Leyes haga
ninguna diferencia en la controversia acerca del sábado.
Bacchiocchi: "Este estudio ha
sido adaptado de los escritos del Dr. Samuele Bacchiocchi.
"El
antiguo y el nuevo pacto.
"Los renovados intentos de negar la
continuidad y el valor del sábado para los cristianos de hoy día
se originan mayormente en una patente desfiguración de la
relación entre el antiguo y el nuevo pacto. Los autores
dispensacionalistas y del nuevo pacto arguyen que hay una
discontinuidad radical entre estos dos pactos, a menudo también
conocidos como la Ley y el Evangelio. Se supone que el Antiguo
Pacto se caracterizaba por la estricta obediencia a la ley, de
la cual el sábado era el principal precepto. Por contraste, el
nuevo pacto se supone que se manifiesta en la aceptación por fe
de la provisión de la gracia, de la cual el domingo es, para
muchos, un memorial adecuado. Dicho de una manera sencilla, a la
cruz se la ve como la línea de demarcación entre el antiguo y el
nuevo pacto, entre la ley y la gracia, entre el sábado y el
domingo.
"La primera parte de este ensayo se centra
en la supuesta distinción entre la ley como la base del antiguo
pacto y el amor como la base del nuevo pacto. La segunda parte
examina el uso del libro de Hebreos para apoyar la afirmación de
la abrogación de la ley en general y el sábado en particular con
la llegada de Cristo.
"Este estudio es de lo más importante
porque examina, no una opinión aislada, sino el prevaleciente y
errado concepto por parte del mundo cristiano en general en
cuanto a la relación entre el sábado y los pactos. Sin titubear,
la mayoría de los cristianos observadores del domingo consideran
la observancia del sábado como una reliquia del antiguo pacto y
a los sabadistas como "judaizantes" que todavía viven bajo la
ley mosaica. Así, hay urgente necesidad de desenmascarar las
falacias de esta popular teología del nuevo pacto. Deseamos
examinar los argumentos principales de la teología del nuevo
pacto tal como la presentan los dispensacionalistas y los
defensores del nuevo pacto.
"Para beneficio de aquéllos menos versados
en matices teológicos, es conveniente aclarar la diferencia
entre la teología dispensacionalista y la del nuevo pacto. Ambas
enfatizan la distinción entre el antiguo pacto mosaico
supuestamente basado en la ley y el nuevo pacto cristiano,
presumiblemente basado en la gracia.
"Los dispensacionalistas, sin embargo, van
un paso más allá, interpretando la distinción entre el antiguo y
el nuevo pacto en el sentido de que representan la existencia de
una distinción fundamental y permanente entre Israel y la
iglesia. 'A través de las edades -- escribe Lewis Sperry Chafer,
un destacado teólogo dispensacionalista -- Dios ha perseguido
dos propósitos: uno está relacionado con la Tierra y tiene que
ver con habitantes y propósitos terrenales, a saber, el
judaísmo; el otro está relacionado con el cielo y con habitantes
y propósitos celestiales, a saber, el cristianismo.
"Dicho de manera sencilla, los
dispensacionalistas interpretan el antiguo y el nuevo pacto en
el sentido de que representan dos diferentes planes de salvación
para dos diferentes pueblos, Israel y la iglesia, cuyos destinos
serán diferentes por toda la eternidad. Lo que Dios ha unido
derribando el muro de separación entre judíos y gentiles (Ef.
2:14), los dispensacionalistas están tratando de dividirlo
reconstruyendo el muro de separación, no sólo para la edad
presente, sino para toda la eternidad. Es difícil creer que
cristianos inteligentes y responsables se atrevan a fabricar una
teología tan divisionista que groseramente distorsiona la
equidad y la justicia de Dios".
Mann:
Mi posición es bastante diferente de la que
Bacchiocchi está atacando, y los puntos que él está tratando de
subrayar en relación con las posiciones de ellos son bastante
válidos. He aquí tres puntos sobre los cuales yo estoy de
acuerdo con Bacchiocchi:
* La ley no
es abolida con Cristo sino "interiorizada" -- esta es la palabra
usada por Bacchiocchi,, yo uso la palabra "espiritualizada" --
así que todavía necesitamoss ser circuncidados, pero no de la
carne, sino del corazón, etc.
* El pacto
antiguo no es una ruta legalista hacia la salvación. A menudo he
señalado que en el Antiguo Testamento hay muchos ataques contra
el punto de vista legalista de la salvación, por ejemplo, Isaías
1.
* La verdad
del sábado es su significado interno, espiritual - es un símbolo
de la eternidad de Dios, Su día sin tardes ni mañanas, un
símbolo de su segunda venida. A menudo he usado el término
"Advenimiento del Séptimo Día" para ilustrar esto.
Bacchiocchi: "UNA MIRADA AL PUNTO
DE VISTA DISPENSACIONALISTA DEL NUEVO PACTO.
"Los
dispensacionalistas definen el nuevo pacto en términos del
contraste con el antiguo pacto. Intentan mostrar que el nuevo
pacto es mejor que el antiguo, porque ya no está basado en la
ley sino en el amor a Cristo. Reducen el antiguo pacto a los
Diez Mandamientos y el nuevo pacto al principio del amor, para
sustentar la tesis de que Cristo reemplazó tanto los Diez
Mandamientos como el sábado con leyes más simples y mejores.
Para efectos de este análisis, enfocaré la atención sobre el
principal contraste que se establece entre el antiguo y el nuevo
pacto, a saber, la ley versus el amor.
"¿Contienen dos leyes tanto el antiguo como
el nuevo pacto?
"Este
contraste entre el antiguo y el nuevo pacto contiene varias
fallas importantes. Reduce los dos pactos a dos leyes
diferentes, siendo la segunda más simple y mejor que la primera.
Supone que, mientras el antiguo pacto se basaba en la obligación
de obedecer innumerables leyes específicas, el nuevo pacto
descansa sobre el más simple mandamiento de amor de Cristo.
Dicho de manera sencilla, los principios morales de los Diez
Mandamientos en el antiguo pacto son reemplazados en el nuevo
pacto por un mejor y más simple principio del amor dado por
Cristo.
"El intento
de los dispensacionalistas de reducir el antiguo y el nuevo
pacto a dos leyes, siendo la segunda más simple y mejor que la
primera, está calculado para apoyar la afirmación de que los
Diez Mandamientos en general y el sábado en particular eran la
esencia del antiguo pacto, que terminó en la cruz. El problema
con su imaginativa interpretación es que la Escritura la
contradice claramente. Además, esta interpretación incrimina la
consistencia moral del gobierno de Dios.
"En ninguna
parte sugiere la Biblia que hay dos leyes.
"En ninguna
parte sugiere la Biblia que con el nuevo pacto Dios instituyó
"mejores mandamientos" que los del antiguo pacto. ¿Por qué
tendría Cristo que alterar las exigencias morales que Dios había
revelado en Su ley? ¿Por qué sentiría Dios la necesidad de
cambiar sus santos y perfectos requisitos para nuestra conducta
y actitud? Cristo no vino a cambiar los requisitos morales, sino
a expiar nuestras transgresiones de esos requisitos morales.
(Rom. 4:25; 5:8,9; 8:1-3).
"Es
evidente que, sacrificándose como el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo (Juan 1:29; 1 Cor. 5:7), Cristo cumplió
todos los servicios de sacrificios y las leyes que en los
tiempos del Antiguo Testamento robustecían la fe y nutrían la
esperanza de la redención mesiánica que habría de venir. Pero el
Nuevo Testamento, como veremos, hace una clara distinción entre
las leyes sacrificiales que Cristo, mediante su venida, 'abrogó'
(Heb. 7:18), 'dio por viejas' (Heb. 8:13), 'quitó' (Heb. 10:9),
y la observancia del sábado, por ejemplo, que 'ha quedado para
el pueblo de Dios' (Heb. 4:9)".
Mann:
La diferencia entre la ley en el antiguo pacto y en el nuevo es
de esta manera. La ley es una revelación. Revela la manera de
ser de Dios. Es un cuadro, un juego de símbolos. Vista de esta
manera, me recuerda los cuadros de personas de hace mucho
tiempo, cuando los matrimonios se arreglaban (por ejemplo, el
matrimonio entre Enrique VIII y Ana de Cleves), de manera que
uno sabía cómo se veía la persona aunque nunca la hubiera
conocido. Sin embargo, cuando la persona llega en carne y hueso,
¿acaso es necesario seguir mirando el cuadro?
Así que la ley es todavía una definición
externa válida de lo que es bueno y lo que es malo, pero, para
saber cómo vivir, no nos referimos a la ley, sino a Cristo, la
ley viviente.
Como un pequeño aparte, he aquí una
pregunta interesante. Pablo a menudo enseña a los cristianos
cómo vivir una vida santa y los anima a no pecar. Piense en I
Cor. 13 y Rom. 12:9-21. Pero nunca usa la ley como la razón para
hacer algo, es decir, nunca dice: "Tienes que hacer esto porque
la ley lo dice". Con una excepción. ¿Sabe alguien en qué parte
cita Pablo la ley como la razón de que los cristianos deban
hacer algo?
Bacchiocchi:
"Permítaseme preguntar: ¿Por qué habría Dios de llamar primero a
su pueblo a responder a Su liberación redentora de Egipto y a
vivir de acuerdo con los principios morales de los Diez
Mandamientos, y luego invitar a su pueblo a aceptar Su redención
del pecado obedeciendo mandamientos mejores y más sencillos?
¿Descubrió Dios que los principios morales promulgados en Sinaí
no eran lo suficientemente morales, y que en consecuencia debían
ser mejorados y reemplazados con mandamientos más sencillos y
mejores? Tal suposición es absurda porque niega la inmutabilidad
del carácter moral de Dios reflejado en sus leyes morales. El
Antiguo Testamento enseña que el Nuevo Pacto que Dios haría con
la casa de Israel consiste, no en el reemplazo de los Diez
Mandamientos con leyes más sencillas y mejores, sino en la
interiorización de la ley de Dios: 'Este es el pacto que haré
con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón, y yo
seré a ellos por Dios (Jer. 31:33)".
Mann:
Este es un argumento muy bueno, pero desafortunadamente
Bacchiocchi se contradice cuando se refiere a los Diez
Mandamientos. Si los Diez Mandamientos se han de tratar de
manera diferente que el resto de la ley - todavía como "externa"
- podemos preguntar por qué Dios no dijo: "No codiciarás" y "No
te enojarás" en vez de "No cometerás adulterio" o "No matarás".
Bacchiocchi tiene razón cuando dice que el "cambio" en la ley
entre el antiguo y el nuevo pacto es que la ley se ha hecho
interna, ahora está escrita en el corazón. El Sermón del Monte
de Jesús hace exactamento esto. Pero luego Bacchiocchi declara
que los Diez Mandamientos son diferentes, que han de ser
tratados lo mismo que bajo el Antiguo Pacto, es decir, a lo
externo. Este es un ejemplo de que el uso que Bacchiocchi hace
de la teoría de las dos leyes en realidad debilita su argumento
básico.
El problema es que la Biblia nunca hace
esto. El término "los Diez Mandamientos" ocurre sólo unas pocas
veces en la Biblia, y no aparece en el Nuevo Testamento en
absoluto. La Biblia simplemente los define como "las palabras
del pacto". Nunca dice que son la ley moral, que son diferentes
del resto de la ley, o que han de ser tratados de manera
diferente. De hecho, la Biblia enumera dos grupos de Diez
Mandamientos, así que ni siquiera podemos decir cuáles son los
Diez Mandamientos. Ya he presentado los argumentos bíblicos para
esto en un artículo anterior (básicamente, Exodo los enumera en
el Capítulo 34, Deuteronomio en el Capítulo 5), así que aquí hay
una cita del libro "Judaísmo" por Solomon Nigosian (Crucible,
1986):
"Dos textos relacionados con estos
mandamientos [las dos tablas de piedra] están registrados en la
Biblia. Uno es la familiar formulación de un código ético
conocido como los Diez Mandamientos (Éxodo 20). El otro es
mayormente ritual (Exodo 34). Los eruditos tienen opiniones
divididas sobre cuál es el texto más anterior. La disputa es
mayormente académica. La tradición posterior ha oscurecido tanto
las formas originales que los términos precisos del Pacto
Mosaico son irrecuperables". (p. 69).
Bacchiocchi
continúa: "Este pasaje nos enseña que
la diferencia entre el Antiguo y el Nuevo pacto no es una
diferencia entre 'ley' y 'amor.' Más bien, es la diferencia
entre dejar de interiorizar la ley de Dios, lo cual resulta en
desobediencia, y la acertada interiorización de la ley de Dios,
lo cual resulta en obediencia. El creyente en el Nuevo Pacto que
interioriza la ley de Dios por medio del poder capacitador del
Espíritu Santo encontrará difícil quebrantar la ley porque, como
dice Pablo, 'Cristo le ha librado de la ley del pecado y de la
muerte'". (Rom. 8:2).
Mann: Así es exactamente.
Bacchiocchi:
"La interiorización de la ley en el nuevo pacto.
"La interiorización de la ley de Dios en el
corazón humano es el mismo nuevo pacto que Dios desea hacer con
la iglesia en el Nuevo Testamento. De hecho, Hebreos aplica a la
Iglesia la misma promesa hecha a Israel. (Heb. 8:10; 10:16). En
el nuevo pacto, la ley no es simplificada ni reemplazada sino
interiorizada por el Espíritu. El Espíritu abre las personas a
la ley, capacitándolas para vivir de acuerdo con su ética
superior.
"El argumento de que bajo el nuevo pacto la
ley ya no se aplica al que haya muerto con Cristo no tiene
sentido, por decir lo menos. Los creyentes ya no están bajo la
condenación de la ley cuando experimentan la gracia perdonadora
de Dios y, por el poder capacitador del Espíritu Santo, viven de
acuerdo con sus preceptos. Pero esto no significa que la ley ya
no se aplica a ellos. Todavía tienen que dar cuenta delante de
la ley de Dios porque todos 'compareceremos ante el tribunal de
Cristo' (Rom. 14:10) para dar cuenta de nosotros mismos.
"El Espíritu no opera en un vacío. La
función del Espíritu no es pasar por encima de o reemplazar la
ley, sino ayudar al creyente a vivir en obediencia a la ley de
Dios (Gál. 5:18, 22,23). Eldon Ladd, un erudito evangélico
altamente respetado, correctamente reconoce que, 'más de una
vez, él [Pablo] afirma que es la nueva vida del Espíritu lo que
capacita al cristiano para cumplir verdaderamente la ley' (Rom.
8:3,4; 13:10; Gál. 5:14).
"Cualquier cambio en relación con la ley,
que ocurre en el nuevo pacto, no es en la ley moral misma sino
en el creyente, que es estimulado e iluminado por el Espíritu
'para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no
andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu' (Rom.
8:4). La guía del Espíritu, sin respeto por la ley de Dios,
puede ser peligrosa para el crecimiento del cristiano. Yo
propongo que este es un problema fundamental de la teología del
nuevo pacto presentada por incontables evangélicos hoy día: Es
una teología que hace que cada persona sea ley para sí misma.
Esto puede degenerar fácilmente en una conducta irresponsable.
No me sorprende que los Estados Unidos estén a la cabeza del
mundo, no sólo en el número de cristianos evangélicos --
calculados en casi 100 millones -- sino también en crímenes,
violencia, asesinatos, divorcios, etc. Aflojando la obligación
de observar la ley de Dios en el nuevo pacto, las personas
pueden encontrar una excusa para hacer lo que les parece mejor
en sus propias opiniones".
Mann: Este es
exactamente el argumento que yo presento en mi artículo "El
Advenimiento del Séptimo Día (2): La Ley de Cristo".
Bacchiocchi:
"Un pacto no puede existir sin la ley, porque un pacto denota
una interrelación ordenada que el Señor por gracia establece y
mantiene con Su pueblo. La ley garantiza el orden requerido para
que esta relación sea significativa. En la relación de Dios con
los creyentes, la ley moral revela Su voluntad y Su carácter, la
observancia de la cual hace posible mantener una relación
ordenada y significativa. La ley es, no el producto del pecado,
sino el producto del amor. Dios dio los Diez Mandamientos a los
israelitas después de mostrarles Su amor redentor (Ex. 20:2).
Por medio de la ley de Dios, la persona piadosa vino a conocer
cómo reflejar el amor, la compasión, la fidelidad, y otras
perfecciones de Dios".
Mann:Aquí es donde el argumento de
Bacchiocchi comienza a debilitarse. Debería haber dicho que Dios
dio la ley a Israel para mostrar Su amor redentor. Jesús cita
las "leyes del amor" de la Torah y fuera de los Diez
Mandamientos.
Bacchiocchi: No hay dicotomía entre la ley y el amor.
"Es desafortunado que muchos nunca se
detengan a reflexionar en por qué el Antiguo Pacto, que estaba
basado en la liberación redentora de Israel de Egipto, vino a
equipararse con los Diez Mandamientos".
Mann:¡Irónicamente, esta pregunta se les puede hacer a
aquéllos que sostienen la teoría de las dos leyes!
"No parecen darse cuenta de que la
obediencia a los Diez Mandamientos constituye una respuesta de
amor a la gracia de Dios en ser el Liberador de Israel. Ignoran
la verdad fundamental de que el Decálogo no es meramente una
lista de diez leyes, sino principalmente diez principios de
amor. No hay dicotomía entre la ley y el amor, porque no se
puede tener el uno sin la otra.
"El Decálogo detalla cómo los seres humanos
deben expresar su amor por su Señor y por su prójimo. El nuevo
mandamiento de Cristo de amar a Dios y al prójimo no es otra
cosa que la encarnación del espíritu de los Diez Mandamientos,
que ya se encuentra en al Antiguo Testamento (Lev. 19:19; Deut.
6:5). Cristo pasó gran parte de su ministerio explicando cómo
los principios de amor están encarnados en los Diez
Mandamientos. Por ejemplo, explicó que el sexto mandamiento
puede ser quebrantado, no solamente matando a una persona, sino
también airándose e insultando al prójimo. (Mat. 5:22-23). El
séptimo mandamiento puede ser violado, no solamente cometiendo
adulterio, sino mirando a una mujer para codiciarla". (Mat.
5:28).
Mann: Nuevamente,
el
problema aquí es que Bacchiochi simplemente supone que "la ley"
se refiere a los Diez Mandamientos. En la Biblia, los Diez
Mandamientos, por sí mismos, no significan nada o casi nada, no
se les da ningún tratamiento especial, y no se discuten en
ninguna parte. La tradición cristiana (es decir, el catolicismo
romano) los ha inflado para hacerlos aparecer como algo especial
e importante, pero su única importancia en la Biblia reside en
su relación con el pacto. No son significativos por sí mismos.
Bacchiocchi:
"Cristo pasó aún más tiempo
explicando cómo el principio del amor está encarnado en el
Cuarto Mandamiento. Los evangelios informan de por lo menos
siete episodios de curación en sábado, que fueron usados por
Jesús para explicar que la esencia de la observancia del sábado
es gente que amar y no reglas que obedecer. Jesús explicó que el
sábado es un día "para hacer el bien" (Mat. 12:12), un día "para
salvar la vida" (Mar. 3:4), un día para libertar a hombres y
mujeres de los ligaduras físicas y espirituales (Luc. 13:12), un
día para mostrar misericordia más bien que religiosidad (Mat.
12:7)".
Mann: Una
de las cosas sorprendentes acerca de la historia del sábado es
que la mayor parte de la gente hoy día considera el "sábado"
equivalente a ir a la iglesia, es decir, tener culto, adorar.
Sin embargo, el mandamiento no dice nada acerca de adorar en la
iglesia -- es un día de *descanso.* En la historia de la
iglesia, la gente descansaba y ayunaba el sábado y adoraba el
domingo. Así que la "crítica" de Jesús sobre el sábado era que,
como mandamiento "externo," ¿significa "descansar" estar
inactivo? Literalmente, sí. "Descansar" significa, no sólo no
hacer ningún trabajo, sino también no hacer nada, que incluye no
hacer el bien. Jesús mostró que el significado interno del
sábado es encontrar a aquél que da el Verdadero
Reposo, así que podemos hacer el bien ("trabajar") en
sábado.
Bacchiocchi:
"Cualquier intento de divorciar la
ley en el antiguo pacto del amor en el Nuevo Pacto ignora la
simple verdad de que en ambos pactos el amor se manifiesta en
obediencia a la ley de Dios. Cristo declaró esta verdad clara y
repetidamente: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan
14:15). "El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el
que me ama" (Juan 14:21). "Si guardáis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor" (Juan 15:10). Los mandamientos de
Cristo no son una serie de principios morales mejorados y
simplificados, sino los mismos principios morales que él
promulgó en el Monte Sinaí".
Mann:Por
supuesto, en el evangelio de Juan, donde Jesús usa estas
palabras, el término "mandamientos" se refiere a la ley interior
de Jesús, mientras que la palabra "ley" se usa para referirse a
la ley "externa" del antiguo pacto. Así, no es muy exacto
afirmar que en estos pasajes Jesús se refería a los mandamientos
del antiguo pacto.
Bacchiocchi:
"Bajo ambos pactos, el Señor tiene un
modelo moral para la conducta humana, a saber, la santidad y la
integridad de vida. Integridad de vida significa la integración
del amor a Dios y al prójimo, manifestado en aquéllos que crecen
en la reflexión del carácter perfecto de Dios (Su amor,
fidelidad, rectitud, justicia, perdón). Bajo ambos pactos, Dios
desea que Su pueblo le ame a Él y al prójimo viviendo en armonía
con los principios morales expresados en los Diez Mandamientos.
Éstos sirven como guía al imitar el carácter de Dios. El
Espíritu no reemplaza estos principios morales en el nuevo
pacto, sino que hace la letra viva y poderosa en los corazones
de los santos".
Mann:
Sí, exactamente, excepto reemplazar
los "Diez Mandamientos" con la "ley".
Bacchiocchi: "Jesús y la ley en el Nuevo Pacto.
"La afirmación de que Cristo reemplazó los
Diez Mandamientos con el más sencillo y mejor mandamiento del
amor está claramente negada por el decisivo testimonio de
nuestro Señor mismo, como se ve en Mat. 5:17-19. Puesto que las
demandas de la ley moral de Dios continúan siendo buenas,
santas, y justas en el Nuevo Testamento, no tiene sentido
suponer que Cristo vino para cancelar la responsabilidad de la
humanidad de cumplirlas. Es teológicamente irrazonable suponer
que la misión de Cristo era hacer moralmente aceptable el adorar
ídolos, blasfemar, quebrantar el sábado, deshonrar los padres,
asesinar, cometer adulterio, chismear, o envidiar. Cristo no
vino a cambiar la naturaleza de las leyes de Dios haciéndolas
más sencillas, mejores, u opcionales. En su lugar, vino a
cumplirlas, esto es, a explicar el más pleno significado de los
principios morales que Dios había revelado. Escuchemos Su propio
testimonio:
"No penséis que he venido a abolir la ley o
los profetas; no he venido a abolirlos sino a cumplirlos. De
cierto os digo, que hasta que desaparezcan el cielo y la tierra,
ni la letra más pequeña, ni el más leve trazo de la pluma,
desaparecerán de la ley hasta que todo se haya cumplido.
Cualquiera que quebrante uno de éstos, los mandamientos más
pequeños, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será llamado el más
pequeño en el reino de los cielos". (Mat. 5:17-19).
Mann: Aquí
Bacchiocchi
nuevamente confunde "ley" con "Diez Mandamientos". Por supuesto,
Mat. 5:17-19 no menciona para nada los Diez Mandamientos, aunque
la afirmación de Bacchiocchi: "La afirmación de que Cristo
reemplazó los Diez Mandamientos con el más sencillo y mejor
mandamiento del amor está claramente negada por el decisivo
testimonio del Señor mismo en Mat. 5:17-19" implica que Jesús se
refiere a ellos. En realidad, esta porción de la Escritura es
otro buen ejemplo de que "la ley" es la Torah entera. Jesús se
refiere tanto a las leyes en los Diez Mandamientos como a las
leyes fuera de ellos, y no hace distinción entre las dos clases.
Así que, obviamente, Mat. 5:17-19, que actúa como prefacio para
el Sermón del Monte, debe referirse a la Torah entera, no sólo a
los Diez Mandamientos.
"En este pronunciamiento, Cristo enseña
tres importantes verdades: (1) Dos veces niega que Su venida
tuviera el propósito de abrogar los mandamientos del Antiguo
Testamento. (2) Toda la ley de Dios, incluyendo sus más mínimos
detalles, tendrían una validez que habría de durar hasta la
terminación de la edad presente. (3) Cualquiera que enseñe que
aún el más pequeño de los mandamientos de Dios puede ser
quebrantado, está sujeto a la condenación divina. Esta acusación
debería llevar a los proponentes del Nuevo Pacto a examinar sus
almas.
"No hay ningún estancamiento exegético
aquí. No hay aquí ninguna sugerencia de que con la venida de
Cristo la ley moral del Antiguo Testamento fue reemplazada por
una ley más sencilla y mejor. Es desafortunado que algunos
tratan de construir un caso en favor de reemplazar los Diez
Mandamientos del antiguo pacto con una ley más simple y mejor
del nuevo pacto seleccionando unos pocos textos orientados al
problema (2 Cor. 3:6-11; Heb. 8:9; Gál. 3-4), más bien que
comenzando por el testimonio de Cristo mismo, un testimonio que
debería servir como la piedra de toque para explicar textos
aparentemente contradictorios que hablan negativamente de la
ley".
Mann:
Por supuesto. Así es.
"Pablo rechaza la ley como método de
salvación, pero la sostiene como modelo de la conducta
cristiana. El cristiano no está bajo la ley como base para su
justificación, pero sostiene la ley como revelación del modelo
ético divino para su vida.
"El no reconocer esta distinción
fundamental hace que muchos desarrollen una posición antinómica
unilateral. Un estudio responsable del punto de vista de Pablo
acerca de la ley debe tomar en cuenta sus afirmaciones tanto
negativas como positivas acerca de la ley. Por ejemplo, en Rom.
3:28, Pablo sostiene que "una persona es justificada por fe sin
las obras de la ley", pero en 1 Cor. 7:19 dice que "la
circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el
guardar los mandamientos de Dios". ¿Cómo pueden reconciliarse
estas afirmaciones aparentemente contradictorias? Los
dispensacionalistas no hacen ningún intento de tratar con este
problema. Prefieren el "estilo de cafetería", que consiste en
seleccionar los textos que mejor apoyan su punto de vista de la
terminación de la ley. Un método así difícilmente refleja una
erudición bíblica responsable.
Mann:Sí, es
perfectamente cierto.
"Jesús,
el cumplimiento de la ley.
"La conclusión a la que llegan muchos es
que este pasaje (Mat. 5:17-19) no sostiene la continuada
naturaleza de los Diez Mandamientos. Llegan a esta conclusión
por la imaginativa pero mal fundada interpretación de los
términos claves, "ley" y "cumplir". Un examen del uso del
término "ley" en Mateo les lleva a la conclusión de que la "ley"
a la que se refiere Jesús es la totalidad de la ley del Antiguo
Pacto, que incluía los Diez Mandamientos. Esta conclusión, por
sí misma, es exacta, porque Jesús sostuvo los principios morales
del Antiguo Testamento en general. Por ejemplo, la 'regla de
oro' en Mat. 7:12 se presenta como en esencia "la ley y los
profetas". En Mat. 22:40, los dos grandes mandamientos se ven
como la base de la cual "dependen toda la ley y los profetas".
"El problema en que muchos se meten es que
usan el amplio significado de la ley para argumentar que Cristo
abrogó, no sólo los Diez Mandamientos, sino todo el Antiguo
Testamento. Lo hacen interpretando estrechamente el verbo
"cumplir". Llegan a la conclusión de que la palabra "cumplir" en
Mat. 5:17-19 se refiere, no a la continuada naturaleza de la ley
y los profetas, sino al cumplimiento de las profecías relativas
a la vida y la muerte del Mesías".
Mann:¡Bacchiocchi está tan cerca de la verdad en este punto que
es hasta doloroso! Admite que "la ley" se refiere a la totalidad
de la ley del Antiguo Pacto, pero no lleva esta lógica adelante
a su conclusión. Simplemente insiste que esto no significa que
la ley ha sido abolida, y luego nunca se acerca a esta línea de
pensamiento nuevamente.
Todo el argumento de Bacchiocchi puede
mantenerse sin necesidad de referirse a los Diez Mandamientos.
Lo que Bacchiocchi está diciendo es que la ley en el Antiguo
Pacto se "interioriza" en el Nuevo Pacto, pero luego comienza a
insistir que no es lo mismo para los Diez Mandamientos porque
todavía son tanto externos como internos. El problema es que la
ley era parte del Antiguo Pacto. Si Ud. quiere guardar la ley
tal como aparece en el Antiguo Pacto, tiene que aceptar el
paquete entero. Ud. no puede escoger ciertas porciones y dejar
otras.
Bacchiocchi:"La
continuidad de la ley.
"Hay varios problemas serios con esta
conclusión, que se derivan mayormente de una renuencia a
examinar de cerca el texto en su contexto inmediato. El contexto
inmediato indica claramente que el cumplimiento de la ley y los
profetas tendrá lugar finalmente, no a la muerte de Cristo, sino
al final de la edad presente: 'De cierto os digo, que hasta que
pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasarán de
la ley, hasta que todo se haya cumplido". (Mat. 5:18). Puesto
que, a la muerte de Cristo, ni el cielo ni la tierra
desaparecieron, es evidente que, de acuerdo con Jesús, la
función de la ley continuará hasta el fin de la edad actual.
"La afirmación de que las seis antítesis
'Oísteis que fue dicho ... pero yo os digo...' indican que Jesús
se proponía eliminar completamente la naturaleza obligatoria del
viejo pacto, es absurda, por decir lo menos. ¿Por qué? Porque en
cada caso Cristo no relevó a sus seguidores de la obligación de
observar los seis mandamientos mencionados, sino que requirió
una observación más radical de cada uno de ellos. Este hecho es
ampliamente reconocido por respetados eruditos evangélicos. Por
ejemplo, Eldon Ladd escribe: 'Jesús enseñó la pura e
incondicional voluntad de Dios sin ningún compromiso, que Dios
pone sobre los hombres en todo momento y en todos los tiempos.
La ética de Jesús encarna el modelo de rectitud que un Dios
santo debe exigir de los hombres en cualquier época'. De manera
parecida, John Gerstner observa: 'La afirmación de la ley moral
por parte de Cristo fue completa. Antes que liberar a los
discípulos de la ley, los ligó a ella mucho más firmemente. No
abrogó ni un solo mandamiento sino que más bien los intensificó
a todos'.
"Cristo no modificó ni reemplazó la ley,
sino que reveló su divino propósito, que afecta, no sólo la
conducta externa sino también los motivos internos. La ley
condenaba el asesinato; Jesús condenó la ira como pecado (Mat.
5:21-26). La ley condenaba el adulterio; Jesús condenó los
apetitos lujuriosos (Mat. 5:27-28). Esto no es un reemplazo de
la ley, sino una clarificación e intensificación de su divina
intención. La ira y la lujuria no pueden ser controladas por la
ley porque la ley tiene que ver con la conducta externa, que
puede ser controlada. Jesús se preocupó por mostrar que la
obediencia al espíritu de los mandamientos de Dios tiene que ver
con los motivos internos, así como con las acciones externas".
Mann:Esto es cierto, pero uno se puede equivocar en esta línea de
argumentación. Si él no tiene cuidado, lo que Bacchiocchi está
dando a entender es que todavía necesitamos estudiar el Antiguo
Pacto cuidadosamente porque es en él donde Dios ha revelado cómo
quiere que vivamos. Esto es mirar la fotografía en vez de la
persona verdadera. No tiene caso vivir en las sombras cuando la
realidad está aquí.
Bacchiocchi:"Cristo
es la continuación y la realización de la ley y los profetas.
"Es correcto decir que 'cumplir' en Mateo
generalmente se refiere a la realización profética de la ley y
los profetas en la vida y el ministerio de Cristo. Esto implica
que ciertos aspectos de la ley y los profetas, como los
servicios levíticos y las profecías mesiánicas, terminaron con
la vida, la muerte, y la resurrección de Cristo. Pero esta
interpretación difícilmente puede aplicarse a los aspectos
morales de la ley de Dios mencionados por Jesús porque el
versículo 18 explícitamente afirma que la ley sería válida
'hasta que pasen el cielo y la tierra'. A la luz de la antítesis
de los versículos 21-48, 'cumplir' significa especialmente
'clarificar', 'explicar' el significado más pleno de la ley y
los profetas. Repetidamente en Mateo, Jesús actúa como el
supremo intérprete de la ley, el que ataca la obediencia externa
y algunas de las tradiciones rabínicas (halákicas). (Mat.
15:3-6); 9:13; 12:7; 23:1-39).
Mann:Nuevamente, Bacchiocchi se equivoca un poco aquí. Jesús ha
dicho que ninguna parte de la ley pasaría, pero Bacchiochi ya ha
preparado gran parte de ella para ser abolida, dejando sólo la
parte "moral". Pero, ¿cómo decidimos cuál es la parte moral?
Primero debemos tener un modelo de moralidad para identificar la
parte moral. Si hemos decidido que Jesús es un ejemplo moral
insuficiente (que es la razón por la cual Bacchiocchi dice que
necesitamos que la ley del antiguo pacto continúe "en vigor",
tanto externa como internamente), entonces el único criterio que
queda es nuestro propio juicio, y esto es lo que Bacchiocchi
condena como modelo moral, para comenzar.
Bacchiocchi:"En Mateo se presentan las enseñanzas de Cristo, no como el
reemplazo de la ley moral de Dios, sino como la continuación y
la confirmación del Antiguo Testamento. Mateo ve en Cristo, no
la terminación de la ley y los profetas, sino su realización y
continuación. La 'regla de oro' en Mat. 7:12 se presenta, en
esencia, como 'la ley y los profetas'. En Mat. 19:16-19, Jesús
le dice al joven rico que quería saber lo que tenía que hacer
para tener la vida eterna: 'Guarda los mandamientos'. Luego
procede a mencionarle cinco de ellos".
Mann:Lo que Jesús enfatiza en todas sus enseñanzas acerca de la
ley es que la obediencia a la ley (es decir, obediencia externa)
es insuficiente, que es más como dice Isaías 1. Su énfasis sobre
"la regla de oro" (que, por supuesto, no es uno de los Diez
Mandamientos, lo cual ciertamente arroja dudas sobre la
afirmación de Bacchiocchi de que puede ser la ley moral) es que
la obediencia es desde dentro. Jesús le dice al joven rico que
guarde los mandamientos como preparación para mostrarle que la
obediencia externa es insuficiente (luego tiene que ir y vender
todo lo que tiene).
Bacchiocchi:
"En Mat. 22:40, los dos grandes mandamientos se
ven como la base de la cual 'depende toda la ley y los
profetas.' Es importante entender que el resumen no abroga o
descuenta aquéllo que resume. No tendría sentido decir que
debemos obedecer la orden sumaria de amar a nuestro prójimo como
a nosotros mismos (Lev. 19:19; Mat. 22:39) y al mismo tiempo que
podemos ignorar o violar la segunda parte del Decálogo, que dice
lo que significa amar al prójimo. No debemos olvidar que, cuando
el Señor nos llamó a reconocer 'lo más importante de la ley'
(Mat. 23:23), inmediatamente añadió que las cosas de menor
importancia no deberían descuidarse".
Mann:¡Nuevamente, Bacchiocchi trata de moverse, de lo que él
llama la parte "abolida" de la ley, pero la que Jesús parece
insistir en usar, de vuelta a la ley "moral" de Bacchiocchi, que
Jesús insiste en perfeccionar!
Bacchiocchi:"Podríamos decir que, en Mateo, la ley y los profetas
continúan viviendo en Cristo, que realiza, clarifica, y en
algunos casos, intensifica sus enseñanzas. (Mat. 5:21-22,
27-28). La realización y continuación cristológicas de la ley
del Antiguo Testamento tienen implicaciones significativas para
la comprensión neotestamentaria del sábado a la luz del
ministerio redentor de Cristo".
Mann:Aquí
viene la parte jugosa.
Bacchiocchi:"El
Nuevo Pacto en el libro a los Hebreos.
"Para defender la posición de que los Diez
Mandamientos y otras leyes mosaicas eran parte del Antiguo
Pacto, que terminó con la venida de Cristo, los
dispensacionalistas apelan especialmente al libro de Hebreos.
"Citan Hebreos 8:13, que dice: 'Al decir
nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por
viejo y se envejece, está próximo a desaparecer'. Al interpretar
este texto, arguyen que lo que se envejece y está próximo a
desaparecer es la ley mosaica en general y el sábado en
particular".
Mann:Por
supuesto, yo discrepo con los dispensacionalistas. Véase mi
artículo: "La Verdad del Sábado" etc.
Bacchiocchi:"La
discontinuidad en Hebreos.
"En la interpretación de Hebreos, los
dispensacionalistas tienen razón al señalar la discontinuidad
entre el Antiguo y el Nuevo Pacto en lo que se refiere a los
servicios levíticos, que terminaron con la venida de Cristo".
Mann:Aquí es donde la teoría de las dos leyes contradice la parte
de la "interiorización" en el argumento de Bacchiocchi, lo que
yo llamo la "espiritualización" de la ley. La "abolición" de la
ley no puede aplicarse a algunas partes de ella. Lo que es
abolido es la "exteriorización" de la ley, lo que Pablo llama
"la carne". Como sabemos, los servicios levíticos continuaron en
en el cielo en el santuario celestial. Así que Bacchiocchi se
equivoca al decir que terminaron con la venida de Cristo
(estrictamente hablando, en realidad él debería decir la muerte
de Cristo). La teoría de las Dos Leyes en realidad está siendo
atacada en cuanto a la doctrina del Santuario, como yo he
argumentado en un artículo anterior.
Bacchiocchi:"Pero se equivocan al aplicar esta discontinuidad a los
principios morales de los Diez Mandamientos, specialmente el
sábado. No hay duda de que Hebreos enfatiza la discontinuidad
producida por la venida de Cristo, cuando dice que 'si aquel
primero hubiera sido sin defecto', no habría sido necesario que
Cristo viniese. Pero, a causa de que los sacerdotes, el
santuario, y sus servicios eran 'simbólicos' (9:9; 8:5), no
podían por sí mismos 'perfeccionar la conciencia' (9:9). Por
consiguiente, era necesario que Cristo viniese 'una vez para
siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el
pecado.' (9:26). El efecto de la venida de Cristo se describe
como 'abrogar' (7:18), 'dar por viejos' (8:13), 'abolir' (10:9)
todos los servicios levíticos asociados con el santuario".
Mann:No hay justificación para suponer que este ataque sobre la
carne y la "exteriorización" no se aplica a los Diez
Mandamientos, lo mismo que el resto de la ley.
Bacchiocchi:"La nueva teología interpreta estas afirmaciones como que
indican una abrogación radical de la ley del Antiguo Testamento
en general y del sábado en particular. Esta interpretación
ignora que las afirmaciones en cuestión se encuentran en los
capítulos 7 al 10, que tratan de los reglamentos levíticos
sacrificiales. Aunque en estos mismos capítulos el autor usa los
términos 'ley' (10:1) y 'pacto' (8:7,8,13), los menciona con
referencia al sacerdocio y servicios levíticos. Es en este
contexto, es decir, en cuanto se relacionan al ministerio
levítico, que son declarados 'abolidos' (10:9). Pero esta
afirmación difícilmente puede tomarse como una declaración
general en favor de la abrogación de la ley en general".
Mann:¡Por supuesto, yo tomo una posición más radical que la Nueva
Teología y Bacchiocchi. La Nueva Teología dice que toda la ley
fue abolida, Bacchiocchi dice que una parte lo fue, yo arguyo
que ninguna parte lo fue. (Véase Mat. 5)!
Bacchiocchi:"La referencia a 'las tablas del pacto' en Hebreos 9:4 se
encuentra en el contexto de la descripción del contenido del
arca del pacto, que incluía 'las tablas del pacto.' El arca era
parte del mobiliario del santuario terrenal, cuyas funciones
tipológicas terminaron a la muerte de Cristo en la cruz. Sin
embargo, el hecho de que los servicios en el santuario terrenal
terminaron en la cruz no significa que los Diez Mandamientos
también terminaron simplemente porque estaban dentro del arca".
Mann:Hebreos 9:10 señala que el Santuario era un "reglamento
externo" que se aplicaba hasta que viniera el tiempo del "nuevo
orden". Por implicación, el Santuario es ahora por lo tanto un
reglamento interno, llevado a cabo en el cielo. Como de
costumbre, las observaciones de Bacchiocchi acerca de los Diez
Mandamientos son un pretexto para llamar la atención.
Bacchiocchi:"Continuidad
de los Diez Mandamientos en el nuevo pacto.
"Hebreos nos enseña que el santuario
terrenal fue reemplazado por el santuario celestial, en el cual
Cristo 'aparece en la presencia de Dios en favor nuestro' (Heb.
9:24). Cuando a Juan se le mostró una visión del templo
celestial, vio dentro del Templo 'el arca del pacto' que
contenía los Diez Mandamientos. (Apoc. 11:19). ¿Por qué se le
mostró a Juan el arca del pacto en el templo celestial? La
respuesta es sencilla. El arca del pacto representa el trono de
Dios que descansa en la justicia (los Diez Mandamientos) y la
justicia (el asiento de la misericordia). (sic).
"Si el argumento de que los Diez
Mandamientos terminaron en la cruz porque eran parte del
mobiliario del santuario fuera correcto, ¿por qué entonces se le
mostró a Juan el arca del pacto conteniendo los Diez
Mandamientos en el Templo celestial? ¿No sugiere la visión del
arca del pacto en el santuario celestial, donde Cristo ministra
en favor nuestro, que los principios de los Diez Mandamientos
son todavía el fundamento del gobierno de Dios?"
Mann:El Santuario está en el cielo, pero es incorrecto insistir
sobre los Diez Mandamientos de manera especial. El Apocalipsis
muestra el día de la expiación en el cielo. (Apoc. 1:12-16) y a
Jesús ataviado como Sumo Sacerdote el día de la expiación.Véase
Lev. 16:4-5. Apoc. 8:1-5 se refiere al incienso. Véase Lev.
16:12-14; Apoc. 8:5 menciona el incensario lleno de carbones
encendidos. Véase Lev. 16:12. Nótense las frecuentes alusiones
al número "siete" en Apocalipsis, que reflejan el Día de la
Expiación. Lev. 16:14 dice: "tomará luego de la sangre del
becerro y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio siete
veces". Apoc. 8:6-11:18 es el sonar de las trompetas, "entonces
harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez
días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta
por toda vuestra tierra". (Lev. 25:9); finalmente, Apoc. 11:19
dice "y el arca de su pacto se veía en en templo", en
concordancia con el día de expiación, cuando el Sumo Sacerdote
entraba al Lugar Santísimo donde estaba el arca del pacto. (Lev.
16:2; 17-19).
El hecho de que los Diez Mandamientos estén
en el arca del pacto no los hace diferentes del resto de la ley.
El libro de la ley estaba al lado del arca, y por supuesto, todo
el mobiliario (los candelabros, el altar de oro, etc.) estaban
allí también. El punto es que nadie está afirmando que porque
todas estas cosas están en el cielo, sus funciones originales en
el antiguo pacto continúan. Bacchiocchi ya ha dicho que por el
hecho de estar en el cielo, el significado del santuario se ha
"interiorizado" y la ley ha sido escrita en los corazones, así
que seleccionar una parte del santuario en el cielo (los Diez
Mandamientos en el arca) y afirmar que, a diferencia de todos
los otros artículos en el santuario, éstos retienen su función
del antiguo pacto es inconsistente. Después de todo, los Diez
Mandamientos ni siquiera se mencionan, sino sólo el arca del
pacto, así que en realidad no hay suficiente argumento para
defender de manera especial los Diez Mandamientos aquí.
Bacchiocchi:"Es desafortunado que, en su preocupación por probar la
discontinuidad entre el antiguo y el nuevo Pacto, muchos igmoran
la continuidad entre los dos. La continuidad se expresa de
varias maneras. Hay continuidad en la revelación de que el mismo
Dios 'habló en otro tiempo a nuestros padres por los profetas' y
ahora 'en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo' (Heb.
1:1-2). Hay continuidad en la fidelidad y los logros de Moisés y
de Cristo' (Heb. 3:2,6).
"Hay continuidad en el ministerio redentor
ofrecido tipológicamente en el santuario terrenal por los
sacerdotes y realísticamente en el santuario celestial por
Cristo mismo. (Caps. 7,8,9,10). Hay continuidad en la fe y la
esperanza, al participar los creyentes del Nuevo Testamento de
la fe y las promesas de los grandes hombres del Viejo
Testamento. (caps. 11-12)".
Mann:Estoy de acuerdo. El antiguo pacto no era un pacto
"legalista", como muchos afirman, sino que enfatizaba la fe y la
ética por sobre las prácticas religiosas. Note, sin embargo, que
cuando el Viejo Testamento alaba la moralidad por encima de la
religiosidad, pone el sábado del lado de la religión, no de la
moralidad. En Isaías 1, Dios contrasta a aquéllos que practican
la religión -- los que guardan el sábado, las fieestas, los que
ofrecen sacrificios -- con aquéllos que hacen el bien, quue
buscan la justicia, y alientan a los oprimidos. Esta es otra
razón de por qué es incorrecto suponer que los Diez Mandamientos
son la parte moral de la ley.
Bacchiocchi:"Más específicamente, hay continuidad en la observancia del
sábado (sabatismos) que 'permanece' (apoleipetia) 'para el
pueblo de Dios'. (Heb. 4:9). El verbo 'permanecer' (apoleipetia)
literalmente significa 'quedar'. Traducido literalmente, el
versículo 9 dice: 'Así que queda un reposo para el pueblo de
Dios'. La permanencia del sábado está también implícita en la
exhortación a 'procurar entrar en ese reposo'. (Heb. 4:11). El
hecho de que uno deba hacer esfuerzos 'para entrar en ese
reposo' implica que la experiencia del 'reposo' sabático también
tiene una realización futura y por consiguiente no puede haber
terminado con la venida de Cristo".
Mann:Ahora llegamos a la parte interesante acerca del sábado.
¿Cuál es la verdad interior acerca del sábado? ¿Cuál es el
verdadero significado del sábado? ¿Es descansar un día de cada
siete, o es entrar en el reposo de Dios, descansando en Cristo,
entrando al reposo que Dios estableció en la creación? Hebreos
comienza la discusión del reposo sabático en el Cap. 3. Dice que
Dios ha declarado que Israel "nunca entrará en mi reposo" (Heb.
3:11) a causa de su incredulidad, así que inmediatamente tenemos
la afirmación de que, a pesar de todos los séptimos días sábados
de descanso que Israel ha guardado, todavía dice Dios que no han
entrado en su reposo. Podemos ver que el verdadero reposo
sabático es más que un día de descanso. El cap. 4 comienza
diciendo que "la promesa de entrar en su reposo todavía
permanece" (Heb. 4:1), así que Dios todavía ha prometido que su
pueblo entrará en su reposo, y de hecho el autor de Hebreos dice
que "los que han creído han entrado en ese reposo" (Heb. 4:3),
así que nosotros entramos al reposo sabático por medio de la fe,
no de las obras.
"Porque si Josué les hubiese dado el
reposo, Dios no hablaría después de otro día." (Heb. 4:8).
Descansando el séptimo día, dice el autor de Hebreos, Israel no
entró en el reposo, así que "Dios otra vez determina un cierto
día." (Heb. 4:7). Dios puso aparte un cierto día en la ley, el
séptimo día (la tarde y la mañana del séptimo día), pero Israel
no entró en el reposo por guardar ese día. Así que, habiendo
establecido un día, ¿qué sucedió? "Dios otra vez determina un
día". Así que ahora tenemos dos días establecidos por el Señor
para que entremos en su reposo. El día original (la tarde y la
mañana de un día) era el séptimo día de la ley. El segundo día
que el Señor puso aparte fue ... ¿el domingo? No. Hebreos dice
que el segundo día que Dios puso aparte fue "hoy".
"Dios
otra vez determina un día: Hoy". (Heb. 4:7).
¿Así que todavía guardamos el sábado? Sí,
"queda todavía un reposo para el pueblo de Dios" (Heb. 4:9). ¿Es
ese descanso sabático un día de descanso exterior, un día de
descanso compuesto por "tarde y mañana"? No. Es un día de
descanso interior, llamado "Hoy", "porque el que ha entrrado en
su reposo también ha reposado de sus obras, como Dios de las
suyas" (Heb. 4:10). Así, este sábado verdadero, la
"interiorización" del sábado, sigue el modelo del reposo de Dios
en la creación. Cuando Dios reposó en la creación, "su séptimo
día" no tenía tarde ni mañana, porque Dios no regresó al trabajo
nuevamente el primer día. Así que el Verdadero Sábado no tiene
ni tarde ni mañana, porque una vez que entramos al reposo de
Dios no lo abandonamos otra vez al día siguiente.
Esta visión del sábado es por completo
consistente con lo que la Biblia enseña acerca de la ley en
general. Todavía guardamos las leyes relativas a animales
limpios e inmundos, la circuncisión, etc., pero como leyes
"interiores", leyes del corazón. Es por esto por lo que Pablo
dice "porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la
incircuncisión (Gál. 5:6), y también "y la circuncisión es la
del corazón, en espíritu, no en letra" (Rom. 2:29). En Gálatas,
Pablo claramente está escribiendo acerca de la ley exterior,
mientras que en Romanos habla de la ley interior. Así que Col.
2:16 se refiere a los sábados exteriores, mientras que Heb. 4:9
se refiere al sábado interior.
Bacchiocchi:"Es de notar que, mientras el autor de Hebreos declara el
sacerdocio y los servicios levíticos 'abolidos' (Heb. 10:9),
'caducos' y 'próximos a desaparecer' (Heb. 8:13), explícitamente
enseña que 'queda un reposo para el pueblo de Dios' (Heb. 4:9)".
Mann:Como hemos visto, toda la ley permanece. Lo que ha
"caducado" son las prácticas externas, que se vuelven caducas
una vez que se han escrito en el corazón. En efecto, Hebreos
asegura que el séptimo día de tarde y mañana es caduco, porque
se habla de "otro día" (Heb. 4:8), y que este otro día no es
otro día externo de tarde y mañana, sino el sábado del séptimo
día interior.
Bacchiocchi:"Objeciones
a la observancia literal del sábado.
"Algunos rechazan la interpretación de
'sabatismos' como la observancia literal del sábado, obviamente
porque no se ajusta a la discontinuidad que ellos construyen
entre el antiguo y el nuevo pacto. El autor de Hebreos no tuvo
que inventar una nueva palabra porque ya existía una y era usada
tanto por los paganos como los cristianos como un término
técnico para la observancia del sábado.
"Pueden encontrarse ejemplos en los
escritos de Plutarco, Justino, Epifanio, las Constituciones
Apostólicas, y el Martirio de Pedro y Pablo. El profesor A.T.
Lincoln, uno de los colaboradores al simposio Desde el Sábado
hasta el Día del Señor, reconoce que en cada uno de los casos
que anteceden, 'el término denota la observancia o celebración
del sábado. Este uso corresponde al uso en la Septuaginta del
verbo cognado sabbatizo (comp. con Ex. 16:23; Lev. 23:32; 26:34
y siguientes; 2 Crón. 36:21), que también se refieren a la
observancia del sábado. Así, el autor del libro a los Hebreos
está diciendo que la observancia del sábado ha sido notable
desde el tiempo de Josué".
Mann:Por supuesto, el término "sabatismos" se refiere al sábado
literal, lo mismo que "peritome" se refería a la circuncisión
literal. Sin embargo, el término se convierte en una metáfora
para una más alta verdad espiritual. Esto es lo que significa
tener la ley escrita en el corazón. Este es lo que significa ser
sellados por el Espíritu.
Bacchiocchi:"Tres
niveles de interpretación del descanso sabático en el Antiguo
Testamento.
"Para ayudar al lector a entender mejor la
discusión precedente acerca del reposo sabático en Hebreos 3 y
4, mencionaré brevemente cómo la noción del reposo sabático fue
utilizada en el Antiguo Testamento y en la literatura judía.
Allí encontramos que el reposo sabático se usó para describir,
no sólo la experiencia del reposo sabático semanal, sino también
la aspiración nacional a una vida pacífica en una tierra en
reposo (Deut. 12:9; 25:19; Isa. 14:3), donde el rey le daría al
pueblo 'reposo de todos sus enemigos' (2 Sam. 7:1; comp. 1 Reyes
8:5), y donde Dios encontraría su 'lugar de reposo' entre su
pueblo y especialmente en su santuario en Sión (2 Crón. 6:41; 1
Crón. 23:25: Sal. 132:8, 13, 14; Isa. 66:1)".
Mann:El verdadero sábado es el reposo eterno de Dios. Símbolos de
este reposo, "sábados", ocurren con frecuencia en la ley.
Bacchiocchi:"El reposo y la paz del sábado, que, como aspiración
política, permaneció mayormente sin cumplimiento, se convirtió
en el símbolo de la era mesiánica, a menudo conocida como 'el
fin de los días' o 'el mundo por venir.' Por ejemplo, Theodore
Friedman observa que 'dos de los tres pasajes en los cuales
Isaías se refiere al sábado han sido ligados por el profeta con
el fin de los días. (Isa. 56:4-7; 58:13, 14; 66:22-24). No es
mera coincidencia que Isaías emplee las palabras 'delicia'
(oneg) y 'honor' (kavod) en su descripción tanto del sábado como
del fin del tiempo (58:13). '... y lo llamares delicia ... y lo
venerares.' 66:1: 'Y te deleitarás en el brillo de su honor').
La implicación es clara. El deleite y el gozo que marcarán el
fin de los tiempos está a nuestra disposición aquí y ahora por
medio del sábado".
Mann:He aquí
lo que yo escribí al final de mi artículo "Acerca de los sábados
de tarde y mañana":
Al ofrecer cada adventista el día y la
noche del sábado como sacrificio, así también colectivamente el
mensaje del sábado será transformado en la más intensa
experiencia visionaria de Dios. Entramos en su reposo al
inundarse nuestra alma con el éxtasis espiritual del cielo. Cada
cristiano experimentará "el tercer cielo" (2 Cor. 12:2),
recibirá "visiones y revelaciones" (2 Cor. 12:1), será
"arrebatado al paraíso" (2 Cor. 12:4). La verdadera experiencia
sabática significa que nosotros nos convertimos en "una nueva
creación; las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas
nuevas." (2 Cor. 5:17). Dios "pondrá su sello de propiedad sobre
nosotros, y su Espíritu en nuestros corazones en depósito,
garantizando lo que ha de venir." (2 Cor. 1:22). El entrar en
esta visión y recibir su Espíritu nos dará "la sabiduría secreta
de Dios, una sabiduría que ha estado escondida y que Dios
destinó para nuestra gloria antes de la fundación del mundo" (1
Cor. 2:7). "Y también le daré una piedrecita blanca con un nuevo
nombre escrito en ella, que sólo conocerá aquél que lo reciba"
(Apoc. 2:17). El verdadero sábado es una retumbante y explosiva
visión de Dios, como en Apoc. 1:13-17. Una vez que lleguemos al
Advenimientro del Séptimo Día, entenderemos la verdad y el
propósito de nuestro movimiento..
Bacchiocchi:"La literatura rabínica y apocalíptica posterior proporciona
ejemplos más explícitos en los que el sábado se entiende como la
anticipación del mundo que ha de venir. Por ejemplo, el Talmud
Babilónico dice: 'Nuestros rabinos enseñaban que el hijo de
David vendría a la conclusión del septenato. R. Joseph objetaba:
'¡Pero han pasado tantos sábados, y él todavía no ha venido!' En
la obra apocalíptica conocida como El Libro de Adán y Eva (más o
menos en el siglo I de la era cristiana), el Arcángel Miguel
amonesta a Set diciendo: 'Hombre de Dios, no llores a tus
muertos más de seis días porque en el séptimo día hay una señal
de la resurrección y del resto del tiempo por venir'.
"¿Cómo vino el sábado a ser considerado un
símbolo del mundo por venir? Aparentemente, la dura experiencia
del vagar en el desierto, primero, y del exilio más tarde, los
estimuló a ver el sábado edénico como el paradigma de la futura
era mesiánica. De hecho, la era mesiánica se caracteriza por la
abundancia material (Amos 9:13-14; Joel 4:19; Isa. 30:23-25;
Jer. 31:12), la justicia social (Isa. 61:1-9), la armonía entre
las personas y los animales (Oseas 2:20; Isa. 65:25; 11:6),
extraordinaria longevidad (Isa. 65:20; Zac. 8:4), luz refulgente
(Isa. 30:26; Zac. 14:6;7, y la ausencia de muerte y dolor. (Isa.
25:8).
"Este breve examen indica que tanto en el
Viejo Testamento como en la literatura judía posterior, la
experiencia semanal del reposo sabático era el epítome de las
aspiraciones nacionales a un lugar de descanso en la tierra de
Canaán y en el santuario en Jerusalén. Esto a su vez señalaba
hacia adelante, a la futura era mesíanica, que vino a ser
considerada como 'completamente sabática y de reposo'".
Mann:Lo que
sigue es lo que yo escribí en mi artículo "¡El sábado! Por fin,
la verdad":
Ahora consideremos el significado simbólico
de la ley. Sabemos que el verdadero sábado es el eterno reposo
del séptimo día de Dios, sin tarde y sin mañana. Dios dice
"entrar en mi reposo" - sumergirse en Su eternidad. Así, la ley
eterna debe relacionarse con este profundo misterio del sábado.
Obedecer la eterna ley de Dios significa morar en su eternidad.
La ley describía un modo entero de vida, una coreografía de la
existencia. Este vivir en Dios, experimentando el éxtasis de la
visión de Dios, es la eterna ley de nuestro ser. Desde el
principio, lo sagrado se ha experimentado a través de la música,
la danza, la pintura, el lenguaje, y los símbolos. Sólo en la
era moderna se ha separado el "arte" de la vida espiritual. En
los tiempos bíblicos, vivir en la ley eterna de Dios era vivir
en el corazón de Dios. Así que, simbólicamente, la ley
representa el medio a través del cual experimentamos a Dios y
vivimos en Él, el arte de la vida, el Christos Choros (La Danza de Cristo). La ley
eterna es la coreografía de Cristo - el arte de la Danza de
Cristo. En la danza de Cristo, experimentamos la visión de Dios,
recibimos la visión de la montaña después de cuarenta días y
cuarenta noches sin alimento ni agua, y regresamos a la tierra
con una visión de Dios en nuestros corazones. Este es el poder
de la ley eterna.
Bacchiocchi:"Tres
niveles de interpretación del reposo sabático en Hebreos.
"En los tiempos del Antiguo Testamento, la
existencia de tres niveles de interpretación del reposo
sabático, como una realidad personal, nacional, y mesiánica,
proporciona la base para comprender estos tres significados en
Hebreos 3 y 4. Fusionando dos textos, a saber, Salmos 95:11 y
Génesis 2:2, el escritor presenta trs diferentes niveles de
significado del reposo sabático. En el primer nivel, el reposo
sabático apunta al reposo de Dios en la creación, cuando 'sus
obras fueron acabadas desde la fundación del mundo' (4:3). Este
significado se establece citando Génesis 2:2".
Mann:Esto es exactamente lo que yo he venido diciendo acerca de
que el sábado fue terminado en la creación - el reposo eterno de
Dios sin tarde y sin mañana.
Bacchiocchi:"En el segundo nivel, el reposo sabático simboliza la
promesa de entrar en la tierra de Canaán, en la cual la
generación del desierto 'no pudo entrar' (4:6; comp. 3:16-19),
una entrada que se realizó más tarde cuando los israelitas, con
Josué a la cabeza, entraron efectivamente en la tierra del
reposo. (4:8)".
Mann:Esta es
el sábado de tarde y mañana que no pudo hacer que Israel entrase
en el reposo de Dios.
Bacchiocchi:"En el tercer y más importante nivel, el reposo sabático
prefigura el reposo de la redención que ha amanecido y está
disponible para el pueblo de Dios a través de Cristo.
"¿Cómo establece el autor este último
significado? Sacando una notable conclusión de Salmos 95:7, 11,
que él cita varias veces (Heb. 4:3, 5, 7). En Salmos 95, Dios
invita a los israelitas a entrar en su reposo, que El había
negado a la rebelde generación del desierto. (versículos 7-11).
El hecho de que Dios renovase 'otra vez' la promesa de su reposo
mucho tiempo después de la verdadera entrada en la Canaán
terrenal, a saber, en tiempos de David, diciendo 'hoy' (Heb.
4:7), es interpretado por el autor de Hebreos en dos sentidos:
Primero, que el reposo sabático de Dios no se agotó cuando los
israelitas, con Josué a la cabeza, encontraron un lugar de
reposo en la tierra, y que todavía 'queda un reposo para el
pueblo de Dios.' (Heb. 4:9). Segundo, que este reposo ha
amanecido con la venida de Cristo. (4:3,7).
"La frase 'Hoy, si oyereis su voz' (4:7) es
una clara referencia a Cristo. Los lectores habían oído la voz
de Dios en 'los últimos días' (1:2) al hablar El a través de
Cristo y haber ellos recibido la promesa del reposo sabático. A
la luz del evento de la venida de Cristo, entonces, el cesar uno
de sus trabajos el sábado (4:10) significa tanto una experiencia
presente de redención (4:3) como la esperanza de una comunidad
con Dios.' (4:11)".
Mann:Este es el significado interior de la verdad del sábado.
Entrar al reposo de Dios a través de la redención.
Bacchiocchi:"Para el autor de Hebreos, como acertadamente señala Gerhard
von Rad, 'el propósito entero de la creación y el propósito
entero de la redención vuelven a unirse' en el cumplimiento del
reposo sabático original de Dios".
Nuevamente, esto es algo que yo he estado
argumentando como el significado del sábado en mis artículos -
véase citas más arriba.
Bacchiocci:"La
naturaleza del reposo sabático en Hebreos.
"¿Cuál es la naturaleza del reposo sabático
que queda para el pueblo de Dios? (Heb. 4:9). ¿Está el escritor
pensando en un tipo de observancia del sábado literal o
espiritual? El versículo 10 describe la característica básica de
la observancia cristiana del sábado, a saber, cesación del
trabajo: 'Porque el que ha entrado en su reposo, también ha
reposado de sus obras, como Dios de las suyas.' (4:10).
"Históricamente, la mayoría de los
comentaristas han interpretado la cesación del trabajo en sábado
de Hebreos 4:10 de manera figurada, a saber, como 'la abstención
de trabajo servil,' con lo que quieren decir actividades
pecaminosas. Así, la observancia del sábado de parte de los
cristianos significa, no la interrupción del trabajo diario el
séptimo día, sino sino la abstención de acciones pecaminosas en
todo momento. En otras palabras, en el Nuevo Pacto, la
experiencia del reposo sabático ocurre, no el séptimo día, sino
diariamente al experimentar los creyentes el reposo de la
salvación.
"En apoyo de este punto de vista, se apela
a la referencia en Hebreos a las 'obras muertas' (6:1; 9:14).
Tal concepto, sin embargo, no puede aplicarse a Hebreos 4:10,
donde se hace una comparación entre la cesación divina y la
humana de las 'obras'. Sería absurdo pensar que Dios cesó de
'obras pecaminosas'. El punto de la analogía es simplemente que,
como Dios cesó el séptimo día de su obra de la creación, así
también los creyentes han de cesar de sus obras el mismo día.
Esta es una afirmación simple de la naturaleza de la observancia
del sábado, que esencialmente involucra la cesación de las
obras".
Mann:Esto contradice el pasaje que habla de "otro día" y del
significado del sábado en tiempos de Josué (el segundo
significado del sábado, más arriba). Esto, además, se opone al
argumento entero del pasaje, de que los sábados de tarde y
mañana no han permitido que Dios entre en Su reposo.
Bacchiocchi:"El uso histórico del término 'sabatismos - reposo sabático'
de Hebreos 4:9 proporciona apoyo adicional para una comprensión
literal de la observancia del sábado. Hemos visto que el término
es usado en la literatura tanto pagana como cristiana como un
término técnico para describir la observancia literal del
sábado".
Mann:Pero, como hemos visto, es tema constante de los escritores
del Nuevo Testamento que el significado interior de la ley, su
"interiorización", como lo llama Bacchiocchi, toma el sentido
literal y lo convierte en una metáfora de significado
espiritual. No hay evidencia de que, cuando se refieren a
alimentos limpios e inmundos, o la circuncisión, los escritores
bíblicos usan una palabra diferente para referirse a la
"interiorización" de estas leyes. Usaron el mismo término
literal, pero le dieron un significado espiritual.
Bacchiocchi:"El
significado de la observancia del sábado en Hebreos.
"¿Está el autor de Hebreos meramente
animando a sus lectores a interrumpir sus actividades seculares
el sábado? Considerando la preocupación del escritor por
contrarrestar la tendencia de sus lectores a adoptar costumbres
litúrgicas judías como medio de obtener acceso a Dios,
difícilmente habría enfatizado solamente el aspecto de la
'cesación' física de la observancia del sábado. Este aspecto da
sólo una idea negativa del reposo, que solamente serviría para
estimular las tendencias judaizantes existentes. Es obvio,
entonces, que el autor atribuye un significado más profundo al
reposo en sábado".
Mann:
El autor no está en absoluto estimulando a sus
lectores a interrupir sus actividades seculares el sábado. El
está enseñando el significado interior de la ley hebrea. El no
está sugiriendo que, porque las otras partes de la ley (Torah)
que él discute tienen verdades y significados interiores,
permanece su observancia externa, mucho menos lo está haciendo
para el sábado.
Bacchiocchi:"Este significado más profundo puede verse en la antítesis
que el autor hace entre aquéllos que no pudieron entrar en el
reposo de Dios a causa de 'incredulidad' - apeitheias - 4:6, 11)
-- esto es, infidelidad que resulta en desobediencia -- y
aquéllos que entran en éll por 'fe' - pistei - (4:2,3), esto es,
fidelidad que resulta en obediencia.
"Para el autor de Hebreos, el acto de
descansar el sábado no es meramente un ritual de rutina (comp.
'sacrificio' - Mat. 12:7), sino más bien, una respuesta por fe a
Dios. Tal respuesta involucra, no sólo el endurecimiento del
corazón de uno (4:7), sino el ponerse uno en la disposición de
'escuchar su voz.' (4:7). Significa experimentar el reposo
salvífico de Dios, no por obras, sino por fe, no por hacer algo,
sino por haber sido salvado por fe.' (4:2,311). El sábado, como
John Calvin correctamente lo expresa, los creyentes han de
'cesar de sus obras para permitir que Dios obre en ellos'.
"El reposo sabático que queda para el
pueblo de Dios del nuevo pacto (4:9) no es un mero día de
holganza, sino más bien una oportunidad, renovada cada semana,
de entrar en el reposo de Dios, esto es, de librarse de los
cuidados del trabajo para experimentar libremente por fe la
creación y el reposo redentor de Dios".
Mann:Esto es
verdad si con la palabra "día" queremos decir el "otro día", -
Hoy.
Bacchiocchi:"La experiencia sabática de las bendiciones de la salvación
no se ha agotado en el presente, puesto que el autor exhorta a
sus lectores a 'procurar entrar en ese reposo', (4:11). Esta
dimensión del futuro reposo sabático muestra que la observancia
del sábado en Hebreos expresa la tensión entre el 'ya' y el
'todavía no', entre la presente experiencia de la salvación y su
consumación escatológica en la Canaán celestial.
"Esta interpretación ampliada de la
observancia del sábado a la luz del evento de la venida de
Cristo aparentemente fue diseñada para apartar a los cristianos
de una comprensión demasiado materialista de su observancia.
Para lograr este propósito, el autor, por una parte, tranquiliza
a sus lectores acerca de la permanencia de las bendiciones
contempladas en el reposo sabático, y por otra parte, explica
que la naturaleza de estas bendiciones consiste en experimentar
tanto una salvación-reposo presente como una futura
restauración-reposo, que Dios ofrece a aquéllos 'que han creído'
(4:3).
Mann:El reposo
sabático tiene bendiciones tanto hoy como en el futuro.
Bacchiocchi:"Es evidente que, para el autor de Hebreos, la observancia
del sábado permanece en el nuevo pacto, no sólo como una
experiencia física de la cesación del trabajo, sino también como
una respuesta fiel, una respuesta a Dios, que dice: 'Sí, hoy'.
Mann:Hebreos
4:10 habla acerca del entrar en el reposo de Dios, no en un
reposo físico.
Bacchiocchi:"Conclusión.
"El estudio precedente del nuevo pacto en
relación con el sábado ha mostrado que hay una unidad orgánica
entre el antiguo y el nuevo pacto. Ambos pactos son parte del
pacto eterno (Heb. 13:20), esto es, del compromiso de Dios de
salvar al pecador penitente. En ambos pactos, Dios invita a su
pueblo a aceptar la provisión por gracia de la salvación
viviendo de acuerdo con los principios morales que El ha
revelado. Cristo vino, no a nulificar o a modificar la ley moral
de Dios, sino a clarificar y a revelar su más pleno significado.
Cristo pasó gran parte de su ministerio clarificando cómo el
principio del amor está encarnado en los Diez Mandamientos en
general, y en el sábado en particular.
"De todos los mandamientos, el sábado nos
ofrece la más concreta oportunidad de mostrar nuestro amor por
Dios, porque nos invita a consagrar nuestro tiempo a El. El
tiempo es la esencia de nuestra vida. La manera en que usemos
nuestro tiempo es una indicación de nuestras prioridades. Una
razón principal de por qué el sábado ha sido atacado por muchos
a través de la historia humana es porque la naturaleza humana
pecaminosa está centrada en sí misma, más bien que en Dios. La
mayoría de la gente quiere pasar el tiempo del sábado buscando
su placer o ganancia personal, más bien que la presencia de
Dios".
Mann:Esto es
cierto del verdadero e interior significado del sábado.
"Los creyentes del Nuevo Pacto que dejan de
trabajar en sábado permiten que Dios trabaje en ellos más
completamente y más libremente. Ellos muestran de una manera
tangible que Dios realmente cuenta en sus vidas. Se hacen
receptivos y sensibles a la presencia, la paz, y el reposo de
Dios. En una época en que la teología del nuevo pacto está
engañando a muchos cristianos haciéndoles creer en el 'más
simple' y 'mejor' principio del amor, el sábado nos desafía a
ofrecer a Dios, no un servicio de labios, sino el servicio de
todo nuestro ser, consagrando nuestro tiempo y nuestra vida a
Él.
"Que
Dios les bendiga,
"Rick".
Mann:Así que, ¿qué queremos decir con el sábado séptimo día?
Jesús recibió conocimiento del Padre, Pablo recibió visiones del
Padre. (1 Cor. 5:11). Estas visiones nos llevan de vuelta al
reposo sabático original, cuando Dios habitó con el hombre. El
día después del Gran Chasco, Hiram Edson recibió una visión,
durante su vida la Hna. White recibió muchas visiones. Esto
apunta a la lluvia tardía, cuando el Espíritu llenará al pueblo
de Dios. El séptimo día no es un día como los otros seis (por
ejemplo, los seis días de la creación). En vez de eso, el
séptimo día es un símbolo del tiempo en que Dios y el hombre
habitaron juntos, antes de la caída. En este período, el hombre
y Dios existieron como uno por un tiempo fuera de la historia.
El séptimo día no es un día histórico, sino un tiempo en el cual
Dios habita. Juan estaba en el Espíritu en el Día del Señor.
(Apoc. 1:10), un día fuera del tiempo.
Así, el Advenimiento del Séptimo Día nos
señala un tiempo en que Dios se encuentra con nosotros en el
séptimo día. Dios se encontró con Moisés, él se encontró con
Jesús, él se encontró con Pablo, Hiram Edson, la Hna. White - en
el Antiguo Testamento la palabra "mandó" se usa siempre en
relación con la ley, que Dios ordenó a Israel, pero en el Nuevo
Testamento Dios "mandó" a Pablo y a los apóstoles por medio de
una visión. Así que nosotros vivimos en el advenimiento del
Séptimo Día si nosotros también en la visión de Dios - la visión
en la cual él aparece y nos habla.
Tenemos un éxtasis espiritual. Es una
continuación de la visión de Dios que fue dada a Jesús, Pablo, y
Juan. Fue dada a Hiram Edson y a la Hna. White, ahora nos es
dada a nosotros. La recibimos como nuestra herencia, de la cual
damos testimonio, verificando al Espíritu dentro de nosotros,
nuestro sello, nuestra garantía, y nuestro pacto.